Amar Después de Morir

Autor: Day_Swan
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 17/08/2012
Fecha Actualización: 04/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 86
Visitas: 65244
Capítulos: 41

“Amar Después de Morir”

Secuela de: “El Ángel de Alec Vulturi."

Sinopsis.

Después de la muerte de Melissa, Alec vuelve a ser el mismo de antes, frio, calculador y distante, con solo una palabra grabada en su mente: Venganza, luego de efectuarla pensaba morir, ya no sentía la necesidad de vivir sin su único amor. Por otra parte Aarón tampoco ha superado la muerte de la joven, pero todo cambiara cuando Alex sueñe el futuro, al igual que Alice, ambas vieron a una humana, una humana que cambiará la vida de todos; de nuevo. ¿Quién será ella?

Nada en esta vida es imposible, lo incierto puede que sea cierto, el amor es dolor, pero también alegría; una segunda vida, una segunda oportunidad, personalidades distintas, un mismo rostro, ¿una misma alma?, un amor, una promesa, amar después de morir…

Ella, una joven que oculta su verdadera personalidad y finge ser rebelde y caprichosa…

Él, un vampiro dolido por la pérdida del amor de su vida…

 


TRAILER DEL FIC: http://www.youtube.com/watch?v=Of0dvtHqjHM&feature=youtu.be

Algunos de los personajes pertenecen a Meyer, la historia es de mi completa autría basada en las ideas de dicha autora, los personajes nuevos son de mi imaginacion.

Espero les agrade la segunda parte de "El Ángel de Alec Vulturi"

POR FAVOR NO PUBLICAR SIN AUTORIZACION, TODAS MIS HISTORIAS ESTAN PROTEGIDAS POR SAFE CREATIVE, NO AL PLAGIO!

MIS DEMAS FIC'S:

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"SAFE AND SOUND" (one shot)

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"PASIÓN INSACIABLE" (fic corto)

"UNA NAVIDAD EN EL CASTILLO VULTURI" (one shot)

"OSCURA TENTACIÓN" (Fic largo)

Mi facebook: Daymelis Ramos

Perfil Fanfiction:Day M. Odair

 

Sin más las dejo con esta hermosa historia, espero que les guste.

*Day_Swan*

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Capítulo 14: "Tortura"

“Tortura”

Capítulo doce.

Alec Pov’s.

El dolor que yo sentí en aquel momento no podía compararlo, y lo peor de todo es que yo no podía hacer nada contra eso, ella no era mía, no era la persona que yo pensaba; sin embargo no impedía que me doliese…

Definitivamente la vida me estaba ofreciendo la peor y más cruel tortura, quizá yo lo merecía, había sido despreciable, probablemente lo sigo siendo, me lo merezco…

Yo sabía que no tenía derecho alguno para sentirme así, ella no era quien yo pensaba, pero era idéntica, su aroma, su cabello, sus ojos, su sonrisa…

Probablemente había sido un error el venir.

Estaba castigándome a mí mismo.

Me había lastimado.

Aún no podía creer que de verdad había sido capaz de enfrentarme a ella, ¿cómo pude ser capaz de acercarme a ella y seguirla?

Inicio Flash-Back.

El clima en Canadá no había sido tan frio aquel día, no había neblina por lo tanto nosotros no podíamos salir, debido a que extrañamente había un poco de sol allá fuera. Suspiré frustrado, no me apetecía quedarme en un solo lugar, atascado.

En el intento de dirigirme a la biblioteca con uno de los nuevos libros que me había interesado en leer, me sorprendió el hecho de que Carlisle y Esme estaban bajando las escaleras con un par de maletas y una pequeña carpeta con distintos papeles que, al parecer, eran importantes.

— ¿A dónde van? —preguntó mi hermana confundida, mientras que Carlisle colocaba ambas maletas cerca de la puerta de la casa.

—Viajaremos —contestó él.

—Oh.

—Nes… Renesmee ha llamado —explicó Esme seriamente—, el anochecer partiremos para encontrarnos con ella.

