Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 43: CAPÍTULO 42

BELLA POV

- Estuviste increíble, mi amor.-dijo Jacob cogiéndome en brazos para pasar el umbral de la puerta de casa.

- ¡Jacob!¡Para!-dije riendo como una colegiala.- ¡Llevo vestido!

- ¡Que exagerada!¡No se te ve nada!-me dijo riendo mirándome con dulzura.- Quedaste a todos con la boca abierta, incluido a mí.

Me soltó cuando llegamos al salón y me sujetó de la cintura.

- Tu eres el culpable...-dije pasando mis manos por sus fuertes brazos.- porque me obligaste a ir a la guarida de esa mujer.

- Claro, te estabas acobardando.-dijo encogiéndose de hombros.- Esto es como montar a caballo y te tumba, debes subirte a él de nuevo enseguida para perder el miedo.

- Mira que te gusta decir siempre la última palabra y llevar la razón...-dije divertida.

- Mi amor...-dijo mirándome intensamente.- Y después soltaste la noticia, ¿Es verdad que nos vamos a casar?

Sonreí al ver la ilusión en su cara.

- Claro que sí.-dije encogiéndome de hombros. Se acercó a mí y me besó lentamente y me miró de nuevo.

- Mira que luego no puedes echarte para atrás.-dijo como una advertencia. Yo solo negué la cabeza sonriendo.

Sue apareció en ese momento y nos separamos.

- Isabella, tienes que hablar con Ángela.-dijo enfadada.- O sacas a esa niña de aquí o liberas a Jane. La escuchó, sabe que tenemos a alguien encerrado.

- Bien, tenemos que hacer que nos diga donde están los documentos de los Lobos y echarla.-dijo Jacob.

- Sí, la pregunta es...¿Cómo lo hacemos?-le pregunté pensativa.- Ya hemos hecho que confunda los días, la drogamos cuando llegó y está encadenada, Jacob le ha hecho pequeñas gamberradas e incluso pusimos tu imagen en la pantalla Sue...y aún así no suelta prenda.

- Tengo la solución.-dijo Jacob sonriendo de manera sombría.- pero te necesito a ti, Verónica.

Solo a Jacob se le ocurren estas cosas y solo se me ocurren a mí prestarme a ellas. Aquí estaba disfrazada de Isabella Swan en los tiempos del sanatorio, pelo castaño falso, ojeras, heridas y un uniforme blanco.

Abrí la cerradura de la celda y vi como Jane se levantaba al verme. Entré, cerré la puerta y la miré de manera siniestra.

- ¿Isabella Swan?-dijo en un susurro con los ojos como platos.- No puede ser...

- Vine a buscarte, Jane...-dije con voz grave.

- Tu estás muerta.-dijo negando con la cabeza.

- Pero volví...-la dije plantándola cara.- Volví solo para ver tu cara llena de miedo.

- Eres un fantasma...un fantasma...-dijo aterrada.- ¿Qué quieres?¿Qué buscas?

- Vine a recordarte tu deuda.-dije acercándome lentamente a ella.- Y a preguntarte por los documentos comprometedores de Aro y Elizabeth.

- ¿Cómo sabes eso?-me preguntó extrañada.

Sonreí de forma macabra.

- Los muertos lo sabemos todo.-dije sin borrar mi sonrisa y mirándola de lado. Me acerqué a ella y grité todo lo fuerte que pude.- ¡Dámelos!¡Dámelos!

- ¡No me toques, no me toques!-gritó asustada Jane retrocediendo.

Las luces se apagaron como estaba previsto y entre tinieblas escapé de la celda y subí al piso de arriba donde Jacob me estaba esperando muerto de risa. Volvió a encender las luces de la celda con el control remoto y vi por la pantalla como Jane gritaba a todo pulmón.

- Ya está hecho...-dije disgustada.- No sé cómo pude prestarme a esto. Me estás obligando a enfrentar todos mis miedos en un solo día.

- Así es.-dijo cruzándose de brazos.- Ya has vencido tu miedo al poder de Elizabeth Masen, al matrimonio y a la locura. Y te has lucido, cariño, porque tienes a esos miserables en tus manos.

- No la verdad es que esto no me hace nada feliz.-dije señalando la pantalla.- No me siento bien, todo esto es absurdo.

- Solo hay que esperar a que confiese y la sacaremos de aquí.- dijo Jaocb.- Solo espera hasta entonces. Ahora vete a descansar, hoy fue un día pesado.



EDWARD POV

Convoqué una reunión para comunicar a mi madre, Aro y a Eleazar que el paquete de acciones que puse a la venta para conseguir el dinero del estudio geológico del Roach Terra tenía una oferta y que ese inversionista estaba por llegar.

- No se sus nombres, solamente pone que es una compañía extranjera.-dije mientras ellos leían mi informe sobre la oferta.- Nos han hecho una gran oferta.

- ¡Tenemos inversionista!-dijo Aro sonriendo.

- Pues la inversión es grande...-dijo Eleazar sonriendo.- Que gusto me da saber que vamos a tener nuevos socios.

- Socios sí, pero...-dijo mi madre pensativa.- hasta cierto punto. Hay que asegurar el 100% del control de la operación.

Suspiré sujetando el puente de la nariz. Mi madre y su ansia de abarcarlo todo.

- La inversión es enorme...-dije a modo de explicación.- Nadie va a cederlo sin querer tener algo de control, y necesitamos el dinero. Así que creo que por esta vez tenemos que ceder.

- Primero quiero verles la cara...-dijo mi madre con sospecha.- Tengo mucha curiosidad por saber quien va a ser nuestro nuevo socio.

- Además del nombre de la compañía...todo es muy misterioso.-dijo Aro mirándome intranquilo.

- Tengan paciencia.-dije reprendiéndolos como si fueran niños pequeños.- En cualquier momento llegan y los vamos a conocer.

En ese momento la puerta de la oficina sonó y me dirigí a abrirla rápidamente. Para lo que no estaba preparado era para ver la persona que estaba detrás de la puerta.

- Buenas tardes, señores.-dijo con su voz melodiosa sonriendo. La hice pasar y todos nos quedamos mirándola.

- Lo lamento Verónica pero...-dijo mi madre impaciente por sacarla de la oficina.- ahora mismo no estamos para visitas sociales.

- No, no querida Elizabeth.-dijo ella riendo entre dientes.- Esta no es una visita social...¿O es que esperaban a alguien muy distinto como socio?

¿Qué?¿Ella era la inversionista?No lo podía creer...

- ¿Así que quieres ser nuestra socia?-pregunté intentando averiguar cuáles eran sus intenciones ahora.

- Vi que pusieron unas acciones a la venta y no quise desaprovechar la oportunidad.-dijo encogiéndose de hombros.

- Pudiste dar la cara y no jugar a la misteriosa.-dijo mi madre intentando controlar su temperamento.

Verónica solo rió quedadamente.

- Curiosidad de mi parte, Verónica.-dijo Aro educado como siempre.- ¿Por qué hacer la oferta a través de una compañía?

- Esa compañía me pertenece y siempre invierto a través de ella.-dijo Verónica encogiéndose de hombros.- No veo cuál es el problema....

- El problema es que detesto que me mientan.-dijo mi madre interrumpiéndola y perdiendo los nervios.

- ¿Y yo te he mentido Elizabeth?-preguntó Verónica fingiendo inocencia.

- Cuando estuviste en mi casa no me dijiste que querías invertir en mi negocio.-dijo mi madre atacando de frente.

- Bueno es que vi el anuncio después de eso.- dijo de manera sincera.- Lo importante es que vosotros necesitáis el dinero para explotar la veta y yo lo tengo...¿Qué os parece?¿Nos asociamos?

La reunión se alargó durante al menos una hora. Verónica decía que su oferta era la mejor que íbamos a encontrar y que tenía decenas de ideas para proponer,y por lo que pude ver sabía mucho de minería...y de negocios. Mi madre, como era de esperar, no quería ceder el control de la mina y Verónica no quería entregar ese dinero sin influir en las decisiones.

Pero había al en esto que no me cuadraba...¿Por qué quería invertir aquí?¿Tendría intenciones ocultas?¿Estaría yo entre esas intenciones?

La reunión terminó cuando Verónica dijo que su oferta era por tiempo limitado y que esperaría nuestra respuesta en un plazo de dos días, después nos dio las buenas tardes y se fue con sus aires de grandeza de la oficina. Y no lo pude evitar, la seguí, necesitaba hablar con ella para saber sus intenciones. Sus verdaderas intenciones.

- Verónica.-la llamé para evitar que se fuera de la entrada de la oficina. Aquí nadie nos vería hablar. Bien.

- ¿Tan rápido me tenéis una respuesta?-dijo riendo entre dientes.- ¿Tan desesperados estáis?

- Ahora que estamos solos dime la verdad...-la dije serio y especulador. Necesitaba conocer porque hacía lo que hacía.- No te creí nada...¿Por qué quieres ser nuestras socia?¿Acaso es para estar cerca de mi?

Comenzó a reírse con ganas.

- Eres demasiado presumido.- me dijo altanera y desafiante.- El mundo no gira a tu alrededor...y si quiero ser inversionista en la mina es porque me gusta el dinero, no porque me gustes tu.

- Si claro...-dije irónico. Me acerqué un poco más a ella, porque era como un imán para mí.- eso dices, pero tus acciones te delatan. Solamente estás aquí para provocarme...

- ¿Provocarte?-preguntó como si le acabara de contar el chiste más pésimo del mundo.

- Así es...-dije mirándola a los ojos.- A ver dime una cosa...¿Por qué llevaste a ese imbécil a mi casa?¿Acaso fue para provocarme?¿Para darme celos?

- Pues no, la verdad es que no.-dijo pensativa.- pero ya veo, que sin querer, te produje ese efecto. Te estás comportando como un demente despechado...

- Verónica no lo hagas...-dije cansado de sus burlas.- No te burles de mí, te abrí mis sentimientos, te dije que te amo...

Rodó los ojos como si se imaginara que le iba a soltar lo mismo de siempre.

- Ya, Edward, déjame en paz...-dijo con la voz menos dura.- te repito que si estoy aquí es por interés económico.

- Eso no es cierto, y tu lo sabes.-dije cansado de que no reconociera la verdad.- Y te voy a decir una cosa, conozco muy bien a las manipuladoras...soy hijo de la peor. Te lo garantizo.

Me miró con mala cara y me encaró.

- No te voy a permitir ni un insulto más, Edward Cullen.-dijo apretando la mandíbula.- Porque yo no estoy manipulando nada, solo estoy haciendo un negocio.

- ¿Un negocio?-pregunté riendo ahora de la situación tan absurda en la que estábamos.- Eso lo dices de dientes para afuera. Tu solo estás aquí estás aquí para provocarme, para restregarme en la cara el payaso ese con el que te piensas casar.

- Tu estás loco...de remate.-me dijo negando con la cabeza.

- Y tienes razón...estoy loco desde que te conocí.-dije estallando con toda la rabia que tenía contenida desde ayer.- Un día casi eres mía, y de pronto estás en mi casa con el imbécil ese y dices que lo amas...Dime, ¿Qué fue lo te hice?¿Qué es lo que me estás cobrando?

- Yo creo que le estás dando demasiada importancia a un par de besos que no valen nada...-dijo como si todo lo que pasó fuera solo una travesura.

La sujeté contra mi cuerpo y la mantuve cerca de cara. Ni siquiera se negó o intentó apartarse.

- Vamos eso es mentira y tu lo sabes bien...-dije mirándola a los ojos. Su cuerpo comenzó a temblar ligeramente, y ese temblor no era de miedo, era de lujuria.- Anda, dime, dime que no sientes nada por mí...Te llevaría en este momento quien sabe a donde, y te haría el amor. Solo para que entendieras una cosa...estás equivocada Verónica.

- Mira mejor apartate de mí.-dijo intentando deshacer mi brazo pero no se lo permití

- ¿Sí?¿Estás segura?Porque tu cuerpo me dice otra cosa muy diferente.-dije seguro de saber leer su cuerpo aunque no lo hubiera saboreado.- Si no sientes nada por mí, si amas a ese imbécil...¿Entonces por qué tiemblas?

- Tiemblo de coraje, suéltame.-dijo mientras intentaba separarse de mí de nuevo. Otra vez no se lo permití, porque veía y notaba como se derretía poco a poco, como se dejaba llevar con cada segundo. Y eso me encantaba.

- Eso no es cierto y tu lo sabes...-dije viendo como mantenía la cabeza erguida hacia mí sin apartarla a pesar de que solo nos separaban unos centímetros. Quería que la besara, estaba seguro.- ¿Y sabes qué? Esta vez te voy a dar lo que viniste a buscar.

Coloqué una mano en su nuca y atraje su boca a la mía con brusquedad, con pasión, intentando dejar huella en ella. Y respondió...por supuesto que respondió, sentí más que oí su gemido bajo, ese gemido que hizo que me encendiera por dentro.

Nuestro último beso fue casi tierno, delicado y tímido...pero ya no había vergüenza, solo predominaba una pasión que hacía que nuestros labios quemasen como las brasas del infierno y nuestras lenguas danzaban alrededor de esas brasas contentas de encontrarse otra vez. Su sabor era igual que siempre, pero hoy me supo más dulces y sus labios...se amoldaban a los míos de una manera tan perfecta que ni los sueños que tuve con ella le hacían justicia.

Me separé sonriendo al saber que si yo quisiera podría hacerla mía en cualquier momento o lugar...pero solo quería algo, que ella me lo pidiera, temblando, sin aliento y con una necesidad de apagar su fuego tan fuerte como la mía.

- ¿Me vas a decir que ese beso no significó nada?-la pregunté viendo que ambas estábamos sin aliento.- Tu novio no va a estar muy feliz.

- ¡Miserable!.-dijo furiosa antes de abofetearme en la cara con fuerza.

Reí tocando mi mejilla. La miré y la planté cara.

- Ya es muy tarde para que te hagas la ofendida Verónica...-dije disfrutando del momento de verla débil y vulnerable a mí.- Estuviste a punto de suplicarme que te hiciera mía...¿O me lo vas a negar?

- Por supuesto que te lo voy a negar...-dijo enfadada apretando sus puños.- No tenías ningún derecho, ¿Quién te crees que eres?

- ¡El hombre de tu vida!-le grité en la cara.- Aunque no se porqué me sigues rechazando. ¿Sabes por qué te vas a casar con ese idiota?Porque estás huyendo de mí, porque te niegas a creer lo que sientes por mí...En el fondo, solo eres una cobarde.

- ¿Y qué importa un beso, infeliz?-dijo dejando que las lágrimas por la rabia se derramaran por su cara.- ¡Yo estoy enamorada de él...!¿Me escuchaste?¡Lo quiero!

- Repítelo...repite esa mentira hasta que te la creas.-la dije sabiendo que llevaba toda la razón.- ¡Cásate con ese imbécil!Y vas a ser tan infeliz como lo soy yo cada vez que te veo con él. Ahora, entiende una cosa, cada vez que te haga suya...tu solamente vas a estar pensando en mí. No lo olvides.

Su respiración se agitó tanto y sus ojos se derritieron tanto, que pensé que no iba a salir vivo de esta conversación.

- No sabes...cuanto...te...odio.-dijo entre dientes intentando respirar con toda la rabia que tenía acumulada.- ¿Y sabes por qué?¡Porque eres un arrogante y un prepotente!

Y se fue dejándome sin habla si quiera. Los recuerdos se acumularon en mi mente a la velocidad de la luz impidiendo que fuera tras de ella.

FLASHBACK.

Bella y yo estábamos en la cama después de haber hecho el amor por segunda vez.

- Te amo...-me dijo suspirando satisfecha.- Ya no podría vivir sin tí.

- Lo sé...soy el mejor amante-dije divertido. Ella me miró con la boca abierta sin poder creer esa faceta de mí.- Eso te dolió...¿Eh?

- ¿Y tu qué te crees?¿Que te han parido las hadas?-dijo riendo.- Para que lo sepas, no eres tan bueno como dices.

Comencé a reírme al ver que me seguía el juego.

- Pues hace unas horas tu decías todo lo contrario.-dije recordando como gritaba mi nombre al llegar al clímax.

- Ahh...pero eso era porque estaba fingiendo.-dijo divertida.- ¿Quién te crees eres un Dios del sexo?

- Al menos para ti si...-dije seguro de mí mismo.- Y ya puedes alzar la bandera porque te llevaste al mejor.

- ¿Sabes una cosa?-me preguntó entrecerrando los ojos fingiendo estar enfadada.- Te odio porque eres un arrogante y un engreído.

Sonreí y la besé para callarla, para eso y para volver a fundirme con ella.

FIN FLASHBACK

Era ella...¡Lo sabía!¡Es mi Bella!Sonreí de oreja a ojera y comencé a reírme mirando por donde se había ido hace unos minutos.

- Isabella...-dije temblando de las cabeza a los pies al descubrir la verdad.- Claro que eres tú. Mi amor, eres tu.


BELLA POV

¡Juro que si me lo volvía a encontrar hoy lo mataría!¡Y no iba a ser precisamente como él quería hacer conmigo...a besos! Esos besos...¡No, no vayas por ahí Bella Swan!

Gruñí frenando el coche en un apartado de la carretera, necesitaba relajarme.

- Será imbécil...¿Qué se cree?¿Que puede derretirme cada vez que me toca?Estúpido y arrogante, eso, eso es lo que es..-dije bajándome del coche. Suspiré para intentar calmarme, a mí y a mi corazón que galopaba en mi pecho como un caballo desbocado.- Se cree el centro del mundo...¿Y qué?¿Ahora resulta que por eso tengo que beber los vientos por él?De esto no va el juego, se supone que es él el que tenía que estar así, el que tenía que rogar por mí era él ,y no yo...¡Yo! Que como una imbécil me habría dejado llevar a cualquier sitio...me habría rendido...solo porque me había besado.¡Juro por mi padre que ese hombre no me pondrá nunca un dedo encima, aunque me queme el alma por solo un roce de la yema de mi dedo!

Me monté en el coche después de ver que estaba haciendo el ridículo. Estaba andando por el apartadero alrededor del coche mientras despotricaba y gritaba para desahogarme.

No sabía a donde ir...nadie podría verme en ese estado, y menos Jacob. Dios mío...¿Qué había hecho?Lo había traicionado, pero no, eso no volvería a pasar, él no se lo merecía, ni yo tampoco. Sin darme cuenta llegué a casa de Esme, eso necesitaba, estar con Esme, que me hiciera uno de sus té que tanto me tranquilizaban.

- Esme...-dije cuando entré y la vi sentada junto a Carlisle.- Prepárame un té, traigo un coraje...

- ¿Qué pasó hija?-me preguntó Esme poniéndose en pie para ponerme una taza de te.

- Es que Edward es un estúpido y un arrogante.-dije suspirando para relajarme. Me senté junto a Carlisle y comencé a explicarle a Esme todo lo que había hecho esta mañana, excepto lo del beso, Carlisle estaba delante.

- ¿Fuiste al Roach Terra para asociarte con Elizabeth Masen?-me preguntó Esme con los ojos como platos sentándose a mi lado.- ¿Qué te pasa hija?Te fuiste a meter a la boca del lobo.

- No, Esme...-dije para que se tranquilizara.- Fui a la mina del Tigre. La mina que le robaron y por eso tengo todo el derecho de recuperarla. Y para ello, tengo que estar entre ellos.

- ¿Y aceptaron la propuesta?-me preguntó Carlisle impaciente por saber la respuesta.

- Les di tiempo para pensarlo pero...tal vez no lo hagan.-dije pensando en lo que había ocurrido con el imbécil de Cullen.- Por culpa de Edward...es insoportable, me entran ganas de matarlo.

- Cuanto más me lo dices, menos te creo.-dijo Esme con una ceja alzada.- A ver, ¿Qué pasó ahora con él?

- Eso no importa ahora...-la dije para salirme por la tangente.- Y dime, ¿Cómo sigue Emmett?¿Lo pudiste ver?

- Sí, lo vi...pero ahora me preocupa su novia, Rosalie.-dijo con los ojos llenos de miedo.- Esa muchacha está pálida como un alma errante. Bella, esa niña tiene la sombra negra sobre ella.

Sabía lo que quería decir esa mancha y Esme nunca se equivocaba. La muerte rondaba a Rosalie.

- Seguramente hay alguien detrás del malestar de esa niña.-dije pensativa. Ya había comenzado a mover las piezas.- Elizabeth Masen.

- ¿Crees que está intentando matar a Rosalie?-preguntó Carlisle.

- Estoy segura, pero no se lo vamos a permitir.-dije intentando buscar una solución a este problema.

- ¿Y a mi Tigrillo?¿Cuándo lo vas a sacar de ahí?-me preguntó Esme impaciente.

- No lo sé Esme, las cosas se están complicando para él.-dije disgustada conmigo misma.- Todo por mi ceguera...

- He descubierto que la mujer que declaró contra Emmett trabaja en La Casa de las Muñecas...-dijo Carlisle pensativo. La Casa de Las Muñecas era el club de alterne del pueblo. El lugar de donde mi padre sacó a Esme.- Lo más probable es que Elizaberh la haya pagado para que lo haga. Pero no os preocupéis, yo ya he tomado contacto con ella y estoy intentando que me confiese la verdad.

La cara de Esme cambió al escuchar a Carlisle decir eso.

- ¿Tú has estado viendo a esa zorra?-preguntó como si aguantara la rabia.- ¿Y cómo se supone que estás intentando que te confiese lo que hizo?

- ¿Y tú como crees...?-la pregunté sarcástica. Rodé los ojos...¡Hombres!Pensaban que podrían conseguir cualquier cosa después de dejar a una mujer satisfecha.- Pues como Jacob hacía con las mujeres del Club para sacar información.

- ¿Te estás acostando con ella?-preguntó Esme con los ojos encendidos.

Carlisle se puso nervioso y se levantó de la silla.

- Bueno, creo que es mejor que me vaya...-dijo carraspeando.- Me voy a emitir mi programa de radio, gracias por el café.

Se fue y yo miré a Esme interrogante. Ella solo se miró las manos que tenía debajo de la mesa.

- Metiche...-la llamé para llamar su atención. Ella me miró de reojo.- ¿Entre tú y Carlisle hay algo?

- Nada...¿Qué va a haber?-dijo levantándose intentando ocultar su enfado.- Ni un mal pensamiento. ¿Yo con ese sinvergüenza?Que disparate.

¿Ni un mal pensamiento?Pues a mí me sonaba que no, que había mucho más...pero no iba a indagar en el tema, después de todo era su privacidad.



EDWARD POV

Llegué a la oficina de Jasper y me descubrí silbando, una costumbre que perdí cuando supuestamente murió Bella. Sonreí como un tonto y entré para ver a mi amigo.

Me paré al ver la cantidad de cajas de las que estaba rodeado Jasper, estaba sentado en el suelo y parecía concentrado con los documentos que tenía en las manos.

- ¿Y todo esto?-le pregunté extrañado. Jasper levantó la cabeza y se incorporó del suelo para saludarme.

- Apareció muerto a Alec y Hide quiso ocultar.-dijo afligido. ¿Otro asesinato?Eso encajaría, Tyler Crowley murió también en extrañas circunstancias. Justo las dos personas que había robado en la mina. Recordé las palabras de mi madre y temblé de solo imaginar que mi madre era una...No, no podía ser verdad.

El asunto de las denuncias déjalo en mis manos. Sé lo que tengo que hacer.”

- Siempre he desconfiado de él...-dije recordando todo lo que había hecho el comisario a lo largo de los años.

- Sí, yo también.-dijo suspirando y negando con la cabeza.- Y al parecer parece que es por él por el que no se solucionan los casos en este pueblo. Pero el problema aquí que no solo es Hide el que está involucrado sino que hay muchas personas más Edward, entre ellas mi papá y...

Se calló de repente y me miró dudando si decirlo o no.

- Dilo.-dije sabiendo a quién se refería.- Suéltalo. Crees que mi madre también está involucrada, ¿Verdad?

- Lo siento mucho,de verdad...-dijo apenado.

- Jasper, yo también lo creo.- dije convencido de ello. Si Bella había sobrevivido y había regresado...era para vengarse, y entre esas personas estábamos mi familia, mi madre y yo. Y si era ella la que iba a sentenciarme, sería más feliz con esa idea.

En ese momento el móvil me sonó, lo saqué del bolsillo y vi que era mi madre. Hablando del demonio...

- Dime, Masen...-dije cuando contesté pidiendo disculpas a Jasper con la mirada.

- Ya tomamos una decisión...-dijo suspirando.- No nos queda más remedio que aceptar asociarnos con esa mujer, sabemos que si no lo hacemos nos iremos a la quiebra.

Sonreí de solo pensar en tener a Verónica cerca de mí todos los días.

- Está bien.-dije guardando las formas.- ¿Ya has firmado el contrato que te dejé en la oficina?

- Lo estoy firmando en este momento.-dijo con voz contenida. Sabía que esto no le gustaba nada.- En fin Edward, encárgate de formalizar la sociedad, tu eres mejor que yo en esa. Ya he llamado a Verónica para comunicarle la noticia, le he dicho que te pondrás en contacto con ella.

- Está bien.-dije asintiendo. Me acababa de dar la escusa perfecta para volverla a ver.- Nos vemos esta noche.

Colgué y miré a Jasper.

- Y bien, ¿Qué me ibas a decir antes...?-me preguntó Jasper para que continuara.

- Que tu padre y mi madre hacen lo que quieren en este pueblo...y ya es hora de que alguien descubra la verdad.- dije cansado de las mentiras y los secretos que rodeaban a mi familia.

- Y yo voy a ser quien lo descubra tenlo por seguro...-dijo pensativo.- No sé porque me da la sensación de que sé quien puede resolverme esa duda...

- ¿Quién?-pregunté intrigado.

- Todo a su tiempo Edward...-dijo frotándose la barbilla como si planeara algo.- Todo lo sabrás a su tiempo, te lo prometo.

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¡OMG!¡OTRO BESO Y BELLA CADA VEZ SE ENTREGA MÁS A LO QUE SIENTE!

Mmmm...parece ser que Edward cada vez tiene más claro que Verónica es Bella Swan...¿Qué creéis que hará?¿Y Bella?¿Creéis que debería perdonarlo o seguir adelante con la boda de Jacob?

También parece que ha ocurrido algo entre Carlisle y Esme...¿Creéis que acabaran juntos?¿Y qué ocurrirá con Emmett?

No tardaréis en descubrirlo.

Nos leemos, Ness :)

Capítulo 42: CAPÍTULO 41 Capítulo 44: CAPÍTULO 43

 


 


 
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