EN EL AMOR TODO NO VALE (+18)

Autor: Anathole
Género: Romance
Fecha Creación: 21/03/2014
Fecha Actualización: 06/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 39
Comentarios: 101
Visitas: 56468
Capítulos: 39

(No es la tipica historia de amor) Bella es una chica humilde que siempre ha querido pasar desapercibida, no obstante su vida cambia radicalmente cuando gracias a una beca accede al instituto más exclusivo del país. No obstante, no será su vida la única que cambie cuando se tope con Edward, el chico más popular y poderoso del instituto, y su panda de amigos.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de (S.M). Basado en el cómic Hana yori dango, pero con tonos más picantes. Todos humanos.

Éste es mi primer fanfic, por eso lo he hecho basándome en una historia que me gusta y adaptándola a los personajes que tanto amamos.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 9: Tarjeta roja

Pov Edward

 

-        Joder Eddy, eres un pervertido – reía Emmet.

-        ¿Qué? Yo… yo… - me puse rojo.

-        Tranquilo no me importa, la próxima vez si quieres puedes unirte. Aunque creo que te va más ir de mirón.

Me abalancé sobre él para pegarle pero él lejos de atacarme empezó a reírse a carcajadas mirando mi pantalón, tenía una mancha enorme de semen en él. Morí de vergüenza y me metí en mi cuarto a cambiarme (1).

Mientras me cambiaba miré la diana que tenía en el cuarto y tuve un flashback.

FLASHBACK

-        Qué te pasa Edward, llevas toda la tarde tirando dardos sobre la cara de esa pobre chica – dijo Jasper sin apartar la vista de la televisión.

-        Creo que le ha impactado demasiado lo ocurrido con esa – contestó Emmet.

Saqué los dardos de la diana para volverlos a lanzar mientras Jasper venía hacia mí sonriendo.

-        ¿Qué haces con esa cara tan seria? – me preguntó poniendo su mano en mi hombro.

-        No me molestes, estoy pensando en la manera de aplastar completamente  a esa mocosa. – por muy bonita que me pareciera me había desafiado en frente de mis amigos y me había puesto en evidencia. No podía dejarlo pasar.

-        ¿Y por qué te molestas en pensar en ello? Ya sabes lo que debes hacer, lo mismo que has hecho siempre cuando alguien te molestaba – me dijo esbozando una sonrisa.

Mi mente se aclaró y lo vi  - ¡Eres un genio Jas! – le dije sonriente agarrándole por detrás de cuello – Chica maravilla, estás muerta – dije triunfante mientras cogía la pegatina de la diana y la estrujaba en mi mano.

FIN FLASHBACK

 

Pov Bella

 

Había llegado al instituto más pronto que de costumbre para correr y me dirigí al casillero para guardar mi equipo de deporte antes de mi primera clase del día. Cuando la abrí sentí que todo el mundo me miraba en silencio, como si estuvieran esperando algo. Les miré pero no dijeron nada, seguían esperando.

Abrí la puerta y vi que de la parte interior colgaba una tarjeta de color roja con una calavera en el centro.

-        ¡Mirad todos, la chica de los pollos tiene una tarjeta roja! – Chilló alguien detrás de mí y todos empezaron a reírse mirándome. Parecía que se divertían como si fueran a un circo a ver el espectáculo y yo fuera la principal atracción.

-        ¿Qué pasa? ¿Qué es esta tarjeta? – Dije para mí misma – Va firmada con un dibujo de unos colmillos en la parte trasera…

No quise darle más importancia y la tiré en la primera papelera que encontré antes de dirigirme al aula docente donde todos mis compañeros (por llamarlos de algún modo) dejaron de hablar cuando me vieron entrar. Hicieron como que me ignoraban, pero oía sus risitas. En especial de del trío de víboras: Tanya, Irina y Kate.

Me dirigí a mi pupitre, pero no estaba. Había desparecido.

-        ¿Hola? Tierra llamando a Bella – dijo Tanya entre risas – ya puedes seguir buscando tu pupitre que aquí no está. De hecho nunca debiste tener un pupitre aquí.

-        Es verdad, como puede ser que admitan becados en este instituto – siguió Irina

Entonces vi uno de mis libros en el suelo y fui a recogerlo. Estaba todo pintarrajeado con frases del estilo “Muere zorra” “En vez de pollos, tu comes pollas” “Chúpamela” “Este no es tu sitio”.  Todos se reían.

-        Oh si, que maduros que sois… - les dije con indiferencia.

Me agaché a recogerlo pero este se movió. Tenía un hilo de pesca atado y cada vez que quería alcanzarlo se movía.  Las carcajadas se hicieron más sonoras a mi espalda.

Cuando quise darme cuenta había recorrido todo el pabellón siguiendo el libro.

-        Estáis todos muertos – pensé- lo haré con mis propias manos.

Logré alcanzar el libro cuando delante de mí encontré también mi pupitre que no estaba en mucho mejor aspecto que el libro. Aquí habían escrito, entre otras lindezas, “vete a tomar por culo”, “puta”, “tu madre folla mejor que tú”.  A mi espalda seguían riéndose los estudiantes, que al parecer no tenían nada mejor que hacer.

-        ¿Quién fue? Si tenéis algo que decirme me lo decís a la cara. Esto solo demuestra que sois unos inmaduros y unos cobardes.

De pronto, algo impactó contra mi cabeza y se estrelló en ella. Lo toqué y me di cuenta que era un huevo. A este le siguieron otros más, por lo que sólo pude cubrirme la cara. Recordé una conversación con mi padre:

-        Cuida de este uniforme como si te fuera la vida en ello, vigila cuando te sientes, cuando comas, cuando bebas. No tenemos dinero para comprar uno nuevo, por ello hay que tratarlo y mimarlo como se merece.

-        Papá deberías ir a descansar, es muy tarde y además luego te dolerá el brazo. Yo lo plancharé no te preocupes.

-        Este es el uniforme de mi hija. ¿Cómo va a dolerme el brazo? Me duele el pecho de lo orgulloso que estoy de ti – insistía esbozando la más enorme de las sonrisas.

Me sentí fatal. Como una mierda. Toda su felicidad y esfuerzos puestos en mí se iban al garete. Las lágrimas caían sin control.

-        ¿Ya está? ¿Esto es todo lo que tenéis para mí? – les dije intentando que sonara desafiante, pero las emociones me delataban.

Siguieron lanzándome más huevos y finalmente desde el piso superior me lanzaron un cubo de harina.

-        Jajajajaja, ya no eres la chica de los pollos, directamente eres un pollo rebozado – Dijo Tanya triunfadora.

No pude articular palabra. Una espiral de emociones en mi corazón evitaba que pudiera moverme.

-        Si, solo falta aceite y podemos freírla – siguió Kate entre carcajadas.

Miré al frente y vi que algunos estaban grabándolo con sus teléfonos y cámaras. Eso no me dolió, lo que me dolió fue ver a Jane al final del todo, entre la muchedumbre. Estaba aguantando las lágrimas.

-        Lo siento mucho – leí en sus labios antes que rompiera a llorar y saliera corriendo.

 

Pov Edward.

-        Bueno, entonces ya está ¿no? Todo arreglado, todos contentos ya hemos llegado al final.

-        No no, no te equivoques Jas. Esto terminará cuando venga a mi rogando piedad de rodillas - indiqué- además, una vez has despertado al zorro ya no tienes ninguna posibilidad.

-        ¿No querrás decir león? – dijo Emmet riendo – Tampoco creo que aguante mucho. Le doy una semana máxima.

-        No durará ni 3 días ¿quieres apostar? – Le desafió Jasper

-        Está bien, si yo gano tendrás que regalarme ese jarrón de estilo japonés que presentaste en tu última exhibición.

-        Pero si no distingues un jarrón de una botella de agua ¿por qué te interesa tanto?

-        Bueno, hay una chica que se me resiste y es muy fan tuya. Así que creo que podré conquistarla si se lo regalo.

-        Está bien. Si gano yo me darás el teléfono de esta fan tuya y me la cederás.

-        Qué remedio…

-        Chicos, callaos ya. Vendrá de un momento a otro – les dije, realmente me molestaba que hablaran de mujeres como si fueran una propiedad que se puede comprar o regalar. Me giré hacia la puerta del salón y empecé a contar – cinco, tres, dos, uno, ¡tachán! – pero no apareció.

-        Edward, te has dejado el cuatro.

-        Claro claro, es cierto. Tendré que volver a contar.  Cinco…. Cuatro… Tresss… - Cada vez contaba más lento al ver que no aparecía – Dooos…  Uno… - y no apareció.

Jas y Emmet se echaron a reír.

-        ¿¿¡¡ PERO DÓNDE SE HA METIDO ESTA CHICA¡¡?? – Estaba furioso.

Capítulo 8: El significado de la palabra amistad Capítulo 10: Mi infierno, dentro del propio infierno

 
14443642 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios