Pov Bella

Después del mal trago que pasé me fui a casa a dormir directamente, estaba tan agotada que ni siquiera me puse a estudiar para los exámenes de admisión a la universidad que empezarían en un mes.

-        ¡Bella! ¡Bella despierta hermana! – Dijo Seth con urgencia.

-        Que te ocurre Seth, pareces un perro que quiere que su dueño le saque a pasear

-        ¡Bella eres tú! ¡Tu cara está en todos los periódicos y noticiarios!

-        ¿¿¿¿¿QUÉ????? – Chillé levantándome de la cama a toda prisa y poniéndome mis lentes para poder ver el periódico que mi hermano tenía en la mano.

Era cierto, era mi cara y estaba en la portada bajo el titular “Heroína salva al joven señor Vultruri del suicidio”, abajo se indicaba “La apodan Chica Maravilla”.

No podía creerlo, hasta que llegué al salón y escuché el noticiario

-        “En la cuna del privilegiado Instituto Cullen no todo son flores y caviar; el hijo del señor Vultruri ha intentado suicidarse, y lo hubiera conseguido si no fuera por esta chica” – Enseñaron una foto que alguien había hecho con su teléfono móvil – “Se desconocen los motivos que movieron al joven Félix Vultruri a lanzarse, que permanece ingresado en el hospital, pero aun es más intrigante conocer quien es esta chica a quien apodan Chica Maravilla”.

Tierra trágame, pensé.

-        Hermana, ¿Lo has visto? ¡Eres famosa! – dijo con orgullo.

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Pov Esme

 Estaba furiosa… ¡¿QUIÉN SE CREE QUE ES ESTA CHICA?!

La Corporación Cullen se estaba viendo salpicada en cada noticiario, revista, periódico… El valor de nuestras acciones bajaban y en los foros de internet echaban pestes de nosotros, con comentarios como “La mayoría de estudiantes del Instituto Cullen no han pasado pruebas de acceso a los estudios universitarios, ya que compran su admisión a dichos estudios con dinero”, “Nadie quiso disuadir al chico, no ven más allá del fajo de billetes de su cartera, como siempre la gente de a pie es la que les salva”, “La Corporación Cullen no da la cara, todo lo contrario paga a la gente para que no hable”.

-        NO PODEMOS PERMITIR QUE ESTO SIGA ASÍ – Le grité a mi secretario general, Garrett.

-        Mi señora, hacemos lo que podemos para extinguir la opinión pública

-        ¿Extinguir? ¿Crees realmente que lo estéis consiguiendo? ¡Por mucho que queremos callar a la gente por cada uno que compramos aparecen 5 nuevos en contra!

-        Lo siento mucho, señora

-        ¿A caso sabes por qué es tan importante la imagen de la empresa? La gente se identifica con la imagen de una empresa y se siente parte de ella por eso compran en nuestros centros comerciales, estacionan en nuestros aparcamientos, viven en nuestros edificios, comen en nuestros restaurantes… ¡Y solo en esta semana hemos bajado las ventas un 3 por ciento!

Realmente la opinión pública, el populacho era una masa estúpida que se guiaba por el corazón y la ética dejando de lado el sentido común porque son ignorantes, aun así yo no era tan estúpida como para no temerla.

-        Señora, el presidente quiere hablar con usted del asunto, está preocupado por las concentraciones de gente en las calles que piden que actúe al respecto.

-        Ohh, ese estúpido. Llámale – intenté poner mi mejor voz, una que transmitiera paz y tranquilidad – Señor presidente, es un honor hablar con usted…. Si…. Claro… Parece que las cosas están poniéndose interesantes… Si… Mañana ya estará todo arreglado, Adiós señor presidente – pasé mis manos por el pelo nerviosa – ¡Garrett!

-        ¿Si señora?

-        Prepara el coche, parece que por mucho dinero y poder que tenga si quiero las cosas bien hechas las tengo que hacer yo misma.

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Pov Bella

Era de noche y estaba agotada de nuevo, no por tener muchos pedidos (que los había) si no porque me seguían los paparazis a todas partes haciéndome fotos y preguntas… Qué horror… Al menos ya había llegado a casa.

-        ¡¡Mamá, papá, Seth ya he llegado!!

-        Hola hija, ven siéntate – dijo mi madre en un tono tan afable que daba miedo…

Y mis sospechas eran fundadas, teníamos visita. Era una mujer alta y esbelta, con curvas envidiables y una larga melena color miel al igual que sus ojos; aun así sus facciones eran duras y se notaban unas ojeras que el maquillaje no había logrado ocultar del todo.

-        Mi nombre es Esme Cullen, la presidenta de la Corporación Cullen – dijo sin tenderme la mano – y tú debes ser la chica a la que apodan “Chica maravilla” – se notaba el tono de burla al nombrar mi apodo, y aunque lo odiara me sentí ofendida -.

-        Si, bueno, eso dicen – Sentía tanta vergüenza; una mujer como ella en una casa como la nuestra… - Encantada de conocerla señora Cullen.

-        Gracias

-        ¿Qué la trae por aquí? Yo no empujé a ese chico, solo quería salvarle, fueron los otros estudiantes quienes provocaron la situación… - estaba tan nerviosa que hablaba sin parar.

-        Cállate Bella – dijo mi padre – La señora Presidenta no ha venido para eso. Ha venido a ofrecerte una plaza como becada en el Instituto Cullen, ¡Empiezas mañana!

-        Estamos muy orgullosos de ti – Dijeron mamá, papá y Seth a la vez.

-        ¿Pero? ¿Qué? ¿Por qué yo? – No me lo podía creer.

-        Entrarás en el equipo de atletismo, más te vale no hacer el ridículo- Dijo la señora Cullen

-        No he dicho que acepte, a decir verdad, no voy a aceptar así que será mejor que se vaya – esta mujer me estaba molestando de veras.

-        ¿Qué? Eres una insolente desagradecida.

-        ¡No señora presidenta! Mañana estará allí a primera hora no se preocupe – Dijo mi madre mientras me fulminaba con la mirada.

-        Bien, me voy ya he estado aquí el tiempo más que suficiente – dios mío, me daban ganas de patearle su “real” trasero hasta la puerta…

Lamentablemente, no tenía opción debía asistir a ese instituto aunque solo fuera para poder obtener un trabajo de nivel más alto al terminar los estudios.

Hola a tod@s! Este es mi primer fanfic. Intentaré escribir un capítulo diario, pero también me gustaría recibir votitos y comentarios.

Espero que les guste.