Pasaron 4 años desde que me fui de Forks. Mi vida cambio drásticamente desde el momento en que subí al avión, pero pude salir adelante. Billy me acogió en su casa y me enseño el negocio de su familia. Tenía una empresa de inversiones, no era muy grande, pero subsistía. Le daba a la familia Black un poco de renombre en Australia, y les daba un buen pasar. Los primeros años en el instituto se me hicieron difíciles. Mi carácter cambio considerablemente, es decir, era lógico, me sentía sola. Las cosas empeoraron un poco cuando paulatinamente fui perdiendo contacto con la familia Cullen. Alice hablaba con migo seguido, pero luego las cosas fueron cambiando. Edward nunca me escribió a pesar de que incontables veces le pedí a Alice. Por ultimo termino por decirme que estaba de novio con una chica del instituto. No me sorprendió, ya que aun cuando estaba yo era un “don Juan” con las mujeres. Me desilusionó un poco su actitud, pero la verdad no tenia nada que reprocharle. Es decir, ni yo tenía claro mis sentimientos.

Luego de unos meses, antes de graduarnos, Alice me conto que adelanto materias, por lo que iría antes a la universidad, y desde ese momento las comunicaciones se hicieron mas pausadas. Nunca se cortaron, pero las cosas ya no fueron como antes. Cuando cumplí 18 años, tome el dinero que mi padre me había dejado y me anote en la universidad. Con lo que me quedo, hice una inversión en la empresa de Billy. En los primeros años juntos aprendí mucho de inversiones, ya que Jacob, el hijo de Billy nunca mostro interés en la empresa de su padre. Inclusive estudio Historia del Arte, una carrera que poco tenia que ver con la vida de los Black. Sue, la esposa de Billy, era una agradable mujer. Me hacia acordar un poco a Esme. Ellos me tomaron como una mas de la familia, por eso creo que Billy se puso contento cuando comencé a mostrar un poco de interés en el negocio. Me enseño todo lo que hasta este momento se. Tanto así que cambie mi carrera universitaria. Nunca pensé que los números fueran a importarme, pero los cambios en mi vida se dieron de esa manera. El primer año de universidad era conocida como una mujer fría, y así lo era. Estaba solo interesada en estudiar, y trabajar en los descansos en la empresa de Billy. Me había encontrado a mi misma en ese mundo de los negocios. Con el tiempo mi apariencia fue cambiando. Me estilice al perder unos kilos, y Sue me llevaba de compras para “formalizar” un poco mi guardarropas. Siempre que salíamos de compras me acordaba de Alice, y en esos momentos la extrañaba… Aun hoy no puedo pararme en un local sin desear que este con migo. El tiempo pasaba y después de mucho esfuerzo me hice una mujer muy hábil en el ámbito financiero. Tan reconocida que hasta fui casi la cara de la empresa Black, no solo porque mi inversión los hizo crecer considerablemente, si no porque alcance a triplicar casi su fortuna cuando pude aplicar mis conocimientos. Pude a su vez adelantar cursos en la universidad y estoy a punto de graduarme. Se que en los negocios soy considerada una mujer muy fría, pero creo que es lo necesario para crecer en este mundo.

El ruido de la cafetera me saco de mis pensamientos. Estaba en mi dormitorio del campus admirando mi toga, y deseando que Alice estuviera con migo. Se había contactado con migo vía e mail y me había contado de las ultimas novedades de la familia Cullen. Aparentemente Rose y Emmet habían terminado su relación cuando se fueron a la universidad. Se separaron con las intensiones de conocer a nuevas personas y así decidir si eran el uno para el otro. Desde ese momento Emmet se dedico a viajar por el mundo según tengo entendido. Su habilidad en los deportes lo hizo una cara visible en alguna revista de deportes extremos y viaja por el mundo en busca de aventuras… Rose se fue a Nueva York junto con Alice. Jasper y Edward se fueron a Alaska a estudiar juntos como siempre lo tuvieron planeado. Alice y Jasper aun están juntos, lo que me puso feliz por ella.

Me termine mi café y me fui a la oficina del rector, ya que tenia que ultimar las ultimas cuestiones de mi graduación. En una semana seria la entrega de los títulos y los directivos me eligieron para dar el discurso de despedida. Billy se sentía muy orgulloso de mí, como si fuera su propia hija.

La mañana de la graduación, Billy apareció en mi dormitorio con noticias. Me aviso que Jacob estaba de vuelta y con intensiones de tomar el lugar que le correspondía en la empresa. Esas no eran buenas noticias para mí, ya que legalmente yo no tenía cabida en la empresa de Billy. Todo le pertenecía a Jacob, pero sabia que el no me dejaría afuera. Me gradué con honores en la universidad,  Billy y Sue estuvieron con migo a cada momento. Desee con todas mis fuerzas que Charlie y René estuvieran con migo en ese momento, pero sabia que me querían y se sentían orgullosos de mi desde donde estén.

Esa misma tarde, luego de llegar a la casa de los Black, Billy me presento a su hijo. Era un hombre muy apuesto. Moreno, alto y musculoso. Me sentí un tanto atraída hacia el, pero cuando recordé que me estaba invadiendo, continué odiándolo. Me molestaba terriblemente esa sonrisa fingida. Tal vez era un prejuicio, porque en otro momento pensaría que esa sonrisa era genuina… Estábamos todos reunidos en la casa, y Billy hizo un anuncio…

-     Bella, como sabes desde que llegaste a nuestras vidas te hemos tratado como una hija y hemos aprendido a quererte como tal. Y Jacob, tu siempre fuiste nuestro hijo y a pesar de que tu vida tomara otro camino, estamos felices de que hoy puedas retornar a nosotros. Es por eso que hemos decidido con tu madre, darte nuestras acciones en la empresa.

Jacob puso cara de felicidad, y yo sentí morir. Mi inversión y mi esfuerzo se iban al caño…

-     Bella… No podemos dejar de lado que gracias a tu inversión y tu trabajo Black & co es lo que es hoy, por lo que antes de ceder nuestras acciones a Jacob, te convertimos en socia de la empresa, ya que legalmente no podemos donarte parte de ella.

Me sentía sumamente feliz. Jacob estaba molesto, se podía ver, pero yo me sentía reconocida. Abrase a ambos y les prometí que cuidaría a su bebe como lo venia haciendo hasta el momento.

El primer mes de trabajo con Jacob fue un calvario. No soportaba trabajar con el. Siempre llevándome la contra en las decisiones que tomaba. Pero sabia que tenia que encontrar un punto de equilibrio con el, ya que no llegaría lejos si no lo hacia.

Esa tarde, Salí a caminar por el centro para despejarme. Se sentía la brisa del mar, estaba algo cálido, por lo que me quede hasta tarde dando vueltas sin rumbo. Me metí a un café y ordene un expreso doble. Cuando estaba esperando la cuenta, una revista llamo mi atención. En la portada se la veía a Rose, caminando de la mano de un modelo hermoso debo agregar. No pude resistirme y comencé a leer la entrevista. Hablaba de que Rose era modelo de una marca reconocida, y que estaba lanzando una nueva campaña con diseños propios que compartía con Alice Cullen. No podía creerlo! Me sentía tan bien por ambas!. Me prometí a mi misma mandarle un mail para felicitarlas. Me saco de mis pensamientos el mozo del local que venia con la cuenta. Saque un billete de 50 y me fui. Seguramente estaría feliz al ver la cuantiosa propina, pero me sentía culpable por llevarme la revista.

A la siguiente mañana, hable con Jacob y aclaramos algunos puntos. Nos pusimos de acuerdo en la dirección que ambos queríamos para la empresa, y como lo conseguiríamos. Había varios clientes que teníamos en la mira, y haríamos lo posible por conseguirlos.

Luego de eso, la relación con Jacob fue siendo más llevadera. Nos intercambiábamos los clientes cuando notábamos que uno podía tener mas llegada que el otro… especialmente cuando se trataba del sexo opuesto. Esa era nuestra ultima carta. La seducción, y debo decir que la jugábamos bastante bien.

Una mañana, Jacob entra a mi oficina diciéndome que le costaba llegar a cerrar el trato con una revista, por lo que me ofrecí a ver si podía llegar a algo. Uno de los directivos acordó en encontrarse con migo en un restorán de la zona, por lo que lista para la caza me produje para el encuentro. Me vestí muy formal para la ocasión, pero muy provocativa. Tenía puesto un traje de color gris oscuro, con una camisa blanca ajustada al cuerpo sin hombros. La vista formal del traje era impresionante, y cuando me sacaba el saco dejaba ver mi contoneada figura. Eso seguro los dejaría boquiabiertos.

Me dirigí al restauran en mi auto, un Astor Martin de colección. Me gustaba mucho la velocidad, y los autos eran un lujo que siempre estaba dispuesta a darme. Al llegar me presente con dos de los directivos que me saludaron cordialmente. La verdad nunca espere que fueran de esa manera. Eran dos personas jóvenes relativamente. No deben haber tenido más de 30 años, lo cual es inusual.

-     Buenas noches caballeros – salude cordialmente.

-     Buenas Noches Isabella  - respondieron juntos.

-     Bella, por favor. Prefiero Bella.

-     De acuerdo, Bella.

Pasamos la noche bebiendo incontables botellas de vino, y dándome los puntos a favor de su revista. Me contaban del mercado al que aspiraban, y me comentaron la posibilidad de buscar nuevos inversionistas para la revista. Les sugerí que buscaran accionistas en sus seguidores o en su rubro, y me solicitaron ver una carpeta con posibles inversores para que la estudie. Esa noche me fui a dormir feliz ya que habíamos conseguido a un nuevo cliente.