Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 16
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 23: CAPÍTULO 22

Los gritos de Jacob se escuchaban por todo el sanatorio. Le pedía a Jane que le sacara de su habitación, ya que llevaba todo el día sin salir. Fui a su cuarto en cuanto todo el mundo se durmió o al menos, estaban en sus cuartos.

- Shh...-le dije y llamé su atención.- Cállate bocazas.

Él vino corriendo a la reja de su cuarto.

- Isabella...-dijo respirando agitado.- Tienes que sacarme de aquí, ya no aguanto.

- Pues a eso vine...-le dije para que se relajara.- pero deja de chillar...o vas a ser tu el que lo eche todo a perder.

Me saqué el clip que cogí del escritorio y se lo entregué.

- Toma.-dije mirando hacia los lados mientras él cogía el clip. Lo miró raro.

- ¿ Y qué quieres que haga con esto?-me preguntó. Mira que puede llegar a ser idiota...Unas veces tan inteligente y otras tan torpe.

- ¿Pues cómo que qué, idiota?-le dije como si le costara sumar dos más dos.- ¿No que eres el mago Houdini?¿El rey del escape?Pues vamos, escápate de aquí...Si de verdad me quieres de aliada demuéstrame que eres tan bueno como dices...¡Vamos, date prisa!¡Y cállate!

Me fui a mi cuarto y cerré la puerta con el candado...Suspiré y me tumbé en la cama.

Hoy había sido un día de locos y la visita de Esme me trajeron tantos recuerdos...Como cuando ella llegó a mi casa para mudarse y interrumpió mi primer beso con Edward, recuerdo su cara enojada y mi furia porque hubiese roto la magia de ese momento.

Todo eso me llevó a la primera noche que pasé con Edward y las lágrimas no tardaron en colarse y desbordarse...

FLASHBACK

- Edward no lo has entendido...-dije exhalando cada palabra. Estaba tan nerviosa.- Hazme el amor...

- ¿Qué? -dijo incrédulo. Yo solo sonreí.-¿Estás segura?

Estaba muerta de miedo pero quería entregarme a este hombre...quería ser completamente suya.

- No...y si me lo sigues preguntando me va a entrar la cobardía y nunca más te lo voy a pedir...-dije colocando las solapas de su americana.

- No...no,no,no,no...quien dijo miedo...-dijo tirando de mí para llevarme al hotel.

FIN FLASHBACK

Sonreí llorando al recordar lo feliz que era en ese momento...y como todo había cambiado. Todo porque él nunca confió en mí, nunca me creyó. La pena me inundó y lloré como pocas veces me permitía hacerlo...y menos por él.

Sentí como se abría el cerrojo de mi celda y me limpié las lágrimas rápidamente. Jacob entró, cerró la puerta y me miró tiernamente.

- ¿Estás llorando por mí?-me preguntó. Me hizo una reverencia - Pero tranquila...mírame, ya estoy aquí.

Lo miré con mala cara.

- Lo lograste, Houdini.-dije sentándome en la cama.

- Sí, pero, tranquila...-me dijo sonriendo burlonamente y me guiñó un ojo.- las feítas no son mi tipo.

Ignoré su burla y sentí como la adrenalina corría por mis venas. Por fin saldríamos de aquí.

- Ahora se que es posible Black...podemos escaparnos de este infierno.-dije con energías renovadas.

- Sí, pero calma.-dijo posando sus manos en mis hombros.- Yo necesito saber...Si tu y yo somo socios, ¿Qué voy a ganar de todo esto?

¿Qué?¿Es qué acaso estaba drogado?

- ¿Cómo que qué vas a ganar, idiota?-le pregunté enojada.- ¡Tu libertad!¿Te parece poco?

- Si y no.-me dijo pestañeando.- Bueno, mira...ya discutiremos eso cuando estemos fuera. Lo importante ahora es dormir, ¿Vale?Descansemos.

Mientras decía esto se subió a mi cama y se acomodó a mi lado.

- ¿Qué?¿Qué te pasa?¿Qué haces?-le dije empujándolo. Cayó al suelo con su trasero.- Vete a tu cuarto idiota. ¡Shh, se van a dar cuenta que puedes abrir puertas!Además yo nunca dormiría con un tipo tan...payaso como tú.¡Vete a tu cuarto ya!¡Fuera!

Se levantó y miró por la puerta para luego mirarme a mí de nuevo.

- Esta no es la manera de tratar a tu socio.-me susurró.

- No hay tiempo para bromas, Jake.-le dije de vuelta. Si le pillaban aquí...estábamos perdidos.- Mañana hablamos. Tenemos que escapar pronto de aquí...Sue está en peligro.

- ¿Cómo?No, no, no, no...-dijo dando vueltas por el cuarto.- ¿Tenemos que llevarnos a Sue?Eso pone en riesgo nuestra misión.

- Claro que va a venir con nosotros.-le dije para que viera que no había otra opción.- yo no me voy a ir sin ella. Sal de aquí.

- Buenas noches.-me dijo indignado. Se dirigió hacia la puerta e hizo ruido al abrirla.

- Shh...shh- le indiqué que guardara silencio. Él al poner el cerrojo hizo más ruido y me miró pidiendo disculpas, me sonrió y se fue.

Al día siguiente, me senté en la sala y me dediqué a hacer collares con cuendas que nos daban las enfermeras para entretenernos. Vi entrar a un joven con un carro de lavandería, me pareció extraño pero decidí no darle más importancia y seguir a lo mío.

El joven se acercó a mi lado y se paró.

- Bella...¿Eres tú?¡Soy yo, tu hermano Emmett!-dijo apresurado.

Sin pensarlo levanté la cabeza y allí estaba él,no había duda, sus ojos eran los del Tigre. Era mi hermano, y era todo un hombre ya... y aunque aún estaba algo desgarbado por la adolescencia era alto y musculoso, y muy apuesto. Era todo un Swan.

Cuando me recompuse un poco, volví a mi papel de loca. Ahora más que nunca necesitaba que me creyeran así.

- Te han hecho daño hermana...ya me lo dijo mi mamá.-dijo disgustado.- Y por eso estoy aquí, vine a rescatarte. Tengo que sacarte de aquí y no solo por ti...sino por tu hijo Anthony, que no ves desde hace años.- Anthony...Dios no he sabido nada de él desde hace mucho años.-¿Sabes qué, hermanita?No te va a gustar lo que te voy a decir...pero la desgraciada de Elizabeth lo convirtió en un niño mimado y arrogante. Bells, nos haces falta...te necesitamos para pelear por lo que es nuestro...tengo que sacarte de aquí, hermanita, sea como sea.

- Me temo que eso no se va a poder.-dijo Jane entrando en el salón. Mierda.- Así que eres un Swan...que valiente eres entrando aquí. ¿Sabes qué?A mí los valientes me dan risa porque si quiero los desaparezco sin dejar rastro...como tuve que hacer con tu hermana hace años. ¿Alguien sabes que estás aquí?

- Le voy a contar a todo el mundo lo que hacéis aquí.-dijo enfadado. Yo continuaba impasible esperando la señal para saltar o para defender a mi hermano.

- Sí, y yo voy a llamar inmediatamente a la policía y te voy a acusar de...no sé...invasión a la propiedad privada, asalto y secuestro. A mí no me amenazas, mequetrefe porque te aplasto.

- Yo no te tengo miedo vieja amargada, tuerta y fea.-le gritó en la cara mi hermano.

Cuando la mano de Jane chocó contra la cara de mi hermano, vi como los meses en los que fingí estar loca se iban por la borda.

- ¡Deja a mi hermano en paz!-le grité mientras me levantaba pero antes de que la alcanzara ya tenía a los guardias encima mía. La cara de Jane mostraba sorpresa.-¡Suéltalo, miserable!

- Así que no estás tan loca como nos hacías creer...-dijo sonriendo.- siempre estuviste cuerda...lo sabía.

- Vuelve a ponerle un dedo encima a mi hermano...¡Y entonces vas a verme loca de verdad!-le grité mientras luchaba con el agarre de los guardias.-¿Me oyes?¡Soy capaz de matarte infeliz!

- Guardias.-dijo Jane sin dejar de mirarme.- Sacad a este crío de aquí...solo arrojadlo a la calle, de él ya conseguí lo que quería.

- Perdóname hermana...yo solo quería ayudarte.-dijo mi hermano casi llorando.

- A ella llevadla a su habitación y ponerle la camisa de fuerza mientras pienso que hacer con ella.-dijo Jane mientras se iba del salón.

- No te preocupes por mí.-dije mientras nos separaban.- Voy a estar bien. Te quiero.

Me llevaron a la habitación y estuve horas con la camisa de fuerza puesta...mirando por la ventana. Pronto vino Jacob y abrió mi puerta.

- Ufff...Jacob.-dije aliviada.

- Bella, ¿Estás bien?-me preguntó preocupado.

- Sí, al menos esto es mejor que las catacumbas.-dije mientras señalaba con la cabeza la camisa de fuerza.- Quítame esto...

Me desató la camisa de fuerza y yo estiré los brazos adolorida.

- ¿Y ahora?-me preguntó.-¿Por qué te encerraron?

- Porque Jane sabe que me hice pasar por loca...vino a verme mi hermano...y no iba a permitir que lo golpearan.- Él asintió con la cabeza dándome a entender que lo comprendía.- Tuve que gritarles que se detuvieran y...se dio cuenta.

Miré por la ventana y vi a la mismísima Elizabeth Masen junto a Jane por el patio principal. Era ella, sabía que algún día vendría.

- ¿Bella qué ocurre?-dijo Jacob al ver mi cara.

- Acaba de llegar mi peor enemiga...-dije con rabia.- Elizabeth Masen vino a despedirse de mí y a informarme de mi sentencia de muerte.

Ahora sabía porque Esme vio a la muerte rondándome. Debía salir de aquí...o moriría.

- Vete Jacob.- le dije a la carrera.- Antes que te descubra aquí.

- No pienso dejarte sola.-dijo decidido.- Vámonos.

- Haz lo que te digo...átame la camisa de fuerza.-le dije y él lo hizo sin rechistar. Él se fue hacia la salida.-Esta noche...lo que vayamos a hacer será esta noche.

- Cuídate.-dijo asustado y se fue cerrando la puerta a su paso. Yo me preparé y me puse el cabello delante de la cara, quizás para protegerme.

La puerta se abrió y Elizabeth Masen entró. Sus tacones resonaban por el suelo. Yo levanté la cabeza y sonreí.

- Pasa Elizabeth Masen...-le dije tranquila. Tenía que mantenerme fuerte, no podía darle el gusto de verme mal.- Te estaba esperando...desde hace cuatro años.

Ella parpadeó varias veces...como si la sorprendiera verme así, tan intacta.

- Aquí estamos Isabella Swan...cuatro años después de aquella maldición.-dijo arrogante como siempre.- Juraste vengarte de mí...pero parece que esa maldición se te regresó. Mírate toda magullada y atada...y mírame a mí, yo ahora soy más rica que antes gracias a la mina que tu padre descubrió. Tú pálida y ojerosa...y yo feliz, disfrutando del cariño de tu hijo.

- Un cariño comprado, que no se te olvide...-le repliqué.- como el de todos los que están contigo Elizabeth...porque nadie te quiere. En realidad, te temen, les convienes, pero todos se desharán de ti cuando no les sirvas.

- Bueno pero es que tu no te diste cuenta de quien ganó.-dijo como si no se lo creyera.- o realmente el encierro y la soledad te volvieron loca.

Me reí entre dientes ante sus palabras.

- No hay peor soledad que la que se siente cuando estás rodeado de miles y miles de personas...pero que ninguna te quiera.-le dije altanera. Necesitaba ponerme a su nivel.- Tu aprovecha el oro que le quitaste a mi padre...porque será lo único que van a recordar de ti cuando te vayas a la tumba.

- Pues ya que hablas de muerte, vine a decirte...-comenzó a decir dando un paso al frente.

- ¿¡Qué!?-la interrumpí. Sonreí sin poder evitarlo.-¿Qué mis horas están contadas?Viniste a decirme personalmente que vas a ordenar que me maten.

- Lo dices con una felicidad que...-dijo extrañada.

- ¿Qué te asusta?-dije terminando la frase por ella. Sonreí al ver los miedos de esta mujer en todo su esplendor.-Te asusta....aunque intentes disimularlo. Tu creías que me iba a poner a llorar y a suplicarte por mi vida, ¿No?Pues ya lo sabes...nunca pudiste ni podrás doblegarme...porque yo la única dueña de mi vida. Tú me tienes miedo, yo creo que por dentro debes de estar temblando. Me imagino lo que pasará cuando nos reencontremos y no tenga esta camisa de fuerza, ni tu esos matones que te protegen.

- Estás realmente loca...-dijo mirándome de arriba a abajo. Yo no podía evitar la sonrisa cínica que se posaba en mis labios.- te ríes cuando sabes que te vas a morir y dices...¿Dices que algún día nos vamos a reencontrar?

- Así será.-sentencié.-tu y yo volveremos a vernos...en el infierno.

Ella suspiró hondo y le gritó al guardia que le abriera la puerta. Tras mirarme por última vez, se marchó mientras el guardia cerraba la puerta.

- Por más que corras...¡Allí nos veremos Elizabeth!- le grité acercándome a la puerta cerrada. Dejé salir todo el odio y la rabia que sentía desde hacía años.- ¡Y no voy a tener piedad de tí!¡Te lo juro por mi hijo!¡Te lo juro por Anthony!

Poco tiempo después entró Jacob en mi cuarto con el clip que le di. Cada vez se le hacía mas fácil abrir las puertas con ese alambre.

- ¿Te quedaste escuchando verdad?-le pregunté acercándome a la puerta.

- Sí...-dijo cerrando la puerta.- ...y esa mujer es peor que el mismo diablo. Parece que ha vendido su alma al diablo para ser así de hermosa.

- Quitame esto, por favor...-dije dándome la vuelta para que desatara la camisa de fuerza.- Me duelen los brazos...

Me quejé cuando me soltó.

- ¿Estas bien?-me preguntó preocupado.

Victoria entró en ese momento como alma que lleva al diablo acompañada de dos guardias.

- ¡Les dije que estaba aquí!- gritó. Mierda. No,no,no...-Llevadlo a las catacumbas.

- No...no, a las catacumbas no.-dijo Jacob mientras se lo llevaban.- Oye, oye...diles que me suelten.

Me quedé mirando como se lo llevaban. ¿Cómo íbamos a hacer para escapar si lo encerraban allí?

Victoria me miró con cara de odio por unos instantes y después se marchó tocando la medalla de mi madre que aún llevaba puesta. Esa mujer estaba celosa, y nunca soportó que Jacob hablara conmigo.

¿Y ahora qué?Sue estaba en la sala de torturas aún y Jacob en las catacumbas...tenía que idear un plan para que los tres saliéramos de aquí. Esta noche tendremos que escapar por las buenas...o por las malas.

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¡Pues aquí os traigo otra capítulo! Se que no es gran cosa...pero ¿Sabéis qué?¡Esta noche subiré otro! Y os aseguro que os quedará de piedra ;) Ya es hora de que llegue el tiempo de Bella...¿No creéis?Y os aseguro que con lo que va a pasar...va a permitir a Bella comenzar de nuevo y hacer y deshacer a su antojo.

Otra pregunta...¿Qué os parece el personaje de Jacob?¿No os resulta entrañable?Un ladrón bueno, de estos que te roban pero hasta el corazón...

Como me enternece cuando, a pesar de todo lo que están pasando, hace reír a Bella y bromea con ella. Este personaje va a ser importante en la historia...ya veréis porqué.

¡Os dejo, tengo que seguir escribiendo!No se a que hora actualizaré...pero el capítulo lo tendréis esta noche :)

Saludos, Ness.

Por cierto, no sé porque no me deja escribir conmentarios pero gracias a esa persona que ha dedicado su tiempo en escribirme uno y animarme a seguir :D

 

 



Capítulo 22: CAPÍTULO 21 Capítulo 24: CAPÍTULO 23

 


 


 
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