— ¡Yo iré! —Exclamó Alice apareciendo en la sala algo preocupada, Carlisle frunció el ceño—, debo hacerlo.

— ¿Ocurrirá algo? —pregunté inmediatamente, todos los presentes me miraron incrédulos.

— ¿A caso te preocupa? —bufó Jane, se quedó pensativa y frunció el ceño levemente, sabía que a Jane le incomodaba el hecho de que esa humana resultaba ser hermana del chico que a ella le interesaba.

—Sí, pero no precisamente ella —le hice saber fulminándola con la mirada, mi hermana de cierta forma, se estaba convirtiendo de nuevo en aquella Jane amargada y distante.

—Algo así, pero no es de tu incumbencia, como ya lo has dicho muchas veces, no te importa si algo le pasara a Day, así que, es mejor que ni te enteres, no quiero malgastar mi tiempo —explicó Alice mirando sus uñas.

Jane rodó los ojos.

—Entonces preparémonos que partimos a las siete —avisó Carlisle—, no lleves tanto equipaje, porque como ya sabes no lo necesitaremos.

— ¡Es la mejor decisión que has tomado! —exclamó Alice, no entendí a que se refería, todo era un enigma para mí.

—Si no hay dudas, es mejor que esté con nosotros —contestó Esme ignorando por completo mi presencia.

— ¡Esperen! ¿De qué hablan? —Pregunté sin poder aguantar el desespero—, ¿a qué se refieren con que “no hay dudas”? —expresé frunciendo el ceño.

—Muy bien, te lo diré resumido —comenzó Alice aún enojada por lo del otro día—, Day maneja el clima, también. Y además de aquello, existe lo posibilidad de que nos recuerde.

Me quedé perplejo ante tal confesión, y claramente no le pude contestar absolutamente nada.

Alice comenzó a preparar su equipaje obviamente con el de Jasper, mientras que caminaba de un lado a otro; sospeché que ella me estaba provocando para que me fuera con ellos, y lo peor de todo es que lo estaba logrando.

Y en cierta manera, me preocupaba que algo malo llegase a ocurrir.

Froté mis sienes, aún confundido.

¡¿Por qué demonios me ocurría esto a mí?!

Pero luego pude notar, que cambió su actitud.

—Alice —la llamé cuando dejaba caer en el piso su bolso de mano para dirigirse de nuevo a su habitación a seguir buscando no se qué cosa—, ¿has podido ver el futuro de… ella?

—Sí, pero solo por un segundo.

Quería preguntar que iba a ocurrir pero no me lo permití.

—Mira Alec, te noto extraño, lo sé, y también vi algo, así que, por favor, si de verdad no te importa, y la odias, no vayas a acercarte —me advirtió con ojos suplicantes, como si de verdad yo tuviese que ver en lo que iba a pasar.

Entonces yo no le hice caso.

En cuanto ellos salieron por la puerta y subieron al auto, me escabullí en el bosque y comencé a correr al aeropuerto para llegar antes que ellos, sabia donde iría, porque varias veces me había asegurado que la familia de Melissa se encontrase a salvo como ella lo deseaba.

Al entrar a la ciudad estuve muy cerca de la casa que desde hace muchos años ocupaba la familia Gilbert, y me di cuenta, que un familiar aroma se encontraba impregnado en aquel sitio.

Yo tenía mucho que no los “visitaba”.

El aroma de ella.

Era como si fuese retrocedido cincuenta años.

Y sin pensarlo tan siquiera, seguí aquel fresco y dulce aroma hasta llegar al cine del centro comercial.

Nadie logró verme, era demasiado rápido como para hacerlo, pero en ese entonces no era consciente de la sed que ya poseía. Solo quería verla.

Fin Flash-Back

Y ahí estaba, yo pude escuchar toda la plática entre ellos, el aparentemente humano no olía como tal, y podría asegurar que ningún vampiro se apetecería de su sangre, podría asegurar que era asquerosa.

Pero la de ella, no.

La de ella me cantaba, como alguna vez lo había hecho la sangre de Melissa en su humanidad.

Ellos se coqueteaban. Ella le sonreía, él la acariciaba, se abrazaban como si de ello, dependiesen sus vidas, casi iban a besarse, pero al parecer, ella no estaba lista. Entonces sentí como algo dentro de mí se volvía a destrozar inexplicablemente.

Ella no es mía, no, no es.

Entonces entendí a qué se refería Alice.

A esto.

A lo que estaba sintiendo.

La humana no era Melissa, para mí no lo era, pero su parecido era extremadamente increíble, tan increíble que dolía.

Se veía tan real y tan irreal… el dolor volvió a mí y se hizo aún más profundo, y en ese mismo momento, mi odio hacia aquella desconocida se autentificó.

Ellos se apartaron y me percaté de que aquel chico buscaba con la mirada algo en particular… ella no pareció darse cuenta, pero yo sí, él sabía que alguien los observaba.

Por eso decidí retirarme, por eso, y también porque de verdad ansiaba beber de la humana.

Cuando salí de aquel cine me encontré con Alice Cullen con su entrecejo fruncido y cruzada de brazos, ella me estaba esperando.

— ¡¿Qué demonios crees que haces?! ¡Maldición! ¡Te dije que no vinieras! —Exclamaba ella alzando su voz mientras que evaluaba mi rostro con una mueca de disgusto—. ¡Pudiste haberla matado!

—Pero no lo hice —argumenté alejándome, ella me siguió.

— ¡No te entiendo! Alec, no quiero que la dañes, si no cambias de opinión ¡aléjate! —exigió ella apuntándome con su dedo índice.

¿De que demonios hablaba?

¿Iba a ocurrir algo?

¿Había algo más?

— ¿Qué va mal? —Interrogué sintiendo como el aroma de la humana se acercaba lentamente, conduje a Alice hacia un estrecho callejón para escondernos y continuar hablando—: Allí está.

— ¿Qué va mal? ¿Todavía lo preguntas? ¡Tú! Alec, estás mal, desde que escuchaste de la existencia de ella —señaló a la humana—, ¡has decidido odiarla, puede que te entienda, pero también debes entender que ella es Melissa!

Fruncí el ceño.

—No es tan fácil.

Alice suspiró y decidió cambiar el tema:

—Mira, ese chico que está con ella es la razón por la cual no puedo ver el futuro de Day —explicó solemne—, intenta utilizar tu don con él —pidió, la miré con consternación—. ¡Vamos, hazlo!

Y lo hice.

Comencé a utilizar mis poderes vampíricos sobre aquel chico, comenzando por arrebatarle la vista, pero desgraciadamente, nada ocurrió, él fue inmune a mis dones.

¡Maldita sea!

Odiaba cuando ocurría eso.

— ¡Lo sabia! —exclamó Alice, sin una pizca de emoción, sino, de horror.

—Alice, no entiendo que ocurre, estoy seguro de que ese esconde algo —le dije, ella asintió en total acuerdo.

—Lo sé, a Jasper tampoco le funcionan sus poderes con él —argumentó pensativa—, su olor es diferente, y Jacob ha explicado que apesta.

Entonces algo pasó por mi mente inmediatamente, al recordar las investigaciones y atentados que había efectuado Aro hace algunos años, Aro quizá sabría algo que nosotros ignorábamos.

Cuando pensé en aquello, Alice se quedó con su mirada perdida, y yo consciente de que estaba teniendo una visión por mi decisión, esperé pacientemente a que me dijera que debía hacer.

—Ve a Volterra —murmuró—, con Demetri.

Y sin despedirme, decidí marcharme, no sin antes ver por última vez a la humana, quien sonreía con cariño mientras salía con su acompañante y dos jóvenes más, era la última vez que la iba a ver, estaba decidido.

Yo no era capaz de seguir soportando aquella tortura.

Mirarla era mirar a Melissa.

Mirarla era revivir tantas cosas, las cuales quedaron enterradas por la muerte de ésta.

Mirarla era ilusionarme con algo que jamás iba a ocurrir.

Mirarla era comenzar a creer algo que no era posible.

Ella no era mía, era de él, pero Alice temía, porque aparentemente había algo en ese supuesto humano que nos intimidaba profundamente, ¿podría aquel parecido físico, traerle problemas a aquella frágil humana?

Quizá sí.

Y no podía decir que no me importaba.

Porque después de todo, esa humana era familiar de mi ángel. Y Melissa jamás me perdonaría si llegase a ocurrirle algo a su… ¿sobrina?

Y así me las arregle para conseguir algo de ropa, Demetri me esperaría en Italia, así que yo tendría casi todo el viaje para pensar, pensar en cómo haría para encontrarme con Thomas y Michelle.

El sonido de mi celular me sacó de mis cavilaciones después de tres horas de haberme marchado, me detuve en seco y decidí responder.

— ¡Alec, demonios! —exclamó Jane demasiado enojada, puse los ojos en blanco—, ¡¿Cómo está eso de que vuelves a Volterra?! —preguntó y pude escuchar que algo se rompía al otro lado de la línea.

—Debo hacerlo.

— ¿Por qué? —Preguntó sonando incrédula— ¿A caso es tu problema que el novio de la humana sea raro?

—Jane, estás siendo irracional —le dije con resentimiento—, ¿recuerdas que esa humana es hermana del joven que conociste en España? ¿Por qué has cambiado de parecer? Antes querías que me acercara a ella, y ahora solo… la odias. Jane, no puedo permitir que a esa familia le ocurra algo, Melissa arriesgó mucho por mantenerlos vivos.

—Y por eso ella está muerta… —era un hecho, la Jane amargada había vuelto, y yo no estaba dispuesto a soportar su egoísmo.

—Estás siendo totalmente egoísta —le dije con voz ronca, estaba cabreado.

—Como digas —y colgó.

¡¿Por qué actuaba de esa manera?!

¡Y justo ahora!

Yo estaba haciendo lo correcto, después de haber pensando las cosas con un poco más calma, aunque yo la odiase, era lo correcto mantenerla viva.

Narrador Pov’s.

—No estás siendo cuidadoso —le dijo la rubia alta a su acompañante quien la miraba con el ceño fruncido.

— ¡Podrías dejar de ordenar todo el tiempo! Astor has esto, Astor has lo otro, Astor así no se hacen las cosas, Astor eres un imbécil —comenzó a decir mientras imitaba sus sermones; la rubia, llamada Úrsula, lo miró con incredulidad.

—Recuerda que puedo hacer lo que quiera contigo, no te olvides que aún no tienes el mismo poder que yo poseo, solo eres un novato, y de esta prueba depende tu futuro —le dijo con aires de grandeza, Astor rodó los ojos, esa charla ya la había escuchado desde hace años, claro que, no de la misma persona.

Su padre siempre se lo repetía, y su abuelo a su padre, el abuelo que comenzó con todo lo que él debía terminar.

—Lo sé, lo sé, lo sé —repitió mientras se alejaba y se adentraba a su habitación, donde estaban todos sus libros de estudio, los cuales debía repasar cada día para que ‘la misión’ saliese como su abuelo la había planeado desde hace cincuenta años.

Para él estaba comenzado a ser una tortura todo aquello.

Porque estaba pensando desde otro ángulo.

Al principio había comenzado como un juego, no, como un juego no, todo había comenzado como la misión que cambiaría su vida, pero ahora todo lo veía distinto, porque sus sentimientos se habían mezclado profundamente.

Úrsula, la rubia que en una ocasión —en la fiesta de bienvenida donde Daymelis y Astor se encontraron— había bailado con Gabriel, se sentó en uno de los antiguos sillones y comenzó a hojear uno de los libros que había encontrado cuando se escabulló en la casa de la familia Gilbert.

Diario número 1: Los secretos de los Vampiros de Volterra.

*

*

*

Al día siguiente…

Los tres hermanos Gilbert se encontraban sentados en el despacho del abogado de la familia para recibir las nuevas noticias que éste les daría en unos momentos, Daymelis se removió inquieta en su asiento.

—Tranquila —murmuró Gabriel dándole una pequeña palmadita en el hombro a su hermana, Dennis no articulaba palabra alguna, al lado de éste se encontraba la actual tutora de los tres, la tía Luz.

El teléfono del abogado comenzó a sonar y le proporcionó a Day dar un pequeño saltito, sobresaltada.

El abogado contestó.

—Los señores Cullen están aquí —indicó la voz de una mujer joven dirigiéndose a su jefe, y el señor Suarez le indicó que los hiciera pasar.

— ¿Qui-quienes vienen? —preguntó Daymelis preocupada y nerviosa, entonces la puerta del despacho se abrió y lentamente ella se giró para encontrarse con Esme y Carlisle, nuevamente.

El corazón de la chica comenzó a latir desenfrenadamente, era algo realmente extraño para ella, porque aquellos rostros le resultaban completamente familiares, y se sentía como si aquel encuentro lo hubiese esperado por años, moría por entregarse en sus brazos y abrasarlos con pleno amor.

Porque en su interior se había manifestado un amor, un cariño, admiración por la pareja que se encontraba frente a ella, era como si… como si se tratase de sus propios padres.

Por su parte, Carlisle y Esme habían sentido lo mismo, pero la diferencia, era que se habían reencontrado con la que una vez habían considerado, cuidado y amado como su propia hija.

—Señores, tomen asiento —indicó el abogado levantándose cortésmente, todos los presentes hicieron lo mismo, la secretaria se retiró después de haber traído a los esposos Cullen y Luz se quedó mirando fijamente a ambos, primero a Esme, claramente estaba envidiosa, y luego a Carlisle, al cual le dedicó una mirada coqueta, como acostumbraban hacer las mujeres en su presencia.

Daymelis rodó los ojos al darse cuenta.

Carlisle haló una silla para su esposa, ésta se sentó y luego él hizo lo mismo a su costado.

Le reunión trascurrió lentamente e incómoda, incluso para el abogado —ya que había notado el absurdo coqueteo de la tía de los chicos hacía Carlisle—, hablaron de la situación en la que los jóvenes menores de edad se encontraban, Carlisle explicó que ya había adoptado varias veces, primero a la pequeña Alice, luego los hermanos Masen: Renesmee y Edward, posteriormente a los hermanos Hale: Jasper y Rosalie que según él eran sobrinos de Esme, y por último a los hermanos Swan: Bella, Jacob y Emmett.

El señor Suarez quedó completamente consternado ante tal confesión, al igual que los hermanos Gilbert, y la tía de éstos.

Pero era obvio que la pareja poseía el dinero suficiente como para adoptar veinte hijos más.

— ¿Ocho hijos? —preguntó incrédula luz, alzando una de sus cejas.

—Efectivamente —habló la musical voz de Esme.

— ¿Entonces con ellos tres… serian once? —preguntó de nuevo, esta vez sorprendida.

—Si así ellos lo desean, sí —explicó Carlisle sonriéndole cariñosamente a Daymelis.

— ¿A los tres? —preguntó esperanzado Gabriel, aún sin poder creerlo, no los separarían, no tendrían que estar separados.

Era una buena noticia después de todo.

Pero el miedo invadió a Day, a Dennis le ocurría lo mismo.

Los Cullen no aparentaban vivir en aquel país, eran extranjeros, y el que ellos los adoptasen significaba que debían irse del país, lo que conllevaba alejarse de ciertas personas que se habían convertido en seres importantes para ellos.

Entonces Gabriel sintió o mismo.

Pero después de todo, los tres hermanos aceptaron.

Y efectivamente, ahora debían enfrentar aquella decisión, sin saber que había sido la mejor que había tomado en su corta y joven vida.

*

*

*

— ¿Canadá? —preguntó Daymelis incrédula por enésima vez, tomando su rostro entre sus manos mientras se sentaba en su cama.

Gabriel comenzó a jugar con uno de los peluches de Day lanzándolo hacia arriba y atrapándolo, estaba aburrido y preocupado.

Y él era muy inquieto.

— ¡Gabriel! ¡No! Vas a herirlo —le arrebató el peluche a su hermano mientras hacia un adorable puchero.

—Canadá —repitió Dennis aún recostado en el umbral de la puerta.

—Tenemos solo unos meses para despedirnos —frunció el ceño Gabriel al hablar.

¿Qué voy a hacer sin Melissa? Se preguntó mentalmente Dennis, preocupado.

—Es eso o estar separados —dijo Day levantándose súbitamente—, y la verdad, yo prefiero la primera opción.

Aunque eso me separe de As.

Los Cullen los llevarían a Canadá, en las vacaciones de navidad, la casa Gilbert seguiría intacta, pero una de las condiciones que el abogado puso es que no podían venderla, ya que así estaba pautado en el testamento del abuelo Gilbert.

Luz debía abandonar la casa en cuando sus sobrinos se marcharan.

El dinero lo recibirían al cumplir la mayoría de edad, por lo cual se les enviaría una mensualidad razonable a cada uno de los jóvenes.

El gasto de sus estudios sería aparte.

—Solo nos quedan cuatro semanas —explicó Dennis abrazando a su hermana.

— ¡Oigan! ¿Podrían dejar a un lado el drama? Ellos no han dicho nada sobre estudiar allá, solo dijeron que nos llevarían en navidad —les dijo el joven castaño con una sonrisa—, estoy seguro de que todavía no es el tiempo de irnos.

Day pensaba en que tal vez su hermano tenía razón, los Cullen no habían dicho absolutamente nada de no regresar después de navidad, quizá esperarían a que ellos terminaran el año, o que se graduaran.

— ¡Tienes razón, aún no sabemos! —Exclamó Dennis ahora contento—, iré por Melissa, los veo al rato —y salió por la puerta realmente entusiasmado.

—Nuestro pequeño está enamorado —dijo Gabriel suspirando dramáticamente, Daymelis rió por lo bajo y su hermano comenzó a desordenar su cabello.

*

*

*

— ¡Alec! —exclamó Alexandra despertándose, su sobrina ya estaba a su lado desde hace diez minutos, cuando pudo sentir la cantidad de emociones que le trasmitía su tía—, oh diablos, odio este don.

— ¿Qué ocurre?

—Conocí a Alec… por sueños, es extraño —dijo demasiado aturdida—, ¿quieres saber que va a ocurrir? Te advierto que me reservaré cosas sobre ti, y también te advierto que este futuro si será posible, porque Alec ya tomó una decisión y fue la acertada.

— ¿Debería asustarme? —preguntó Melissa aterrada.

—Creo que sí.

Y Alex le contó todo lo que ocurriría en unos meses más.

Media hora después, tocaron la puerta y Melissa fue a abrir, casi anochecía, y sabía que se trataba de Dennis ya que él acostumbraba visitarla a esa hora.

Cuando la híbrida abrió la puerta, el chico la miró intensamente y sin siquiera mencionar nada, se acercó a ella, tomó su mentón con dos de sus dedos y unió sus labios con los de ella.

Pensando en que no quería perder más el tiempo, él se había enamorado, ella de él, se amaban, no había nada que los separara, su amor era el más puro que alguno de los dos había sentido nunca, sus labios rozaron los de ella intensamente, lamió su labio inferior por un segundo y ella puso sus brazos alrededor de su cuello, él aún con sus dedos en su rostro, posó una de sus manos en el cuello de Melissa para acercarla más a él, profundizando más el beso, pero no convirtiéndolo salvaje, éste siguió de lo más tierno, sus labios seguían unidos y sus lenguas comenzaron a jugar lentamente, robándose el aliento de forma pausada, probándose por primera vez, acariciándose y demostrándose cuanto se atraían.

Al separarse, Dennis dijo:

—Había esperado tanto, y hoy por fin fui capaz de besarte. Aprovecharé este ataque de valentía para decirte que te amo y que me hace feliz sentir esto por ti, tú me haces feliz.

