Amar Después de Morir

Autor: Day_Swan
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 17/08/2012
Fecha Actualización: 04/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 86
Visitas: 65243
Capítulos: 41

“Amar Después de Morir”

Secuela de: “El Ángel de Alec Vulturi."

Sinopsis.

Después de la muerte de Melissa, Alec vuelve a ser el mismo de antes, frio, calculador y distante, con solo una palabra grabada en su mente: Venganza, luego de efectuarla pensaba morir, ya no sentía la necesidad de vivir sin su único amor. Por otra parte Aarón tampoco ha superado la muerte de la joven, pero todo cambiara cuando Alex sueñe el futuro, al igual que Alice, ambas vieron a una humana, una humana que cambiará la vida de todos; de nuevo. ¿Quién será ella?

Nada en esta vida es imposible, lo incierto puede que sea cierto, el amor es dolor, pero también alegría; una segunda vida, una segunda oportunidad, personalidades distintas, un mismo rostro, ¿una misma alma?, un amor, una promesa, amar después de morir…

Ella, una joven que oculta su verdadera personalidad y finge ser rebelde y caprichosa…

Él, un vampiro dolido por la pérdida del amor de su vida…

 


TRAILER DEL FIC: http://www.youtube.com/watch?v=Of0dvtHqjHM&feature=youtu.be

Algunos de los personajes pertenecen a Meyer, la historia es de mi completa autría basada en las ideas de dicha autora, los personajes nuevos son de mi imaginacion.

Espero les agrade la segunda parte de "El Ángel de Alec Vulturi"

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MIS DEMAS FIC'S:

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Mi facebook: Daymelis Ramos

Perfil Fanfiction:Day M. Odair

 

Sin más las dejo con esta hermosa historia, espero que les guste.

*Day_Swan*

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Capítulo 5: "El misterio de mi vida"

“El misterio de mi vida”

Capítulo tres.

Mientras la imaginación permita a otras personas formarse juicios erróneos sobre nuestra conducta, así como sacar conclusiones a la luz de frágiles apariencias; nuestra felicidad estará en cierta medida en manos del azar.

 

(Jane Austen)

Daymelis Pov’s.

Me encontraba en la clase de deportes, amaba ejercitarme, además de burlarme de los debiluchos que tenía por compañeros, era inconcebible; pero trotamos por más de diez minutos, la fila era por orden te tamaño, específicamente me encontraba de cuarto lugar, pero al trotar eran tan lentos que me coloque de primera, al final de la rutina debíamos tomarnos el puso respectivamente. Cuando el tiempo seso, mis compañeros estaban literalmente con la lengua afuera, yo estaba cansada, independientemente de ser asmática, al igual que mis hermanos, mi actitud física y resistencia eran notorias, siempre fue así, en la escuela primaria ganaba en carreras; cuando nos tomamos el puso nos percatamos de que a pesar de haber corrido el mismo tiempo que los demás mis pulsaciones en todo el grupo eran menores; nadie me creyó, por ello tuve que repetir la práctica, gustosamente lo hice después de un prolongado descanso; al culminar el profesor tomo mi pulso y efectivamente era cierto… y ahí estaba el famoso dicho “El que nada debe nada teme”

Una sonrisita burlona se curvo en mis labios al ver los rostros de los demás…

—Tiene razón —avisó el profesor Gonzales entretanto anotaba mi puntuación en su lista cuando estaba sentado en las gradas—. ¿Nunca has pensado en entrar a la escuela deportiva? —preguntó el mismo, refiriéndose a la escuela de deportes más famosa del estado, siempre me preguntaban lo mismo, y mi respuesta no había cambiado.

—No —negué rotundamente—. Me gustan los deportes, más no me apasionan —murmuré solo para que escuchara el profesor, ya que, el resto del alumnado escuchaba atentamente la plática entre el profesor y yo, sobretodo Danna, que tenía sus oídos como los perritos cuando escuchan que su amo los llama… ¿Qué hice yo para merecer esto?

—Claro, a ella solo le apasiona Jor… —comenzó a decir Danna para luego quedar en silencio, la muy imbécil no perdía oportunidad para buscarme riña, creo que es masoquista o algo parecido; rodee los ojos con recelo al percatarme de que se acercaba mi hermano Den con sus amigos y entre ellos… Jordan ¡Genial! Puede venir alguien más… no se… ¿Stefany? Mi prima insolente o mi tía, la bruja; claro, por eso mi querida Danita se había callado el hocico, porque venía mi hermano.

¡Estúpida!

Recogí mi botella de agua, mi morral, me despedí de los demás y me dispuse a largarme de ahí, tenía que intentar evitar más problemas, pero creo que estos me perseguían, la semana pasada habían escogido a los alumnos más brillantes para ir a España, entre los elegidos estábamos mis hermanos, Fer, Mila y yo, pero por un “pequeños” inconveniente Dennis y yo no pudimos ir… o mejor dicho no nos lo permitieron…

Inicio Flash-back.

Era la semana de proyectos del primer lapso del ciclo estudiantil, apenas hace un mes habíamos comenzado el quinto grado de la secundaria, mi cerebro iba a explotar por tantas cosas que debía decir, repasaba minuciosamente lo que mencionaría en la “breve” explicación sobre la elaboración de programas computacionales y algoritmos, era un tema difícil, sobre todo porque tenía que explicar paso por paso, por ende me había tocado hacerlo yo, ¿Qué suerte no? los chillidos de Danita predominaban en el salón de clases, peor era la cara de mi hermano Dennis cuando la miraba, parecía estar hechizado, tenía cara de tonto, más de la que ya tenía, luego se besaron. ¡Qué asco!

Sigo pensando que él es mucho para ella.

Llegó el turno de mi equipo, expusimos fluidamente y acertamos la totalidad máxima, nuestro esfuerzo valió la pena y además las múltiples peleas con mi computadora también lo valieron…

Al momento en el que tenía que exponer Danna todos nos preparamos psicológicamente, por así decirlo, ya que esto iba para rato, nadie entendería nada, nos dormiríamos por el aburrimiento, se trabaría en algunas palabras, la profesora le preguntaría cosas que no son aptas para alguien con tan pocas neuronas; era tan predecible… estudiar con ella desde el séptimo grado me había servido para conocerla, desgraciadamente; como lo supuse y lo asegure, a Danna le llamo la atención la profesora por milésima vez porque no había estudiado… rodee los ojos con impaciencia al notar el eterno discurso de la profesora cuando sermoneaba a “Danita”

Dennis me dio un codazo al notar mi aburrimiento, ¿Qué ahora una no podía aburrirse en paz?, yo estaba situada en el último puesto de una de las filas alejadas de la profesora; a la izquierda estaba Dennis, a la Derecha Gabriel y delante de mi Fer. Un misterioso papel rondaba por casi todas las manos de mis compañeros, indagué inútilmente mirando hacia las manos de una de las chicas, estaba muy lejos, no podía ver, como si se tratase de resortes me levanté del pupitre, la curiosidad era más fuerte, Gabriel me hizo señas para que me sentara de nuevo, ya que las mojigatas ya nos estaban delatando con la profesora que tenía un humor de los mil demonios, me senté de nuevo, enfurruñada, me cruce de brazos como niña malcriada, Den soltó una risita y le saqué la lengua.

Miraba hacia cualquier sitio para distraerme, ladeaba constantemente mi cabeza para ver el reloj cercano al escritorio de la profesora, ¡Que aburrimiento! ¡Demonios! Y pensar que aún faltaban tres largas clases después de esta, ¡Tengo hambre! Además, hoy debíamos pintar el aula doce porque a cada sesión le tocaba hacerlo, y como fuese cuestión de suerte, hoy cumplía años mi “cuñadita” aunque pensándolo bien debería regalarle algo…

— ¡Day te estoy hablando! —exclamó Gabriel secándome de mis angelicales pensamientos, parpadee varias veces y lo miré atenta.

— ¿Qué? ¿Decías? —pregunté volviendo al planeta tierra, noté que casi todos salían de clases ¡Menos yo! Recogí mis cosas y Salí de allí apresurada con solo una palabra en mi mente: comida.

Cuando fuimos a la cafetería me encontré con la golfa y sus amiguitas, me fulmino con la mirada y yo hice lo mismo, me la imagine con una larga cola de zorra en su trasero, se veía graciosa, emboce una sonrisa y seguí comiendo.

— ¿Donde está Den? —pregunté al notar la ausencia de éste, siempre comíamos juntos, incluso en clases, pero a partir de los dos miserables meses que tenia con la zorra había cambiado en cantidades, creo que está ciego o algo por el estilo, los “tortolos” se acercaban, me enoje aún más.

