EN EL AMOR TODO NO VALE (+18)

Autor: Anathole
Género: Romance
Fecha Creación: 21/03/2014
Fecha Actualización: 06/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 39
Comentarios: 101
Visitas: 56458
Capítulos: 39

(No es la tipica historia de amor) Bella es una chica humilde que siempre ha querido pasar desapercibida, no obstante su vida cambia radicalmente cuando gracias a una beca accede al instituto más exclusivo del país. No obstante, no será su vida la única que cambie cuando se tope con Edward, el chico más popular y poderoso del instituto, y su panda de amigos.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de (S.M). Basado en el cómic Hana yori dango, pero con tonos más picantes. Todos humanos.

Éste es mi primer fanfic, por eso lo he hecho basándome en una historia que me gusta y adaptándola a los personajes que tanto amamos.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 31: Todo se desmorona

POV BELLA

 

Me desperté con un horrible dolor de cabeza. No lograba recordar nada, ni dónde estaba ni cómo había llegado hasta aquí. Abrí los ojos y no reconocí el sitio donde estaba. Supuse que sería alguna habitación de invitados en casa de Jane.

-        ¿Jane? – la llamé - ¿Estás ahí?

No hubo respuesta, conseguí levantarme de la cama y me di cuenta que estaba sólo en ropa interior. La ropa estaba tirada encima de un mueble cercano que tenía un espejo. En él había un mensaje escrito con lápiz labial.

“Gracias por lo de ésta noche”

-        No, no ¡ESTO NO PUEDE SER! – chillé con todas mis fuerzas - ¡QUÉ HE HECHO!

Después de unos minutos de histeria pude enfriar mi cabeza y pensar con claridad. Lo primero de todo, inspeccionar las sábanas: Se veían muy movidas, incluso uno de los laterales no estaba sujeto.

Segundo, ver en las papeleras si había algún condón usado. Negativo ¡MIERDA! Tendría que ir a la farmacia a comprar Post Day, por si acaso.

Tercero, revisar si me faltaba algo. Estaba todo: mi identificación, las llaves de casa, el bonobús y las escasas monedas que me sobraron de anoche.

Me vestí rápidamente y fui a casa. No había nadie ya que las clases habían empezado hacia horas y mis padres habían podido rentar un pequeño local donde preparar los pedidos.

Quise quedarme todo el día en casa, pues sabía que las Post Day tenían efectos secundarios como mareos y vómitos, pero tenía que enfrentarme a la realidad y hacer vida normal. Debía que ir al Instituto Cullen.

 

POV EDWARD

Me levanté de especial buen humor. Estaba decidido a conquistar a Bella.

-        Edward, me parece muy bien que quieras conquistar a Bella pero… ¿Por qué Jasper y yo tenemos que hacer el payaso contigo? – replicó Emmet.

-        Si, nunca hemos vestido uniforme como los demás – le siguió Jasper.

-        Usar la ropa de la escuela de vez en cuando es bueno – les dije.

-        Tu cabello… ¿De verdad lo vas a alisar?

-        Cierto Edward, llevan dos horas ya alistándote ¿Cada mañana estaremos aquí viendo cómo te alisan el pelo? – se le unió Jasper.

-        Pensaré en algo para no perder tanto tiempo, pero mientras sí. Cada mañana lo alisaré – sentencié.

Flashback

-        ¿Q… qué es lo que odias tanto de mí? – pregunté con miedo a la respuesta - ¿Qué tengo que hacer para agradarte? Soy el más guapo, rico y elegante de todo el instituto. ¿Cómo puedes odiarme?

-        Todavía no lo sabes ¿verdad? – me dejó confuso - ¡Me disgusta todo de ti! Tu forma de ser, tu forma de hablar a los demás… incluso tu pelo ondulado me molesta, me parece ridículo. Te odio de la cabeza a los pies. – acabó aplastando y haciendo añicos mi corazón – Es una monstruosidad ver como tú y tus amigos manejáis a vuestro placer toda la escuela. Ir otorgando tarjetas rojas a aquellos que creéis que os han ofendido para que el trabajo sucio lo hagan los demás.¡¿Necesitas que te lo repita o te ha quedado claro?! – chilló antes de irse.

 Fin flashback

 

-        Listo chicos vámonos. ¿Qué tenemos a primera hora? – Pregunté

-        ¿Primera hora? Querrás decir tercera hora. Llevamos horas esperando a qué míster pelo bonito esté listo – rio Emmet.

 

POV BELLA

Entraba en el pabellón principal aun pensado en lo ocurrido, seguía sin recordar nada de nada. No recuerdo haber bebido, pero esa era la única explicación lógica.

De repente sentí como alguien me agarraba de los pelos y los brazos.

-        ¿Qué? ¿Quién? – pregunté. Eran las tres arpías - ¡Dejadme!

-        ¿Cuándo te volviste tan descarada Bellita? – preguntó Irina

-        Por dios… Qué grosería de tu parte – le siguió Tanya – Por eso dicen que no hay que acercarse a la gente pobre… sois espantosos.

