Amar Después de Morir

Autor: Day_Swan
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 17/08/2012
Fecha Actualización: 04/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 86
Visitas: 65257
Capítulos: 41

“Amar Después de Morir”

Secuela de: “El Ángel de Alec Vulturi."

Sinopsis.

Después de la muerte de Melissa, Alec vuelve a ser el mismo de antes, frio, calculador y distante, con solo una palabra grabada en su mente: Venganza, luego de efectuarla pensaba morir, ya no sentía la necesidad de vivir sin su único amor. Por otra parte Aarón tampoco ha superado la muerte de la joven, pero todo cambiara cuando Alex sueñe el futuro, al igual que Alice, ambas vieron a una humana, una humana que cambiará la vida de todos; de nuevo. ¿Quién será ella?

Nada en esta vida es imposible, lo incierto puede que sea cierto, el amor es dolor, pero también alegría; una segunda vida, una segunda oportunidad, personalidades distintas, un mismo rostro, ¿una misma alma?, un amor, una promesa, amar después de morir…

Ella, una joven que oculta su verdadera personalidad y finge ser rebelde y caprichosa…

Él, un vampiro dolido por la pérdida del amor de su vida…

 


TRAILER DEL FIC: http://www.youtube.com/watch?v=Of0dvtHqjHM&feature=youtu.be

Algunos de los personajes pertenecen a Meyer, la historia es de mi completa autría basada en las ideas de dicha autora, los personajes nuevos son de mi imaginacion.

Espero les agrade la segunda parte de "El Ángel de Alec Vulturi"

POR FAVOR NO PUBLICAR SIN AUTORIZACION, TODAS MIS HISTORIAS ESTAN PROTEGIDAS POR SAFE CREATIVE, NO AL PLAGIO!

MIS DEMAS FIC'S:

"MELODY OF LOVE" (one shot)

"SAFE AND SOUND" (one shot)

"SÓLO 24 HORAS MÁS" (fic corto)

"PASIÓN INSACIABLE" (fic corto)

"UNA NAVIDAD EN EL CASTILLO VULTURI" (one shot)

"OSCURA TENTACIÓN" (Fic largo)

Mi facebook: Daymelis Ramos

Perfil Fanfiction:Day M. Odair

 

Sin más las dejo con esta hermosa historia, espero que les guste.

*Day_Swan*

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Capítulo 11: "Conociendo a un extraño & cambio de planes"

“Conociendo a un extraño & cambio de planes”

Capítulo nueve.

Narrador Pov’s.

Dennis se quedó pasmado ante la seriedad y nerviosismo que Melissa poseía, e inmediatamente, la sonrisa que anteriormente se había curvado en sus labios había desaparecido ante la indicación de la chica.

¿Decirle qué?

¿Qué es tan grave para que ella esté de tal forma?

Se preguntó a sí mismo, intentando buscar una respuesta en el rostro de la chica que permanecía frente a él.

Mientras tanto, Melissa no sabía la reacción que tomaría Dennis al enterarse de lo que ocurría dentro de aquella habitación, pero tampoco quería perder más el tiempo, estaba decidida a decirle absolutamente todo.

Dennis dio un paso al frente, para así acercarse más a Melissa, la cual se encontraba con su ceño fruncido; abruptamente, Dennis pensó que había ocurrido algo con su hermana; maldita sea, debía haberla cuidado más.

— ¿Qué cosa? ¿Es sobre mi hermana? —preguntó él demasiado preocupado, acercándose más a Melissa intentando buscar alguna respuesta; preocupado por el nerviosismo que la hibrida poseía, la tomó por los hombros con el vago intento de calmarla, enervando aún más a Melissa. Ella suspiró pesadamente, apoyó sus manos en las de Dennis —las cuales permanecían apoyadas en los hombros de ella—, recobró fuerzas, y así, decidió contarle:

—Es mejor que lo veas por ti mismo —indicó seriamente, con un tono de voz demasiado bajo, pero lo suficientemente alto para que el humano la escuchara, él inclinó su cabeza a un lado sin entender qué demonios intentaba decirle o enseñarle la chica.

Melissa lentamente le señaló la puerta de la habitación donde se podían escuchar los descontrolados gemidos ahogados, en el rostro de Dennis apareció nuevamente una mueca de confusión pero no dijo nada.

