Zack

Había salido a caminar, no quería ver como Helena caía sin salida en sus pensamientos, me sentía completamente mal, pero no sabia que hacer así que decidi que lo mejor era dejarla por el momento sola, quizas así se calmaría y pensaría mucho menos las cosas con respecto a conocer a su abuelo, quizas ella no podría aguantar y le hiciera demaciado daño el verlo, eso me tenía demaciado preocupado...

Pense unos segundos, y quizas no estaría mal ir a ver al hombre antes de ir con Helena, después de todo así me verificaría que quizas ya ubiera cambiado o que por lo menos no le haría daño a ella por lo menos que ea lo que más me preocupaba.

Llegue a una pequeña cabaña donde Nahuel me había dicho que encontraría a un hombre de edad bastante avanzada... y como lo dijo un hombre de por lo menos 100 años (exagerando) se encontraba sentado en la solera de la casa donde tomaba algo con una bombilla, y a su lado solo pude ver una figura que se encontraba de espaldas, la verdad es que no me había fijado en ello antes, mi misión era verificar de que todo era seguro para que por la tarde fueramos a ver con Helena a su abuelo, por lo menos me sercioraría de que el hombre no la tratara mal.

Me escondi unos minutos detras de unos arbustos los bastantes grandes para que me cubrieran por completo...
Ellos después de que tomaran eso con bombilla entraron procurando el cerrar la puerta.

me asome por la ventana... no era un espia, pero sin embargo solo quería averigual cosas de él.

Él se recosto en un sillon muy grnade donde la muchacho lo cubrio con algo parecido a una manta tejida y ella se sento cerca del fuego... aunque claro nunca le vi la cara y me imagina que era la hija del hombre puesto que ella solo miraba al hombre como tal.

- ¿Quien es usted...? -. por algunos segundos me había quedado paralizado pensando en el hecho de que él hombre tuviera una hija tan pequeña, sin embargo había perdido de vista a la niña solo unos momentos y ella se encontraba a mi lado...

La mire, tenía los ojos completamente negros y su rostro era una perfecta escultura a la belleza homana... su cuerpo era completamente hermoso y era una niña de solo unos doce años que me parecia la niña más hermosa de todo el mundo...

- ¿Señor?... le hice una pregunta. -. la mire y su luz hizo que todo mi cuerpo se estremeciera y que el sol de mi vida por fin alumbrara mi camino...

Jamás en mi vida... había sentido algo así por nadie, pero esa pequeña niña me miraba divertida y eso me gusto puesto que de ahora en adelante no dejaría que jamás nadie le hiciera el más minimo daño... jamás nadie siquiera se le pasaría por la mente estar cerca de ella para lastimarla.

- Mi nombre es Zack... -. respondi con dificultad, la persona encargada de las relaciones publicas era Helena y a mi no se me daba muy bien el español.

- Hola, mi nombre es Victoría, pero me puedes llamar Viky -. dijo mientras sus mejillas se sonrojaban... -. de alguna forma amaba cada easpecto de ella, sus mejillas al rojo eran más hermosas que las normales.

- Te tienes que ir... mi padre ha estado algo enfermo y tengo que cuidarlo -. dijo mientras me miraba.

- No te preocupes ya tenía que irme de todas formas.
me fui no sin antes decirle que volvería al siguiente día...
camine lentamente a el hospedaje donde me encontraba con Helena, sin embargo como era posible que le confesara que me había enamorado de su tía... le había dicho que en cuanto imprimara le avisaría, pero ahora se me haci muy dificil siquiera aceptarlo a mi mismo. Como le confesaría a la persona que se había escapado con migo solo para estar juntos que ya no la amaba y que sin embargo amaba a su tia.

Me sente en la pequeña cama que se encontraba en una esquina.

Helena

-Hola -. Le dije a Zack en cuanto entre, el se encontraba sentado en la cama. En un primer momento pensé que estaba completamente enfadado, pero después me di cuenta de que estaba más bien preocupado.

-Hueles a tomates podridos -. Me dijo, yo solo sonreí.

-Me encontré con un amigo -. Sabía que él no se imaginaría que me había encontrado con Demian.

-Helena tenemos que hablar -. Me paralice estaba más que segura que no se trataba de nada bueno por el tono de su voz.

-¿Qué ocurre?

-Imprime -. Mi cara cambio en un segundo, me sentía completamente mal, eso era lo último que me esperaba en esa pequeña franja de tierra.

Como podía hacerme esto, nos habíamos escapado juntos para vivir la vida a pleno, como podía imprimar en este instante justamente cuando recién comenzábamos a vivir…

-¿con quien? -. Estaba completamente resignada, sabía que en cuado Zack imprimara se olvidaría de todo  lo que sentía por mí.

-Con una muchacha del pueblo, ella es hija de… -. Mi mire sin poder adivinar lo que venía -. Tu abuelo…

No dijo nada más por que yo iba de camino a la entrada, tampoco me siguió, pero las lágrimas que caían por mi rostro eran más que suficientes para que el dolor desapareciera.

Corrí por mucho tiempo y me imaginaba que al estar alejada de Zack mi familia ya podría verme, aunque realmente me imaginaba que ellos no quería siquiera verme, me había ido como una completa cobarde por no soportar una orden que no quería obedecer... como podría hacerles saber  ahora que estaba arrepentida de haberme ido.

-¿Qué pasa? -. Demian estaba a mi lado otra vez.

Sin pensarlo me abrace a él, el me abrazo y me acaricio la cabeza, realmente me parecía que él no quería verme así.

-Helena, confía en mí. -. Me reí, como podía confiar en alguien que solo quería beberme la sangre, sin embargo yo era la que me estaba exponiendo al estar con él, pero sin embargo el me hacia sentir segura, por lo menos por ahora.

-Zack, el lobo que se encontraba conmigo la otra vez… -. Me miro fijamente mientras me apartaba de él avergonzada -. El era, bueno mi novio y ahora no lo es más.

-Ese imbecil -. Me estremecí con sus palabras, realmente parecía como si lo quisiera matar.

Miro fijamente a la dirección de donde yo había salido, podía ver como estaba calculando sus movimientos para salir disparado en busca de su presa.

-Pero era algo normal, el que él se enamorara de alguien -. Le comencé a explicar para que se aclamara, a mi era a la que habían pateado como era que a él le afectara tanto.

-¿Como que era normal?, eres una de las personas más hermosas que he conocido -. Hizo tira una piedra que tomo del piso -. ¿Como quieres que perdone a alguien que te ha hecho daño?

-A ¿que te refieres? -. Miro en otra dirección.

¿El se sentía atraído por mí? unos segundos aterradores reinaron en el lugar.

-A que me gustas Helena… -. ¡¿Qué?! -. mucho más que eso, yo te amo Helena y no quiero que te pase nada en absoluto -. Por primera vez pude ver como sus ojos rojos estaban completamente pegados hasta donde yo me encontraba, no sabía como realmente había pasado eso, pero yo también sentía algo por él, o eso creía aunque en un primer momento pense que era pena solamente, ahora que lo veía bien su cara estaba en una mueca de completo dolor siempre que se encontraba conmigo, pero ahora esa mueca se había esfumado y era remplazada por otra.

Esa noche me quede con él olvidando completamente el hecho que en esa tarde debía haberme encontrado con Nahuel para que me enseñara donde se encontraba la casa de mi abuelo y… de mi tía.

Demian se encontraba hospedado en uno de los hoteles del lugar, era un lugar muy costoso, pero realmente hermoso, mi acompañante no paso la noche en mi habitación y no supe realmente donde se encontraba. Me imagine varías veces que había ido a buscar a Zack y me estremecia solo con la idea de que se lastimaran.

A la mañana siguiente había un gran sol en el lugar y Demian me dijo que no me podía acompañar así que fuera yo sola a ver a Nahuel, el ya sabía todo lo que había pasado por que yo le había hecho un resumen de todo durante la mañana.

Decido que antes de ir a ver a Nahuel debía ir a  ver a Zack, para cerciorarme de que estaba vivo y de que el supiera que ya no estaría estorbándole.

-Hola -. Le dije en cuanto lo vi sentado en la cama, parecía que no se había movido de hay en toda la noche.

-¿Dónde pasaste la noche?

-Con Demian, el me quiere, y creo que yo también, aunque en este momento creo que te quiero más a ti.

El se rió aunque parecía mucho más molesto de lo que sé mostraba.

-¿Por que?

-Por que tu eres la única persona que me ha hecho sentir útil de algún modo, además ya sabía que todo esto pasaría, yo solo no lo quería aceptar

-Lo siento… pero no es necesario que te vayas con un chupa-sangre por que yo no te quiera como tu lo haces… sabes que siempre te querré.

-Aunque solo como amigos… -. Me reí -. No te preocupes por mí, se tratar muy bien a los seres paranormales.

-Pero… -. No deje que terminara, no quería sentirme más apegada a él.

-No te preocupes, vamos -. Le dije en cuanto abrí la puerta -. ¿quiero conocer a mi abuelo y a mi tía? -. Por dentro esas palabras me quemaban, realmente no quería conocer a las personas que me habían arrebatado a los seres que quería, pero en ese momento era necesario.

Mientras íbamos de camino Zack me dijo que lo sentía más de 100 veces y en un momento ya me comenzaba a hartar cuando pude darme cuenta de que ya habíamos llegado.

La casa era mucho más pequeña de lo que imaginaba, aunque realmente era muy acogedora.

-Hola -. Dijo una muchacha  de cómo 12 años… ¿era de ella de quien Zack se había imprimado? -. ¿tu de nuevo por aquí? -.Miro a Zack con extrañeza. Mientras este me ayudaba a bajar.

-Hola busco a Demetrio -. Así se llamaba mi abuelo.

-Pasen -. Dijo la muchacha mirando fijamente a Zack, sabía que ella también sentía algo por él.

Cuando entramos un hombre de unos 100 (aparentemente) años se encontraba en el sillón de la sala, el se encontraba atontado cuando me vio, y yo pensé que le daría algún tipo de ataque.

-Hola -. Dije, aunque el hombre era muy viejo podía ver mis propios ojos en su mirada.

-Por que siempre vuelves Isabel, ya te he pedido perdón muchas veces pero tú siempre vuelves, no quería matarte -.

Lo mire, sus ojos estaban llenos de lagrimas, y sabia muy bien que realmente el se encontraba arrepentido.

-Mi nombre es Helena, soy la hija de la persona a la que usted mato -. Su cara cambió completamente, la muchacha que se encontraba a mi lado se estremeció completamente y Zack la saco de hay de inmediato, me imagine que lo hizo para que saliera del estado de shock en el que estaba.

-Tú eres…

-Su nieta -. El me tomo la cara mientras sus manos acariciaban mi piel podía ver como en sus ojos las lagrimas comenzaban a brotar.

-Yo… -. En ese momento se arrodillo en frete de mi, aunque intente sujetarlo era mucho más fuerte que yo -. Lo siento, lo siento, lo siento -. No paraba de repetir mientras que sus manos abrazaban mis piernas.

Yo no era quien para juzgarlo y me imaginaba que mi madre lo perdonaría, era su padre y ella jamás lo había abandonado aunque el se lo mereciera y la muchacha que estaba viviendo con el tampoco lo hacía, quizás el no era tan malo después de lo que había pasado.

Cuando nos fuimos Zack prometió que estaríamos hay por la mañana y la muchacha pareció muy feliz por la visita que habíamos prometido. La imprimación había sido por ambos lados y Zack parecía feliz, yo también lo estaba.

-¿Cómo puedes imprimar con una niña? -. Se rió.

-Es algo que los lobos podemos hacer, aunque no la veré como una mujer hasta que tenga mucha más edad, yo ahora solo quiero que ella sea feliz, y es lo único que me llevara a estar con ella siempre.

Llegamos a la pensión y yo me fui con Demian nuevamente, Zack se opuso, pero no le hice caso, el solo debía preocuparse por su imprimación de ahora en adelante.