Pov Bella

Salí corriendo al tejado del pabellón A de nuevo, era el más alto de todos por lo que nadie podía verte.

-        ¿Rendirme? En tus sueños. ¡Te equivocas si `piensas que voy a dejar que me pisotees así! – gritaba sin dejar de llorar – ¿cuantos huevos y harina han gastado en esto? Una familia de 4 miembros podría comer durante 3 semanas enteras – dije mirándome las manos y la ropa – como a estos idiotas les sobra el dinero lo van tirando por ahí cuando otros están muriendo de hambre. ¿Cuántos pancakes podrían hacerse con esto?

Entonces volví a oír  un bostezo, el mismo que la otra vez.

-        Eres realmente ruidosa ¿lo sabías? – dijo mientras avanzaba hacia la puerta – por cierto ¿sabes hacer pancakes?

-        ¿Qué? – me quedé estupefacta– Bueno, solo tienes que mezclar harina, huevos, leche y azúcar, luego fríes la mezcla.

-        Que fácil. – empezó a acercase a mí y se agachó para ponerse a mi altura (no es que yo fuera baja, pero él debía medir dos metros). Empezó a observar mis ropas y mi cara llenas de huevo y harina – espera un momento – sacó un pañuelo de su bolsillo y empezó a limpiar mi cara y ropa y me dio el pañuelo.

-        Pero… es tu pañuelo – repliqué sin fuerzas

-        No lo necesito.

-        Te lo devolveré la próxima vez que venga

-        Ya no voy a venir aquí – cortó tajantemente – me gusta estar tranquilo y aquí ya nunca hay silencio.

Se fue sin que pudiera decirle nada. Me quedé mirando el pañuelo hasta que me di cuenta que se estaba mojando con mis lágrimas. Realmente no sé por qué lloraba, si por lo ocurrido o porqué ya no volvería a encontrarme con Jacob. La idea era devastadora.

Miré hacia el sitio donde se resguardaba para descansar y vi que había una revista de moda donde una modelo muy hermosa (probablemente la chica más hermosa del mundo) salía sonriendo sosteniendo un plato lleno de pancakes.

Tenía que volver a mi pabellón a por mis cosas, si es que quedaba algo. Cuando abrí la taquilla había un oso de peluche dentro y un uniforme nuevo. Le apreté una mano.

-        Lo siento Bella, perdóname… - era la voz de Jane, salía de dentro del peluche – perdóname por ser cobarde, por no poder protegerte como tu hiciste conmigo. Te quiero.

Las dos últimas palabras que dijo me hicieron esbozar una sonrisa e hicieron que mi pena se desvaneciera.

Pov Edward

Los chicos y yo habíamos quedado en uno de los restaurantes franceses más selectos de la ciudad para cenar.

-        Bon apetit – nos dijo la chef.

Jasper le guiñó un ojo y ella sonrió tontamente… Dios mío, ¿había alguna mujer en la faz de la tierra que no hubiera abierto las piernas ante él?

-        ¡Ey, ey, ey! ¿Qué pasa Jazzy? Qué calladito de lo tenías ehh – Exclamó Emmet sintiéndose orgulloso de su amigo.

-        Eres un mujeriego – le dije yo. Empezó a sonar mi teléfono – Disculpadme un momento, ahora vuelvo.

Me aparté de ellos para que no oyeran la conversación.

-        ¿Está todo listo?

-        Si señor Cullen

-        Esta bien, no cometáis ningún  error y hacedlo bien esta vez ¿Entendido? – y colgué.

Pov Bella

Otro dia más en mi particular infierno dentro del propio infierno que me pareció tranquilo dentro de la gravedad, al menos hoy no me habían lanzado huevos. Terminaron las clases y, como no tenía trabajo me fui a correr para despejarme.

Al llegar vi que el circuito estaba lleno de basura.

-        ¿Qué? ¿Qué es todo esto? ¡¡TE ODIO CULLEN!! – grité con todas mis fuerzas.

Pov Edward

No podía parar de reír solo de pensar que cuando viera la pista de atletismo llena de basura se enfurecería, la verdad es que se veía muy hermosa cuando estaba furiosa pero aun así no podía dejarle pasar la humillación a la que me había sometido.

-        Que pasa Eddy, ¿por qué no dejas de sonreír? Llevas toda la tarde así

-        Jajajaja, Jasper… ella debe estar furiosa…

-        ¿Quién?

-        ¿Aun estás con eso? – preguntó Emmet – ¿A caso la chica aún sigue aquí? Y en ese caso, ¿cuánto lleva ya?

-        Lleva más de una semana… hemos perdido ambos la apuesta – contestó Jasper con tristeza.

-        Esa chica tiene algo especial ¿verdad Jazz?

-        Sí, es más, si lo piensas bien creo que es la primera vez que una chica se enfrenta a nosotros. Normalmente lo que quieren es meterse en mi cama

-        Querrás decir en MI cama – le replicó Emmet.

-        Dejaos de estupideces – dije yo – además, precisamente por ser chica estoy siendo suave con ella. Por cierto, ¿dónde se ha metido Jake?

-        Seguramente estará en algún rincón durmiendo. Como siempre.

Pov Bella

Me puse a recoger toda la basura que estaba tirada, no sabría decir cuantas horas estuve haciéndolo pero estaba agotada. Cuando terminé ya oscurecía por lo que fui a cambiarme de ropa al vestuario, ya que estaba sudada.

Ya me había puesto la falda y la camisa del uniforme cuando oí un  ruido tras de mí. Me di la vuelta pero no vi nada

-        Estoy paranoica – pensé

Pero de golpe alguien me tapó la boca y me tiró al suelo situándose encima de mí. Conseguí liberarme golpeándole en el lugar más noble y sagrado para un hombre pero otros dos me agarraron por el cuello y volvieron a tirarme.

-        ¡Socorro! ¡Qué alguien me ayude por favor! – Conseguí gritar.

-        No grites, no vale la pena no hay nadie – dijo uno de los chicos.

-        Y si lo hubiera, nadie te salvaría – concluyó otro.

-        ¡Socorrooooo!

-        Cállate cerda – recibí un puñetazo en el estómago que me dejó sin aire.

-        Tápale la boca ya.

No podía moverme ni gritar, le tenían inmovilizada entre dos y solo podía intentar zafarme intentando golpear al que tenía en frente de mí con los pies.