Al siguiente día todos los lobos estaba muertos de la risa recordando como me habían visto caer del acantilado, la verdad es que a mí no me causaba tanta gracia como a ellos y a Zack tampoco pero sus risas eran contagiosas y reía con ellos.

No estuve con casi ninguno de ellos durante las clases de la mañana aunque a la hora de almuerzo me senté con ellos. Ninguno de ellos comparaba almuerzo, por que decían que eran muy poco nutritivos y que jamás se compararían con la comida que preparaban en la Push y no les llenaba ni una muela.

Y cuando sacaron sus bolsos de comida pude entender por que, cada uno traía su propio bolso, llevaban una gran cantidad de carne además de papas y algunas (muy pocas en realidad) verduras. Me sentí totalmente aislada cuando tuve que comprar mi comida, mi abuela Esme no cocinaba mucho y yo no le iba a pedir que lo hiciera solo por no ser menos que los lobos.

Cuando terminaron de devorar la comida (lo digo literalmente, con suerte dejaron los huesos y las verduras, además mientras comían no dejaban de hablar o reír con las bocas llenas, realmente no me pareció que tuvieran muchos modales.) y yo de comer la mía (no comí mucho fijándome en cada detalle que hacían al comer, me parecía cómico) nos fuimos a la sala de clases, ahora me tocaba biología y estaría con Zack…

-¿Crees que te dejen ir alguna vez a la Push de nuevo?-. yo me reí.

-Por su puesto, tengo chipe libre hasta unos meses más, mientras mi padre no este esta todo bien, claro que si mi abuelo no se entera del incidente con Leah por supuesto. -. Me miro un poco preocupado.

-¿Tú crees que Jake le cuente algo? -. Pensé por un segundo.

-Probablemente, pero creo que es mejor que Jake no se entere de esto, además no tiene por que.

-El ya lo sabe -. O rayos, como me lo imaginaba Jacob realmente podía hacer que los lobos le dijeran lo que el quisiera.

-¿Quien se lo dijo para descuartizarlo? -. Me reí y el también aunque se puso rojo.

-Yo, lo siento, fue una orden y no le puedes desobedecer al líder cuando perteneces a una manada -. Yo me reí, me parecía gracioso el que habláramos de manada dentro del colegio, la mayoría pensaría que hablábamos en sentido figurado y no imaginarían que hablábamos con la verdad.

No seguimos hablando por que la profesora hablo muy fuerte y obviamente lo hacia para que le prestáramos atención. No volvimos a hablar del tema con Zack y cuando salimos me fui de inmediato con mi abuelo, los muchachos pensaban ir de nuevo a la playa de la Push, pero yo quería primero saber que era lo que Jacob le había dicho a mi abuelo para estar preparada para una lluvia agonizante.

Pero mi abuelo se veía bien, probablemente Jake no le había dicho nada, así que realmente no tenía de que preocuparme, si yo hablaba con Jacob primero no habría problemas. Y supongo que él entendería también.

Cuando llegamos mi abuela no se encontraba, de seguro que había ido a cazar o eso es lo que imaginaba, me fui a mi cuarto y solo debía esperar, de seguro que mi hermana había ido a buscar a Jacob así que realmente quería hablar con el, mi abuelo se metió en su estudio y después ya estuve casi completamente sola.

Me recosté en la cama que alguna vez había sido de mi padre, me abrace a una de sus almohadas y me cubrí con la pequeña frazada que había en la parte inferior de la cama.

Me sentía completa parecía que nada me faltaba y realmente ya no me sentía fuera de la familia para nada, no sabía si era solo por que mis padres no estaban o por la libertad que me daba mi abuelo que me daba tanta confianza en mi misma.

Vi de nuevo la herida de mi brazo y pude ver claramente la cara de Zack cuando caíamos por el acantilado, su cuerpo casi desnudo sobre mí mientras sus brazos me ataban para intentar que mi cuerpo no sufriera daño alguno… y sus labios puestos en los míos mientras desesperadamente intentaban reanimarme… sus labios tan calidos que jamás habría imaginado que fueran reales…

La puerta de mi habitación se abrió de golpe.

-¡¡Hola!! -. No podía creerlo, la voz de mi tía Alice, ella estaba en frente de mí riendo. -. No te lo esperabas no es así -. Ahora si que estaba perdida, de seguro mis padres venían con ella y mi padre podría ver a Leah reflejada en los pensamientos de Jacob por lo menos yo podía ocultarlos, empece a pensar en cualquier otra cosa.

-No, realmente no  -. Aun no lo podía creer, todos mis planes de las siguientes semanas con los lobos se iban por el retrete en ese momento... ¡¡Pienza en otra cosa!! me grite a mi misma, no era posible que no tuviera en nada más que pensar que en los lobos.

-No sabes todo lo que te compre en Río de Jane… -. En ese momento la cara de mi tía Alice cambio repentinamente y pude saber por que… las botas estaban a los pies de mi cama y se me había olvidado botarlas.

-Lo siento tía… -. Estaba de camino a la entrada de la habitación y girando la manilla de la puerta para salir.

-Yo pensé todo el tiempo en ti y tú me haces esto -. Parecía que si hubiera podido llorar lo hubiera hecho...

-Lo siento de verdad -. Camine lentamente por la puerta, pero mi tía ya estaba sobre mi, había saltado de improvisto y yo había caído al suelo con ella encima.

-Tendrás que ser mi muñeca de pruebas de toda la ropa que quiera hasta cuando yo quiera -. Su voz parecía como un rayo.

-No me puedes pedir eso, no lo are -. Abrió su boca y la puso sobre mi cuello.

-No sabes como se siente el veneno de vampiro, y no creo que quieras sentirlo por ahora -. En ese momento mi padre subió la escalera.

-Ya suéltala Alice -. Mi tía rió. Como lo había pensado el estaba hay.

-Sabes que jamás lo haría, aunque me siento muy tentada -. Luego me miro -. Acepta o te visitare esta noche y realmente lo are -. Mire a mi padre buscando protección pero el rió.

-Esta bien -. Dije de muy mala gana y mí tía Alice estaba de pie y me ayudaba a levantar del suelo.

-No sabes como espere este momento. Me haces tan feliz -. Le hice una mueca -. Ahora debo mostrarte el vestido que compre para tu fiesta de primavera -. ¿Qué? -. No lo abras olvidado, dentro de dos semanas es tu fiesta de primavera -. Ellos no sabían nada, pero nadie había pensado en la fiesta después del incidente con la profesora... mi padre me miro con preguntas en sus ojos y empece a pensar en el lindo día... ¡estupida!

No creo que aya fiesta este año -. A mí tía se le fue la sonrisa del rostro y mi padre me miro.

-¿A quien mataste? -. Me exalte, pero al ver la sonrisa de mi padre pude ver que solo bromea y por lo menos no había descubierto nada de mi mente.

-A nadie, aun, pero una profesora murió y no creo que la hagan en memoria a ella -.

Mi tía se cubrió la boca y luego reacciono.

-Nadie va a arruinar la fiesta de primavera de mi sobrina, ten bien encuenta eso, me importa bien poco si tengo que revivir a esa profesora pero la fiesta de primavera se hará -. Mi padre se rió.

-Vez no te salvaras -. luego me abrazo y me beso -. Te eche de menos mi niña, ¿Qué te paso en el brazo? -. ¿Como se podía dar cuenta? no creo que mi brazo aun emitiera el olor a sangre del día anterior.

-El rasguño del que te hable -. Mi padre arrugo la frente.

-Así que solo un rasguño… -. Suspiro -. No hagas que te ate a la cama por favor. -. Yo reí.

Cuando bajamos estaban todos hay, mi madre se encontraba con mi abuela quien la abrazaba.

Cuando me vio corrió a mi lado y como todos me pregunto que me había pasado en mi brazo, y yo le explique también como a todos.

No estaba ni mi tío Emmet ni mi tía Rosalí, quizás ellos se habían quedado en Río.
Tuve que soportar toda la tarde  a mí tía Alice que me ponía vestido tras vestido y a mi abuela parecía hacerle gracia al igual que a mi tío Emmet, (el con mi tía Rosalie llegaron al poco rato, mi tía Rosalie había perdido una maleta) quien reía de las caras que ponía cuando estaba enfrente del espejo. Mi mamá no daba ninguna opinión y solo reía de que mi tía Alice se enojaba cuando cambiaba de posición mi cuerpo y le recordaba que yo era una humana y no como ellos que eran estatuas que podían quedarse por horas sin siquiera pestañar.

Cuando llego la noche mi madre hizo la cena y me sentí de nuevo como antes, mi padre estaba sentado a un  lado y mi madre al otro, y observaban como yo comía.

Reneesme no estaba ni tampoco Jacob, y mis padres solo querían estar con migo… de nuevo me sentía como si no perteneciera hay...