Amar Después de Morir

Autor: Day_Swan
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 17/08/2012
Fecha Actualización: 04/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 86
Visitas: 65253
Capítulos: 41

“Amar Después de Morir”

Secuela de: “El Ángel de Alec Vulturi."

Sinopsis.

Después de la muerte de Melissa, Alec vuelve a ser el mismo de antes, frio, calculador y distante, con solo una palabra grabada en su mente: Venganza, luego de efectuarla pensaba morir, ya no sentía la necesidad de vivir sin su único amor. Por otra parte Aarón tampoco ha superado la muerte de la joven, pero todo cambiara cuando Alex sueñe el futuro, al igual que Alice, ambas vieron a una humana, una humana que cambiará la vida de todos; de nuevo. ¿Quién será ella?

Nada en esta vida es imposible, lo incierto puede que sea cierto, el amor es dolor, pero también alegría; una segunda vida, una segunda oportunidad, personalidades distintas, un mismo rostro, ¿una misma alma?, un amor, una promesa, amar después de morir…

Ella, una joven que oculta su verdadera personalidad y finge ser rebelde y caprichosa…

Él, un vampiro dolido por la pérdida del amor de su vida…

 


TRAILER DEL FIC: http://www.youtube.com/watch?v=Of0dvtHqjHM&feature=youtu.be

Algunos de los personajes pertenecen a Meyer, la historia es de mi completa autría basada en las ideas de dicha autora, los personajes nuevos son de mi imaginacion.

Espero les agrade la segunda parte de "El Ángel de Alec Vulturi"

POR FAVOR NO PUBLICAR SIN AUTORIZACION, TODAS MIS HISTORIAS ESTAN PROTEGIDAS POR SAFE CREATIVE, NO AL PLAGIO!

MIS DEMAS FIC'S:

"MELODY OF LOVE" (one shot)

"SAFE AND SOUND" (one shot)

"SÓLO 24 HORAS MÁS" (fic corto)

"PASIÓN INSACIABLE" (fic corto)

"UNA NAVIDAD EN EL CASTILLO VULTURI" (one shot)

"OSCURA TENTACIÓN" (Fic largo)

Mi facebook: Daymelis Ramos

Perfil Fanfiction:Day M. Odair

 

Sin más las dejo con esta hermosa historia, espero que les guste.

*Day_Swan*

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Capítulo 38: "Russian Roulette"

“Russian Roulette”

Capítulo treinta y cinco.

Cuando mi vida parpadea ante mis ojos
me pregunto si volveré a ver el amanecer de nuevo
así que muchos no tendrán la oportunidad de decir adiós
pero es demasiado tarde para levantar el valor en mi vida.

Russian Roulette, Rihanna.

Un año más tarde…

La mansión Cullen situada en Limousin, Francia se encontraba en total festejo. Melissa sonreía ampliamente mientras observaba con deleite la completa belleza que su prometido Dennis portaba. Los ojos hermosamente de color azul zafiro de Dennis habían sido sustituidos por un rojo opaco que ya se estaba convirtiendo en un muy atractivo color dorado. De los dos neófitos, Dennis era el más difícil, por eso aún no podía estar rodeado de humanos a excepción de Melissa y Renesmee que no le causaban un efecto tan fuerte como le causaban los humanos. Gabriel era el más calmado, pero igualmente sus ansias llegaban a controlarlo por unos instantes, sin embargo sabía controlarse, aunque tampoco se le era permitido acercarse demasiado a los seres humanos. Jane y Melissa eran un gran apoyo para ambos hermanos que habían sido convertidos a principios de abril como lo habían planeado desde el principio, aunque eso significó alejarse de la tercera hermana: Daymelis.

Era la primera vez que Melissa y Dennis estaban realmente juntos después de la conversión, y eso le causaba demasiada emoción a la chica.

—No sabes cuánto esperé esto —susurró ella acurrucándose en el pecho de su chico.

El la acercó más, dejándose embriagar de su aroma, pues la había echado de menos.

—Te amo —le contestó dulcemente.

Ella suspiró y le miró con cuidado, mientras trataba de preguntarle.

— ¿Todavía no sabes nada de ella? —le interrogó con un hilo de voz.

Dennis negó con la cabeza.

Sentado en las escaleras junto con su pareja Jane, Gabriel frunció el ceño.

—Ella no va a permitir que la encontremos, ella quiere su tiempo, ella nos buscará —dijo severamente, tratando de convencerse a sí mismo ya que la idea no le convencía. Y le aterraba que lo que había dicho fuese falso.

Jane le abrazó a su novio por la cintura y depositó un beso en su cuello para tranquilizarlo en silencio.

Como era realmente evidente, las cosas en un año habían cambiado. Primeramente, el descubrimiento de que el hechizo de Astor de no ser ejecutado sobre Daymelis a los 18 años de edad, pierde la oportunidad de obtener la mitad faltante de sus poderes y como se puede hacer notar, Astor fue capaz de resistirse a aquella gran oportunidad y escogió renunciar a sus poderes, o mejor dicho, la mitad de ellos que le proporcionarían un rango importante en el mundo mágico de donde pertenecía; además, después de haber investigado por varios medios habían aclarado el hecho de que Day no iba a morir de no ser sacrificada. Ella no envejecería, pero no se sabía hasta cuanto tiempo sería eso, porque era más que obvio que no sería para siempre, pues los brujos no son inmortales, y mucho menos los hechizos que realizan, algo que jamás han podido quitarle a los vampiros es eso: la inmortalidad, esa que tanto ellos desean para aumentar aún más su poder.

También había cambiado la humanidad de Dennis y Gabriel por la inmortalidad e inclusive ellos se habían tenido que mudar de ciudad con los Cullen y Rivera para comenzar nuevamente donde nadie los conocía. Igualmente todos tenían que acostumbrarse a la idea que la fría y malvada Jane había sido transformada en una cariñosa y muy complaciente chica enamorada que se había ablandado con sólo una sonrisa por parte de Gabriel, era demasiado extraño para todos verla tan contenta y cariñosa con alguien cuando sólo en sus años anteriores había sido extremadamente amargada y déspota.

Asimismo en el año que había pasado, Daymelis se había distanciado de toda su familia, ocultándose bajo las mantas de la distancia que tanto necesitaba.

Un día, cuando el sol salió en todo su esplendor en Limousin, Melissa y Dennis se quedaron solos en la habitación de la chica. Ella acostada encima de él y él acariciándole el cabello. Acababan de hacer el amor y estaban en silencio, ella tratando de recuperar el aliento y él tratando de no volver a besarla y perder el control.

—Quiero llamar a Day —notificó la chica en medio del silencio.

Dennis miraba fijamente el techo, no estaba seguro que eso fuese prudente.

—Creo que no es correcto, Gabriel tiene razón —le explicó calmadamente—, ella necesita tiempo.

—Ella sólo necesita apoyo —le contestó ella con su ceño fruncido—. Debemos buscarla.

—No Mel, no hay que buscarla, tal vez cuando se sienta lista nos buscará. —Dennis le acarició la mejilla a su novia y le sonrió, aunque en sus ojos había una profunda tristeza y eso le partía a Melissa el alma.

— ¡La extrañas! —exclamó la chica levantándose para observarlo mejor—. Todos sabemos que Alec hizo lo que hizo para no dañarla a ella.

Dennis negó con la cabeza varias veces, pero no dijo nada.

Se levantó de la cama y caminó hacia la puerta del baño.

—Yo sólo voy a esperar que ella nos busque —dijo y sin más se metió en la ducha.

.

.

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Daymelis POV.

Madrid, España.

Mi clase de Diseño Arquitectónico había sido la más interesante de la tarde. Caminé hasta la residencia de estudiantes y me metí en mi habitación no sin antes confirmar la correspondencia.

Nada.

Era estúpido, pero suspiré aliviada.

Estaba en el tercer semestre de Arquitectura. Estudiaba en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, en la extensión de Madrid España. La verdad me sentía cómoda en este lugar, jamás me hubiera imaginado viviendo en el país natal de mi madre biológica, pues ella se había mudado del país desde antes de que nosotros naciéramos, pero ahora lo veía como un refugio, aunque sabía que cierto vampiro rastreador ya sabía de mi paradero.

Demetri había venido hace aproximadamente seis meses.

Fue una tarde cuando yo había salido de mis talleres de Matemática Aplicada, recuerdo claramente que aquel día llovía a cantaros, más sin embargo yo caminaba naturalmente bajo la lluvia pues realmente poco me importaba, yo estaba desbastada como en ocasiones permanecía.

Me senté en una fuente que se encontraba en la plaza central de la Universidad. Estaba agotada, pero igualmente me levanté de ahí y comencé nuevamente a caminar lentamente mientras pensaba.

¿Cómo estarán mis hermanos?

¿Cómo estará mi mejor amiga?

¿Cómo estarán mis hermanos adoptivos?

¿Mis padres?

¿Natalia?

¿Demetri?

Sollocé un poco pues definitivamente los extrañaba con todas mis fuerzas, internas y externas. Era inconcebible el hecho de no estar cerca de mis seres queridos, aún sabiendo que esto era lo mejor para mí.

¿Pero eso era lo mejor para ellos?

Una mano fría tomó mi mano izquierda.

Me tensé automáticamente.

—No creo que sea conveniente para ti que estés bajo la lluvia —me reprochó con voz fría—. Tengo entendido que eres asmática.

Nunca en mi vida Demetri había utilizado ese tono de voz conmigo, esa frialdad por parte de él era extrañamente nueva.

—Demetri. —Eso es lo único que soy capaz de pronunciar.

— ¿Por qué te fuiste? —me preguntó seriamente mientras me llevaba bajo techo.

Su mirada inquisitiva fija en mis ojos entristecidos y un par de lágrimas rodaron por mis mejillas.

—Pregúntale a Alec —dije soltando unos cuantos sollozos.

Demetri resopló pero guardó silencio, se quitó su enorme abrigo oscuro y lo colocó sobre mis hombros. De verdad lo echaba muchísimo de menos, pues él se había convertido en un gran amigo, por eso su actitud me dolía, pero el que estuviera aquí, conmigo, me reconfortaba.

— ¿Dónde estás viviendo?

—Residencia. —Sólo respondí porque estaba llorando.

Demetri asintió y me acogió en un abrazo para tranquilizarme.

—Necesitas tiempo —me dijo consolándome. Yo estaba sollozando no sólo por el hecho de que él estaba conmigo, sino también que al ver sus ojos color escarlata, había recordado muchas cosas que en mi vida ya no estaban, muchas cosas que se habían ido cuando Alec había hecho aquello que me marcó por siempre.

¡Oh por Dios no puedes seguir recordando!

Me regañé a mí misma, y me lancé en mi cama. Ya eran las seis de la tarde, lo mejor sería darme una ducha y ponerme a estudiar para el día de mañana.

La decisión de estudiar Arquitectura se me hizo realmente fácil. Sólo pensé: Day, ¿qué es lo que quieres ser en tu vida? Y la respuesta vino a mí en un susurro: Arquitectura es lo tuyo.

Así que allí me encontraba, estudiando y huyendo.

De mis hermanos no he sabido mucho, yo me había marchado hace tiempo, no sin antes despedirme de ellos luego de haberme repuesto de aquel fatídico “accidente”.

Alguien tocó la puerta cuando me había dispuesto a quitarme la ropa. En el umbral de la puerta se encontraba Alejandro, aquel español que habíamos conocido en el Puerto hace ya tanto tiempo.

— ¿Queréis salir? —inquirió luego de saludarme con dos besos en mis mejillas.

 Yo suspiré pesadamente y negué con la cabeza. —No puedo, tengo que estudiar.

Alejandro entró a mi habitación y se sentó en la cama.

—Bien, ¿por dónde comenzamos? —inquirió y eso es suficiente para sacarme una sonrisa.

A Alejandro me lo encontré en la Universidad el segundo día que comencé la carrera. Yo sabía que él estudiaba allí, pero no estaba enterada que era en el módulo de Madrid ya que él nos había dicho que vivía en Barcelona. Fue grato encontrarlo, pues se me hizo muchísimo más fácil establecerme y acostumbrarme a la ciudad con su ayuda, y como él iban unos semestres más adelantados que yo, me ayudaba con mis materias sin ningún problema.

Le indiqué a Alejandro que me esperara mientras me ducho, el chico asintió y yo me duché rápidamente y lavé mi cabello con precisión.

Esa noche Alejandro y yo estudiamos dos horas y luego él se fue a su casa, yo me quedé en mi habitación pensativa hasta quedarme dormida, en donde me sumergí en horribles pesadillas que, con motivos suficientes, me escandalizaron. Pesadillas en las cuales Mónica pide ayuda mientras un vampiro descabellado le arranca la vida con sus puntiagudos colmillos ensangrentados.

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Al salir de Sistemas Estructurales una chica del primer semestre me entregó un sobre manila tímidamente. Enarqué una ceja y ella sólo contestó

—Lo han dejado en dirección administrativa.

Me quedé perpleja en medio de los pasillos, sea lo que sea ese sobre no es nada bueno, pues la correspondencia de la Universidad es entregada en la residencia, no en medio de las clases. Decidí dejar pasar el sobre y guardar la sorpresa para más tarde, por eso guardé el sobre manila en mi bolso y continué mi camino hacia la cafetería.

—¡Ahí está! —dijo alguien señalándome mientras hablaba con otra persona. Yo dirijo la mirada hacia mi madre Adoptiva Esme quien me sonríe maternalmente y se encamina hasta mí.

¡¿Pero que hace ella aquí?! —me pregunté alarmada, pero sin poder evitarlo estando contenta de volver a verla.

—Hija —susurró en mi cabello cuando me abrazaba.

—Cuanto los he extrañado —le contesto con un hilo de voz—. ¿Qué haces aquí? —pregunté sin sonar grosera. Cuando nos separamos le sonreí sinceramente. Muchos de los estudiantes de la universidad observaban a Esme embelesados por su notable belleza, tratando de buscar también algún parecido físico entre ella y yo, sin saber que no lo encontrarían.

—Tenemos mucho de qué hablar —me contestó halándome del brazo—. Necesito que hablemos Day, ven.

Asentí porque su rostro me decía que era algo realmente importante, y también porque jamás sería capaz de negarle eso a Esme.

Esme condujo hasta mi habitación de la residencia de estudiantes. Ella me contó sobre la conversión de mis hermanos y cómo les había asentado, me dijo que ellos querían verme, y yo le respondí que pronto estaría de visita por unos días, confesándole que no me apetecía que ni Alec ni Jane estuvieran presentes, pero lo de Jane era mucho más difícil pues ella era la pareja de mi hermano, y si él se había convertido por ella, aquello era para siempre.

—Lo que quiero decirte es algo confuso para muchos pero normal para otros —dijo en cuanto pisamos mi habitación. Yo espero que ella continúe—. Ahora que Astor no está en tu vida más y que ya no ha intentado buscarte, Alec te ha visto continuamente.

Asentí con la cabeza otra vez.

—Y me preocupa… nos preocupa a muchos en realidad, lo que pueda ocurrir a partir de ahora —me explica con un gesto de preocupación el que acentúa sus palabras—. Has recibido un sobre manila, ¿no?

Volví a asentir, pero esta vez contrariada.

—Sí.

—No lo abras —me advierte con cuidado.

¿Por qué no lo puedo abrir?

Con sólo decirme eso ya quiero abrirlo de una buena vez, pero me contengo para después.

— ¿Por qué?

—Te va a hacer daño.

— ¿Quién lo ha enviado, Esme? —inquirí pensando en que se trataba de Alec y si realmente era así efectivamente no lo abriría.

—De alguien que quiere lastimarte —exclamó sentándose a mi lado, ella tomó mis manos entre las suyas—. Alguien está haciéndote daño desde hace mucho tiempo, y hoy quiere darte el golpe final.

Mis ojos se enfocaron en los de Esme, tratando así de encontrar respuesta a lo que había dicho.

Pero me levanté de mi cama y rebusqué en mi bolso el sobre amarillo sellado. Lo abrí cuidadosamente y saqué lo que había dentro. Esme frunció el ceño y me advirtió una vez más que no lo abriera, pero yo no lo hice caso y eso fue lo que terminó por destruirme.

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Narrador POV.

Daymelis corrió de aquella escena a pesar de sus heridas, cuando Alec se dio cuenta de lo que hizo no fue capaz de ir a buscarla. Supo que ya todo estaba perdido, que había sido un error y que la había lastimado de la manera más cruel, ofreciéndole un trauma eterno que ella no afrontaría jamás. Alec acomodó el sitio donde se encontraba fingiendo que había sido un accidente automovilístico para después informar sobre él anónimamente. Alec estaba muy confundido por ese accidente que en realidad aparentaba ser algo provocado, pues el automóvil que impactó al de las chicas estaba lleno de dos humanos que ya habían muerto horas atrás desangrados o asesinados por otros vampiros.

Alec no sabía quién había hecho tal cosa, pero estaba seguro que iba a averiguarlo aunque eso no cambiaría nada de lo que había pasado. Si el plan de esa persona era separarlo de Daymelis, esa “persona” había logrado su cometido.

Por otro lado, Daymelis llegó a la casa Gilbert mareada y con arcadas. Carlisle y Alice salieron a su encuentro rápidamente al ver el estado en el cual la adolescente se encontraba. Todo era extremadamente fuera de lo normal, Alice no había visto nada, Daymelis llegó sola y sin aliento y lloraba sin control alguno.

Cuando Carlisle le preguntaba algo ella no respondía. Ella no habló en tres días, y luego de esos tres días en los cuales estuvo en cama, sólo se comunicaba para decir las palabras “agua”, “baño”, “hambre”, “vampiros”.

Nadie supo qué había sucedido porque Alec se marchó sin decir nada esa misma noche. Y con Day sin habla era meramente imposible que los demás se enterasen de aquella desgracia.

Carlisle le diagnosticó a Daymelis y leve trauma cerebral por un proporcionado golpe en la frente, en la cual se le colocaron puntos para cerrar la herida, la cadera también se la había lastimado y no podía levantarse pues algo puntiagudo del auto se había clavado un poco a un lado.

No fue hasta el día siguiente del accidente que todos se enteraron de la muerte de Mónica Morello al ser impactada por una camioneta en medio de la noche –según los medios de comunicación–, luego una periodista rubia anunció que otra chica se encontraba con Monica en el accidente pero había salido con vida aunque con múltiples daños y que había sido transportada en helicóptero para ser hospitalizada en la capital de país, pues necesitaba una ardua operación de fémur.

Nadie supo quién había dicho toda aquella historieta hasta que la baja pero tensa voz de Daymelis mencionó un frío:

—Alec.

Todos la miraron estupefactos cuando mencionó su nombre. Y ella como había sido capaz de no pensar en nada de lo que había ocurrido esa noche Edward no podía rebuscar en su mente, sin embargo en ese momento fue distinto, pues al mencionar a Alec sus pensamientos se disiparon y comenzó a llorar, entonces Edward vio lo que había ocurrido y luego de llamar la atención de todos, se fueron al despacho donde la mayoría supo lo sucedido.

Desde ese día las pesadillas de Daymelis eran más claras y horribles: la muerte de Mónica en diferentes ángulos.

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Daymelis POV.

Melissa Johnson and Alec Vulturi Swaley.

December, 31.

Leí el encabezado de la primera fotografía. En ésta se encontraba Alec sosteniendo en sus brazos a una hermosa chica con su cabello larguísimo cayendo sobre sus hombros. Éste era color oscuro. La chica se veía radiante en un hermoso vestido color rojo sangre, que contrastaba perfectamente con su piel pálida que era idéntica a la de Alec. Esa chica era... era... era ¿yo? Me sentí extremadamente extraña y con un mal sabor en mi boca mientras observaba con detenimiento el resto de las fotografías que estaban en mis manos y las había sacado de aquel sobre que vilmente alguien malvado que quería lastimarme me los había enviado a la dirección administrativa de la universidad. Mis ojos se llenaron de lagrimas al descubrir por fin el gran misterio que todos ocultaban, especialmente Alec que, en numerosas ocasiones se mostraba diferente conmigo... y ese extraño cambio de odio a amor hacia mi persona... ¡Pero qué ilusa había sido!

Por eso Esme no quería que yo abriera aquel sobre, porque sabía lo muy traicionada que me sentirla por culpa de Alec y eso significaba que la longitud del abismo que ya existía entre nosotros creciera todavía más.

—Sé que estás pensando algo —me dijo Esme suavemente. Me tragué un par de palabras que iba a decirle—, y te advierto que muchos de nosotros te debemos una gran explicación. Todos, incluyendo a Alec.

La sola mención del nombre de ese ser me entristeció, pero no tanto como antes y debo admitir que eso era demasiado bueno para ser cierto.

Para mí todo estaba claro: Melissa Johnson, o mejor dicho mi tía abuela, era como yo. Es decir, yo soy la viva copia de esa mujer, tengo su cabello, sus ojos, su mirada, sus labios, todo, absolutamente todo es igual. Somos como dos gotas de agua, una igual a la otra. La diferencia es que ella está muerta y fue un vampiro, al contrario de mí que estoy viva y algún día moriré, por razones meramente humanas claro está. Por eso Alec se había acercado a mí, pues yo le recordaba a su antiguo pero eterno amor por esa chica que alguna vez le acompañó todo el tiempo y que un día se marchó dejándolo plenamente desolado, y es evidente que el al verme sintió recelo porque yo estaba con vida y Melissa muerta.

Mi existencia era como un castigo para él.

Me estremecí con tan sólo pensarlo, ¡igualmente lo amaba!

Sin embargo él a mí no, y eso ya me estaba quedando muy en claro.

Igualmente fui capaz de mirar a Esme a la cara y sin ningún tipo de duda le hablé, aunque sabía que ella me compadecía.

—Todo me ha quedado muy en claro —le contesté luego de haber guardado  silencio, ella comenzó a negar con la cabeza en cuanto escuchó mi respuesta.

—No cariño, esto no es así. Tú no eres una cop...

Yo la interrumpí.

— ¡Soy una maldita copia! —exclamé derramando un par de lágrimas en el proceso—. Ustedes pensaron que podían suplantarla conmigo. Como si yo fuese un juguete. Me quieren convertir en lo que ella era. Esperaban que yo decidiera ser lo que ella fue, por eso... ¡por eso nos adoptaron!

El hermoso rostro de Esme se torno enfadado, ella estaba molesta, pero sobre todo dolida por mis palabras. Me arrepentí de hacerle daño, pero eso era todo lo que yo llevaba dentro y necesitaba sacar.

¿Qué más quería que yo pensara?

—No digas eso... yo vine aquí a evitarte este dolor. —Ella se acercó a mí y me abrazó protectoramente, yo se lo permití, no tenía fuerzas para rechazar su abrazo.

—No Esme —sollocé entre palabras—. Viniste a asegurarte de que yo no los describiera.

Ahora que lo pienso, Melissa y mis hermanos son los únicos inocentes. Pero si tengo que alejarme del dolor, tengo que alejarme de todo lo que me recuerda a él.

Al menos por ahora.

Esa tarde Esme se marchó de mi habitación luego de que yo me hubiese calmado, aunque desafortunadamente para ella no pudo hacerme cambiar de opinión; sin embargo me prometió encontrar la forma adecuada de hacerlo, pues juraba que había razones muy poderosas para que yo cambiase de idea. Sólo me limité en asentir, aunque por dentro yo era un caos, pero con la absoluta idea que yo existía explicación alguna al daño que me habían hecho

a partir de que todos ellos entraron  en mi vida.

Aquella noche antes de dormir me pregunté internamente cómo me habían encontrado, y qué hubiera ocurrido conmigo si no lo hubieran hecho.

Sencillamente mi vida era extremadamente inconstante.

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Narrador POV.

Llegados a este punto la separación de Alec y Daymelis ya no era tan reciente, y aunque ninguno de los dos se había vuelto al otro para hablar sobre ello, la reconciliación que era inexistente, al menos hasta ese momento. Los sucesos de las vidas de ambos después de la muerte de Mónica correspondían a agonía y soledad y además odio. Por eso ambos habían huido de la horrible escena en cuando cayeron en cuenta de la situación que vivido sin siquiera haberlo planeado.

El extraño presentimiento que Day tenía esa noche de la fiesta le había dado a Alec na razón para seguirla hasta la casa de Mónica, y luego cuando venían de regreso el auto apareció de la nada para que él la salvase de una horrible muerte, pero obviamente él no tuvo tiempo de pensar en las posibilidades de que ella sangrara, lo que le daría a él un gran problema para controlarse.

Y sin remedio alguno había pasado lo que pasó.

Pero prefería que hubiese ocurrido eso, a que ella hubiera muerto.

Alec no soportaría su muerte una vez más.

Daymelis ni siquiera se imaginaba lo que Alec estaba viviendo en la soledad, era algo inexplicable, incluso para él.

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En Francia...

—No quiero volver a repetirte lo mismo, Melissa —le advirtió Dennis una vez más. La chica frunció el ceño y gruñó con frustración—. Debes por lo menos tratar de comprenderla, inténtalo, no puedes ser tan egoísta.

Sus palabras la atravesaron como un gran puñal. Él le había dicho egoísta, como si en realidad ella quisiese dañar a su amiga, cuando en realidad sólo necesitaba acompañarla.

—Tú estás siendo el egoísta —le contestó ella caminando hasta la salida de la habitación de su chico.

— ¡Ella es mi hermana!

Ahora Dennis se encontraba molesto y Melissa también. La tensión estaba presente entre ambos, ya que no sabían cómo manejar el asunto con calma, ya era un año sin verla, o quizás más.

— ¡Y ella es mi mejor amiga!

—Todo esto es culpa de Alec —reflexionó Dennis frustrado, se volvió hasta Melissa mirándola fijamente—. No dejemos que esto nos afecte. Ya es demasiado malo estar sin mi hermana, por favor respetemos su decisión, no quiero perderte a ti también.

Dennis fue el que salió de la habitación primero, dejando una vez más a Melissa con la palabra en la boca, indicándole en silencio que ya ese tema no estaría en discusión nunca más.

Supongo que después de todo él la conoce más que yo.

Fue el pensamiento de Melissa cuando salió de aquella habitación.

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Melissa ahora asistía a la universidad y cursaba el segundo semestre de Literatura, carrera que siempre quiso estudiar. Caminó por el campus pensando en cómo las cosas habían sido cambiadas por la estúpida separación de Day y Alec, pensó además en cómo sería todo si su amiga se encontrase allí con ella, farfullando sobre lo idiotas que eran los profesores y criticando la vestimenta de muy mal gusto que llevaban las profesoras. Eso no pasaría, desconocía el paradero de su amiga y además desconocía también qué había escogido como carrera. Odiaba ese sentimiento de amargura que sabía que ella poseía, y esperaba que ella se repusiera, para poder verla nuevamente.

—Al fin he logrado encontrarte —dio una voz masculina. Ella lo vio al segundo y se sorprendió de que él se encontrara allí.

—Vulturi —masculló la híbrida con repugnancia.

La sonrisa de Rudel se ensanchó cuando ella mencionó aquello. Melissa se estremeció un poco, el gesto de Rudel se pareció demasiado a Aro, y eso era terriblemente malo para todos, y aún más para ella que estaba a su merced.

— ¿Cómo te encuentras? —se atrevió a preguntar Rudel.

—De maravilla.

—Sí. —Él vuelve a sonreír pero esta vez socarronamente—. Se te nota.

Y con eso mira su cuerpo descaradamente causando que Mel apresure el paso hacia el gran edificio de la universidad, estaba claro que Rudel se encontraba ahí no con la intensión de estudiar, sino una razón más escalofriante: conquistarla.

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Daymelis se levantó de su cama y estaba dispuesta a no asistir a clases cuando alguien tocó su puerta desesperadamente.

— ¿Qué es lo que quieres? —preguntó cuando abrió la puerta y se encontró con Alejandro, quien asumió que la chica había amanecido con muy mal humor.

—Mañana ofrecen una fiesta en la casa de los Gómez —explicó atropelladamente.

Daymelis gruñó audiblemente.

— ¿Y para eso me despiertas?

—A esta hora estás de salida a clases —le explicó el chico un poco sonrojado y apenado, y luego se atrevió a pregunta—: ¿por qué no irás a clases?

Ella puso los ojos en blanco.

—Mira, tuve una noche muy pesada y me siento mal —mintió fácilmente.

— ¿Queréis que te lleve a un doctor? —inquirió tímidamente—. O puedo encargarme de que este traiga uno.

— ¡No! —gritó abruptamente Day—. De decir... no es necesario... ya se me pasará. ¿Algo más?

—Quería saber si... si tú... si te apetece... ir a... —balbuceó demasiado y Alejandro supo inmediatamente que ella iba a negarse.

—Lo voy a pensar, ¿vale? —contestó con sinceridad, tal vez una fiesta le vendría bien, aunque la decisión de ir le traería numerosos problemas a su vida nuevamente.

Quizás los desastres futuros sirvan para acercarla nuevamente al amor.


¡Hola de nuevo! ¿Qué les pareció este cap? :3 Gracias por los comentarios del cap anterior, ya veo que están un poco dolidas con Alec :'( yo siento que lo odio y lo amo a la vez, ¿es eso lógico? >.< Espero hayan disfrutado el capítulo, ya subiré el proximo esta semana que viene, no se preocupen, no tardaré nada, ¡Animense a dejarme sus opiniones! son muy importantes para mí :* nos leemos pronto! cuidanse. 

PD: Saludos a Mel, Saludoss a Bella_22, Nenamadilinda, 2k_vulturi, Marii:salinas, melisamontero, jennykovacs, monica_swan38, karenitz3lvulturi.

Bss. ♥

Day S.

Capítulo 37: "Corazón de las Tinieblas" Capítulo 39: "Odio & Amor"

 
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