Hacía ya una semana que habíamos llegado a Paris y todo había sido muy bonito, Bella y yo nunca nos peleábamos, siempre estábamos demostrándonos amor y ternura. Habíamos salido un par de veces, pero siempre teníamos que volver por qué Bella se mareaba o tenia nauseas.

Sabía que algo me ocultaba, por que ya había pasado una semana y Bella seguía igual, todas las mañanas se levantaba vomitando y yo no sabía por qué. Cuando le preguntaba me decía que estaba bien y que solo algo le había caído mal en el estomago, pero por otro lado estaban los mareos que le daban, eso no era exactamente algo que te pasara cuando tenias una infección en el estomago.

Me sentía desesperado por no saber que le ocurría y cuando le decía que si me dejaba revisarla, ella se negaba y hacia cualquier cosa para distraerme y que se me olvidara, ya sea besándome o haciendo pucheritos estilo Alice, habíamos hablado un poco con ellos y Emmett seguía molestando con lo de hacer sobrinos, pero nosotros seguíamos negándolo y seguíamos diciendo que en ningún momento habíamos hecho el amor cosa que era una inmensa mentira por que en cualquier parte lo hacíamos, pero lográbamos convencer a Emmett y el muy feliz nos felicitaba y decía que ya quería que Bella volviera por que muffin quería conocerla y ya que era un perrito que no crecía, Emmett se estaba volviendo loco con él, siempre se escuchaban los lloriqueos de muffin y a Emmett haciéndole mimos.

Volviendo a la enfermedad rara que Bella tenia, mi mente se estaba volviendo loca para poder saber lo que tenia, aunque algo estaba haciendo clic en mi cabeza con sus síntomas, pero no estaba completamente seguro aun.

-Hola llamando a Edward-una mano se sacudió enfrente de mi cara, sacándome de mis pensamientos.

-Que… que?-mire a Bella sonrojado.

-En que piensas, estabas muy concentrado que ni cuenta te diste que prepare el desayuno-señalo la bandeja que estaba a mi lado en la cama.

-Lo siento, es que estaba recordando todo lo que hemos pasado en este hermoso viaje-sonreí y bese su mejilla.

-Si, ha sido un viaje de ensueño-me abrazo escondiendo su carita en mi cuello.

-Lo único malo que hemos pasado son tus malestares-saque el tema sin saberlo.

-Edward cuantas veces te eh dicho que estoy bien, no tengo completamente nada, solo una infección en el estomago que pronto se me quitara-estaba comenzando a enfadarse.

-Lo sé amor, pero no puedo evitar preocuparme por ti, no me gusta que estés así, no quiero que te pase nada-baje la mirada.

-No me va a pasar nada mi amor, ya verás que pronto se me quita-tomo mi barbilla y la levanto para que la mirara y me sonrió con amor.

Sonreí ampliamente.

-Mejor vamos a desayunar que me muero de hambre-susurro y tomo un plato.

Desayunamos entre risas y bromas, cuando terminamos recogimos un poco el cuarto del hotel y nos sentamos en el sofá a ver la televisión, pasamos los canales hasta que encontramos una película para ver, nos acomodamos abrazados y comenzamos a ver la película.

Teníamos varias horas viendo la televisión sin movernos de nuestra posición tan a gusto, mire mi reloj y ya era bastante tarde, tenía que pensar en cómo salir del hotel sin que Bella sospechara nada y sin que se molestara.

La mire y estaba completamente dormida, me moví un poco y me incorpore cuidando no molestarla, logre levantarme sin despertarla pero no logre dar ningún paso, por que se despertó y me miro desconcentrada.

-A dónde vas?-se incorporo quedando sentada.

-Iba a ducharme mi amor-sonreí.

Asintió y se volvió a tumbar en el sofá, aproveche y camine hacia la habitación, me metí al baño y abrí el grifo de la ducha, me desvestí y me metí dentro del agua calientita, me relaje mucho y pensé en lo que tenía planeado para esta noche, lo único malo es que tendría que mentirle para poder salir. Termine de ducharme y salí con una toalla envuelta en la cintura, abrí el vestidor y saque un pantalón de vestir negro, una camisa purpura que Bella me había comprado y un saco, me vestí y trate de acomodar mi cabello que siempre quedaba todo revuelto de todos modos.

Mire su ropa y hasta el final del vestidor había una bolsa negra, la abrí lentamente y me encontré con un hermoso vestido del mismo color de mi camisa, lo saque y lo extendí en la cama sonriendo, abrí el buro y saque una libreta y escribí un mensaje:

“Mi amor salí a dar un paseo, te vi tan hermosa dormida que no quise despertarte, quiero que te pongas muy hermosa por que te tengo una sorpresa, por favor no te enojes conmigo que sabes que yo nunca haría algo sin consultarte pero esto es muy especial para nosotros.

Paso por ti a las 7, te necesito lista y hermosa”

Te amo

Edward

Deje la nota junto al vestido y salí de la habitación, tome las llaves y mi cartera, me agache a su altura y deje un beso en sus labios, ella ni siquiera se inmuto pero una sonrisa apareció en sus labios. Me levante y salí de la habitación, baje por el ascensor y camine hacia el coche que había alquilado cuando llegamos a Paris para movernos con más facilidad.

Maneje hasta mi destino para comenzar a preparar la sorpresa que le tenía preparada, toque mi bolsillo del pantalón y sonreí al sentir lo que traía ahí.

Bella POV

Me desperté un poco desconcertada, abrí mis ojos y me incorpore buscando a Edward pero solo había un gran silencio, me levante dejando la manta en el sofá y lo busque por todos lados, pero no lo encontré por ningún lado.

Las malditas lagrimas traicioneras hicieron acto de presencia y comenzaron a correr por mis mejillas, Edward se había ido y ni siquiera me había dejado una nota diciéndome a donde, tal vez se había hartado de mí y me había dejado sola para deshacerse de mí, fui a la habitación llorando y entre en el baño, lave mi rostro pero no podía dejar de llorar, deje que las lagrimas corrieran y salí del baño, camine hacia el vestidor pero algo en la cama me llamo la atención.

Un vestido color purpura estaba extendido sobre la cama y encima del había una nota, me acerque a la cama y tome la nota, era de Edward diciéndome que quería que me pusiera este vestido por qué me tenía una hermosa sorpresa.

Sonreí ampliamente y corrí al baño a ducharme, pero mejor llene la bañera y le eche sales aromáticas, me desvestí y entre en el agua, me recargue en la bañera y cerré los ojos para relajarme, estuve vario tiempo así hasta que no aguante mas y comencé a ducharme, cuando termine salí envuelta en una toalla, me cepille el cabello y después me puse crema hidratante en todo el cuerpo, me puse mi ropa interior y me envolví en una bata. Tome el teléfono y llame a recepción pidiendo que trajeran a una estilista que estaba en el hotel, me dijeron que la mandarían enseguida.

Volví a entrar al baño y abrí una puertita donde tenía varias cosas, sonreí al ver la tirita con dos rayitas, la tome entre mis manos y sonreí más ampliamente, volví a dejarla y tome un broche que me quería que me pusieran en el cabello.

Cerré la puertita y escuche que alguien llamo a la puerta, camine hacia allí y abrí la puerta, una señora muy linda entro con todas sus cosas, me hizo sentarme en una silla y comenzó a hacer cosas en mi cabello, solo sentía como movía mi cabello, creo que hizo algunas trenzas por que sentía como lo retorcía, casi cuando termino me hizo el cabello hacia un lado y lo acomodo muy bien, tomo el broche y lo puso en mi cabello.

-Tu cabello está listo, pero ahora nos falta el maquillaje, así que mantén los ojos cerrados-escuche decir a la señora y sonreí.

Comenzó a pasar las brochas por mi rostro y de vez en cuando me decía que abriera los ojos. Paso vario tiempo hasta que por fin la señora termino conmigo, le pague y la acompañe a la puerta.

