No sabía en donde estaba, pero sentía como si nuevamente lo comenzara a ver todo a mi alrededor, la persona que en mis otros sueños siempre estaba enfrente de mí, nunca había sabido quien era y siempre era el malo que hacía que mis sueños fueran pesadillas, pero esta vez me encontraba complacida con que estuviera a mi lado y no entendía muy bien por que, después de todo el hace algunos días había intentado acecinarme, el por primera vez se mostraba como era caballeroso, amable y hermoso. El era Michelle.

-Helena, por que no comes con migo esta noche -. Lo mire y sonreí, no sabía por que sonreía, una niña estaba en sus brazos, la pequeña parecía estar rodeada de su propia sangre mientras en mi boca comenzaba a aparecer una sustancia que no conocía -. Ten, su sangre es realmente deliciosa -. Me estremecí, pero comencé a avanzar hacia él con el propósito que él me ofrecía, realmente quería que la niña estuviera en mis brazos para poder saborearla, era un impulso mucho mayor del que me imaginaba.

Cuando llegue a su lado pude ver que la niña aun podía respirar, pero que no hacia movimiento alguno. Y en lo que me concentre realmente fue en las mordidas que ya tenía en su cuellos, esas mordidas hechas por Michelle quien ya había probado a la pequeña mientras esta no se defendía.

-Tranquila, ella no siente nada, y realmente te gustara -. Comencé a acercar lentamente los labios hacia la muchacha y empecé a beber.


Cuando desperté el sol estaba en lo alto de mi ventana, no me sentí muy bien, estaba con unas ganas horribles de vomitar, llegue al baño justo a tiempo, no entendía por que el sueño me hacia vomitar, de seguro que había sido el helado que me había comido antes de quedarme dormida.

Así pasaron las dos semanas de mi falsa licencia, mi cabeza estaba completamente bien, pero mi padre no dejo que siquiera fuera a la casa de mi abuelo, planee varias veces en tirarme por las escaleras para herirme y poder volver a la casa de mis abuelos, pero me era imposible el solo hecho de tener que rodar por las escaleras con ya un chichón en la cabeza y un brazo en recuperación.

Ese día estaba sola con mi padre y me limite a ir por algo de desayuno, ya ni siquiera me quitaba el pijama.

-Ya han pasado dos semanas -. Dijo mi padre en cuanto me vio -. Espero que hayas aprendido -. Lo mire pero asentí con la cabeza -. Entiende que solo lo hago por que te amo esta bien -. No quería ponerme a pelear con el después de todo estaba segura de que me levantaría el castigo y no valía la pena hacerlo enojar para que cambiara de opinión.- Desde hoy puedes ir al instituto, pero deberás llevar tu celular siempre  -. Asentí -. Además, no podrás ir a ningún lugar sola -. A sola se refería a no salir sin ninguno de ellos, asentí.

-Esta bien, pero también tengo mis condiciones -. Mi padre me miro.

-No tienes autoridad para poner ninguna condición -. Me enfurecí, creo que el pudo ver eso -. Pero te escuchare.

-Debes dejar que mis amigos vengan a visitarme sin importar quien sea -. Mi  padre rió.

-Esta bien, pero mientras este alguien con tigo, tu madre, tu hermana, alguno de tus tíos, Jacob, o yo. -. Me reí.

-Esta bien.

Nos dimos la mano para cerrar el trato, en la tarde ya todo estaba olvidado, y comimos (bueno Reneesme Jacob y yo lo hicimos) todos juntos mientas esperaba con impaciencia el siguiente día para ver a Zack.

La mañana llego más lento de lo que quería realmente me sentía como alguien esperando salir en libertad de una cárcel.

Cuando por fin llego la mañana mi padre se encontraba a mi lado y me saludo.
Me levante y me bañe (no quería verme mal para él) me demore una hora para estar preparada, llevaba una playera y un chaleco abierto, estaba más que segura que a el le gustaría.

Cuando baje mi padre rió y mi madre también, creo que me había pasado por el perfume, pero ya me encontraba lista para salir.

-Tus abuelos te esta esperando para llevarte al colegio -.

Los mire, parecía que ellos no iban a ir a dejarme, estaba completamente complacida con ello.

Cuando llegue mi abuelo me abrazo, hace mucho que no lo veía y me sentía realmente agradecida al verle.

Cuando llegamos al instituto realmente no había nadie en la entrada, de seguro que había llagado muy atrasada, me despedía de mi abuelo muy rápido y me fui directamente a adentro del instituto.

En la entrada había un gran letrero que decía:

“Suspendidas las clases por huelga de profesores”

Me reí, no sabía que los profesores hacían huelga… pero me pareció una excelente oportunidad para ir a la Push.

Me fui en un taxi que paso mientras iba de camino a pie por la carretera, siempre llevaba algo de efectivo así que no me importo mucho que sus cobros fueran excesivos, me pregunte si mi padre estaría enterado de que no había clases… pero no me importo mucho ya que estaba en la puerta de la casa de Zack.

Pague y me baje del taxi rápidamente mientras me adentraba a la entrada de la pequeña casa de los Clearwaters con la esperanza de que él estuviera hay, me pregunte varía veces si estaría en lo correcto con lo que estaba haciendo y decido que era una buena oportunidad para averiguarlo, después de todo el me había dicho que me esperaría o más bien dicho lo había escrito en la ultima nota que había dejado sobre mi mesa de estudio.

-Cuando toque la puerta se abrió de improviso, estuve esperando que alguien Saliera a recibirme, pero fue en vano.

-Hola la puerta estaba abierta así que… -. Me hele y me paralice cuando en el sillón de la sala estaba Zack con una muchacha en sus brazos, ella parecía estar semi vestida al igual que él.

-¿Quién… -. No tenía nada que hacer hay.

-Lamento interrumpir -. Ambos empezaron a vestirse a mucha velocidad mientras yo salía de hay.

Camine durante mucho rato, creo que mi tía ya podría verme y podría enviar a alguien por mí, pero que pasaría cuando viera que mi rostro estaba lleno de lagrimas y mis manos y rodillas llenas de fango (me había caído cuando salí corriendo), no me dolían las manos, pero sentía como la sangre fluía de ellas.

Como podía hacerme eso, el me dijo “Sabes no creo que intente imprimar todavía” pero entonces recordé las palabras de mi madre también “tienes que tener también en cuenta de que aunque el te ame si imprima no le importara mucho ese amor”. Pude saber que para él dos semanas había sido tiempo suficiente para encontrar a otra mujer, a su mujer.

Camine otro momento cuando sentí la bocina del auto de mi padre, me volteé en cuanto se estaciono a mi lado.

-¿Qué sucedió? -. Tenía los ojos tan rojos, y aun no podía saber yo tampoco por que me afectaba tanto.

-No habían clases -. Sonreí forzadamente.

-Sabes que no me refiero a eso -.

La lluvia por lo menos podía lavar las lágrimas rápidamente antes de que mi padre pudiera darse cuenta o eso era lo que yo esperaba.

-Me caí -. No deje que mi padre me contestara estaba a su lado sujetándome en su cintura fuertemente mientras el acariciaba mi cabeza.

-Tranquila ya estoy aquí -. Estaba segura con él, por lo menos sabía que él no me dejaría jamás.

-Lo siento papá -. Mi padre me miro, pero yo seguía en su pecho frío -. Confié en un hombre que no eras tú y me decepciono -. Mi padre me apretó fuertemente a su cuerpo.

-¿Que te hizo ese maldito perro? -. Me reí.

-No me rompió nada físico si es a lo que te refieres -. Mi padre sonrió-. Solo es que pensé que su imprimación no llegaría tan pronto -. Mi padre se aferro más a mí. -. Mi padre no dijo nada y solo me acaricio la cabeza. -.Sabes tendrás que ir a la fiesta de primavera conmigo -. Mi padre sonrió.

Mientras íbamos de camino mi padre se limito a quedarse callado aunque veía como brotaban las lagrimas de mis ojos cada cierto tiempo y creo que eso le molestaba por que en varias ocasiones golpeo el volante con rudeza, aunque creo que se limito a utilizar sus fuerzas ya que el volante aunque notablemente destruido seguía en su sitió.

Cuando llegamos a casa no fuimos a la casa de mis abuelos como de costumbre, mi padre lavo mis heridas y las curo mientras yo seguía sin reaccionar, después me fui a mi habitación, después de todo ahora no era mi prisión, sino que era mi refugio.
Sentí cuando mi padre llamo a mi madre y le explico que solo me había caído, realmente el no estaba bien, pero tampoco quería preocupar a mi madre. Cuando colgó sonó el teléfono casi instantáneamente.

 “¿Que quieres perro?”… baje y mi padre me miro.

“No, no te acercaras a ella por nada del mundo me has escuchado”

Cortó el teléfono, estaba casi segura que con el que estaba hablando era con Zack, pero no me importo mucho no hablar con él, estaba en pleno proceso de olvido y lo menos que quería en ese momento era el tener que enfrentarme a él.

Ni mi madre, ni mi hermana llegaron, eso era raro, pero me sentía un tanto mejor, por que ya no tendría que explicar y mi padre se limitaba a estar a mi lado sin decir nada.
Cuando me fui a acostar mi padre se quedo a mi lado mientras yo me quedaba dormida, el cuido de mí toda la noche, ya que a la mañana siguiente estaba todavía a mi lado esperando a que despertara.

-¿Mi niña como estas? -. Lo mire y reí.

-Mucho mejor -. El rió.

-¿Lo hechas de menos? -. Me sonroje, claro que lo echaba de menos, pero no quería que lo supiera.

-¿Por qué la pregunta? -. Mi padre rió.

-Por que hablaste de él toda la noche -. No me acordaba de lo que había soñado, pero tampoco sabía que hablaba por las noches.

-¿Hablo dormida? -. Mi padre se rió.

-Siempre lo haces, muchas veces nos has asustado a tu madre y a mí -. Me reí.

Cuando me levante me bañe, después de todo no sabía si habían clases o no.
Baje a tomar desayuno con mi padre, el solo se limito a mirarme mientras yo devoraba el desayuno, realmente tenía hambre.

-No sé si hay clases hoy, pero tampoco quiero ir… -. Mi padre me miro -. Te importaría que repentinamente mi licencia se ampliara por el resto del año y bueno fuera a dar exámenes libre -. Mi padre rió.

-No, pero tienes que enfrentarte a él tarde o temprano, si quieres puedes quedarte hasta que te encuentres preparada, pero no puedes dejar las cosas así -. mi padre siemrep había sido el gran apoyo en todo lo que decidia y el también era a la primera persona a la que acudia por algun problema... solo este ultimo tiempo había estado alejado de él por el hecho de que siemrpe teníamos diferencias de que significaba la palabra protección para mi y para el...

-Si lo sé -. Recordé a mi madre y a Reneesme -. Y mi madre y Reneesme ¿Dónde están? -. Mi padre rió.

-Creo que en la casa de tus abuelos, ellas no querían perturbarte con sus preguntas -. Mi padre rió -. Además iban a comprar cosas para el bebé, a tu abuela le bajo el amor por el niño -. Yo reí.

Ese día fue eterno, pero ya durante la noche mi padre entro con mi computadora a mi habitación.

-Sabes, creo que esto te distraerá -. Me reí.

-Gracias, tenía que desconectarme -. Me dejo la computadora y luego se fue dándome un beso en la mejilla.

Me conecte a mi mail, estuve hay por algunos momentos, la verdad es que mi vida en Internet ya no me parecía tan interesante, hay tenía familiares (como yo le llamaba) a personas que con suerte conocía, ninguno estaba conectado, la mayoría se iba a lugares tan lejanos que pasaban meces de no conectarse, pero hay estaba el, Demian estaba conectado, dude en un primer momento hablar con él, pero realmente me parecía interesante entablar una relación con un vampiro fuera de mi familia.

“hola” -. Espere unos segundos por su respuesta.

“no eres Reneesme, de vuélveme mis fotos” -. Me reí.

“JAJAJAJA, ni lo sueñes”

“por que me mentiste” -. Lo pensé por algunos momentos.

“Por que pensé que tenías algo con Reneesme además de una amistad y me causo curiosidad” -. Espero unos segundos.

“claro que tengo algo más con Reneesme, yo la veo diferente, aunque ella jamás me vera a mi como yo la veo a ella” -. Tenía Razón, mi hermana solo tiene ojos para Jacob.

“pues eso creo” -. Me reí.

“eres la hermana pequeña de Reneesme ¿no es así?” -. Comencé a reír antes de contestar, era muy bueno adivinando.

“si, pero realmente no te interesa, me llamo Helena” -. El se rió.

“claro que me interesa, el olor de tu sangre es realmente interesante, como la fresa en la cima de una torta” -. A que se refería, que yo todavía le parecía apetecible.

“si, pero en todo caso, no creo que me pruebes nunca” -. El rió.

“lo sé, pero realmente me pareció interesante el conocerte, no sentiste nada cuando estuviste cerca de mí” -. Pensé un segundo además de miedo nada más había sentido.

“No, además de estar aterrada por que me mordieras nada más.” -. El se rió.

“eres inmune a los poderes de los vampiros ¿no es así?” -. No sabía que me estaba hablando, pero realmente creía que no, mi padre podía leer mi mente y mi tía Alice ver mi futuro, sin mencionar que mi tio Jasper manejaba mis emociones.

“creo que no, por que” -. El rió.

Mi madre estaba subiendo.

“lo siento debo irme, mi madre llego y no quiero tener problemas”

“no te preocupes Helena, todo esta bien, espero hablar nuevamente contigo”

“claro, en cuanto no este castigada” -. El rió