-        Sabíamos que pretendías hacerte la inocente pero no nos has engañado – soltó Kate – ¡has ido demasiado lejos!

-        Soltadme – les ordené – no entiendo nada de lo que decís. No tenéis motivos para tratarme así.

-        ¿De verdad que no? – rio Tanya – llevadla – les ordenó a sus secuaces.

Me arrastraron hasta el comedor principal donde todo el mundo se volteó para mirarme y cuchichear.

-        Así que no hay razón ¿No? Engañar a nuestro querido Edward es lo mismo que engañarnos a nosotras. ¡Insultar a “los fríos” es como insultarnos a nosotras! – gritó.

-        Eres un trapo sucio… ¿Pensaste que permitiríamos que avergüences a toda la escuela así? – le siguió Kate.

-        Mira a la pantalla, zorra – sentenció Irina.

Allí estaba, en la pantalla de televisión había una fotografía mía en la cama con un chico. Identifiqué la habitación, era el hotel dónde había despertado esa mañana. Empecé a tener flashes en mi cabeza, pero enseguida empezó a dolerme.  Quería recordar la cara del chico (salía pixelada) o al menos su nombre, pero me fue imposible. En todas se me veía durmiendo y se veía un poco de mi ropa interior.

Oía risas y cuchicheos de fondo, pero no me importaron. Lo más importante era recordar quien era el chico y saber cómo se había propagado lo “noticia”.

-        ¿Qué ocurre aquí? – dijo una voz desde la puerta. Pude identificarla perfectamente, era Edward – ¿Estáis molestando a Bella de nuevo? ¿Quién te crees tú...?

-        Edward – le cortó Tanya - ¡No te dejes engañar más por ella! Mira esto y despierta.

En un acto reflejo me puse en frente del televisor.  Me dolía en el corazón pensar que Edward viera eso.

-        No Edward. Esto está mal. ¡No es cierto!... No sé qué pasó, yo… - intentaba explicarme pero no me salía nada coherente.

 Entonces me apartó de la pantalla y vio la fotografía. Las lágrimas empezaban a caer de mis ojos; él apretaba los puños. Me puse de nuevo en medio de la pantalla

-        ¡Cómo puede esto estar mal? Incluso hay fotos para demostrarlo.

-        No lo sé, de verdad Edward. Ayer salí con Jane a un pub y… creo que alguien me drogó – intenté justificarme.

-        ¿Así que ésta eres tú? ¿Es éste el tipo de chica que eres? Además ¿Caíste? ¿Eres del tipo que cae en cualquier trampa? – levantó la voz.

-        Edward Cullen, no me importa si me crees o no – noté que sus ojos se volvían llorosos – Yo sé qué pasó… Es más, ni siquiera sé por qué estoy defendiéndome de algo tan absurdo. Te puedo asegurar que esto no es lo que parece. ¡Yo no tengo ni idea de lo que está pasando!

De pronto me agarró del cuello de la camisa y me elevó del suelo. Me miraba con rabia, dolor y decepción.

-        Sólo te haré una pregunta Isabella. La chica de la foto… ¿no eres tú?

No supe responderle, no podía responderle; solo llorar. Me soltó de golpe y se dio la vuelta para marcharse.

-        Dijiste que no te importa si te creo o no – dijo de espaldas a mí – Pues bien, no te creo. A partir de ahora no te conozco.

Empezó a andar, Jasper y Emmet me miraban de reojo pero no vi desaprobación en su mirada, sino confianza. Ellos si confiaban en mí, me creían.

No pude soportarlo, corrí tras Edward y le abracé por la espalda.

-        Créeme – le susurré – por favor, créeme.

-        Suéltame ¡YA! – gritó

Me desplomé en el suelo y rompí a llorar. De pronto apareció Jane que me agarró y me llevó fuera, a los vestuarios del pabellón de deportes.

-        Bella, ¿qué ocurre? He oído cosas… Tu….

-        Jane, ¿tú tampoco me crees?

-        Mi niña – me dijo abrazándome – yo siempre te creeré, siempre estaré a tu lado… Nadie va a lograr separarnos – dijo regalándome una sonrisa.

POV EMMET

Salimos de la escuela tan rápido como llegamos. Jasper intentaba razonar con Edward sin éxito.

-        Edward por favor, piensa en frio. Conoces a Bella, ella no iría acostándose por ahí con cualquiera.

-        ¿La conozco? ¿De veras? Creo que solamente era una más, otra que quiere acercarse a mí por mi dinero.

-        Yo no lo creo así, pero si así fuera ¿crees que sería tan estúpida de dejarse cazar con otro?

-        ¡DEJAME EN PAZ! – gritó desesperado.

Subió a su coche y aceleró al máximo haciendo chirriar las ruedas, dio un par de volantazos esquivando a la gente.

-        Esto no `puede seguir así – le dije a Jasper – podría matar a alguien.

-        Tienes razón, la última vez que estuvo así fue después de que Jessica se casara…

-        Rápido vámonos.

Capítulo 30: Primer desencuentro * Capítulo 32: Averiguaciones

 
14443553 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios