Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 16: CAPÍTULO 15

Nadie más te va a hacer daño, no lo voy a permitir, no tengas miedo mi amor...Es más te prometo que no voy a tocarte hasta que confíes en mí, te voy a demostrar que el amor no duele, que mi amor no te va a hacer daño.”

 

Mentiroso.

 

Voy a ser el último...-limpió mis lágrimas sonriendo tristemente y apoyó sus brazos en mi pecho.-¿Saber por qué?Porque jamás te voy a dejar, eres la mujer más maravillosa que he conocido nunca y te amo...te amo mi amor.”

 

Embustero.

Ni me creía, ni confiaba en mí, ni lo que es peor...no me amaba. Por fin, por fin pude tumbarme en la cama y llorar de rabia por el imbécil de Cullen...esto había sido un caos y mi hijo ocupaba ahora mismo todo mi tiempo y tenía que sacarme todo esto que llevaba por dentro, era como un duelo...debía llorar por el amor que había perdido.

 

- Mamá...-dijo mi hijo en la puerta de mi cuarto.-¿Puedo dormir contigo esta noche?

- Claro mi amor...-dije secándome las lágrimas. Estos días Anthony había estado molesto conmigo, o muy raro al menos...pero era un niño y necesitaba del apoyo de su mamá- Ven, túmbate.

No dudó un segundo en subirse a mi cama y acurrucarse en mi pecho.

- Mamá quiero que sea todo como antes...como cuando solo estábamos tú y yo.-dijo suspirando.

- ¿Cómo cuando eras un bebé...?-le pregunté.

- Sí...-me respondió.

- Me acuerdo que le tenías mucho miedo a las tormentas...-dije mirándolo con una sonrisa.- Esto que estamos viviendo es eso...una tormenta, pero ya verás como dentro de poco va a dejar de tronar y deja de llover. No le tengas miedo a la vida, mi cielo, porque eres un Swan...y nosotros somos decentes, trabajadores, y nada hace que retrocedamos.

- ¿Sabes qué mami...?Te quiero mucho.-dijo sonriendo.

- Y yo a tí, mi vida.- dije abrazándolo y llorando.- y te adoro...tu eres mi milagro.

Él volvió a acomodarse en su pecho y se quedó dormido suspirando profundamente.

 

Al día siguiente, me sentía de mejor humor...que Anthony volviera a estar conmigo como antes me reconfortaba.

- ¿Y esa sonrisa?-dijo Esme mientras la ayudaba a recoger los platos del almuerzo.

- La sorpresa que recibí anoche...me llenó de fe Esme.-dije mordiendo un trozo de fruta.

- ¿Sorpresa?-dijo extrañada pero sonriendo a la vez.-¿Qué sorpresa?

- Anthony durmió conmigo.-dije orgullosa.- Él solito me buscó...como cuando era pequeñito y solo nos teníamos el uno al otro. Ay, Esme...me dijo cosas tan bonitas, y me perdonó, mi hijo me perdonó.

- Me alegro hija...-dijo acariciando mi pelo. Un sentimiento que hace tiempo no tenía se posó en mi pecho, era casi maternal.- es la mejor noticia en días.

El timbre sonó y fui a abrir la puerta saliendo del asombro que la atención de Esme me hizo sentir. Cuando abrí la puerta no podía creer que estaba. Jessica Delani de Cullen.

- ¿Y tú que haces en mi casa?Lárgate antes de que me salga la vena Swan...-le dije sin ningún tipo de remordimiento.

- Bella...se que me sobran motivos para odiarme con toda la razón.-dijo mirándome a los ojos.-pero vine a hacerte una propuesta y créeme que te conviene escucharme. Quiero ser tu aliada contra los Cullen...

Que viniera sin mirarme con odio y sin gritarme despertó mi curiosidad. Vaya, vaya...algo ocurrió en la mansión de Berty.

- ¿Aliadas tú y yo?¿Cuáles son tus intenciones.eh?Si siempre que puedes me haces la vida imposible...-dije riendo.

- Bueno, al menos no soy hipócrita contigo...como Elizabeth.- me respondió. Mis alarmas se encendieron, todo lo que tuviera que ver con esta mujer me interesaba.- Que fingía ser la suegra perfecta cuando solo quería haceros daño a su hijo y a tí.

Vaya, vaya...alguien que me confirma lo que sospechaba.

- ¿Y tu que sabes de los planes de esa mujer con mi hijo?¿Te mandó ella o qué?-le pregunté. Cualquier información era válida.

- No Bella...-dijo casi suplicante.-¿Podemos conversar?

- Pasa.-dije permitiéndola el paso. Esme se sentó en una silla dispuesta a escuchar.-¿Y bien?

- Mira, se que te debo una y mil disculpas por mi escándalo con tu hijo...-dijo arrepentida sin querer sentarse siquiera. Chica lista.

- Al grano, últimamente tengo la paciencia al límite.-dije sujetándome el puente de la nariz, casi me parecía a Edward...espera un momento, ¿Desde cuando hacía yo ese gesto?Mi furia aumento por milésimas de segundo.

- Tranquila Bella...escúchala.-dijo Esme. Conocía esa mirada, era la mirada de una bruja que se huele algo.

- Mira ayer escuché a Mike y a Edward hablando en la casa...y el canalla de Mike le confesó que si te violó.-dijo con la cabeza baja. Así que Edward se había enterado de la verdad, si no lo conocía mal no podrá con la culpa y vendrá a intentar hablar conmigo. Bella prepárate, hoy tienes que luchar otra batalla.- Mike le dijo que no podías denunciarlo porque no tenías pruebas, pero ahora las tienes...me ofrezco como testigo contra Mike.

Esa sí que no me la esperaba.

- ¿Ah, sí?¿Y qué ganarías tu con eso?-pregunté sarcástica.- No me digas que lo haces por solidaridad femenina.

- Lo único que quiero es...vengarme de Mike.-dijo y parecía sincera, casi diría que lógico, Mike nunca la trató bien.- Hundirlo y meterlo en la cárcel, desprestigiarlo a él y a su madre.¿Qué dices, cerramos el pacto?

Me tendió la mano y en ese momento Esme se levantó y se me acercó.

- Bella no la toques.- Jessica la miró extrañada.- Acabo de ver que esta mujer tiene una sombra sobre ella y no me gusta nada, asusta.

- ¿Qué le pasa?-dijo Jessica mirando hacia atrás.-¿Por qué me ve como una maldición?

- Porque lo eres...-dije con resentimiento.- Y no te hagas la mártir, me sigues detestando. Yo nunca haría un pacto contigo.

- Pues si esa es tu decisión, está bien...-dijo colocándose el bolso al hombro.- pero luego no te quejes si Elizabeth te roba a tu hijo y te hace más daño. Si cambias de opinión ya sabes donde buscarme...

Y diciendo esto se fue bajo nuestra atenta mirada.

- Bella, se me ponen los pelos de punto con esa mujer...-dijo Esme estremeciéndose.

- ¿Por qué?Esme esa mujer no es peligrosa.-dije mirándola.

- No es por eso hija...es que esa mujer huele a tumba.-dijo asustada.- tiene a la huesuda pisándole los talones...

- ¿La huesuda?-dije extrañada.-¿Eso qué es?

- La huesuda, la calaca...son expresiones que utilizaba mi abuela para llamar a la muerte.-dijo medio susurrado.

- Ay Esme...que cosas tienes.-dije no me gustaban esas cosas, me ponían nerviosa.- Bueno me tengo que ir a la mina, nos vemos luego. Dile a mi papá que no se le olvide pasar a buscar a los niños de sus clases de fútbol, ya sabes, por el cambio de horario...

- ¿Y por qué no vuelves al que tenías antes?-me preguntó.

- Prefiero no ver a ningún Cullen por allí cerca.-dije mientras cogía mi mochila y me dirigía a la puerta.- Hasta luego Esme.

- Adiós hija, buen día.-dijo con una sonrisa.

La jornada pasó rápidamente ese día, quizá porque el ambiente estaba tranquilo. Cuando tocó la campana que anunciaba que ya habíamos terminado me dirigí a las duchas vacías para quitarme todo el sudor y la tierra, no quería que Anthony me viera poco presentable. Terminé y comencé a secarme poco a poco, pero tuve que taparme al escuchar la ducha de al lado, debía ser que a algún minero se lo ocurrió la misma idea que a mí. Lo que no me imaginé es que Edward Cullen apareciera mojado con una toalla anudada en la cintura al salir de la ducha.

- Buenas noches.-dijo con una sonrisa torcida. La que era mi favorita.

- ¿Qué?¿Ahora resulta que tu madre te puso a picar piedra?¿Qué haces aquí?-le pregunté enfadada. Su imagen semidesnuda no ayudaba a calmar mi temperamento, y mucho menos, si no podía acariciarlo.

- Casi...-dijo bufando.-Es solo que quise hacer una inspección sorpresa, ya sabes, para saber si los trabajadores cumplen con su deber.

- Aja.-dije sin moverme.- Bueno, pues ya puedes irte.

- ¿Por qué tengo que irme?Aún no he terminado.-dijo señalando su pecho desnudo.

Gruñí por lo bajo.

- Necesito vestirme.-dije señalando mi cuerpo al igual que él.

Edward ladeó la cabeza sin dejar de recorrerme con la mirada.

- Adelante, no es que no haya visto ese maravilloso cuerpo antes en todo su esplendor.-dijo riendo.

- Muy gracioso.-dije riéndome irónicamente. A este juego los dos podemos jugar.- Lástima que no lo vuelvas a tocar...

Se le oscurecieron los ojos y comenzó a acercarse.

- Sí, sería una lástima...-dijo en voz baja y se puso tan cerca que podía sentir su respiración en mi cara.- Esas noches tan largas, acariciándolo, mimándolo...

- Para.-le dije cerrando los ojos. Mis recuerdos estaban volando lejos y lo deseaba tanto como para hacer una locura.- No vayas por ahí.

- ¿Por qué?-dijo mientras me robaba la toalla mientras reía y observaba mi entento de taparme.

- ¿Eres imbécil?Devuélveme mi toalla.-dije dándome por vencida dejando que viera mi cuerpo.

- No.-dijo sin más. Es que era increíble, jamás vi un hombre tan idiota y altanero. También era sexy y caliente, y me enfadaba aún más el que me excitaba hasta lo imposible que hiciera eso.

- Muy bien, pues...-dije acercándome a él y quitando la suya.- ya estamos a mano.

Nos quedamos mirando el uno al otro, casi devorándonos con la mirada.

- Se acabó.-dijo minutos después cuando no pudo controlar la tensión. Me sujetó y comenzó a besarme con anhelo, como si yo fuera un refresco en medio del desierto.

Intenté separarme, mordí su labio, lo aparté pero nada de eso servía y mi fuerzan de voluntad estaba a punto de largarse de vacaciones. Si él iba a besarme y yo no lo podía evitar mejor sería aprovechar y sacarle todo el jugo posible, después de todo el daño estaba hecho así que le devolví el beso con una necesidad que nunca había sentido. Me cogió en volandas al ver que le correspondía y me metió en una ducha dando el agua fría a su paso, y apoyándome en la pared.

- Joder Edward, está helada.-dije quejándome y enrollando las piernas en sus caderas. Poco a poco, reguló el agua y me relajé.- ¿Y ahora qué, eh?

- Ahora te voy a adorar como lo que eres, mi mujer.-dijo besando mi cuello.

- No soy tu mujer...-dije suspirando y cerrando los ojos cuando sentí su erección en mi entrado.- Hazte a la idea, después de esto...se acabó.

Ahora fui yo quien tomó la iniciativa y comencé a besarlo y a arañar su espalda. Su gruñido fue un eco del mío cuando me tiró del pelo suavemente. Sin más preámbulos me penetró y juro que en ese momento comprendí lo que quería decir el dicho “tocar el cielo con las manos”. En esta posición todo era más placentero, él seguía el agua como guía para acariciarme y yo tiraba de su pelo casi con violencia. Esto no era hacer el amor, era sexo, y como todo con él, me encantaba.

- Eres mía...-dijo entre estocadas.

- Sigue soñando Cullen...-dije entre jadeos.

-¿Qué estás haciendo conmigo?-dijo sin aliento mientras yo acariciaba su pelo mojado y lo echaba hacia atrás.-Me arrastras...

-Te recuerdo que has sido tu quien me has besado...-dije jadeante intentando reprimir un gemido. No nos quedaba mucho ambos estábamos al borde del colapso.-Ah,tu tienes la culpa,de...hacerme perder el control.

- Dios Bella, no lo aguanto voy a...-dijo enterrando su cara en mi cuello.- Joder.

- Lo se...-aceleró hasta lo imposible las embestidas y yo clavé las uñas en su espalda.

- Vamos cariño, necesito...quiero oírte...-dijo gruñendo.

-Ed...ahhh...-Y ese gruñido hizo que yo estallase en mil pedazos arrastrándolo conmigo en el orgasmo más intenso que había tenido en mi vida. Después de un rato abrazados, él me miró a los ojos jadeando aún por el esfuerzo.

- Te amo...se que soy un imbécil pero te amo. Perdóname.- me dijo apoyando su frente en la mía.

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Bueno chicas, aquí dejo otro capítulo y el tema de nuestra historia...

https://www.youtube.com/watch?v=ouSkVnXM0KA

¡Es precioso merece la pena escucharlo mientras leéis!(Es una recomendación)

La mala noticia es que tardaré en volver a actualizar porque lo proximos capítulos van a ser complicados y largos pero intentaré subirlos los antes posibles.

Solo os puedo adelantar una palabra para que os hagáis una idea: Explosión. Así que sujetaros porque empezamos a coger velocidad.  Nos leemos chicas:)

Capítulo 15: CAPÍTULO 14 Capítulo 17: CAPÍTULO 16

 


 


 
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