EN EL AMOR TODO NO VALE (+18)

Autor: Anathole
Género: Romance
Fecha Creación: 21/03/2014
Fecha Actualización: 06/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 39
Comentarios: 101
Visitas: 56457
Capítulos: 39

(No es la tipica historia de amor) Bella es una chica humilde que siempre ha querido pasar desapercibida, no obstante su vida cambia radicalmente cuando gracias a una beca accede al instituto más exclusivo del país. No obstante, no será su vida la única que cambie cuando se tope con Edward, el chico más popular y poderoso del instituto, y su panda de amigos.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de (S.M). Basado en el cómic Hana yori dango, pero con tonos más picantes. Todos humanos.

Éste es mi primer fanfic, por eso lo he hecho basándome en una historia que me gusta y adaptándola a los personajes que tanto amamos.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 39: Broncas y compras

POV Bella

 

No sé cuánto tiempo pasó que estuve abrazando a Jacob. Tampoco me importaba, no quería dejar de hacerlo.

-        Bella, vamos a llegar tarde a clases - me susurró en el oído.

Dios, ese susurro había hecho temblar mis piernas y sonrojar mis mejillas.

-        Claro, tienes razón - le dije deshaciendo el abrazo - no más llorar, ¿verdad?

-        Es normal que llores cuando un ser querido, en mayor o menor medida, ha muerto. Lo único que te pido es, que busques ayuda antes de encerrarte en ti misma. Se de lo que hablo y no es agradable.

-        Gracias Jake - nuestras manos se habían unido dulcemente y se balanceaban con alegría - pero voy a ir a casa. Aunque me quedara, no haría nada de provecho.

Él sólo pudo asentir y acompañarme hasta mi bicicleta.

Al llegar a casa olía delicioso. Estaban todos en la mesa comiendo los más exquisitos (y caros) manjares.

-        Mamá, si nos comemos la comida de los clientes, no vamos a obtener beneficios - comenté fastidiada…

-        Que no hija, mi yerno ha ido a buscar a Seth a la escuela y le llevó a comer; ¡todo esto son las sobras!

-        Es verdad hermanita, pensaba que moría de tanto comer - comentó mi hermano con una enorme sonrisa.

-        ¡Qué yerno ni que yerna!, mamá, ¿de dónde ha salido esto?

-        Edward fue a buscarme a la escuela - explicó Seth - me preguntó por ti y me invitó a comer. Como sobró mucho, me lo traje.

-        ¿Qué Edward qué?

No lo podía creer… dos semanas, DOS SEMANAS QUE NO HABÍAMOS HABLADO ¿y va y se presenta en el colegio de mi hermano y le invita a comer? ¿Pero este chico es tonto o qué?

Sentía mucha rabia, Edward estaba comprando a mi familia para acercarse a mi cuando no había sido capaz de llamarme ni mandarme un mensaje en todo este tiempo.

Me decidí a ir a su salón a dejarle las cosas claras, no quería que fuera presentándose en mi casa o donde fuese a su antojo. Yo mi vida, él la suya.

Cuando entré allí estaba, embobado jugando a la consola. También estaban Jacob, Emmet y Jasper con varias chicas jugando dardos y billar, voltearon al verme entrar decidida.

-        Edward, tenemos que hablar - dije posicionándome delante de él

-        Edward - volví a llamarle tapando la pantalla. Él solamente se movía de lado para ver el trozo que mi pequeño cuerpo no tapaba.

-        EDWARD - Chillé

-        Oh, ¿has venido por fin? Espera, estoy jugando - respondió sin tan siquiera mirarme a los ojos. Él fiel a la pantallita de las narices.

No lo pensé dos veces y desenchufé el televisor y la consola.

-        Qué dem… ¿qué le pasa a esto?

-        Esto es lo que le pasa - dije exhibiendo los cables en mi mano - ahora, su real majestad, ¿puede atenderme?

-        ¡Estaba a punto de establecer un nuevo récord y lo has arruinado! ¿Por qué eres así?

-        ¿Qué por qué así? - Pregunté sin esperar respuesta - ¿Por qué TÚ eres así? ¿Quién eres para presentarte en la escuela de mi hermano e invitarle a comer, y además llevar más comida a mi casa, sin ni siquiera preguntarme?

-        Ah… Es eso - contestó - ¿hubo algo que no les gustó? Si es así, dímelo y pediré que les lleven otra cosa.

-        Mi familia y yo podemos sobrevivir si tu caridad, lo hemos hecho mucho tiempo y no nos ha ido tan mal.

-        Pero Bella… - intentó justificarse, pero le interrumpí

-        Nada de peros, ¿quién te crees que eres?

-        Yo sólo quería hacer feliz a tu hermano. Es cierto, fui a la salida de su colegio y tendría que haber preguntado antes, pero no sabía si tú querrías hablar conmigo. Solo quería saber si estabas bien porque no acudiste a la escuela en semanas.

-        ¿Y qué tiene eso que ver con la comida?

-        Yo solo… tu hermano me dijo que unos matones le quitaron el dinero del almuerzo y si le podía prestar dos dólares para comprar algo. Preferí llevarle a comer algo y él insistió en llevar el sobrante a tu casa - se justificó.

-        Creo que la última vez que nos vimos, te quedó clara mi posición respecto a ti. No puedes estar comprando a mi familia para acercarte a mí. No sé con qué tipo de chicas habrás estado saliendo antes, pero realmente me molesta esto.

-        Con ninguna - respondió sin mirarme a los ojos, como avergonzado - No he estado con ninguna chica antes.

Esa frase me llegó al corazón y sentí que una parte de mí se regodeaba en felicidad al saber que nunca hubo otra antes que yo.

-        Bueno… está bien. Lo dejaré pasar esta vez, pero no vuelvas a hacerlo - Le dije tajante.

-        ¿Por qué siempre te enojas conmigo cuando trato de hacer algo lindo por ti?

-        ¿Cuándo te he pedido yo que hagas algo por mí?

Quedamos en un silencio incómodo. Miré a mi alrededor y estaba lleno de chicas realmente hermosas, esbeltas y estilosas. Sentí celos de ellas.

-        Tu… ¿juegas así todos los días? - le pregunté señalando con mi cabeza a las chicas que coqueteaban con los demás.

-        ¿Por qué? ¿Te preocupa? - dijo con una sonrisa triunfante, que solo me causó una mueca de fastidio - Usualmente no hay tanta gente, hoy estamos de fiesta.

-        ¿Fiesta? ¿Qué fiesta? - pregunté sin esconder mi sensación de fastidio.

No me respondió, su rostro se tornó serio y señaló a la dirección de Jake. Miré y allí estaba con tres chicas, coqueteando con ellas. Algo en mí se quebró y las lágrimas amenazaban en inundar mis ojos.

 -        ¿Qué pasa con Jake? - interrumpió Jasper con burla - ¿Ha regresado convertido en un hombre?

-        Yo prefería al patético que siempre quería dormir como un gatito donde fuera. Ahora parece un clon de vosotros dos - Le respondió Edward - Aunque sin duda, ahora es más divertido.

Yo no podía parar de mirar a Jake lisonjeando con las muchachas. Que si les tocaba el pelo, que si el brazo por el hombro, sonrisa aquí y allá…

-        Yo, me voy ya. No pinto nada aquí - dije casi sin fuerzas.

-        Espera, te acompaño a la puerta - me contestó Edward sin afán de retenerme.

Una vez fuera, me agarró por la cintura y me besó.

Había echado de menos sus labios… él bien sabia como hacerme temblar y despertar en mí sensaciones. Ante todo pronóstico le correspondí el beso y profundicé. Él gruñó, cosa que me excitó y me hizo llevar mis manos a su nuca para atraerlo más a mí.

Cuando ambos sentimos la falta de aire, nos separamos quedando nuestras frentes en contacto.

-        No tienes que ponerte celosa, yo sólo tengo ojos para ti. Me importan más bien poco todas esas estúpidas de dentro - hizo un silencio - siento lo de Jane, de veras…

-        Lo se… - le respondí mientras me separaba y me iba.

Cogí mi bicicleta y me fui para casa. Mañana sería otro día.

 

Al día siguiente

 

Al llegar a la escuela, todo el mundo volvía a ser extremadamente amable conmigo.

-        Bella, ¿Quieres unirte a nuestro club de lectura? - Me preguntaba una chica a la que ni siquiera conocía.

-        Bella amigaaa - me llamaba otra.

Empecé agobiarme cuando me vi rodeada de tanta gente.

-        Sois muy amables, pero… ¡DEJADME EN PAZ! - Grité antes de salir corriendo a refugiarme en mi azotea preferida - Me dan más miedo ahora que cuando me acosaban ¿Qué les ocurre?

-        Supongo que ahora ya no gritarás más - Oí una dulce voz detrás de mí, volteé y ahí estaba Jake.

-        ¡Jacob! - Grité en asombro.

-        Supongo que los viejos hábitos no mueren fácilmente. Nada ha cambiado aquí, pero es raro porque está muy tranquilo. No encaja. - No contesté solo reí acompañando a su tono risueño, luego quedamos en un silencio incómodo.

-        Y… Tu… - empecé a preguntar algo que me tenía con el corazón en un puño - ¿Cuándo vas a regresar a París?

-        No voy a regresar - contestó - Pero bueno, ¿qué hay de ti? ¿En verdad estás saliendo con Edward?

-        Ah… Esto… En realidad…- fue lo único que pude contestar a la pregunta inesperada.

-        Supongo que es cierto pues… - replicó -  He llegado tarde, ¿no?

-        ¿Qué? - Me volví a mirarle incrédula

-        Iba a pedirte que salieras conmigo

-        ¿¡Eh!?

-        ¿Qué te parece si salimos en secreto, sin que Edward se entere?

-        Pero Jacob… Edward...

-        Aún eres la misma, solo bromeaba pero tú siempre caes… Eres tan inocente… Te extrañé mucho Isabella - Dijo antes de irse dejándome a mi sin palabras.

Salí del instituto pensando todavía en las palabras de Jake, me había extrañado en su estancia en París…  Andaba por inercia en la calle, cuando golpeé algo metálico. Fijándome vi una moneda y enseguida me agaché a recogerla con sonrisa triunfante.

-        Vaya vaya, mírate. ¿Quién diría que encontrarte una monedita te haría tan feliz?

-        ¿Qué haces aquí Edward?

-        Te quejaste de lo que hice por tu hermano, pero luego encuentras una monedita y es como si fuese diamantes.

-        Es porque da buena suerte - Me justifiqué - Espera, ¿tú lo has dejado caer?

-        Lo tiré para probarte, y reaccionaste tal cual pensé.

-        Toma - dije devolviéndosela.

-        ¿Pero no dijiste que traía buena suerte?

-        Edward, desde la primera vez que vi tu cara, mi suerte se volvió mala. Capaz que me atropella un bus si guardo esta moneda.

-        Eso no es cierto, conmigo tu suerte no ha hecho más que crecer. Vámonos - dijo mientras me agarraba la mano arrastrándome al coche.

-        ¡OYE, TÚ! ¿No puedes ver que voy a mi trabajo?

-        No te preocupes por ello, asumiré la responsabilidad si te despiden.

-        ¿Puedes no decir que asumirás la responsabilidad? Cada vez que te oigo hablar así se me pone la piel de gallina.

-        Bella, hablas demasiado ¡Sólo entra al auto! - dijo empujándome dentro del coche sin darme opción a queja.

Me llevó a un gran mall, propiedad de los Cullen claro, allí estaba Garret que le dio una mirada reprobatoria.

-        Echen a todos, quiero que estemos solos comprando - le exigió Edward.

-        Pero señor - reprochó Garret - si sigue haciendo estas cosas sin avisar, habrá consecuencias…

-        ¿De qué sirve ser el propietario si debo pedir permiso y solicitar comprensión? Sólo diles a todos que se vayan.

-        Podemos hacer que salgan todos a las 6, sólo tiene que esperar 3 horas…

-        ¿Pretendes que espere tres horas Garret? -  Contestó Edward con furia - ¿Sabes qué?, Olvídalo, lo haré yo mismo.

Sin pensarlo, y sin soltarme la mano, Edward se acercó a la alarma de incendios y pulsó el botón. La gente entró en pánico y se acercó rápidamente a la salida desalojando así la tienda.  Edward tenía cara de satisfacción por su “logro”, yo solo pude rodar los ojos.

En un momento Edward me llevaba arriba y debajo de la boutique agarrando todo tipo de ropa de verano, incluso bañador y calzado.  No dije nada, había aprendido que con Edward más valía no discutir porque no atendía a razones.

Llenaron una maleta hasta arriba del todo y una bolsa de viaje con un neceser con todo lo necesario para el aseo personal. También cambiaron mis ropas por unas más sofisticadas y veraniegas; Edward también lo hizo, e igual tenía una maleta lista.

-        Ya estamos, vámonos - Sentenció agarrándome por la cintura y llevándome de nuevo al coche.

  

POV Jasper

-        ¿En verdad tienes que ir tan lejos? -pregunté a mi interlocutor por teléfono - ¡Ya estoy en camino! Sólo mantén tu promesa. Está bien - Colgué y me dirigí al chofer - Da la vuelta.

 

POV Alice

-        Bella no ha venido, estoy preocupada Quil…

-        Alice, tengo un presentimiento extraño… Prométeme que no me vas a dejar solo y desaparecerás de nuevo.

-        ¿Dónde crees que iría? Además, ni siquiera Bella se ha dignado en aparecer… sólo no podrías con el restaurant.

-        ¿En verdad no te vas a esfumar?

-        ¡Claro que no!

Me dispuse a recoger las mesas para volver a adecentarlas para los próximos clientes. El timbre de la puerta sonó.

-        ¡Bienvenido! - dije mientras me volteaba esbozando una sonrisa, ésta se borró cuando vi que era Hale - Eres tú...

-        No hay tiempo de saludos - Me dijo mientras agarraba mi mano con urgencia.

-        ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está Bella?

-        Rápido, es una emergencia de vida o muerte.

Eso me descolocó y asustó.

-        ¿Qué ha pasado? ¿Un accidente?

-        Si no nos damos prisa… - dijo con tonto triste - es posible que ya no podamos verla. ¡Apresúrate!

-        OH DIOS MIO, ¡hay que avisar a sus padres!

-        Ya los contacté - Dijo quitándome el teléfono de la mano.

Empecé a sollozar, no podía haberle ocurrido nada a Bella… Ella era mi hermana prácticamente desde kínder… Jasper cogió mi abrigo y bolso y me llevó al coche.

 

POV Bella

El coche nos llevó al aeropuerto, bueno, directamente a una pista privada donde un avión nos esperaba. Allí estaban Emmet y Jasper que reían de alguna broma privada y también Alice, con cara de pocos amigos reprochándoles algo a estos.

-        ¿Qué es lo que sucede aquí? - dije al no entender nada.

-        Nos vamos de viaje - contestó Edward

-        -¿De viaje? Imposible. Ni siquiera tengo permiso de mis padres.

-        Yo lo tengo - contestó - Tengo el permiso tanto de los Swan como de los Brandon. No han puesto ninguna pega, de hecho han estado a punto de cederme tu mano en matrimonio - rio-  Pensé que si tu amiga también venia, lo pasarías mejor que solo con nosotros.

-        Pero… - repliqué - está el restaurant también. Si las dos estamos aquí… ¡Quil nos va a despedir!

-        Creo que Quil se las arreglará bien, mandaré a dos sustitutas para cubrir vuestros turnos.

-        Edward, estás loco – Afirmé

-        Quizás tienes razón… no importa… vamos a Isla Esme, está en Brasil.

-        ¿Isla Esme? ¿Brasil? ¿Tu madre tiene una isla en Brasil? – Pregunté– la verdad es que a veces no entiendo por qué aun me sorprenden estas cosas…

-        Edward eres todo un Casanova… Se nota que la amas – Dijo Emmet mientras golpeaba a Edward en el estómago con el codo.

-        ¿Nunca te has enamorado Em? – preguntó Edward curioso. Él nunca había tenido una novia, o eso creía.

-        Sí, todos nos hemos enamorado alguna vez, incluso Jazzy aunque no quiera admitirlo.

-        ¿Y quién es ella?

-        No quiero hablar de ello… - dijo casi en un susurro -  ¡Venga, subamos al avión!

No indagué más en esa conversación ya que se había tornado privada entre ambos, aunque tenía curiosidad.

Al subir, Jacob estaba sentado con los ojos cerrados y los auriculares puestos escuchando música clásica; probablemente estaba dormido. Al tomar asiento, del majestuoso avión el piloto dio las indicaciones pertinentes sobre el vuelo:

-        Damas y caballeros. Bienvenidos a bordo del Washington Airlines 001 con destino Isla Esme, Brasil. El viaje tendrá una duración estimada de 4 horas. Rogamos se pongan cómodos y disfruten del vuelo.

Estaba atónita, realmente iba a viajar a Brasil… estaba enfurecida también ya que nunca me preguntó si yo quería ir con él.

-        Edward, no soy lo suficiente cercana a ti para que vayamos de vacaciones juntos - le dije con furia - E incluso si lo fuera, deberás haberme preguntado primero y en caso afirmativo habríamos tratado de coincidir con mis horarios. ¿No te han enseñado modales en el Kínder Cullen?

-        Quiero ir a un bonito lugar contigo y los preparativos están ya hechos. Nada va a pasarle a nadie porque desaparezcamos unos días, ¿cuál es el problema?

Seguimos discutiendo por un buen rato, hasta que el cansancio me venció y me dormí. Estaba realmente cansada y, realmente, me merecía estas vacaciones.

Capítulo 38: Los sentimientos de Edward (modificado)

 
14443553 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios