Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 24: CAPÍTULO 23



EDWARD POV

Me encontraba en el club jugando al póker con Jasper, Alice y con Tanya. Miré lo enamorados que estaban Jasper y Alice, que se casaron después de saber que Alice estaba embarazada...ahora Jasper Junior tenía tres años y los tres eran familia feliz. Muy diferente a la mía.

Estaba casado con una bruja muy parecida a mi madre...no habia un día en la que no peleara con alguien y hoy le tocó a su pobre hermana Alice, con la que se metía cada vez que podía.

- Tanya...¿Podrías dejar de pelear con tu hermana y permitir que pasemos un buen rato?-le pregunté mientras terminaba mi copa.

- Exacto...estamos aquí para pasarlo bien.-dijo Jasper mirando a su esposa.- Por favor, parad.

En ese momento un chico alto y musculoso se acercó a nuestra mesa. Parecía un chico de familia modesta aunque me resultara familiar.

- Juez Vulturi, buenas noches. Perdona que lo moleste.-dijo apenado.- ¿Podría hablar con usted?

Todos los miramos. Sus ojos verdes llamaron mi atención, eran ese verde tan característico de los Swan...

- Sí, claro.-dijo levantándose.- Ahora regreso.

Los dos se fueron y yo seguí mirando como se sentaban en una mesa y conversaban animadamente. El chico parecía molesto por algo.

- Voy a pedirme otra copa.-les dije a las chicas.- ¿Queréis algo?

- No, mi amor.-dijo Tanya sonriendo.- Solo no tardes.

Fui a la barra pasando por el lado donde estaban sentado mi amigo y su acompañante. No es que fuera un fisgón pero ese chico me inquietaba así que intenté escuchar de pasada.

- Es que no es eso...mi hermana Bella también me lo dijo.- le explicó el chico a mi amigo. Eso era, este era Emmett Swan.

Me paré y no pude evitar meterme en la conversación.

- ¿Isabella te habló?-dije incrédulo. La última vez que la vi ni siquiera podía pronunciar mi nombre y al verme junto a Jasper sufrió un ataque que tuvieron que controlar las enfermeras.

- Me habló para salvarme de la doctora tuerta.-dijo apenado mirándome.- Fui a verla y me descubrieron. Bella se hacía la loca para evitar que la hicieran daño...la están lastimando, se están portando muy mal con ella. ¿Es que nadie va a hacer nada?

Solo imaginarme a Bella sufriendo era una tortura para mí. Ni siquiera pude soportar verla la última vez, estaba irreconocible...tenía el pelo corto y heridas por todos lados. En ese momento, pensé que se las heridas se las provocaba ella misma...ahora comenzaba a dudarlo.

Cogí una silla y me senté a su lado.

- ¿Tú crees que no está loca?-le pregunté sin rodeos.

- No, no lo creo.-me dijo siendo sincero.- Estoy seguro. Pero a tí nadie te llamó así que no te metas, yo vine a ver al fiscal.

- A ver, tranquilos.-dijo Jasper.- Edward lo único que quiere es ayudar.

- Lo mismo dijo hace años cuando mi hermana escapó de ese lugar.-dijo enfadado Emmett y después me miró.- Tu la tendiste una trampa...y después la policía la detuvo. Y por tu culpa, la maltrataron y la torturaron hasta ahora.

- Un momento...-dije sin poderlo creer. La sangre me hervía solo de pensar que la hubieran hecho daño.- ¿Cómo que la torturaron?¿Qué la hicieron?

- Te repito que ese no es asunto tuyo.- dijo cortante.- Ojalá que no corras a contarla a tu gente que yo le estoy pidiendo ayuda al juez.

- Bueno, está bien. Perfecto.-dijo Jasper.- Yo mañana iré a visitarla y te prometo que investigaré que pasa con ella. Llámame a la tarde, seguro que ya te tendré una respuesta.

- Gracias señor, muchas gracias.-dijo Emmett algo más tranquilo.- Algo me decía que en usted si podía confiar...¡Hasta luego!

- Hasta luego.-dijo suspirando Jasper.

Se levantó, dio la mano a Jasper y se fue.

- Es evidente que los Swan me sigue odiando...-dije apretando el puente de mi nariz.

- Y que se aferran a una esperanza que no tiene sentido.-dijo suspirando Jasper.- Yo le voy a echar una mano a este chico porque me da mucha lástima pero...tu sabes que es inútil.

- Quiero ir a ese lugar.-dije decidido.

- No te hagas más daño hermano...-dijo Jasper mirándome con lástima. Él sabía mejor que nadie que no había superado el tema de Isabella Swan.

- No me importa...necesito verla.-le repliqué.- Algo me dice que la están maltratando.

Y si era así la sacaría de allí, aunque fuera a la fuerza.



BELLA POV

Eran pasadas las doce de la noche y yo seguía en mi cuarto sin saber que hacer. Teníamos que escapar esta noche, era ahora o nunca.

- Jake...¿Dónde estás?¿Por qué no vienes?-dije acercándome a la puerta.-¿Será que no has podido escapar?Ojalá lo consigas...porque no tenemos tiempo.

Vi pasar al Casanova con una sábana atada al cuello a modo de capa y una gran botella en la mano.

- Hola esposa.- me dijo tranquilo y sonriendo. Este hombre realmente creyó que Jane nos casó hace cuatro años y por lo que veo pronto se le olvidó que la última vez que se acercó a mí le rompí una botella en la cabeza.- Pronto vendré a por tí. Solo espera. El chico del pelo largo me soltó y ahora seremos libres para vivir nuestro amor.

Lo miré extrañada pero él se fue corriendo por el pasillo. ¿Qué hacía ese hombre libre?¿Jacob lo soltó?¡Claro! Ahora recuerdo que cuando fue a ver a escondidas esta mañana a Sue tuvo que entrar en las habitaciones habitaciones acolchadas para esconderse, seguramente dejó abierta la puerta de este demente. Idiota.

La alarma comenzó a sonar y comencé a oir gritos y bullicio por el patio.

- ¿Qué está pasando?-susurré. Me asomé por la ventana y vi una gran llamarada de fuego en el patio.- Dios mío, hay fuego...se está incendiando el sanatorio. ¡Elizabeth Masen lo volviste a hacer!

Corrí hacia la puerta y me puse a gritar para que me oyeran y me sacaran de allí. Si nadie abría mi puerta hoy me convertiría en polvo

EDWARD POV

Jasper y yo volvimos a la mesa después de hablar sobre el tema de Bella. Allí ya estaban mi madre y Eleazar sentados, contentos como siempre, de ver a sus hijos ser tan “felices” juntos...solo faltaba mi tío Aro para la foto de la familia feliz.

- A ver, ¿Quién va ganado?-le pregunté a Tanya mientras me sentaba. Allí estaba también su madre Carmen que se nos había unido después de termina de hablar con sus amigas.

A eleazar le sonó el móvil y Tanya le pidió que no contestara que lo estábamos pasando bien.

- Perdona hija, es Hide, seguro es algo importante. Esperadme para esa partida.- dijo mientras contestaba.- ¿Qué ocurre Hide?¿Se quemó el sanatorio?De acuerdo, gracias por avisar.

Se levantó y yo hice lo mismo como si de su sombra se tratara.

- ¿Qué se...quemó qué?-pregunté sin aire.

- El sanatorio.-dijo serio.

- Isabella...Jasper vamos.-dije mientras me movía y Jasper me seguía a la salida.

Escuché los gritos de mi madre y Tanya llamándome pero no respondí. Lo único que ahora mismo procesaba mi cabeza es que Bella corría peligro.



BELLA POV

Un guardia cayó ahogado al lado de mi habitación.

- Señor. Por favor, ayúdame.-le supliqué pero no respondía. Este hombre estaba muerto.- ¡Mierda!

Corrí por toda la habitación pensado que hacer hasta que caí la cuenta de que el guardia podría tener llaves. Me acerqué a él y por medio de la reja lo acerqué y comencé a palmear su ropa.

El alivio que sentí cuando toqué el frío del metálico de las llaves casi me mareó. Las cogí a toda prisa y vi que solo había dos...una parecía mas antigua podría ser las de las catacumbas, la otra parecía encajar con mi cerradura. Así que probé y lloré cuando vi que encajaba y la puerta se abría.

Dios mío, Jacob está en las catacumbas...esa zona está ya ardiendo. Salí disparada y crucé los pasillos todo lo rápido que pude en dirección hacia las catacumbas...Cuando llegué al salón vi como el Casanova cubría de gasolina a una Victoria asustada y la prendía fuego, los gritos me hicieron reaccionar y seguí corriendo. Así que él era el culpable del incendio y no Elizabeth Masen, bien, aún así no iba a dejarme morir aquí dentro.

Cuando llegué a las catacumbas oí gritar a Jacob.

- ¡Estoy aquí!¡No me dejéis morir!- decía junto a la reja.- ¡No me quiero quemar vivo!

-¡Jacob!-le dije mientras llegaba. Él me miró asustado y pronunció mi nombre.- Encontré la llave.¡Vamos el fuego no espera!

La abrí después de varios intentos, Jacob me agarró de los hombros cuando salió y me miró a los ojos fijamente.

- Bella..nunca pensé que diría esto pero te debo la vida.-dijo y después me abrazó.- Nunca nadie había hecho algo así por mí.

- Pues debes estar muy solo en el mundo pero no hay tiempo para hablar.-dije mientras tiraba de él y lo hacía correr por el pasillo.

- Un momento.-me dijo y paró.- El fuego. ¿Está bloqueando la entrada?

- No lo sé.-dije asustada.- Pero hay que correr. Tenemos que ir a por Sue.

- ¡Sue!¿¡Quieres que arriesguemos nuestra vida por ella!?-me preguntó al borde de la locura.- ¿Y si ya está muerta?

- ¡Claro que no!-le grité sin querer pensar en esa posibilidad.- Corre a la salida y sálvate tú. Yo voy por ella.

- ¿Por qué te empeñas en quemarte como ella?-me preguntó.

- Adiós Jacob.- le rebatí enfadada. A pesar de todo, sentí que me acababa de defraudar.- Sávate tú...yo voy por ella.

- ¡Debería dejarte sola por heroína!-Me gritó mientras me iba. Poco después sentí que salió corriendo detrás mía.- Pero soy tan imbécil que te voy a acompañar...ahora una cosa te advierto, como me ocurra algo, regreso del más allá y te mato.

Corrimos por los pasillos que estaban poco incendiados y llegamos a la lavandería. Desde alli podríamos llegar a donde estaba Sue más facilmente.

Jacob encontró unas mantas y las sumergió en unos cubos mientras yo me quedaba moviéndome por el pequeño cuartillo.

- Coge una Bella.-me ordenó mientras se ponía la suya por la cabeza.- Nos protegerá del fuego.

Cogí una, estaba fría y empapada pero nos vendría bien. Salimos de la lavandería poco después, pasamos por un autentico calvario entre las llamas para llegar a la sala. Una vez allí encontramos a Sue dormida y tosiendo, ajena a todo lo que pasaba por el efecto de las drogas.

- Sue.- la dije mientras la movía para despertarla.- ¡Despierta!

- Jasper...Jasper hijo.-decía una y otra vez.

- Está muy drogada. Déjame.- me dijo Jacob apartándome la cogió y se la puso en su hombro.- Ayúdame a taparnos con la manta.

Les puse la manta mojada por encima y yo me puse la mía.

- Vamos por la cocina.-le dije pensando por donde salir.- Si la salida está bloqueada podemos ir por el pasadizo antiguo que hay en el patio.

- Vamos entonces.-dijo mientras salía y esquivaba los objetos que estaban incendiados.

Llegamos a la cocina y comprobamos que no había fuego. Jacob me sonrió.

- Nos salvamos.-me dijo riendo. Sonreí de vuelta.

Cuando íbamos a la salida nos encontramos con el Casanova. Traía una sonrisa en la cara y una caja de cerillas en la mano.

- Me traiste a mi muñeca...-dijo sonriendo mirando a Jacob. Él soltó con delicadeza a Sue encima de una mesa para protegerme.- Tú me la traiste.

- No te acerques a mí, animal.-le advertí cuando se comenzó a acercar.

