EN EL AMOR TODO NO VALE (+18)

Autor: Anathole
Género: Romance
Fecha Creación: 21/03/2014
Fecha Actualización: 06/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 39
Comentarios: 101
Visitas: 56433
Capítulos: 39

(No es la tipica historia de amor) Bella es una chica humilde que siempre ha querido pasar desapercibida, no obstante su vida cambia radicalmente cuando gracias a una beca accede al instituto más exclusivo del país. No obstante, no será su vida la única que cambie cuando se tope con Edward, el chico más popular y poderoso del instituto, y su panda de amigos.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de (S.M). Basado en el cómic Hana yori dango, pero con tonos más picantes. Todos humanos.

Éste es mi primer fanfic, por eso lo he hecho basándome en una historia que me gusta y adaptándola a los personajes que tanto amamos.

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Capítulo 29: ¡No somos novios!

Le dedico este capitulo a INGRIDCULLEN, que lo está pasando mal en estos momentos. Aquí tienes a una amiga si la necesitas.

También a Nicolle, que me ha enviado un e-mail que me ha alentado a escribir hoy este capitulo (no lo he leido hasta esta tarde).

 

 

POV BELLA

No podía creerlo… Reneé Swan, la mujer más íntegra y luchadora se había dejado comprar por Edward Cullen. Además parecía muy feliz por ello.

Me fui a mi cuarto y reflexioné sobre lo ocurrido la pasada noche… Edward me besó, aunque no fuera en los labios paro lo hizo. Y ¿Me gustó?

No, no es posible. Fue la circunstancia la que actuó no yo. En mi corazón no había sitio para nadie, ya estaba ocupado por Jacob. Le echaba tanto de menos… Me consolaba saber que él estaría con Nessy y ambos serían felices. Quizás algún día volverían y…

A quien quería engañar… esto no era suficiente para mí, si volvían juntos y me restregaban su amor destrozarían mi corazón.

Fui al baño y me lavé la cara, no había tiempo para estupideces, tenía que vestir mi uniforme e ir a la escuela. Esta vez Jane no pasó por mí, la llamé a su celular desde mi casa pero salía el buzón de voz.

Cogí mi bicicleta i fui tranquilamente hacia el instituto. Al llegar la gente me miraba y me saludaba con demasiada amabilidad…

-        Hola Bellaaaaa – me saludaba una chica que nunca había visto antes

-        Hola Isabella – otra igual

-        ¡Bella! – dijo la primera agarrándome del brazo – Hoy es mi cumpleaños, por favor ven a mi fiesta.

-        No no no – dijo otra que me agarró por el otro brazo – tienes que venir conmigo al spa de mi padre, lo pasaremos muy bien.

-        Chicas… Sois muy amables – les dije intentando zafarme – pero soy una chica muy ocupada.

-        Si, nuestra querida Bella es una chica muy ocupada – oí que Irina decía con maldad. Pasé completamente de ella.

Lamentablemente cada vez tenía más gente adulándome, invitándome a eventos ofreciéndome refrescos y comida…

-        Muchas gracias a todos, sois muy amables pero de verdad que tengo prisa – salí corriendo de allí y aunque había recorrido varios metros noté que me seguían.

Me metí en el edificio principal y al llegar fue más de lo mismo. Vi a Jane y la llamé, de hecho le pedí socorro. Ella me agarró y me llevó a la terraza.

-        Bella, me mentiste – me dijo con lágrimas en los ojos.

-        ¿Qué? No sé a qué te refieres

-        Si lo sabes, te pregunté si tenías una cita con Edward y me mentiste en la cara. Me dijiste que yo era lo más importante para ti.

-        Jane verás… No fue una cita, nos encontramos y tomamos un té – me dolió contarle “media” verdad.

-        ¿Así? ¿Y cómo explicas esto? – me dijo poniendo el periódico del instituto en la cara.

Pude leer el titular “Isabella y Edward, ¿amor verdadero?” y en la portada había una foto de ambos de esta mañana, cuando habíamos hablado antes de irme.

-        Esto no es todo – siguió Jane. Me enseñó un SMS que ponía “Bella y Edward están juntos oficialmente” – creo que tengo suficientes pruebas en tu contra Swan…

-        No Jane, esto es un malentendido… Hablaré con Edward y le pediré que lo desmienta ahora mismo.

-        ¿De veras no estás con él?

-        Por supuesto, como podría yo estar con – no pude terminar la frase, Jane me había abrazado y le caían lágrimas.

No entendí por qué le importaba tanto si salía o no con Edward, aunque realmente nunca le conocí más amigas o amigos que yo. Quizás pensó que la abandonaría.

Bajamos juntas cogidas de la mano, riéndonos y bromeando. Al llegar de nuevo al hall, vi que Edward estaba allí viendo el tablón principal donde habían colgado la noticia en tamaño pancarta.

-        ¿Es cierto Edward? – le preguntaba Jasper

-        No, no lo es – me apresuré a decir yo – no es lo que pensáis todos. Puedo explicarlo

-        Si – dijo Edward – es cierto – vino y me abrazó por el hombro aparándome de Jane. Vi como sus ojos se volvían llorosos.

-        ¡No, no lo es, no es verdad! - Chillé, pero no valió de nada porqué Edward me arrastró fuera del tumulto.

-        Edward, ¿de qué vas? Por qué vas diciendo esas cosas… luego será más difícil desmentirlo – le dije

-        ¿Qué pasa? ¿Te avergüenzas de haber pasado la noche conmigo? – me dijo serio

-        Wow wow wowwww chicos – oí la voz de Emmet de fondo – creo que vais muy rápido  en vuestra relación.

-        No hay un “nuestra” – le dije.

-        Sin compromiso ¿eh? – rio Emmet

-        Pensad lo que queráis. Voy a clase, tengo que hablar con Jane.

-        Esa Jane no me gusta Bella –dijo de repente Jasper – no sé por qué, pero no me gusta.

-        Mejor – le dije desafiante – me tiene que gustar a mí, no a ti – sentencié antes de ir a clase.

Las clases pasaron con relativa normalidad, relativa porque Jane no me habló durante las 3 primeras horas. Luego en el desayuno desapareció y no volvió a clases. Al salir de clase fui a su casa (ya que no tenía turno) a ver si estaba bien. Al llegar, una mujer muy hermosa me abrió la puerta, me quedé muda.

-        ¿Sí? ¿Qué desea señorita?

-        Mmmmm ¿está Jane? Soy su amiga…

-        ¿Bella Swan verdad? – me interrumpió – pasa está en la cama, se encontraba indispuesta.

Me dirigió hacia su habitación. Al entrar, Jane se levantó de golpe.

-        Hola Jane, no quiero molestarte… pero BeJa quiere hablar contigo.

-        ¿BeJa? – me preguntó arqueando una ceja.

-        Si, BeJa – le dije sacando el peluche que ella me había regalado en una ocasión anterior – se llama BeJa por Bella y Jane.

-        Bella… Gracias… - me dijo con una gran sonrisa en los labios. Acto seguido le apretó la mano y empezó a sonar una canción cantada por mí.

-        Hace mucho tiempo, en un césped de oro cuando las colinas eran mágicas Bella y Jane eran grandes amigas. Siempre juntas, siempre unidas…

-        ¿Estás mejor ahora Jane? – le dije

-        Si, bueno… Me mareé un poco eso es todo. Puedes irte si quieres.

-        Si quiero… pero como no quiero me quedaré ¿vale? – le dije con una gran sonrisa. Me tumbé a su lado – además, nadie sabe que estoy aquí por lo que nadie molestará.

Hablamos de trivialidades durante más de hora y media, pero sentí que había algo que le reconcomía por dentro.

-        Jane, ¿seguro que está todo bien?

-        Si… bueno… Me dijiste que no me mentirías y luego Edward…

-        ¿Aún estás con eso Jane? Es sólo un rumor, y a él le gusta alimentarlos, sabes que siempre quiere fastidiarme para divertirse. Sabe que para mí esto es un fastidio.

-        Pero… creo que le gustas de verdad

-        No, para nada. Sólo está molestándome. Además, ¿cómo podría yo gustarle al gran Edward Cullen?

-        Eres muy hermosa Bella… Y amable y simpática… Te preocupas por los demás… Eres la chica ideal… - me dijo mientras me sonreía.

-        Gracias Jane, pero yo creo que todo lo que tú dices también te lo puedes aplicar a ti – terminé la frase tocándole la punta de la nariz con mi dedo índice.

-        ¿Quieres que vayamos a tomar algo? Han abierto un pub aquí cerca.

-        Por mi bien, pero ¿estás segura? No quiero que enfermes de nuevo.

-        No, estoy bien ya. Me das energía. Te prestaré algo de ropa bonita.

Me prestó unos vaqueros desgastados y una camiseta de los Rolling Stones que me quedaba larga, casi como un vestido. Luego arregló mi cabello y me maquilló, parecía una rockera. Ella vistió un vestido de cuadros escoceses que combinó con un corsé negro, se hizo una cola de caballo y se maquilló los labios rojos y los ojos negros como.

-        Estamos listas para romper corazones – me dijo cuando entramos en el pub.

-        Supongo que sí – le sonreí

Estuvimos bailando varias horas, en las cuales diferentes hombres se le acercaron a Jane. Intentaban ligar con ella, pero ella los rechazó a todos diciendo que tenía pareja (que yo supiera era mentira). Finalmente nos sentamos y tomamos unos zumos, ya que no teníamos edad para tomar alcohol.

-        Bella, ¿ya estás cansada? Yo quiero seguir bailando – dijo Jane intentándome llevar a la pista.

-        No, yo ya no puedo más… Creo que me voy a casa.

-        No te vayas… - me suplicó haciendo pucheros – espera 10 minutos y nos vamos juntas ¿vale?

-        Está bien, porque me lo pides tú – le contesté con una sonrisa y se fue a bailar.

Pasaron más de 10 minutos y Jane seguía bailando; no quería molestarla ya que parecía que lo pasaba en grande, por lo que quise salir a la terraza a despejarme y luego ya la buscaría.

Cuando salía a la terraza me tropecé con algo y caí al suelo. Unos brazos me levantaron.

-        ¿Estás bien? – me preguntó  un chico realmente hermoso.

-        Si, gracias por ayudarme a levantar. Soy Bella

-        Yo soy Alec – dijo él. Después besó mi mano – debes ir con más cuidado Bella.

-        Si… es que… la música me aturde… Creo que me estoy quedando sorda aquí dentro, iba a salir fuera.

-        ¿Puedo acompañarte? A mí tampoco me gusta mucho estar aquí dentro tanto rato.

-        Por supuesto – le dije poco convencida. No quería ser maleducada con él después de que me ayudara.

Cogió un maletín de guitarra que estaba a su lado y nos dirigimos a la terraza. Permanecimos un rato en silencio mientras yo miraba a la calle.

-        ¿Te importa si toco algo? – me dijo sacando la guitarra de la funda. Solamente asentí.

Empezó a tocar una melodía muy bonita. Cerré los ojos y fue como si estuviera en el bosque, con Jacob. Sentía como si fuera él quien tocara la guitarra. Recordé la última vez que le vi tocar, cuando las lágrimas le caían por las mejillas… Abrí los ojos y me di cuenta que estaba llorando.

-        ¿Te encuentras bien? – me preguntó Alec

-        Si… solo necesito un poco de agua – le dije con una sonrisa fingida – pero no me queda y no llevo dinero.

-        Toma – me dijo – yo tengo esta y sólo eché un trago.

-        Gracias – le dije antes de tomar un sorbo.

-        De nada. Tocaré una canción más antes de volver dentro, ¿te parece? – asentí como respuesta.

Empezó a tocar y me sentí de repente cansada, mis ojos se cerraban. Intenté mantenerlos abiertos pero fue imposible.

-        Tranquila Bella – fue lo último que oí antes de caer al suelo.

 

POV EDWARD

En la noche quedé con los chicos en mi casa, Jasper y Emmet jugaban al ajedrez y yo observaba las estrellas por el telescopio.

-        Edward, ¿Vas en serio? – me preguntó Jasper

-        ¿Acerca de qué?

-        Acerca de Bella Swan

-        Si no fuera en serio, si no fuera real ¿qué otra cosa podría ser?

-        Edward – siguió Emmet – Sabes que para nosotros no es fácil tener algo “real”. La libertad es limitada para nosotros en lo que se refiere a una relación seria.

-        Es cierto – le siguió Jasper – sabes que la decisión final sobre eso la tienen tus padres.

-        ¿Así que sólo eran palabrerías eso de que erais hombres? ¿Todo lo que decís y hacéis en vuestra vida cuotidiana es para luciros ante las chicas? No me lo puedo creer.

-        Entonces, señor sabelotodo, ¿qué es para ti un hombre? – me replicó Jasper

-        Un hombre es alguien responsable desde el inicio hasta el final. Sincero consigo mismo y con los que ama.

-        Hasta el final – dijo Emmet en un susurro casi inaudible.

                                                                                                                           

Capítulo 28: Cita con Edward Capítulo 30: Primer desencuentro *

 
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