Bajo el ademán de Melissa, Dennis se acercó lentamente a la puerta, pero inmediatamente, sin abrirla, se arrepintió.

— ¡No puedo husmear ahí! —exclamó aún con la voz baja, Melissa puso los ojos en blanco mientras negaba con la cabeza y se cruzaba de brazos enfurruñada.

¡¿Por qué no simplemente mira y ya?!

No es tan difícil…

—Abre la puerta —masculló exasperada, quería quitarle la venda de los ojos de una maldita vez, para que él se diese cuenta que no merecía a esa golfa, y también para que se percatara de que no sentía lo mismo por ella.

Pero lo que Melissa no sabía, era que él ya estaba al tanto de la situación de sus sentimientos.

—No —respondió solemne el chico, Melissa rodó los ojos por segunda vez, era increíble lo testarudo que podía llegar a ser; exasperada, Melissa apretó su mandíbula y entre dientes musitó:

—¡Ah! Muy bien, yo abriré la maldita puerta entonces.

 Y sin más que esperar, Melissa caminó a paso firme hacia la puerta de madera frente a ellos, con mucho cuidado giró la manilla y con un ademán hacia Dennis, le indicó que se acercara a ver lo que ocurría allí dentro. Dennis aún dudoso, a paso indeciso se acercó y asomó su cabeza para ser testigo de una desagradable escena.

Como Melissa ya lo había visto antes, Danna se encontraba encima de un chico, con su vestido más arriba de sus caderas, moviéndose como desquiciada, mientras que el humano jadeaba y ella gemía al ritmo de sus embestidas; por enésima vez, Melissa se preguntó si Danna tenía algún trastorno mental o estaba demasiado borracha como para hacer semejante barbaridad cuando tenía a un novio cerca de la verdadera perfección: guapo, inteligente, estudioso, maduro y, además de ello, con los sentimientos más puros y sinceros.

Melissa consideraba que si ella tuviese la oportunidad de compartir alguna relación sentimental con Dennis, intentaría ser la mejor chica, mejorar cada día más, y ser completamente sincera, él lo merecía, y sinceramente, a pesar de que él ya no sentía lo mismo por Danna, aquello que le estaba haciendo aquella zorra era la peor humillación y traición que una persona pudiese experimentar.

Pero eso no era lo peor…

Lo peor fue cuando ambos se percataron de quien era el chico que estaba follando con la rubia traidora.

— ¡Qué demo…! —su voz se apagó cuando vio el rostro del chico, ambos adolescentes, en medio  del sexo desenfrenado, se sobresaltaron en la oscuridad al ver la figura alta de Dennis en el umbral de la puerta —la cual ya estaba abierta de par en par—, y  con incredulidad, Dennis encendió la luz para ver mejor y asegurarse de que lo que estaba al frente de sus ojos era cierto; seguidamente, miró de soslayo a Melissa, la cual al percatarse de que Jordan y Danna estaban en problemas, había decidido irse, pero Dennis se lo impidió tomándola de la mano pidiéndole apoyo moral.

La hibrida gustosamente —pero aún así incomoda— decidió quedarse.

—Amor, bebé, esto… —murmuraba Danna con tono de voz suplicante—, por favor, déjame explicarte —Dennis y Melissa alzaron una de sus cejas con incredulidad, y Danna al percatarse de las manos de éstos dos unidas, fulminó con la mirada a Melissa Neil.

¡Es increíble el cinismo de esta chica! Exclamó Melissa con recelo.

— ¡¿Qué haces con ésta?! —exclamó Danna acomodando su vestido, Dennis rodó los ojos y dirigió su fulminante mirada al chico que decía ser su amigo y el mismo que una y otra vez mencionaba estar enamorado de su hermana Day.

—Decías ser mi amigo —masculló entrecerrando sus ojos, Jordan no expresó ningún sentimiento, abrió su boca un par de veces, pero al segundo la cerraba, estaba sin palabras.

¿Qué podía explicarle?

¿Qué su novia lo sedujo hasta que el cayó como un vil traidor?

