Me levante a la mañana cubierta por una bata en el sillón, sola. Me sentía adolorida, cansada. Mire mi reloj y note que había dormido casi 9 horas. Se ve que un poco de Edward era lo que me hacia falta para dormir. Me incorpore, me puse la bata y pude ver que mi ropa no estaba en el piso. Comencé a sentir el aroma a café que sentí ayer en la mañana, y me imagine que el estaba en la cocina. Me acerque para notar que era Alice la que preparaba el café.

-     Bella! Como dormiste?

Hice un escaneo en su tono de voz para notar algo de sarcasmo, lo que me llevaría a pensar que sabia lo que ocurrió anoche, pero no lo encontré, por lo que me anime a hacer de cuenta que nada paso.

-     Bien Gracias. Y Edward? Pregunte como haciéndome la desentendida.

-     Se fue a casa. Quiso esperar a que te despiertes, pero lo convencí de que se fuera a descansar.

-     Huu.. fue todo lo que pude decir.

Me quede un segundo mirando a la nada con mi café en la mano haciendo pequeños sorbos para no quemarme.

    -     Estas bien Bella? Te noto dispersa – Dijo Alice.

-     Si, estoy bien. Solo que tengo mucho en la mente. No quería decirle a Alice que estaba pensando en su hermano.

Estaba por subir a bañarme cuando recordé que Billy estuvo anoche y que por la tarde tendría que irme. Me di media vuelta para hablar con Alice, el baño tendría que esperar. Después de todo quería aprovechar las últimas horas con mi amiga.

-     Alice, tengo que hablar con tigo – Dije.

-     Dime Bella.

-     Anoche, vino Billy el amigo de mi padre. Es un amigo de el, y antes estuvo en casa el abogado y me leyó el testamento de papa donde especifica que quiere que el sea mi tutor hasta que cumpla la mayoría de edad…

Alice estaba muda. Por su expresión sabia que no le gustaba lo que le estaba diciendo, pero tenia que aceptarlo.

-     Vino anoche para decirme que esta tarde nos vamos a Australia a vivir. Tengo que reunir mis cosas e ir a Port Ángeles. El vuelo sale a las 8 de la noche.

-     Por dios Bella! – dijo llorando – No quiero que te vayas!

-     Yo tampoco Alice. Créeme que irme significa perder todo lo que me queda, pero aun me quedan dos años para llegar a la mayoría de edad y no puedo salir de esta. Billy parece un buen hombre y con el dinero que me dejo papa podre pagarme la universidad.

Alice solo lloraba.

-     No quiero que te pongas mal. Nos visitaremos seguido, no dejaremos que la distancia nos quite la amistad amiga!!

-     Se que no dejaremos de ser amigas, pero me hace mal saber que no te volveré a ver, entiendes?

-     No digas eso. Nos veremos nuevamente, solo que no tan seguido como hasta ahora.

Asintió a medias, y como ultimo recurso le dije:

-     No te pongas mal enana. Aparte iríamos a diferentes universidades, solo es adelantar la separación.

-     Tienes razón. No dejare que nuestro último día juntas se marchite. Nos divertiremos hoy. Mientras tú preparas tus cosas, yo iré a hablar con los chicos para que pasemos la tarde juntos! Te veo en casa mas tarde!

-     Perfecto. Iré mas tarde.

Me sentía bien de que se sienta mejor, por eso acepte pasar la tarde con todos. Aparte quería ver a Edward. No sabía en que estado estaba nuestra relación (si es que había una).

Repase la casa incontables veces. No quería dejarme nada que extrañara, pero si eso ocurría, llamaría a Alice y le diría que me lo envíe. Le dejare una llave extra para que pueda mantener la casa. Mi idea es volver a Forks en cuanto pueda. Tengo que replantearme muchas cosas.. La muerte de Charlie cambio un poco mis planes.

Me dirigía a la casa de los Cullen en el auto de papa. No podía creer que aun sus cosas conservaban su aroma. Llore la mayoría del camino, pero quería pasar un buen rato, asique intentaría calmarme.

Llegue a la casa de los Cullen, y pude ver que por el patio trasero se escuchaban ruidos. Rodee la casa, (la enorme casa debo agregar) y me encanto ver a todos reunidos en el patio haciendo unas hamburguesas en la parrilla. Alice recuerda siempre que esos momentos son los que me encantaban cuando estábamos todos juntos. Pude ver que Edward también estaba entre ellos, y cuando me vio llegar me regalo una hermosa sonrisa. Uno a uno me fueron abrasando y diciendo palabras de aliento.

Pase la mejor tarde de mi vida junto a los Cullen. Alice se había esmerado. Como regalo de despedida, me regalaron una pulsera de plata con los dijes con las iniciales de todos. Estaba muy feliz por el detalle. Sabia que era algo que llevaría con migo siempre.

La tarde seguía cayendo y yo aun no podía hablar con Edward. Mi mente se imaginaba millones de escenarios. Desde que no quería nada con migo, que me uso hasta que me esperaría a que regrese. Tengo que asumir que la idea me llenaba de ilusión, aunque no se bien por que ya que los sentimientos no son claros.

En un momento, pude ver a Edward sentado en los escalones y me acerque a el para conversar.

-     Hola – dije tontamente. No sabia que más decir.

-     Hola  - dijo tímidamente.

-     Sabes, lo que paso anoche…  - comencé diciendo, pero el me cayo con un dedo.

-     Lo mejor es no decir nada, no te parece?

Lo mire intrigada. No sabia si era porque quería olvidarlo o porque no quería que nadie sepa nada. Creo que mi cara le dijo que era lo que pesaba porque luego agrego:

-     Lo que quiero decir es que es mejor no arruinarlo hablando. Para mi también fue hermoso, pero tu ahora te iras por mucho tiempo y no sabremos el uno del otro. Es mejor que sigamos con nuestra vida, conozcamos que es lo que queremos y si en algún momento volvemos a vernos, aclararemos nuestros sentimientos. Te parece?

No supe que decir. Tenia sentimientos hacia mi? Pero la verdad me quede tranquila. Lo que había pasado fue hermoso, pero al igual confuso. No podía ser novia de el si me estaba mudando a otro país, y tampoco podía descartar algo, asique era mejor dejarlo así, en suspenso hasta la próxima vez que nos veamos.

Llego la hora de irme al aeropuerto. Emmet subió mis maletas a su Jeep y cada uno me siguió en su auto. Por supuesto yo fui en el auto de Alice. Deje el auto de Charlie en lo de los Cullen, y les pedí que luego lo llevaran a la casa.

Alice lloro casi todo el camino. Me decía que nuestra amistad era eterna, razón por la cual en nuestros últimos minutos juntas decidí contarle lo ocurrido. Es decir, era mi mejor amiga, no podía ocultarle algo tan preciado como mi primera vez. Si alguna vez se entera, no me lo perdonara en toda mi vida.

-     Alice, debo decirte algo, pero necesito tu absoluta discreción. Es posible?

-     Si amiga. Puedes decirme lo que sea.

-     Es que tengo miedo de que te enojes con migo.

-     Amiga, nada hará que nos peleemos. Lo sabes?

-     Ok. Esto no es fácil, asique comenzare por contarte mi noche…

-     Dispara – Dijo.

-     Anoche, cuando Billy se fue luego de hablar con migo, me puse muy mal. Llore muchísimo y Edward fue muy comprensivo con migo. Inclusive me ofreció que nos fugáramos para no tener que irme – dije riendo.

-     Que? – prácticamente grito Alice.

-     Si, me ofreció eso. Me pareció dulce a decir verdad. Pero bueno, nos pusimos a hablar y bueno, una cosa llevo a la otra y terminamos juntos en el sofá.

-     Juntos como? O sea que te beso?

-     Más que eso diría yo.

-     Bella!! Grito mi nombre eufóricamente. Me quede helada porque no sabia si era porque estaba enojada, alterada, nada.

-     Estas enojada Alice?

-     No, por su puesto que no!! Siempre supe que ustedes dos terminarían juntos, pero no me imagine que seria así, justo antes de irte…

-     Bueno, no te hagas ilusiones que no estamos juntos. Nos dejamos llevar por el momento. Y bueno, paso eso. Simplemente dejaremos que todo siga su curso y veremos si alguna vez nos vemos nuevamente que es lo que sentimos.

-     No te hagas problema, yo te ayudare Bella.

-     No Alice. Casualmente no quiero que le digas que lo sabes. No quiero que influyas en nada, ya que es la verdad no se ni si quiera que es lo que yo siento. Esta bien?

-     Ok Amiga. Si es lo que quieres, así será.

-     Gracias Alice. Solo no quería dejar de contarte como fue mi primera vez, eso es todo. A pesar de que haya sido con tu hermano.

-     Gracias por confiar en mi amiga!!

No se en que momento llegamos al aeropuerto. Me ayudaron con las maletas y Billy estaba en la puerta de embarque esperándome. Se presento con todos los Cullen, y me dio un momento para que me despida. Alice y Edward estaban al final. No supe como saludarlo, asique me deje llevar. Lo abrase fuertemente. Le dije que era muy especial para mí, y le di un beso en la comisura de los labios. Luego abrase a Alice con todas mis fuerzas y con lágrimas en los ojos me metí al embarque sin mirar atrás. Era muy doloroso. No quería ver sus rostros tristes, pero una parte de mi me pedía que me diera vuelta y los viera hasta ultimo momento. Que aprovechara cada momento para grabármelos en la memoria, y así lo hice. Me di vuelta, y una imagen muy triste me inundo. Todos lloraban y me miraban. Las lágrimas cegaron mis ojos, y no pude hacer más que decirles moviendo los labios cuanto los quería y despedirme saludando. Billy me tomo del brazo y me alejo de la puerta. Agradecí ese gesto, ya que si no lo hacia yo no podría alejarme de ellos.

-     Las despedidas son duras. Créeme que te entiendo – Dijo Billy.

Solo pude mirarlo y asentir y me metí al avión que me alejaría de mis amigos y de la única familia que me quedaba en este mundo.