Amar Después de Morir

Autor: Day_Swan
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 17/08/2012
Fecha Actualización: 04/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 86
Visitas: 65248
Capítulos: 41

“Amar Después de Morir”

Secuela de: “El Ángel de Alec Vulturi."

Sinopsis.

Después de la muerte de Melissa, Alec vuelve a ser el mismo de antes, frio, calculador y distante, con solo una palabra grabada en su mente: Venganza, luego de efectuarla pensaba morir, ya no sentía la necesidad de vivir sin su único amor. Por otra parte Aarón tampoco ha superado la muerte de la joven, pero todo cambiara cuando Alex sueñe el futuro, al igual que Alice, ambas vieron a una humana, una humana que cambiará la vida de todos; de nuevo. ¿Quién será ella?

Nada en esta vida es imposible, lo incierto puede que sea cierto, el amor es dolor, pero también alegría; una segunda vida, una segunda oportunidad, personalidades distintas, un mismo rostro, ¿una misma alma?, un amor, una promesa, amar después de morir…

Ella, una joven que oculta su verdadera personalidad y finge ser rebelde y caprichosa…

Él, un vampiro dolido por la pérdida del amor de su vida…

 


TRAILER DEL FIC: http://www.youtube.com/watch?v=Of0dvtHqjHM&feature=youtu.be

Algunos de los personajes pertenecen a Meyer, la historia es de mi completa autría basada en las ideas de dicha autora, los personajes nuevos son de mi imaginacion.

Espero les agrade la segunda parte de "El Ángel de Alec Vulturi"

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MIS DEMAS FIC'S:

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"SAFE AND SOUND" (one shot)

"SÓLO 24 HORAS MÁS" (fic corto)

"PASIÓN INSACIABLE" (fic corto)

"UNA NAVIDAD EN EL CASTILLO VULTURI" (one shot)

"OSCURA TENTACIÓN" (Fic largo)

Mi facebook: Daymelis Ramos

Perfil Fanfiction:Day M. Odair

 

Sin más las dejo con esta hermosa historia, espero que les guste.

*Day_Swan*

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Capítulo 22: "Presión"

“Presión”

Capítulo veinte.

Narrador POV.

¡Se había ido!

Ese hermoso chico no estaba, se fue, la trató como si no fuera nada respondiéndole un frio: “No es de tu incumbencia” eso la desconcertó por completo. Sinceramente Alec tampoco estaba claro en el por qué se había ido, estaba desconcertado, con el aroma de ella, su mirada clavada en la de él y sus lagrimas cayendo por su rostro como un par de cascadas.

Los dos tenían muchas cosas que descubrir y analizar.

Finalmente se habían encontrado frente a frente, y para muchos, el encuentro debió haber sido de otra manera, quizá cayendo con un beso o con alguna palabra bonita. Pero no fue así, fue algo rápido, incómodo y frio como la nieve que caía aquella noche de enero.

Ella entró de nuevo a la casa confundida y él se alejó lo más que pudo de ella.

Separados nuevamente…

*

*

*

Muchas horas antes…

Los dos se miraban a los ojos destilando furia; traspasándose con la mirada de un modo increíble. ¿Podría existir una pareja igual a ellos? Pelear sin ser novios y queriendo serlo.

—Si me amas, ¿por qué no me aceptas? —preguntó Gabriel con rabia. Minutos antes Jane le había revelado su amor y él… y él se había sentido tan vivo que quería gritar y besarla; sin embargo ella deseándolo, no lo permitió.

—No quiero estar con nadie. —La chica se llevó las manos al rostro mostrando frustración, sus ojos lila brillaban con intensidad, algo que a Gabriel le confundía aún más.

— ¿Por qué? ¿Crees que te haré daño? —inquirió nuevamente el adolescente.

—Naturalmente. Todos tenemos ese miedo, pero no es eso, solo no quiero y ya —explicó son serenidad.

—Vamos Jane, no seas así…

— ¡Soy así y ya!

—Por favor…

—Vale chico ya. Déjalo, tengo muchos problemas y no puedo meterme en más estando a tu lado —dijo Jane fríamente, ocasionando un estremecimiento en el cuerpo de su acompañante.

¿Cómo podía ser tan cruel?

— ¿Soy un problema para ti? —interrogó el chico en un balbuceo.

Inmediatamente Jane se sintió mal.

—No es eso, es solo que sé que no le caigo bien a tu hermana. Y sinceramente ella tampoco me cae bien a mí —explicó cruzándose de brazos.

—A mí tampoco me cae bien tu hermano, ¿y eso qué? —Gabriel se encogió de hombros al mencionar.

—Que es mi hermano.

—Vale es tu hermano, pero no el dueño de tu vida —aseguró el chico Gilbert.

— ¡Eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando, joder! —exclamó la vampiresa con voz firme, baja pero firme.

— ¿Eso es todo? —interrogó Gabriel notando cuando Jane decidía marcharse—. ¿Solo te irás? ¿No te darás una oportunidad conmigo? Si tanto me amas claro…

— ¡No seas ridículo!

—No estoy siendo ridículo, estoy siendo racional…

Sin permitirle terminar la frase, Jane se abalanzó sobre él, rodeando sus piernas en la cintura del chico y estampándole un beso en la boca de forma salvaje y apasionada. Los labios de ella rozaban con fiereza y a la vez dulzura los de él, introduciendo su lengua eróticamente en la boca del chico con absoluta desesperación, era como si necesitara de su sabor para sobrevivir. El chico acarició a la rubia en la espalda con suaves círculos y el cuerpo de esta respondió besándolo con más intensidad, pero cuando se percató de lo que hacía, se separó de él.

—Esto sí que no fue racional.

Y sin decir nada más se fue de allí dejándolo con la palabra en la boca. Al parecer era una costumbre de esos gemelos al dejar hablando solas a las demás personas.

«Increíble» mencionó Gabriel tocando sus labios hinchados con fascinación…

*

*

*

Al día siguiente…

Despertó desubicado; parpadeó varias veces luego de ver la hora en su móvil: faltaban 5 para las 10 de la mañana.

Estaba cansado aún. Su vida no podía seguir siendo un desastre. No sabía cómo había podido desear algo que ahora lo veía tan lejano y siniestro.

Astor Blakelee. Mejor conocido como “Blake” en la escuela de hechiceros donde asistía. Blake era su apodo desde que era niño y lo odiaba, no sabía la razón pero le disgustaba escuchar ese nombre tan siquiera. Él desde niño había sido una persona segura de sí misma, incrédulo y desconfiado con la gente, todas las personas le parecían igual, lo mismo ocurría con las chicas.

Las chicas nunca habían sido un problema para él, si no se enamoraba, claro.

Desde que tenía memoria había pensado solo en una cosa: obtener el resto de sus poderes, y de la forma en la que tenía que conseguirlo no le pareció tan malo.

Hasta que la conoció.

Al principio había sido solo un juego y terminó siendo su perdición.

¡Pero cómo le encantaba esa chiquilla!

Ella sabía lo que era y lo aceptaba, aunque estaba convencido con la idea de que si supiera el resto la perdería y para siempre.

Por eso tenía que intentar hacer algo.

El chico rubio se levantó de un salto y revisó su móvil nuevamente; buscó entre los mensajes percatándose de que su novia no había respondido el mensaje de buenas noches.

¿Había dicho algo malo?

Con apuro entró al buzón de salida y releyó una y otra vez el mensaje que le había enviado a su novia antes de irse a dormir:

«Amor, estoy contento porque ya estás mejor, no sabes el miedo que me hiciste pasar, no puedo ni imaginar que te ocurra algo, no lo soportaría. Te amo y lo sabes nena. Besos, descansa mucho»

Definitivamente no había dicho nada malo. Igualmente ella no respondió.

Quizá estaba dormida.

Tecleó su número y escuchó los «Bips» con impaciencia, después de diez tonos o más, no respondió…

Dejó el móvil en la cama y caminó al baño decidido a ducharse, luego comer algo e ir por su novia para llevarla a un sitio.

Sonrió al recordar el beso que le había dado cuando despertó. Sí, estaba enamorado de ella.

*

*

*

No había dormido bien, se debatía internamente en si levantarse o no; sus ojos ardían y le dolía la cabeza. No había parado de llorar hasta hace unas cinco horas. ¿Por qué lloraba por un extraño? No lo sabía, no sabía que estaba ocurriendo, incluso, cuando leyó el mensaje de su novio, se sintió fatal, extremadamente culpable.

«Girl I'm just in love with you, girl I'm just in love with you, no more other words to use, I'm just in love with you, I'm just in love with you»

El tono de su móvil la sacó de sus pensamientos… sabía quién llamaba, esa era la canción que él le había dedicado, la que a ella le encantaba…

¿Contesta…?

Se le formó un nudo en la garganta. ¡No! No podía contestar.

Tres llamadas perdidas, de su amor… o el que ella pensaba era su amor.

Un pensamiento llegó a su mente sin un aviso previo, estaba sintiéndose mal nuevamente.

.

.

.

Luego de besarla, Astor la estrechó entre sus brazos y colocó su rostro a la altura de ella.

—Quiero proponerte algo —mencionó el chico con voz melosa.

— ¿Qué cosa? —inquirió la chica tocando la nariz de su novio con uno de sus pequeños dedos. El chico era misterioso hasta en los momentos más románticos.

—Quiero que vengas conmigo.

— ¿Adónde? —preguntó la castaña asombrada, con sus ojos abiertos como un par de cuencas.

—Quiero que vivas conmigo, lejos de todo, lejos de cualquier cosa que pueda dañarte, quiero compartir mi vida contigo, que viajemos juntos, durmamos juntos, despertemos juntos… —Lo decía con tanta dulzura y emoción que la chica sintió su alegría en cara centímetro de su piel.

Pero no podía aceptar.

—Yo… yo… —balbuceó con nerviosismo.

—Puedes pensarlo por un tiempo. —Sonrió al decir el chico.

— ¿Sí? Pero es que… ¡no lo sé! Es tan pronto… yo… yo no puedo —articuló Day como pudo, viendo como su chico fruncía el ceño y luego asentía.

—Lo que tú digas. —Y besó su frente con ternura.

.

.

.

¡Nadie le había dicho algo así jamás!

Él estaba enamorado de ella y ella pensado en otro de una forma tan peculiar…

La chica se levantó de su cama y fue al baño a lavarse los dientes y prepararse un baño de burbujas.

— ¡Day! —exclamó la voz de Nessie en la puerta mientras que tocaba con suavidad—. El desayuno ya está en la mesa.

— ¡Voy linda! —gritó la chica desde el baño.

— ¡Ok!

Y se retiró.

¿Siempre era la que más tarde se despertaba?

Sí, sí. Siempre había sido así.

*

*

*

«Waiting for the one, The day that never comes, When you stand up and feel the warmth, but the sunshine never comes, No the sunshine never comes»

El sonido de su móvil la hizo volver al mundo real. Había estado tan sumida en sus pensamientos que no se había percatado de que la llamaban desde hace más de dos minutos.

Era humana y era normal distraerse.

— ¿Sí?

—Te he extrañado amor —dijo la voz de su novio.

Melissa inmediatamente suspiró emocionada.

—Y yo a ti, cariño.

— ¿Sabes cuántas veces he pensado en besarte? —interrogó él, meloso.

— ¿Cuántas?

—Cien.

— ¿Las contaste?, aunque no son muchas… —dijo divertida la chica.

—Uh… son cien por minuto —respondió rápidamente el chico—. Sí eso. Te echo de menos, ¿dónde estás?

—Podemos vernos en una hora cariño…

El chico prácticamente brincó de emoción.

— ¡Genial!, ¿en dónde? —inquirió emocionado, al otro lado de la línea, la chica sonrió abiertamente.

—Hay un parque cerca amor, te enviaré la dirección, en una hora espérame allí. Un beso.

— ¡Te amo hermosa! —exclamó el chico con alegría, mientras hacía sonar un montón de besos causando risas en su novia.

—Y yo a ti, te amo. —Tres besitos y colgó.

Suspiró enamorada, lo vería después de tantas semanas. Lo echaba de menos.

.

.

.

— ¿Me quieres? —preguntó ella sentada en su regazo, protegiéndose del frio.

—Te adoro. —Le acarició el cabello con dulzura y agregó—: eres la mujer de mi vida.

La chica emitió un suspiro. Al verlo fue como presenciar un arcoíris después de una fría y fuerte tormenta.

Pero nuevamente le invadió un sentimiento de culpa: ella deberá desaparecer de su vida porque él es un mortal y ella no. Estaba convencida que la pasaría mal, realmente mal, se le haría completamente difícil olvidarlo, seguramente imposible, seguramente no iba a poder seguir viviendo sin él, sin sus besos, sin su amor… ¿qué debía hacer?, ¿alejarse?, ¿decirle? No quería ninguna de las dos.

No quería dejarlo, pero tampoco deseaba decirle la verdad.

— ¿En qué piensas? —interrogó el chico—, pareces preocupada.

—Uh… no, eh… tengo sueño. —Esquivó la mirada de su novio sabiendo que si él le miraba sabría que mentía.

—Parece que te aburro mucho ¿uh? —bromeó Dennis sabiendo que algo ocurría con su chica—. Te conozco, ¿qué sucede?

—Pues… es que… no nos veremos tan seguido y eso me preocupa —explicó su preocupación  a medias—, nosotros regresamos a México, o quizá no… no lo sé.

— ¿Por qué no se quedan? —inquirió Dennis esperanzado.

Melissa suspiró—. Porque ya tenemos una vida en México —mencionó frunciendo los labios—, y…

— ¿Y? hay algo más ¿no? —preguntó—. Escucha, no me ocultes nada, si tienes algún problema, solo dímelo.

—No, no. No pasa nada.

— ¿Ah, no? —Indagó el muchacho con una media sonrisa—. ¿Y por qué no me miras cuando me lo dices?

— ¡Ay ya! —exclamó Melissa frustrada—. Cuando sea el momento adecuado les participaré a mis padres que voy a terminar el instituto en tu país.

— ¡¿Sí?! —preguntó el chico esperanzado—. ¡Pero si falta más de un año!

—Aja. Por eso amor, es mucho tiempo —dijo Melissa nuevamente mirando a su novio a los ojos, mientras se acercaba a su rostro completó—: mucho, mucho tiempo para nosotros.

—Eso suena muy comprometedor señorita Rivera. —Sonrió él al decir—. Estoy convencido.

—Por supuesto.

— ¿Sabes qué será comprometedor también? —insinuó Dennis sonriendo pícaramente.

— ¿Qué? —La curiosidad invadió el cuerpo de la chica.

—Tu cumpleaños.

¡Ah sí! Su cumpleaños. ¿Cuántos cumplía? No exactamente dieciocho años como él pensaba. Tenía muchísimos más que esos, no era una adolescente aunque lo aparentaba, así que, su edad, también era una de las muchas mentiras que le había dicho a su novio.

¿Le perdonaría alguna vez aquello si se enterara?

¿Se iba a enterar?

Todo aquello era un enigma para ella.

¿Tendría que llevarse por sus impulsos?, ¿o actuar con responsabilidad?

Sin respuestas.

*

*

*

La percibía, ella estaba cerca, ella había sido la causante del trance en el que Day había entrado aquella noche de enero.

Úrsula.

— ¿Estás bien?, te ves muy pálido. —Su novia lo sacó de sus pensamientos, ellos caminaban por el pueblo, abrigados, tomados de la mano y en silencio, hasta ahora.

—No he comido nada —respondió en voz baja.

— ¿Y por qué cada segundo miras para algún lado como si alguien nos estuviera siguiendo? —volvió a preguntar la chica, tirando de su brazo insistentemente.

—No es nada. —Le guiñó un ojo al responder, ella se sonrojó.

Caminaron en silencio por unos minutos hasta llegar a una pequeña cafetería, ambos entraron y se desprendieron de sus chaquetas al sentir la calefacción en el lugar, una señora regordeta y con gafas los atendió y los chicos amablemente pidieron su almuerzo.

Mientras Day terminaba de beber su taza de leche, Astor la miró burlonamente. Tenía que evitar mirarla, ya que si lo hacía, corría el riesgo de soltar una fuerte y larga carcajada.

— ¿Qué demonios te pasa? —preguntó la chica inmediatamente, al notar la diversión de su novio.

—N-nada. —Miró hacia otro sitio al responder.

—Aja.

—D-deberías afeitarte —dijo el chico junto son una risa, mientras señalaba los labios de la chica con sus dedos.

Day inmediatamente se sonrojó, tomó una servilleta y limpió los restos de leche que quedaron en sus labios en forma de bigote.

— ¡Tonto!

—Te favorecían —alagó lanzándole un beso.

La chica le sacó la lengua infantilmente y se cruzó de brazos.

Astor alzó una ceja. Así comenzaban los berrinches de su novia.

¡Sí que la conocía!

Alec POV

Carlisle estaba sentado innecesariamente en el sillón individual, con su esposa a un lado. El hermano de la humana –Day– estaba cerca, de pie, algo incómodo, mientras que Emmett charlaba animadamente con Jasper sobre el juego de beisbol que trasmitirían en unas horas.

— ¿Entonces quieren terminar los estudios allá? —preguntó Carlisle, a lo que Gabriel asintió a su pregunta.

—Sí, mis hermanos están de acuerdo, pero queríamos preguntarles primero a ustedes. Bueno, preguntar nada más yo, ya que quien sabe en donde estén metidos —refunfuñó por lo bajo, Esme sonrió al mirar los gestos del chico.

Carlisle miró a Esme y asintió con una sonrisa.

—Muy bien, aceptamos, lo más importante es lo que ustedes quieren. —Carlisle sonrió abiertamente al responder.

—Es muy importante para nosotros que nos comuniquen sus decisiones —agregó Esme sonriente.

Se preguntaran qué hacía allí. Pues respondo que ni yo mismo lo sé. O sí lo sabía… ¡qué sé yo!, ellos se iban de nuevo a su país, eso quería decir que Astor también iba a irse, ¿se iría detrás de la chiquilla insolente? ¿Y el trato que habíamos acordado?, pues se iba a la mierda, eso era seguro.

La puerta de la casa se abrió y enseguida entraron los dos susodichos, la humana y el brujillo, respiré hondo y me concentré en mi libro; a mi izquierda Jane, puso los ojos en blanco al ver a la chica.

Los demás se incomodaron por el brujo, incluso el mismo hermano de la chiquilla.

—Uh… buenas tardes… —dudó la chica al decir, no se había percatado de mi presciencia, ya que yo estaba de espaldas a ella.

 Todos respondieron al saludo, menos yo y mi hermana.

—Pequeña, este es Alec, el hermano de Jane —señaló Esme con simpatía, escuché los pasos de la chica aproximándose a mí, hasta que finalmente me divisó, a su espalda Astor tenso y ella tenía el rostro deformado.

— ¿Alec?

—Sí —respondí agriamente—. Alec.

Ella estiró su mano, yo la miré por unos segundos, hasta que la estreché unos segundos para luego retirarla, mostrando desprecio.

—Oh… Daymelis, un gusto.

—Como sea —dije y volví la atención a mi libro.

Escuché el chasqueo de sus dientes y hasta sentí la furia que emanaba en ella. No, esta no era Melissa.

— ¡Qué amable eres! —exclamó con ironía—. Claro, hermano de tu hermana.

— ¿Qué? —inquirió Jane a la defensiva.

—Eh… amor, vamos. —El novio la tomó de la mano, tirando de su brazo para sacarla de allí, pude intuir que el brujillo sabía lo que ocurriría luego, conocía a la chica.

— ¡No! —chilló ella como una niña malcriada.

— ¿Qué fue lo que dijiste? —preguntó nuevamente Jane.

—Que tú hermano es extraordinariamente amable, al igual que tú. Ambos son tan educados que hasta ganas de llorar me dan —explicó la chica tan rápido que las palabras se atropellaban entre sí—. Y tú muchacho, aprende a ser más amable, pareces un amargado, pero no es mi problema…

Todos los presentes se quedaron boquiabiertos, incluyéndome.

—Amor. —Volvió a insistir el hechicero apestoso.

—Tienes razón, no es tu problema —dije cabreado y fulminándola con la mirada.

— ¡Estúpido! —gritó y cuando iba a alzar su mano hacía mí, el novio la tomó de la cintura y la llevó fuera. Casi cargándola, parecía un gato enojado o algo así.

¿Qué le daban de comer a esa chica de bebé?

—Vaya… sí es berrinchuda como Alice decía —comentó Emmett con una sonrisa burlona mientras salía del salón.

Gabriel carraspeó incómodo y Jane se levantó y salió de la casa enojada.

Los demás no comentaron absolutamente nada.

Bueno, por algo yo decía que era una mala idea convivir con esa chica, y tenía razón.

Daymelis POV.

El chico de ojos violeta que cambian de color como un semáforo… ¿carmín?, ¿negro? ¡Mierda!

Tendría que tener a ese chico a varios kilómetros de distancia, ¿cómo era posible que cambiara mis emociones de un día para otro?, primero lloro por sentir algo por él así de la nada y luego me hace enojar porque me ignora; digo, no es que me moleste que no le caiga bien, ¡pero que no me trate así!, yo soy una chica, y él es un maldito imbécil.

¡Imbécil!

—Deberías tranquilizarte —sugirió Astor acariciándome el pelo.

— ¡No me defendiste, traidor! —exclamé alejándome de él.

—Vamos Day, no seas malcriada, ese… no vale la pena —dijo acercándose a mí, juraría que mis gritos se escuchaban dentro de casa.

— ¡Claro que no vale la pena, es un patán! —mencioné con voz alzada—. ¡Agh!

As se acercó a mí y me tomó de la mano, lentamente acurrucándome en su pecho.

—Vámonos lejos —dijo con dulzura, repitiendo la propuesta que me había hecho cuando me contó su secreto.

—As…

—Seriamos felices juntos, estoy seguro. —Levantó mi barbilla con sus dedos y cuando captó mi mirada me sonrió.

—Cariño yo…

— ¿Lo has pensado tan siquiera? —inquirió con el mismo tono de voz.

—Eh… no.

—Pues piénsalo. Esperaré la respuesta pacientemente. —Me besó en los labios y me abrazó con fuerza.

Esperaría la respuesta pacientemente, pero y si… ¿y si la respuesta era un no?

Presionada sí. Estaba presionada, por muchos motivos, por dos en específico: uno llamado Astor, y otro… Alec.

 

 


¡Holaaa! Primero quería agradecerles por sus comentarios del capítulo anterior, saben que sus opiniones son muy, pero muy, importantes para mí! Espero también les guste este capítulo, ¿qué opinan de la propuesta de Astor? Ya he visto que la actitud de Alec no les agrada hahaha, a mí tampoco, pero él es así de extraño y sexy. ¡Espero sus hermosos comentarios! Saludines a mi geme Mel, monica Swan, Bella_22, Gaby Ortega y a Marii Salinas. ¡Graacias por el apoyo! 
Besos desde Venezuela!

Day♥

Capítulo 21: "Inconsciencia" Capítulo 23: "Distancia"

 
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