No era digno de un caballero decir eso…

—Yo… —intentaba explicar Jordan posicionando su mano en su cuello con aspecto dudoso, Dennis lo miraba con decepción y asco, ¿qué clase de amigo hacía eso? allí ya estaba la respuesta.

—No te acerques ni un milímetro más a mi hermana. ¿Me oíste? —exigió Dennis con su voz muy alzada, Danna frunció el ceño sin entender la reacción de su novio.

¿No se suponía que debía pelear por su novia?

Entonces él llegaba y defendía a su estúpida y mugrienta hermana.

Idiota.

Melissa escuchaba atentamente la confrontación, sintiendo la incómoda mirada de la humana desgraciada.

—Den yo… —volvió a tomar la palabra Danna, intentando aparentar sentirse culpable, Dennis seguía mirando a Jordan con enojo, tomándolo por su camisa, siguió con sus amenazas:

—Si te llego a ver cerca de mi hermana te romperé la cara olímpicamente, te arrepentirás de haberlo hecho ¿entendido? —Jordan asintió con la cabeza todavía sin soltar ni una sola palabra y, con extrema fuerza, Dennis lo empujó, dio media vuelta, decidido a irse de una vez por todas de allí, pero Danna apenas comenzaba con su estúpido drama y armaría una de esas escenas donde la traidora explicaba porque había hecho todo.

—Dennis no puedes culparme, este estúpido intentaba… abusar de… —cuando Danna comenzó a decir aquel montón de incoherencias, en el cuerpo de ésta, comenzó a manifestarse una extraña llama que partía desde aquella intimidad, se sentía con una tremenda ansiedad, mientras tanto Melissa la miraba con una sonrisa burlona en su rostro, ella estaba utilizando su don, y lo disfrutaba.

— ¿Qué demonios te pasa? —el rostro blanquecino de Danna se tornó nuevamente a rojo, mientras que Dennis esperaba exasperado que la rubia contestara su pregunta formulada anteriormente.

—No... Yo, no lo sé —soltó un gemido audible, era extraño lo que le ocurría, Melissa se aplaudía así misma en sus adentros.

Genial… ahora un poco más de acción…

Danna, dejándose guiar por lo que sentía se acercó a Melissa, la cual fingió estar totalmente conmocionada y sorprendida…

Danna la besaría…

— ¡Eww! ¿Qué demonios haces? Maldita lesbiana —masculló proporcionándole un empujón, sin embargo no utilizó su fuerza vampírica.

— ¡¿Qué demonios me pasa?! —exclamó Danna sentándose en el sillón donde anteriormente follaba con Jordan.

— ¡Estas malditamente mal! ¡Enferma! —exclamó Dennis entrecerrando los ojos, señalándola con su dedo índice.

Melissa se burló discretamente y volvió a autentificar más su don.

Entonces Danna se acercó a Jordan intentando apagar la llama que sentía dentro de su ser, pero luego de eso se tiró al suelo como una estúpida niña malcriada y comenzó a llorar descontroladamente.

Ambos humanos la miraron con estupefacción.

—Definitivamente está loca —murmuró Jordan saliendo de la habitación después de haber acomodad su ropa, Dennis ni lo miró.

—Deberías ir a un psicólogo… o psiquiatra, no lo sé —expresó Dennis tratando de entender qué demonios había visto en Danna.

Estaba ciego, malditamente ciego.

Dennis tomó la mano de Melissa y decidieron irse de allá dejando a la loca de Danna sola.

—Gracias —murmuró Dennis apenado, cuando optaban por bajar las escaleras—, gracias, gracias por no ocultarme esto, gracias por hacerme ver todo lo que ignoraba —dijo con sinceridad, acarició con mucho cuidado el rostro de Melissa, y depositó un tierno beso en la frente de ésta, ella solo se limitó en asentir, tratando así, de guardar ese momento en su mente, como uno de los más grandes tesoros.

 

 

Daymelis Pov’s.

Se sentó a horcajadas en su motocicleta al mismo tiempo que estiraba su mano hacia mi dirección, lo miré estupefacta por lo que me estaba sugiriendo con su mirada, mientras que su brazo aún estirado hacia mí me gritaba una y otra vez que lo tomara. Ni siquiera sé cómo demonios hice para estar aquí, se suponía que debía acatar todas y cada una de las órdenes que mis hermanos y las chicas me habían mencionado anteriormente. Pero, ¿qué podía hacer? Un hermoso chico con unos atrevidos y dulces ojos azul-gris me sugería que diese un paseo con él, definitivamente no pude negarme, era tan gracioso  y entretenido hablar con él.