—Day cálmate —me indicaba Gabriel al notar mi ceño fruncido —, debemos respetar, aunque nos pese, es la vida privada de Dennis —explicó no muy convencido por lo que decía, negué con la cabeza mientras resoplaba; sentí como alguien desordenaba mi cabello.

— ¡Oye! —exclame enfurruñada mientras miraba a Den divertirse con mi cabello—. ¡No hagas eso! —mascullé amargamente, la zorra se ubico cerca de nosotros, específicamente a mi lado, ¡Esto es el colmo! ¿Cómo se atreve? No, no, no yo no estaré en la misma mesa que esa… ¡arg!

— ¿Qué te ocurre hermosa Day? —preguntó la rubia sínicamente, es lo que más odiaba de ella, demostraba ser otra chica delante de mi hermano, pero cuando él no estaba, aparentaba ser quien en realidad era: una mismísima mierda; alcé una ceja incrédula—. Ven querida acércate, tengo que contarte algo —mencionaba ella con un falso entusiasmo, cuando en realidad me odiaba, tanto como yo a ella, desde que la conocí, no me agrado, su egocentrismo, y la enorme vacío en su cabeza me desconcertaron, ella creía que sería como sus “amiguitas” que hacen lo que sea por estar detrás de su trasero, pero yo no, no es mi forma de ser, luego de que yo me había alejado de ella, comenzó a “humillarme” aunque la que salió perdiendo fue ella porque yo no me deje.

Y como siempre mis hermanos diciendo que yo era la exagerada, hasta hace unos días Gabriel se dio cuenta de que la Danna que yo describía existía, pero Den, Den está ciego, malditamente ciego.

—No acostumbro hablar estupideces querida —mencioné tomando un sorbo de mi delicioso jugo de naranja, abrió su boca por la impresión, pero no dijo nada. Creo que alguien se está tragando su veneno—. Apuesto a que tu si, ¿o me equivoco? —no me respondió nada, Den carraspeo incomodo… sonreí—. Pero… ¿Qué puedo perder? Supongo que mi hermano ya se acostumbró a escucharte, querida, me agrada que la estupidez no se contagie…

—Maldit… —espetaba, aunque no terminó con su insulto vi a mi hermano con sus ojos bien abiertos, Den estaba enojado. ¡Den estaba enojado! ¡Lo logre! —Oh lo siento —intento disculparse.

Decidí comenzar con mi drama…

—No, no te disculpes… yo debo irme —fruncí el ceño e intente levantarme con mi almuerzo, todos me miraban atentos, me gire para retirarme, pero sin querer derrame mi comida en la falda de Danna, eso no lo planee.

¡Lo juro!

— ¡Arruinaste mi uniforme! ¡Estúpida! —chilló ella enojada, ¡¿que se cree?!  No lo hice con mala intensión, primera vez que no hago algo malo, ¡¿y me insulta?!

—Danna, fue un accidente —comenzó mi hermano con su entrecejo adusto—. Creo que estas exagerando, y no me parece cómodo que le hables de esa forma a mi hermana —mencionó Den evidentemente enojado.

 


 

¡Ese es mi hermanito!

—La verdad si, fue un accidente —intente decir con la mayor sinceridad, se que debía disculparme por lo que dije anteriormente; sin embargo  no lo haría ¡no soy  hipócrita!

—Cállate, ¡eres una torpe! Ordinaria, mal educada y encima de todo ¡Una maldita inmadura! —ya esto culminó el límite de mi paciencia, mis hermanos estaban enojados, pero ¿Cómo un hombre podría en su lugar a una chica? Mis hermanos son principalmente unos caballeros, yo les ahorraría el trabajo. Tome una de las charolas de comida, se la coloqué “delicadamente” de sombrero en su teñido cabello rubio, ¡Estoy segura que no es natural! la estúpida intento lanzarme comida a mi también, pero no se lo permití, le lancé jugo en sus ojos, creo que me pase, pero ella me provocó, también me salpico jugo en la camisa, al final ya me estaba llenando de la más pura ira, y allí fue cuando mi hermano Den me tomó por la cintura mientras yo daba patadas descontroladas, que ni siquiera le llegaron a Danna; estoy segura que si recuerdo esto me voy a reír como loca; cuando mi hermano se dio la vuelta para mirarme, su noviecita me iba a lanzar otra charola a mí, es decir, lo intentó, pero lastimosamente las charola vino a dar a otro lado, la zorra llenó a mi hermano de comida.

Tape mi boca con una de mis manos para evitar soltar una carcajada que ya se encontraba en mi garganta, sabía los ataques de risa que a veces me daban… pero todo desapareció cuando note que la directora se acercaba…

Fin Flash-back.

Y por eso fue que nos castigaron, con tareas, exposiciones y la peor de todas NO ESPAÑA.

Me dirigí a casa, dentro de unos minutos debía volver para mis clases de literatura, pero no me quedaría treinta minutos esperando, de cierta forma, la casa estaba cerca de la escuela; la casa invadida por escalofriantes brujas; no exagero, es la cruda realidad, una realidad que he sostenido durante cinco años, una realidad de la cual quería huir, no obstante, mi menoría de edad me lo impedía.

No me importo caminar innumerables calles para llegar a mi destino, tenía mucho en que pensar, no es que sea una chica muy ocupada, no, solo que en ocasiones sentía que debía meditar muchos aspectos en mi vida, los cuales aún no entendía muy bien; mi situación es complicada, a pesar de solo ser una adolescente de diecisiete años, soy muy inmadura, lo admito; sin embargo en algunas situaciones demuestro lo contrario. Como ahora.

¿Por qué siento esta opresión en mi pecho?

¿Un vacio?

Si, un vacio, pero aún así, estoy segura de que esto no se debe a la muerte de mis padres, porque cuando ellos vivían yo me sentía exactamente igual que ahora; nada a cambiado, solamente que ahora ya no están y no logro entender que sucede, con mi madre todo era más fácil.

Cuando entre a la casa inspeccione minuciosamente la solitaria sala, no había nadie, subí escaleras arriba con gran agilidad, deje mi morral en la cama, entre al baño me duche velozmente, salí envuelta en una toalla, me quede paralizada por unos minutos, sumida en mis pasamientos…

¡¿Por qué demonios me siento así?!

Quizá porque estás loca, y no quieres aceptar que tu cercanía con gente estúpida te está afectando… mi subconsciente comenzó a molestarme con sus sermones y comentarios tontos y sin sentido.

Negué con la cabeza, posteriormente comencé a vestirme para ir de nuevo a la escuela, luego de vestir mi ropa interior, me coloque mi uniforme que consistía en una camisa de botones beige, con una falda de gabardina negra que me llegaba a la altura de las rodillas con algunos olanes en la parte debajo; no me gustaba mucho, pero acá en mi país lo exigían y debíamos usarlo, me coloque mis calcetines blancos y mis zapatos colegiales negros… escuche ruidos en la sala de la casa, supuse que se trataba de mi tía y su hija insoportable, a la cual debería llamar primita; Stefany, era insoportable, quizá era de familia, pero al contrario de mi, ella se comportaba así con todos, era engreída, testaruda, y sobre todo una persona altanera, se creía más que los demás por el dinero.

Por eso odiaba su forma de ser…

Me apresure a maquillarme, solo polvee un poco mi rostro, coloque brillo labial rosa en mis labios, cepille mi cabello y lo deje suelto, me coloque mis sarcillos, tome mi mochila y me dispuse a salir de allí, antes de que alguna de las brujas se atravesara en mi camino. Pero no pude evitarlo.

¡La habitación de la enana yacía justo al lado de la mía!

Ella tenía solo catorce años, aunque a decir verdad aparentaba más, claro, solo por apariencia; ella me comenzó a mirar con su ceja levantada, como solía hacerlo cuando quería molestarme, evidentemente yo no me dejaba ni una sola vez de ella; vestía casi el mismo uniforme que yo, exceptuando la camisa, que era azul cielo, porque estudiaba dos grados menores que el mío; así era aquí en mi país, los tres primeros grados vestías camisa azul, los tres últimos beige.

— ¿Qué haces aquí? —Preguntó ella con una sonrisita curvada en sus exagerados labios pintados de color rojo, no sé cómo decirlo, pero había ocasiones en las que mi prima y mi tía vestían de una manera extremadamente vulgar—. ¡¿Te has escapado de clases?! —cuestionó alarmada.

—No es tu problema, pequeña —inquirí dándole unas pequeñas palmaditas en su cabeza como a una niña de cinco años, sentí que me seguía. ¡Genial!

— ¡Mamá! —comenzó a chillar la enana, cuando me seguía. ¡Maldición!—. ¡Day se ha escapado de clases! —exclamó turbando mi paciencia, de nuevo. ¿Stefany y Danna eran amigas en secreto? ¿Eran socias?

¡Dios mío dame paciencia! Mencioné en mi mente imaginándome arrodillada en el suelo, con las manos hacia el cielo, dramática.

 


 

— ¡¿Acaso no puedes permanecer con tu estúpida boca cerrada?! —pregunté yo, alzando la vista viendo como la enana descendía de las escaleras después de haberlo hecho yo, detrás de mi  permanecía Luz, mi tía, la hermana de mi madre, con su ceño “adusto” apoyada en su pierna derecha, entretanto con la izquierda movía su pie, golpeándolo levemente con el piso.

— ¡Te has escapado de clases otra vez! —expresó mi tía “enojada”, solo quería molestarme, porque a ella no le importaba en lo absoluto si iba o no iba, para ella seria muchísimo mejor que yo repitiese el año, pero no le daría el gusto, además era imposible.

—No estoy de humor —murmuré por lo bajo, ¿Qué clase de persona pensaría que me escapé de clases, para venir a casa, ducharme, vestirme con el uniforme y volver a salir con él? ¡Qué estupidez!

— ¡Ahora mismo respondes Daymelis! ¿Qué carajos haces aquí? ¿A esta hora? —Interrogaba suspicaz Luz, mientras se acercaba más a mí—. Y no me vengas con que no estás de humor, me importa una mierda lo que te ocurre.

—Vaya… —suspire con ironía—, pero que carácter, y que educación y clase posees mi querida tía, me encanta tu forma de hablar, me haces ver que no soy la única “sin clase” en esta casa —comente, me aleje de ella con una extendida sonrisa victoriosa—. Me encanta tu dulzura, eres un sol ¡Te quiero!

Salí de allí apresurada, ya se me hacia tarde, probablemente tendría que irme en auto, ¿pero cuál? No tenia dieciocho años aún para conducir, el autobús de la escuela no pasaba por aquí a esta hora. Y, un taxi tardaban mucho, una eternidad para ser precisa.

Entonces decidí caminar,  afanada, la sola idea de llegar tarde me estremecía, tenía muchas quejas de los profesores en dirección, otra más seria el detonante para un inmenso problema en mis calificaciones, lo cual, me preocupaba en montones, podría dañar todo lo que he construido en años con mi promedio y lo que conllevaba, mi cupo para la universidad.

¡Maldición! ¡Malditas brujas!

Escuche como un auto se acercaba, no voltee, subir al auto de un extraño no era una buena idea, si me secuestraban seria muchísimo peor…

—Puedo llevarte, si así lo deseas —mencionó un motorizado cerca de mí, su voz era muy melodiosa e incluso agraciada, no logre ver su rostro porque tenía un casco, negué con la cabeza y seguí caminando con mis pasos cruzados, él comenzó a seguiré. ¡Hoy es el día de todos persigan a Day!—. Vas retrasada, ¿No es así?

Volví a negar con la cabeza.

¡Los chicos pueden ser tan… insistentes!

Después de unos minutos tormentosos para mi, pensando en que excusa diría,  a causa de mi retraso, además de haberme escabullido de aquel molesto chico con voz linda; al fin llegue a la escuela, entre casi corriendo al aula que indicaba el horario ¡Pero no había nadie!

¡Genial! Ahora debía buscar a los chicos, o llamar a mi hermano Den… mejor la segunda opción. En seguida de tres tonos mi hermano contesto el celular…

— ¿Dónde demonios están todos? —pregunté mirando hacia los lados ¡Oh no! Se acerca Jordan, tierra, ¿podrías tragarme?

—La profesora de literatura no viene, nos dieron dos horas libres hermanita —mencioné mi hermano del otro lado de la línea.

¡Dos horas libres!

¡¿Dos malditas horas?! Y yo me estaba matando literalmente por llegar. ¡Maldita sea! En esas dos horas me hubiese alcanzado para limpiar el suelo de la casa con los cabellos teñidos de mi tía y de mi prima…

— ¡¿Dos horas libres?! —Pregunté yo, aún sin poder creerlo— ¿Y mientras qué?

—Pues no sé, Day, si quieres ve y chismosea un poco sobre las nuevos alumnas —indico mi hermano en tono burlón, al mismo tiempo me daba cuenta de que se encontraba en uno de los banquillos cercanos a mi ubicación; puse los ojos en blanco, y el añadió antes de colgar—: te dejo para que hables con tu noviecito.

¡Demonios!

¡No es mi novio!

—Hola hermosa —saludo Jordan con una cálida sonrisa, me limite en ladear la cabeza como saludo, intenté decir algo pero no pude, mi atención solo se centró en dos chicas que entraban a la escuela, las cuales, eran extremamente hermosas…

Melissa Neil Pov’s.

 

Sé que las probabilidades y la ciencia están contra mí. Pero también sé que la ciencia no es infalible; la experiencia me lo ha demostrado. Por eso creo que los milagros, por inexplicables o increíbles que parezcan, existen y pueden contradecir el orden natural de las cosas.

 

(El cuaderno de Noah - Nicholas Sparks)

Bajamos del avión apresuradamente, eran ya casi las dos de la madrugada, y al día siguiente día debíamos ir mi tía Alex y yo al nuevo instituto, mis padres estudiarían en la universidad, nosotros, otra vez, en la secundaria… solo esperaba que aquel misterio que emanaba en la vida de esa chica no fuese grave. He visto a mi tía Alex muy sumida en sus pensamientos, se que se preocupa, se que la quiere, como me quiere a mí, trato de entenderla, y me pongo en su lugar, es completamente difícil y frustrante estar es esa situación…

La entendía a la perfección, he sentido el sufrimiento de mi tía, y me siento un tanto molesta, conmigo misma, puesto que no puedo hacer nada para alentarla, solo controlar sus emociones, pero eso no ayuda, porque al tiempo que yo desaparezco un poco sus sentimientos confusos, y los sustituyo por tranquilidad, éstos vuelven… vuelven a atormentarla.

Ellos había cuidando de mi todo este tiempo, y a pesar de ser mayor, ellos seguían cuidándome como una niña; eso me encantaba, no tanto por ser “la consentida” no era eso, simplemente me sentía amada, me sentía segura y protegida; sin embargo, ante todo esto, yo quería brindarles algo, algo que merecían, mi amor, mi atención y mi apoyo; por eso me dolía en el alma no poder hacer nada para que mi tía se tranquilice.

Por eso insistí en acompañarles a todo hasta acá, ellos no querían traerme, pero yo quería apoyarlos, y estar involucrada en este asunto, ayudar e investigar… la verdad no sabía muy bien lo que ocurría, y de cierta  forma la situación me intrigaba, era muy confuso, peor a la vez fascinante. En cuanto a mi vida, no hay mucho que contar, nunca he amado a nadie, aparte de mis padres; es decir, nunca me he enamorado de verdad, o eso quiero pensar, aquél chico que había visto hace mucho tiempo en la escuela, el cual me gustaba y me atraía al máximo, me había herido, con otra chica, aunque parezca ser tonto por el hecho de que entre él y yo no había nada, él me ilusionó… y las desilusiones duelen.

Suspire profundamente cuando todos salíamos del aeropuerto para así dirigirnos a la ciudad dónde ahora estábamos, todo lo habíamos controlado y pensado minuciosamente, estábamos en noviembre, mes en el cual, el país se encontraba en temporada de lluvias…

Esperaba que algo bueno me trajese este viaje, conocimientos y quizá algo más…

~******~

Me encontraba en un inmenso jardín, con flores en todas partes, el aroma de éstas se escabullía en mis pulmones brindándome una sensación única, el sol alumbraba todo el lugar con su luz, pronto comenzó a oscurecerse, fruncí el entrecejo por tal cosa, me levante de el suelo adornado con flores en el que estaba acostada, alcé mi vista al cielo ya oscurecido y con diversas nubes en el, pronto comenzaría a llover, corrí algunos kilómetros más lejos, descalza.

 Entonces allí, cuando estaba más que confundida porque no sabía la razón exacta del porque estaba corriendo mi olfato me dio una señal, yo estaba persiguiendo a alguien, y no solo eso, el aroma de esa alguien era exquisitamente apetecible para mis sentidos semi-vampíricos…

— ¡Mel, despierta! —me llamó mi madre, moviéndome un poco, me sobresalte al instante, me levante y me apoyé en el espaldar de la cama rascando mi cabeza con confusión.

¿Qué fue eso? Me pregunté a mi misma sin poder comprender en lo más mínimo lo que había soñado.

—Voy a ducharme —indiqué antes de sonreírle tranquilamente a mi madre, para que notara que estaba bien, ya que cuanto noto mi confusión, frunció el ceño y se preocupo al instante.

Mis padres se dirigieron a la universidad después de haberse arreglado y despedido de mi tía y de mi, estudiarían ingeniería civil, ambos, me vestí con el uniforme que en la escuela exigían, cada país tenia costumbres distintas; pero era maravilloso conocerlas, pero no me gusto en nada el uniforme.

¿Pero qué podía hacer?

Debía admitir que mi tía se veía hermosa con todo lo que ella vistiera, era hermosa, al igual que mi madre y mi padre.

Tu también lo eres ¿se te olvida que son tu familia? obviamente debes parecerte a ellos… me reclamó mi consciencia con notable irritación, sonreí en mis adentros.

Como ya sabíamos a la escuela donde nos escribimos estaba muy cerca de la ostentosa casa que mi padre había comprado, aquí en esta ciudad debíamos fingir que todos éramos hermanos, puesto a que yo me parecía a todos, tenía el rostro de mi madre, la pálida piel de los tres, el cabello castaño como el de mi padre, y la misma estatura de mi tía.

¿Cómo negar que no tuviéramos algún parentesco?

Era imposible…

La escuela dependía de horarios, por lo cual a mi tía y a mí nos correspondía hoy clases en la tarde, después del almuerzo, era increíble que haya dormido tantas horas, finalmente estaba cansada, por el viaje. Nos conducimos en un taxi a la escuela, al llegar distintas miradas nos estudiaron de la cabeza a los pies.

—Muy normal —mencioné antes de entrar, mi tía apretó mi mano, con una fuerza moderada, sus emociones estaban al mil—. ¿Qué ocurre ti… Alex? —interrogué sin entender lo que quería mostrarme o enseñarme.

—Mira, es ella —señaló con un movimiento de cabeza, mi mirada se fijo en una chica que se encontraba hablando por teléfono.

¡Por Dios!

¡Es idéntica a la chica de la foto! La cual mi papá me había mostrado hace ya mucho tiempo. ¡Es ella!

Entonces noté como la chica fijaba su vista en un joven que estaba frente a ella, a una prolongada distancia; él sostenía un telefono en sus manos, al igual que ella.

Mi corazón se contrajo y mi respiración se entrecorto. Era hermoso, extremadamente hermoso, su sonrisa, su rostro, su cuerpo, su piel, todo… él, por un momento fijo su vista en mí, luego la retiró, pero después de unos minutos aparentó caer en cuenta, y de nuevo sus ojos zafiro se encontraron con los míos causándome una placentera sensación.

 


 

¡Oh no! Esto no es bueno, no otra vez, esto ya lo había sentido antes.

¿Cómo era posible que yo controlara todas las emociones y sentimientos de quien quisiera y las mías no las pudiera controlar ni un poco?

Me pregunte por enésima vez… pero no sabía la respuesta, nunca la había descubierto…

Jane Pov’s.

 

Disfrutamos el calor porque hemos sentido el frio; valoramos la luz porque conocemos la oscuridad; y comprendemos la felicidad porque hemos sentido la tristeza.

 

 

Sacudí mi cabeza con mi ceño fruncido, ¿Qué era esto? ¿Coincidencia? No podía creerlo, estoy confundida, emocionada, triste, pasmada; conocí a Manuel, podía decir que era el único humano que me agradaba, al igual que Dylan que ya no lo era; Manuel tuvo familia, tuvo descendientes y murió, como una persona normal, y ahora estaba él, Gabriel Gilbert, probablemente su nieto, el cual ahora me miraba atento, con una esplendida sonrisa, y su sangre me incitaba, yo estaba conteniendo la sed que emanaba en mi.

—Soy Jane, Jane Russo, un placer —mencioné al tiempo en que nuestras manos eran estrechadas, como era de esperarse se sorprendió ante mi frio contacto, aún así, no retiró su mano, él sonreía cálidamente, yo le dediqué una media sonrisa, seguramente pensó que estaba helada por el frio, pues en España las temperaturas eran muy elevadas ahora, y no había sol.

— ¿Eres de aquí, Jane? —preguntó él, cuando nuestras manos fueron separadas, hablar con humanos era algo en lo que me costaba acostumbrarme, me era difícil pero no imposible.

Pero Jane, nada es imposible mi querida amiga, eso lo sabes, incluso, sería imposible no enamorarse… y de este chico… tan apuesto… me hizo saber mi subconsciente, le saque la lengua internamente, como una niña pequeña, ¡Genial ahora me comporto como una niña pequeña! ¡Y con mi conciencia!

—No —negué solemne —, estudio en Canadá, mis compañeros y yo estamos estudiando distintos museos del mundo, pues casi nos graduamos de museólogos —sonreí, pero la sonrisa no me duro mucho, ya que me di cuenta de que sonreía como una idiota. ¿Por qué demonios le conté todo eso? ¡Él no me pregunto! Creo que te inspira confianza, te sientes bien con él… — ¿Y tú? ¿Eres de aquí? —decidí preguntar.

—No. Estamos en un viaje de la escuela —me contestó acogiéndose levemente de hombros, supuse que ha de estar aún en la secundaria, pues su rostro me lo indicaba, era muy joven, deduje que tenía menos de dieciocho años —. Soy de Venezuela —indicó, note sus ojos brillar, tan negros, tan oscuros, tan misteriosos… ¡Es idéntico a Manuel! —Para no ser latina hablas muy bien el español —comentó notablemente asombrado.

—Probablemente sea la costumbre —indiqué con una media sonrisa—, mi madre era profesora de idiomas y pues… no dudo en enseñarme —mentí.

¡¿Qué!? ¿De nuevo explicando? ¡Demonios! Solamente debía contestar de mala gana para que se alejara de una vez por todas.

Jane… tú no quieres eso, no quieres que se aleje, seamos honestas. Me recriminó por enésima vez mi conciencia.

—Entiendo Jane —dijo al momento en el cual abrían el museo y nos permitían entrar, Gabriel me hizo una ademán, caballerosamente, para que yo comenzara a caminar, junto a él; lo hice, él me siguió mientras que comenzaba a hablar de nuevo—: ¿Tienes familia en América? —interrogó con curiosidad, negué con la cabeza.

—No, mi hermano se encuentra en Italia, pero hace mucho que no lo veo —conté frunciendo el ceño con nostalgia.

¡De nuevo hable de más!

Confías en él, Jane, te agrada, te sientes cómoda, jamás has hablado así con alguien a parte de tu hermano. ¡Sientes la necesidad de que sepa de ti! ¿No es cierto?

—Lo siento, se que debe ser difícil —me hizo saber, pasó sus dedos blancos por su oscuro cabello antes de decir—: mis hermanos y yo somos muy unidos, ahora yo estoy acá  y los echo de menos —repuso él, con cierta tristeza en sus palabras, entonces opte por indagar… sobre él, sobre su familia… podría ayudar.

Si… y también convives con él, lo conoces más y tienes la esperanza de verlo de nuevo ¡Que buena excusa! Eso es Jane, estas aprendiendo. Otra vez mi conciencia en contra de mi.

—Sí. Es complicado estar así, y más cuando no tienes a nadie más —pronuncié mientras que volvía a fruncir el entrecejo, me sentía sola. Malditamente sola—. ¿Cuántos hermanos tienes?

—Dos —respondió él con una sonrisa divertida—. Somos trillizos, somos dos chicos y una chica, la menor por cinco minutos. Ella es un pequeño diablillo, a veces pienso que es mucho menor de lo que aparenta —sonreí recordando las locuras de Melissa Johnson, junto con Alice Cullen, eran un torbellino.

Y otra vez aquellas suposiciones invadían mi mente, ¿Podría ser cierto? ¿Podrían ser la misma?

¿La reencarnación existía?

Entonces mi subconsciente me envió de nuevo otra respuesta.

Lo incierto, en ocasiones puede que sea ser cierto, las posibilidades existen, las casualidades también… todo en este mundo puede ser posible. No cierres tu mente.

 


 

HOLA CHICAS!! ESPERO LES GUSTE ESTE CAPII ^^ SALUDOS A MI GEME MEL TE ADORO! Y A BELLA_22 LAS ADORO! ♥ GRACIAS POR SUS COMENTS ♥

FACEBOOK: DAY VULTURI TVD.

Capítulo 4: "Renacer" Capítulo 6: "Búsqueda"

 
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