Amar Después de Morir

Autor: Day_Swan
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 17/08/2012
Fecha Actualización: 04/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 11
Comentarios: 86
Visitas: 65261
Capítulos: 41

“Amar Después de Morir”

Secuela de: “El Ángel de Alec Vulturi."

Sinopsis.

Después de la muerte de Melissa, Alec vuelve a ser el mismo de antes, frio, calculador y distante, con solo una palabra grabada en su mente: Venganza, luego de efectuarla pensaba morir, ya no sentía la necesidad de vivir sin su único amor. Por otra parte Aarón tampoco ha superado la muerte de la joven, pero todo cambiara cuando Alex sueñe el futuro, al igual que Alice, ambas vieron a una humana, una humana que cambiará la vida de todos; de nuevo. ¿Quién será ella?

Nada en esta vida es imposible, lo incierto puede que sea cierto, el amor es dolor, pero también alegría; una segunda vida, una segunda oportunidad, personalidades distintas, un mismo rostro, ¿una misma alma?, un amor, una promesa, amar después de morir…

Ella, una joven que oculta su verdadera personalidad y finge ser rebelde y caprichosa…

Él, un vampiro dolido por la pérdida del amor de su vida…

 


TRAILER DEL FIC: http://www.youtube.com/watch?v=Of0dvtHqjHM&feature=youtu.be

Algunos de los personajes pertenecen a Meyer, la historia es de mi completa autría basada en las ideas de dicha autora, los personajes nuevos son de mi imaginacion.

Espero les agrade la segunda parte de "El Ángel de Alec Vulturi"

POR FAVOR NO PUBLICAR SIN AUTORIZACION, TODAS MIS HISTORIAS ESTAN PROTEGIDAS POR SAFE CREATIVE, NO AL PLAGIO!

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"SAFE AND SOUND" (one shot)

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"PASIÓN INSACIABLE" (fic corto)

"UNA NAVIDAD EN EL CASTILLO VULTURI" (one shot)

"OSCURA TENTACIÓN" (Fic largo)

Mi facebook: Daymelis Ramos

Perfil Fanfiction:Day M. Odair

 

Sin más las dejo con esta hermosa historia, espero que les guste.

*Day_Swan*

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Capítulo 21: "Inconsciencia"

“Inconsciencia”

Capítulo diecinueve.

Daymelis POV

La inconsciencia se había apoderado de todo mí ser. No sabía cuánto tiempo había pasado; ni tampoco qué me había ocurrido. La oscuridad había llegado a mis ojos y el dolor en el brazo se pronunciaba cada segundo más; como si alguien me estuviese lastimando con un cuchillo. No escuchaba nada, y el cuerpo me pesaba, me sentía terriblemente cansada y sin fuerzas, poco a poco el dolor volvió a disminuir pero yo me seguía sintiendo débil. Quería abrir los ojos, pero por más que lo intentaba no podía, solo era consciente de los murmullos que se encontraban en mi cabeza, los que repetían una y otra vez la letra de una canción…

No puedo recordar cuando fue bueno

Momentos de felicidad eludidos

Quizás yo solo lo entendí mal…

…Todo el amor que dejamos atrás

Mirando destellos entrelazarse

Memorias que nunca encontraré…

La canción en mi cabeza cesó y voces se hicieron presentes… aunque aquello era muy extraño, sus voces se acoplaban con la música; cuando esta callaba, ellos hablaban y así sucesivamente.

—Está sangrando mucho… —murmuraba una voz sedosa, con una pisca de desesperación—. Esto es cosa de Úrsula.

— ¿No puedes hacer que pare? —preguntó otra voz mucho más firme—. Esto no se ve nada bien.

—Lo sé… y yo no quiero que le pase… nada —sollozó la voz jovial.

…Amaré todo lo que quieras ser

Y olvidaré las cosas imprudentes

Yo pienso que nuestras vidas apenas comienzan…

Yo pienso que nuestras vidas apenas comienzan…

— ¡Tienen que dejarnos entrar! —gritó otra voz en mi sueño—. Ella es nuestra hermana, queremos saber que sucede.

El sonido de un golpe se hizo presente.

— ¡Demonios, díganos que ocurre! —rugió otra persona.

—Ya no hay sangre —explicó la voz firme—. Pero ella está inconsciente y ya sabes lo que no ha dejado de tartamudear… ella lo llama y tú lo alejaste.

—Él quería matarla… su… su sangre le apetecía…

—Ya no hay sangre.

— ¡Abran!

—No voy a permitir que se le acerque.

Todas las voces se mesclaron entre sí en mi cabeza. Como si todos estuviesen gritando a la vez, causando así una punzada en mis sienes. Escuché que la voz suave de una chica, la que parecía lamentarse al mencionar «Alec» entre sollozos.

…Siento que mi mundo está mal

Siento que mi vida está mal

Siento que mi alma está mal

Y desapareciendo

Desapareciendo contigo…

…Manteniéndome despierto para perseguir un sueño

Probando el aire que tú respiras

Yo sé que no olvidaré ni una cosa…

— ¡Alec! —La chica volvió a lamentarse, con tristeza, con dolor. Yo quería abrir los ojos y ayudarla, decirle que buscaría a ese Alec y todo estaría bien. Pero por más que lo intentaba no abría mis ojos… solo la canción… y las voces… en mi cabeza.

— ¿Quién es Alec? —preguntó la voz de un chico.

— ¿Qué le pasa, qué tiene? Carlisle, dinos —ordenó una voz parecida a la del anterior comentario.

—Al parecer se había cortado el brazo y no había dicho nada. Ahora tiene una infección y hay que aplicarle antibióticos. —La voz del que supuse era un doctor explicó. Aunque de verdad no conocía ninguna de esas voces, era un extraño sueño que solo escuchaba.

Y la canción…

…Te prometo sostenerte y rezar

Viendo las fantasías deteriorarse

Nada seguirá siendo lo mismo…

Silencio.

Mucho tiempo en silencio.

Estaba en el cielo, estaba segura de eso.

— ¿Cómo sabrás mi nombre? —Una hermosa y musical voz me preguntó, a pesar de ser la voz de un joven –porque estaba segura que era la voz de un chico joven– sonaba con resentimiento, un resentimiento que yo nunca había presenciado.

Claro, era solo un sueño.

—Quisiera… quisiera creer las cosas que dicen de ti —dijo en un susurro, como si no quisiera que lo escucharan—. Pero ella debería estar viva. Y tú no estarías pasando por esto…

— ¡Alec! —La voz de la chica le interrumpió.

—Eres tan idéntica a ella… —murmuró la voz del chico con añoranza, luego sentí algo frio por mi mejilla. ¡Estaba comenzando a sentir! ¿Estaba despierta? ¿Eso estaba pasando de verdad?

—Quizá no tengas la culpa de esto… pero te odio por hacerme sentir como me siento.

Mi corazón golpeó con fuerza dentro de mi pecho. ¿Eso estaba ocurriendo de verdad? su voz se me parecía a… sí, estaba soñando.

…Todo el amor que dejamos afuera

Toda la fe que albergamos se fue

Haciendo los mismos errores otra vez

Haciendo los mismos errores otra vez…

Los dedos de él acariciaban mi rostro, estaba segura, era él. ¿Por qué estaba tan frio? ¿Por qué no podía abrir los ojos y averiguar si era real? ¡Diablos!

—No llores… —Su voz sonaba triste. ¿Quién estaba llorando?

— ¡Alec! —grité. Era mi voz. ¡Era mi voz!

—No, no, no llores. —Sentí sus manos en mi rostro—. ¡Carlisle! —llamó.

¿Carlisle también estaba en el sueño?

¿Quién estaba llorando?

¿Yo?

—No llores. Ángel no llores. —Sus dedos limpiaban mi rostro empañado de lágrimas, yo estaba llorando y no sabía la razón por la que no podía verlo.  ¡Qué sueño más extraño! Pero la opresión en mi corazón se sentía tan real…

— ¿Me escuchas? —Fue lo último que escuché…

Puedo sentir que mi mundo está mal

Puedo sentir que mi vida está mal

Puedo sentir que mi alma está mal

Y desapareciendo

Desapareciendo contigo…

Alec POV.

Ella estaba llorando y gritaba mi nombre como si necesitara de mí. Pero yo estaba ciego y no podía creer nada de lo que todos me decían. Ella era otra chica y punto. Aunque no dejaba de preocuparme y confundirme, era la voz de Melissa, el rostro de Melissa… es como si viese a mi ángel sufrir y no lo toleraba. Los sentimientos que yo creía muertos despertaron al verla llorar de esa forma sin reaccionar, como si estuviese en un trance. Yo quería ayudarla, pero era imposible.

Yo estaba seguro de que aquel brujo le traería problemas, y había sido así.

Cuando regresé por mis propios medios a la casa de los Cullen, ya la chica no sangraba. Astor me miraba con recelo e incluso odio. Allí fue cuando me enteré de que la humana gritaba mi nombre una y otra vez en medio de su inconsciencia.

Carlisle me sacó de la habitación de la chica cuando lo llamé. El imbécil de Astor pensó que la había dañado, pero no fue así. Simplemente, cuando yo comencé a hablar, ella comenzó a sollozar y finalmente a llorar, como si supiese que yo estaba allí.

Tan simple pero tan confuso al mismo tiempo.

— ¿Quieres más pruebas, Alec? —me preguntó Jasper solemnemente.

—No lo sé, no lo sé —dije confundido. ¿Otra vez aquella obsesión? Esa chica iba a volverme loco.

—Es mejor que ni te acerques a ella. —Esta vez fue Astor quien habló, enfurecido.

—Yo no le hice nada —le respondí mascullando.

—Pues, entonces ¿por qué se puso así cuando tú entraste? —preguntó con incredulidad—. Algo debiste haberle hecho.

— ¡Basta, basta! —Nos interrumpió Alice—. Alec no ha hecho nada, estoy segura de que esto es cosa de tu instructora —dijo dirigiéndose a Astor el que frunció el ceño.

—Sabía que traería problemas —pronuncié.

— ¡Yo no sabía nada! —exclamó Astor cabizbajo—. Jamás querría dañarla, ella es mi vida. —Al decir aquello salió de la casa con su ceño fruncido.

Yo no le creía absolutamente nada.

¿Su vida?

¡Él ni siquiera sabía lo que decía!

Los hermanos de la humana se hicieron presentes. Alice se había encargado de disimular el color de mis ojos colocándome lentillas azules. Causando así que mis orbes se vieran de un extraño color violeta.

Habían explicado que yo era el hermano gemelo de Jane.

— ¿Cómo está? —preguntó el chico moreno mirando a Alice con preocupación.

—Tiene que descansar. —Fue lo único que salió de la boca de la vidente.

— ¿No podemos verla? —inquirió el otro chico de ojos azules.

—Esperemos que dice papá —indicó Alice con una media sonrisa. Los dos adolescentes se sentaron en los sillones cercanos a mi ubicación.

El moreno aparentaba estar incómodo y el otro chico hizo todo lo posible para ignorarme.

Carlisle comenzó a bajar las escaleras y finalmente estaba en la sala.

—Pueden ir a verla. —Carlisle dijo—. Pero no hagan ruido, ella tiene que descansar, ya está más tranquila.

Los dos chicos se incorporaron y luego de asentir, se dirigieron a las escaleras para subirlas e ir a la habitación donde su hermana se encontraba.

Yo me levanté de mi asiento después de suspirar.

—Bueno, yo me retiro —indiqué.

Alice, Jasper y Carlisle no dijeron nada, y luego yo salí de allí decidido a buscar sangre. Pero antes de correr, me encontré con el hechicero sentado en el suelo con su cabeza en sus manos. Lucía fatal, pero no era mi problema.

Sin más, me retiré de allí con la imagen de aquella humana en mi mente. Definitivamente yo estaba mal de la cabeza…

*

*

*

Unas horas después…

Cuando regresé. Jane estaba allí, y no estaba solamente de visita, estaba con alguien, discutiendo, con uno de los hermanos de la chica humana.

¿Qué demonios?

Podía escuchar con claridad lo que se decían. ¿Mi hermana estaba enamorada? ¿Él estaba enamorado de ella?

Decidí ignorarlos, no era de mi incumbencia, pero ella igualmente estaba enojada conmigo, hace mucho que ni hablaba con ella. Pronto tendría que aclarar las cosas nuevamente con mi hermana.

La casa estaba repleta. Y todos me miraron estupefactos al llegar, menos Alice y Edward, claro está. El otro hermano de la chica no estaba, ni mucho menos el novio.

— ¿Llego en mal momento? —pregunté por curiosidad.

— ¡Para nada! —exclamó Alice y rápidamente se aproximó hasta mi ubicación, me tomó del brazo y me llevó escaleras arriba.

—Ella ya está despierta —dijo con felicidad. ¿Acaso a mí me importaba?, yo estaba allí porque me dio la gana, no por la adolescente caprichosa que estaba dentro de la habitación que tenía enfrente.

Además estaba: Carlisle, Esme, el otro humano y el hechicero.

¿Para qué coño yo tenía que estar ahí?

Y sin más, Alice Cullen abrió la puerta de par en par, ocasionándome algo totalmente inexplicable en el pecho. No sabía cómo reaccionar, ellos se estaban besando. Daymelis y Astor, ella con el cuerpo de mi ángel. Era como si mi corazón volviera a latir y lo arrancaran luego, así me sentía.