Melissa se maravilló por la intensidad de las palabras de su amor, y se abalanzó sobre él besándolo con todo el amor que él merecía.

Era el chico más dulce que había conocido.

Eran las palabras más hermosas que alguien le había dicho alguna vez.

—Te amo —le dijo al mirarlo a los ojos, incapaz de agregar algo más por la emoción que sentía en ese entonces, a Dennis no le importó que no agregase algo más, porque para él lo más importante fue haber escuchado aquella confesión, ella lo amaba, al igual que él.

*

*

*

El timbre comenzó a sonar y Daymelis fue a abrir rápidamente después de haber dejado su libro a un lado.

Cuando abrió la puerta de par en par se encontró con cuadro personas, dos que ya conocía, y dos que… no sabía qué demonios le ocurría pero sentía lo mismo de nuevo.

¡Estoy loca!

— ¡Ah, hola! —exclamó Daymelis sorprendida, Carlisle, Esme, Jasper y Alice se encontraban en el umbral de su puerta sonrientes.

—Buenas noches —saludó Alice casi brincando de emoción—, soy Alice Cullen ¡tu hermana! —exclamó y fue a abrazarla cariñosamente. A Daymelis no le intimidó, al contrario de eso correspondió a su abrazo, con cariño, como el de una hermana.

—Esperamos sea de tu agrado nuestra visita —dijo dulcemente Esme—, nuestros hijos deseaban conocerlos.

— ¡Oh, por supuesto! —Exclamó la humana—, pasen, y siéntanse —les dijo nerviosa.

—Ellos son Jasper y Alice —presentó Carlisle con una sonrisa—, aunque ya Alice se auto-presentó.

Daymelis soltó una risita.

Y Jasper la saludó con amable asentimiento de cabeza.

Carlisle y Esme se acomodaron en el sillón más grande, mientras que Alice y Jasper se sentaban en el más pequeño, y Day en el individual.

— ¿Y tus hermanos? —preguntó Esme dulcemente, ella era tan maternal.

—Dennis está viendo a su novia, y Gabriel estudiando —les contestó la chica amablemente—, iré por Gabriel —notificó, los vampiros asintieron y ella subió las escaleras velozmente.

— ¡Oh, demonios! ¡Es ella! —exclamó Jasper consternado y maravillado a la vez—, ¿Cómo es esto posible?

—Tengo la certeza de que pronto lo sabremos —explicó Alice apretando la mano de su marido—, hay cosas que serán descubiertas, por Alec.

¿Podrá Alec obtener la información necesaria sobre Astor?

¿Por qué Aro podría ayudarlo?

¿Podría Day escabullirse del peligro que la acecha?

A veces, para darse cuenta de las cosas es necesario correr riesgos, arriesgarse, posiblemente el peligro sea el ingrediente perfecto para que el amor se autentifique.

Pero la existencia del primer amor aún sigue.

 

 

 


¡Holaaaaaa! Pues chicas, aquí quedó el capítulo, espero sus hermosas opiniones, creo que estuvo intenso, ¿qué opinan? ¿que creen que vaya a ocurrir? este capitulo va dedicado especialmente a mi hermanita gemela Mel, ¡Te adoro! espero te haya gustado tu priimer beso >.< hahaha.

Ahora, quiero agradecerles por los comentarios del capitulo anterior, me emocioné mucho, sus comentarios son alimento para mi inspiracion, y siempre mi muso se comporta cuando quiero, XD agradezco nuevamente a: bella_22, geme mel, tina calfu, primis mariiana, marii salinas, luz, y zaira, espero verlas de ahora en adelante, recuerden que sus opiniones son importantes, y si tienen alguna sugerencia pues haganmela saber, acepto criticas y consejos, al igual que si necesitan ayuda en algo aqui estaré a modo Beta >.< jiji XD ¡Las Adoro! recuerden que hay un trailer del fic, está abajo de la sinopsis y si quieren me agregan a FB :) cariños para todas, nos leemos pronto! un Kiss.

-Day S.

 

 

Capítulo 13: Realidad & Fantasía Capítulo 15: "First Love"

 
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