- Tu eres mi esposa.-dijo serio de repente.- ¡Aquí nos casaron!¡La doctora nos casó!

Jacob lo empujó contra el fregadero de la cocina para evitar que se acercara más.

- Quédate ahí.-dijo amenazante Jacob.- No te muevas.

Él se incorporó y cogió un cuchillo gigante que había por allí y nos amenazó con él.

- Tú me la prometiste.-le dijo a Jacob. ¿De qué hablaba?

- Ten cuidado Jacob.-le advertí. Él se colocó entre ese hombre y yo.- Es muy peligroso.

- Es mía.-dijo en voz baja y amenazante aquel demente.

- Tranquilízate y suelta el cuchillo. Tú también puedes salir de aquí.-le intentó persuadir Jacob.

- Vete tú...yo me quedo con mi esposa.-dijo moviendo el cuchillo.

Comencé a oler mal y me di cuenta de que las fogones soltaban gas.

- Jacob. Hay que irse de aquí esto está llen de gas y va a explotar.-dije asustada sin moverme de al lado de Sue que permanecía inconsciente apoyada en la mesa.

Jacob comenzó a acercarse al Casanova y este intentó apuñalarle. Jacob fue más rápido y lo esquivó después le golpeó y lo inmovilizó en el suelo, quedándolo inconsiente.

- Vámonos.-dijo cuando lo vio K.O. Cogió a Sue y se puso en pie.

- ¿Y lo vamos a dejar aquí?-pregunté mientras me ponía la manta por encima y miraba al demente tumbado en el suelo.

- Bella.¿Quiéres salvar a un violador?-me preguntó.- No. Hasta aquí llegó mi estupidez hoy. Vámonos.

Nos largamos y dejamos allí a aquel hombre. Nos dimos cuenta de que la puerta de la cocina estaba cerrada con llave y no tuvimos más remedio que correr al pasadizo del patio que tampoco estaba incendiado aún.

Jacob bajó a Sue cuando vio que había una verja con una cadena oxidada y me la dejó para que sujetara yo. Él comenzó a dar golpes y patadas a la puerta, le dio tan fuerte que levantó escombros y polvo pero no cedía.

Miré hacia atrás y vi como las llamas estaban cerca...veía su resplandor.

- Dios mío, Jacob. Las llamas están cerca.-le advertí.- ¡Corre, vamos a explotar!

Jacob no dejaba de dar golpes a la verja hasta que gritando dió uno tan fuerte que la la rompió por un lateral. Solo fueron unos segundos...pero fueron los más largos de mi vida.

Jacob agarró a Sue y la sacó y justo cuando me ayudó a salir. El sanatorio completo estalló en mil pedazos, yo salté y caímos los tres por una ladera cuesta abajo.

Cuando llegamos abajo vi que Jacob tenía sujeta a Sue, y que ambos estaban bien. Era una noche de luna llena, por lo que no me costó verificar como estaban.

Me acerqué arrastrándome a su lado y acaricié a Sue mientras miraba a Jacob.

- Vamos no podemos quedarnos aquí.-dijo Jacob levantándose. Sue abrió los ojos y la ayudamos a ponerse en pie, después hicimos que se apoyara en nosotros y comenzamos a caminar a toda prisa.

Jacob no pudo más después de tanto camino recorrido y se dejó caer junto con Sue.

- Deberíamos seguir corriendo.- les dije.

- Bella, vamos a descansar aunque sean cinco minutos.-me dijo jadeando del cansancio.- Ya estamos demasiado lejos. Aquí no nos van a encontrar.

Miré a Sue que estaba desorientada.

- ¿Estás bien?-la dije acariciándola.

- ¿Dónde estamos?-nos preguntó. Jacob y yo nos reímos a la vez. Ninguno de los dos estábamos desorientados pero al igual que ella...no podíamos creer que fuéramos libres.

- Estamos bien.-le dije sonriente. Jacob y yo la abrazamos cuando comenzó a llorar al ver que estábamos fuera.- Ya todo pasó.

- ¿Escuchaste mi Loquita Mayor?-le preguntó Jacob. Sue comenzó a reír.- Somos libres.

- ¡Somos libres!-gritamos los tres sin poderlo crees.

Jacob nos indicó que guardáramos silencio y Sue y yo comenzamos a reír de nuevo en bajo. La ayudamos a ponerse de pie para que viera que no estábamos en ese lugar.

- Somos libres de ese infierno.- dije mientras miraba sus caras de felicidad.

Después de disfrutar un poco de nuestra alegría decidimos seguir caminando...¿A dónde?No lo sabíamos porque solo importaba una cosa...La pesadilla, terminó.



EDWARD POV

Llevábamos horas esperando a recibir noticias a las afueras del sanatorio. No había rastros de Bella...los heridos que iban saliendo eran poco y ninguno eran ella. Si no recibía noticias pronto iba a enloquecer...pero no podía entrar a ese lugar ya que Hide y Jasper me lo impidieron.

Cuando amaneció nos dejaron pasar al lugar para intentar buscarla nosotros mismo. Recorrimos los pasillos, las habitaciones, el salón, la cocina...pero no había nada, todo estaba calcinado.

- Edward.-me llamó Jasper.- Mira esto.

Abrió una puerta y descubrimos un pasadizo muy oscuro que parecía deshabitado. Asentí y ambos corrimos por ese pasillo. Cuando llegamos al final vimos que había una especie de cárcel, o cueva...cuando entramos apenas era soportable el olor.

- Tengo que encontrar a Isabella... y hasta que no aparezca el cuerpo hay esperanzas.-le dije mirando el lugar.

- Aquí no vamos a encontrar a nadie.-dijo Jasper mientras yo miraba las paredes petrificado.- Y lo demás está completamente quemado...ya lo viste, no hay señales de vida.

Alumbre con la linterna la pared.

- Aquí, esto parece un lugar de castigo, ¿No?-dije fijándome en la gran cantidad de marcas que había dibujadas. Esto era inhumano.

- No lo sé, pero aquí huele muy mal.-dijo Jasper tapándose la nariz. Se fijó mejor y se quedó quieto.- Mira la pared está llena de marcas. La gente que haya estado encerrada aquí, marcaba la pared para contabilizar el tiempo y tener noción de los días.

- ¿Quién habrá sido el infeliz que estuvo aquí?-le pregunté. Me imaginé a Bella aquí dentro y me retorcí por dentro.- Nadie se merece un castigo así.

- Pues voy a tener que investigarlo.-me dijo sin dejar de mirar las marcas.- Esto atenta contra los derechos humanos...Vámonos de aquí Edward, no aguanto el olor.

- Sí, vamos.-dije mientras abandonábamos aquella celda. Sin pistas de Bella aún.

Salimos del sanatorio y volvimos a donde estaba Hide y el equipo médico.

- No hay señales de ella.-dije desesperado.- ¡Es como si se la hubiera tragado la tierra!

- Tranquilo...-me intentó calmar.- todavía es muy pronto para sacar conclusiones, Edward.

- Quiero pensar que está bien.-dije mirando el sanatorio calcinado.- Que pudo escapar y que está escondida en alguna parte.

- Mira Edward, yo no quiero que te sientas mal.- me dijo apenado.- pero no te voy a alentar para que te hagas falsas ilusiones.

- ¡Encontramos un cadáver!-dijo un enfermero.

Me aparté para dejar pasar a la camilla.

- ¿Tiene alguna identificación?-preguntó Jasper.

- No, no tiene...pero al parecer es una mujer.-dijo el enfermero frenando la camilla donde iba el cuerpo cubierto por una sábana blanca.

- Quiero verlo.-le dije a Jasper.

- Destápela- ordenó Jasper.

Por favor, que no sea ella...que no sea ella. Ese era mi único pensamiento cuando el médico comenzó a levantar la sábana.

Con miedo me asomé y vi un cuerpo totalmente quemado, lleno de heridas y quemaduras por todo el cuerpo. La cara era irreconocible, pero por la silueta se podía sospechar que era una mujer.

- Está irreconocible.-dijo Jasper desviando la mirada, pero yo no pude apartarla. Algo brillaba en su cuello, era una medalla. Me incliné para verla mejor.

- Esa medalla...-dije en voz baja mirándola. La cogí con mucho cuidado y la puse cerca de mi cara para verla mejor.- Yo conozco esta medalla.

- ¿Qué sabes de esa medalla Edward?-me preguntó Jasper asustado.- ¿Significa algo?

FLASHBACK

Me fijé en su cuello y vi algo que brillaba en su cuello. La sujeté y la vi de cerca.

- ¿Y esa medalla?- le pregunté realmente curioso.

Bella sonrió con añoranza.

- De mi papá.-me dijo. Yo la miré con ternura envidiando el gran cariño que había entre esta mujer y su padre.- Me la dio hoy justo antes de irse. Era de mi mamá, la traía puesta el día que murió...

FIN FLASHBACK

La traía puesta el día que murió...El día que murió..Murió...Ella también murió...Ella está muerta.

Comencé a sentir como los pies se me fallaban y caía en el limbo...Me aparté de la camilla y comencé a temblar. Su voz no dejaba de sonar en mi cabeza.

La traía puesta el día que murió...

- ¿De quién era esa medalla Edward?- me preguntó Jasper ansioso. Escuchaba su voz como un grito lejano- ¿Era de Isabella Swan?

- ¡Es ella!- grité estallando y doblando mis rodilla por el dolor. Me postré en el suelo y comencé a llorar con fuerza. Mi amor...no tú no.- ¡No...no...no...no!¡Isabella!

Sentí como Jasper me sujetaba con fuerza...aún así no pudo permitir que mi pecho se hiciera trizas por dentro. Noté como me levantaron y me sentaron en una gran piedra, apoyé los brazos en mis rodillas y lloré como un niño.

Jasper fue a firmar los papeles que acreditaban que eres cadáver hace solo unas horas pertenecía a la única mujer que había amado en la vida. Poco después se llevaron el cuerpo a la morgue para almacenarlo hasta que los familiares lo reclamaran.

- Vámonos Edward...es inútil que sigamos aquí.-dijo Jasper apoyando su mano en mi hombro.

- La perdí Jasper...la perdí para siempre.-le dije para convencerme a mi mismo de que todo se había acabado.

De repente, vi a un coche parar y de él, bajaron Emmett y su madre Esme.

- ¿Qué pasó con mi hermana?¿La pudieron sacar?-dijo Emmett nervioso.

- ¿Dónde está mi niña?-dijo Esme mirándome.

Yo no pude mediar palabra, y entre lágrimas solo me levanté y saqué la medalla del bolsillo para enseñársela. Esme comprendió todo al instante y se abrazó a su hijo llorando.

- No...-dijo Esme.- Esta muerta.

Apreté la medalla en mi mano y decidí que jamás me desprendería de ella...era lo único que me quedaba de mi Bella...mi amor.

Nadie podía entender como me sentía en ese momento...al dolor de su pérdida tenía que sumarse el de la culpa, el de mi abandono, el de no saber amarla, el de la desconfianza, el de llevar la sangre que llevaba...incluso el dolor por haber nacido.

Porque Isabella Swan se fue dañada, herida y pensando que nunca la amé...y ese peso, lo llevaría colgado de mi espalda el resto de mi vida.

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¿Intenso, verdad?Pues aquí está...he sentido tanto, me he metido tanto en la historia que me ha costado escribirlo...pero esto es crucial para la historia, es lo que la da forma. Perdonad el tono serio con el que os escribo, pero después de este capítulo tan lleno de emociones me ha dejado agotada. Creo que es el más duro hasta la fecha pero merece la pena, lo sé.

Creo que por hoy está bien...mañana será otro día y seguiré escribiendo para vosotros, porque solo vamos por la mitad de la historia y esto continúa.

¿Qué creéis que hará Bella a partir de ahora?Me gustaría saber como creéis que sigue la historia, podría ser divertido.

Y otra pregunta...¿Pensáis que Edward se merece sufrir después de lo que le hizo a Bella?

Espero que os haya gustado. Nos leemos.

Ness :)

Capítulo 23: CAPÍTULO 22 Capítulo 25: CAPÍTULO 24

 


 


 
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