Todos los lobos que habían quedado atrás estaban muy contentos y me lo hicieron saber por su apasionado recibimiento, me mazamorrearon para todos lados y luego cuando vieron que estaba semimuerta me dejaron a un lado.

Cuando me soltaron caminamos hasta una camioneta que estaba estacionada en un costado del estacionamiento, era una camioneta enorme y realmente me pareció que era demasiado vieja y me pregunte como se mantenía aun en pie.

Me pregunte como nos iríamos todos en esa camioneta y lo descubrí muy rápido cuando casi todos saltaron a la carrocería en donde la pobre camioneta parecía estremecerse al contacto con tantos hombres tan fuertes y grandes.

Llegamos a la playa muy rápido, jamás había estado hay pero me pareció un lugar hermoso como para describirlo, solo podía sentir el ruido de las olas que chocaban con las grandes paredes que rodeaban la playa. Hay también se encontraban unas muchachas muy bonitas aunque sus pieles eran morenas les venia muy bien con el cabello negro que caía por sus cinturas, una de ellas me pareció conocida y pude recordar el rostro de Estefanía que estaba en el cuaderno de retratos de Zack.

Zack camino a mi lado mientras todos corrían como locos al auto en donde se apoyaban las muchachas, era un auto tan viejo como la camioneta en donde nos habíamos venido, pero era mucho más grande parecía esos autos que usaban los hippie en los años 70.

Aunque las muchachas al verme comenzaron a hablar entre ellas y una le pregunto a un muchacho que se llamaba Eric quien era, pude ver como el hacia un gesto con los dientes para que ella entendiera que yo era familia de los vampiros y ella se horrorizo y me dio una mirada totalmente de desaprobación.

-Creo que a tu amiga no le gusta mucho el hecho de que yo este aquí -. Zack rió.

-No te preocupes, a mi tía Leah no le gusta nadie que no pertenezca a la Push -. Lo mire y me detuve.

-¿Tú tía? -. Ella parecía mucho menor que él.

-Si, ella también estuvo ayudando a tu familia hace mucho tiempo pero realmente creo que jamás les agradaron de todas formas.

No me parecía mayor que él, pero recordé a mi tía Alice que parecía de mi edad.
Salude a todas las muchachas aunque realmente sentí su odio en cuanto me saludaban de mala gana.

Los muchachos habían tomado sus bolsos que habían sacado del auto y luego comenzaron a ir al bosque en donde después de unos segundos aparecían con pequeños pantalones como los que había llevado Zack hace algunos días.
¿Pensaban en bañarse? En ese momento me di cuenta de que las muchachas también llevaban unos pantalones parecidos a la de los restos de los muchachos y sus pechos iban cubiertos por pequeños bikinis.

El frió era enorme, y no entendía como todos se veían tan entusiasmados para bañarse incluso Zack me miro con ganas de que yo también estuviera tan interesada como él.

-¿Te importa? -. Había entrado al carro y tomado una pequeña mochila -. Debo ir a cambiarme -. En eso miro a Estefanía -. Por que no le prestas un traje de baño -. Ho, por supuesto que no me bañaría con esas temperaturas, mi abuelo me quería con todas las extremidades de vuelta en casa y además la hipotermia no se veía muy bien con mi piel pálida.

-No, gracias, tengo frió -.la muchacha rió.

-Siendo un vampiro no creía que tuvieras frió -. La mire fulminantemente.

-No, no soy un vampiro -. Zack ya se había alejado y no creo que escucho lo que había pasado.

-Ho, pero el agua es muy buena en esta fecha realmente no es tan helada como aparenta ser -. Mire el mar lleno de olas tan grandes como una montaña.

-Lo siento, debo cuidarme para que el toque de queda pueda ser más largo la próxima vez -. Ella parecía bastante amable y realmente lo era.

-No te preocupes, quizás para la otra aya más sol -. Nos miramos y empezamos a reír.

En eso llego Zack ya con su pequeño pantalón y su mochila llena de sus otras cosas.

-Muy bien, vamos -. En ese momento pude darme cuenta de que nadie esta bañándose cerca como me había imaginado en un principio, sino que estaban en un acantilado un poco alejado de donde nosotros nos encontrábamos.

-Vamos -. dijo de inmediato la muchacha cerrando el auto -. ¿Como ira ella? -. Me miro y Zack contesto de inmediato.

-En mi espalda, después de todo no queremos que te rompas la pierna de nuevo -. Me reí de muy mala gana.

Cuando la muchacha se puso la mochila comenzó a correr detrás de los árboles que parecían hacerle espacio para que ella pasara.

-Bien -. Zack estaba agachado en frente de mí -. Vamos -. No reaccione como el creía que lo iba a hacer, me corrí.

-No crees que sería mejor que yo caminara -. Me miro un poco anonadado.

-No, realmente no creo que sea lo mejor, ese acantilado es muy empinado y realmente es peligroso que lo subas a pie -. Lo mire.

-Entonces que tal si te espero aquí un momento, después de que te lances me vienes a ver… -. No pude seguir con la discusión, después de todo ya iba de camino en la espada del muchacho.

Era tan calida su espalda que si no hubiéramos ido a tanta velocidad hubiera sido placentero quedarme a dormir hay, toda su espalda emitía un calor tan exquisito.

Cuando llegamos estaban solo la muchacha y uno de los amigos de Zack que esperaban su turno para tirarse, la muchacha se tiro primero haciendo alusión a su hermosa figura mientras caía, y luego resurgiendo de entre todas las grandes olas que cubrían todo el océano en ese momento.

Cuando mire hacia atrás pude ver por que Zack no me había permitido subir sola, el lugar era tan escarpado que con mis dos pies izquierdos me hubiera roto algo de seguro.

Zack se sentó a mi lado y pude darme cuenta de que ninguno de los muchachos llevaba toalla, aunque al darme cuenta del calor que emitía Zack era suficiente para aguantar las frías aguas y por supuesto para secar su piel.

-No te preocupes por mi, es muy divertido el ver como casi azotan las cabezas el las rocas -. El me miro y rió.

-¿Estas segura que no te importa quedarte sola? -. Yo me reí.

-No eres mi padre, ve y diviértete, realmente te debo esto -. El sonrió, y corriendo se lanzo como si el gran precipicio no fuera tan alto como yo lo había visto.

Vi como todos jugaban en el agua y luego trepaban la gran roca que estaba a mi lado.
Me reí cuando Zack intento subir por que lo sumergieron de inmediato y luego reí cuando parecía que a Jhon se le había caído el pantalón y se lo empezaron a tirar unos a otros mientras las muchachas subían.

La primera en llegar fue Leah y realmente no quería siquiera mirarla así que solo me puse a ver a los muchachos que jugaban como pequeños niños en un chapoteadero.

-Así que ¿le temes a las alturas? -. Me miro y yo no tenía ganas de pelear, estaba muy entusiasmada viendo como jugaban -. Es de mala educación el no contestar cuando alguien te esta hablando lo sabias no es así, o es que esos malditos chupa sangre no te han educado bien como su mascota -. Usaba las mismas palabras que había usado Zack hace algunos días y realmente me sentía en desventaja pelear con una mujer lobo, pero no podía aceptar que trataran así a mis seres queridos.

-Cállate anciana… -. Creo que le dolió lo suficiente para enfadase aun más, algo creo que había aprendido de mi tía Rosalí -. Vamos perrita, como es que te han soltado de tu correa -. Leah estaba esta vez totalmente furiosa.

-Mira maldita mascota, espero que estés dispuesta a repetir lo que dijiste -. La mire aun más desafiante.

-¿Que parte? ¿la de anciana o la de la correa? -. Leah me tomo por la parte del cuello de mi camisa.

-Mira pequeña mascota aquí no estas protegida por tu maldita familia de chupa sangres -. Tenía miedo, pero no quería aparentarlo en la mirada así que reí.

-Crees que me intimidas, solo eres una pobre anciana que aun no imprima -. Recordé la palabra justo a tiempo -. Pero creo que no las debí decir, muy tarde, ella me tenía levantada frente al acantilado.

-Las mascotas sabrán nadar -. Estuve a punto de decirle que me dejara sacarme los zapatos ¡¡eran de mi tía Alice!! pero de nuevo mi voz fue más rápida que mis pensamientos.

-No seré tan buena nadadora como una perra como tú -. No me gustaba esa palabra, pero creo que a ella tampoco y me provoco una satisfacción al ver como su cara empezaba a cambiar aunque no me pareció que su cambio era normal.
Estefanía acababa de llegar y se acerco a Leah lentamente.

-Leah, estas perdiendo el control, ¡¡contrólate!! -. No podía ver a nadie nadando ya y pude darme cuanta de que la mayoría estaba subiendo a toda velocidad para ver por que yo estaba casi colgando por el acantilado -. Leah -. Demasiado tarde, un lobo estaba en frente de mí y yo caía por el acantilado.

De seguro mi tía Alice me iba a matar cuando supiera que me había puesto sus botas de Chanell y las había estropeado. De nuevo pensando en estupideces cuando mi vida estaba apunto de acabar.

Cuando iba a mitad de camino (me parecía enorme la distancia entre la cima y el mar) roce con una piedra que daño mi brazo y pronto me pude dar cuenta de que lo caliente que sentía era sangre que corría deprisa.

De repente pude sentir como alguien me tomaba y me abrazaba ocultando mi cabeza en su pecho. Luego solo sentí agua a mi alrededor y me ahogue solo por unos segundos pero fue suficiente para que el agua entrara por mi nariz tan rápido que perdí el conocimiento...