¿Tenía que irme o quedarme?

Preferiría mil veces la primera.

Daymelis POV

Minutos antes…

Sentía que había dormido varios días… no había abierto los ojos pero ya no escuchaba ni la canción ni las voces en mi cabeza. Simplemente estaba ahí: dormida y sin fuerzas de despertar. Estaba cansada y si descansaba iba a despertar algún día. De vez en cuando soñaba lo de siempre, la mujer con la capa negra, el niño, libros, y licántropos. Ojos rojos, dorados y con mis hermanos…

No podría sacarme de la mente la voz del sueño, aunque deducía que aquello lo iba a olvidar una vez estuviera despierta.

Y así fue.

Mis ojos poco a poco fueron abriéndose; luego, parpadeé repetidas veces para acostumbrarme a la luz, era de día y estaba en mi habitación, una mano sostenía la mía dándome apoyo. Era la mano de Dennis.

Él me sonrió.

— ¡Estás despierta! —exclamó con regocijo—. ¿Te encuentras bien?

—Sí, un poco confundida. —Mi voz sonó patosa.

¿Qué había ocurrido? ¿Por qué de un momento a otro me sentí tan mal?

Miré la habitación para encontrarme con los rostros de mis padres adoptivos y el de mi novio. Se veía muy preocupado, incluso tenía ojeras, al igual que mi hermanito.

— ¿Han dormido?  —pregunté con algo de culpa.

—Más que tú no —dijo mi hermano sonriendo mientras me acariciaba el pelo.

— ¿Nos has dado un susto, pequeña —mencionó Esme con ternura, guiñándome un ojo y sonriendo. Carlisle también me sonreía con alivio.

— ¿Qué me pasó? —inquirí tratando de levantarme, pero rápidamente, As me lo impidió.

En el rostro de Astor se formó una mueca cuando lo miré. ¿Qué le ocurría?

—No nos contaste lo de la herida —explicó Carlisle seriamente—. Se te infectó.

Solamente pude emitir un «Oh» cuando escuché su respuesta.

Dennis se levantó de la casa y Astor ocupó su lugar.

Sentí preocupación cuando miré sus ojos azules entristecidos. ¿Por qué estaba así? Se me llenaron los ojos de lágrimas, se veía que había estado preocupado. Sin importar nada, me acerqué a él y deposité un beso en sus labios, dispuesta a borrar cualquier cosa que le ocurriera. Sus labios correspondieron mi beso con dulzura y a la vez alivio, él se sentía mal, podía intuirlo, pero yo estaba allí para demostrarle que todo estaba bien.

Yo estaba bien.

Al separarnos, besó mi frente. El beso no había sido tan largo, pero igualmente Dennis no se veía muy contento.

Pero había alguien en la puerta.

Sí, había alguien.

Alguien que ya no estaba.

¿Un fantasma?

—Te dejamos a solas para que te asees —indicó Carlisle, dirigiéndose a la puerta con su esposa. Dennis y As también se fueron.

Suspiré y me levanté de la cama aún débil. Necesitaba una ducha.

*

*

*

Luego de colocarme unos jeans oscuros y una blusa lila junto con un jersey negro, salí de mi habitación dispuesta a comer algo. Tenía hambre y me sentía como nueva. ¿Acaso eso no es de locos? Dios, mi vida es un desastre… pensé.

Bajé las escaleras con cuidado. Cada quien aparentaba estar en lo suyo, ya que al llegar al salón se encontraba solamente Alice y Astor junto con Jane.

Jane.

Ni la miré.

— ¡Parece que ya estás mejor! —exclamó una voz a mi espalda. Era la voz de Gabriel, el que me levantó y me abrazó como si yo fuese un peluche o una muñeca de trapo, seguidamente, Emmett luego de acercarse, hizo lo mismo pero con más fuerza.

Él acostumbraba hacer eso con todas las chicas pequeñas que conocía, estaba segura.

—Pues solo un poco, aunque tengo hambre. —Hice una mueca al hablar.

— ¡Qué raro! —exclamó Gabriel con sarcasmo.

— ¿Qué quieres de comer? —preguntó Emmett animadamente—. Dime y yo te traigo algo.

— ¿Confinarás para mí? —pregunté sorprendida.

—No, no. —Se apresuró en aclarar—. Le diré a Rose.

Sonreí abiertamente.

— ¡Pizza!

—Pediré pizzas —comentó Rosalie tomando su teléfono celular. ¿Dónde estaba que no la había visto?

Dios, todos aparecen y desaparecen en esa casa…

¡Me iba a volver loca!

*

*

*

— ¿A dónde vas? —preguntó Dennis la ver como salía de mi habitación.

—Voy al porche, a leer. —Le mostré el libro que tenía en mis manos, no era nada del otro mundo, solo un libro romántico.

Mi hermano asintió con una sonrisa. —No tardes  mucho.

Asentí con la cabeza.

Había mucho frio afuera, pero afortunadamente había llevado una mantita para cubrirme, yo solo quería respirar aire fresco y despejar mi mente.

Astor se había ido a un hotel cercano a la casa; Jane igualmente se había ido de nuevo, no sin antes discutir con mi hermano, este no me quiso contar lo que había ocurrido por más que insistí.

Vi la nieve fuera, tan blanca, tan fría, pero tan bella. Me abrigué un poco más, era extraño que siempre me apeteciera caminar de noche y con tanto frio, yo solo quería un respiro, pues los últimos días habían sido difíciles para mi persona.

Divisé la oscuridad de un bosque por un largo tiempo, examiné el sitio donde me encontraba. Era muy distinto, jamás había observado de verdad en donde me encontraba.

Una sombra se hizo presente y enfoqué mi vista en ello.

Un escalofrío inundo mi cuerpo y mi corazón golpeó mi pecho con fuerza.

No podía ver su rostro pero estaba convencida que se trataba de un muchacho, el cual, poco a poco fue acercándose.

Entonces lo vi y quise llorar.

Vestía de negro y me miraba fijamente, sus facciones eran juveniles y perfectamente angelicales; aunque debo decir que, por extraño que aquello parezca, me miraba con… ¿frustración?; su cabello era castaño medio, lacio y corto, aunque lo llevaba algo despeinado. Sus labios definidos y carnosos estaban en una línea recta. Su nariz era parecida a la de Dennis, tan perfecta que envidiaba.

¡Sí que era hermoso!

Conforme se acercaba, los tenues reflejos de la luna iluminaban su rostro, el cual no mostraba ningún sentimiento, sus ojos me miraban fijamente, lo cual no me incomodó, pero me intranquilizó al máximo; tenía al chico más hermoso que alguna vez vi frente a mí, y yo no podía alejar esa sensación que me inundaba, esa sensación de correr a sus brazos y abrasarlo, y besarlo…

Mis mejillas comenzaron a humedecerse a causa de las lagrimas que empezaron a salir de mis ojos, algo en mi corazón apareció y no podía controlarlo, y no sabía lo que verdaderamente me ocurría, era como si una inmensa alegría se fuese apoderado de mi alma y corazón, pero también amor, aunque aparente ser casi increíble yo sentía esto ahora; yo, una joven con tantos problemas y dolores en tan corta vida, una chica que no le apetecía sentir  aquellos sentimientos incontrolables e incorruptibles, yo no quería amarlo, pero sentía que debía hacerlo, sentía que había nacido para esto, para él. Además de que por extraño que parezca sabía que había visto su rostro, ese hermoso rostro de tez pálida jamás lo olvidaría, estaba convencida. ¿Quién verdaderamente era él? ¿Por qué ahora sentía esto? Sus ojos extrañamente comenzaron a oscurecerse, algo que, me estremeció, sabía que debía huir, pero no quería hacerlo, por algún extraño motivo, yo confiaba en él, y no le temía en lo más mínimo; porque su rostro lo había visto en tantos sueños, sueños felices, sueños inalcanzables…

¿Pero qué estaba diciendo?

¿Sueños?

Mi mente me estaba tratando de engañar.

¿Cómo podía hablar de amor?

¡Era la primera vez que lo veía!

Estaba segura que seguía en aquel trance, yo no había despertado, esto era otra trampa de mi ilógica mente. Yo estaba en mi inconsciencia y este ángel frente a mí iba a hacerme reaccionar…

— ¿Tú… Tú qui-quién eres? —tartamudeé al preguntar, luego de limpiar mis lágrimas incoherentes y absurdas.

—Eso no te incumbe. —Fue lo único que escuché antes que desapareciera.


HOLAAAAAA! PORFA DEJENME SUS OPINIONES DE ESTE CAP! ESPERO LES HAYA GUSTADO! MUCHAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS DEL CAPÍTULO ANTERIOR! SALUDOS A TOOOODAS! MUCHOS BEESOS, NOS LEEMOS PRONTO! 

CON CARIÑO,

DAY S. :)

Capítulo 20: "Cercanía" Capítulo 22: "Presión"

 
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