— ¡Vamos, sube! —exclamó él entusiasmado, sus ojos brillantes bajo la luz de la luna.

¿Sus ojos son azules o grises?

Me pregunté a mi misma.

—Uhm ¿Es segura? —inquirí con una mueca en mi rostro, Astor rodó los ojos aún sonriendo.

— ¿Tienes miedo? —me preguntó de vuelta, con aquella sonrisita que ya me agradaba, podía admirar sus facciones europeas por un tiempo, no me cansaría, estoy segura.

—No.

— ¿Entonces qué ocurre? —interrogó con su mano estirada hacia mí, decidí ser sincera, Astor al notar el debate interno que se formulaba en mi, cambió su aspecto a curioso, bajó de su moto y apoyándose en ella me miró esperando mi respuesta.

—Astor, es que… no puedo subirme —musité tímidamente—, no te conozco y… y… ¡ya sabes! —Astor sonrió ampliamente y asintió en total de acuerdo con lo que le había dicho, posteriormente, me propuso algo más:

— ¿Y si nos quedamos a platicar aquí? —lo miré por unos segundos, luego me encogí de hombros.

—Bueno… podría matar el aburrimiento —le contesté acercándosme y apoyándome también en la motocicleta, él sonrió burlonamente.

—Eres distinta Day —comentó mirándome a los ojos… y ahí estaba nuevamente esa punzada en mi pecho.

—Esa ha sido mi intención desde siempre —le dije con sinceridad—, es lo mejor ¿no? —Astor asintió.

—Pero a veces estás obligado a hacer cosas, o a ser alguien, que no eres —dijo lentamente, su mirada fija en algún punto en específico.

Apareció nuevamente mi curiosidad.

—Vida muy difícil ¿Eh?

Sonrió.

—Algo así —su sonrisa no llegó a sus ojos, luego desvió su mirada—, pero no suelo ser el único, hay muchas personas que deben hacer lo que es mejor para su familia, o simplemente fingir…  —se encogió de hombros y no terminó su oración.

—A veces es mejor hacer lo que quieres —dije sonriendo maliciosamente.

Astor siguió en silencio, como si considerara lo que acababa de argumentar.

— ¿Qué harás cuando te gradúes? —inquirió tratando de desviar el tema.

Le conté algunos de mis planes, considerando bien lo que le mencionaría, no quería darle tantos detalles —puesto que apenas lo conocía—, aunque no me parecía un chico malo, quería mantener cierta distancia, por un tiempo, quizá, solo quizá, pueda contarle muchísimo más de mí.

Astor me contó que es proveniente de Inglaterra, aunque de un pequeño pueblo, se habían establecido en Colombia por negocios de sus abuelos, y había vivido casi toda su infancia allá, debía admitir que su español era fluido, y ni siquiera poseía aquel acento colombiano.

Tenía diecinueve años, soltero, estudiante de arte en la universidad U.C.L.A —donde yo quería estudiar—, apenas tenía unos meses viviendo aquí con su hermana y tíos.

Astor me parecía un chico demasiado insistente y tierno a la vez, pero no dejaba de incomodarme su misterio, era como si intuyera que algo ocultaba, y debo decir que, mis hermanos, Melissa y Alex también llegaron a sentirse así por Astor, pero la única que había hablado con él era yo, y aquí estaba: iluminados solamente por la luz del anochecer, alejados de la multitud, en el jardín, hablando trivialidades con un guapo chico que apenas y conocía.

Entonces me pregunté abruptamente, ¿Cómo un guapo chico ligaba conmigo?

O como coloquialmente se decía: “Me estaba echando los perros”

Él: guapo, tierno, con esos hermosos ojos que hacían perder la cabeza a cualquiera, con una personalidad tremendamente distinta, ese rostro tan hermoso, con aquella tenacidad al hablar, con sus labios esculpidos y delgados, con un buen sentido del humor y algo de arrogancia e incredulidad.

Y yo: siempre la chica invisible que no dejaba de sentirse culpable por no sé qué cosa, y además de ello, con una enorme tristeza que poseía la mayoría de los días —y que en ocasiones llegaba a pensar que era emo—, y que además de eso, siempre intentaba mantener a las personas alejadas de mí, porque no soy lo suficientemente fuerte como para soportar que alguien me lastime o me decepcione.

¿De verdad él fue capaz de venir solo para verme?

¡Oh vamos, no seas ingenua!

— ¿Cómo llegaste acá? —pregunte curiosa, Astor dirigió su mirada a la mía.

—Mi hermana conoce al chico dueño de la casa.

Oh, sí. Tenía sentido…

—Me alegro de que te haya encontrado aquí —habló nuevamente, cuando por unos minutos nos habíamos quedado en silencio, contemplando el cielo con sus estrellas esparcidas por el firmamento, mis mejillas ardieron a causa de un sonrojo.

*

*

*

Al volver a la fiesta, Astor me acompañó hasta la entrada y luego se fue a buscar a su hermana, se despidió de mí dulcemente:

—Cuídate preciosa, volverás a verme cuando menos te lo esperes —mencionó con una picara sonrisa, dejándome sin palabras nuevamente.

—Ok —expresé en blanco—, cuídate —se acercó a mí y depositó un beso en mi mejilla y se retiró guiñándome un ojo moviendo su mano de un lado a otro a forma de despedida.

Y yo, parada allí, en la puerta de la casa, mientras que distintos chicos entraban y salían, posé una de mis manos en mi mejilla —donde él me había besado—, cerré los ojos, recordando el suave rose de sus labios, suspiré como tonta y entré de nuevo…

— ¡¿Dónde demonios estabas?! —Preguntó Gabriel notando mi aparición—, ¡Estábamos buscándote por todos lados!

— ¿Estábamos? —preguntó Dennis incrédulo.

— ¡Calla! —le dijo Gabriel en respuesta.

Natalia se acercó a mí con una sonrisita burlona.

— ¡Te has perdido el show! —Exclamó ella dando brinquitos—, Danna ha salido de aquí completamente ebria —murmuró esto último confidencialmente.

Miré instantáneamente a Dennis y más lejos permanecía Jordan observándonos fijamente.

Me parecía raro que estos dos no estuviesen bebiendo juntos.

—A todo esto. ¿Dónde estabas? —quiso saber ella, con demasiado curiosidad, los demás esperaban atentos mi respuesta.

—Uh… estaba… dando un paseo… tomando un poco de aire —sonreí al terminar mi explicación.

No sé porque me llegó el presentimiento de que nadie me creyó ni una sola palabra…

Aunque muy dentro de mí, sabía que, ninguno de mis hermanos creería tal estupidez, si hablábamos de fiesta y baile,  yo siempre estaba de primera. No tenía sentido que yo saliese a tomar aire en una fiesta.

Esquivé todas y cada una de las miradas de mis hermanos, sabía que estaba en problemas, porque sospechaba que ambos estaban al tanto de lo que yo había hecho y con quien había estado allá fuera.

Pero, ¿Cuál es el problema?

La verdad, Astor no era un chico malo, de hecho me había caído de maravilla —y para que alguien causara ese efecto en mí era demasiado difícil—, pero ahí estaba, un chico casi perfecto que estaba ligando conmigo de un momento a otro.

Aún no podía creerlo…

El resto de la noche seguimos platicando y bailando sin mencionar ni una sola palabra de lo que había hablado con Astor, Dennis mencionó que tenía algo muy importante que contarme, y de hecho, no podía sacarme la idea de la cabeza del por qué Danna se fue “Ebria” sin la caballerosa compañía de mi hermano.

Raro ¿no?

Melissa y Alex me miraban también con recelo, y aunque quería enojarme con ellas por sus “miraditas” no pude hacerlo, por dos razones muy poderosas:

La primera: porque las quería y no podía enojarme con ellas.

La segunda: porque me sentía mundialmente emocionada y no sabía cuál era la razón. Bueno, sí la sabia, pero quería guardármela.

*

*

*

Ya en el auto de regreso a casa, comencé a imaginarme la conversación que tendríamos al llegar a casa, algo así como:

— ¡No quiero que andes detrás de un maldito rubio, sabes muy bien que odio los chicos más guapos que yo!

No, definitivamente eso no es muy de Dennis. Aseguraría que me diría algo así:

— ¡No necesito tener con cuñado todavía! Te dije que no te acercaras a él, ¡Pero no! La señorita hago-lo-que-me-da-la-gana no pudo hacer lo que le dije…

Sí, definitivamente eso sería lo que diría, y como siempre Gabriel ‘defendiéndome’, mencionaría algo como esto:

— ¡Si te veo de nuevo con ése, te acerraré en tu habitación como lo hice cuando querías irte a los quince años de Esther sin permiso!

Puse los ojos en blanco imaginándome lo que me esperaba en casa.

Tener dos hermanos mayores —aunque sea por minutos— tiene sus desventajas.

Cuando llegamos bajamos del auto y nos percatamos de que las luces de nuestra casa estaban encendidas…

¡Ouch!

¡Creo que tenemos problemas!

Escuchar la chillona voz de la bruja a las cuatro de la mañana cuando has salido del bullicio de una fiesta es la peor pesadilla de cualquier adolescente e incluso anciano.

¡Solo faltan los truenos!

— ¡Genial! —exclamó Gabriel con sarcasmo.

—Deberíamos irnos y… —intentaba decir Dennis buscando alguna solución.

— ¡Es nuestra casa! ¡Ha sido nuestra casa desde que nacimos! Ellas son las que deberían irse, son unas intrusas que se estaña provechando de la situación —argumenté enojada, colocando mis manos en mi cintura, mis hermanos asintieron.

—Lo sabemos, pero aún así no podemos hacer nada, al menos por un año, no —contestó Gabriel pasando su brazo por mi hombro—, ahora lo único que nos queda es enfrentar lo que hicimos.

—Bueno, pues, en marcha —anunció Dennis.

Caminamos hacia la puerta, Dennis abrió con cuidado y… allí estaban ambas, con el abogado Suarez.

¿Abogado?

¿A las 4 am?

Locas…

— ¿Lo ve? —Comenzó Luz—, casi todos los días es lo mismo, son adolescentes lo sé, pero mis problemas con la presión no podrían soportar esto, señor Suarez, lo mejor es que asignemos otro tutor hasta que estos muchachitos tengan la edad adecuada para hacerse cargo de su vida —explicó ella «preocupada»—, es demasiado para mí —se sentó de nuevo mientras tomaba su cabeza con ambas manos.

Él señor nos examinó con la mirada.

—Muy bien, arreglaré todo, hay muchas familias que están encantadas en hacerse cargo de chicos como ellos, claro que, el dinero es otra cosa —cuando dijo esto Luz abrió sus ojos como platos, luego de eso, con una adecuada despedida, el abogado se retiró de la casa.

¿Entendí bien?

¿Nos adoptaran?

¿Nuevos tutores?

Oh demonios…

Miré a mis hermanos con el rostro crispado de angustia y miedo…

—Se los advertí —masculló la señora con demasiada rabia acumulada, no me molesté en responderle, al fin y al cabo, nosotros si nos habíamos escapado, sabíamos que no era la primera vez, pero teníamos demasiado tiempo que no lo hacíamos, además, ella no se preocupaba por nosotros, ni siquiera le importaba si estábamos bien o no.

Solo buscaba deshacerse de nosotros.

Y la verdad, no la culpaba, después de todo, ella no era nuestra madre.

Sentí miedo, miedo de que una de esas familias “perfectas” nos separaran, si bien sabia que apenas nos faltaba un año para ser mayores de edad, mas sin embargo, me parecía demasiado tiempo para estar alejada de ellos, de mis hermanos.

Difícilmente pensaba que una familia se atreviera a aceptarnos a los tres en su hogar, además de todo lo que la señora frente a nosotros había dicho.

Preferiría mil veces quedarnos en un orfanato o algo parecido que estar separada de Gabriel y de Dennis…

—Tranquila —musitó Gabriel tratando de calmarme, me encontraba muy tensa, al igual que ellos.

¿Quién es ésta situación no se sentiría de tal forma?

—Eso es, sigan siendo los estúpidos groseros y déjenme hablando sola —dijo ‘mi tía’ al instante en el que nos disponíamos a irnos a arriba, ella no podía estar sin insultar, mientras tanto nuestra prima nos observaba sentada en el sillón con una sonrisa burlona—, sus padres siempre fueron tan considerados, que por supuesto, llegaron a malcriarlos.

— ¡No te atrevas a volver a mencionar algo así! —Exclamé enojada, soltándome del agarre de mi hermano—, para mi será un enorme placer largarme de tu lado —mascullé tratando de controlar mis impulsos, mientras que la mirada fulminante y retadora de mi tía se clavaba en la mía.

— Sabemos que hicimos mal, créeme que ya estamos lo suficientemente grandes para saber lo bueno y lo malo, pero no trates de engañar a los demás diciendo que te preocupas por nosotros —dijo Gabriel resoplando incrédulo.

—Deberías considerar lo que acabas de decir, creo que la que está malcriando a su hija es otra —expresó Dennis con su típica sonrisita de “sabes-que-tengo-razón”.

Los tres nos retiramos de allí, subimos a nuestras respectivas habitación sin mencionar ni una sola palabra sobre el tema, supuse que ellos también estaban aterrados por la sola idea de que nos separaran.

Cuando cerré la puerta detrás de mí me pregunté:

¿Qué clase de futuro nos esperaba?

Me horrorizaba saber que por una simple ‘travesura’ nos pudiesen separar, me lancé en la cama soltando un sonoro suspiro, pensé en lo que había hecho toda aquella noche, pensé en cómo me había divertido, mi mente me mostró todas aquellas imágenes felices junto a mis hermanos, la única verdadera familia que me quedaba, recordé a mis nuevas amigas, y mi corazón me rectificó que ya las quería…

Pero también pensé en otra persona: en él… en Astor.

 

Después de haberme duchado y colocado un pijama, me recosté en mi cama, tratando de dormir aunque sea algunas horas, pero aún así mi mente me traicionaba, mostrándome todas las posibilidades que existían sobre la decisión que la señora-tutora había tomado.

También me esperaba una larga charla con mis hermanos, sabía que no se les olvidaría lo que había hecho en la fiesta.

Cuando estaba a punto de caer en los bazos del Morfeo mi celular comenzó a sonar indicándome que había recibido un mensaje de texto:

*Me alegró mucho hablarte, estoy inquieto por verte, espero hacerlo pronto.

A.*

 

No podía diferenciar en donde me encontraba, era de día, pero no había demasiado sol, podría asegurar que en donde estaba era un sitio muy frio y lluvioso, el aire goleó mi rostro, podía oler el aroma de la tierra mojada, y efectivamente, acababa de acabar una fuerte tormenta, yo estaba muy preocupada, inquieta y angustiada; corría por el bosque con otras personas las cuales no llegué distinguir, me detuve cuando un chico alto y fortachón me mencionó algo, yo estaba y no estaba a la vez, es decir, estaba físicamente, pero veía todo como si se tratase de una especie de película; abruptamente, y con una extraordinaria agilidad me enfrenté a un animal y extrañamente lo ataqué.

¿Qué?

¿Por qué yo haría eso?

Con demasiada rapidez, mis dientes se clavaron en la nuca de aquel animal, y así, me alimenté de él.

¿Por qué?

«Eres un vampiro» me contestó una vocecilla interna.

 

Extrañamente, permanecía en un ascensor con una inquietud que ni yo misma conocía, cerca de mí, las mismas personas de ántes, y otra mujer guapa que tampoco pude reconocer, ella me sonrió y se encaminó hacia un lugar, todos la seguimos.

Al llega a una enorme puerta, la cual fue empujada por la misma mujer guapa dudé si entrar o no, pero un rubio hombre me sonrió con cariño y me brindó confianza, finalmente, decidí seguirlos.

Entonces un extraño escenario me llamó la atención: tres hombres vestidos de negro permanecían sentados en una especie de tronos —como si de reyes se tratase—, rodeados de una infinidad de ‘guardaespaldas’ los cuales estaban más serios que los primeros, examiné el lugar con la mirada: tronos de oro, paredes realmente bien trabajadas, con piedra pulida; de alguna forma el castillo me maravilló, y escuchaba a la vez, todo lo que el hombre rubio y el otro hombre cabello negro platicaban, éste ultimo extrañamente poseía un tono de voz petulante e hipócrita.

