Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 41: CAPÍTULO 40

EDWARD POV

No sabía que era peor, si vivir la vida tranquila y sumergida en el dolor que llevaba hace unos meses...o esta montaña rusa de emociones que hacía que viviera cada día al límite.

Para comenzar, tenía a mi hija enferma y por lo que nos dijo el médico ninguno de nuestros familiares era compatible, por lo que tuvimos que comenzar con el tratamiento de quimioterapia y esperar hasta que apareciera un donante.

Después está el tema del Roach Terra, tras revisar las cuentas de los últimos años descubrí que Alec, el transportista de la mina, y Tyler Crowley, el que era el vicepresidente de la mina, había estado manipulando documentos para robar parte del oro que se extraía.

Y por último, Verónica Dantés...que al parecer no iba a mantener más su estado de viudez y estaba comenzando una relación con un tal Jacob Black.

FLASHBACK

Entré enfurecido en el salón de Verónica un día después de lo que sucedió en su habitación. Solo quería que me explicara quién era ese hombre y porqué me hacía enfurecerme tanto que estuviera debajo del techo de su mansión.

- No pensé que vendrías tan pronto después de la pelea de anoche.-dijo fría e imperturbable como siempre.

- Por eso mismo estoy aquí...¿Quién es ese tipo?-le pregunté intentando ocultar la rabia que sentía.

- ¿Quieres saber su nombre y apellido...o te basta con saber que es mi próximo hombre?-me preguntó altanera.

¿Qué?¿Qué quería decir con eso?

- ¿Y eso qué significa...?-la pregunté serio.

- Que ya guardé suficiente luto para mi marido...-dijo mirando su foto en el salón.

¿Me estaba diciendo que iba a rehacer su vida?¿Qué pretendía?Ayer estaba a punto de caer rendida y hoy decía que tenía una relación...¿Quién entiende a esta mujer?

- Parece que se te olvida que tú y yo ayer nos besamos...-dije sarcástico.

Ella carraspeó incómoda y desvió la mirada.

- Es mejor que te vayas.-dijo sin más. Quería salirse por la tangente.- No quiero que Jake aparezca y se arme otro escándalo.

- Ahhh...Jake, Jake...ese es su nombre.-dije disimulando mi enfado con desinterés.- ¿Y cuál es su apellido?

- Conformate con saber que duerme en esta casa, es mi compañero y yo ya no podría vivir sin él.- dijo cruzándose de brazos.

¿Por qué hacía esto?¿Por qué quería hacerme daño?¿Qué la ha hecho en otra vida para querer hacerme pagar lo que la debo?

Un momento...otra vida no, pero en otro tiempo sí...Bella, ella sería la única que podría cobrarme algo.

- ¿Esa es tu manera de vengarme de mí?-le pregunté mirándola detenidamente. Quería averiguar la verdad de una vez.

- ¿Y qué razón tendría yo para vengarme de ti?-me preguntó sonriendo.

Mmm...no, mejor sería guardarme mis sospechas. En el fondo, temía que volviera a desaparecer de mi vida.

- Siempre te molestó que te comparara con Isabella Swan...-dije como escusa.

Sonrió pensativa.

- No lo había pensado.-me dijo alzando sus cejas perfectas.- pero sí, quizás quiero un hombre que me ame por lo que soy...y no porque le recuerdo a otra mujer.

La tomé de los brazos y la atraje hacia mí perdiendo el poco autocontrol que me quedaba.

- Eso es porque tú no me dejas conocerte.-la dije mirando sus ojos verdes. Ella solo alzó la cabeza y escuchó atenta.- De ti solo tengo esta imagen y una frialdad que te empeñas en aparentar.

Otra vez ese pequeño gesto. Miró mis labios y mordió el suyo. No entendía cómo me podía hacer perder el control de mi mismo, cómo podía hacer que me acercara a sus labios sin que hubiera un dios que me lo impidiera.

Ella se retiró de mí para evitar el beso y me dió la espalda.

- Se acabó el juego.-dijo mirando el suelo enfadada. Se dio la vuelta y me enfrentó.- Nunca más vuelvas a tocarme, ya te aclaré que tengo una relación. Y a diferencia de tí, yo si se lo que significa la lealtad.

Esa frase llevaba un trasfondo claro. Era un ataque que no me haría esta mujer, sino la otra, la de mis sueños, mi Bella. Y quemó, quemó a fuego lento...porque era el golpe más bajo que yo podría recibir.

- No hace falta que me eches en cara mis errores.-la dije dolido con la cabeza baja.- Créeme los tengo muy presentes.

- Pues no lo parece...-dijo con rabia.- porque después de todas las amantes que has tenido, ahora vienes a celarme a mí, que estoy comprometida.

Un momento...

- ¿Comprometida?-pregunté sorprendido.- ¿Te vas a casar con ese tipo?

- Jake ha hecho por mí más que todos los hombres que he conocido en mi vida.-dijo con la cabeza en alta.

- Pues eso me suena a agradecimiento. Te vas a casar con él por gratitud, no por amor.-dije sin pensarlo. Yo mismo sentí una vez lo mismo por Irina, conocía bien ese sentimiento.

Se rió entre dientes.

- Ahora pretendes adivinar mis sentimientos.-dijo tan irónica como siempre. Como odiaba esa máscara que ella misma se empeñaba en tener en alto.- ¿Por qué mejor no aclaras los tuyos?

Tenía razón. Debía ser sincero con esa mujer...aunque me doliera asimilarlo.

- Ojalá pudiera explicarte con palabras lo que provocas en mí, pero no puedo...-dije rindiéndome a que hablara mi corazón.- Solo se que no hay un momento del día en que no piense en tí. Y no es solamente por tu belleza, quiero conocer tu interior, quiero ser parte de tu vida. Y no es solo una atracción física, es...sí, es amor.

- ¿Qué?-dijo quedándose muda y comenzando a reírse, después paró y me miró. Asentí con la cabeza para que viera que no era broma.

- Créelo. Estoy enamorado de ti. Se que es imposible y que no debería ser así, pero es la verdad.- dije sintiendo una especie de liberación y de tortura al mismo tiempo.

- Lo dices como si quererme fuera doloroso...-dijo con el ceño fruncido.

- Es solo que...me juré a mi mismo ser fiel a su recuerdo.-dije mirándola fijamente a los ojos. Era como tener delante a Bella, quizá así era.

Quiso aguantar las ganas, incluso suspiró hondo varias veces pero al final comenzó a reír a mandíbula batiente, como si se hubiera vuelto loca. Pero fue catártico, por primera vez en meses la veía reír de verdad. Cuando paró de reír minutos después, la miré con una ceja alzada. ¿Quién entendía a esta mujer?

- ¿Estás olvidando a Isabella Swan por mí?- me preguntó con las réplicas de su ataque de risa.

Era eso. Por eso se reía, quizá yo también me reiría en su lugar, si es que fuera la misma persona.

- Escúchame.-la dije sujetando sus brazos. Se puso seria y en alerta de nuevo al tenerme cerca.- No se si es un milagro o una traición...pero no puedo engañarme a mí mismo. Y esto es lo que siento, te amo.

Intenté besarla de nuevo pero se apartó.

- Vete Edward...No quiero que Jacob te encuentre aquí y arruines mi felicidad.-dijo suspirando.

Su felicidad. Su felicidad no estaba conmigo...y si era Isabella Swan, debería irme de su vida, ella lo merecía. Y yo solo era un patán que solo la lastimaba así que, irme sería lo mejor.

- Está bien.-dije asintiendo con la cabeza.- Tienes razón, he hecho mucho daño a muchas personas en mi vida. Que seas feliz, te lo mereces.

