POV BELLA

Después de que Nessy se fuera me sentí más tranquila y aliviada, así que decidí dar un paseo hasta casa. Cuando faltaron unas pocas calles una motocicleta se paró frente a mí de repente. El motociclista se subió la visera y vi que era Jacob, sus ojos emitían ondas de odio.

-        ¿Quién te crees que eres? – escupió - ¿Quién eres tú para decir esas cosas? Nadie te pidió que hicieras esa petición.

Estaba realmente furioso, yo solo pude agachar la cabeza.

-        No, ni siquiera lo pediste. ¡Estabas rogándole! – dijo levantado la voz – ¿A caso no tienes orgullo?

-        No es porque no tenga orgullo – le indiqué con voz temblorosa – Es porque estabas en tal agonía, como si estuvieras a punto de morir de tristeza – se me llenaron los ojos de lágrimas

-        ¡Y A TI QUÉ TE IMPORTA! ¡ESTO NO TIENE NADA QUE VER CONTIGO! – gritó con fuerza – Sal de mi vista, no quiero volver a verte.

Sentí como si rompieran mi corazón en mil pedazos. No pude contener las lágrimas y cayeron sin cesar por mis mejillas. Tragué saliva y salí corriendo.

Al llegar a casa me tumbé en la cama y lloré como nunca antes había llorado. Jacob, el dueño de mi corazón me había repudiado para siempre. A la hora, cuando ya estaba un poco más calmada me avisaron que tenía una llamada. Era Edward citándome en el aeropuerto a las 10:00 para despedirnos de Nessy.

Por la mañana un chofer de Edward pasó por mí y nos reunimos todos (excepto Jake) en la cafetería del aeropuerto. Ellos conversaban animadamente pero yo me sumergí en mis propios pensamientos.

-        ¡Eh gangster! Todo a tu alrededor está negro. Nos vas a contaminar con tu negra aura, como un agujero negro – dijo Edward en tono de broma y yo no estaba por la labor de aguantarle.

-        Edward Cullen, ¿Puedo preguntarte algo?

-        Si digo que no, ¿ya no me preguntarás? – me contestó en burla – Haz lo que normalmente haces, esto de pedir permiso no va contigo.

-        Cuando te gusta alguien… - empecé - ¿es mejor no mostrar tus sentimientos? ¿Debes considerar primero sus propios sentimientos, por delante de los propios?

-        ¿Qué hay de mejor en eso? – dijo atropelladamente - ¿Qué es para tu “mejor”? Eso es lo mismo que ignorarlo. Yo siempre he pensado que mejor hacer algo y arrepentirse de haberlo hecho que nunca hacerlo y quedarse con la incertidumbre.

-        Edward – le dije seria

-        ¿Qué? – tragó saliva, parecía nervioso

-        - Tu… tal vez… después de todo no eres un completo idiota – le dije esbozando media sonrisa.

-        Ya – se rio – no como Jacob, se arrepentirá de no haber venido – eso me puso seria de nuevo.

-        Bueno chicos – dijo Nessy levantándose y rompiendo el silencio – Espero que estéis bien y que no os metáis en problemas.

-        Ve con cuidado – le dijo Jasper – iré a visitarte, lo prometo – la abrazó.

-        Claro, podrías montar una exposición, allí eres realmente famoso – le dijo guiñándole el ojo.

-        Cuida tu salud – le dijo Emmet abrazándola – si alguien se mete contigo ya sabes.

-        Si, ya sé, el gran hermano oso vendrá a defenderme – rieron al unísono.

-        Nessy, ¿tienes que irte para ser abogada? ¿No hay bufetes buenos por aquí? – le dijo Edward intentando disimular su sentimiento de tristeza por su marcha – no hay quien entienda a las mujeres.

-        Edward, esta es la primera vez en 10 años que me llamas Nessy enfrente – le abrazó fuertemente – gracias.

Entonces llegó mi turno:

-        Bella… siento que no hayamos pasado más tiempo juntas- me abrazó con dulzura – Por favor, no olvides nuestra promesa. Yo nunca te olvidaré.

-        Cuídate mucho – le respondí con una gran sonrisa.

-        Bueno…. Ya me voy – dijo agarrando su maleta y dándose la vuelta.

Nos quedamos los cuatro mirándola como se iba. Nessy miraba de lado a lado buscando a Jacob, es más, juraría que vi el brillo de una lágrima en su rostro la última vez que se giró antes del embarque.

-        Jacob… - empezó Jasper - ¿Cómo puede ser tan testarudo y no venir?

-        Luego decís que yo soy cruel. Pero Jacob es peor… - dijo Edward.

-        Si – siguió Emmet – Es muy calmado pero cuando se enoja… mejor no acercarte.

-        ¿No creen que es muy feo hablar así de mi a mis espaldas? – dijo una voz detrás de nosotros. Nos giramos y allí estaba con una gran sonrisa. Me miró a los ojos y sentí como me pedía disculpas por lo ocurrido ayer.

-        Tu… ¿Cuándo llegaste? – dijo Jasper.

-        Hace tres horas.

-        Entonces, ¿Llegaste antes y ni siquiera te has despedido de ella? – le reprochó Edward.

Me adelanté a ellos y me puse en frente de él

-        ¿Qué vas a hacer ahora? – le dije con rabia – Se ha ido ¿y te vas a quedar aquí parado? ¡Ve tras ella! Si tanto la quieres… deberías ir tras ella. ¿O es que prefieres seguir escondiéndote detrás de los anuncios? ¿Ésa es tu manera de amar?

-        Bella… - me respondió con una sonrisa – Me voy en el siguiente vuelo, ya documenté mi equipaje – dijo enseñándome el billete y el pasaporte.

-        Vaya, tu sí que eres un Casanova – le dijo Emmet –cruzarás  el charco por la mujer amada – siguió en tono burlón.

Yo me había quedado muda ante la revelación. Tenía sentimientos contradictorios: Jacob se iba con Renesmeé y serían felices juntos y eso me hacía feliz; pero no lo suficiente feliz como para no sentirme celosa y desear ser ella.

-        Bella me convenció ayer por la noche – dijo Jacob respondiendo a una pregunta que no escuché. De repente me abrazó – Gracias Isabella, tú fuiste quien me hizo dar cuenta que debo ser honesto conmigo mismo y enfrentar la realidad. He aprendido mucho de ti, me has enseñado que hay que tener mucho valor para rogar cuando alguien quiere algo. Me alegro de haber conocido a una chica como tú – entonces noté el roce de sus labios en mi frente.

POV EDWARD

-        Este chico no dejará de sorprendernos – dije mientras abrazábamos a Jacob. Él había decidido luchar por el amor pese a los obstáculos. Me sentía orgulloso de él y me hacía pensar que si él podía hacerlo yo también. Podría abrir mi corazón – ¿por qué no nos dijiste que te irías? – le pregunté

-        Bella me convenció ayer por la noche – me respondió; miré a Bella y sus ojos estaban vidriosos, supuse que no estaba hecha para las despedidas - Gracias Isabella, tú fuiste quien me hizo dar cuenta que debo ser honesto conmigo mismo y enfrentar la realidad. He aprendido mucho de ti, me has enseñado que hay que tener mucho valor para rogar cuando alguien quiere algo. Me alegro de haber conocido a una chica como tú – le dijo mientras la abrazaba y la besaba en la frente. Me sentí celoso.

Jacob se despidió de todos y embarcó. Entonces tuve una idea, utilizaría mis influencias para poder acceder a la pista y ver el avión de Jacob despegar.

Cogí a Bella por el brazo y le conté mi plan. Ella aceptó gustosa y vimos juntos como despegaba el avión.

Los rayos del sol hacían brillar su pelo que parecía caoba, se veía preciosa. No lo pensé más, era el momento de abrir mi corazón a su dueña. Me puse enfrente de él, apoyando mis manos en el capó del coche que nos había llevado a la pista, una a cada lado de su rostro y la miré fijamente. Ella tragó saliva y me miró con duda pero no dijo nada.

-        Bella – empecé y me acerqué a su rostro. Ella instintivamente levantó sus manos y las puso entre los dos.

-        ¿Qué quieres? Sea lo que sea no necesitas acercarte tanto – me dijo nerviosa.

-        Necesito que me escuches con atención, esto es nuevo para mí y solo lo diré una vez – asintió como respuesta – Bella… Tu y yo… Creo que deberíamos empezar a salir como pareja – no respondió. Supuse que la había dejado muda ante mi revelación. Me sentí satisfecho de mí mismo por lo que me separé y me senté al volante – ¿No vas a subir? – le pregunté.

-        Sí, claro. – y se sentó en el asiento del copiloto.

POV BELLA

Edward me llevó a la pista para ver el avión de Jacob despegar. Me sentía triste y feliz a la vez, pero sobretodo me sentía orgullosa de él porque había hecho lo correcto, luchar por el ser amado.

El sol calentaba mis mejillas y se sentía genial; de pronto Edward se puso enfrente de mi encerrándome con sus brazos para evitar mi posible huida. Me hizo sentir cohibida, ya que invadía mi espacio vital.

-        Bella – me dijo acercándose un poco más. Me sentí sumamente invadida, por lo que intenté hacer un poco de espacio poniendo mis manos entre los dos.

-        ¿Qué quieres? Sea lo que sea no necesitas acercarte tanto – esperaba que entendiera que me estaba sintiendo incómoda.

-        Necesito que me escuches con atención, esto es nuevo para mí y solo lo diré una vez – asentí– Bella… Tú y yo… Creo que… - en ese momento un avión despegó y el sonido impidió que escuchara el final de la frase. Se separó de mí y se subió al coche– ¿No vas a subir?

-        Sí, claro.