"No hay distancia que nos separe" (+18)

Autor: Pampita
Género: + 18
Fecha Creación: 10/11/2011
Fecha Actualización: 02/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 52
Visitas: 87180
Capítulos: 37

La repentina muerte de Charlie hace que Bella se aleje de los Cullen y tenga que irse a vivir a Australia. Comienza una vida nueva con la familia Black, pero los Cullen nunca dejaron su corazón y continúan apareciendo en su vida cuando mas los necesita...

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Capítulo 29: Las noticias que sabia que vendrian

Mas de un año paso, y mi bebe cada día se parecía mas a Edward. Se podía decir que era su clon. Mi trabajo había crecido muchísimo y si bien era reconocida en el medio, ahora era asediada. A donde fuera me seguían reporteros, y mi empresa era blanco de numerosas grandes compañías, por lo que estábamos constantemente bajo la lupa de la prensa. Me había convertido en una mujer muy atractiva. El embarazo me había sentado muy bien, ya que mis caderas se habían ensanchado haciéndome curvas mas pronunciadas, y mis senos habían crecido, lo que los hacia mas notables. Acompañe mi nuevo cuerpo con un cambio progresivo de look. Me convertí en una persona formal, sin dejar de lado lo sexy de mi cuerpo. Usaba siempre polleras y camisas de trajes, de muy reconocidos diseñadores. Tenia que mostrar cierto nivel, ya que vendía mucho mi apariencia.

Una mañana en el departamento jugando con Anthony, recibí una visita inesperada.

-     Rose – Dije abriendo la puerta

-     Bella! – Me dijo Feliz.

-     Todo bien? Porque no me avisaste que vendrías? Iría por lo menos a buscarte al aeropuerto.

-     Esta bien, no te hagas problema – Dijo entrando a mi casa.

Se metió y fue derecho a Anthony, que en cuanto la vio entrar estiro los bracitos para pedirle que la alzara.

-     Anthony – Dijo levantándolo y abrasándolo fuertemente.

Me pare detrás de ella y veía como Anthony le balbuceaba cosas. Aun no hablaba. Solo decía cosas como mama, leche, guau… nada diferente a un niño de su edad. Rose lo dejo en el piso, y este vino derecho a mi para pedirme upa.

-     Que hermoso esta Bella – Dijo – felicidades.

-     Gracias Rose!

-     Ven, tengo que decirte porque he venido – Dijo palmeando el sillón en invitación a que me sentara a su lado.

-     Todo Bien?  pregunte.

-     Emmet y yo nos casaremos en unas semanas! – Largo.

-     En unas semanas? Como puede ser que no me lo dijiste antes?

-     Fue algo planeado rápidamente…

-     Rápidamente? – Dije.

-     Estoy embarazada! – Me dijo feliz.

-     Rose! Felicidades – Dije abrazándola fuertemente.

-     Decidimos casarnos en cuanto nos enteramos porque queremos que nazca estando casados – Me aclaro.

-     Felicidades Rose. Imagino que Emmet estará muy feliz!

-     Si, ni te lo imaginas…

Nos quedamos unos minutos hablándome de cuales eran sus planes para la boda, y me comento que su venida a nueva York era en parte para buscar el traje de novia, por eso Emmet no la acompañaba. Me dijo que esperaba que viajara a Forks ya que la boda se celebraría allí.

-     No lo se Rose – Dije

-     Vamos Bella. No puedes no presentarte. La familia Cullen estará invitada porque son la familia de Emmet, pero no sabemos ni siquiera si vendrán…

-     Porque? – Dije curiosa

-     Sabes que mucho no hablamos. Es mas, Aun no les he dado las noticias…

Me quede callada unos minutos…

-     Ok Rose. Por ustedes recorrería el mundo! – Dije feliz.

-     Gracias Bella – Dijo abrazándome.

Deje a Anthony con Sue, su El hecho de que se llamara Sue, fue lo que me decidió a contratarla. Hasta me hacia acordar a la madre de Jacob. Salimos con Rose a comprar el vestido de novias, y aprovecharía la ocasión para averiguar mas y comprarles un excelente regalo. No sabia lo que necesitaban y sabia que si les preguntaba no me lo dirían por orgullo.

Comenzamos con casas de novias de estilo convencional. No sabia porque hacíamos eso porque Rose siempre fue una mujer que le gusto lo ostentoso. Prácticamente tuve que arrastrarla a Valentino, Dior, y todos los lugares propios para una novia tan hermosa como ella. Se probó unos vestidos hermosos mientras yo la esperaba que se cambie. Apareció delante mio con un vestido que era hecho para ella. Ajustado en los senos, con una tira que le rodeaba el cuello. Volados salían por la pollera y era con una abertura por delante que mostraba sus piernas pareciendo un vestido corto, pero haciéndose largo por detrás y terminando en una hermosa cola bordada. El vestido era un sueño.

-     Es ese Rose! – Dije.

-     La verdad que es hermoso, pero no, no es lo que busco.

-     Como que no es lo que buscas? – Por dios Rose. Te conozco. Es exacto lo que buscas.

-     Si… Dijo en voz muy baja – Pero no puedo pagarlo.

-     Tonterías! – Dije. Te lo llevaras

Busque en mi cartera la tarjeta de crédito, y me acerque a la vendedora

-     Me lo llevo. Y necesitamos zapatos! – Dije extendiendo la tarjeta de crédito.

La vendedora volvió con varias cajas, dentro de unas estaban los zapatos mas exquisitos que vi jamás. Unos Choo hermosos. El tacón era pronunciado, pero junto con el corte delantero hacían que se lucieran de maravilla.

-     Los llevamos también! – Dije.

Rose estaba avergonzada.

-     No puedo permitirlo Bella – Dijo.

-     Permitir? Que acaso no me conoces? – Dije riendo.

-     Si lo se… Pero déjame devolverte el dinero.

-     Ni hablar… Es mi regalo para ti, y ahora iremos a buscar el regalo para Emmet, y nos dirigimos a Victorias Secret.

El día fue maravilloso. Estar con Rose de compras me recordó a Alice, y un poco de nostalgia me recorrió el rostro.

-     Estas pensando en Alice no?

-     Como sabes? – Dije.

-     Se nota… Yo también lo hacia…

Hablamos mucho de cómo era su relación con los Cullen, que prácticamente no estaba. Se llamaban para cumpleaños y eventos importantes, pero pasaban juntos el tiempo necesario y nada más. Ella no hacia comentarios de Edward, y yo no los preguntaba. Astutamente desvié la conversación para el lado económico. Quería saber como estaban en ese aspecto, y me di con que estaban bien, pero tenían sus reservas…

Llegamos a casa, y Anthony vino a darnos una calurosa bienvenida.

-     Como estuvo el día Sue – Pregunte.

-     Muy Bien! – Dijo – A dicho otra palabra

-     Si? Preguntamos con Rose a coro – Cual?!

-     Tía – dijo Sue.

A Rose se le comenzaron a caer lagrimas por los ojos…

 

Se acercaba el día de la boda, y tendría que viajar a Forks, por lo que llame a James y le pedí el favor de que me contrate una agencia de decoradores y acondicione la casa de Charlie para recibirnos a mi y a mi bebe. Las cosas se hacían fáciles y rápidas cuando decías “no importa el costo”. Además, como regalo especial para Rose y Emmet, me contacte con una inmobiliaria y busque unas casas como regalo de bodas para la feliz pareja, para lo que tendría que viajar antes para firmar los papeles y verla en directo. Tenía fotos de la que había elegido, pero quería cerrar el trato en persona. Era una casa hermosa en las afueras de Forks. Tenía un gran parque y muchas habitaciones. Sabia que Emmet quería una familia numerosa, asique busque comodidad para muchos…

 

Al día siguiente viajaríamos, asique estaba en casa preparando las cosas. Sue viajaría con nosotros para ayudarme a cuidar a Anthony. Con Rose hablamos de salir a la despedida de soltero, asique mas razón para llevarla.

 

Al día siguiente nos levantamos temprano, y fuimos al aeropuerto. En mi estomago había muchas mariposas. Estaba nerviosa y Sue lo notaba.

-     Pasa algo Bella?

-     Estoy nerviosa, eso es todo – Dije mirando a Anthony que estaba dormido en su asiento para niños.

-     Por el Padre del niño?

-     Si… el y toda su familia.

-     No lo estés. Ellos verán que perdieron una excelente oportunidad de ver crecer a su sobrino, nieto e Hijo.

-     Ese es el problema. No lo reconocen como tal.

-     Problema de ellos... – Dijo despectivamente.

El avión aterrizo, y mis mariposas se convirtieron en langostas… Cuando se abrió la puerta de embarque, Victoria se acerco a mi y me dio un abraso.

-     Bella – Dijo amablemente.

-     Hola Victoria! – Tanto tiempo.

-     Así es ... Este es el pequeño cullen? Dijo mirando a Anthony que estaba dormido en mis brazos.

-     Si, es el – Dije melancólicamente.

-     Vamos, nos esperan los autos afuera – Dijo.

Victoria era una mujer muy eficiente. Había ido a recogernos con dos camionetas que quedaban a mi disposición para usarlas en mi estadía en Forks. Nos llevaron directamente a la casa, para que Anthony descanse.

Capítulo 28: Mi bebe Capítulo 30: De nuevo en casa

 


 


 
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