Me fui de allí. No pintaba nada.

FIN FLASHBACK

Acaricié la cabeza de mi hija cuando oí que comenzaba a quejarse en sueños. La quimioterapia la tenía muy débil y hacía que tuviera dolores y mareos.

Mi madre entró en ese momento en la habitación con un peluche que puso al pie de la cama de mi hija y me miró.

- Me dijeron que está algo delicada.-dijo suspirando.

- Sí, así es...-dije siguiendo acariciando su cabeza lentamente.- Espero que se la pase pronto. Por cierto, puse una denuncia contra Tyler Crowley y Alec.

- ¿Y eso por qué?-preguntó fríamente. Sabía que sabía todo lo que había ocurrido.

- Vamos Masen...sabes de sobra que en la mina había montada una gran estafa.-dije cansado.- Siempre lo sabes todo.

- ¿Y por qué no me lo dijiste antes?-preguntó fría sin mirarme.- Tuve que averiguarlo por mi cuenta.

- Nunca te he dado explicaciones de lo que hago.-dije encogiéndome de hombros.- Ahora yo soy el gerente de esa mina. Solo hago lo que creo que es mejor. Crowley estaba negociando con la mercancía y quedándose con las ganancias, los libros de contabilidad eran un desastre...había pagos dobles, préstamos, salarios excesivos...

- No entiendo como pasó esto.-dijo mi madre negando con la cabeza.- Siempre pensé que la mina era productiva.

- Y eso no es lo peor.-dije suspirando.- La veta superficial se está agotando. Necesitamos un estudio que requiere una gran inversión.

- No, por ahora intenta sacar beneficio con lo que hay...después ya veremos lo que hacemos.-dijo agobiada.- El asunto de las denuncias déjalo en mis manos. Sé que tengo que hacer.

 

BELLA POV

Cada día me creía un poco más que Edward solo fue una víctima más en todo esto. Cada día que pasa, cada mirada que me lanzaba desde la distancia me hacía ver que él decía la verdad, que me amó y que aún siendo otra persona, me ama. Pero él fue cobarde y pecó de omisión, no hizo nada por mí ni por mi hijo, y aunque estaba considerando eliminarlo de mi lista de enemigos, jamás lo perdonaría como mujer.

En cuanto a mi venganza, todo seguía adelante. Jacob había conseguido los documentos que podríamos utilizar para chantajear a Eleazar y acusarlo de varios delitos cuando llegara el momento.

También teníamos en nuestro poder a Jane, encerrada y encadenada en las catacumbas, donde la estábamos torturando psicológicamente para que nos dijera donde tenía guardados los papeles que incriminaban a los lobos.

Alec había desaparecido del pueblo y sospechábamos que estaban en manos de los lobos por confesar a Jacob todos sus trapos sucios. La estrategia entonces cambió, nosotros no haríamos nada, aquellas alimañas estaban comenzando a devorarse entre ellas y nosotros solo tendríamos que sentarnos a ver como se destruían los unos a los otros.

Pero no todo eran malas noticias. Mi hijo cada vez estaba más a mi lado debido a que había hecho las paces con Ángela, por lo que me podía dar el lujo de disfrutar de él. Después estaba mi compromiso con Jacob, que aunque no lo amaba, tenía la esperanza de hacerlo con el tiempo...esa era mi realidad, y para todo lo que había pasado, era suficiente para mí.

Fui a ver a Sue a su cuarto, últimamente estaba muy rara. Andaba triste y melancólica evitándome a toda costa. Abrí la puerta y vi que colgaba rápidamente el teléfono y se limpiaba las lágrimas.

- ¿Qué te ocurre Sue?-la pregunté con el ceño fruncido. Tenía una ligera sospecha sobre a quien llamaría Sue a esas horas de la noche.- ¿Con quién hablabas?

- No hablaba con nadie.-dijo nerviosa.

- Te vi con el teléfono en la mano. Estabas colgando cuando entré.-dije mirándola con sospecha.

- Pensé en hacer una llamada, pero me arrepentí.-dijo encogiéndose de hombros.- No me atreví.

- Ibas a llamar a tu hijo...-afirmé enfadada.

- Mira, Isabella, estoy cansada y me duele la cabeza.-dijo sujetando sus sienes con una mano.- Quiero dormir.

- Sue, aún no puedes.-dije sentándome a su lado y tocando su hombro.- Yo se que es muy duro, pero entiende que tenemos que vengarnos por el gran daño que nos han hecho. ¿Lo entiendes?

Ella suspiró enfadada.

- Solo entiendo que pasé la mitad de mi vida encerrada, y ahora estoy pasando mi otra mitad aquí en esta casa, sin poder dar la cara.-dijo frustrada.- Sigo sin poder ver a mi hijo,¿Cuándo me va a tocar ser feliz?

- Si los lobos se enteras que no estás muerta...

- Quizá ya lo estoy...-dijo interrumpiéndome.- O, al menos, así me siento...porque no puedo ni tocar ni abrazar a Jasper. Bella, es demasiado cruel...¿De qué no sirven tantos lujos si nos faltan el amor, las risas?Nos estamos secando por dentro, sobre todo tú, que te estás convirtiendo en lo que más odias, en una mujer tan fría y despiadada como Elizabeth Masen.

Ese fue un golpe tan bajo que me hizo encogerme en mi asiento. Era la segunda vez que me decían algo así y era como una daga en mi pecho.

Me fui de la habitación de Sue, dejándola con la palabra en la boca y me fui al despacho para tomar una copa.

Jacob apareció tiempo después, cuando yo miraba por la ventana y me tomaba mi tercera copa.

- Misión cumplida, mi futura esposa de Black.-dijo abrazándome por la cintura.- Ya devolví los papeles de Eleazar Delani, después de hacer una copia claro. Lo malo, es que hubo un pequeño problema.

- ¿Qué pasó?-dije suspirando sin dejar de mirar por la ventana.

- Nada, que el viejo Delani me descubrió y ya sabe que estoy en el pueblo.-dijo suspirando hondo.

- Por eso no te preocupes, a ese corrupto le vamos a cerrar la boca y si sabe lo que le conviene no abrirá la boca.-dije girándome hacia él.

- ¿Y a tí que te pasa, mi rubia?¿Tienes insomnio?-me preguntó de manera dulce acariciando mi mejilla.

- Jake...¿Tu crees que soy una mujer despiadada?-le pregunté sin poder evitarlo.

- No con los que amas.-dijo seguro.- Más bien eres la mujer más hermosa, inteligente, simpática y despiadada...pero solo con sus enemigos y contigo misma.

- Y sigo siendo capaz de amar...-dije sonriendo un poco.- Os adoro a vosotros y amo a...mi hijo.

- Bueno, Elizabeth también ama a tu hijo, pero a su manera, de forma tóxica y posesiva.-dijo haciéndome ver las cosas desde otra perspectiva.- También ama a Edward y a su nieta.

Otra comparación con ella.

- Tu también me comparas con ella...-dije decepcionada. ¿Y si era cierto?¿Y si el dolor me estaba convirtiendo en lo que más odio?

- ¿Quién más te compara?-me preguntó Jacob con el ceño fruncido.

- Sue.-dije encogiéndome de hombros.- ¿Tu crees que soy tan cruel como ella?

- No.-dije negando con la cabeza consternado de verme tan deprimida.- Ella es una asesina y tu jamás te mancharías las manos de sangre. Aunque...

- ¿Aunque qué?-le pregunté al ver que se quedaba callado.- No te quedes callado.

- Aunque eres muy dura con los que te queremos...-dijo mirándome esperando que estallara. Yo solo miré hacia la ventana avergonzada.- Por ejemplo con Emmett, lo mandaste cerca de esa víbora solo para cumplir tus objetivos y sabiendo lo peligrosa que es.

Dios mío, mi hermano...no. Siempre quise mantenerlos lejos de todo esto, a salvo.

- Sí, tienes razón.- dije tocando el puente de mi nariz.- Fue egoista y me endurecí por tantos golpes...pero yo no soy Elizabeth Masen, no lo soy.


EDWARD POV

Días después de poner la denuncia fui a la oficina de Jasper a ver como llevaba el tema de las denuncias contra Tyler Crowley y Alec, no me fiaba de la intervención de mi madre.

- Jasper, hola. Tu secretaria me dejó pasar.-dije a modo de disculpa por entrar sin avisar.- Vine a ver si averiguaste algo del Roach Terra y del robo de esos patanes.

- ¿Cómo sigue Reneé?-me preguntó serio.

- Está bien, dentro de lo posible. Al menos estoy feliz porque ayer la dejaron irse a casa.-dije sentándome en una silla de su oficina.

- Me alegro.-dijo seco.

- ¿Te pasa algo?-le pregunté al ver su cara.

Él suspiró hondo y dudó si decirme la verdad, pero al final cedió.

- Vas a creer que me estoy volviendo loco...pero anoche hablé por teléfono con mi mamá.-dijo con los ojos brillantes.

¿Qué?Eso no era posible.

- Jasper, eso no es posible, tu mamá falleció.-dije mirándolo comprendiendo como se sentía. Yo mismo había pasado por eso, escuchaba la voz de Bella por todos lados.

- Lo sé, pero era ella. Tengo su voz grabada en mi mente.-dijo suspirando.- Y lo peor de todo es que parecía que sufría, como si alguien quisiera que ella guardara silencio y la tuviera retenida a la fuerza...¿Me crees?

Asentí. Jasper no se dejaba llevar por las emociones tan rápidamente, era de hierro.

- Eres el hombre más ecuánime que conozco, debo creerte.-dije mirándolo sincero.- Si dices que está viva te creo.

- Tengo que encontrarla.-dijo impaciente.- Yo se que está viva, lo sé.

- Jasper te creo, pero me parece increíble que hayas hablado con tu madre cuando todo el mundo sabe que murió.-dije alborotando mi cabello confuso.

- A mí también me cuesta entenderlo, pero era ella.-dijo incrédulo.- Me llamó hijo y me dijo que estaba cerca de mí. Que si no estaba junto a mí es porque alguien nos separó.

- ¿Te dijo algo más?-le pregunté curioso.

Negó con la cabeza.

- No, yo pienso que o se le cortó la llamada o no pudo continuar hablando.-dijo tocando su frente.

- ¿Ves?Quizá alguien hubo alguien que te quiso confundir o mortificar.

En ese momento lo llamaron por teléfono y atendió. Su cara se volvió cetrina y sus ojos se abrieron de par en par. Contestó escuetamente y después colgó.

- ¿Qué ocurre?-le pregunté.

- Es Hide, dice que Crowley está ingresado en terápia intensiva y que se está muriendo a causa de una agresión que recibió anoche.

¿Qué?¿Agresión?

BELLA POV

Tyler Crowley se estaba muriendo

- Esto es muy raro...-dije pensativa.- ¿Por qué lo escogió a él?¿Qué le hizo Tyler a Elizabeth Masen?

- ¿Y qué te hace pensar que Elizabeth Masen está detrás del atentado?-me preguntó Carlisle, que había llegado para darme la noticia de su agresión.

- Ella siempre maneja los hilos...ha sido ella.-dije pensativa.- Lo que sé es por qué.

- Mmm...-dijo Carlisle pensando.- Tyler y Alec robaban a Elizabeth oro del Roach Terra, quizá esa sea la razón.

- A mi papá nunca le gustaron esos dos y estoy segura que ellos tuvieron que ver con su muerte.-dije intentando encajar las piezas. - No sé, algo no me cuadra.

Alguien aporreó la puerta principal y Carlisle y yo nos miramos confundidos. Vi pasar a Charlotte que corría a abrir la puerta y poco después apareció Esme enfurecida mirándome con rabia e impotencia.

- ¡Todo esto es tu culpa, Isabella Swan!-dijo gritando.- ¡Tuya y de nadie más!

¿Qué?¿Y ahora qué pasa?

- ¿Qué te ocurre?-preguntó Carlisle.- ¿De qué hablas?

- ¿Y por qué vienes llamándome por mi antiguo nombre?-le pregunté frustrada. No quería discutir con nadie más.- Tu sabes bien que eso está enterrado...¿Qué te hice?

- Yo una vez perdí al Tigre.-dijo temblando de la cabeza a los pies.- que era el hombre con me acompañaba cuando me dormía y me levantaba cada día. El único que no me vio como una mujerzuela, un hombre que me amaba, que me dio su corazón...y me lo mataron. Y yo ahora no tengo quien me ame, pero tengo algo mucho más sagrado, que es mi hijo Emmett, un hijo que lleva la sangre del Tigre...

¿Qué le había ocurrido a mi hermano?Me temí lo peor.

- ¿Qué le pasa a Emmett?-dije sin aliento.

- Está preso.-dijo enfadada.- Está en la cárcel por tu culpa.

- ¿Preso?¿Por qué?-dije digiriendo la noticia.

- Por lo mismo que te hicieron a ti...-dijo señalándome.- Lo acusan de un asesinato que no cometió y quieren desgraciar su vida, como hicieron contigo.

- Pero...¿De qué lo acusan?-pregunté impaciente.

- De intentar matar al ingeniero...el tal Tyler Crowley.-dijo suspirando hondo.

De repente todas las piezas encajaron.

- Claro, no hay otra desgraciada que esté detrás de todo esto, Elizabeth Masen.- dije encolerizada.- Ella era su amante, y él le robó...claro, ella es la culpable.

- No...¡Tú eres la única culpable!-me gritó Esme.- Por tu odio te estás llevando a todo el mundo por delante, a tu hijo, a tí...ahora a Emmett. Y eso si que no te lo perdono, porque si algo le pasa a mi hijo yo me muero...¡Pero primero te mato a ti!

- Esme que...-dije sin que las palabras salieran de mi boca. ¿Esto estaba logrando?¿Destruir a la poca familia que me quedaba?

- Mi hijo no...-dijo llorando Esme.- Él es solo un niño, está enamorado, está empezando a vivir...y todo se fue al traste por tu maldita venganza.

- Esme...relájate.-dije sin poder contener mis lágrimas.- Cálmate, escuchame, porque sí tienes razón...esto es mi culpa. Pero te juro que yo a mi hermano lo saco de esta...¡Te lo juro que lo saco!

Ambas nos abrazamos llorando sin poder evitarlo, porque lo necesitábamos. Ahora más que nunca los Swan teníamos que estar juntos.

Decidimos que yo arreglaría el papeleo de Emmett, así evitaríamos que lo trataran mal y podríamos preparar mejor su defensa teniendo a alguien como Verónica Dantés respaldándolo. Fui a la cárcel y exigí verlo para ver como estaba.

El alma me regresó al cuerpo cuando vi que no tenía ni un solo golpe ni ninguna herida. Él se acercó a la reja nervioso y espero a que yo llegara.

- Ya estoy aquí, Emm...-dije tocando sus hombros a través las rejas.- Estoy aquí.

- Hermana.-dijo nervioso. Miré para ver si alguien lo había escuchado llamarme así y me relajé al ver que estábamos solos.- Yo no lo hice, te lo juro...¿Tú lo sabes verdad?

- Sí, claro...-dije sujetando con fuerza sus manos.- Claro que te creo. Yo lo sé, tranquilo.

En ese momento la cara de Emmett cambió y miró al fondo del pasillo. Edward Cullen venía despacio y en silencio escuchando la conversación con el ceño fruncido, y mi corazón palpitó rápido.

- Verónica.-dijo cunado llegó a nuestro lado.- ¿Qué haces tu aquí?Eres la última persona que pensé en encontrar aquí...¿Qué haces con el hermano de Isabella Swan?¿Os conocéis?

Parecía que había un trasfondo en sus palabras pero ignoré el comentario para evitar ponerme nerviosa. Aunque a su lado nunca estaba tranquila. Amaba y odiaba esa sensación.

- Sí, Emmett y yo nos conocemos.-dije para ganar tiempo.

- ¿A sí?-preguntó sonriendo sarcástico.- ¿Y de qué?Desde que llegaste a este pueblo dijiste que no sabía nada de Isabella Swan ni de su familia...y ahora te veo aquí, con su hermano.

- La señora Dantés y yo nos conocemos por Ángela.-dijo Emmett rápidamente.

- ¿Ángela?¿Qué Ángela?-pregunté intrigada.

- La sobrina de Emily, la que trabajaba en tu casa y tu madre despidió.-dijo Emmett sonriendo orgulloso.- Yo la ayudé y por eso somos amigos.

- Ahora esa chica vive conmigo.-dije sonriendo. Edward Cullen, vas necesitar mucho más que eso si quieres descubrir la verdad.- Es mi protegida y cuando supo que estaba aquí me pidió que le ayudara. No te preocupes Emmett, voy a pedirle al mejor de mis abogados que te defienda...muy pronto vas a salir de aquí. Hasta luego.

Me dirigí a la oficina del comisario para hablar con Hide. Necesitaba asegurar la seguridad, los derechos de mi hermano y que estuviera bien atendido, también pedí que Esme pudiera visitarlo cuando quisiera y que a ella no se la faltara el respeto. Claro está, todo esto bajo la amenaza de contactar con uno de los altos cargos delegados por el presidente del país , si es que algo pasaba, para que solucionar la situación y hacer que la carrera de Hide se fuera por el retrete.

Cuando llegué Jasper estaba esperándome hecho una furia porque exigía ver a a mujer de la burka. Sabía que algo sospechaba, así que no me quedó más remedio que mentirle y decirle que “Fathema” había regresado a los Emiratos Árabes. No se lo creyó, incluso me amenazó con conseguir la orden judicial para registrar la casa, según él sospechaba que Sue estaba aquí en contra de su voluntad.

Se fue de allí enfadado y yo sabía la razón. Seguramente Jasper había registrado la llamada que Sue “supuestamente” no hizo anoche. Subí las escaleras a la carrera y me dirigí a donde estaba Sue.

- No es posible que me hayas traicionado, Sue.-dije entrando sin llamar a su cuarto.

- ¿De qué hablas?-me preguntó estrañada.

- Me mentiste...llamaste a tu hijo.-dije enfadada.- ¡Dime si te atreviste a llamar a Jasper!

- ¿¡Y si lo hice, qué!?-me gritó de vuelta plantándome cara.

- ¿Cómo puedes hacerme esto?-le dije herida.

- Eso mismo debería decirte yo.-dijo enfadada.- Sabes cuánto he sufrido por estar sin mi hijo y no has dejado que me acercara a él.

- Solo tenías que esperar un poco.-dije frustrada tocando mi frente.

- ¿Cuánto más tengo que esperar Isabella Swan?-me preguntó.-¿Cuánto más tengo que esperar para que tú sacies tu sed de venganza?

- Es que no es solo tu venganza.-dije mirándola sin entender porque todo el mundo ahora me echaba la culpa de todo. Todo sobre los hombros de Verónica Dantés...o de Isabella Swan...o a saber a qué personalidad mía echabam la culpa.- También es la tuya, la de Jacob, la de Carlisle, la de mi padre y hasta la de Esme y mi hermano.

- Eso es porque tu lo decidiste.-dijo llorando.- Yo hace tiempo que no quiero esta venganza. Y ya no solo porque quiero estar cerca de mi hijo, sino porque cada vez me hace sentir peor...¿Acaso tu puedes mirarte al espejo todos los días sin sentir vergüenza?¿Puedes dormir tranquila cuando hay una persona gritando y llorando toda la noche para que la saquen de donde está?

En el fondo, conocía muy bien esa sensación...solo era que no quería aceptarla.

- Es que no es una persona...-dije llorando frustrada.- es el verdugo que se encargó de torturarnos año tras año, ¿Ya se te olvidó?

- No me importa quien sea...-dijo mirándome cansada.- pero lo que uno no puede hacer es repetir el mismo horror...¡Porque eso lo hace tan miserable y crueles como ella!

Bingo. Ese era el quiz de la cuestión...ella pensaba que yo era como los lobos, una sin alma. Quizá lo era, quizá no debería permitir que Verónica me tocara el corazón, porque sino, mucha gente saldría lastimada porque no vería límites en lo que hacía

- Yo nunca he querido ser cruel contigo...-la dije dolida. ¿Realmente pensaba eso de mi?- Contigo jamás.

- Pero lo has sido conmigo, con Carlisle, con Jacob y hasta con tu propio hermano.-dijo mirándome decepcionada.- Es una crueldad y un peligro que lo hayas obligado a estar al lado de una alimaña como esa mujer.

Me senté desolada y comencé a llorar al ser consciente de todo lo que estaba haciendo.

- Sí, mi hermano...-dije apoyando mis codos en las rodillas y taparme la cara avergonzada.- Mi probre Emmett...y...¡Perdóname!Tienes razón yo no tengo razón para hacerte esto, y menos a tí, que eres como una madre para mi. Pero fueron muchos años de dolor, de un dolor que me cambió por dentro y me convirtió en esto.

- Todavía puedes parar...-me dijo acercándose para acariciar mi mejilla.- Mi niña está aún ahí detrás de esas lágrimas. La de corazón puro, la que también necesita un poco de felicidad...Yo quiero que vuelva esa Isabella.

- No, Sue, a ella la mataron...la mataron cuando vaciaron su vientre, cuando asesinaron a su hijo.- dije sollozando.

- Intenta olvidarlo, tienes a Jacob, a tu hijo...con eso puedes rehacer tu vida.-dijo sujetando mis hombros.

Y ahí estaba después de hacerla daño apoyándome, brindándome consuelo...como solo una madre haría.

- Perdóname...por haber sido tan dura contigo...a tí que te debo tanto, ya no tiene caso esperar, nadie más que tú se merece la felicidad-la dije ahora mirándola a los ojos. Busqué su teléfono y se lo entregué.-Toma, llámalo. A tu hijo. Tienes razón, yo estaba confundida...tranquilízalo, dile lo que tu quieras.

Ella llamó a su hijo solo por unos minutos. Ella lo quería así, decía que así no podrían descubrirnos y sabría de su hijo. Le dijo que estaba bien y que cuando se vieran le explicaría todos, que se mantendría en contacto con frecuencia...y que se verían pronto, que todo iba a volver a su cauce.

Cuando terminó la llamada me abrazó y pude sentirlo, pude sentir como sería la felicidad de Sue,y eso no me lo volvería a perder por nada del mundo. Lo juraba por lo más sagrado que me quedaba. Mi hijo.

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¡¡¡NUEVO CAPÍTULO!!!

Vaya, vaya...la cosa se complica. ¿Qué creéis que pasará a partir de ahora?

Nos leemos pronto, Ness :)

Capítulo 40: CAPÍTULO 39 Capítulo 42: CAPÍTULO 41

 


 


 
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