EN EL AMOR TODO NO VALE (+18)

Autor: Anathole
Género: Romance
Fecha Creación: 21/03/2014
Fecha Actualización: 06/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 39
Comentarios: 101
Visitas: 56466
Capítulos: 39

(No es la tipica historia de amor) Bella es una chica humilde que siempre ha querido pasar desapercibida, no obstante su vida cambia radicalmente cuando gracias a una beca accede al instituto más exclusivo del país. No obstante, no será su vida la única que cambie cuando se tope con Edward, el chico más popular y poderoso del instituto, y su panda de amigos.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de (S.M). Basado en el cómic Hana yori dango, pero con tonos más picantes. Todos humanos.

Éste es mi primer fanfic, por eso lo he hecho basándome en una historia que me gusta y adaptándola a los personajes que tanto amamos.

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Capítulo 4: Quién me mandaría meterme en estos "fregaos"

-        ¡Mamá! No puedes obligarme a ir ¿entiendes? – dije furiosa

-        La que no parece entender nada eres tú Bella, esta es una gran oportunidad para ti, para todos. Si tu accedes i sacas buenas notas podremos ahorrar el dinero destinado a tus estudios para que Seth pueda ir a un colegio mejor.

Tenía razón, mi hermano había cambiado de colegio 3 veces en los últimos 5 años porque no podíamos permitirnos las tasas de matriculación, y él había soportado todos los cambios sin quejarse. Era una estúpida.

-        Hija, - continuó mi padre – estaría muy orgulloso de ti si fueras al Instituto Cullen y lograras terminar tus estudios, esta es una oportunidad que yo nunca tuve y lamentablemente tampoco os pude dar.

-        Pero papá… - intenté quejarme, pero vi un brillo especial en sus ojos que hacía mucho tiempo había desaparecido – está bien, pero que conste que lo hago por vosotros.

-        BIEEEEN – gritaron al unísono.

Por la mañana me levanté temprano y me puse mu nievo uniforme escolar, era tan suave y a la vez abrigaba tanto… se sentía cómodo. Aún así la idea de su significado me resultaba repulsiva. Mi padre y yo cogimos la vieja Chevy y me llevó hasta la entrada.

-        Que tengas suerte hija

-        Gracias papá, pero preferiré venir en bicicleta de ahora en adelante – Todo el mundo nos estaba mirando, y mirando también el gran logotipo de un pollo bailando break dance junto con el teléfono para hacer los pedidos.

-        Pero hija…

-        Papá, por favor…

Asintió con la cabeza, sentía haberlo avergonzado pero yo quería pasar desapercibida y con todos estos Ferrari, Mustang, etc. aparcados… no quería ser reconocida por ser “la chica del pollo” de ahora en adelante.

Respiré hondo y avancé hacia el edificio principal.

 

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Pov Edward

 

Qué mal, odiaba levantarme por las mañanas tan temprano. Siendo el heredero de la Corporación Cullen no entendía como tenía que levantarme para ir al instituto… ¡El instituto debería venir a mí!

Dejé que mis asistentes personales escogieran mi ropa y calzado y luego las estilistas me peinaron. Cogí mi helicóptero personal y fui en busca de mis amigos a sus casas para ir juntos al instituto.

Todos éramos los hijos de los hombres más poderosos del país, por lo que nos criamos juntos desde el Jardín de infancia del Instituto Cullen. Siempre los traté como mis hermanos, aunque sabía que mi fortuna era mayor que todas las suyas juntas.

Emmet era el hijo del dueño de la mayor empresa dedicada a la construcción en el país, pero también era el 2ndo de la mafia más poderosa (el 1ro era su padre) y por lo tanto cuando su padre muriera el ocuparía el puesto en los dos “trabajos”.

Jasper se dedicaba al mundo del arte con barro, no sé cómo podía gustarle ensuciarse las manos todos los días con eso… Su padre era el dueño de todos los museos y de la mayor colección de obras de arte.

Ambos eran unos mujeriegos declarados, aunque Jasper solía dar más el cante parecía que competían para ver quién podía llevarse más mujeres a su cama.

Y luego estaba Jacob, el mudito. Él sobre todos los demás era mi mejor amigo, aunque nunca se lo había dicho. Le admiraba a la par que le envidiaba. No se dedicaba a nada, aunque le encantaba la música y reparar motos. Era un chico introvertido, incluso podríamos llamarlo autista, vivía solo desde la muerte de sus padres.

-        ¿Con qué nos vamos a divertir hoy? Ya terminamos con Félix – Dijo Jasper

-        No lo sé, ya encontraré algo – Dije yo

-        ¿O alguien? – Concluyó Jasper.

 

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Pov Bella

 

Definitivamente estaba perdida, dios no me bendijo con la capacidad de orientarme. No podía dejar de dar vueltas al mapa para intentar ubicarme y posteriormente, si no se había hecho de noche, dirigirme a mi primera clase.

Entre tanto los estudiantes iban llegando, las conversaciones eran todas del mismo estilo “Mira que me he comprado” “Es bonito este anillo” “Mi padre me ha traído esta camisa de Italia “cosas importantes y trascendentales para la vida humana (nótese mi ironía). Aun así en toda conversación había una palabra que se repetía “Fríos”; los fríos esto, los fríos lo otro… ¿Quiénes eran estos “Fríos”? ¿Por qué eran tan especiales? En fin… mi misión es terminar cuanto antes el instituto y largarme de aquí.

Si antes estaba perdida, ahora más. Cuando me di cuenta estaba en un bosquecillo de pinos perdida.

-        Como puede caber un bosque en un instituto….

De pronto empecé a oír una música hermosísima y sin poder evitarlo la seguí. Era hermosa pero llena de pena, tristeza… Transmitía sufrimiento…

Cuando me di cuenta, estaba frente al hombre más hermoso que hubiera visto nunca. Tenía el pelo negro y su piel era de un bronceado oscuro que contrastaba con un traje y zapatos color hueso que le sentaban como un guante, parecía un dios.

No me miraba, tenía los ojos cerrados. De pronto paró la música y los abrió, sus ojos combinaban perfectamente con su color de pelo. Se produjo un incómodo silencio hasta que pude articular palabra.

-        Mmm… esto… lo siento, no quería interrumpir… ¿Sabes dónde está el pabellón G?

No dijo nada, solamente levantó el arco del violín y señaló sin dejar de mirarme; lejos de incomodarme sus ojos me atraían más a él.

-        ¿Por ahí? Muchas gracias y disculpa de nuevo. – le dije con voz nerviosa.

Siguió todo en silencio hasta que estuve a una distancia de 20 metros y de pronto empezó a sonar la melodía de nuevo y sonreí, a decir verdad estuve mucho rato sonriendo como una estúpida.

Por fín encontré el dichoso pabellón, y cuando iba a subir las escaleras empecé a oír unos gritos de quinceañera

-        ¡¡Son los Fríos!!

-        ¡¡Vienen los Fríos!

-        Que guapos que son…

Las chicas que bajaban corriendo las escaleras me arrollaron y terminé tirada en el suelo. ¡Qué locura!

Se abrió la puerta principal y entraron 4 chicos, todos ellos muy guapos pero uno me llamó la atención más que el resto, era mi músico desconocido. Mientras se movían la gente (chicos y chicas) les daban los buenos días e incluso algunos se ofrecían a hacerles favores, parecía que todo el mundo estaba a su disposición y les debían servidumbre.

Entonces el mundo se detuvo y se hizo el silencio, el chico que iba al frente que tenía los ojos color miel y el pelo ondulado miraba fijamente a un chico de los que estaban “admirándoles” y le fulminó.

-        ¿Hice algo malo? ¿Le puedo ayudar señor Cullen? – Dijo con auténtico terror.

-        Contaré desde tres – Dijo el tal “Cullen”

-        ¿Qué? ¿Para qué?

-        Tres… Dos… Uno… - A medida que iba contando las caras de horror de los presentes cambiaban de grado y se iban apartando del chaval que había caído víctima. Cullen le agarró del cuello de la camisa – Eh Emmet, ¿te queda zumo aún?

-        Sí, claro. ¿Lo quieres? – Dijo sonriendo, se le formaban unos hoyuelos en la cara que le daban aire inocente, aunque seguro no lo eran.

Cullen cogió el zumo y se lo tiró por encima al chico que empezaba a sollozar, después se fueron y todo el mundo empezó a dispersarse.

-        ¿Pero qué tipo de persona loca hace estas cosas? Y además lo permitís- Dije en voz alta aunque era ignorada por el resto.

-        Oh dios mío – Dijo una voz femenina detrás de mi – ¿A caso sabes de quién estás hablando? ¿O es que la loca eres tú?

-        ¿Y quienes sois vosotras si se puede saber? – Pregunté con algo de nerviosismo

-        Somos Tanya, Kate e Irina, y nos llaman las “calientes” del Instituto Cullen, así que mejor cuidadito con nosotras…

Las “calientes”… será calientabraguetas – pensé.

-        Estabas hablando de los fríos como si pudieras estar a su nivel, estudiante becada…- concluyó Tanya

-        Ah, entonces ya sé porque les llaman fríos… tienen un corazón de piedra i ningún tipo de moral – Dije susurrando pero lo suficientemente alto como para que me oyeran.

-        ¿Corazón de piedra? Yo tendría cuidadín de respetarles si no quieres que nada malo te pase – Dijo Irina- Chica de los pollos…

¡Mierda!

-        ¿Ella es la chica que ha venido en la camioneta de los pollos? Dios mío… - Chilló Kate entre carcajadas; todas se le unieron y se fueron.

Al menos yo tengo la conciencia tranquila y mejor educación…

El resto del día y las clases transcurrieron con normalidad, practiqué el atletismo, después fui al trabajo y le conté lo ocurrido a Alice, obviando la parte de mi desconocido preferido.

-        Yo había oído hablar de los “fríos” en los pubs, dicen que son guapísimos. Vamos a investigar en la red – Dijo dando saltitos como un duendecillo hasta el PC que había en la caja del supermercado.

Ojalá no hubiera visto lo que vi, miles de resultados de búsqueda, información sobre su vida privada, sobre los negocios de sus familias… de repente me sentí insignificante, más pequeña que un guisante.

Cuando llegué a casa seguí investigando hasta las tantas de la madrugada hasta que caí rendida.

Capítulo 3: Yo sólo queria una vida normal... Capítulo 5: Encuentro con "los fríos"

 
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