Amar Después de Morir

Autor: Day_Swan
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 17/08/2012
Fecha Actualización: 04/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 86
Visitas: 65227
Capítulos: 41

“Amar Después de Morir”

Secuela de: “El Ángel de Alec Vulturi."

Sinopsis.

Después de la muerte de Melissa, Alec vuelve a ser el mismo de antes, frio, calculador y distante, con solo una palabra grabada en su mente: Venganza, luego de efectuarla pensaba morir, ya no sentía la necesidad de vivir sin su único amor. Por otra parte Aarón tampoco ha superado la muerte de la joven, pero todo cambiara cuando Alex sueñe el futuro, al igual que Alice, ambas vieron a una humana, una humana que cambiará la vida de todos; de nuevo. ¿Quién será ella?

Nada en esta vida es imposible, lo incierto puede que sea cierto, el amor es dolor, pero también alegría; una segunda vida, una segunda oportunidad, personalidades distintas, un mismo rostro, ¿una misma alma?, un amor, una promesa, amar después de morir…

Ella, una joven que oculta su verdadera personalidad y finge ser rebelde y caprichosa…

Él, un vampiro dolido por la pérdida del amor de su vida…

 


TRAILER DEL FIC: http://www.youtube.com/watch?v=Of0dvtHqjHM&feature=youtu.be

Algunos de los personajes pertenecen a Meyer, la historia es de mi completa autría basada en las ideas de dicha autora, los personajes nuevos son de mi imaginacion.

Espero les agrade la segunda parte de "El Ángel de Alec Vulturi"

POR FAVOR NO PUBLICAR SIN AUTORIZACION, TODAS MIS HISTORIAS ESTAN PROTEGIDAS POR SAFE CREATIVE, NO AL PLAGIO!

MIS DEMAS FIC'S:

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"SAFE AND SOUND" (one shot)

"SÓLO 24 HORAS MÁS" (fic corto)

"PASIÓN INSACIABLE" (fic corto)

"UNA NAVIDAD EN EL CASTILLO VULTURI" (one shot)

"OSCURA TENTACIÓN" (Fic largo)

Mi facebook: Daymelis Ramos

Perfil Fanfiction:Day M. Odair

 

Sin más las dejo con esta hermosa historia, espero que les guste.

*Day_Swan*

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Capítulo 16: "El beso"

“El beso”

Capítulo catorce.

“Una pequeña y estúpida decisión, puede cambiar grandes e importantes cosas”

Alec Pov’s.

Estaba seguro que lo que estaba a punto de hacer iba a cambiar mucho las cosas.

—Has regresado —Aro parecía contento, como siempre, yo me limité a asentir con la cabeza, inmediatamente, a Demetri y a mí, nos llenaron de preguntas:

— ¿Por qué tardaron tanto? —inquirió Cayo.

Demetri quiso tomar la palabra.

—Las cosas se complicaron, no es nada fácil con el don de aquella… vampiresa —Aro nuevamente hizo aquel gesto de curiosidad, apretó sus sienes con ambos dedos y se quedó pensativo—, pero estamos cerca, muy cerca de capturarlos.

Cayo puso mala cara.

— ¿Entonces por qué han regresado? —Interrogó ceñudo—, pensé que no lo harían, estuvimos tratando de comunicarnos con ustedes pero…

Lo interrumpí.

— ¿Cuál era la urgencia en que regresáramos? —inquirí solemne.

Aro ladeo su cabeza y comenzó a explicarnos.

—Corín y Santiago han traído nuevas noticias, sombre… aquella especie tan peculiar… —Aro comenzó a parlotear sobre los brujos, se levantó, caminó de un lago a otro, y continuó diciendo—: están planeando algo… algo muy extraño, nos llegaron noticias sobre el jefe, ha muerto, pero sus planes siguen, ellos intentan algo, traman algo, estoy seguro —se quedó pensativo nuevamente, por lo cual, Cayo decidió tomar la palabra, detrás de éste, permanecía Rudel con su típica sonrisita idiota.

—Están detrás de algo —continuó Cayo—, pero no podemos atacar sin investigar, están en América Latina.

Me quedé callado intentando razonar y pensar lo que acababa de escuchar.

—Necesito que me indiquen sobre todo lo que saben acerca de brujos o hechiceros —indiqué automáticamente, todos los presentes me miraron fijamente, intentando averiguar mi repentino interés.

Mayormente, no prestaba atención a ese tipo de cosas.

*

*

*

Tenía que pensar en algo, tenía que pensar, y también comunicarme con Alice Cullen de inmediato.

Todo lo que sabía era completamente importante.

—Alice. —Dije cuando respondió el celular—, es importante, deben llevársela de allá.

Alice entendió mi mensaje.

—Lo sé —concordó—, pero hay algo más… no lo sé —pensó por un minuto—. Alec, ¿Ese chico con el que la vimos tiene algo que ver con el peligro que mencionas?

— ¡Sí! —Exclamé rápidamente—, oculta algo, pero ahora no puedo decírtelo, no quiero que se enteren.

—Alec, entiendo, pero deberías irte ya de aquel lugar, Aro quiere recuperarte, buscará cualquier forma para retenerte —asentí, aunque Alice no lo vería.

—Me iré lo antes posible —sentí el olor familiar de Samira muy cerca, antes de que intentara despedirme, Alice lo hizo por mí.

—Adiós Alec, te mantendré informado —colgó.

Samira en menos de un segundo, estaba frente a mí.

—Alec, ¿te vas? —Preguntó, aparentaba estar defraudada—, me alegra que estés de vuelta, pero no el saber que te irás de nuevo.

Intenté cambiar el tema.

—Tenemos planes con el asunto nuevo de otras especies —admití, ella pareció aliviada—, ¿has mejorado con tu don? —la ironía no pasó desapercibida.

—Un poco. Pero aún tengo problemas, Rudel a veces me ayuda, pero tú eres mucho mejor —sonrió y acarició su cabello mirándome fijamente—, estás muy guapo Alec.

—Me alegra que estés mejorando con tus poderes.

Intenté alejarme, pero ella me siguió.

— ¿Volverás a instruirme? —inquirió—, el amo dijo que sería de mucha ayuda para lo que viene.

— ¿Qué viene?

— ¿No te lo ha dicho?

—No. ¿De qué hablas? —interrogué parándome en seco.

—Vienen muchas cosas Alec, Aro quiere en su poder a varios vampiros, con poderes, ya sabes, quiere a la chica mexicana y a Alice Cullen —explicó—, a Bella Cullen, quiere a por lo menos un hechicero en su poder, un lobo, quiere muchísimo poder en la guardia, solo nos quedan cinco meses, Alec —ella me miró fijamente al ver mi desconcierto, ¿todavía Aro pensaba en destruir a los Cullen? —. Los rumanos, Rudel tiene contactos, en cinco meses, querrán despojarnos.

—Siempre dicen que nos despojarán y no lo han hecho aún.

—Por eso Aro quiere a las videntes. —Argumentó cuando yo comenzaba a caminar de nuevo—, pero él sabe que el tiempo se acerca, Rudel lo sabe.

Como si se tratase de alguna invocación, el susodicho apareció.

— ¡He escuchado mi nombre! —exclamó sonriendo con ironía, me saludó con un asentimiento de cabeza. —Alec, ¿Cómo va la búsqueda de tu amada?

Me quedé estupefacto y el enojo se apoderó de mí inmediatamente.

— ¿De qué mierda hablas? —lo fulminé con la mirada.

—A mí no me engañas —expresó petulante.

Samira me miró inquieta.

— ¿Amada? —alzó una ceja, incrédula.

Puse los ojos en blanco, esa mierda ya me estaba aburriendo.

—Hombre, cuando quieras meterte en la puta vida de alguien, no intentes hacerlo en la mía, porque ganas no me faltan para destrozarte y dejarte sin tus malditas extremidades —amenacé entre dientes, ambos me miraron con los ojos abiertos—, siento utilizar este lenguaje delante de ti, Samira —y desaparecí de allí de una buena vez.

El comportamiento y la personalidad del maldito de Rudel me molestaban, no lo soportaba, era como ver a Aro, pero con otro rostro y más joven. Pronto me encargaría de él.

— ¡Venga hombre, así se habla! —exclamó Demetri apareciendo a mi lado, le dediqué una mirada severa, pero luego sonreí con malicia, Demetri también odiaba a aquel maldito.

—Habló de más, se lo merecía —articulé entrecerrando mis ojos—, además sus malditos comentarios son de alguien que sabe mucho de mí, y eso me incomoda.

—Sabe mucho, y más de ti —hizo una mueca—, supongo que ha estado investigando, o Aro le contó…

—Es un maldito imbécil —espeté con desdén.

—Vale, de acuerdo —asintió Demetri—, es un imbécil, y un imbécil que quiere molestarte —argumentó seguro de lo que decía, lo cual, era totalmente razonable.

Ese idiota me estaba hartando.

—Estaré esperando que lo haga, no sabe con quién se mete.

Demetri se echó a reír de aquella forma macabra mientras que comenzaba a idear un plan conmigo…

*

*

*

Demetri no podía utilizar sus habilidades con esos, era una desventaja, tanto para él, como para mí y para el resto de los vampiros que quieren defenderse o evitar líos con los brujos y hechiceros -que pensábamos que estaban extintos-, ellos eran poderosos, porque eran inmunes a nuestros poderes, pero los superábamos en fuerza, y en rapidez, el problema eran sus trucos, para aquello debíamos estar preparados.  

Y ella, esa humana, tenía que estar a salvo.

Me encontraba en uno de los lejanos rincones del castillo, solitario y vacio, Heidi había traído “la cena” estaba saciado, y había decidido alejarme después de haber escuchado el eterno parloteo de Aro y Cayo sobre el “regreso” de Jane, era absurdo que volviese después de tanto tiempo, y ellos no lo entendían.

Pensé en Jane, en lo enojado que estaba con ella, ella se comportaba como la misma de antes y temía por eso, aunque en realidad yo también era el miserable de antes, quizá no pensé en aquello, no pensé en ella, fui un egoísta que no se imaginó el daño que le causaría a su hermana por tan drástico cambio, un cambio que se efectuó por la pérdida que sentenció una maldita y desgraciada eternidad.

Pero a mí me preocupaba –aunque no me hubiese interesado en demostrarlo– el hecho que he sentenciado un cambio abrupto en mi hermana, ¿Qué tiene? ¿Es por mí?, aquella vocecilla interna me dijo que sí, que yo tenía la culpa, que mis tratos, mi ignorancia hacia su persona y mi egoísmo había llegado demasiado lejos.

Fruncí el ceño.

¿Qué clase de hermano era?

¿Acaso ella me había abandonado y yo le estaba pagando con la misma moneda?

No. Por supuesto que no.

Yo era el culpable de todo lo que le ocurría, tenía que remediarlo, pero tendría que esperar a que se le pasase el enojo.

Suspiré con frustración y salí del castillo y comencé a caminar por los altos muros de éste, estaba afuera, era de noche, y la noche me recordaba a ella, también.

Negué con la cabeza varias veces, no podía ser frágil, no ahora.

— ¿Alec?

Lo que me faltaba.

— ¿Se te ofrece algo, Samira? —pregunté tratando de sonar amable, después de todo era una chica.

—Quería preguntarte lo mismo, Alec, te veo mal y quisiera ayudarte —mencionó.

Quise poner los ojos en blanco, pero me negué internamente.

—Estoy bien.

Ella titubeó, pero luego se acercó más a mí.

—Quiero que sepas esto: sé que estás sufriendo, sé que estás lleno del más grande rencor que he podido conocer, y a pesar de no saber con claridad lo que tienes, te entiendo, trato de hacerlo. Te apoyo, quiero lo mejor para ti, sabes lo que siento por ti, y es por eso que necesito que confíes un poco en mí —todo aquello lo dijo como si se tratase de un discurso que anteriormente habría ensayado.

Me quedé perplejo.

—No necesito confiar en alguien para sentirme mejor —mascullé, era la verdad—, ya todo está hecho, agradezco tu… apoyo, enserio, pero yo preferiría mantenerme como estoy.

—Sé que no estás bien —murmuró cabizbaja.

—Creo que eso ya todo mundo lo sabe —repuse seriamente, mientras me cruzaba de brazos.

— ¿Tan difícil es arriesgarte a sentir algo de nuevo? —Preguntó—, ¿tan difícil es permitirte una nueva oportunidad? Alec, Prometo nunca alejarme de ti, estaré contigo por sobre todas las cosas…

Prometo nunca alejarme de ti, estaré contigo por sobre todas las cosas…

Una de las tantas promesas de Melissa…

Samira me miraba intensamente y yo quería que fuese mi ángel, ella, que estuviese aquí diciéndome aquello, pero eso no era posible…

Como extrañaba sus labios, su sonrisa, su voz, su cuerpo, su brillo… aquel brillo que desapareció también por culpa mía.

Entonces Samira se dignaba en preguntar lo difícil que era esto.

¡Claro que es difícil!

Para mí las oportunidades se esfumaron con la partida de mi ángel…

Le fruncí el ceño a Samira, la conversación se estaba yendo por otros rumbos.

— ¡Está bien! —Exclamó alzando sus manos—, está bien, pero te prometo que no desistiré.

— ¿A qué exactamente? —alcé una ceja y ella sonrió con tristeza.

—A ti.

—Ya te lo he dicho dos veces, no necesito a nadie —rectifiqué.

—Pruébalo. —me retó con petulancia.

Ella se acercó a mí, con andares elegantes, mientras que me miraba a los ojos, me quedé como una estatua, no quería mostrar absolutamente nada.

Porque no sentía nada.

Ella era de mi estatura, se acercó a mis labios y comenzó a atacarlos con fiereza, me abrazaba hacia sí y yo no hice nada para detenerla, eso le permitió a ella intentar introducir su lengua en mi boca, la cual abrí pero exactamente para aceptarla, me alejé con una gran satisfacción al dejarla queriendo más.

—No he sentido nada, soy capaz de no responder a tus caricias, ¿lo notaste, no? —Ella frunció el ceño y pude ver que estaba enojada, intentó evadir mi mirada—, eres muy hermosa, pero no puedes obligar a  alguien, no puedes obligar algo que no se va a dar, lo que es para ti, llegará cuando sea necesario.

—Lo que es para mí, está frente a mí.

— ¡Vale, ya! ¡Basta! Me has cansado —murmuré esto último, no quería ser un maldito infeliz tampoco con una mujer, aunque ésta ya me estaba hartando.

—No desistiré —dijo mirándome a los ojos, horrorizada y dolida, me dedicó una última mirada y desapareció del lugar; negué con la cabeza, maldito castillo Vulturi.

El que no desistirá en su venganza, seré yo.

Sería capaz de acabar con todos los que destruyeron mi felicidad y la de ella.

*

*

*

— ¡¿Te besó?! —exclamó Demetri riéndose abiertamente, lo fulminé con la mirada.

—No es para tanto. —Murmuré cabreado—, creo que me dejará en paz después de eso.

—Eres demasiado cruel —dijo con aires de ser el vampiro más bueno del mundo.

—Claro, tú eres un ángel.

Demetri se echó a reír.

—Esa mujer es explosiva, y creo que no me da buena espina —insinuó Demetri después de que terminó de reírse, me quedé pensativo ante su declaración.

— ¿Por qué lo dices? —traté de indagar, Demetri negó con la cabeza.

—Solo lo sé.

Demetri decía aquello por alguna razón, pero no me la dijo, aunque tampoco insistiría y mucho menos le prestaría atención a esa vampiresa, sea cual sea su intensión conmigo, no me interesaba en lo más mínimo.

Luego de platicar con Demetri ciertos puntos de importancia para lo que planeábamos hacer, me dirigí a mi habitación, a estar solo, claro está. Planeaba entretenerme con algún libro nuevo, o quizá pensar… no, el plan del libro era mucho mejor.

La habitación estaba justo como recordaba: sola, vacía, oscura, y con el sentimiento de soledad que me perseguía a donde fuera que yo vaya, pero no estaba decidido a desprenderme de ella tampoco.

Me tiré en la cama innecesariamente, miré en techo preguntándome: ¿Cuándo acabaría todo? Y, ¿qué haría luego?

Resoplé.

Ni Alice Cullen lo sabía.

Pensando en ella, comenzó a sonar mi celular y se trataba de la mismísima Alice.

— ¿Aló?

Una voz musical y angelical –muy conocida por mí–, hablaba con alguien, que no era yo, por cierto.

—Alice, yo sueño con alguien de ojos extraños, no sé qué hacer, tal vez debería ir a un psicólogo… —decía aquella voz, asustadiza y nerviosa, era la voz de mi ángel, bueno, la voz parecida a la de mi amor.

—Day… —habló Alice, obviamente había llamado para que yo escuchase todo aquello—, ¿puedes contarme más sobre tus sueños? —La humana resopló—, ¿por favor?

—No me creerías…

—Solo dime, prometo encontrar una explicación —solo había silencio—, ¡genial! Entonces cuéntame…

—Todas las noches… —la humana comenzó—, sueño con alguien, desde hace muchos años… él tiene los ojos rojos —se le quebró la voz, luego guardó silencio—, pero… me gusta, su… mirada.

Me quedé perplejo y luego aturdido.

¿Podía existir tanta casualidad?

Narrador Pov’s.

Ya no es posible que nos veamos de nuevo, estamos demasiado lejos.

Jane.

Gabriel frunció el ceño, ella había cambiado después de hablar casi todos los días por teléfono.

Rápidamente Gabriel tecleó la respuesta:

Ya lo sé, pero antes no había problema en comunicarnos de esta forma.

G.

La respuesta tardó más de diez minutos en llegar, eso era lo que pensaba Gabriel, ya que realmente Jane no sabía que responder a aquello, simplemente no podía involucrarse con el hermano de la chica que estaba perjudicando a su hermano Alec.

Me di cuenta de que las cosas no funcionan así para mí. Lo siento.

Jane.

Gabriel asintió con la cabeza, ya no la presionaría más. Quizá tenía razón y las cosas no funcionarían así, ella lejos de él, hermosa e inteligente, cualquiera podría enamorarse de ella y conquistarla, y él no estaría cerca para impedirlo.

No iba a funcionar.

Jane pensó lo mismo, no le agradaba la idea de ser cuñada de aquella humana, y sabia que no le agradaría a Gabriel saber el hecho de que Jane no la soportaba –sin aún conocer– a su hermana.

— ¿Estás bien, hermano? —preguntó Dennis acercándose a la biblioteca de la enorme casa, donde Gabriel se encontraba ensimismado.

—Las mujeres complican muchas cosas… —contestó cohibido.

—Nosotros también lo hacemos —admitió  Dennis palmeando el hombro de su hermano y sentándose a su lado.

Daymelis Pov’s.

Era verdad, me gustaba la mirada del chico del sueño, aunque sabía que eran cosas de mi alocada imaginación; tenía que encontrar la forma de quitar aquellas pesadillas y sueños extraños de mi mente, podría llegar el momento en que de verdad enloquezca.

Alice me miró fijamente y no pareció tomarme por loca.

— ¿Algo más? —inquirió ella con insistencia.

Asentí.

—Pesadillas. Muchas pesadillas… en una me duele todo, como si estuviese ardiendo en fuego, siempre repito esa pesadilla, la mayoría de las noches, y en casi todas escucho una voz, pero no recuerdo lo que dice —expliqué más tranquila, Alice trataba de entenderme, y eso me reconfortaba—,  y… también en un lugar oscuro… y veo a alguien con una capa negra, como la muerte… —estaba asustada, eran pesadillas horribles.

— ¡Oh Dios! —exclamó Alice abrazándome—. Trataré de ayudarte, lo prometo, en serio.

Asentí sintiendo repentinamente un nudo en mi garganta.

—Gracias. —traté de sonar normal, pero sollocé y ella pudo darse cuenta.

Tomó su celular, al parecer alguien llamaba.

—Perdón, es papá, ahora vuelvo —asentí y ella fue al comedor de mi casa; me quedé allí pensativa, era reconfortante saber que contaba con varias personas para superar aquello, cuando estaba destrozada, ellos eran capaces de construir mi corazón de nuevo.

Y As también entraba en aquél grupo de personas especiales, esperaba que no terminase arruinándolo.

El timbre de casa sonó y me apresuré en abrir, cuando me percaté de quien se trataba salté a sus brazos emocionada.

— ¡Hola hermosa! —Exclamó él al tiempo que depositaba un casto beso en mis labios, arrugó su nariz en un instante, mirando hacia la sala, luego fijó su vista en mí y sonrió—, te he extrañado.

—Yo también… —sonreí tímidamente, él besó mi mejilla—. ¿Quieres pasar?

Astor negó con la cabeza.

—Solo paso a saludar —sonrió abiertamente—, ¿Podemos hablar afuera? —asentí contrariada, él aparentó no darse cuenta.

Al salir de casa y cerrar la puerta detrás de ambos, caminé junto a él mientras paseábamos por él jardín, Astor me tomó la mano.

— ¿Ocurre algo? —pregunté preocupada, él sonrió ampliamente.

—Claro que no, nada malo ocurre, solo quería hablar contigo al aire libre —le sonreí—. ¿Cómo has estado?

Suspiré aliviada.

—Muy bien, justo platicaba con Alice —Astor se tensó sin razón alguna—Y yo… tengo… tengo algo que comunicarte.

Fruncí el ceño.

— ¿Qué?

—Uh… bueno, es que… en menos de dos semanas nos vamos de viaje… y ya sabes cómo están las cosas —expliqué, su mirada se fijó en la mía, me enervé—, no sé cuando regresemos, no sé si seguiremos viviendo aquí.

— ¿Te… te irás con los Cullen? —preguntó con una pizca de enojo.

—S-í —tartamudeé—, ellos me adoptaron, a mí… a mis hermanos… es obvio.

—No te vayas —me tomó por los hombros con mucha fuerza—. Por favor…

Palidecí…

Esa sugerencia no era solo porque me amaba, estaba segura; él lo decía, me lo pedía de una forma distinta, una forma que era indescifrable, para mí.

—Astor, me estás lastimando —gruñí molesta, él no me saltó

— ¡No puedes irte! Apenas los conoces…

—Tú tampoco los conoces.

—Por eso.

—Por eso —repetí molesta—, no tengo alternativa, debo irme con ellos, no son malas personas.

—Personas —bufó cruzándose de brazos después de haberme soltado.

—Prefiero esto a separarme de mis hermanos —afirmé mirándolo a los ojos, Astor frunció el ceño inmediatamente.

— ¿Prefieres separarte de mí?

—No me pongas a elegir entre ellos y tú —advertí con un hilo de voz—, perdóname. Solo espero que las cosas salgan como las he pensado y volvamos al país.

Él se quedó callado.

—No te vayas… —murmuró mirándome a los ojos con angustia.

Lo abracé con fuerza…

*

*

*

El avión despegaba a las 10:30 de la mañana, Carlisle, Esme, Jacob, Renesmee, Alice y Jasper ya nos esperaban fuera de casa con su equipaje ya listo, Melissa y Alex, además de Jason y Lucia se encontraban conmigo y con mis hermanos para despedirse de nosotros.

Astor no vendría,  estaba segura.

Desde aquel día no le había visto de nuevo. Él no quería que yo me fuera del país, y no entendía que tenía en contra de los Cullen, no confiaba en ellos y eso me molestaba, porque yo sentía que debía defenderlos a capa y espada si fuese necesario.

—Te extrañaré —repitió Melissa mentiras abrazaba a mi hermano, un nudo se apoderó de mi garganta al ver que mi “novio” no se encontraba por ningún lado.

Fruncí el ceño, mi hermano Gabriel me palmeó el hombro.

La tía luz no estaba por ningún lado tampoco.

Salimos al porche de la casa y abracé a Mel y a Alex, las dos sonrieron con nostalgia, las echaría de menos.

—Creo que alguien quiere verte—masculló enojado Dennis, dirigí mi mirada hacia donde miraba Dennis con recelo.

Ahí estaba él.

Tan hermoso y tan nostálgico.

Lo miré fijamente y él comenzó a acercarse, hice lo mismo sabiendo que ese encuentro podría terminar algo que acababa de comenzar.

Astor me jaló hacia él abrazándome con extrema fuerza mientras que susurraba “cuídate, bebé, te amo” en mi oído; la intensidad que se mostraba en su voz, me hizo estremecer y un par de lágrimas se derramaron por mi rostro, besó mis labios con tal cuidado que me sentí como si fuese una pequeña muñeca de porcelana, me miró a los ojos…

La bocina del coche de Alice me hizo separarme de él…

Las lágrimas se multiplicaron.

Hasta pronto.


Hola chicas!! bueno, perdonen la tardanza, pero bueno acá les dejé el capítulo, espero lo disfruten, ¿comentarios? ¿votos? los espero! saluditos a todas, bella_22, melisa montero, luz, mi geme mel, zaira, marii, tina calfu,primis mariiana. Gracias por seguir esta historia, espero les guste como va, dejen sus opiniones, ¡feliz año nuevo! y dia de reyes tambien, aunque falta todavia XD ¡saludos! besos y abrazos :D

-Day S.

Capítulo 15: "First Love" Capítulo 17: "El primer recuerdo"

 
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