POV BELLA
- ¿A que no puedes alcanzarme? – reté a Edward esprintando.
- Nadie puede ganar al Gran Edward Cullen – proclamó esbozando una sonrisa torcida, muy similar a la de Jacob pero esta era especial…
En un abrir y cerrar de ojos me adelantó y paró frente a mí, me decidí a derribarlo como si jugara al Rugby. Caímos al suelo y empezamos a reír, se sentía tan bien…
- Bella, lo siento – dijo Edward acariciando mi cara mientras me miraba dulcemente.
- ¿Por qué? – pregunté extrañada sin dejar de mirarle los ojos.
- Por todo lo que te he hecho… - me besó en la frente.
Entendí a lo que se refería de inmediato y me levanté rápidamente.
- Ya hablamos de esto Cullen, no puedo… No sabes… no…
- Shhh Bella, por favor no llores – suplicó – no debí permitirlo… yo nunca quise eso para ti, ni para nadie.
- Yo solo sé lo que pasó y lo que me dijeron – los recuerdos pasaron por mi cabeza.
- Haré que confíes en mi – me dijo cogiéndome de la mano – cuidaré de ti y te protegeré – la besó con ternura- vamos, conozco un bar aquí cerca.
Me llevó a un local de moda que había visto en revistas. Al entrar habló con el que parecía que llevaba el negocio y el local se vació.
- Mucho mejor, odio que la gente me moleste…
- ¿Has echado a toda la gente? – pregunté con sorpresa
- Digamos que he alquilado el local para los dos… Ahora ya puedes llorar o gritar. Si quieres puedes pegarle a los muebles ¿O prefieres que contrate a alguien a quien puedas pegar?
- ¿Por qué debería hacer eso?
- Por Jake y Nessy – me dijo sin mirarme a los ojos, con cierto tono de tristeza en su voz – por lo que viste…
- ¿Qué? Por dios… ¡no! – le dije con una sonrisa fingida – Además, alguien como yo no puede compararse con Renesmeé… No soy bonita. Tampoco inteligente. Además vengo de familia pobre – no podía disimular mi tristeza.
- Y tu figura es mediocre además de tener un carácter de perros – le fulminé con la mirada- ¿Qué? ¿A caso es mentira? No soy yo quien va dando patadas voladoras a la gente – una sonrisa asomó en mis labios por unos segundos.
- ¿Ves lo que te decía? – intenté quitarle hierro al asunto.
- A pesar de todo eso - continuó Edward – tienes también muchas cosas buenas – dijo agarrándome la mano con dulzura, pero de nuevo mirando al frente – Seguro que si Jacob te hubiera conocido a ti antes que a Nessy definitivamente le hubieras gustado.
- ¿Tú crees?
- A pesar de lo que tú indicas que son defectos, tú eres la primera mujer que llama la atención de Edward Cullen– dijo de pronto mirándome a los ojos.
Sentí que mi corazón se aceleraba, pasaron unos segundos que parecían minutos mirándonos a los ojos mientras sentía que me sofocaba. De pronto me soltó la mano y se levantó.
- Yo… creo que voy a ir al baño… - dijo muy nervioso.
Cuando se fue, me di cuenta que no estaba respirando así que al hacerlo empecé a hiperventilar… Me sentía totalmente sofocada por lo que alcancé una botella transparente que estaba enfrente de mí y me serví y bebí varias copas.
POV EDWARD
Entré y me refresqué varias veces la cara con agua fría.
- Bufffff… - bufé – Es tarde para arrepentirse – me dije a mi mismo con una sonrisa en la boca.
Volví y vi que Bella estaba aguantando su cabeza con ambas manos, como si estuviera con sueño.
- Eh plebeya – le dije dándole ligeros toques en su hombro - ¿Qué le pasa? – pregunté al camarero al no recibir respuesta por su parte.
- Bueno señor… es por eso… - contestó señalando una botella medio vacía. La agarré y me la acerqué a la nariz. Apestaba a tequila que podría resucitar a un muerto - ¿Se ha bebido lo que falta?
- Si señor…
Dios mío, esta chica es increíble – pensé
- Oye, ¡OYE MUJER! ¡DESPIERTA! – le grité sacudiéndola por los hombros.
- Sí, soy una mujer ¿y qué? – dios no… no me apetecía una conversación con alguien bebido y menos si era Bella – Sé que la situación de mi familia, mi apariencia física y mi cerebro no sirven, pero aun así sigo siendo una mujer – ahora Bella era una filósofa griega… aunque empezaba a divertirme viéndola gesticular con las manos – ¿eres un bastardo lo sabias?
- ¿Qué? ¿Y encima me insultas?
- Tú no sabes todo lo que tenemos que pasar la otra mitad del mundo… si tan sólo supieras lo que tengo que soportar… Soy una perdedora en una escuela a la que no pertenezco y donde me hacen la vida imposible, tengo un trabajo a tiempo parcial en un restaurant y con las justas cubre mis gastos… Mi padre siempre se mete en problemas con apuestas ilegales… A demás tengo que mantener mis marcas en atletismo para seguir becada… No tengo tiempo para una relación amorosa, para sentirme mujer – se lamentaba.
- Eres toda una Gangster…
- Estoy muy triste Edward, muy muy triste… - se puso en frente mío y me abrazó – eres un bastardo –dijo apartándose e intentándome pegar sin éxito– te odio… eres mi enemigo… - reía – de acuerdo… aceptaré tu rendición porque quiero… lo dejamos en un 50%.
- Muchas gracias – le dije sonriente
- No, gracias a ti Edward por salvarme hoy. En verdad no tengo nada para darte por lo que te daré… - dijo acercándose de nuevo, pero esta vez agarró mi cara dulcemente.
Cerró los labios mientras se acercaba más y más a los míos… olía el perfume de su champú de fresas... sus brazos cayeron de golpe y vi que se tambaleaba, la sujeté.
- Lo siento… - me dijo con dificultad
- ¿Lo sientes? ¿Por qué? – y me vomitó encima del traje…
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