Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 40: CAPÍTULO 39

Me dirigí a su casa y busqué el lugar de siempre para trepar y saltar los muros de la fortaleza, corrí con sigilo hasta llegar a la pared y escalé por la enredadera hasta llegar al cuarto de Verónica. Me resultó raro que los guardias no quisieran verme, quizá, por ordenes de su jefa.

Cuando entré por el balcón la encontré pensativa sentada en el borde de la cama. Su cara era casi de sufrimiento, de culpabilidad y de algo más que no supe lo que era...

- Verónica.-dije para llamar su atención.

- Debí cerrar la ventana.-dijo cambiando la expresión de su cara y poniéndose de pie.

- Debiste...-la reconocí.-pero no lo hiciste. ¿Por qué?

- Mis hombres podrían haberte herido.-dijo reprochándome que hubiera venido.

- Sabías que iba a venir.-dije confirmando mi teoría de que Verónica había dado órdenes estrictas a sus guardias sobre no hacerme daño.

- Es que no puedes colarte en mi cuarto, como si fueras...

- ¿Cómo si fuera un adolescente enamorado?-le pregunté interrumpiéndola. Me acerqué a ella hasta quedar frente a ella.- Esto solo me pasó con alguien en mi vida, y no importa el tiempo que pase porque hasta con los ojos cerrados...yo reconocería los labios de esa mujer.

Delicadamente tracé con el pulgar su labio inferior viendo con satisfacción como sus ojos se cerraban rendidos a mi caricia.

- No se que me pasa pero...-dijo con un gran pesar y rendida. Eso hizo que acariciara su mejilla para consolarla.- Mírame, tu una vez me dijiste que era una mujer fría...

- Sí, porque eso quisiste demostrar...-la reconocí.-Pero hoy todo cambió, porque en ese hospital fuiste tú, vulnerable, transparente...aunque fue por un solo minuto.

- Solo me conmoví por lo que estás pasando con tu hija.-dijo como escusa. Suspiré frustrado, otra vez había retrocedido y se había encerrado.- pero eso no te da derecho a invadir mi casa...Yo te lo advertí, te dije que no volvieras a entrar como un vulgar ladrón.

- No. Lo. Puedo. Evitar.-dije intentando hacerla entender que la necesitaba a mi lado. Junto a mí. Porque a pesar de las pruebas, de todo lo que me hacía saber ella era otra mujer...mi corazón me gritaba que ella era Bella, que ella era la mujer que creí perdida.- Tienes un imán que es mucho más fuerte que yo. Ambos sabemos que fue lo que pasó con ese beso...Por favor, necesito una explicación...

- Es que no tengo nada que explicar...porque fuiste tu el que me besó.-dijo mirando por unos segundos mis labios. ¡Juro por Dios que la arrastraría a la cama si volvía a hacer ese gesto!

¿Qué no tenía nada que explicar?¡Tenía que explicarme todo!

- Cuando sentí tus labios...eran los suyos.-dije sujetando sus brazos. Miré sus ojos y busqué algo que me confirmara que era Bella, me sobraría con una mirada de rendición.- Por favor...¡Dame una explicación o te juro que me voy a volver loco!¿Cómo es posible que dos mujeres puedan besar exactamente igual?

La noté nerviosa, su respiración se aceleró pero su mirada no cambiaba, solo me dejaban ver algo...deseo, el deseo de una mujer que quería sentirse viva en los brazos de su hombre. Me acerqué a su cara y ella entreabrió los labios para mí, a la espera de que juntara mis labios con los suyos, y eso hice, lentamente durante unos segundos...pero rápidamente me separé unos milímetros para poder hablar.

- Puede que parezca una locura y no tiene nada que ver con la razón sino con lo que siento.-dije apoyando mi frente junto a la suya. Ella abrió los ojos y me miró fijamente.- Más allá de lo que hayan dicho los forenses, más allá de tus fotos con los famosos y los idiomas que hablas...por encima de todo eso, están tus besos. Y esos besos a mi me dijeron otra cosa...

- Edward...-dijo separándose de mí dando un paso para atrás. Quizá para armarse y volver a levantar un muro entre los dos...y eso no lo iba a permitir.

- No, no...por favor, escúchame.- dije con el alma en la mano. Era ahora o nunca.- Daría lo que me queda de vida por ver a Isabella junto a mí, aunque fuera un solo segundo, solo para explicarle que fue lo que pasó...sin confusiones, sin mentiras.

- ¿Y qué le dirías?-me preguntó con la voz ronca por algún topo de emoción que no me mostraba pero que estaba ahí, ardiendo a fuego lento en su interior.

- Que no le diría...solo para que me entendiera... -dije con lágrimas en los ojos. Ella tragó con fuerza para contener sus lágrimas.- Le diría que traté de verla mil veces en ese infierno donde estaba, que cometí mucho errores... pero jamás la quise hacer daño, ni a ella, ni a su familia. Acepto que no la supe cuidar y esa fue mi perdición...porque se que haga lo que haga, ella jamás me perdonaría...¿O sí?

Al ver caer sus lágrimas pensé que había dejado caer su coraza y me iba a decir la verdad.

- No lo sé...yo no soy ella.- dijo limpiándose las lágrimas. Yo asentí rendido...Si era ella, jamás me lo iba a decir.

- Pues es una lástima que no lo seas...Verónica Dantés.-dije de camino a la salida. Dolido y hecho pedazos, con la única intención de salir de ese cuarto para desahogarme en paz...sin que nadie me viera.

- Espera Edward...-dijo con una nueva iniciativa en la mirada.- Sí que hay una explicación para todo esto...

¿Iba a contarme la verdad?¿Y si resultara ser ella...?¿Qué haría?

- Muy bien...te escucho.-dije apremiante.

La puerta se abrió de repente y un tipo alto, moreno y musculoso entró como alma que lleva al diablo.

- Es a mí al que vas a escuchar imbécil...-dijo colocándose entre Verónica y yo.- Por fin, nos vemos la cara tu y yo.

- ¿Y tú quien eres?-pregunté enfadado porque nos hubiera interrumpido de esa manera. Verónica nos miró a ambos con terror.

- El que da la cara por esta mujer.-dijo propinándome un golpe en la mandíbula.

A partir de ahí, no recuerdo muy bien que pasó...solo sé que vi rojo y me abalancé sobre él. Oí gritar a Verónica que nos separáramos pero ese tipo y yo teníamos que luchar...no sé porqué pero había que hacerlo.

Los gorilas de Verónica nos separaron minutos después y pude ver que Carlisle estaba con ellos.

- ¡Soltadme, soltadme!-exclamé intentando deshacerme del abrazo de aquellos gorilas.

- ¡Ahora ya sabes que esta mujer tiene un hombre que la protege!-me gritó aquel tipo. ¿Pero quién era ese idiota?¿Quién se creía que era?

- ¿¡Quién es este tipo!?-le pregunté enfurecido a Verónica.- ¿¡Qué hace en tu casa!?¡Dime!

Ella me miró asustada mientras yo intentaba librarme de sus guardias.

- ¡Eso Verónica!¡Dile quien soy!-dijo aquel tío embravecido retándome con la mirada.

Carlisle apareció en ese momento y le pidió a los guardias que sacaran a aquel hombre de la habitación, por lo que pude ver se conocían porque al final, el idiota que me golpeó se fue por su propio pie.

- Dejadlo...-dijo Verónica mirando a los guardias que me sostenían. Me di cuenta de que me faltaba el aire. ¿Por qué ese tipo la defendía así?¿Por qué parecía que estaba celoso?- Si yo os necesito os llamo, dejadnos a solas. Gracias.

Aquellos guardias se fueron tras Carlisle, aquel tipo y los otros guardias y Verónica y yo de nuevo nos quedamos solos. Bien, necesitaba una explicación.

- Dime quién es...-dije acercándome a ella.- ¿Por qué tienes celos de mí?

Ella me miró altanera y fría.

- Yo no tengo porque darte explicaciones...-dijo mirándome fijamente. Osea que ese hombre quería o tenía algo con ella.- Tu eres un hombre casado, hoy...tu esposa ha venido para recordármelo después de ver nuestro numerito del hospital.

¿Que Tanya había hecho qué?¿Había venido?

- Un momento...-dije evitando que dijera algo más.- No evadas el tema con ella...

- Edward. Quiero que te vayas ahora mismo...-dijo señalando la puerta con el dedo.

- No, porque antes de que ese...imbécil entrara aquí, tu ibas a darme una explicación de lo que pasa entre tú y yo.-dije recordándoselo. Mataría a aquel tipo si Verónica no me decía lo que tenía que decir.- Así que dime...¿Qué pasa?

- Que debería buscar un psiquiatra porque estás obsesionado con Isabella Swan...y ahora conmigo, solo porque me parezco a ella.-dijo suspirando enfadada.- ¡Yo no soy esa mujer, Edward!¡No lo soy!Y es tu problema si la recuerdas en cada beso que das, y no el mío. Ahora, por favor, vete, y que sea por la puerta.

Bajó la mirada y señaló la salida de su habitación, acabando con la esperanza de conocer la verdad sobre lo que había ocurrido hoy. Sabía que era imposible, al menos por esa noche, así que me fui de allí tras mirarla por última vez.



BELLA POV

Me sequé las lágrimas que se resbalaron por mis mejillas cuando se fue bufando por la rabia y los nervios del momento.¿Bella en qué diablos estás pensando?¿Ibas a decirle quién eras?

Si no llega a ser por Jacob habría echado todo por la borda...y todo por la manía que tenía Edward Cullen de desarmarme con solo una mirada. Un momento, Jacob...

Salí de mi habitación y entré sin permiso en la de Jacob. Él estaba sacando la ropa de su armario a toda prisa para meterla en una gran maleta que tenía sobre la cama.

- Jake...-dije preparándome lo peor.- ¿Qué estás haciendo?

Él ni siquiera me miró a la cara. Se sacó del bolsillo una grabadora y la puso sobre la cama.

- Tengo algo que te interesa, es la grabación de Alec y de la confesión que me ha hecho esta noche.-dijo siguiendo doblando la ropa.- En ella dice que tu eres inocente de lo que ocurrió en la mina.

- Gracias pero no es necesario que hagas...-dije pero me interrumpió.

- ¿Para esto es lo único que me quieres verdad?-me preguntó decepcionado.- Para que espíe a tus enemigos, para que saque información acostándome con otras mujeres como si fuera tu títere...pero te digo algo, no lo soy. No me voy a dejar humillar ni por tí ni por nadie.

¿Qué?¿Eso pensaba de mí?

- ¿Pero qué estás diciendo, Jacob?-pregunté frustrada.

- Lo que oyes.-dijo mirándome a la cara por fin.- Me voy para siempre de tu casa y de tu vida.

¿Qué?No me podía abandonar...no ahora.

- ¿Qué?¿Dónde vas?-pregunté enfadada.- ¿A dónde te marchas?

Él siguió haciendo su maleta.

- Ya cumplí con mi último encargo...-dijo siguiendo con su monólogo.- Alec dijo que la explosión de la mina fue provocada por los lobos.

- Es que no te puedes ir...-dije suplicante. Sabía que Jacob era tan orgulloso y cabezota como yo, y si había tomado esa decisión la llevaría a cabo.

- Elizabeth, Eleazar y Aro dieron la orden.-dijo cogiendo más cosas de sus cajones.- Hide y Demetri se encargaron de secuestrar a tu padre y vigilarlo...Crowley fue quien puso la dinamita y el que la detonó y Alec fue el que avisó cuando llegaste a la mina.

Me faltó el aire ante la gran prueba que había conseguido...pero ahora había algo más importante.

- A ver, mírame a los ojos.- dije volteándolo hacia mí.- ¿Qué diablos vas a hacer?

Me miró afligido.

- ¿No entiendes que ya me he cansado de ser el imbécil que está rogando por tu amor?-me preguntó.

¿Por qué tenían que ser las cosas así?¿Por qué no podía corresponderlo?

- Jake ya basta...-dije suplicante y frustrada.- Entre nosotros solo una una amistad que es muy importante para mí. Tu no tienes porqué portarte como un hombre coloso.

- ¡Es que lo soy!-dijo gritándome.- ¡Y me voy de aquí para que esto no acabe peor!

- Jake no hables como si te fueras a ir...-dije asustada.- ¡Esta es tu casa!Sue, Carlisle y yo somos tu familia...

Asintió pensativo.

- Está bien, tienes razón...-dijo suspirando.- pero que hago con lo que siento por ti.

- Es que estás confundido, es eso...Solo estás confundido conmigo.- dije para hacerle entender.

- Yo antes de conocerte era el dueño de mi vida.-dijo frustrado.- Y me gustaba vivir así, disfrutando de cada día como si fuera el último, sin que nadie pudiera atraparme...hasta que lo hiciste tú.

- Yo te tengo mucho cariño...-dije sujetando sus manos.

- Si pero lo que para ti es un simple cariño, para mí lo es todo.-dijo apretando mis manos delicadamente.- Y tu me cambiaste así como yo quise hacerlo contigo...Traté de cambiarte la noche por el sol, el llanto por la risa, pero tu nunca me dejaste.

Comencé a llorar sabiendo que tenía razón.

- Jake te dije que no me podía enamorar...-le repetí de nuevo.

Él me miró enfadado y rabioso, y me soltó.

- ¡Sí, pero hoy estuviste a punto de perdonar a Edward!¡Si no llega a ser porque he entrado en tu cuarto estarías...! -se paró en seco y recapacitó para no decir lo que estaba pensando.- Ya lo habrías perdonado.

No se confundía, como siempre. ¡Y nadie sabía la rabia que me daba pensarlo!

- Te vas a alejar solo por orgullo...-le dije decepcionada.- Prefieres que dejemos de vernos después de todo lo que hemos vivido, como si nunca hubiéramos existido el uno para el otro.

- Si, Isabella...-dijo dolido.- Ya que solo puedes darme tu cariño...prefiero perder una amiga, a mi dignidad. Si nunca voy a besar tus labios...prefiero que ellos mismos me digan adiós.

Era un hecho. Se iba a ir por su egoísmo. Y eso me enfureció más aún.

- Está bien...-dijo rendida y enfadada.- te vas a ir porque sabes que no voy a caer a tus pies.

- Sabes que no eres cualquier mujer para mí, así que no me trates como un idiota...-dijo enfurecido.- porque nunca lo he sido.

- ¿Y qué quieres?-le pregunté.- ¿Qué te suplique para que te quedes?

- Alguien que te ama como yo no quiere verte suplicar.- me dijo dolido por mis palabras.

Una vez más me puso contra las rejas y por primera ver, me hizo replantear mi decisión de decir “no”.

- Eres un idiota, Jacob.-dije empujándolo levemente.- ¿Por qué me haces esto?Tu sabes perfectamente cuanto te quiero.

- Yo ya he dicho todo lo que tenía que decir.-dijo encogiéndose de hombros.- Si tu no quieres verlo con tus propios ojos allá tu...Algún día, te darás cuenta de lo felices que podríamos haber sido. Así que me despido Isabella Swan, me despido pensado en ti.

Con él era imposible. No iba a conseguir nada...a menos que cediera.

- Está bien.-dije enfadada.- Si no quieres entenderlo, vete donde te de la gana.

- Pues eso voy a hacer ahora mismo.-dijo retándome.- Solo dame una hora para guardar mis cosas.

- Muy bien...-dije como si no me importara. Aunque esto me estaba doliendo demasiado.- Vete de una vez por todas...y desaparece, Houdini. ¿No es esa tu especialidad?¡Vamos, escápate pero no como un mago...sino como un cobarde que no puede enfrentar la realidad!

Me fui de allí llena de cóleray entré en el despacho para servirme una copa. Nadie entendía que solo tenía una misión en esta vida, vengarme...vengarme. No había hueco ni para Jacob, ni para Jacob, ni para ningún hombre. Sabía que Jacob se lo merecía, sabía que todo sería más sencillo si le correspondía, pero...¿Cómo lo hacía si no lo amaba?¿Podría intentarlo?¿Ser feliz entregándole lo poco que me quedaba a Jacob? Edward Cullen lo había hecho, ¿no?

Oí como todos bajaban por la escalera y me levanté bebiendo mi copa de un trago. Jacob no se iría sin que lo viera por última vez.

Cuando llegué al salón, Jacob estaba abrazando a mis amigos listo para irse. Sus maletas en la puerta lo confirmaban.

- Gracias Sue, gracias por todo tu cariño.- dijo Jacob sujetando sus manos.- y por tus regaños. Te juro que no te voy a olvidar.

- ¿Y de mí no te vas a despedir?-dije entrando en escena.-

Vi como se tensaba y se giraba hacía mí. Sue y Carlisle salieron del cuarto en silencio, sabiendo que necesitábamos estar solos.

- Sí, haciendo honor a mi nombre...como Houdini.-dijo triste.- Desapareciendo sin dejar rastro.

Quizá cuando las aguas se amainaran volvería.

- ¿Y a dónde vas a ir?-le pregunté más tranquila.

- No sé...a recorrer el mundo y vivir la vida del libertino.-dijo irónico.- Fuera hay muchas mujeres que si me valoran.

- Pues salúdalas de mi parte.- dije irónica.- cuando quieras tráelas a tomar un café.

- Claro...-dijo en el mismo tono.- pero que lástima que no vaya a estar esa mujer, con burka, era muy eficiente.

Algo dentro de mí se quebró al pensar en no tenerlo aquí.

- Ya Jacob, por favor, quédate...-le supliqué. No podía irse, yo sin él no tenía alegría, ni apoyo, ni consejo. Yo sin él era aquel despojo que él conoció en el sanatorio.- Quédate, somos tu familia...No entiendo porqué te quieres ir.

- Me voy para olvidar a la mujer de la que estoy enamorado.-dijo serio pero sereno.- Que a su vez, está enamorada de un imbécil, que si tuviera algo de decencia no la seguiría buscando.

Otra vez...

- Si crees que estoy enamorada de Edward, Jacob...-le contesté.- Estás muy equivocado.

Se acercó a mí hasta estar muy cerca.

- Entonces compruébalo.-dijo mirando mis labios retándome.

Al tenerlo tan cerca no pude pensar con claridad. ¿Y si esa era la solución?¿Y si todo lo hiciera más fácil?Además, Jacob se quedaría conmigo, junto a mí.

- No, Jacob, no te confundas.-le dije empujándolo levemente.- Tu sabes que para mí no hay cabida para el amor...

- Bella, yo se lo que sientes, te lo veo en los ojos...-dijo mirándome fijamente.- El problema es que eso no lo sientes por mí, sino por Edward Cullen. Y yo no puedo estar bajo el mismo techo viendo como lo amas a él y no a mí...

- Es que no lo amo a él...ni a nadie.-le repetí.- Ya te dije que no puedo amar.

- Te creería si me guiara solo por tus palabras.-dijo negando con la cabeza.- pero sé leerte por dentro, y en tus ojos hay fuego...

- Sí, también hay odio y venganza...-dije casi con vergüenza.

- Odiame entonces...-dijo con los ojos brillantes.- Prefiero tu odio a tu indiferencia.

- Es que no es indiferencia...-dije frustrada.- Es cariño...

- Bella, no me vuelvas a hablar de eso.-dijo interrumpiéndome.- No me hables de amistad y cariño, cuando yo te quiero como un hombre quiere a una mujer...conmigo es todo o nada. Así que decide...o Edward o yo, y no me vale un “no sé” o “ninguno de los dos. Es el momento de tomar la decisión hermosa, o él o yo.

Sabía que me estaba poniendo entre la espada y la pared, y aún así dudaba. He pasado 10 años sin vida, sabía que tendría que reconstruirla y que nada fuera como antes.

- Mira Jacob...no lo sé.-dije paseando por el salón nerviosa.

- No lo sé no me funciona.-dijo enfadado. Me estaba acorralando cada vez más y eso no me gustaba.

- ¿Sabes qué?Deja ya de imponer reglas porque no voy a responder.-dije cruzándome de brazos. Siempre me había dado mi lugar y esta vez no sería la última.- No me manipules.

- ¿Qué no te manipule...?-me cuestionó dolido.- ¿Quieres una vida sin reglas?Yo también, sobre todo quiero una vida sin que esto me duela...Fue un placer conocerla señora Dantés, tal vez algún día nos veamos pero no lo creo porque cuando me voy...es para siempre.

Se iba de verdad. Me miró por última vez y agachó la cabeza para irse de allí para siempre.

Yo no podía perderle, él siempre había sido mi salvavidas al que amarrarme...¿Y si lo perdía para siempre?¿Y si me arrepentía en el futuro?Él podría traerme un poquito de felicidad, y hacerme la vida más fácil...Quizá me ayudaría a sacarme de la cabeza a Edward Cullen.

- Jacob...-de mi boca salió su nombre de forma vacilante de solo pensar en corresponderlo.

Él se dio la vuelta y se acercó a mí.

- ¿Qué quieres?-preguntó dolido. Muy bien. Sería ahora o nunca.

Me acerqué a él y planté mis labios sobre los suyos colocando una mano en su mejilla. Él solo tardó unos segundos en corresponderme sujetándome contra él poniendo sus manos en mis caderas.

El beso fue algo intenso para mi gusto pero aún así, no se sintió del todo mal. Sus labios eran suaves y su saber era algo dulce...lo suficiente para que aguantara allí unos segundos. ¿Así sería mi vida junto a él?Quizá solo necesitaba acostumbrarme.

Me separé de él minutos después para mirarlo a los ojos.

- No se si hice bien o no...-dije dudosa. Aún dudaba.

Él sonrió sorprendido.

- ¿Ves cómo tenía razón en todo lo que te dije?-me preguntó con los ojos brillantes.

- ¿A qué te refieres?- pregunté curiosa.

- A que sí tienes sentimientos...-dijo mirándome maravillado.- y que tienes mucho fuego por dentro. Y no digas nada, no por ahora.

Nos sonreímos los dos a la vez.

- ¿Ya no te vas?-le pregunté vacilante.

- Después de tan dulce y contundente argumento, jamás me voy a ir de tu lado.- dijo sonriendo. Suspiré tranquila de saber que lo tenía de mi lado.- Hoy es el día más feliz de mi vida.

- No quiero vivir sin ti,¿Lo entiendes?-le dije acariciando su mejilla.- pero no quiero que esto nos distraiga de la venganza...

- A mi ya me distrajo...-dijo juguetón.- Yo tampoco quiero desperdiciar un minuto de mi vida sin ti. Me voy.

- ¿A dónde vas?-le pregunté curiosa.

- A ayudarte con tu venganza.-dijo encogiéndose de hombros.- Voy a visitar la casa nuestro querido Eleazar Delani, tengo que descubrir unos secretos de él. Mañana por la mañana, si todo va bien, iré a verlo para chantajearlo con lo que encuentre, quiero tenerlo controlado si salgo a la luz pública. Recuerda que él sabe que soy un estafador.

- Eras un estafador...-dije sonriendo. Se inclinó y deslizó sus labios sobre los míos por unos segundos.

- Gracias a ti. Nos vemos.-dijo para darse la vuelta y largarse de la casa.

Sue entró en el salón minutos después, cuando me tuve sentar para evitar caerme por todo lo vivido hoy. ¿Podría tener una relación con Jacob sin estar enamorada de él?

- Jacob se fue muy contento de aquí diciendo que se quedaba.-dijo Sue sonriendo.- ¿Qué le has dicho?

- Que no puedo vivir sin él...

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¡Cambio de rumbo!¿Qué os parece?jajajaja

¿Conseguirá Verónica ser feliz al lado de Jacob?¿Qué dirá Edward cuando se entere de la nueva decisión de nuestra "confundida y dolida" prota?¿Qué opináis?

Esto no se ha acabado aquí ni mucho menos, todavía tienen que pasar muchas cosas...hay muchos capítulos y mucho que contar aún, asíque vigilar el finc porque no tardaré en subir nuevo capítulo :)

Por cierto...¿Os gustaría que hubiera un epílogo al final del finc?Algo así como un avance al futuro donde se vea como sería sus vidas después del final, como vivirían, etc...¿Os gustaría?

Nos leemos pronto, Ness

Capítulo 39: CAPÍTULO 38 Capítulo 41: CAPÍTULO 40

 


 


 
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