-Te ves hermosa, volverás loco a tu novio-me susurro y me sonroje.

-Muchas gracias-sonreí y cerré la puerta.

Mire el reloj de la pared y faltaban quince minutos para las siete, Edward estaba a punto de llegar, me apresure a llegar a la habitación y tome el vestido, me quite la bata y me lo puse con mucho cuidado de no arruinar mi peinado, me puse los tacones plateados altos y me acerque al vestidor para mirarme en el espejo de cuerpo completo que estaba ahí. Me quede sorprendida al mirarme, estaba completamente hermosa que hasta ni yo parecía, mi peinado era perfecto y mi broche brillaba con la luz, mi maquillaje se amoldaba perfectamente a mi rostro, mis ojos estaban delineados y se veían más grandes y mi rubor natural me hacía ver sexy.

El sonido del teléfono me saco de mis pensamientos y camine rápido hacia él, levante y conteste:

-Diga-dije nerviosa.

-Señorita Swan, solo para avisarle que alguien está preguntando por usted en recepción, no sé quién es, pero me dijo que tenía que hablar con usted urgentemente-me susurro y solo eso basto para que me preocupara.

-Ahora bajo-dije y colgué.

Me levante y tome mi bolso pequeño y un abrigo por el frio, salí de la habitación y camine hacia el elevador, pique el botón y comenzó a bajar, estaba nerviosa y no paraba de mover mis manos, cuando la puerta se abrió salí apresurada y me quede con la boca abierta al ver quien me esperaba en recepción.

Estaba vestido con un traje y con una camisa del mismo color que mi vestido, no traía corbata, lo que más me emociono es que tenía un gran y cuando digo gran no miento, era gigante el ramo de rosas rojas.

Me acerque a él sonriendo y él me dedico una hermosa sonrisa de lado, me acerque al ramo e inhale su hermoso aroma.

-Esta hermoso, gracias-sonreí ampliamente.

-Tú eres lo único hermoso aquí en este hotel-susurro y me sonroje intensamente.

-Te amo, gracias-bese sus labios suavemente.

-Nos vamos corazón?-me pregunto dándole las rosas a alguien.

-Sí, vámonos-sonreí y entrelace mi mano con la suya.

Salimos del hotel y en la puerta nos esperaba una limusina, un señor al vernos abrió la puerta, Edward me ayudo a subir primero y después lo hizo el, lo mire un poco desconcertada, de donde había sacado una limusina y principalmente a donde nos dirigíamos.

-Y esta limusina?-lo mire atentamente.

-La alquile para que nos lleve hacia donde nos dirigimos-sonrió ampliamente.

-Y me dirás a donde vamos?-pregunte haciendo un puchero.

-No-se rio.

-Por favor, dime a donde vamos-le suplique poniendo más pucheros.

-Definitivamente no te voy a decir a donde vamos-acaricio mis labios con su dedo.

-Por qué no me vas a decir?-quite su dedo de mis labios.

-Por que es una sorpresa y las sorpresas no tendrían chiste si supieran de que se trata-volvió a reír y yo me cruce de brazos enfadada.

-Ya estamos a punto de llegar-dijo sonriendo.

Le di la espalda y me quede acomodada en el asiento mirando hacia la ventana por la cual no se veía nada, pero de repente sentí algo suave pasar por mi rostro y se detuvo delante de mis ojos, sentí como lo amarro quitándome mi visión.

-Por qué me cubres los ojos-dije más enojada.

-Por que es mi sorpresa y no quiero que veas a donde te voy a llevar-me susurro al oído y me estremecí.

-Ya que, tendré que aguantarme-dije enfurruñada y sentí su risa en mi cuello.

-No es cuestión de aguantarse o no, pero es que quiero que cuando veas lo que prepare te quedes sorprendida mi amor-dejo un tierno beso en mi mejilla.

-Creo que eso suena a que preparaste una hermosa sorpresa-me gire para quedar de frente a él, aunque no viera nada.

-Si, la verdad es que si, hoy es una celebración muy especial para nosotros dos-sentí su caricia en mi mejilla.

-Y que celebramos?-pregunte sorprendida.

-Lo sabrás en el trascurso de la noche mi vida-susurro y podría jurar que estaba sonriendo.

-Entonces me encantara pasar contigo esta celebración-sonreí ampliamente.

-Eso espero, por que si no me moriré-su voz era graciosa, así que estaba bromeando.

-Falta mucho para llegar?-pregunte ya que de repente tenia ansias de llegar a nuestro destino.

-Ya estamos muy cerca-susurro y pude sentirlo cerca de mi cuello.

-Mmm… te amo-logre acariciar su mejilla.

-Yo también te amo mi vida-me dio un pequeño beso en los labios.

-Aun no te eh dicho lo hermosa que estas, pero es que no puedo describirte, estas completamente sorprendente-beso de nuevo mis labios y me sonroje intensamente.

-Gracias amor-sonreí aun sonrojada.

-No sabes cuánto te amo-me atrajo a su cuerpo.

-Creo que me hago una idea por que yo te amo de la misma forma-envolví mis brazos en su cintura.

Sentí como la limusina se detenía y a Edward separarme de su cuerpo, abrieron la puerta y Edward bajo primero y después me cargo para bajarme a mí ya que yo no podía pues no veía completamente nada, me bajo con cuidado y después me abrazo por la cintura.

-Vamos a caminar un poco, el camino no esta piedrozo así que no te caerás-susurro bromista.

-Seguro que no me voy a caer?-estaba demasiado nerviosa.

-Muy seguro, pero si quieres te llevo cargando y nos ahorramos una torcedura-soltó una carcajada y logre darle un golpe.

-Caminemos pero solo no me sueltes-le rogué agarrándome a su mano.

Comenzamos a caminar lentamente y después un poco más rápido, me sentía demasiado nerviosa pero ya iba agarrando control y caminaba con mucha más facilidad, no se por cuánto tiempo caminamos pero de repente nos detuvimos y por el olor sabía que había muchas flores diferentes.

-Lista?-me pregunto y asentí, me quito lo que traía en los ojos.

Estábamos en un hermoso jardín rodeados por mil flores y también por la hermosa luz de la luna llena, me gire y lo abrace escondiendo mi rostro en su cuello.

-Esta hermoso-le dije mirándolo a los ojos.

-Sabes que eres lo que más amo en la vida-me dijo y sus ojos brillaban con tanto amor que no lo resistí y lo bese.

Nos separamos cuando necesitamos aire para respirar, tomo mi mano y me llevo a la una mesa donde había comida y mas flores, separo la silla para que me sentara y cuando lo hice el se sentó a mi lado.

-Tú hiciste todo esto?-le pregunte y asintió.

-Lo hice mientras dormías ahorita en la tarde-me contesto y pude ver sus mejillas sonrojadas.

-Gracias, está muy lindo-sonreí.

Había varios recipientes con comida de varios tipos, tomo dos platos y sirvió una porción de cosa. Se levanto y descorcho una botella de vino que sirvió en dos copas, dejo la botella y volvió a sentarse junto a mí.

Me dio una copa y el tome.

-Quiero  brindar por nosotros, por que nos amamos y por qué quiero que siempre estemos juntos el resto de nuestras vidas-lo dijo con tanta emoción que mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Salud-dije con la voz un poco entrecortada y junte mi copa con la suya y bebí muy poco, deje la copa y lo mire.

Me miraba con una hermosa sonrisa que yo devolví, tome un tenedor y cogí un poco de pasta y lo acerque a su boca, la abrió y se lo comió todo, el hizo lo mismo conmigo y así estuvimos hasta que terminamos de comer.

-Estuvo delicioso-le dije dándole un sorbo al otro vaso que deje en la mesa, asintió y sonrió con su sonrisa torcida que tanto me encanta.

-Ven-se levanto y tomo mi mano, me llevo a un jardín donde estaba una manta extendida y a un lado estaban nuestras iniciales con pétalos de rosas blancas.

Se sentó y me sentó en su regazo, envolví su cuello con mis brazos y pegue mí frente a la suya.

-Gracias-le dije y bese su mejilla.

-De nada-me contesto y se quedo pensativo.

Poco a poco se levanto y tomo mis dos manos.

-Tú sabes que eres lo mas importante en mi vida, que siempre eh estado enamorado de ti, recuerdo muy bien ese día cuando llegaste por primera vez a mi casa, quizás te parezca tonto por que éramos unos bebes, pero desde que te vi fui el niño más feliz por que siempre estábamos juntos y cuando estaba triste tu llegabas y me hacías reír y mi tristeza se esfumaba, no niego que tuve novias por que estaba ciego y no veía el amor que me ofrecías, pero ahora que te tengo junto a mí, ten por seguro que no te voy a dejar ir nunca, también se que te eh hecho sufrir más de lo que nadie ha hecho sufrir a una persona y que te eh pedido perdón mil veces pero soy una persona y no soy perfecto, te prometo que desde hoy intentare ser una mejor persona y con tu ayuda podre llegar a serlo-me dijo y por sus mejillas corrían y corrían lagrimas, me soltó y metió su mano en el pantalón, saco algo que no pude identificar, pero en el momento que puso una rodilla en la manta, me sentí un poco nerviosa puesto que no sabía que haría.

-Isabella Swan te amo con todo mi corazón y te prometo que lo hare cada segundo del día, me harías el hombre más feliz del mundo si pudiera compartir contigo todos los días de mi vida, me harías el extraordinario honor de casarte conmigo-abrió la cajita donde reposaba un hermoso anillo de plata con un diamante que brillaba a la luz de la luna.

-Si-le conteste con la voz entrecortada por la emoción que sentía en ese momento.

Su rostro se ilumino y una gran sonrisa apareció en su rostro, saco el anillo y lo coloco en el tercer dedo de mi mano izquierda donde permanecería de ahora en adelante el resto de mi vida.

-Te amo-beso mi mano y me abrazo.

Nos separamos y volvimos a sentarnos, tomo mi mano y la puso enfrente de los dos para poderlo apreciar.

-Se te ve muy bien-dijo pasando un brazo por mi cintura, sonreí y bese su mejilla.

Voltio para mirarme y podía ver en sus ojos un brillo de emoción, en su rostro todavía estaba la sonrisa que me había dedicado cuando le había dicho que si.

-Soy la mujer más afortunada por tener al hombre más guapo y cariñoso que existe en la tierra y gracias a dios el me ama de la misma forma que lo amo yo a él-le dije agarrando su cara entre mis manos, poco a poco mis ojo se fueron llenando de lagrimas que no pude retener y comenzaron a correr por mis mejillas.

-Mi amor por qué lloras, no me gusta verte llorar, por favor no llores-me dijo limpiando mis mejillas suavemente.

-Lloro por que soy la mujer más feliz del mundo y por qué me voy a casar contigo, que eres la persona a la que amo con todo mi corazón y eres lo más importante que tengo en la vida-le conteste mirando profundamente esos ojos esmeralda que me miraban con tanto amor.

Poco a poco se acerco a mí, estábamos separados solo por unos cuantos centímetros, podía sentir su respiración entremezclarse con la mia, termine con el espacio que nos separaba y lo bese.

Empezó en un beso tierno y lento, pero fue agarrando intensidad y se hizo más apasionado, mis brazos estaban en su cuello y retorcían su suave cabello bronce, los suyos están uno en mi cuello y el otro en mi cintura.

No sé en qué momento paso pero estaba recostada en la manta y besaba a mi prometido con más intensidad. Se separo de mi cuando ya nos faltaba el aire para respirar pero no se levanto, se quedo acostado mirando fijamente mis ojos.

-Perdón, no quise hacer eso, me aproveche de la situación-me dijo muy avergonzado.

-No tienes por qué disculparte, los dos lo estábamos haciendo, así que silencio y ven que quiero que me abraces por que tengo frio-le susurre cerca de su cuello.

-Mmm y si no quiero?-me contesto cerca de mi oído, sentí un escalofrió recorrerme toda la espalda.

-Entonces me voy-le dije y trate de levantarme pero no me dejo ya que sus brazos estaban a cada lado de mi cabeza y su cuerpo me aprisionaba contra la manta.

-No creo que puedas y aunque pudieras no tienes permiso para irte-me dijo con una sonrisa traviesa.

-Ah no?, no tengo permiso?, bueno pues tu tampoco tienes permiso para besarme ni para abrazarme, así que quítate de encima de mi-le respondí empujándolo.

-Enserio no tengo permiso para besarte-sus ojos se pusieron tristes cuando me miro.

-No, por que tú no me quieres abrazar y estas siendo malo conmigo-le dije enojada y me volteé.

-Mi amor, por favor, por favor-me suplico  con una voz tan tierna que voltee para mirarlo y en sus ojos vi tristeza y mucho amor.

Mis ojos se llenaron de lagrimas, lo abrace para que no se diera cuenta pero un sollozo broto de mi garganta, entonces se separo de mí y me miro con el ceño fruncido.

-Ey que pasa, por qué lloras, no quiero que estés triste-me dijo y por sus mejillas corrieron dos lagrimas y a esas les siguieron más y más.

-No!, mi amor no llores, eso no lo puedo soportar-le susurre con mil lagrimas corriendo por mis mejillas.

Limpio mis lágrimas con sus labios y me miro profundamente a los ojos. Tome su rostro por el cual todavía corrían lágrimas entre mis manos, me acerque a él hasta que nuestros labios se juntaron.

Nos besamos tiernamente y con mucho amor, sin nada de prisas solo transmitiéndolos todo el amor que sentíamos. Nos separamos cuando ya nos falto el aire para respirar.

-Te amo-le susurre con una sonrisa que él me devolvió al instante.

-Como yo a ti, eres lo más importante que tengo en la vida-beso mi frente y se movió acostándose de espaldas y atrayéndome a su pecho, envolví su cintura con mis brazos y me apreté más a él.

-Soy tan feliz-dije acariciando su pecho por encima de la camisa.

Rio y sentí sus besos en mi cabello.

-Gracias-me susurro después de un rato.

-Por qué?-me incorpore para mirarlo.

-Por darme esta gran alegría-sonrió y me acerque a sus labios.

-Te amo Cullen-me acerque un poco más.

-Y yo a ti Swan-me beso, me puse encima de él y seguí besándolo.

Me abrazo por la cintura y nos giro quedando el encima de mí, abrace su cuello y profundice mas el beso metiendo mi lengua en su boca. Acaricio desde mis hombros hasta mis muñecas.

Nos separamos por falta de aire pero sus labios se posaron en mi cuello.

-Edw-ar-d-dije con la respiración entrecortada.

-Mmmmm-me dijo sin separar los labios de mi cuello.

-Te deseo-le dije acariciando su espalda.

-Y yo a ti mi amor, pero no quiero hacerlo aquí, da pena-me contesto mirándome a los ojos.

-Por qué pena-fruncí el ceño.

-Estamos en un jardín, la gente nos podría ver y estamos en un país diferente, capaz de que nos meten a la cárcel-me contesto riendo.

-Si, tienes toda la razón-asentí avergonzada.

Sonrió y me beso lentamente.

Nos levantamos y me tomo de la mano.

-A donde vamos?-le pregunte cuando comenzamos a caminar.

No me contesto y se sentó, recargo su espalda en el tronco de un árbol y abrió las piernas, extendió su mano hacia mí. La tome y me senté con cuidado entre sus piernas, me recargue en su pecho quedando mi cabeza en el hueco de su cuello.

Levante mi mano para que quedara enfrente de los dos, examine el anillo con cuidado, era simplemente hermoso y me quedaba a la perfección, tenía un hermoso diamante en medio y cinco chiquitos a cada lado incrustados en el aro.

-Me encanta-dije emocionada sonriendo.

-Ahora míralo por dentro-me susurro besando mi cabeza.

Me lo quite y lo mire, se veía algo grabado, lo acerque más y me quede sorprendida, decía algo muy lindo: “Siempre Juntos E&B t.a”.

Sonreí y me gire un poco y lo abrace fuertemente.

-Me gusta mucho-escondí mi rostro en su cuello.

-Lo sé-me contesto y beso mi frente.

-Amor, quien mas sabe sobre esto?-le pregunte tramando un plan en mi mente.

-Nadie, lo hice por mí mismo, por qué?-me pregunto mirándome.

-A nadie le vamos a decir que estamos comprometidos, que se den cuenta por si solos-le conteste sonriendo ampliamente.

-Está bien, no les diremos nada-me devolvió la sonrisa.

-Pero, por qué?-frunció el ceño.

-Quiero que sea una sorpresa para ellos-volví a recargarme en su pecho.

-Si quieres eso, eso será-me envolvió con sus brazos.

Había algo que no le había dicho aun, estaba tremendamente feliz por la noticia que aun le escondía.

-En que piensas?-me pregunto tratando de mirarme.

-En que estoy tan emocionada y feliz-sonreí-Y en que tengo algo que decirte-reí entre dientes nerviosa.

-Que pasa-me giro.

-No es nada malo si no lo contrario, es algo de lo que me entere hace una semana-sonreí llena de ilusión.

-Me estas poniendo nervioso-me dijo acariciando mi mano.

-Estoyembarazada-lo dije tan emocionada que las palabras salieron pegadas.

-Que?, no entendí nada amor, puedes decirlo más pausadamente-me pidió con una sonrisa.

Inhale y sonreí, me levante y lo jale para que hiciera lo mismo.

-Estoy embarazada-repetí mirándolo a los ojos.

-ESTAS EMBARAZADA?-me miro boquiabierto pero antes de que me diera cuenta ya me tenia dando vueltas en sus brazos, me bajo y me beso.

-Te amo-me dijo emocionado con los ojos llenos de lagrimas.

-Yo también te amo y con todo mi corazón-le conteste igual de emocionada.

-VOY A SER PAPÁ-grito tomando mis manos.

-Y vas a ser el mejor papá del mundo-mis ojos se llenaron de lagrimas.

Limpio las lagrimas que se desbordaron y me dio otro beso cargado de amor, se agacho y también le dio un beso a mi vientre aun plano que ahora era la casita de nuestro bebé.

Edward POV

Íbamos de vuelta al hotel y yo no podía quitar mi sonrisa de idiota al enterarme que Bella estaba embarazada, a eso se debían todos sus síntomas, que estúpido había sido al no darme cuenta.

La mire y venia casi dormida en mis brazos, yo acariciaba su vientre aun planito, era el hombre más feliz del mundo. La limusina se detuvo y ayude a Bella a bajar de ella, la tome en mis brazos y entre al hotel, fui directo al ascensor y espere a que subiera a nuestro piso. Abrí la puerta con un poco de dificultad y lleve a Bella directo a la cama, le ayude a bajar su vestido y le puse su pijama calientita ya que estaba haciendo mucho frio, la metí dentro de las mantas y la arrope.

Fui al baño y la puerta de nuestras cosas estaba abierta, la mire un poco para cerrarla pero algo me llamo la atención, tome la tirita con las dos rayitas y sonreí al darme cuenta de que era la prueba de embarazo que Bella se había hecho, pero como había salido sin que yo me diera cuenta, bueno eso no importaba ahora, lo único que importaba es que iba a ser papá.

Me lave los dientes y volví a la habitación, me cambien con mi pijama también igual de calientita y me metí con ella dentro de las cobijas, la abrace y bese sus labios.

-Te amo, gracias por darme esta alegría-fue lo último que dije antes de quedarme dormido.

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Hola!!! Aquí les dejo mi hermosa sorpresa, gracias por esos comentarios que me llegaron de que querían que Bella estuviera embarazada pues felicidades su sueño se volvió realidad

Me despido las quiero!!

BYY:

Denni(: