Llegue a donde me había mandado Sue, y busque a John. La tienda era hermosa. Se podía ver la distinción en todos los detalles. Se acerco a mí un hombre alto, rubio. Bastante atractivo debo decir…

-     Bella – Dijo.

-     Si… - dije con dudas.

-     Soy el amigo de Sue. Ella me llamo y me dijo que vendrías.

No sabia que decir… la verdad me parecía raro que un hombre tan lindo trabaja en una casa de modas. Seguro era gay (pensé).

Me mostro diferentes modelos de ropa, pero no parecía que ninguno fuera mi estilo. O eran demasiado formales o demasiado casuales. Era una salida a una disco, y necesitaba algo intermedio. Se le ocurrió la idea de traerme cosas de unos diseñadores nuevos, y entre esos encontré lo que necesitaba. Un vestido negro entallado, con escote muy pronunciado. Dejaba al descubierto parte de mis senos. Era muy sexy. La espalda prácticamente descubierta. Solo cruzaban unas tiras por la mitad. La verdad me encanto. No tenia etiqueta, lo que me pareció raro. Consulte quienes eran los diseñadores y John menciono “americanos” fue todo lo que dijo.

Me fui a mi casa contenta. Tenía todo lo necesario para la noche. Sabía como maquillarme y peinarme para resaltar aun más el vestido.

La noche llego, y recibí un mensaje de Jacke. “te espero en el Club, tengo que buscar unas amigas”. Su mensaje que hizo dudar si debía ir, pero me decidí ya que estaba cambiada y lista. No me iba a acobardar ahora.

Llegue al club en mi auto. Me pare en la entrada, y un vale me agarro las llaves. Me acerque a la puerta para preguntar por el amigo de Jacke y antes de abrir la boca me abrieron el cordón para ingresar. Me sentía una diosa, asique solo ingrese ante la queja de todas las personas paradas en la fila. Una vez dentro comencé a buscar a Jacke pero no lo encontré. Un hombre se me acerco y se presento como el dueño del local.

-     Buenas noches – Dijo – Soy Demetri, dueño del club.

-     Buenas noches – Dije tímida – Soy Bella.

-     Eres Isabella Swan, no es cierto

-     Si, lo soy – Dije sorprendida.

-     Mucho gusto Bella. Mis empresas tienen sus finanzas en Black & co, y me pareció reconocerte.

-     Oh, discúlpame que no te reconocí.

-     No hay inconvenientes – Dijo.

Me sentía un poco rara, ya que este hombre no dejaba de mirarme y se aproximaba para hablarme muy cerca por el ruido del local.

-     Vienes sola?

-     No dije. Estoy esperando a Jacob, mi socio.

-     Jacob Black vendrá?

-     Si, supongo que vendrá en cualquier momento si es que no esta aquí. Viene con unos amigos – Dije.

-     Que te parece si los esperas en un vip. Yo cuando ingresen los mando para donde tu estas y los esperas mas relajada.

-     Perfecto  - Dije – Muchas Gracias por tu atención.

Me mostro el camino hasta el lugar, y hizo que me traigan una botella de Champagne para esperar. Luego de unos minutos, ingresaron al lugar Jacob con su grupo de amigos. Me levante nerviosa del sillón, y Dimitri se acerco a donde estaba para avisarme que los tragos de esta fiesta corrían por su cuenta.

Jacob me miraba extraño. No sabia porque estaba así, asique me acerque a saludarlo.

-     Jacke. Por que demoraste?

-     Estábamos en la fila cuando tú entraste. Te grite pero mi grito fue opacado por los silbidos del resto… No sabía que conocías al dueño.

-     Yo tampoco sabía. Es cliente de la empresa y el me reconoció ami.

-     Y mira que además nos dio un vip! – Dijo emocionado.

-     No solo eso, dijo los tragos eran por la casa.

-     No puedo creer! – Dijo gritando.

Le comunico la noticia a sus amigos, que todos gritaron emocionados y me agradecieron ya que gracias a mis “Encantos” según ellos, festejarían toda la noche.

Los amigos de Jacke eran muy divertidos. Una de las chicas pude reconocer que era la morena que había estado con el en la sala. Me preguntaba si seria su novia o algo por estilo, pero no los veía demasiado cerca.

Bailamos toda la noche. Dimitri seguía mandándonos tragos, y eventualmente se presentaba en nuestro privado para ver si todo andaba bien.

-     Me parece que tienes un admirador – Dijo Jacke.

-     Lo crees? – Dije inocentemente.

-     No te hagas. Esta babeando por ti – Dijo medio molesto.

Lo mire fijo ya que el tono me sonó extraño

-     Y a ti te molesta?

-     Ven Jacke, vamos a bailar – Interrumpió la morena.

Jacob salió a la pista con ella y podía ver como bailaban muy sensualmente. Me sentí un poco envidiosa nuevamente, y fue cuando Dimitri apareció detrás de mí para invitarme a bailar. Acepte encantada. Quería ver la reacción de Jacob.

Bailar con Dimitri me recordó a las épocas del instituto donde salía con amigos y utilizaba alguna de mis armas de seducción. Pensé que de tan guardadas que las tenia me había olvidado de usarlas, pero aparentemente resurgieron, porque el baile fue de lo mas sensual. Competíamos con Jacke aparentemente y podía notar como me miraba. Sabia que estaba despertando algo en el, y lo aprovecharía. Dimitri me acariciaba las caderas mientras las movíamos al compás de la música, y yo aprovechaba para pegarme aun más a su cuerpo. No voy a negar que a pesar de no ser muy atractivo, tenía un cuerpo increíble. Músculos bien formados y unos buenos movimientos. Estaba bailando muy amenamente con Dimitri, cuando una voz detrás de mi, le pregunto a mi pareja si podía interrumpir para bailar con migo… Reconocía esa voz… Me di vuelta lentamente y lo primero que vi fue un pecho de un hombre muy grande. Levante mi vista y ahí estaba… Emmet Cullen…

-     Por dios Emmet – dije abalanzándome sobre el y saltando para colgarme en sus brazos.

-     Bella – Dijo igual de efusivo.

-     Como estas! Que es de tu vida! – Pregunte bajándome de su abraso.

-     Bien, bien. Tienes unos minutos para charlar? – Dijo mirando por arriba de mi hombro. Seguro miraba la cara de Dimitri.

-     Por supuesto. Para ti siempre – Dije.

Me di vuelta y me disculpe con mi pareja diciendo gracias por el baile, pero quería ponerme al día con este amigo de la infancia. Dimitri solo acepto y me pidió que fuera otra noche donde seria solo para el. Conteste con una sonrisa, ya que no sabia que decirle.

Bajo la mirada penetrante de Jacke, me fui al privado para hablar con Emmet.

Nos sentamos en los sillones y comencé a preguntar.

-     Dime, que es de tu vida, que haces por aquí!!

-     Vine a una fiesta que hacen en unas playas para surfers, y a cerrar unas cosas con una revista local.. y tú?? Dime que es de tu vida!!

Le conté un poco de mis cosas, de lo que había sido de mi desde que me fui de Forks. Me conto de su relación con Rose, como estaba en pausa y como la extrañaba. A mitad de la charla entro Jacke, y los presente. Se noto un poco de recelo por parte de Jacob, pero no le di importancia.

-     Este tipo es tu novio – Pregunto Emmet.

-     No, es mi socio. Es Jacob Black, el hijo de Billy.

-     Mmm – Dijo Serio. – Seguro quiere algo con tigo. No dejo de mirarnos desde que vinimos aquí y ahora su apretada de manos fue demasiado intimidante para mi gusto. Creo que esta marcando territorio…

-     Deja de decir estupideces – Dije sonrojándome.

-     Solo digo lo que se. Soy hombre y es lo que yo haría – dijo.

La noche mejoro luego de encontrarme con Emmet. Nos pusimos al día en nuestras vidas, y quedamos en vernos al día siguiente en la playa donde haría la sesión de fotos para la revista. Acepte encantada ya que quería pasar con el la mayor parte del tiempo. Salimos del Club juntos y el Vale me trajo mi auto. Emmet lo miro encantado.

-     Quieres que te lleve? Si quieres puedes manejarlo.

Creo que mi oferte fue demasiado tentadora ya que solo me pido las llaves. Condujo como un loco hasta su hotel. Había olvidado la manía de los Cullen por conducir como locos…

-     Bájate un momento – Dijo.

-     Creo que no es buena idea – Dije. Mejor nos vemos mañana en la playa.

-     Vamos Bella… Seré un caballero. Lo prometo – Dijo.

-     Ok.

Le entregue las llaves al vale del hotel y entramos a la recepción. Fuimos directo a los elevadores y subimos hasta el ultimo piso. La habitación era hermosa. Tenía una vista espectacular al mar. Nos sentamos en los sillones, y nos sirvió una copa a cada uno. Me conto de la familia. De Alice, Esme, Carlisle y Edward. Hacia mucho que no pensaba en Edward.

-     Emmet – Dije – Cuéntame que paso con Rose.

Se quedo callado un momento.

-     Solo si quieres decirme – Dije arrepentida.

-     Si, te contare.

Se levanto para servirnos otro trago y volvió para contarme la historia.

-     Cuando Rose partió para la universidad con Alice, dijimos que haríamos que funcione. Los primeros meses fueron difíciles, pero llevaderos. Nos visitábamos cuando podíamos, pero ambos queríamos que funcione. Practicando Futbol una revista me propuso recorrer el mundo como fanático de deportes extremos, y la verdad no pude resistirme. Haría lo que me gusta y que encima me paguen por ello. Estaba Feliz. Pero eso provocó cada vez menos tiempo para nosotros. La ultima vez que viaje a Nueva York, Rose me dijo que nos tomáramos un tiempo, y así lo hicimos desde entonces.

-     Y has estado con alguien más desde que esto termino?

-     La verdad que no. No tengo mucho tiempo con lo de la revista. He tenido aventuras, pero nunca llegaba a más de una salida y un beso. Todo me recuerda a ella.

-     Y se lo has dicho?

-     No, y no lo hare. Dejare que disfrute de su libertad y si realmente me quiere, volverá a mi.

-     Pero eso no quita que tu no puedas conocer a alguien – Dije seria.

-     Lo se –Dijo- pero aun no apareció la indicada…

Seguimos hablando de cuanto la extrañaba, y la verdad me conmovía su sinceridad. Me gustaba ver ese lado en Emmet. Nos abrasamos fuertemente consolándonos por nuestras malas experiencias. Al separarnos, nos miramos fijamente a los ojos unos momentos, y juro que si no fuera porque mi teléfono sonó, nos hubiéramos besado.

-     Hola – Dije de mala gana sin mirar la pantalla

-     Bella? Donde estas?

-     Jacke?

-     Si Bella. Llegue a casa y vi que aun no habías llegado y me preocupe.

-     Estoy con Emmet Jacke, no te hagas problema. Ya iré para casa.

Corte la llamada y me despedí de Emmet diciendo que era tarde. El me pidió que me quede, pero le dije que no podía, y que nos veríamos al día siguiente en la playa. Sin desearlo, Salí de la habitación rogando que ya sea mañana para verlo. Lo extrañaba muchísimo.