EN EL AMOR TODO NO VALE (+18)

Autor: Anathole
Género: Romance
Fecha Creación: 21/03/2014
Fecha Actualización: 06/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 39
Comentarios: 101
Visitas: 56461
Capítulos: 39

(No es la tipica historia de amor) Bella es una chica humilde que siempre ha querido pasar desapercibida, no obstante su vida cambia radicalmente cuando gracias a una beca accede al instituto más exclusivo del país. No obstante, no será su vida la única que cambie cuando se tope con Edward, el chico más popular y poderoso del instituto, y su panda de amigos.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de (S.M). Basado en el cómic Hana yori dango, pero con tonos más picantes. Todos humanos.

Éste es mi primer fanfic, por eso lo he hecho basándome en una historia que me gusta y adaptándola a los personajes que tanto amamos.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 24: Tequila

POV BELLA

 

-        ¿A que no puedes alcanzarme? – reté a Edward esprintando.

-        Nadie puede ganar al Gran Edward Cullen – proclamó esbozando una sonrisa torcida, muy similar a la de Jacob pero esta era especial…

En un abrir y cerrar de ojos me adelantó y paró frente a mí, me decidí a derribarlo como si jugara al Rugby. Caímos al suelo y empezamos a reír, se sentía tan bien…

-        Bella, lo siento – dijo Edward acariciando mi cara mientras me miraba dulcemente.

-        ¿Por qué? – pregunté extrañada  sin dejar de mirarle los ojos.

-        Por todo lo que te he hecho… - me besó en la frente.

Entendí a lo que se refería de inmediato y me levanté rápidamente.

-        Ya hablamos de esto Cullen, no puedo… No sabes… no…

-        Shhh Bella, por favor no llores – suplicó – no debí permitirlo… yo nunca quise eso para ti, ni para nadie.

-        Yo solo sé lo que pasó y lo que me dijeron – los recuerdos  pasaron por mi cabeza.

-        Haré que confíes en mi – me dijo cogiéndome de la mano – cuidaré de ti y te protegeré – la besó con ternura- vamos, conozco un bar aquí cerca.

Me llevó a un local de moda que había visto en revistas. Al entrar habló con el que parecía que llevaba el negocio y el local se vació.

-        Mucho mejor, odio que la gente me moleste…

-        ¿Has echado a toda la gente? – pregunté con sorpresa

-        Digamos que he alquilado el local para los dos… Ahora ya puedes llorar  o gritar. Si quieres puedes pegarle a los muebles ¿O prefieres que contrate a alguien a quien puedas pegar?

-        ¿Por qué debería hacer eso?

-        Por Jake y Nessy – me dijo sin mirarme a los ojos, con cierto tono de tristeza  en su voz – por lo que viste…

-        ¿Qué? Por dios… ¡no! – le dije con una sonrisa fingida – Además, alguien como yo no puede compararse con Renesmeé… No soy bonita. Tampoco inteligente. Además vengo de familia pobre – no podía disimular mi tristeza.

-        Y tu figura es mediocre además de tener un carácter de perros – le fulminé con la mirada- ¿Qué? ¿A caso es mentira? No soy yo quien va dando patadas voladoras a la gente – una sonrisa asomó en mis labios por unos segundos.

-        ¿Ves lo que te decía? – intenté quitarle hierro al asunto.

-        A pesar de todo eso - continuó Edward – tienes también muchas cosas buenas – dijo agarrándome la mano con dulzura, pero de nuevo mirando al frente – Seguro que si Jacob te hubiera conocido a ti antes que a Nessy definitivamente le hubieras gustado.

-        ¿Tú crees?

-        A pesar de lo que tú indicas que son defectos, tú eres la primera mujer que llama la atención de Edward Cullen– dijo de pronto mirándome a los ojos.

Sentí que mi corazón se aceleraba, pasaron unos segundos que parecían minutos mirándonos a los ojos mientras sentía que me sofocaba. De pronto me soltó la mano y se levantó.

-        Yo… creo que voy a ir al baño… - dijo muy nervioso.

Cuando se fue, me di cuenta que no estaba respirando así que al hacerlo empecé a hiperventilar… Me sentía totalmente sofocada por lo que alcancé una botella transparente que estaba enfrente de mí y me serví y bebí varias copas.

 

POV EDWARD

 

Entré y me refresqué varias veces la cara con agua fría.  

-        Bufffff… - bufé – Es tarde para arrepentirse – me dije a mi mismo con una sonrisa en la boca.

Volví y vi que Bella estaba aguantando su cabeza con ambas manos, como si estuviera con sueño.

-        Eh plebeya – le dije dándole ligeros toques en su hombro - ¿Qué le pasa? – pregunté al camarero al no recibir respuesta por su parte.

-        Bueno señor… es por eso… - contestó señalando una botella medio vacía. La agarré y me la acerqué a la nariz. Apestaba a tequila que podría resucitar a un muerto - ¿Se ha bebido lo que falta?

-        Si señor…

Dios mío, esta chica es increíble – pensé

-        Oye, ¡OYE MUJER! ¡DESPIERTA! – le grité sacudiéndola por los hombros.

-        Sí, soy una mujer ¿y qué? – dios no… no me apetecía una conversación con alguien bebido y menos si era Bella – Sé que la situación de mi familia, mi apariencia física y mi cerebro no sirven, pero aun así sigo siendo una mujer – ahora Bella era una filósofa griega… aunque empezaba a divertirme viéndola gesticular con las manos – ¿eres un bastardo lo sabias?

-        ¿Qué? ¿Y encima me insultas?

-        Tú no sabes todo lo que tenemos que pasar la otra mitad del mundo… si tan sólo supieras lo que tengo que soportar… Soy una perdedora en una escuela a la que no pertenezco y donde me hacen la vida imposible, tengo un trabajo a tiempo parcial en un restaurant y con las justas cubre mis gastos… Mi padre siempre se mete en problemas con apuestas ilegales… A demás tengo que mantener mis marcas en atletismo para seguir becada… No tengo tiempo para una relación amorosa, para sentirme mujer – se lamentaba.

-        Eres toda una Gangster…

-        Estoy muy triste Edward, muy muy triste… - se puso en frente mío y me abrazó – eres un bastardo –dijo apartándose e intentándome pegar sin éxito– te odio… eres mi enemigo… - reía – de acuerdo… aceptaré tu rendición porque quiero… lo dejamos en un 50%.

-        Muchas gracias – le dije sonriente

-        No, gracias a ti Edward por salvarme hoy. En verdad no tengo nada para darte por lo que te daré… - dijo acercándose de nuevo, pero esta vez agarró mi cara dulcemente.

Cerró los labios mientras se acercaba más y más a los míos… olía el perfume de su champú de fresas... sus brazos cayeron de golpe y vi que se tambaleaba, la sujeté.

-        Lo siento… - me dijo con dificultad

-        ¿Lo sientes? ¿Por qué? – y me vomitó encima del traje… 

Capítulo 23: La fiesta del corazón roto Capítulo 25: La Bruja

 
14443584 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios