EN EL AMOR TODO NO VALE (+18)

Autor: Anathole
Género: Romance
Fecha Creación: 21/03/2014
Fecha Actualización: 06/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 39
Comentarios: 101
Visitas: 56447
Capítulos: 39

(No es la tipica historia de amor) Bella es una chica humilde que siempre ha querido pasar desapercibida, no obstante su vida cambia radicalmente cuando gracias a una beca accede al instituto más exclusivo del país. No obstante, no será su vida la única que cambie cuando se tope con Edward, el chico más popular y poderoso del instituto, y su panda de amigos.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de (S.M). Basado en el cómic Hana yori dango, pero con tonos más picantes. Todos humanos.

Éste es mi primer fanfic, por eso lo he hecho basándome en una historia que me gusta y adaptándola a los personajes que tanto amamos.

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Capítulo 26: Ruegos

POV BELLA

 

Dios mío… tengo que salir de aquí – pensé cuando entonces una figura familiar entró por la puerta:

-        Señora Presidenta, los invitados la esperan - ¿Garrett? Creía estar soñando.

-        Está bien, Edward baja y toma tu lugar. Vosotros haced lo que os venga en gana.

Garrett y yo intercambiamos miradas de asombro, supongo que nuestra tapadera estaba descubierta… él y Edward también intercambiaron miradas, definitivamente estábamos sentenciados.

Segundos después, mi mente se iluminó. Si para Garrett su “señora” era Esme… Edward sería el “joven señor”. ¡Edward decía la verdad! O al menos la media verdad. Fue él quien me mandó al hospital cuando se enteró de lo ocurrido. ¿Por qué no me dijo nada? Tenía tantas preguntas sin respuesta en mi cabeza…

-        Vámonos Garrett, no me gusta que la gente curiosee en mi casa… - me miró a mí.

-        Si señora, permítame primero ir al servicio a asearme un poco. Ahora la alcanzo.

Esme le miró con desaprobación pero asintió finalmente… ¿De verdad tenía que pedir permiso para ir al baño? En fin…

Edward y los chicos se levantaron y se despidieron de mí

-        En 10 minutos te rescatamos – me susurró Jacob al oído. Sólo pude asentir.

Pasaron 10, 15, 20 minutos… no vino nadie. Me asomé a la puerta y vi a Garrett y a Edward discutiendo muy acaloradamente de golpe se giraron y me miraron. Cerré rápidamente la puerta y me sonrojé, me habían pillado infraganti cotilleando. ¡Qué vergüenza!

Abrieron la puerta, era Garrett con una gran sonrisa. Vino y me abrazó.

-        Hola Bella, siento lo de hace un momento.

-        No, yo lo siento. No debí estar escuchando pero nadie vino a por mí.

-        No te preocupes de nada, voy a sacarte yo mismo por el jardín ahora que Esme está muy entretenida con los invitados.

-        Garrett yo… - no sabía cómo empezar… tenia tantas dudas respecto a la noche que nos conocimos.

-        Sé lo que quieres preguntarme Bella, pero déjame preguntarte una cosa antes.

-        Adelante – le dije no muy convencida

-        ¿Por qué no se lo preguntas al joven Edward? Él tiene todas las respuestas, incluso a algunas que yo no podré responderte.

-        Si… pero… - la idea de platicar con Edward a solas me daba miedo. No por las respuestas que pudiera darme, sino por lo ocurrido en la noche anterior.

-        Nada de peros… Vámonos.

 

Me agarró del brazo y me sacó de la casa lo más pronto que pudo sorteando a los hombres de seguridad, parecían los Men In Black. Al otro lado del Jardín me esperaba una moto, se levantó la visera del casco y vi que era Jacob sonriéndome.

-        Sube, te llevo a casa – dijo entregándome un casco para mí. Solo pude asentir y subir – ¡Agárrate fuerte! – no me dio tiempo a responder, ya había arrancado y alcanzado los 130 km/h.

Durante el trayecto aproveché más de lo que debía para estar abrazada a él; su olor, su respiración… incluso podía oír su corazón palpitar tan rápido como las alas de un colibrí… La adrenalina parecía lo suyo. Finalmente me dejó en casa, mis padres no dijeron nada lo que me pareció extraño ya que no todos los días una hija desaparece y no vuelve. Pero no le di más importancia.

Más tarde descubrí que Alice había cubierto mi escapada, según ella tuvo un pálpito y sabía que estaría bien y en manos de “los fríos”. Bromeamos acerca de sus dotes como adivina (o vidente) pero realmente su intuición nunca le falló.

Antes de dormirme, recordé las últimas palabras que crucé con Edward antes de que llegaran los chicos.

FLASHBACK

-        Gracias Edward

-        ¿Qué? – dijo sonriendo – No te he oído

-        Dije gracias

-        Sigo sin oírte Isabella - ¿Isabella? Nadie me llamaba así desde hacía mucho tiempo y oírlo de sus labios… ¿Me gustó?

-        Ya no lo repito más – le dije simulando enfado.

-        Eres muy orgullosa para ser pobre… deberías ser más humilde

-        Qué tendrá que ver una cosa con la otra… ¿Sabes qué? ¡Me retracto! No sé ni qué estaba pensando – dije esta vez enfadada de verdad – pensé que habías cambiado, pero veo que no es así. – me di la vuelta para irme.

-        Eh plebeya, espera – me dijo agarrándome del brazo.

-        ¡QUÉ!

Entonces noté el roce y la humedad de sus labios en mi mejilla, empecé a sonrojarme al instante. Segundos después posó su mentón sobre mi cabeza fundiéndome en un abrazo que (aun no sé por qué) le correspondí.

-        No bebas cuando yo no esté ¿De acuerdo?

No pude responderle, no sabía que responderle.

FIN FLASHBACK

Mi corazón se aceleró… Él realmente se había preocupado por mí, siempre. No entendía por qué, fue él quien puso la tarjeta roja, el que me molestaba con bromas pesadas, el que mandó a… Sacudí mi cabeza y me di la vuelta en la cama abrazando el muñeco que Jane me había regalado.

 

Al día siguiente, en clases fue todo normal. Como todos los días Jane pasaba por mí e íbamos juntas riendo. Durante el descanso fui a buscar a Jake, quería agradecerle lo que había hecho por mí el día anterior.

En nuestro tejado no estaba, por lo que me dirigí al bosque. Allí estaba con su violín, tocando la misma melodía de siempre, solo que en tonos más bajos. Estuve varios minutos mirando y me percaté que varias lágrimas que brillaban a la luz del sol bajaban por sus mejillas.

En pocos segundos, me di cuenta que yo también lloraba… No soportaba verle así, que no fuera feliz… quería ver su sonrisa. La que recordaba todos los días antes de cerrar los ojos y al abrirlos con la luz del día. Quería mirar sus hermosos ojos sin que contuvieran pena, quería abrazarle y quitarle los malos sentimientos, quería…

Me enfadé conmigo misma por mis pensamientos egoístas: él estaba enamorado de Nessy y ella se iba, y yo parecía dispuesta a recoger los restos que ella dejaba.

-        Bella eres mejor que eso – me dije a mi misma en voz baja mientras entraba en el pabellón de deportes.

-        ¿Mejor que qué? – Respondió una voz femenina detrás de mí. Me di la vuelta y allí estaba Nessy.

-        ¡Nessy! Qué sorpresa ¿has venido a ver a los chicos?

-        No, vine a verte a ti – dijo tocándome la punta de la nariz con mi dedo índice – quería hablar contigo antes de irme.

-        ¿De verdad no regresarás? ¿Cuándo marchas?

-        Me voy mañana, y no regresaré. Al menos no está en mis planes.

-        ¿Tan pronto?

-        ¿Tantas preguntas? – dijo sonriendo – Si, ya he terminado todas las gestiones para  instalarme en París. Nada me retiene.

-        Pero… Ni siquiera he tenido tiempo de darte las gracias por lo que has hecho por mí – lo dije de corazón, aunque ella fuera la dueña del corazón de Jacob y eso me fastidiara, siempre se portó bien conmigo – Pensé que podríamos ser grandes amigas.

-        Bella para, si sigues no podré decirte lo que vine a decir – nos quedamos en silencio un par de segundos hasta que ella cogió aire y continuó - ¿Sabes?, desde el momento en que te vi, en que vi como te miraba, supe que eras tú la persona de la que Jacob hablaba mientras sonreía – se le llenaron los ojos de lágrimas.

-        Nessy… yo…

-        ¿Qué ocurre Bella?

Mi cuerpo y mi corazón respondían a una sola idea, ella podía hacer feliz a Jacob…hacerle sonreír. Me arrodillé ante ella.

-        ¿Bella que haces? – dijo Nessy intentando levantarme, vio las lágrimas en mis ojos y se quedó de rodillas delante de mi mirándome a los ojos.

-        Sabes que te admiro. Te admiro y soy tu fan desde hace mucho más tiempo del que podría admitir. Por eso sé mejor que nadie porqué tomaste esta decisión y quiero apoyarte. Pero… - intenté limpiar mis lágrimas con la manga del uniforme – Te lo ruego… por favor, no te vayas…

-        Por favor Bella, levántate – dijo haciendo ademán de levantarnos a las dos.

-        No, quiero terminar… - continué – sé muy bien que no tengo ningún derecho a pedirte esto y mucho menos tienes motivos para concedérmelo, pero si no lo intento…

-        ¿Me lo pides por Jacob, verdad?

-        Yo… no sé mucho sobre Jacob, pero sé que le importas mucho. Por alguna razón que desconozco, veo un fondo triste en sus ojos; pero contigo, él sonríe. Sonría tan cálidamente que puede derretir el corazón de cualquier persona que lo mire; la única perdona que puede hacerlo sonreír así eres tú. Si te vas así, Jacob quizás nunca pueda sonreír de nuevo.

-        Bella – dijo Nessy después de carraspear y secar sus lágrimas – Hay oportunidades que solo pasan una vez en la vida. Si no lo tomo ahora, no habrá segunda oportunidad para mí. No quiero arrepentirme por no haber sido capaz de tomar y mantener una decisión. Ya lo hice una vez y solo obtuve dolor – hizo una pausa - Para mí, Jacob es una persona muy importante, y creo que yo también lo soy para él; es por eso que no creo que él quisiera verme retractándome de mi decisión.

-        Lo siento si te has sentido mal por mis palabras… - le dije avergonzada.

-        No Bella – me besó la frente – estoy muy contenta que me hayas dicho esto. Sé que en ti tengo una gran amiga, y debo darte las gracias por ello –se dio la vuelta y sacó unos zapatos de una bolsa – te traje un regalo...

-        ¿Para mí?

-        Claro, como te dije, los zapatos son lo más importante para una dama. Rezaré para que te lleven a grandes lugares – esbozó una gran sonrisa en su cara que me contagió – pero a cambio debes prometerme que harás que Jacob sonría de nuevo.

-        Lo intentaré.

POV JACOB

Empezó a caer la noche y a hacer un poco de frio.  Me dirigí al salón a recoger mis pertenencias para irme cuando un coche me llamó la atención. Era el de Renesmee y estaba aparcado delante del pabellón de deportes.

Desde cuando son tan amigas – pensé. Me dirigí hacia allí, aprovechando que Nessy estaba aquí la invitaría a cenar. Al aproximarme oí la conversación que tenían:

-        Nessy… yo…

-        ¿Qué ocurre Bella?

Me asomé y vi como Bella se había arrodillado ante ella

-        ¿Bella que haces? – dijo Nessy que al agacharse quedó a su misma altura.

-        Sabes que te admiro. Te admiro y soy tu fan desde hace mucho más tiempo del que podría admitir. Por eso sé mejor que nadie porqué tomaste esta decisión y quiero apoyarte. Pero… Te lo ruego… por favor, no te vayas…

-        Por favor Bella, levántate – le rogó Nessy.

-        No, quiero terminar… sé muy bien que no tengo ningún derecho a pedirte esto y mucho menos tienes motivos para concedérmelo, pero si no lo intento…

-        ¿Me lo pides por Jacob, verdad?

Eso me dejó estático.

-        Yo… no sé mucho sobre Jacob, pero sé que le importas mucho. Por alguna razón que desconozco, veo un fondo triste en sus ojos; pero contigo, él sonríe. Sonría tan cálidamente que puede derretir el corazón de cualquier persona que lo mire; la única perdona que puede hacerlo sonreír así eres tú. Si te vas así, Jacob quizás nunca pueda sonreír de nuevo.

Bella estaba rogándole a Renesmee que no me abandonara… ¿Por qué? ¿Con qué derecho? No podía seguir escuchando desde las sobras y decidí irme. Mientras avanzaba a la salida me iba enfureciendo más.

 

 

 

Capítulo 25: La Bruja Capítulo 27: Despedidas

 
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