Pero yo sentía la mirada de alguien fija en mí, y extrañamente mis instintos me decían que debía girarme y mirarlo.

Girando levemente mi rostro y, dirigiendo mi mirada a la dirección en la cual mi presentimiento estaba, me encontré con un par de ojos color carmín intenso, y con una tenacidad demasiado palpable, no podía dejar de observarlos, sus ojos se penetraron en los míos estudiando todo dentro de mí, conociéndome, investigándome… ahí supe que no podía dejar de mirarlos, allí supe que aunque quisiera alejarme de esa mirada no podría, no, la verdad, no, sus ojos me mostraron que a había una mezcla de amor, ternura y también pasión, y yo jamás había sido testigo de una mirada igual, jamás…

*

*

*

Desperté realmente confundida al día siguiente, tenía la breve sensación de que había soñado algo tremendamente extraño, pero no podía recordar con claridad de que se trataba el sueño, solo sabía que estaba en un lugar extraño, con gente que ni en mi vida había visto.

Quizá no tenía ni la más mínima importancia.

Inmediatamente recordé lo que había pasado la noche anterior y me sentí abatida por la angustia, miré la hora en el reloj de mi celular y me percaté de que solo eran las 8 am, supe que ya no podría dormir más, arrastré mis pies a la ducha y me deshice del pijama, mientras pensaba en todas las tareas que tenía que hacer para el día lunes, sin saber por qué, me llegó la impresión de que la semana próxima sería muy larga…

 

 

Alec Pov’s.

Miré al idiota que permanecía frente a mí mientras que apretaba mis puños con rabia, evidentemente recordaba la última vez que lo había visto, aquella noche, cuando el muy estúpido estaba con mi ángel con unas intensiones de besarla.

Aquella noche donde ambos sentíamos la necesidad de partirnos la cara mutuamente.

Demetri se percató de la tensión que había en el lugar, porque el sabia todo lo que había pasado ya que yo se lo había contado.

Aarón me miraba con sus ojos entrecerrados.

— ¿Qué hacen aquí? —preguntó uno de los guardias del clan, lo miré por unos momentos y luego lo dejé sin vista.

Demetri me indicó con la mirada que dejara al vampiro en paz.

¡Bah! ¡Como si le fuese a hacer caso!

—Estamos seguros que Thomas y Michelle Salvatore están cerca —indicó Demetri seriamente. Stefan nos miró por unos instantes.

—Están detrás de Alex —murmuró para sí mismo Aarón.

— ¿Alex? —pregunté incrédulo.

—Sí —contestó Stella apareciendo en el lugar—, pero ella no está aquí, y lo más seguro es que ellos estén detrás de ella.

No entendí la razón por la cual ellos decían que aquel estúpido estaría detrás de la tal Alex.

Pero a mí solo me importaba encontrarlo de una buena vez, ese maldito juego ya me estaba cansando, literalmente claro está.

Demetri y yo seguimos rastreando, ya que, así como el aroma de Thomas y Michelle nos llevó hasta Rumania, también nos alejó, no sabía a dónde nos llevaría, podría ser una sucia trampa.

—Alec, creo que deberías reunirte con Jane —sugirió Demetri cuando corríamos por el bosque, lo miré sorprendido—, ¿sabes lo que pienso? —Negué con la cabeza—,  creo que esos dos irán por la humana que Jane mencionó —me quedé en silencio.

¿Podría ser posible?

Sí es así, estaba dispuesto a arriesgarme a verla, solo por la satisfacción de matarlos sin piedad.

—Iremos con Jane y los Cullen  —indiqué férreo.

Y así ambos, cambiamos nuestros planes, dirigiéndonos a Canadá.

 


¡Uff! finalmente después de dos dias escribiendo acá está esl capítulo, espero les haya gustado, saluditos a todas, gracias por sus comentarios, Geme mel, michelle, primis mariiana, Elii, millones de abrazos.

¿Qué les pareció?

Espero actualizar pronto, las invito tambien a mi nuevo fic corto:

Pasión Insaciable

http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3354

¡Las espero!

Capítulo 10: "Confusa" Capítulo 12: "Incomplete"

 
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