Amar Después de Morir

Autor: Day_Swan
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 17/08/2012
Fecha Actualización: 04/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 86
Visitas: 65249
Capítulos: 41

“Amar Después de Morir”

Secuela de: “El Ángel de Alec Vulturi."

Sinopsis.

Después de la muerte de Melissa, Alec vuelve a ser el mismo de antes, frio, calculador y distante, con solo una palabra grabada en su mente: Venganza, luego de efectuarla pensaba morir, ya no sentía la necesidad de vivir sin su único amor. Por otra parte Aarón tampoco ha superado la muerte de la joven, pero todo cambiara cuando Alex sueñe el futuro, al igual que Alice, ambas vieron a una humana, una humana que cambiará la vida de todos; de nuevo. ¿Quién será ella?

Nada en esta vida es imposible, lo incierto puede que sea cierto, el amor es dolor, pero también alegría; una segunda vida, una segunda oportunidad, personalidades distintas, un mismo rostro, ¿una misma alma?, un amor, una promesa, amar después de morir…

Ella, una joven que oculta su verdadera personalidad y finge ser rebelde y caprichosa…

Él, un vampiro dolido por la pérdida del amor de su vida…

 


TRAILER DEL FIC: http://www.youtube.com/watch?v=Of0dvtHqjHM&feature=youtu.be

Algunos de los personajes pertenecen a Meyer, la historia es de mi completa autría basada en las ideas de dicha autora, los personajes nuevos son de mi imaginacion.

Espero les agrade la segunda parte de "El Ángel de Alec Vulturi"

POR FAVOR NO PUBLICAR SIN AUTORIZACION, TODAS MIS HISTORIAS ESTAN PROTEGIDAS POR SAFE CREATIVE, NO AL PLAGIO!

MIS DEMAS FIC'S:

"MELODY OF LOVE" (one shot)

"SAFE AND SOUND" (one shot)

"SÓLO 24 HORAS MÁS" (fic corto)

"PASIÓN INSACIABLE" (fic corto)

"UNA NAVIDAD EN EL CASTILLO VULTURI" (one shot)

"OSCURA TENTACIÓN" (Fic largo)

Mi facebook: Daymelis Ramos

Perfil Fanfiction:Day M. Odair

 

Sin más las dejo con esta hermosa historia, espero que les guste.

*Day_Swan*

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 25: "Inevitable"

Inevitable

Capítulo veintidós.

Daymelis POV.

Salí de casa al notar que mi hermano Gabriel estaba dormido; no soportaba el estar encerrada, estaba muy presionada, confundida y aturdida. ¿Vampiros? ¿Existían?, obviamente sí, todo estaba claro en aquel libro; nombraban a todos los Cullen, Alec, Jane, Vulturi, Denali, y los Rivera. ¿Melissa también me mintió? ¿Por qué Astor me había ocultado aquello?, ¿por qué tenía el libro? , yo confiaba en todos, y me habían engañado; yo nunca iba a revelar nada, jamás iba a traicionarlos.

Me había vestido con ropa deportiva para trotar y escuchar música, y por supuesto, alejar cualquier cosa que me preocupase de mi mente.

“Rolling in the deep” de Adele sonaba en mi Ipod cuando comencé a trotar en la pequeña cancha cercana a mi casa.

En mi mente solo aparecieron los ojos de Astor, azules, grises, incluso negros cuando estaba enfurecido. Su mirada era lo primero que me había enamorado; tenía una personalidad tan distinta,  él era tan rudo, pero poco a poco su otro yo salió a relucir. Me sorprendía que me hubieran mentido tanto, incluso él, después de todo lo que me había dicho.

Y los Cullen, ¿por qué unos vampiros querrían adoptar a tres humanos?, era totalmente ilógico, ¿qué hacían un grupo de vampiros con un lobo?, según leí era enemigos por naturaleza, nunca podrían convivir; claro, en el libro decía que con Jacob había sido distinto, él se había imprimado de Renesmee –una híbrida– y no podía estar sin ella.

¿En qué mundo estábamos?

¿Para qué nos querían?

En cuanto supe todo aquello, no fui capaz de seguir leyendo ese libro.

¡Tuve una tía vampira! Seguramente está viva, en sus eternos y perfectos diecisiete años. Pareja de Alec y mi abuelo lo sabía todo.

¿Qué demonios?

¿Por qué nos había dejado esos malditos libros?, seguramente estaban detrás de nosotros por eso, seguramente Astor estaba conmigo por eso, para hallarlos, y como ya había encontrado el que le interesaba no había regresado.

Lagrimas querían salir. Resoplé y aceleré el trote, escuchando “La de la mala suerte” de Jessie y Joy.

¿Astor me había abandonado?

¿Solo era una trampa?

¿Por qué no simplemente entró a mi casa sin decir nada y robó el libro?

Hubiera sido mejor que robara el maldito libro a que me robara mi estúpido y débil corazón.

Las cosas pasaban por algo sí, pero eso no era un concejo, yo me sentía utilizada y engañada, no por una, sino por varias “personas”.

Si Alec era un vampiro, seguramente estaba planeando mi muerte, me odiaba, estaba convencida, aquella forma de mirarme, como si me guardase rencor por algo me intimidaba, pero no lo demostraba, yo no iba a permitir que el supiese que le temía y a la vez me atraía. Mi cuerpo era como un imán, aclamaba por algún tipo de contacto con él.

Jane también me odiaba, era su hermana gemela y, por si fuera poco, los dos han sido por muchos siglos los vampiros más temidos, peligrosos y poderosos del mundo. Malvados, crueles y las joyas más preciadas del tal Aro Vulturi.

No iba a permitir que esa maldita de Jane se acercara a mi hermano. Tenía que evitar que hablaran.

¿Les decía o no les decía a mis hermanos sobre lo que había leído?

¿Iban a creerme?

Por mi mente pasó la idea de huir de los Cullen; sin embargo al pensarlo los ojos se me llenaron todavía más de lagrimas, mi corazón se contrajo y tuve que dejar de correr, apoyando mis manos en mis rodillas, mientras que respiraba con rapidez, las lagrimas comenzaban a salir sin control. Cerré los ojos con fuerza, aún respirando con dificultad. Aspiraba y espiraba, una y otra vez, mientras las lágrimas caían por mi rostro sin poder evitarlo.

It’s all right, just wait and see

Your string of lights is still bright to me

Oh, who you are is not what you’ve been

You’re still an innocent

You’re still an innocent…

Astor…

Eso me terminaba de lastimar por completo.

¿Astor solo se había acercado a mí por ese maldito libro?

Sollocé.

Soy una estúpida.

Sabía que no debía sentir absolutamente nada, pero caí, caí como una chiquilla idiota, fue inevitable.

¿Me había enviado al departamento para que me enterara de todo?

Claro, y así, jamás darme la cara.

Mierda…

Comencé a correr de nuevo, limpiando las lágrimas de mis ojos, la brisa también me ayudaba a cercarlas, aunque era inútil, pues salían nuevamente. ¿Alice?, también me había mentido.

O quizá protegido. No lo sabía.

Me quité los auriculares y puse la música en pausa. Me senté en el suelo abrazando mis rodillas y apoyando mi barbilla en ellas. Había prácticamente nadie en la calle. No temía por eso, había convivido con vampiros, hombres lobo y un brujo, ¿a qué más podía temerle?, sí, a la realidad.

¿Y esto no estaba ocurriendo?

Si todo era una de esas terroríficas pesadillas…

Pero, había algo que no me encajaba… ¿por qué Alec Vulturi no está con Melissa Johnson?

¿Dónde está ella?

Melissa… Melissa…

¡En mi sueño alguien me había llamado Melissa!

¡Oh, Dios, oh Dios!

Definitivamente esto es una pesadilla.

La voz de Alec… sus ojos… yo los siento cercanos, en mis sueños… ¿por qué?

Negué con la cabeza, solo son coincidencias.

¿Qué explicación lógica conseguiría?

Pues esa: solo es una coincidencia.

Lo mejor sería huir de la realidad…

Alec POV.

—Esa chiquilla es una maldita insolente, no se parece nada a… —Tuve que interrumpir a mi hermana inmediatamente.

—No las compares, ¿entendido? —dije bruscamente.

—Entendido Alec —repuso Jane—, pero se debe recalcar esto: ella es completamente distinta, no sé como los demás pueden creer que se trata de una reencarnación.

—Yo tengo mis dudas. —Demetri expresó tranquilamente, mi hermana y yo lo fulminamos con la mirada—. ¿Qué?, no me miren así, es la verdad. Estoy interesado en conocerla, sino se trata de… ya sabemos quién, quizá y el hechicerito se quede sin novia.

Alcé una ceja.

— ¿Te interesa ella? —ironicé.

—Uh… yo no diría que sí, pero tampoco que no. —Demetri alzó una ceja y nuevamente centró su atención en un libro que tenía.

—Eres el más extraño vampiro que he conocido, Demetri —dijo Jane con una pequeña sonrisa.

—Solo, que no me dejo guiar por las apariencias, mis queridos amigos. Esa humana puede ser muy malcriada; pero, ¿y si solo lo aparenta?, vamos, ustedes dos son así, dicen ser muy malvados y todo… y mírense, los dos se enamoraron. Yo me enamoré también. Nadie es de piedra. —Las palabras de Demetri nos dejaron boquiabiertos, a mi hermana y a mí, en algo tenía razón y tenía que admitirse—. Además no está mal.

—Claro que no está mal. Tiene la apariencia de Melissa —gruñí por lo bajo.

—Por supuesto, siempre tuve presente que tu chica era muy bella —respondió Demetri con mucha naturalidad—. Pero, como tú no quieres a esta, pues quien sabe y yo tenga mi oportunidad. —Sonrió ampliamente al terminar su frase.

Cerré  mis manos con fuerza, en puños.

¿Qué estaba diciendo?

¡Es una niña!

¡Y muy malcriada!

¿Cómo podía pensar tan si quiera que pudiera estar con ella?

—Estás mal de la cabeza —puntualicé cada una de mis palabras entre dientes.

— ¿Por qué?, a ti te gustaba una humana, a Edward también, ¿por qué a mí no?, eso es injusto. —Negó con la cabeza Demetri.

—Sí que estás mal Demetri, esa chica es un demonio, es totalmente insoportable —mencionó Jane burlonamente.

—Igual que tú —le respondió Demetri riendo.

— ¡Cállate!

—Déjalo Jane. Ya verás que el solo se dará cuenta de lo que le decimos —expuse malhumorado, saliendo del salón en donde nos encontrábamos.

— ¡Qué dices!, a ti también te atrae la humana, así como es, tan salvaje, ¡admítelo! —Fue lo último que escuché de Demetri antes de salir de allí.

¿Qué me atrae?

¡Bah!

La muy… iba a darme una bofetada la primera vez que discutimos, ¿darle una bofetada a un vampiro?, eso sería lo más estúpido que alguien haría. Todos los humanos, sin saber la razón, se sienten intimidados por nosotros los vampiros. ¿Por qué a ella no le ocurría como a los demás?, me había enfrentado, a mí y a Jane, una débil y frágil humana.

¿Tiene sentido eso?

Nada de lo que tiene que ver con esa chiquilla tiene sentido. Es completamente irracional y absurda.

Y yo también lo era, por sentir algo tan extraño por ella.

La sola idea de imaginar a Demetri con ella me estremece, y al verla en brazos de ese maldito brujo me carcome por dentro. Los celos, que en muchos años no manifestaba, habían salido a flote, y eran tan fuertes e incontrolables como lo eran hace más de cincuenta años.

Sabía que verla iba a complicarlo todo.

Y ahora no verla, lo complicaba todo aún más.

¿Qué demonios iba a hacer?

Su sangre me llamaba, su corazón también lo hacía, y sus labios, su voz… ella era mi cantante en todos los sentidos. Solo, solamente, por ser idéntica físicamente a Melissa, mi eterno amor.

Narrador POV.

Ella no le contestó el móvil, ni sus mensajes y sentía que algo iba mal. Astor no podía dormir, se removía de un lado a otro en su cama;  tenía calor y luego sed, estaba inquieto e incluso desesperado. ¿Iba a ocurrir algo?, no lo sabía.

Miró la hora en su móvil: las 3:15 am. Ella debería estar dormida, por eso no había respondido, supuso el joven.

Resoplando, se levantó de su cama, estaba convencido de que no podría dormir más.

Una ducha le vendría bien, así que se fue al cuarto de baño seguidamente de haber tomado su toalla, decidido a darse una ducha bien fría.

Pero pensando que iba a calmarse un poco, ocurrió todo lo contrario, estaba cada vez más preocupado. Day estaba enojada con él, lo sabía, la conocía y esa era la reacción que tomaría por lo del libro: enfadarse.

Pensaría que él la había traicionado, y lo peor, era que estaba cerca de descubrir la verdad.

Al menos que…

Se vistió rápidamente, tomó unos jeans, sus zapatos, una camiseta gris y chaqueta de cuero marrón, las llaves de la moto y salió del departamento

Su móvil comenzó a vibrar en el bolcillo de su pantalón; esperanzando, pensando que era su novia, lo sacó para llevarse una gran decepción: era Úrsula.

— ¿Qué quieres?

—Saber que ha pasado, ¿cómo está tu noviecita, ya te dejó? —preguntó la voz femenina de la chica, con un tono de ironía.

—Jódete. ¿Solo vives para molestar? ¡Eres una maldita!, ¿cómo pudiste enviar el libro para allá?, esa es mi vida. —Astor estaba completamente enfurecido.

—Por ella, has dejado tus planes —dijo la rubia con repugnancia, al referirse a Daymelis.

— ¿Y eso a ti que te importa? —Preguntó Astor alzando la voz sin importar la hora—. ¡Jódete y déjame en paz!

— ¿Olvidaste todo lo que tu padre te inculcó? —interrogó Úrsula ignorando los comentarios de Astor—. Perdí mi tiempo contigo, tenía muchas expectativas.

— ¡Me importa una mierda! —exclamó antes de colgar.

Resopló enfadado, fuera de sí.

No sabía qué era lo que Úrsula quería, esa era su vida, no la de ella.

*

*

*

— ¿Me ha llamado, maestro? —preguntó la pelirroja con respeto.

Aro le sonrió abiertamente. —Sí pequeña, ¿Rudel ya ha partido? —preguntó interesado.

—Sí lo hizo, hace más de seis horas. —Samira asintió con la cabeza mientras respondía; Aro, por su parte, sonrío intentando ocultar y calmar la curiosidad, en cuanto Rudel llegase, todas sus dudas quedarían resueltas.

— ¿Crees que pueda averiguar algo? —le preguntó Aro a Samira, curioso.

Ella se encogió de hombros. —No lo sé. Alec es muy cuidadoso con esas cosas, estoy segura que no será tan fácil como pensamos, aunque espero que no sea así —expuso su opinión la vampiresa.

—Bien, pero mataremos dos pájaros de un tiro, ¿no? —Rió Aro mientras ironizaba.

Samira sonrió con malicia. —Así es.

*

*

*

— ¡No contesta, maldita sea! —exclamó Emmett enfadado.

—Hay que llamar a Alec, me enerva no poder ver nada, seguramente Astor tiene algo que ver. —Alice estaba totalmente preocupada.

— ¡Sabía que no podíamos confiar en él! —expuso Jacob, a lo cual casi todos asintieron.

—No, no. Esto es cosa de Aro, aunque, puede que él haya querido ayudar, ¡no lo sé! —repuso Alice.

— ¡Espera, el móvil de Alec está encendido! —Fue Emmett el que dijo aquello antes de comenzar a informar a Alec de todo lo que acontecía.

Daymelis POV.

Había comenzado a trotar nuevamente, pero ahora con una sensación de ser perseguida; estaba asustada y las manos comenzaban a temblarme. Había dejado de llorar, y de pensar en aquello… el susto me tenía alejada de aquel tema.

Una sombra, una brisa…

Sentí escalofríos.

Eché a correr en dirección a casa, me había alejado demasiado.

—Rayos. —Tuve que parar, apoyando nuevamente las manos en mis rodillas mientras descansaba.

Otra brisa y una sombra…

Miedo.

Comencé a correr nuevamente.

— ¿Estás asustada? —Escuché decir a alguien. Era una voz masculina, juvenil, pero ronca.

Hiperventilé mientras paraba en seco.

Mierda, mierda, mierda.

Otra brisa…

Alguien pasó cerca de mí.

—No creo que lo estés… eres muy valiente. Digo, eres familia de vampiros y novia de un hechicero. ¡Bah! —dijo la voz masculina muy cerca de mí, y luego lejos.

Sentía como comenzaba a tensarme, un nudo se apoderaba de mi garganta, mis manos y mis piernas temblaban. Escalofríos, sudor, miedo.

— ¿Q-quién e-eres? —tartamudeé la preguntar.

—Un amigo de Alec.

El portador de la voz no mostraba su rostro; por más que lo buscaba con la mirada, no lograba encontrarlo.

— ¿Quieres verme? —volvió a preguntar—. Te tengo un trato, me dices donde está tu amiga Melissa y yo te digo quien soy.

¿Melissa?

¿De dónde la conoce?

— ¿M-Melissa?

Sip. Está buena. Me gusta, lástima que tu hermano esté pegado como lapa —dijo con fastidio—. Algún día lo quitaré de mi camino.

Al escuchar aquello el miedo aumentó. De solo pensar en que iban a lastimar a alguno de mis hermanos me destruía por dentro, preferiría mil veces morir, que los lastimaran a ellos.

La risa sarcástica del chico se hizo presente al percibir mi miedo; giré mi cabeza a donde venía el sonido pero no vi a nadie, él se había movido de su ubicación nuevamente.

— ¿Qué eres? —preguntó él después de un largo silencio.

Eché a correr asustada, pero alguien me tomó de la cintura haciendo que mi cuerpo chocara con el suyo.

Al fin pude verlo.

Sus ojos eran de un color marrón claro. Cabello color miel, despeinado y algo largo. Sus facciones eran como las de un chico de 16 años, era de la estatura de Alec, sus labios eran carnosos y tenía una media sonrisa en ellos. Vestido completamente de negro y con una insignia que colgaba de su cuello con un símbolo “V”.

Vulturi.

Oh Dios, oh Dios, oh Dios.

Traté de zafarme, pero tenía una fuerza pronunciada.

Era como Renesmee…

— ¿Qué eres? —repitió sin dejar de sonreír; quería huir de sus ojos, pero él no me lo permitía.

Las lágrimas se acumularon en mis ojos, él no me soltaba.

—Pensé que eras más valiente de lo que aparentabas —dijo ahora muy serio, lanzándome al suelo con tanta fuerza que supe que ya no podría correr y escapar.

Sollocé tratando de levantarme.

—Esto parece un monólogo, sólo quiero saber, qué eres, ¿eres una reencarnación? —preguntó burlonamente—. Yo sinceramente no lo creo, es algo estúpido.

— ¿Q-qué?

—Olvídalo, ya veo que no sabes nada.

Se acercó a mí, con rapidez, tanta que no pude verlo mientras lo hacía, solo apareció a mi lado de un momento a otro.

Me tomó por el brazo y me arrastró para que me levantara.

Sollocé nuevamente.

— ¡Suéltame! —pedí en un vago intento de zafarme.

— ¿Dónde está Melissa? —interrogó apretando mi rostro con fuerza.

—N-o… no lo sé…

— ¡Sí lo sabes! —me zarandeó fuertemente—. Dime.

Su rostro se endureció y me soltó, me dolía la pierna y cuando lo hizo caí al suelo mientras lloraba. Él totalmente serio, caminó de un lado a otro mientras acariciaba su barbilla, pensativo.

¿Por qué me pasa esto a mí?

— ¿Puedes dejar de chillar? —inquirió luego de un rato—. Estoy tratando de pensar, y no ayudas. ¿Qué voy a hacer contigo?, creo que Aro estaría interesado en conocerte…

Aro Vulturi.

No, no, no.

Me tomó en brazos luego de idear su plan, yo peleaba para que me soltara, sin embrago era inútil, estaba muy débil y él tenía más fuerza que yo.

Pero entonces recordé las extrañas habilidades que había descubierto en Canadá.

¡Sí, eso es!

Cerré mis ojos con fuerza, tratando así de concentrarme, pero solo pude lograr que un relámpago apareciera.

Bufé y luego sollocé a la vez, aquel desconocido estaba comenzando a correr para llevarme a quien sabe dónde, y yo, sin poder hacer nada.

— ¡Déjala! —exclamó la voz de Astor. Rápidamente abrí mis ojos para observar algo que jamás en mi vida imaginé.

Astor estaba frente a nosotros, con sus manos extendidas hacia el frente, sus ojos estaban totalmente negros –como los míos–, y sostenía una especie de vara con su mano derecha.

— ¡Ja!, el brujito ha llegado. —El desconocido me dejó caer al suelo, y se aproximo a Astor con una sonrisa burlona en su rostro—. Viniste a salvar a tu chica, ¡qué bonito!, lástima que no podrás hacer nada.

 —Astor… —sollocé con miedo, olvidando todo lo que había acontecido con los libros.

El muchacho bufó y Astor me miró con dolor, conforme avanzaba hacia nosotros.

—Estoy al tanto de que no eres tan poderoso como quisieras. —El chico se encogió de hombros—. No puedes hacerme nada.

—Solo déjala en paz.

El chico me tomé del brazo y con un movimiento rápido, posó su boca en mi cuello.

Su aliento golpeaba mi piel.

Miedo.

Angustia.

—La dejaré que descanse en paz, claro.

Astor gruñó.

Cerré los ojos y los apreté con fuerza, como acto reflejo. No sabía si aquel desconocido iba a matarme o no, no sabía qué pasaría con Astor, con Melissa, con mis hermanos…

De pronto todo ocurrió muy rápido. Astor, frente a nosotros comenzó a mencionar algunas palabras en otro idioma, mientras una brisa se hacía presente, los ojos de Astor estaba cerrados conforme mencionaba un montón de palabras con plena concentración, yo no podía ver mucho, solo destellos de luz, aire, y luego el chico retorciéndose del dolor en el suelo cuando me soltó.

— ¡Maldito, deja de hacer eso! —exclamó el híbrido tomando su cabeza, Astor seguía hablando con sus ojos cerrados y con la vara en su mano, pero hasta cierto punto, sus voz salía más débil, hasta decirlas en un susurro, y luego… se quedó callado.

Un segundo después, y estaba tendido en el suelo botando sangre por la nariz.

Me quedé perpleja, boquiabierta. El chico parecía que se estaba recuperando de lo que sea que Astor le causó, pero este último estaba desmayado.

A eso se refería… él no era tan poderoso como aparentaba.

Un hechicero medio, como lo había leído.

Con cuidado me aproximé hacía Astor, sollocé con miedo, al verlo allí, con sus ojos cerrados y la sangre saliendo de su nariz como si se hubiese debilitado.

Un par de lágrimas salieron de mis ojos.

—As… ¿me escuchas? —pregunté en un susurro, tomando su rostro.

No hubo respuesta.

—Oh Dios… lo siento tanto… —coloqué su cabeza en mis piernas llorando, limpiando la sangre y tratando de hacer que despertase.

—Quizá muera. —Dijo la voz del chico aún tendido en el suelo—. Y si no lo hace, lo mataré yo cuando me recupere.

—Maldito… —mascullé con rabia—, As, cielo, despierta por favor…

El híbrido comenzó a levantarse, aunque gruñía por lo bajo quejándose del dolor.

Entonces, tan pronto como se había levantado, alguien lo derribó al suelo nuevamente, alguien vestido de negro y con cabello castaño. Los dos, comenzaron con una pelea, aunque no se podía ver nada por la rapidez con la que corrían y se golpeaban. Traté de levantar a Astor, pero estaba inconsciente.

—Quédate quieta —ordenó la voz de Alec, mientras seguía en lo suyo.

¿Alec?

Alec estaba allí. ¿Defendiéndome?

¿Ayudando?

No podía creerlo.

Aterrorizada, sollocé otra vez. — ¡Astor despierta, joder!

—Eres un idiota, Alec, si me fuera desasido del hechicero de mierda tuvieras tu camino libro, te llevarías a esta humana al castillo y todos felices.

—Ese no es tu puto problema.

Alec se aproximó al chico pero este se acercó a mí, me sonrió y se fue.

— ¡Astor! —exclamé por enésima vez sin obtener ninguna respuesta de su parte.

Alec estaba a mi lado, sentado tan cerca de mí como no había estado nunca, me miraba a los ojos y luego miraba a Astor, negó con la cabeza.

—Supongo que… él te quiere después de todo —dijo, sus ojos negros penetraban los míos, él no sonreía, se mantenía inexpresivo, pero hermoso.

Yo no pude decir nada, pues tenía un nudo en la garganta.

Seguíamos mirándonos hasta que alguien habló:

— ¿E-estás b-bien? —preguntó Astor en un murmullo.

—Sí, sí, ¿tú lo estás?, ¿puedes levantarte solo? —inquirí desesperadamente—. Tenemos que irnos de aquí.

Astor no alcanzó a responder, ya que Alec lo ayudó a levantarse, Astor lo miró sorprendido peor no dijo nada, se dejó ayudar. Yo los miré aún en el suelo, boquiabierta.

— ¿Tú puedes andar sola? —interrogó Alec sonando preocupado.

Ahora que caía en cuenta, era la primera vez que hablábamos sin se groseros.  Asentí en respuesta y me levanté con cuidado, limpié mi rostro y los seguí, los tres caminamos hasta el departamento de Astor sin mencionar ni una sola palabra.

Cuando yo había comenzado a temblar del frio, Alec me había dado su chaqueta y yo lo había aceptado. Fue muy extraño todo aquello. Su olor era dulce y varonil, embriagador y adictivo, no podía dejar de aspirar su aroma, era inevitable. Nada de lo que estaba pasando lo era.

¡Cómo cambian las cosas de la noche a la mañana!

Algo que tampoco es inevitable.

Alec POV.

Ella lo llevó a su cama, el chico estaba un poco perdido y ella preocupada. Sus ojos lucían cansados cuando la había mirado fijamente. Ella de verdad lo quería de verdad, y quizá, él a ella también.

Me quedé en el salón del departamento, esperando por ella, iba a llevarla a su casa, pero luego desistí al escuchar su plática.

—Pensé que no podría protegerte —dijo el hechicero con voz cansada.

—Lo hiciste, y lo siento mucho —contestó ella en un susurro—. Mira cómo estás, no puedes ni moverte, es mi culpa.

—No. No digas eso, ven. Quédate conmigo —pidió él.

Salí del departamento al escuchar aquello. No sé qué cosa despertó dentro de mí de nuevo, algo que no podía controlar.

Demetri tenía razón, ella tenía otra personalidad dentro de su ser, una personalidad que no dejó ver hasta ahora, era frágil, tierna y entregada. Compasiva y esa noche había tenido por un momento aquella mirada… la mirada de la chica que me amaba.

Pero eso no había sido real, cuando regresé a aquel departamento una hora después, sin saber por qué lo hice, me acerqué a la habitación donde ellos se encontraban y los encontré juntos, dormidos, abrazados, como una pareja. Ellos eran algo que yo hace mucho ya no tenía, algo que había perdido…

 


¡Holaaa! Espero este cap les haya gustado (ya sé que siempre digo eso XD) Lamento tardar, pero como siempre les traigo el capítulo antes de que se cumplan los 15 días >.<  Diganme que les está pareciendo y si tienen preguntas pueden hacerlas :D Saluuudos a todas, besitos y graacias por el apoyo! ♥

Day S.

Capítulo 24: Outtake: Melissa & Dennis. Capítulo 26: "Primera Herida"

 
14452272 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10764 usuarios