Sed de Venganza

Autor: Ness
Género: + 18
Fecha Creación: 13/11/2014
Fecha Actualización: 12/02/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
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Capítulos: 57

 

Todos van a pagar, todos. Los que me empujaron al abismo, los que no me ayudaron, los que celebraron mi caída sin piedad. Son doce rostros, doce nombres que me han dado fuerza para no morir.

 

Elizabeth Masen, Eleazar Delani, su esposa Carmen, su hija Tanya, Tyler Crowley, Alec, James Hide, Demetri, Jane Demons, Aro Vulturi, su hijo Jasper y el traidor de...Edward Cullen. Ellos mataron todo aquello que algún día fui, pero no acabaron conmigo del todo, no, porque antes tengo que verlos caer. Y no habrá piedad, lo juro por mi padre...¡Lo juro!

 

Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia a Telemundo.

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Capítulo 25: CAPÍTULO 24

BELLA POV

Al amanecer, llegamos a una fábrica abandonada que estaba a las afueras del pueblo y entramos. Estaba todo lleno de pasto para el ganado y maquinaria para labrar la tierra. Era perfecto para escondernos mientras decidíamos que hacer.

- Me voy a sentar...estoy muy mareada. Me siento mal.-dijo Sue sentándose sobre la paja.

- Tranquila Sue, debe ser el efecto de las drogas.-le dije mirándola.- Pronto pasará.

- Necesitamos agua y comida...tengo hambre.-dijo Sue tocando su abdomen. Sentí como mi estómago sonaba al hablar de comida. Yo también tenía hambre.

- No se preocupen, yo ahora salgo y compro lo necesario.-nos dijo Jacob seguro de sí mismo.

Me eché a reír.

- ¿Y con que dinero vas a comprar?-le pregunté irónica.

- ¿El dinero?-dijo Jake riéndose. Mira que podía llegar a ser prepotente.- Ese nunca ha sido un problema para Jacob Black. Esa es mi especialidad.

Bueno, no teníamos más remedio...solo por esta vez dejaría que Jake robara para comprar lo necesario.

- Cuidado...y no te metas en problemas, fanfarrón.-le dije como cuando sermoneaba a Anthony cuando era niño. Y eso era Jacob, era un niño grande, que nunca fue educado, ni castigado.- No vayas a acabar otra vez en la cárcel.

- Yo se cuidarme solo...tu preocupate de cuidaros a tí y a la Loca Mayor, que no tiene muy buena cara, y por favor, no salgáis de aquí. Deben estar buscándoos para volveros a encerrar.

Se fue sin decir nada más, sonriendo y muy seguro de sí mismo.

- ¿Qué vamos a hacer ahora?- me preguntó Sue cuando me senté a su lado. Suspiré.

- Lo que hagamos tenemos que pensarlo muy bien...- dije mientras organizaba los planes en mi cabeza. Ir a la capital e intentar conseguir los mejores abogados eran mi meta.- Por lo pronto necesito mucho, mucho dinero...

- Y yo lo tengo.-dijo Sue decidida. Yo asentí esperanzada.- La fortuna de mi tío también es tuya...pero para eso, tenemos que salir de aquí e ir a Inglaterra sin ser descubiertos. Los lobos deben estar cazándonos, los conozco muy bien.

Tenía razón, deberíamos pensar como salir de aquí e ir a por todo ese dinero...después podríamos recuperar nuestra dignidad, vengar a los nuestros y hacer pagar a esos miserables.

 

EDWARD POV

Llegué a casa arrastrando los pies por el cansancio y la tristeza.

- Isabella Swan muerta...-dijo mi madre suspirando. Mi corazón se apretó un poco más.- vaya, que bien suena.

Entré en el salón justo para ver como mi madre y Tanya se reían. Definitivamente estas mujeres no tenían corazón...¿Cómo podían alegrarse de la muerte de alguien?

- Sí...-dije caminando hacia donde se encontraban. Mi voz sonaba ronca y sin vida.- está muerta, y por lo que veo vosotras dos lo estáis celebrando. ¿Por qué no hacéis una fiesta?Así celebráis la muerte de vuestra peor enemiga...- ellas solo me miraron seriamente. Sonreí irónicamente.- La única mujer que amé en toda mi vida está muerta...¿Y vosotras qué hacéis?

- Sí, una fiesta. ¿Qué tiene de malo?Por su culpa se murió Mike.-dijo mi madre levantándose del sillón.

La miré negando la cabeza. No podía comprender como nací de un ser tan perverso y manipulador.

- Y yo no voy a disimular mi alegría...-dijo Tanya. La miré con la misma cara.- Por su culpa, mi hermana Jassica está muerta, y además, ella siempre se interpuso entre nosotros dos y ahora ya no está.

Me comencé a reír sin poderlo evitar. ¿De verdad pensaban que si Bella moría, yo me olvidaría de ella?¿Qué me la sacaría de la cabeza?

- ¿Se puede saber qué pasa con vosotras?¿Aún no lo entienden?Isabella Swan nunca se irá...¡Porque siempre va a estar aquí!-grité golpeándome el pecho.- ¿Os ha quedado claro?

Después de eso me fui a mi cuarto sin mediar ninguna palabra más...solo Anthony y yo tendríamos este dolor por siempre. ¡Anthony!Se me olvidaba, debo darle la noticia.

Hablé con él por un periodo de tiempo muy corto. Él sonaba triste aunque frío, quizás, porque desde lo que ocurrió en el cementerio no le caigo bien. Él dijo que volaría a primera hora de la mañana para estar presente en el entierro.

Después de tirarme varias horas mirando a la nada, me duché y quedé con verme en el club con Jasper...necesitaba desahogarme para asimilar su muerte y ahogarme en el alcohol para olvidarlo.

- ¿Qué es la muerte, Jasper?¿Silencio?¿Oscuridad?¿Una catástrofe infinita?Dímelo, porque yo no lo sé.- él solo puso una mano en mi hombro. La rabia me carcomía los huesos cuando pensaba que murió sola y de la peor manera posible.- La fallé...

- Edward...lo que pasó no es tu culpa.-me dijo por enésima vez.

- ¿No lo entiendes?Yo la fallé...y todo esto es mi culpa.-le dije golpeando con el puño la mesa.- ¿Y sabes cuál es mi castigo?Saber que no voy a volver a verla nunca más...esa va a ser mi condena.

- Tranquilo...-me dijo Jasper.

- Tranquilo...-repetí la palabra asimilándola.- Esto es infinito...es como morir día a día, cada segundo, por el resto de mi vida.

Después de horas y horas bebiendo, Jasper decidió llevarme a casa para descansar...yo no quería quedarme solo pero tenía razón, mañana tenía que estar presentable para el último adiós a Bella. Cuando Jasper me sentó en la cama de invitados, ya que Tanya se negaba a dormir conmigo así, se puso a mi altura.

- Tienes que ser fuerte por tu hija...-me dijo.- Yo ya me tengo que ir. Suerte mañana, hermano.

- Adiooóss...-le dije como pude ya que estaba totalmente borracho. Se marchó y yo cerré los ojos solo para estar con Bella, aunque solo fuera en mis pensamientos.

FLASHBACK

Aunque llorara, seguía siendo lo más hermoso que había visto nunca.

- Lo digo porque te quiero.- le dije sujetándola de los hombros.- Mátame si quieres, pero es la verdad. Yo te amo, ¿Me crees tan estúpido como para perderte? Bella, se que te lastimé, que te herí, que no creí en tí cuando siempre me dijiste la verdad...por eso te lo imploro, perdóname...


- Es que no es tan fácil...-dijo abriendo las puertas al llanto.

- Nadie dijo que lo fuera...-dije sujetando su cara.- pero no me voy a resignar a perderte, si hay algo a lo que tenga que renunciar va a ser a mi familia, pero no a tí, amor...¿Sabes por qué?Porque no puedo, ni se vivir sin ti...

Y la besé, llorando y poniendo el alma en ese beso.

FIN FLASHBACK

- Yo no necesito suerte...Ya no me importa lo que pase conmigo. Solo voy a respirar, a persistir...-dije mientras me caía al suelo de rodillas y me hacía un ovillo en el suelo. Comencé a llorar con fuerza.- Hasta que me toque irme contigo. Perdóname Isabella, perdóname...

Y con su recuerdo en mi cabeza y la medalla en mi mano me quedé profundamente dormido, rogando al cielo porque no volviera a despertar.


BELLA POV

Era de noche cuando Jacob apareció por la fábrica. Llevaba un traje de chaqueta y el pelo muy corto...¿Se cortó su hermosa cabellera?

- Mis bellas loquitas...-dijo mostrando todas las bolsas que traían.- Llegó su navidad.

Nos quedamos con la boca abierta al verlo, casi parecía un hombre de sociedad con esa camisa blanca y la americana. Buscó algo en las bolsas y nos sonrió.

- Mirad, para mi Loquita Mayor he traído un modelito que realce esas curvas.- dijo mientras le entregaba un vestido en manga larga.

- ¿Para mí?-dijo Sue sonriendo y mirándolo con un brillo en los ojos.

- ¡Jacob, pero mira que elegante...!-le dije riendo.

Volvió a buscar algo en las bolsas y me entregó un juego de pantalones y una sudadera polar.

- Y para tí mi Juana de Arco, te traje algo limpio y calentito.-dijo sonriendo.

Ropa limpia. Casi chillé de la alegría. Me estaba muriendo de frío con la fina chaqueta que nos daban en el sanatorio.

- Gracias.-dije mirando la sudadera. Volvió a meter sus manos en las bolsas y se puso a buscar algo.

- Y lo más importante...aparte de la comida.- dijo mientras sacaba una botella de alcohol.- Tequila. Es para celebrar dos cosas. Dos muy buenas noticias.

- ¿Cuáles son?-dije dejando de lado la ropa cuando vi que tenía información que nos interesaba. Sue también lo miró interesada.

- Bueno, la primera...es que Jane desapareció de la faz de la tierra.-dijo frotándose las manos con una sonrisa. - Se fue.

- Ojalá que se la trague la tierra...-dijo Sue con odio. Bueno, eso era un problema menos para nosotros.

- ¿Y la otra?-le pregunté para que nos siguiera contando.

- Bueno...la otra mi queridísima Juana de Arco es que...-dijo mirándome aflijido.- Estás muerta. Te declararon muerta.

¿Qué?¿Yo muerta?Pero si no había evidencias de ello, ni mi cuerpo.

- Pero no entiendo...¿Cómo que me declararon muerta?¿Con qué cadáver, si yo estoy aquí?-pregunté sin poder creérmelo.

- Bueno...al parecer un tipo te reconoció por una medalla que era tuya.-dijo Jacob con el ceño fruncido.

- La medalla que Victoria te robó.- dijo Sue sujetando mi brazo.- Ese cuerpo es de Victoria.

- Ay...la medalla de mi madre.-dije acordándome de ella. Sue asintió.- Yo la vi morir...el Casanova la prendió fuego. Todo encaja.

- Pues si...ese tipo que te reconoció estaba desecho...y lloraba a mares.-dijo negando con la cabeza.

¿Y qué hombre del pueblo lloraría tanto por una loca y asesina como yo?¿Sería mi hijo...?Pero él aún era un adolescente...tendría unos 15 años. Mi otra posibilidad era que ese hombre fuese...no mejor no pensarlo, mi herida aún sangraba.

- ¿Y quién era ese hombre?¿Cómo era?-le pregunté para salir de dudas.

- No lo sé...era alto, de piel clara y el pelo desordenado...de un color rojo o...cobrizo, mejor dicho. También pienso que podría ser de mi edad.

Era él...las tripas se me retorcieron hasta lo más profundo. ¿En qué mundo paralelo ese traidor lloraría por mí?

- Edward...Edward Cullen...-dije intentando disimular como me picaba la garganta al pronunciar su nombre.- Mi enemigo.

- Pues para ser tu enemigo estaba destrozado.-dijo perplejo con mi respuesta.

- Me da igual.- miré la botella de tequila y se la quité de la mano a Jacob.- ¿Comenzamos a celebrar?

Después de disfrutar de una buena cena, Sue se retiró a descansar, Jacob y yo preferimos tomarnos esa botella. Necesitaba relajarme un poco y hacía tanto que no me tomaba una copa...

- Entonces...-dijo Jacob mientras me veía tomar un trago de la botella. Se la pasé después.- ¿No me piensas contar de ese tipo?

- Solo si tu me cuentas porque nunca nadie se preocupó por tí.- le dije recordando sus palabras en la catacumba.

Él lo pensó y dio un trago al tequila.

- Está bien...me parece justo.- suspiró y me miró.- Hagamos algo...yo te cuento mi historia y tu la mía.

- Muy bien.-dije y nos dimos la mano.- Trato hecho.

- Jamás deshecho.-dijo alegre.-¿Sabes algo?Creo que ya estoy logrando que confies en mí.

Sonreí no pudiéndome creer que pudiera llegar a hacerlo.

- A mí también me da esa impresión.-le dije sonriendo.- Ahora cumple tu parte del trato.

Él me contó su historia entre tragos de tequila...y pude ver que era tan triste como la mía. Jacob fue un huérfano sin nadie que se preocupara por él, vivió en un orfanato hasta que se escapó a los doce años cuando se cansó de recibir malos tratos. Después de eso, comenzó a robar para vivir...hasta que fue mayor y se dio cuenta de que podría ser estafador y ganar mucho dinero. Acabó en la cárcel cuando intentó estafar a Eleazar Delani y posteriormente fue ingresado en el sanatorio después de hacerse el loco.

Yo también le conté toda mi historia ante su cara incrédula. Jacob se agitó muchísimo y me dijo que no soportaba las injusticias, también me abrazó y me prometió que jamás permitiría que nadie me hiciera nada.

Aquella noche me di cuenta de lo distinta que hubiera sido mi vida si en lugar de enamorarme de Edward Cullen, lo hubiera hecho de Jacob Black. Porque Edward nunca mereció mi amor, y aunque no comprendía porque lloraba por mí, me dejó con buen sabor de boca saber que, al menos, sufriera una milésima parte de lo que yo sufrí por su culpa.

A la mañana siguiente, no pude resistir las ganas de ir a mi propio funeral...ni de ver a mi hijo Anthony. Cuando llegué al cementerio me quedé mirando a un hombre que también observaba mi entierro desde la distancia.

Me acerqué un poco a él para ver quien era. Parecía un vagabundo pero al oír su voz supe quien era. Carlisle Miller.

- Te deseo que descanses en paz Isabella.-le escuché decir mientras me acercaba.

- Que curiosos los funerales,¿Verdad?-le pregunté y él se giró asustado mirándome con los ojos como platos.- Sobre todo cuando son los de uno mismo.¿Cómo te va señor periodista?¿Te acuerdas de mí?Quita esa cara, te aseguro que no soy un fantasma.

- Bella.-dijo riéndose con incredulidad.-Esto tiene que ser obra del Tigre.

- Seguro.-dije riendo con él. Después nos abrazamos los dos llorando después de tanto tiempo.

- ¿Y a quién están enterrando?-preguntó señalando un lugar detrás de su espalda. Miré y cuando me refugié detrás de un panteón, vi a Emmett y a Esme abrazados llorando frente a mi ataúd, allí también estaba...Edward Cullen, y acompañado de su madre. Pero todo perdió su significado cuando vi a un chico de pelo castaño, con una cara tan hermosa que daban ganas de llorar solo de verla desfigurada por el dolor.

- Anthony.- susurré cuando lo reconocí por un gesto que hacía cuando era pequeño. Comencé a llorar en silencio. No solo por verlo, ahí, tan mayor, después de tantos años... sino por su dolor, porque lloraba por mí.- Viniste a mi funeral. Eso significa que nunca me olvidaste.

Algo pasó porque Edward y su madre se fueron y dejaron allí a mi hijo con la familia. Supongo que para dejar algo de intimidad.

Mi hijo cuando vio a su abuela irse se postró frente a mi tumba y rompió a llorar con fuerza.

- Elizabeth y Edward se han ido.-me dijo Carlisle mientras desde lejos lloraba con mi hijo, solidarizándome con él.- Tenemos que aprovechar para ir a ver a tu hijo.

El miedo me inundó y me paralizó.

- No...no, él no debe saber que estoy viva.-dije sintiendo como un agujero se abría en mi pecho. Carlisle me miró interrogante.- Mi hijo no tiene la malicia para mentirles a todos...mucho menos a su abuela. Yo todavía no sé si esa arpía le lavó el celebro contra mí.

- No...míralo...tu hijo te adora, no puede ser de otra manera viendo como te está llorando.-dijo Carlisle para hacerme sentir mejor. Yo lloré un poco más y volví a centrar mi vista en él.

- Yo se que suena cruel, pero lo hago por su bien...no quiero que corra peligro por mi culpa.-dije explicándole la situación.



- No lo creo.-dijo Carlisle negando con la cabeza.- Elizabeth es una arpía pero sería incapaz de hacerle daño a su nieto.

- ¿Y qué hay de los otros lobos?-le pregunté con odio.- Se apoderaron de la mina de mi padre y no les va a temblar el pulso para lastimarlo si descubren que sigo viva.

- Me pregunto a quién estarán enterrando en tu lugar.-dijo Carlisle mirando como mi familia lloraba mi supuesta muerte.

- A Victoria. Una enfermera que me robó la medalla de mi padre...la que él me dio antes de morir.-dije sin parar de llorar cuando miraba a mi hijo.- La confundieron conmigo.

- ¿Cuánto tiempo más vas a aguantar sin ver a tu hijo?-me preguntó Carlisle al verme llorando.

- Durante mi encierro...no hubo un solo día en el que no soñara con él.-le expliqué.- y ahora que lo tengo a unos pasos...no puedo correr a abrazarlo, a besarlo y secarle sus lágrimas.

Mi llanto cada vez iba a más.

- No es justo ni para tu hijo ni para tí. Es un sacrificio demasiado grande.-me dijo tocando su frente.

- Todo a su tiempo. Por ahora ni mi hijo, ni mis enemigos pueden saber que me escapé de la muerte.-afirmé. Volví a mirar a mi hijo como lloraba de rodillas frente a mi tumba.- Que guapo está mi hijo...con que ganas los abrazaría a los tres. ¿Sabes qué?Yo ya me voy porque me estoy ablandando y no voy a poderlo resistir.

Me levanté para irme pero Carlisle me lo impidió.

- No, espera Bella...-dijo mirándome con ojos afligidos. Me puse de nuevo a su altura y me puse a llorar.- Mira yo entiendo tus razones, entiendo que quieras proteger a tu hijo, pero...¿De verdad crees que es justo para Emmett y Esme?¿Qué les prives de tu presencia?¿Qué no les digas que estás viva?¿O es que desconfías de ellos?

Me paré a pensarlo fríamente un momento y vi que tenía razón. Negué la cabeza y mi corazón comenzó a palpitar fuerte de solo imaginarme que los podría ver y abrazar.

- No...-dije. Y tomé su mano sonriendo.- Prepáralos, está misma noche me van a ver.

Él sonrió de vuelta y yo me largué de allí después de mirar a mi familia frente a mi tumba por última vez.

Capítulo 24: CAPÍTULO 23 Capítulo 26: CAPÍTULO 25

 


 


 
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