EN EL AMOR TODO NO VALE (+18)

Autor: Anathole
Género: Romance
Fecha Creación: 21/03/2014
Fecha Actualización: 06/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 39
Comentarios: 101
Visitas: 56438
Capítulos: 39

(No es la tipica historia de amor) Bella es una chica humilde que siempre ha querido pasar desapercibida, no obstante su vida cambia radicalmente cuando gracias a una beca accede al instituto más exclusivo del país. No obstante, no será su vida la única que cambie cuando se tope con Edward, el chico más popular y poderoso del instituto, y su panda de amigos.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de (S.M). Basado en el cómic Hana yori dango, pero con tonos más picantes. Todos humanos.

Éste es mi primer fanfic, por eso lo he hecho basándome en una historia que me gusta y adaptándola a los personajes que tanto amamos.

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Capítulo 13: Consecuencias

Pov Bella

Aunque había recibido el alta, no me sentía preparada para ir a casa así que llamé a Alice desde un teléfono público.

-        Alice, soy yo Bella.

-        Bella dios mío, donde estás no has venido al trabajo y no podía localizarte.

-        Lo sé, perdóname amiga.

-        Si tú estás bien yo también lo estoy – se produjo un silencio incómodo – porqué estas bien ¿Verdad?

-        ¿Puedes venir a buscarme por favor? Necesito quedarme a dormir contigo unos días – supliqué.

-        Si, por supuesto Bells.

Me recogió a la media hora y me llevó a su casa. Le conté lo ocurrido: el incidente, el rescate por parte de Jacob, la ayuda recibida por Garrett y “su señor”…

-        Pero Bella, ¿tienes idea de quién puede haber sido?

-        Por lo que me dijeron, creo que de Edward Cullen.

-        Tienes que salir de allí, no vuelvas nunca más por favor.

-        No puedo hacerlo. No voy a darle esa satisfacción, que piense que me ha ganado.

-        ¡Estás tonta o qué! Esto no es una competición, han intentado violarte.

-        ¿Crees que no lo sé? Lo pagará caro.

-        Bueno, entonces duérmete que necesitas reponer fuerzas para mañana.

Sonó el despertador y me fui a la ducha, miré las marcas de mi cuerpo. Algunas habían desaparecido mientras que otras solamente parecían golpes. Sólo había una que seguía en el mismo sitio.

Tenía una cicatriz en forma de media luna en mi muñeca. Había sangrado mucho y tuvieron que coserla. Por lo que seguramente se quedaría ahí para siempre como un recuerdo de la peor noche de mi vida.

Estaba en el pabellón principal cuando vi que entraban los fríos y, como siempre, todas se volvieron locas.

Jacob evitaba mirarme, supongo que le daría asco recordar lo sucedido. Por lo contrario Edward me miraba fijamente, noté en su mirada un toque de preocupación pero sobretodo sorpresa. Debía suponer que me había rendido y ya no volvería más.

La sorpresa fue mía cuando se acercó a mí y me agarró del brazo.  Subió la manga y miró la cicatriz, sus ojos se llenaron de furia y me soltó de golpe. Primero manda a unos matones a que me violen y luego se preocupa por mi… ¿Éste tipo es imbécil o qué?

Nadie me molestó ese día, todos fueron muy amables conmigo. Necesitaba hablar con Jane pero hoy había faltado a clase.

Estaba almorzando cuando de golpe vi que alguien caía a mis pies, como si le hubieran tirado hacia allí.

-        Pide perdón - Le ordenaba una voz,  miré y era Edward. Si antes parecía furioso, ahora estaba a punto de estallar – ¡¡HE DICHO QUE PIDAS PERDON!!

-        Ppp ppp perdón – dijo entre sollozos el chico.

-        No te he oído… habla más alto – replicó Edward

-        Perdóneme

-        ¿Por qué? ¡Dile a todo el mundo porqué tienes que pedir perdón desgraciado! – no entendía porqué me defendía así.

-        ¡Basta Edward!- logré decir – a nadie más que a mi le interesa este asunto y quiero que siga siendo así.

-        Está bien, como tú quieras Bella – asintió.

Me fijé que el chico llevaba una venda en la muñeca y se la quité. Tenía una marca parecida a la mía, solo que esta parecía hecha con algún tipo de objeto cortante. Al lado estaba escrita la palabra “violador”. Me sorprendió mucho, y me desconcertaba a la par: si había contratado al chico para vengarse de mí ¿por qué le había castigado?

-        No era necesario que le hicieras eso.

-        Si lo era, todo el mundo debe saber el tipo de persona que es, ¿no lo crees?

En verdad me gustaba que hubiera reaccionado así.

-        Edward vámonos ya – le dijo Jacob que seguía sin mirarme.

-        Está bien, pero antes óiganme todos. Como alguien, quien sea, le ponga un dedo encima a la señorita Swan responderá ante mí.

 

Finalmente las clases terminaron y me fui al restaurante de Quil.

-        Bella, lo siento he tenido que contarle a Quil la verdad sobre lo ocurrido – confesó Alice al verme.

-        No es culpa suya Bella, yo insistí mucho – intentó justificarla Quil.

-        Estos “fríos”, me dan ganas de darles una paliza – siguió Alice – ¿Qué clase de personas se creen que son?

-        No todos son iguales Alice – esbocé una sonrisa al pensar en Jacob – Hay uno que es totalmente opuesto.

Quil sonrió y afirmó con la cabeza.

-        ¿Uno de ellos? ¿Quién? - Preguntó Alice muy poco convencida.

Solamente pude sonreír como respuesta a su pregunta.  Metí las manos en los bolsillos donde guardaba el pañuelo que Jacob me dio el día que me lanzaron huevos y harina y suspiré.

Empezaron a llegar los clientes y no pudimos parar en toda la noche.

De camino a casa me paré a ver un anuncio de telefonía móvil donde salía mi modelo favorita. Era tan hermosa que dolía.  Seguí mi camino hasta que pasé por al lado de un corro de gente, miraban con incredulidad un muchacho que estaba abrazado a un anuncio de la estación de autobús. Me fijé con detenimiento y vi que era Jacob, estaba besando el cartel mientras caían lágrimas de sus ojos.

-        ¡Hola Jacob! – Intenté parecer natural – es muy hermosa.

Reaccionó apartándose del anuncio.

-        Aun así, no deberías poner tus manos ahí, podrían ensuciarse – seguí.

Se miró las manos, las tenía muy sucias, pero no parecía importarle. Le puse el pie a la bicicleta para que no se moviera ni cayera y saqué de mi  mochila unas toallitas húmedas. Él me tendió la mano e intentó cogerlas pero pasé de largo y me puse a limpiar el cristal que protegía el anuncio. Le oí reír.

-        Ahora que está limpia, está mucho más hermosa ¿verdad? Aunque esta chica no es solo belleza, es muy inteligente y generosa, ella dona todo el dinero que gana como modelo a organizaciones a favor de la igualdad de género y que ayudan a las mujeres maltratadas a conseguir una nueva vida. Es una excelente abogada, por lo que ofrece sus servicios a la gente más necesitada siempre que puede. La admiro mucho.

-        ¿Sabes todas estas cosas sobre ella?

-        Por supuesto, ella es mi ídolo. Mi ejemplo a seguir, soy su mayor fan.

-        Tu ídolo – dijo sonriente.

-        ¿Sabes qué? Todos esperan que ella sea la sucesora de la firma de abogados de sus padres una vez se retire del modelaje. Pero yo no lo creo así, ella hará algo mejor y más grande que todo eso. Siempre visita países como Afganistán, Marruecos, etc. y crea escuelas para que las niñas puedan ir a estudiar – Jacob estozó una gran sonrisa, como si se sintiera orgulloso de las hazañas que le describía - encontrará un buen hombre en el camino que la ayudará, un príncipe de alguna de las familias reales más importantes del mundo o un presidente. Sería como Lady Diana o Audrey Hepburn.

-        Ella es solo una modelo – dijo Jake muy seriamente.

-        ¿Y qué? Ella bien lo merece, ¿no lo crees?

-        Tu eres realmente molesta, me irritas cada vez que te veo – me dijo con tono despectivo.

-        Yo… lo siento Jacob, no era mi intención – contesté mientras se alejaba.

-        ¿Tú qué sabrás?

Me quedé muda mirándole mientras se alejaba. Miré el reloj y marcaban las 22:30.

-        Mierda, es tardísimo – maldecí mientras cogía la bicicleta y me iba a casa.

Capítulo 12: Culpa Capítulo 14: Patada voladora

 
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