Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 22: CAPÍTULO 21

BELLA POV

Otro día más aquí. Suspiré de nuevo. Recuerdo como me quejaba cuando tenía que ir a la mina a trabajar...siempre decía lo mismo “Otro día más aquí”. Ojalá pudiera volver...ojalá el tiempo retrocediera...ojalá mi padre estuviera vivo.

No Bella no puedes pensar en ello ahora...aquí en el patio puede verte todo el mundo, y tú estás loca de remate. Hacía meses que había recuperado la cordura...no lo recuerdo muy bien, solo me concentré en contar, doce enemigos...doce pasos, y también medía el tiempo, prueba de ello eran las paredes de aquella catacumba donde me encerraron. No recuerdo tampoco como me recuperé, solo era consciente de Sue, de sus palabras, de como me contaba mi historia una y otra vez, hasta que mi mente se abrió fueron viniendo los recuerdos y comencé a pensar coherentemente.

Aún así, seguí el consejo de Sue y sigo interpretando el papel de loca. Sé que así me dejarán tranquila...solo debo seguir con la mirada perdida, soltar algunas palabras incoherentes y tomar mi medicación, aunque, cuando me la daban las escupía y las tiraba o me las guardaba en la manga.

La mayoría del tiempo lo dedicaba a buscar y dar con un plan para salir de aquí con Sue...no había encontrado una alternativa segura y eficaz para llevarla a cabo, pero debía encontrarla.

Una sombra se paró a mi lado. Fijé la mirada en un punto del vacío y comencé a interpretar mi papel.

- Así que tu eres la famosa Isabella Swan.-dijo tranquilo, sentándose a mi lado. ¿Famosa?¿Yo?¿De qué iba este tipo?- Tú y yo tenemos un amigo en común...Carlisle Miller.

Me paré y lo miré por primera vez, fue un acto reflejo...hacía mucho que no escuchaba un nombre familiar. Reparé en el chico un instante, era moreno con ojos chocolate, era fuerte y atlético, con dientes blancos y perfectos...no parecía tener ningún problema mental a simple vista. Incluso pude apreciar lo apuesto y guapo que era, aunque un poco prepotente.

- También tenemos un objetivo en común...escapar de este lugar.- dijo mirando al frente con el ceño fruncido. Me miró otra vez.- y yo te voy a ayudar a hacerlo.

Reaccioné y comencé a interpretar mi papel otra vez. No me fiaba de este tipo, algo escondía.

- Once...diez...nueeeve...ochhhooo...-dije entre dientes. Puso con mala cara y yo desvié mi mirada al vacío.

- Isabella...¿Me estás escuchando?-dijo para llamar mi atención.- estoy preparando un plan para fugarnos, ¿Estás dispuesta a venir conmigo?

- Cincooo...cuatrrrooo...treesss...-seguí hablando a la vez que él. Lo miré y me comencé a tocar el pelo y mirándolo.

- ¿Me entiendes Isabella?-me preguntó impotente. Creo que estaba consiguiendo que se creyera que estaba loca.- Por favor, tu te mereces otra vida...y yo te voy a dar esa vida, pero todo tiene un precio y tu libertad vale oro...y tu ese oro vas a tener que dármelo a mí.

Vaya, vaya...así que eso es lo que busca, el oro de Roach Terra. Sabía que no podía confiar en él.

- Dooos...uno...-le susurré.

- ¿Qué...?-dijo mirándome extrañado. Si pudiera me reiría, aunque no confiaba en él era divertido. Aires nuevos en este lugar. Chasqueó los dedos cerca de mi cara.- ¡Y cero! Isabella por favor, estoy aquí, escúchame por favor...Aunque esos infelices te hayan quemado el cerebro vas a salir conmigo...Isabella, escúchame...

- ¡Suéltala!-dijo Sue mientras lo agarraba del pelo. Él reculó y comenzó a quejarse.- ¡No te artevas a tocar a Isabella!

- Señora, suélteme...yo no la estaba haciendo nada.-dijo con las manos en alto.-

- ¿Cómo que no sinvergüenza?-le preguntó tirando un poco más de su cabello.- La estabas acosando...yo te vi, quieres abusar de ella. Pero ten algo en claro, no vas a tocarla ni un pelo y vivir para contarlo.

Le soltó del cabello y se puso a mi lado. Vi como aquel chico se acariciaba la cabeza con un gesto de dolor.

- A ver señora...¿Aprovecharme de ella?Mírela bien, es un esperpento...-dijo señalándome.- No me interesa esta mujer...

- Esperpento será tu madre, desgraciado.-le dijo Sue entre dientes, pero el chico tenía razón. Tenía el cabello corto y desigualado, una cicatriz en la ceja y otra en el labio, también tenía el cuerpo lleno de heridas y mi piel blanca como la cal...Sí, la palabra adecuada era esperpento.- Isabella es la mujer más bella que has visto en tu vida.

El chico comenzó a reírse a carcajadas. Yo solo continué con mi papel.

- Once...doce...-seguía diciendo en voz alta.

- Sí, el próximo año va a ser miss universo.-dijo sarcástico.- No hay duda cuanto más mayores, más locas. Además, ¿Qué es usted de Isabella que la defiende tanto?

Sue cuadró los hombros y le encaró.

- Su madre, su amiga, su hermana...y la loca mayor de este infierno.-dijo entre dientes.- ¿Te gusta?

- Por ahora sí. Señora, mire, yo solo quiero hablar. - dijo frotando su cabeza.- Soy un hombre de paz.

- ¿Y qué quieres?-dijo Sue suspirando.

- Bueno...primero pedirle una disculpa si usted cree que yo molesté a Isabella.-dijo y parecía sincero.- pero solo quería hablar...y ella solo dice números. ¿Es verdad que está loca?

- Claro que sí, ¿No lo ves?-dijo Sue acariciando mi cabello.- Ni siquiera sabe quien es.

- Es que a mí me dijeron que ella escapó de aquí...y yo solo quiero saber como lo hizo.

Sue suspiró otra vez.

- No sé de que me hablas...-dijo entre dientes.

El chico solo se alejó y se fue, pero no se dio por vencido. Intentaba acercarse semana tras semana pero Sue no se lo permitía. Cada vez parecía más ansioso por saber como salir de aquí...no parecía ser el tipo de hombre que nace para estar encerrado y conociendo a Jane seguro que le está aplicando las descargas de electroshocks.

Los meses seguía pasando y nada parecía cambiar, aquí estaba otra vez, con la cabeza agachada en un folio lleno de dibujos sin sentido que me dedicaba a hacer para poder asegurar que seguía loca...nada en particular solo líneas como dibujaba en la catacumba para medir el tiempo. Casi era la hora de dormir, el único momento en que podíamos desconectar de toda esta realidad...y yo más que feliz era de poder hacerlo para soñar con mi hijo.

Alguien se sentó a mi lado y cogió un folio y un lápiz. No levanté la cabeza para saber quien era.

- Me llamo Jacob Black...llevo meses intentando hablar contigo, pero tu amiga Sue no me deja. ¿Te ha comentado algo de mí?-dijo tranquilo aquel chico nuevo. Suspiré y seguí dibujado. Él solo comenzó a reírse entre dientes.- Claro, claro...no me vas a hablar porque estás loca pero llevo meses observándote y yo se que tu y la loca mayor se comunican, se entienden con la mirada...También se que no te tomas tu medicación, bueno haces como que te lo tomas, pero luego las escupes y las guardas en tu bolsillo. Y se porque lo haces porque tienes un plan...

Dejé de dibujar y lo miré fijamente. Era intuitivo e inteligente...nos había calado solo con observarnos.

- ¡Touché!-dijo sonriendo. Suspiré y miré hacia los lados, deberíamos tener cuidado con este hombre.- Hasta que me regalas tu atención Isabella. Como te he dicho, yo se que tienes un plan y yo tengo otro plan de escape...solo que necesito alguien como tú, ¿Quieres escuchar el plan?

Cogí el lápiz y me puse a dibujar dando golpes para indicarle que me estaba haciendo perder la paciencia.

- No te interesa...-dijo pensativo. ¡Chico listo!- De igual manera te lo voy a contar...Tengo vigilada la guardia, a las doce hay cambio de turno, en ese proceso tardan unos diez minutos...yo pienso conseguir una llave, no me preguntes cómo. Esa llave lleva a un pasillo donde está la lavandería y la cocina...todavía no se que puerta escoger, si la lavandería, yo creo que la lavandería...

La lavandería y la cocina estaban vigiladas, y la lavandería no tiene salida. Negué con la cabeza y él se paró.

- No...-dijo entendiendo lo que le quería decir.-No...¿Qué?

Alcé la vista y le indiqué que mirara los pilotos encendidos que había en las esquinas del cuarto y que parpadeaban las veinticuatro horas del día. Esos eran los ojos y oídos de Jane Demonds. Él miró en la dirección que le indicaba y cerró los ojos enfadados.

- ¡Claro...!Cámaras de seguridad...si es que hasta parezco nuevo, maldita sea que imbécil soy.- dijo disgustado. Medio sonreí. Este chico era divertido.- Y pensar en todo lo que hice para que me mandaran a este lugar...no sabes la cantidad de cucarachas que me tuve que comer para que pensaran que estoy loco...- No pude evitar poner cara de asco ante ese pensamiento. Eso me hizo preguntarme por qué estuvo en la cárcel.- Y ahora resulta que es más fácil salir de la cárcel que de este lugar. Pero no te preocupes muñeca, yo voy a encontrar otra forma de salir de aquí. Se que estás pensando, y me metieron en la cárcel por una tontería...digamos que soy un especie de Robbin Hood moderno, robo a los ricos para hacer ricos a los pobre...bueno, al único pobre que quiero hacer rico es a mí. Bueno, me he desviado del tema, lo único que quería decirte es que puedo servirte de mucha utilidad...yo se abrir puertas, cajas fuertes, soy experto en informática.- me miró con una sonrisa coqueta.- Y si quieres hasta te alegro la velada, muñeca. ¿Qué dices?¿Socios?

Me tendió la mano para que la estrechara con una sonrisa. Miré su mano y me levanté...no me interesaba, era demasiado bueno para ser cierto...y yo no me fiaba ni de mi sombra. Lo miré y me dispuse a irme pero me detuvo.

- No me dejes hablando solo Isabella.-me dijo serio y enfadado. Lo miré arrogante.- Yo se que no estás loca y que entendiste todo lo que te dije...¿Por qué no quieres que te ayude?

Me acerqué a él sin mirarlo.

- Hablas demasiado.-le dije y me largué en dirección a mi cuarto para dormir.

Al día siguiente me levanté y me di una ducha...no tenía nada que hacer, así que me dirigí al salón a dibujar otra vez.

- Murió Harry Clearwater, el multimillonario de origen quileute que amasó su fortuna en la compra venta de diamantes...-leía Heidi de un periódico al lado de Sue. Su tío murió...Me acerqué despacio a donde estaban y Sue me miró.-... y dejó toda su fortuna a un pariente cercano que no ha sido localizado.

- ¿Y yo que tengo que ver?-preguntó Sue intentando disimular.

- Cuando viste la noticia dijiste que eras rica. -dijo casi sin habla.

- Bueno...y también sueño que soy una reina, y que tengo un palacio.- dijo con cara de soñadora. Sue podría ser actriz y casi ganar un Oscars.- y que tengo muchos perfumes...cada uno de un olor distinto...me encantan los perfumes, ¿Lo sabías?-Heidi sonrió con pena y se fue negando con la cabeza y el periódico entre las manos. Me miró cuando se fue y me abrazó.- Tengo miedo Bella...

- ¿Por qué?-la pregunté entre dientes.

- Ahora si que mi vida corre peligro.-dijo mirando hacia todos lados.- Pero aquí no, vamos a donde no haya cámaras.

Nos fuimos a un lado de las murallas donde siempre hablábamos sin problemas.

-Mi marido Aro hará todo lo posible para quedarse con esa fortuna...aún con mi declaración jurada, no sé que hará para conseguirla. Conozco demasiado bien a ese hombre...

- Tranquila...-la dije tocando su brazo.

- Yo puedo ayudaros.-dijo Heidi en voz baja apareciendo por la muralla. Miró hacia atrá y se acercó a nosotras.- Haré lo que sea...solo si me libráis de la extorsión que sufro por parte de Jane. Si vosotras me libráis de esto...yo os ayudaré incluso a escapar.

Miré a Sue preguntando si confiábamos en Heidi y asintió.

- Si nos ayudas...nunca más tendrás que tener miedo de esa mujer.-le dije seria.

Planeamos que la forma más segura de hacerlo sería que Sue escribiera una carta a su hijo Jasper pidiendo ayuda y explicándole nuestra situación. Heidi debería llevarla.

- Toma...-le dije a la enfermera cuando Sue me dio la carta.- Ten cuidado.

- Esta noche os cuento como ha salido todo.-dijo mientras miraba el sobre.

Ella se la guardó y cuando terminó su turno se fue con destino al juzgado para llevar la carta. Sue y yo nos tiramos toda la tarde frente a las cámaras para evitar sospechas pero a mitad de la tarde se la llevaron a saber Dios donde. Jacob evitó que la defendiera y dijo que me necesitaba actuando, que Victoria se había dado cuenta de como le entregaba la carta a Heidi y que esa carta no iba a llegar a su destino.

Él me prometió averiguar porque se habían llevado a Sue...y conocía sus métodos, Jacob seducía a las enfermeras para conseguir información. Victoria estaba loca por él y Jacob lo sabía, aprovecharía la oportunidad.

- ¿Qué quieres a cambio de ayudarnos?-le pregunté abiertamente.

- Que de momento te hagas pasar por esa loca que no rompe un plato...-dijo mirándome.- ...aunque en el fondo seas más peligrosa y más corajuda que una piraña.

Comencé a reír sin poder evitarlo. Jamás me había reído estando aquí dentro...y él parecía tan sorprendido como yo.

- ¿Te reíste?¿Te reíste conmigo?-dijo sonriendo. Yo me puse seria de nuevo, no podía bajar la guardia.- Vaya...te saqué una risa. No lo niegues.

- Ya deja de bromear Jacob.- dije.- Ve y cumple con lo que prometiste.

Él me hizo una señal militar y se fue corriendo. Yo suspiré y volví al salón, tenía que seguir con mi papel. Bueno Bella...¡a dibujar! Jacob llegó poco después y me advirtió que algo pasaba, y que debía seguir actuando como si estuviera loca.

Los guardias vinieron a por mí y me llevaron al cuarto de torturas. Sue estaba allí, atada y drogada...intentaban que confesara donde tenía la declaración y me iban a usar a mí como carnada.

Jane quería clavarme una aguja con alguna sustancia en el ojo como yo le hice a ella, yo intentaba mantenerme impasible aunque por dentro estaba muerta de miedo. Justo antes de que la aguja se acercara a mi cara, Jacob llegó gritando y quitándose la ropa. Él intentaba ganar tiempo, y actuaba tan bien como cualquiera de nosotras...en ese momento supe que le daría el beneficio de la duda.

Terminaron por pegarle y Sue ante esa situación confesó sin que pudiéramos hacer nada para evitarlo. Yo intenté no hacer nada para que no me descubrieran pero solo tenía ganas de llorar y gritar de frustración, sabía que ahora no existía ninguna razón por la que Aro quisiera mantener a Sue con vida.

Cuando se llevaron a Jacob a su cuerto, Jane nos miró a las dos asintiendo tranquila.

- Se acabó la conspiración... Espero que las dos hayan aprendido de una buena vez que de aquí no se sale.- dijo soltando la inyección.

- Perdóname Bella...-dijo Sue llorando. Jane me miró con sospecha, como si esperara que reaccionara, como si buscara alguna reacción que la diera a entender que no estaba loca. Así que solo me limité a mirar al vacío.- pero no lo pude evitar...tenía que decirlo. Se que tu no entiendes lo que está pasando...yo no podía permitir que te hicieran daño.

- Está bien.-sentenció Jane señalándome.-Victoria, llévala al salón y no la quites el ojo de encima.

Victoria hizo lo que la doctora la pidió pero al llegar al salón me empujó contra el mostrador donde tenía papeles, carpetas, bolígrafos y demás cosas de oficina. Vi que sobre la mesa había un par de clip y cogí uno de ellos, sabía que podría servirme en un futuro para algo...me incorporé y metí las manos en mis bolsillos.

Una demente llegó en ese momento con una muñeca envuelta en una sábana y me la entregó para que la cuidara, la miré y cogí el muñeco meciéndolo y paseándome por el salón. Tiempo después la misma demente me pidió el muñeco y se lo devolví, me senté y me puse a dibujar.

No se cuanto tiempo estuve allí pero fui consciente cuando alguien se puso a mi lado.

- Bella.-dijo una voz conocida. ¡Dios mío, era Esme! Me constó un esfuerzo sobrehumano no levantarme a abrazarla...en lugar de eso incliné más abajo la cabeza y continué dibujando.- Bella, mi niña, ¿Por qué estás así?¿Qué te hicieron?Si tu padre estuviera vivo se moriría de pena o acabaría con este lugar...

- Tenga mucho cuidado con lo que dice señora...-dijo Victoria enfadada.- Isabella está así debido a su enfermedad...es así, el deterioro es constante.

- Déjeme a solas con ella.-dijo Esme secándose las lágrimas.- Por favor.

Victoria se fue y ella se sentó justo en frente mía. Suspiró hondo mientras yo intentaba contener las lágrimas.

- Ay, mi niña...he venido tantas veces a verte.-se paró y lloró en silencio unos instantes. Sabía que mi Metiche no me abandonaría, lo sabía. Muchas veces me pregunté porque no recibía visitas y aunque me dijeron hasta la saciedad que nadie venía...yo sabía que esta mujer no me defraudaría.- Yo te juro en nombre de tu padre que cada vez que amanece y anochece, rezo por ti y le pido a Dios que te bendiga. Pobre de mi Tigre...no tiene descanso, su alma está en pena por ti.

No pude contener las lágrimas ante sus palabras...durante años no he recibido cariño de nadie, excepto de Sue, pero cualquier persona necesita el calor de su familia, y a mí me lo negaron. Sentí como acariciaba mi cara con delicadeza y sutilmente me incliné a su caricia cerrando los ojos.

- Esos desgraciados...acabaron contigo.-dijo llorando de rabia. No Esme...eso nunca, nunca podrá conmigo. Ojalá pudiera decírselo, pero era mejor que no me moviera.- por eso yo los maldigo y que la justicia divina los haga pagar por todo lo que han hecho. Bells...nos despojaron, nos quitaron todo lo que nos dejó el Tigre, y el Roach Terra se lo repartieron como lobos.-¿Qué?Esos lobos...¿Se quedaron con la beta de oro?- Tengo mucho miedo Bella...la sombra negra está directamente sobre ti, la muerte. Si al menos pudieras entenderme...o que me dijeras ¡Lárgate vieja Metiche!Pero miro tus ojos y no veo nada...Bella, hija...¿Dónde estás?

Alcé los ojos y la miré directamente diciéndole con la mirada lo que no podía decir con palabras.

Estoy aquí Esme...estoy aquí, y te escucho”

Los lobos todavía no han podido conmigo”

Os echo de menos”

No me voy a rendir”

Voy a vengar a nuestro Tigre”

Ella abrió los ojos como platos y después comenzó a llorar con incredulidad. Sí, Metiche, no se muy bien como pero todavía sigo aquí luchando.

- Bella, hija...¿Eres tú?-me preguntó sonriendo. En sus ojos apareció un pequeño brillo, como si se hubiera quitado una gran pena del alma,los míos se aguaron sin que los pudiera contener.- Sangre de Tigre no han podido contigo...No me importa que no me hables mi niña, yo se que estás ahí yo se que me entendiste, mi corazón me lo dice.

- Se acabó el tiempo.-dijo Victoria acercándose.

- No.-dijo Esme levantándose.- déjeme unos minutos más.

- Lo siento, son órdenes.-dijo Victoria impasible. Se volvió hacia mí.- Me tengo que llevar a la paciente.

- Déjeme al menos despedirme de ella.- dijo suplicando.- Por favor.

Victoria se apartó un poco

- Voy a tratar de volver, te quiero. - me dijo. Después me abrazó y yo me dejé caer en él como si fuera una tabla de salvación. Puso sus labios cerca de mi oreja y me susurró:- No te olvides de lo que te dije. Estás en peligro, saca tu garras de Tigre...

- Ya basta.-dijo Victoria apartando a Esme para levantarme de la silla. Yo limpié mis lágrimas con la manga.- Vámonos Swan.

Seguí a Victoria sin quitar la vista de Esme, no podía dejarla así, con la duda. Ojalá pudiera decirla al menos Metiche como ella me pidió pero no podía...o sí. ¡Eso es Bella..!¡Incoherencias!

- Vieja Metiche...-la dije divertida. Ella sabía que era un mensaje, una señal que la mandaba.- Metiche, eso es...eres una Metiche.

- Te quiero, mi niña.-me dijo sonriendo.- Te quiero, Bells.

No dejé de mirarla hasta que me salí del salón, incluso la sonreí cuando el pelo me cayó en la cara y nadie podía verlo excepto ella. Esme vino a verme, y a advertirme de un peligro...Tenemos que salir de aquí lo antes posible. Y ya sabía a quien pedir ayuda.

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¡No he podido parar de llorar cuando he escrito el reencuentro de Esme y Bella!¿Qué os ha parecido?Como veis no he parado de escribir en toda la semana...y seguiré. 

He leido por el chat que muchas personas ya no visitan la página, y que otras han abandonado los finc...pero yo quiero terminar esto, quiero terminar esta historia para vosotros, los que quedamos.

¡Gracias por las visitas!Entiendo que está gustando mucho cuando no paran de subir :) Seguiré trabajando en ello.

Ness :)

Capítulo 21: CAPÍTULO 20 Capítulo 23: CAPÍTULO 22

 


 


 
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