"No hay distancia que nos separe" (+18)

Autor: Pampita
Género: + 18
Fecha Creación: 10/11/2011
Fecha Actualización: 02/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 52
Visitas: 87199
Capítulos: 37

La repentina muerte de Charlie hace que Bella se aleje de los Cullen y tenga que irse a vivir a Australia. Comienza una vida nueva con la familia Black, pero los Cullen nunca dejaron su corazón y continúan apareciendo en su vida cuando mas los necesita...

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Capítulo 33: La charla que nos debiamos

Ya era claro que no estaba el ánimo para la fiesta, pero igual me quede con Emmet, tomando un trago y hablando de su eterno amor Rosalie. A este chico cuando estaba pasado de copas se le daba por llorar y ser emotivo, lo que me provocó quererlo aun un poco más, si eso era posible.

 

Cuando ya Emmet no podía ni estar sentado, pase su brazo por mi hombro y Salí del Club con destino a su casa. Prácticamente quedo tirado en el asiento de atrás de mi camioneta. Al llegar a la casa, me baje y abrí la puerta de atrás, pero Emmet parecía muerto. Quería despertarlo, pero este solo se removía y quedaba en otra posición. Lo agarre de una pierna queriendo tirar de el, pero fue inútil. Semejante peso era imposible de mover. Rose Salió de la casa y miraba la escena primero con preocupación, pero luego con mucha gracia.

 

-     Si que sabes hacer fiestas, Bella. No veo las horas de estar en la mía mañana – Dijo riéndose.

-     La tuya será peor – Dije riéndome.

 

No quería que hiciera esfuerzos por el embarazo, pero no podía levantarlo, asique no se me ocurrió otra cosa que llamar a James para que nos ayude a cargarlo hasta su pieza. Agarre mi celular, pero no tenia respuesta. Mire a Rose con resignación…

 

-     Me das el número de Jasper?

-     Marca – Dijo dándome el numero.

 

El teléfono hizo dos timbres, y atendió.

 

-     Jasper? – Dije

-     Si. Quien habla?

-     Bella… Tengo un problema con Emmet y quería pedirte tu ayuda…

-     Que problema? – Dijo con un deje de preocupación.

-     Esta demasiado ebrio, y no puedo bajarlo de mi camioneta. Estoy con Rose, pero no quiero que haga esfuerzos por el Embarazo. Podrías venir a echarnos una mano?

-     En 10 minutos estoy allí – Dijo

 

Nos quedamos con Rose dentro de la camioneta con la calefacción prendida, mientras escuchábamos como Emmet le declaraba su amor eterno. Pasamos el tiempo de espera diciéndome lo feliz que se encontraba por casarse con Emmet y por como se estaba desenvolviendo su vida.

 

-     Te envidio… sabes?

 

Ella solo me miro.

 

-     O sea, no por Emmet – Dije rápido. No quería que piense que sentía algo por el…

-     Lo se Bella. Quieres lo que yo tengo. Te entiendo.

 

Nos quedamos hablando unos minutos, hasta que vimos aparecer el auto. La puertas se abrieron y Jasper y Edward se bajaron del carro. Con Rosalie nos miramos.

 

-     Perfecto! – Dije con ironía

-     Relájate Bella – Dijo dándome la mano y abría la puerta para recibir a su hermano.

 

Con Edward agarraron a Emmet y lo cargaron para llevarlo dentro de la casa. Yo agarre sus botas, ya que se las había sacado. La verdad no había notado cuando lo hizo, pero ingrese a su casa detrás de Rose. Deje las botas al lado de la puerta y me dirigí rápidamente hacia el auto para evitar que el me hable.

 

-     Te veo mañana Rose – Dije tirando un beso al aire

-     Adiós Bella – dijo cerrando la puerta.

 

Me subí a la camioneta, y estaba por arrancar, pero no encontré las llaves. No podía creer que me pasara esto ahora. Buscando las llaves por el piso, escuché que golpeaban la ventana. Era Edward y mirándolo a los ojos, levanto su mano y abanico mis llaves. Baje la ventanilla y se las quise sacar de la mano.

 

-     Primero hablaremos – dijo alejándolas de mi agarre.

-     Vamos Edward. No seas infantil. Debo irme – Dije apurada.

-     Entonces llévame a casa y charlamos en el camino.

-     Estas loco? No te llevare a tu casa!! – Dije enojada.

-     Entonces bájate y hablaremos.

-     Aquí? En la puerta de la casa de Rose? Eso quieres?

 

Se quedo unos segundos mirándome, y luego respondió

 

-     Nos debemos una charla, y no quiero dejarlo para mañana. Llévame a mi casa, y hablamos en el camino, por favor.

 

Sus ojos como suplicantes me hicieron acceder. Se ve que lo había arreglado ya con Jasper, porque ni si quiera apareció por la puerta y cuando nos fuimos aun seguía dentro.

 

-     Habla – Dije seria.

 

Abrió y cerró la boca varias veces pero no dijo nada.

 

-     Es común que te pase esto? Es como la quinta vez en el día – Dije seria.

-     Si… mejor dicho no… No se. Desde que llegaste si…

 

Me quede callada. No sabia que decirle. Estábamos en la carretera, y entramos a un camino donde me indico para llegar a su casa.

 

-     Se te esta acabando el tiempo para hablar – Dije

-     Porque mejor no paras el auto, y charlamos.

-     No – Dije

-     Por favor, así puedes mirarme cuando te hablo! –Dijo suplicante.

 

Me tire a un costado del camino, y apague el motor del auto.

 

-     Bella… No se que decir… - Comenzó diciendo.

-     Tanto lio para esto? – Dije enojada queriendo arrancar nuevamente el carro.

-     No espera – Dijo agarrando mi mano.

 

Maldita descarga eléctrica estaba nuevamente presente y estremeciendo cada terminación nerviosa.

 

-     Lo que quise decir es que no tengo excusa…

 

Lo mire fijamente con mirada de enojo. No quería demostrar ninguna emoción, pero esta se colaba por mis ojos.

 

-     Cuando paso todo, estaba enojado. Creía que me estabas engañando con James como decían las revistas. No ayudaba mucho también que Tanya constantemente llenaba mi cabeza diciendo cosas contra tuya, y yo le creía… Me fue además muy fácil que toda mi familia también se enojara con tigo, por lo que creí que no debía estar tan equivocado si todos estaban dispuestos a seguirme, salvo Emmet.

-     Continua – Dije seria.

-     Luego de que el se fue, me cruce con James en una fiesta a la que fui con Tanya, y lo vi que estaba con una mujer. No quería hablar con el directamente, asique cuando tuve una oportunidad hable con la mujer. Mi intensión era decirle que tu y el estaban juntos, quería abrirle los ojos, pero mi sorpresa fue cuando ella me dijo que te conocía, y que sabia y estaba segura de que entre ustedes no había nada. Me dijo que ya no trabajabas con ellos, y que te habías ido del pueblo. Yo no lo sabía hasta ese momento.

 

Mi cara no demostraba absolutamente nada hasta ese punto.

 

-     En cuanto me entere, no supe que hacer. Estuve muy mal un tiempo, hasta que Tanya trajo a mis manos una revista que salías con Emmet. Estabas embarazada. Imagina mi sorpresa cuando veo que no solo habías vuelto con el, si no que formabas una familia

 

Iba a decir algo, pero me retuve a mi misma. Quería que terminara de hablar.

 

-     Busque a Rose y le mostré las fotos. Lo que me sorprendió aun mas fue la actitud de Rose, que lo único que dijo es que reconocía donde estabas por las fotos y que iría a buscarlo. Pensé que estaba escuchando mal, pero ella se enojo con migo. Me llamo estúpido y se fue en busca de Emmet. Mi contacto con mi familia se había limitado a ver a mi padre en el hospital, y hablar eventualmente con Jasper, que intentaba por todos los medios invitarme a la casa de mis padres, pero nunca iba. Tanya había tomado una actitud diferente hacia mis padres diciendo que había escuchado una conversación de ellos diciendo que te preferían. Yo no le creí, ya que si era cierto no me hubieran apoyado cuando me aleje de ti, pero no quería darle la espalda, ya que ella estuvo con migo siempre.

 

Agarre el volante del carro con ambas manos. Estaba midiendo la posibilidad de empujarlo fuera del carro y pasarlo por arriba con las ruedas de este. No podía creer que estuviera escuchando como me confesaba esto, pero no dije nada.

 

-     Empecé a pensar mas detenidamente las cosas y una mañana todo me cerró cuando vi en una revista como publicaron unas fotos de James saliendo de un hotel con una mujer diferente a la que vi en la fiesta. Mire mas detenidamente la foto, y vi que estas eran iguales a las que vi cuando estaba con tigo. Estaban manipulando las fotografías y yo no lo había notado. Fui a hablar con el, a exigirle que me diga la verdad, pero no me atendió. Por suerte Evan hablo con migo y me conto como James había conseguido una retractación de las fotografías de tu y el, y de nuevo con estas ultimas. Se ve que el era considerado un Sex Simbol, y los números de el con diferentes mujeres eran muy vendidos… - Dijo haciendo una mueca de disgusto.

-     Es un poco tarde para que me digas esto no crees?

-     Déjame terminar por favor – Dijo. Me fue fácil dejar todo como estaba. Me di cuenta de mi error y de todo el daño que te hice cuando Emmet y Rose volvieron juntos y mas felices que nunca. Intente hablar con Emmet, pero el me aclaro que estabas bien sola y que era mejor que las cosas se quedaran así, por eso nunca dije mas nada. Nunca mas hable de ti, mi castigo es quedarme con Tanya, en esta relación que no llega a nada. Estar con alguien que no amo. Me fue fácil también que nunca mas se hablara de ti, hasta hace unos días que me entere que llegaste. El día que llegaste te vi aparecer. Te veías tan hermosa. Me sorprendió verte con un Bebe, ya que me imagine que también habían manipulado las fotos con Emmet, y allí fue cuando me convertí en tu sombra. Cuando estuviste en el hospital, con Anthony – Dijo con los ojos con lágrimas – entre a visitarlo a su habitación. Con el estaba una mujer que creo era su nana. Estuve hablando un rato con el. Es por eso que necesito saberlo…

 

Sabia a que venia esta pregunta…

 

-     El es mi hijo? – Dijo mirándome esperanzado.

 

Me quede callada unos minutos. No quería negarlo. Nunca lo hice. No tenia porque hacerlo ahora, pero también me parecía mal decírselo así tan abiertamente luego de todo lo que me habían hecho pasar.

 

-     Porque quieres saberlo?

-     Necesito saberlo – Dijo serio

-     Y crees que yo debo amoldarme a tus necesidades? – Dije tajante.

-     No es eso. Si es mi hijo tengo el derecho a saberlo.

-     No puedo creer que hasta cuando admites un error, tengas la habilidad de tratarme mal. Me estas diciendo que te das cuenta de que te equivocaste, sin embargo sigues diciéndome que te engañe con otro? – Dije totalmente enojada.

-     No! – Dijo serio – Simplemente no se si estas con alguien, si después de mi hubo alguien mas…

 

Lo mire extrañado. No podía creer que las mujeres nunca le dijeran que estaba embarazada cuando me fui…

 

-     Quiere decir que nunca te dijeron? – Dije en voz alta

-     Decirme que? – Dijo enojado

-     Nada – Dije

-     Dime!

-     El día que viaje a Australia con James, me entere que estaba embarazada. La foto de la portada de la revista era cierta. Le conté que estaba embarazada y el me abrazo – Dije bajando la cabeza.

-     Y porque no me dijiste! – reprocho

-     Ese día te llame para decirte y me atendió Alice porque te habías olvidado el móvil. Ella me saco lo que pasaba a tirabuzón, y se lo conto a Esme y a Rose. Cuando llegue a contarte y me trataste de esa manera me dije a mi misma que no valía la pena. Seguramente asumirías que no era tu hijo…

 

El se quedo callado unos minutos para luego hablar

 

-     Tendrías que habérmelo dicho igual. Merecía saberlo.

-     Merecías? Y crees que yo merecía ese trato?

 

Se hizo un silencio y el agacho la mirada.

 

-     Se que no estoy en posición de exigir, pero el tiene que saber que soy el padre.

-     El hecho de que tenga tu sangre no significa que sea tuyo. Es mi hijo! – Dije enojada.

-     No estuve para el porque no sabia de su existencia.

-     Crees que si hubieras sabido de el las cosas hubieran cambiado? Se honesto por favor! Al menos merezco eso. Me trataste como una basura…

-     Lo se, y lo siento en el alma. Pero por favor no me hagas pagar con esto. El tiene que saber quien soy yo!

 

Me calle por unos momentos y baje un poco las revoluciones de la pelea.

 

-     El ya lo sabe – Dije resignada.

-     Como? – Dijo el

-     Si. Nunca le oculte quienes eran ustedes. Siempre les dije quienes eran todos y cada uno de los cullen. El también es un Cullen. Emmet le dio su apellido – Dije mirando fuera por la ventana aunque era imposible porque se encontraban totalmente empañados los cristales…

-     Emmet? – Dijo serio

-     Si, Emmet. Algún problema? – Dije enojada

-     No, problema no. No me sorprende de Emmet, solo que no me lo dijo.

-     Tendría que decírtelo? – Dije hiriente.

-     Lo entiendo Bella. Entiendo todo el mal que te hice, y créeme que lo estoy pagando. Pero no puedo evitar sentirme como me siento!

 

Solo lo mire por unos segundos. Sus ojos estaban llorosos, sus manos estaban inquietas. Se notaba su arrepentimiento en la voz y en su mirada.

 

-     Te amo Bella – Dijo suavemente

 

Mi corazón dio un brinco al escuchar esas palabras.

 

-     Nunca deje de amarte – Dijo rematando.

 

Lo mire con sorpresa y se acerco a mi dándome un beso que me dejo sin aliento. Agarro mi nuca con su mano y presiono sus labios contra los míos de manera deseosa. No pude hacer más que corresponder su ansia… Lentamente fue ganando territorio sobre mi cuerpo, hasta quedar casi encima mio. De una manera casi magistral, tomo el mando del asiento y lo tiro para atrás, para luego reclinar el respaldo, dándole espacio a el para tirarse arriba mio. La presión que ejercía su cuerpo sobre el mio era desesperante. Tenia ganas de arrancarle la ropa ahí mismo. Mis manos recorrían su cuerpo, mis labios su lengua que se arremetía en mi boca deseosamente. No había frenos, no había inhibiciones. Éramos dos personas dejando rienda suelta a la pasión, al deseoso instinto de estar juntas. Rápidamente nos fuimos quitando la ropa. No puedo recordar ni si quiera como eso paso. Solo sentía cada rose, cada tacto, cada beso. Sus labios viajaban por mi cuerpo sin pedir permiso, haciéndome estremecer. Su lengua jugaba con mi pezón haciendo que me arqueara, mientras tocaba su pecho descendiendo hasta donde podía. Embistiéndome aun sin desnudarnos completamente. Haciendo con cada presión que sienta su erección, deseando estar unidos… Una vez que nos quedamos totalmente desnudos, se posiciono en mi entrada, pero antes me dedico una mirada cargada de pasión. Contuvimos esa mirada el uno en el otro mientras lentamente me penetraba, haciéndome enloquecer de placer. Este encuentro no era tan desesperado como el del baño, pero tenia su cuota… Nuestros cuerpos conectados eran perfectos. Se pertenecían. Llegamos al orgasmo juntos, descargándose dentro de mí. Podía sentir los espasmos de nuestros cuerpos sudorosos. Sin separarnos, me daba besos en todo mi rostro. Mis ojos, mi nariz, mis labios…  En mi oído decía cuando me amaba y lo mucho que me había extrañado. Me separe apenas de el y mirándolo a los ojos le pregunte si estaba con ella.

 

-     Shhh – respondió

 

Lo que por supuesto significaba un si. El hecho que no quisiera decirlo significaba que no quería que la magia se rompiera. Estaba de acuerdo, pero necesitaba saberlo. No quería ser la otra para el.

 

-     Mañana hablare con ella. Soy solo tuyo... Dijo besándome.

-     No – Dije

-     No quieres que estemos juntos? – pregunto con miedo.

-     No es eso… Es el casamiento de tu hermano y no quiero arruinárselo.

-     No se lo arruinaremos – Dijo besándome apenas en los labios.

-     Me parece que esto es demasiado rápido y no quiero apresurarme.

-     Porque dices eso?

-     Porque tengo mis cosas en Nueva York, y mudarme acá nuevamente, no se si es posible – Dije.

-     No quieres que estemos juntos? – Dijo nuevamente.

-     Si, pero también se que deje antes mis cosas y … - No me anime a terminar la frase.

-     Esta bien – Dijo el acariciando mi rostro. – Iremos despacio. Te demostrare que quiero todo con tigo – Dijo sentándose en el asiento del copiloto.

 

Busque mi ropa aun desparramada por el auto, y me vestí. Conduje por el camino hasta llegar a la casa de Edward.

 

-     No quieres que te deje en otro lado? – Dije nerviosa.

-     No tengo nada que ocultar. Si no quieres, no le diré lo que paso, pero si que hablamos – Dijo mirándome.

-     De acuerdo – Dije.

 

Salió del auto despidiéndose con la mano, y antes de que abriera la puerta, Tanya abrió y le dijo algo que no alcance a descifrar que era. No me quise quedar a averiguarlo, asique salí para mi casa.

 

Cuando llegue, lo primero que hice fue entrar a la habitación de Anthony y darle un beso.

 

Capítulo 32: Reconociendonos Capítulo 34: Despedida de Rose

 


 


 
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