¿Por qué a mí?

Autor: princesavespa
Género: Humor
Fecha Creación: 20/09/2013
Fecha Actualización: 05/06/2014
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 84
Visitas: 58978
Capítulos: 37

Bella tiene un hijo, Jacob, un adolescente rebelde, con muchos problemas de comportamiento, pero que ama a su madre por sobre todas las cosas, por lo que le prometió que cambiaría su carácter al mudarse de la ciudad donde vivían.

Edward en cambio, tiene una hija, Renesmee, que a pesar de ser una muchacha complicada, se desvive por cuidar de su padre y agradarle.

A pesar de eso, tanto Edward como Bella intentaron darles lo mejor y hacer de sus vidas un lugar lleno de amor.

Cuando Jake y Nessie se conocieron en la secundaria, no se imaginaban lo que significarían uno para el otro.

Sus padres tampoco imaginaron lo que cambiaría sus, ya de por si dificiles vidas, cuando este par se conociera...


 

Primero que nada: HOLA A TODAS! 

A lo mejor les resulte algo extraña la temática de esta historia, pero van a ver que a medida que la lean se pone mejor.

Les cuento que esta escrita tanto en tercera persona como con POV de los distintos personajes.

Como siempre, ya saben que me pueden preguntar cualquier cosa que se los responderé tanto como comentario, como mensaje privado.

Espero que me acompañen, como lo hacen siempre!

Para contactarse conmigo pueden hacerlo vía facebook, me buscan como: Princess Vespa.

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Capítulo 37: Epilogo.

Algunos años después…

 

El primer pensamiento en la mente de Bella al abrir los ojos fue “necesito vacaciones”.

A pesar del cansancio se puso de pie, se puso un sweater y bajo para preparar el desayuno.

Era un frio día de invierno en Forks.

Avanzó lentamente hacia la cocina y una vez allí prendió la estufa para preparar café.

Una vez que estuvo listo, se sirvió una taza y se sentó en el sillón.

La casa estaba silenciosa, lo cual no dejaba de resultarle sorprendente.

Vio la hora en su teléfono, eran las ocho y media de la mañana de sábado.

-Sigo pensando que necesito vacaciones.- dijo una vez que termino su café y se volvió a dirigir hacia la cocina.

Se dispuso a cocinar. Tenía un largo fin de semana por delante.

Comenzó preparando unas tostadas para cuando su esposo se levantara.

Edward no podía empezar el día sin café con tostadas, y no comía una o dos, siempre había sido de buen comer, por lo que Bella había considerado seriamente comprar pan en cantidades.

Luego de tener el desayuno listo, comenzó con la preparación del almuerzo.

El cumpleaños de Jacob había sido unos días atrás y hoy vendrían a casa para celebrarlo.

A pedido de su hijo, iba a tener que cocinar durante bastante tiempo.

Prendió la radio de la cocina y siguió con su tarea.

-¿Mamá?- una suave voz la interrumpió mientras cortaba verduras.

Bella dejo lo que estaba haciendo y se volvió para ver a su pequeño.

Alex, de cinco años, se encontraba parado en la puerta de la cocina, restregándose los ojos con sus manitas.

-Hola amor.- lo saludo su madre mientras se acercaba para tomarlo en brazos.- ¿Te despertaste hace mucho?- dijo dándole besos por todo su rostro.

-No… -dijo con algo de duda.

-¿Fuiste a buscarme a mi habitación verdad?

-Si, pero papi no se despertó…

-Por supuesto que no.- Si había algo que Bella conocía era la intensidad con la que su esposo dormía.- Vamos a darte el desayuno Alex.

Lo sentó en su silla y le sirvió una taza de leche con cereales mientras ella continuaba con el almuerzo.

-¿Hoy vienen Jake y Nessie mami?- le pregunto sin dejar de tomar su desayuno.

-Si amor hoy vendrán tus hermanos.- le respondió sonriente.

-Genial.- dijo el pequeño sonriente. Bella sonrió al escuchar esa expresión, le recordaba mucho a Jake de pequeño.

Cada vez que Bella miraba a su hijo menor no dejaba de darle gracias a Dios por haberlo enviado.

El niño era casi una copia exacta de su padre, pero con su color de cabello y sus pecas, era muy parecido a Nessie, pero si se lo miraba detenidamente, la forma de sus ojos era como la de Jake.

Luego de tantos años, la gente seguía sorprendiéndose cada vez que conocían su historia.

Cuando Edward le propuso a Bella matrimonio, no tenían ni idea de cómo harían para llevarlo a cabo.

Si bien sus hijos estaban felices ya que eso significaba que estarían juntos tiempo completo, era exactamente eso lo que hacía que Edward dudara de cómo llevarlo a cabo.

Se necesitaron varias semanas y muchos tés de hierbas para llegar a un acuerdo que les agradara a todos.

En primer lugar, la casa estaba llena de gente.

Charlie y Alice vivían con Bella y Jake  y no podían simplemente echarlos, además la casa era tanto de ellos como de Charlie.

Por otro lado, Alice estaba muy feliz con Jasper, pero todavía era demasiado pronto para vivir juntos, así que como estaba planteada la situación, no podían irse a vivir a la casa de Bella.

Entonces quedaba la casa de Edward.

Una vez que acondicionaran el estudio de Edward, habría lugar para instalar a Jacob cómodamente, así que podrían mudarse para allí, pero a Edward no le emocionaba demasiado deshacerse de su estudio, ni tener al novio de su hija viviendo bajo el mismo techo.

Otra de las opciones era que esperaran hasta que los muchachos se fueran a la universidad, para lo faltaba un poco más de un año, y luego podrían casarse.

Para Bella esa era la única solución viable, para Edward, por más que lamentaba postergar la boda, también.

Por supuesto, Jake y Nessie se sentían mal por ver a sus padres algo tristes por tener que esperar tanto para poder comenzar su vida juntos.

Ellos podían entenderlo difícil de su situación.

 El hecho que sus hijos estuviesen enamorados y juntos, dificultaba un poco que su relación fuera del todo normal, así como para ellos, el que sus padres estuviesen prometidos era algo difícil de llevar.

Una tarde, mientras estaban viendo una película en la habitación de Ness, Jake tuvo una idea.

Si lo único que impedía que Bella y Edward se casaran era el hecho de compartir hogar, la solución estaba en que uno de ellos no viviera con el resto.

Emocionado por lo que se le acababa de ocurrir, le compartió a Nessie la idea y ella, luego de asegurarse que estuviese bien seguro con su decisión, lo acompaño a decirles a sus padres lo que había pensado, pero antes, necesitaba hablar con Charlie ya que su opinión era fundamental.

Habiendo hablado con su abuelo y con Renesmee de su lado, Jake hablo con Edward y Bella planteándole su plan.

-Mamá, lo único que impide que se casen somos nosotros, afrontémoslo.- le dijo seriamente.

-Jacob no es así.- rebatió Edward.- Estamos esperando un par de meses, no es tan grave.

-No, pero nosotros sabemos cuánto anhelan estar juntos.- respondió Nessie.

-Cariño, nosotros ya estamos juntos. Casarnos ahora o en un tiempo no modificara nuestro amor.- afirmó Bella.

- De todos modos ma, se me ocurrió una solución, que no puedo creer como no se nos ocurrió antes…

-¿Qué idea tuviste Jake?- pregunto Bella dudosa. Temía de las ideas de su hijo.

-Pues que yo me quedo a vivir con el abuelo en casa y tú te mudas a casa de Edward.- dijo como si fuera obvio.- Es la solución ideal, piénsenlo.

Edward miro a Bella entrecerrando los ojos.

Para él era una excelente idea, pero sabía que a Bella no le agradaría.

Isabella permaneció en silencio durante unos segundos, como contemplando la idea, pero luego comenzó a negar con la cabeza.

-De ninguna manera. – negó.

-¿Por qué?- preguntó Jake.- De cualquier manera en unos meses me voy a ir y solo vendré los fines de semana, es para que te vayas acostumbrando a mi distancia. Además estaré a diez minutos mamá, no es tan descabellado.

-Jacob, no quiero alejarme de ti hasta que te vayas a la universidad, no me parece correcto.- siguió negándose Bella.

-Bells.- la llamo Nessie.- Nosotros nos sentimos algo culpables por el hecho que ustedes no puedan casarse porque no es “bien visto” que vivamos bajo el mismo techo. Sabemos que nuestra familia es especial, al estar Jake y yo enamorados, pero también entendemos que no es justo que ustedes no puedan ser felices porque no somos “normales”.

-¿Alguna vez se dedicaran a ser dos adolescentes comunes y dejaran de comportarse como adultos?- pregunto Edward mirando a su hija y a Jake.- Hijos, en serio, no se preocupen.

-Pero no es preocupación papá, es sentido común. Jake no quiere dejar a su abuelo solo y nosotros queremos que se casen antes de irnos, no veo el problema…

-Chicos… yo…- comenzó Bella.- La verdad es que no sé qué decirles Jake ¿de verdad quieres vivir con tu abuelo?

-Si mamá, quiero vivir con el abuelo.

-Edward…- dijo mirando a su novio.- ¿Qué crees?

-Creo que sería una solución, pero también entiendo que no quieras separarte de tu hijo. Esta en tus manos cariño.

-¿Estarías en casa cada vez que llego del trabajo?

-Si mamá-

-Y los fines de semana te quedarías aquí.

-Si Edward está de acuerdo…- dijo Jake mirando a Edward.

-Tendré el estudio desocupado los fines de semana.- dijo resueltamente.

-Aún no me parece… No sé… no se siente bien…

-Mamá, tú hiciste siempre todo por mí, deja que esta vez yo haga algo por ti. Serán solo unos meses y viviré a unos pocos minutos de ti.

Luego de asegurarle mil veces que estaba seguro de hacerlo y de jurarle que estaría mucho tiempo en casa con ellos, Bella aceptó y un mes después, se casaron en una ceremonia bastante privada que termino en una fiesta muy divertida organizada por Bella y Edward en un lugar al aire libre cerca de Forks.

Cuando Bella se mudo a la casa de Edward, descubrió un nuevo mundo.

Al ser Nessie tan organizada, por primera vez en la vida, se dedico a disfrutar de cosas que cuando vivía en una casa llena de hombres le eran difíciles.

A pesar de todo, tenía miedo que la convivencia con Ness y Edward fuera difícil, pero al cabo de un par de semanas, se sintió en casa-

Durante la semana veían a Jake todas las tardes y los fines de semana pasaban tiempo los cuatro juntos.

Nunca falto gente que dijera que la casa Cullen-Swan era demasiado extraña ya que sus hijos estaban juntos siendo “hermanastros” pero a ellos nunca les importo demasiado lo que la gente dijera. Eran felices.

Cuando finalmente Nessie y Jake partieron para la universidad, Bella y Edward comenzaron su “luna de miel” atrasada, pero no fueron los únicos.

Una tarde, recibieron la visita de Charlie. Estaba bastante nervioso y necesitaba tener una charla con su hija y yerno.

-Papá, si no nos dices que te sucede de una vez juro que te golpearé.- amenazó Bella a su padre.

-Bien, lo diré de golpe y ya.- Tomo aire y dijo.- Estoy de novio con Sue.- concluyó soltando todo el aire junto.

Tanto Edward como Bella se quedaron en silencio unos segundos, luego se miraron y finalmente estallaron en carcajadas.

-¡Ay pa!- dijo Bella poniéndose de pie y acercándose a su padre.-Me alegra tanto.

-¿De verdad?- pregunto Charlie.- Pensé que tal vez te enfadarías.

-¿Enfadarme? De ninguna manera. Sue es una excelente persona y realmente creo que te hace muy bien estar con ella, así que me pone muy feliz.- dijo abrazándolo más fuerte.

-Además.- interrumpió Edward.- Era demasiado obvio Charlie. Es más, con Jake tenemos una apuesta sobre ustedes…

-¡Dije que no quería más apuestas!- dijo Bella enfadada.- ¡Menos sobre relaciones!

-Entonces la de Alice y Jasper que llevamos nosotros…- comenzó Edward.

-Esa es distinta.- se apuro a contestar Bella.

-¿Y qué apostaron?- pregunto Charlie sonriendo.

-Libros.- respondió Edward.

-¿Libros?- pregunto Bella.

-Sí. Si Jake ganaba, el elegiría uno de los libros de Nessie y yo tendría que leerlo y el ganaba yo, le haría leer uno de los tuyos.

-Me parece una apuesta inteligente.- resolvió Bella.- No le veo lo emocionante a eso.

-Lo emocionante será ver a tu hijo leyendo un libro de Austen… Sabes que detesta las “cosas de niñas”.

-Asumo que ganaste entonces.- le pregunto Charlie.

-Siempre apuesto sobre seguro suegro.- respondió poniendo una mano sobre su hombro.- Bienvenido al maravilloso mundo del romance.- dijo levantando las cejas de manera sugerente haciendo reír a su suegro y resoplar a su esposa.

La relación de Charlie y Sue fue en aumento a medida que pasaban los días.

Al principio ella se quedaba unos días en casa de Charlie, y luego, cuando Jake se mudó definitivamente a la universidad, era Charlie quien se quedaba en casa de Sue.

Luego de un tiempo, Charlie se mudo con Sue, dejando a Alice sola en la casa enorme.

Más allá de que conocían desde hace años, el argumento de Charlie sobre su mudanza era que ambos no se hacían más jóvenes y querían pasar sus días juntos. Bastante convincente para todos, a decir verdad, aunque claro, nadie les había pedido explicaciones.

En cuanto a Alice, una vez que Bella se caso, Jake fue a la universidad y Charlie se mudó, ella decidió que no podía quedarse en la casa de su prima durante mucho más tiempo.

La idea original era conseguir un departamento pequeño y mudarse, pero en Forks no había muchos lugares donde ir.

Su relación con Jasper iba muy bien.

A pesar de que por momentos sentía que él no había olvidado totalmente a María, sabía que era feliz con ella.

Jasper estaba enamorado de Alice, de eso no tenía dudas, pero en su interior había algo que no lo dejaba vivir en paz.

Lo que le había sucedido con María le había servido para ser un poco más cauto en cuanto entregar todo de sí mismo a otra persona.

Si bien Alice era absolutamente distinta a María, en su interior había algo que no lo dejaba confiar del todo en sus emociones.

Una tarde, cuando salía del trabajo, se encontró a su ex novia que venía de frente hacia él.

Al principio quiso volver a entrar a la oficina, pero luego decidió enfrentarla.

-Hola María.- la saludo correctamente.

-¡Jazz! ¡Qué sorpresa!- respondió efusivamente.- Pensé que estarías fuera del país.

-Decidí abandonar los viajes y ayudar a mamá en el estudio.- le contó.- Como has estado…

-Bien en realidad, trabajando un poco aquí un poco allá… - dijo sin darle importancia. Hablaron un rato de cosas intrascendentes hasta que María toco el tema.- Esto Jasper…-- comenzó.- Mira, nunca tuve oportunidad de pedirte perdón. Sé que actúe mal contigo, pero no supe cómo reaccionar cuando me pediste que nos casáramos…

-Está bien, no tienes nada que explicarme.- le dijo seriamente.

-Pero quiero hacerlo. Jasper yo estaba enamorada de ti, pero no estaba lista para un compromiso serio, casa, hijos, todo eso… Yo soy un espíritu libre y… no me quería atar a nadie ¿Comprendes?

-Creo que si.- le respondió.- Pero en serio, no te disculpes, yo estoy bien. Estoy con alguien hace un tiempo.

-Me alegro que así sea. Dime ¿Ella te hace feliz?- la pregunto lo sorprendió bastante pero no dudo al responder.

-Inmensamente.

-Me hace muy feliz escuchar eso.

Realmente Jasper era feliz con Alice.

La había amado a María, había sido feliz con ella, pero con Alice, además, se sentía pleno.

A pesar de estar juntos durante más de un año, seguía sintiéndose como un adolescente cada vez que estaba con ella.

-Gracias.- le respondió con una sonrisa.- ¿Tu eres feliz?

-En realidad lo soy.- dijo mirándolo con cariño.- Siempre serás un hermoso recuerdo para mi Jasper. De verdad.

-Me alegro saberlo.

Luego de esa conversación, Jasper se sintió más libre.

Sabía que su relación con María había sido especial, pero ahora entendía cuán importante era Alice para él.

Desde ese día las cosas, para él, cambiaron.

Si bien no le pidió matrimonio inmediatamente, supo que en algún momento lo haría y no tenía miedo de su respuesta, sabría que sería un rotundo sí.

Mientras Jasper solucionaba sus fantasmas personales, Alice lidiaba con los suyos.

Amaba a Jasper. Sabía que era el amor de su vida, pero temía que él no sintiera lo mismo.

Una noche, luego de que Charlie se mudara, Alice y Jasper ese encontraban en la cocina preparando la cena.

Jazz solía quedarse con ella varios días de la semana porque sabía que a Alice no le gustaba estar tanto tiempo sola.

Las luces de la sala estaban apagadas y sonaba música de fondo mientras ellos terminaban con su comida.

-Jazz ¿Puedes terminar con la ensalada mientras pongo la mesa?- le pregunto Alice.

-Por supuesto señorita.-respondió amablemente.

La dinámica entre ellos siempre era perfecta.

Si alguien los veía de afuera notaba la increíble sincronización que tenían juntos, era como ver una pareja bailando profesionalmente.

Ambos sabían lo que el otro iba a hacer y se adelantaban a los movimientos.

Si bien Alice moría por casarse con él y tener varios niños, sabía que él no estaba listo para eso, y por momentos sentía que nunca lo estaría.

-Allie.- la llamo Jasper.

-Dime cariño.- se volvió para mirarlo.

-Estaba pensando…- titubeó.- ¿Te diste cuenta que la mayoría de los días estoy aquí contigo?

-Lo noté Jazz ¿eso te molesta?- le preguntó con temor.

-¡No! ¡Para nada!- dejo lo que estaba haciendo y se acercó a su novia.-Lo que quería decirte era que me di cuenta que estoy casi todos los días aquí y pensaba que a lo mejor podría estar algunos más…- estaba nervioso.

-¿Algunos más? Si claro, ven todos los días que quieras.- le dijo Alice sin terminar de comprender.

-Lo que quiero decirte es que me gustaría que viviésemos juntos, digo.- trago en seco.- prácticamente tengo casi toda mi ropa aquí, y como a ti no te gusta vivir sola y, en realidad, quiero vivir contigo Allie.

Alice no podía creer lo que oía.

Jasper quería mudarse con ella. O al menos eso había entendido.

-¿Quieres que nos mudemos juntos?- le pregunto.

-Quiero vivir contigo cariño. Te amo y creo que sería genial si vivimos juntos.

Alice lo abrazo con fuerza y lo lleno de besos.

-¡Sí, sí y mil veces sí!- respondió emocionada.

Jasper río y la abrazó fuerte.

-Parece la respuesta que daría alguna de esas chicas Austen.- dijo bromeando.

-Es una respuesta de una chica Austen.- le respondió Alice aún emocionada.- Será genial Jazz, estaba pensando…- Y allí mismo comenzó a planear junto a Jasper su próxima vida juntos.

En un principio se quedarían allí, pero luego deberían buscar un lugar propio ya que a Alice le urgía devolverle la casa a su prima. Sentía que estaba invadiéndola.

Luego de un par de semanas de búsqueda, encontraron un departamento perfecto para los dos, con dos habitaciones una sala amplia y una cocina pequeña, lo suficiente para estar cómodos.

Esme y Carlisle estaban encantados con las vidas de sus hijos.

Ver que finalmente se habían establecido, tenían personas que los amaban profundamente junto a ellos y más nietos, hacían que sus vidas estuviesen llenas de dicha.

Ni hablar del hecho de que todos se fueron casi a la vez.

Al principio sintieron un poco lo que se denomina síndrome de nido vacío, la casa solo para ellos era algo grande, pero luego de un tiempo fueron acostumbrándose al silencio, a poder hacer lo que tuviesen ganas de hacer sin pensar en que alguien los interrumpiría, era como estar de luna de miel de nuevo.

Sin embargo, varias veces a la semana contaban con la visita de sus nietos, no solo Nessie y Jake, quien les decía abuelos a Esme y Carlisle así como Nessie le decía abuelo a Charlie, sino que Rosalie iba con el pequeño Eric para que sus abuelos disfrutaran de él.

Era un niño sano y fuerte y bastante grande para su edad.

Rosalie y Emmett se habían casado cuando Eric cumplió un año.

Si bien Rose quería casarse con Emmett, la insistencia de Edward y Jasper sobre la “virtud” de su hermana, fue un punto a favor para Rose.

Emm sostenía que ellos se amaban y no necesitaban papeles para demostrarlo, pero Rosalie se había negado a tener más hijos si no se casaban y pronto.

Así que nueve meses después de la boda llego Annie, una belleza rubia con ojos celestes como su madre y con un carácter de temer… como su madre también.

A pesar de cada uno continuar con sus empleos, tanto Emmett como Rosalie priorizaban su familia.

Les dedicaban a los niños la mayor cantidad de tiempo posible y nunca dejaban de demostrarles cuanto los amaban.

Todos los años organizaban vacaciones divertidas llenas de cosas extrañas pero con la idea de llevar a sus hijos a destinos sorprendentes donde pudieran conocer cosas extrañas y emocionantes.

Al principio a Rose le asustaba esa idea, pero con el tiempo se dio cuenta que Emmett no iba a desistir y comenzó a amigarse con la idea. En la actualidad es ella la que propone los lugares más extraños.

Con la familia Swan-Cullen en aumento, Edward comenzó a insistirle a Bella sobre buscar el suyo propio.

-Pero ya tenemos dos Edward.- dijo Bella luego de una “sutil” sugerencia de su esposo.

-Dos que no viven con nosotros y que en un futuro no tan lejano tendrán los suyos propios.

-Más a mi favor ¿No crees que sería raro?

-No.

-¿No crees o no sería raro?

-No a las dos cosas. Somos jóvenes aún Bella, podemos tener un niño más.

-No lo sé… yo ya no estoy tan joven como antes Edward. Además estamos recién adaptándonos a no tener a los chicos por aquí y tener un bebe…

-Sería hermoso. Uno nuestro Bells… tuyo y mío…

Bella entendía a lo que se refería su esposo, pero no dejaba de preocuparse.

De cualquier modo, al otro día fue a consultar con Rose sobre la posibilidad de buscar un niño y, luego de algunos estudios, confirmaron que Bella se encontraba en muy buen estado para tener otro hijo, así que luego de buscarlo durante unos meses, quedo embarazada de Alex.

La reacción de Renesmee y Jacob fue… especial.

Nessie se emocionó, gritó  y hasta pego varios saltitos como Alice al enterarse que tendría un hermanito, pero Jake simplemente dijo “ah”.

Bella se sintió mal al ver que la reacción de su hijo era tan seca, por lo que Edward tuvo una conversación con él.

-Jakey.- lo llamo como lo hacía su madre.- ¿Podemos hablar un momento?- Una vez que Alice se mudara al departamento con Jasper, Edward y Bella habían decidido volver a la casa de Bella y dejar la casa de Edward para alquilar, por lo que Jake se encontraba en su antigua habitación.

-Claro Ed.- Le respondió con cariño. Para Jacob, Edward era como un padre. Si bien siempre había tenido a Charlie y Emmett, Edward se preocupaba por él como un padre por un hijo, sin mencionar que por momentos sentía su malestar cuando la besaba a Nessie demasiado cariñosamente o hacían algún comentario con Emmett sobre sus chicas.

-Jake, tu madre piensa que no estás feliz por la llegada del bebé.

-No es eso…- dijo sentándose en su cama al lado de Edward.- Es un poco extraño ¿no crees?

-¿Por qué lo dices?

-Será mi hermano, pero también es el hermano de mi novia…

-Y sientes que puede ser extraño para tu relación con Ness.

-Algo, o sea…- busco sus palabras con cuidado.- Ponte en mi lugar… O en el lugar del niño. Sus hermanos serán, además, pareja… Es confuso.

-¿Pero entonces no te desagrada la idea de tener otro hermanito?

-Para nada, eso me parece bien. Es solo que temo en cómo nos influirá en un futuro.

-Te propongo algo.- dijo Edward poniendo una mano en su hombro.- Vayamos un día a la vez. Por ahora, solo ve y dile a tu madre que estas feliz, sabes cómo se pone si no cree que estas bien.- ambos rieron.- y luego… ya veremos. Siempre pudimos resolver las cosas que nos sucedieron, esta también.

-Tienes razón. Lo siento.

-¿Por qué? No tienes nada que sentir, es normal Jake.

Se pusieron de pie y se encaminaron a la sala para reunirse con Bella y Ness que estaban hablando de nombres de bebé.

-Edward…- lo llamó antes de bajar las escaleras.

-¿Si?

-Gracias por estar siempre a mi lado. Eres un gran padre.

-Y yo te quiero como a un hijo.- respondió Edward abrazándolo sobre los hombros.- Aunque ve tú a saber qué cosas haces con mi hijita…

Bajaron riendo juntos, a pesar del rubor en las mejillas de Jake.

Aunque no vivieran en la misma casa, Jacob y Nessie prácticamente vivían juntos.

Cuando se mudaron a Seattle, ambos tenían una habitación designada en la universidad, pero luego de la primer semana, pasaban casi todos los días uno en la habitación del otro.

Si bien habían esperado hasta mudarse para poder tener una relación más “libre”, aún se sentían extraños cuando despertaban juntos.

El primer año de carrera fue muy bueno para ambos.

Jake había decidido estudiar arquitectura ya que se le daba muy bien el dibujo, pero además, había pasado tiempo junto a Jasper y aprendiendo sobre los gajes del oficio, por lo que cuando se matriculo para la carrera, ya tenía conocimiento en muchas áreas.

En cuanto a Nessie, cambió de dirección. No siguió arquitectura, sino que se inscribió en literatura.

Con la pasión que sentía por los libros y la enseñanza, y luego de una larga charla con Bella, decidió estudiar lo que la apasionaba por completo. Además era joven, podría estudiar alguna otra cosa más si se lo proponía.

Ambos estaban contentos con sus elecciones y lo demostraban, no solo con sus acciones sino con sus buenas notas.

Una vez que empezaron el segundo año de universidad, decidieron alquilar un departamento para vivir juntos.

A Bella, que estaba por dar a luz a Alex, la emocionó la idea.

A Edward le provocó dolor de estomago.

Si bien ambos sabían que sus hijos ya no eran dos niños, Renesmee estaba hecha una mujer con todas las de la ley y Jacob dejo de tener ese rostro aniñado, se dejo la barba y el cabello algo largo. Bella siempre lo retaba e insistía que se lo cortara, pero a Nessie le encantaba, así que no lo hacía.

En un principio Edward se negó rotundamente, pero luego de varias charlas con Nessie y Bella, cedió.

Jake temía que el cariño que Edward sentía por él se esfumara, pero no fue así, simplemente lo miro mal durante un par de días, para después ayudarlos a elegir donde vivir.

En agosto de ese año nació Alex.

Era una cosita chiquita y colorada, pero luego de dos semanas se convirtió en un hermoso bebé con cabello cobrizo y grandes ojos marrones.

Toda la familia estaba encantada con él.

Era un niño tímido desde bebé.

No lloraba muncho ni era demasiado inquieto, pero solía reírse todo el tiempo de las caras extrañas que su padre le hacía.

Para Edward y Bella fue un desafío empezar de nuevo con un niño, pero eran felices y se sentían completos.

Edward dejo de dedicarse tanto a la investigación y se volcó a la familia.

Cuando Nessie y Jake venían de visita, el dejaba todo para estar con sus tres hijos, porque Jake se había convertido en un hijo más para él, a pesar de todo.

A medida que Alex fue creciendo, se convirtió en el objeto de cariños de sus hermanos.

Jake y Nessie lo adoraban.

Cada fin de semana que venían, pasaban más tiempo con él que con sus padres y el resto de la familia, de hecho, se adueñaban del pequeño y no lo soltaban hasta que se iban, lo que ocasionaba berrinches del pacifico niño ya que extrañaba mucho a sus hermanos cuando no estaban.

Cuando toda la familia se juntaba, lo hacían o en la casa de Carlisle y Esme o en la de Edward y Bella, ya que no entraban en otra.

Ese sábado, tocaba juntarse en casa de Bella y Edward.

-¿Tienes ganas de ver a Jake y Nessie verdad peque?- preguntó Bella mientras veía desayunar a su hijito.

-Sí, me dijeron que me traían una sorpresa.- contesto el pequeño.

-Me pregunto que será…- dijo Bella mirándolo con amor.- Espero que no sean más juguetes, ya no tenemos donde ponerlos.

-¡En el lugar de papi!- dijo emocionado ante la idea de que sus hermanos le regalaran algo más.

Aunque ambos habían terminado la universidad, seguían viviendo en Seattle para trabajar allí.

En un principio, Jake trabajaría con Jasper, pero uno de sus profesores quiso contratarlo durante un tiempo al ver que era muy bueno en lo que hacía y una persona confiable y responsable. A su vez, Nessie estaba como ayudante de cátedra en varias materias, por lo que vivían aún en su departamento.

A pesar del tiempo, seguían tan enamorados como siempre.

Tanto Edward como  Bella temían que en algún momento su relación se rompiera y que eso trajera complicaciones para todos, pero luego de casi ocho años juntos, su relación seguía en pie y firme.

Bella siguió con el almuerzo, mientras Alex se sentaba a ver dibujitos en la sala.

Al cabo de una hora, Edward apareció con rostro somnoliento en la sala.

Vio a su hijo entretenido con la televisión, le dio un beso en la cabeza y siguió hacia la cocina.

-Buen día.- saludo a su esposa.

-Buenas tardes diría yo.- le respondió Bella sin mirarlo. - ¿Descansaste amor?

Edward se acerco para darle un beso.

-La verdad que sí. Hacía tiempo que no dormía tanto.

-Lo noté.- respondió Bella devolviéndole el saludo.- El café está listo y las tostadas sobre el horno para que se mantengan calentitas.- le indico.

-Eres la mejor mujercita.

-Lo sé.

Se sentó en la cocina y, mientras observaba a su esposa, se dedico a tomar su desayuno.

-¿A qué hora vienen los chicos?

-Como al mediodía, al menos eso me dijo Nessie.

-Genial ¿Y el resto?

-Alrededor de la una de la tarde ¿A qué vienen tantas preguntas?- dijo sonriéndole a su esposo.

-Curiosidad. Hay que bañar a Alex ¿Verdad?

-Sí y te toca a ti.

Siguió desayunando en silencio durante un rato más.

-Nessie me dijo que tenían una sorpresa para nosotros.- dijo Bella de pronto.

-También me lo dijo a mí ¿Qué crees que sea?

-Pues espero que no sea un niño porque aun no estoy lista para ser abuela.- soltó Bella.

Edward se atragantó con su café.

-¡No lo había pensado!

-Es una posibilidad Ed.

-No, no lo es. Aún son niños.

-Tienen veinticuatro años Edward, no son niños. Déjame recordarte que a esa edad nosotros teníamos un niño cada uno.

-Pero era otro tiempo, otra situación y…

-Edward.- lo interrumpió.- No nos adelantemos a los hechos.

-Tienes razón. Iré a bañar a Alex.

Una vez que tuvo todo listo, Bella se ducho y preparó la mesa.

Edward y Alex estaban jugando en la habitación del pequeño ya que se escuchaban las risas del piso superior.

Alrededor del mediodía, la puerta de entrada se abrió y Jake y Nessie aparecieron con varias bolsas en sus manos.

-Si esos son juguetes para Alex les informo que los pondré en su habitación.- dijo Bella a modo de saludo. Jake y Nessie, a pesar de las quejas de Edward, tenían una habitación para ambos cuando iban a quedarse.  Vivían juntos, era tonto ponerlos separados cuando iban a casa, al menos eso era lo que Bella sostenía.

-Hola mamá, nosotros también te extrañamos.- La saludo Jake.

-No son solo para Alex.- se defendió Nessie mientras abrazaba a Bella.- También son para Eric y Annie.

-Deben dejar de malcriar a estos niños.- suspiró Bella.- ¡Edward!¡Alex! Jake y Nessie están aquí.- llamo Bella.

Los pasos de padre e hijo retumbaron mientras bajaban las escaleras.

-¡Jake! ¡Nessie!- grito Alex al ver a sus hermanos.

-¡Hey enano!- lo saludó Jake.

-¡Hermoso!- también saludó Nessie.

Alex se tiro a los brazos de su hermano, mientras Nessie lo llenaba de besos.

-Estos son los momentos en los que los retrataría.- dijo Edward acercándose a sus hijos.- Hola preciosa.- saludo a Nessie con un beso en la mejilla.- Jakey.- a pesar de que Jake era casi más alto que él y seguía siendo un monumento de grande, para él siempre sería ese chico de dieciséis años que llego un día a trastornar la vida de su hija, pero que se había transformado en una de las personas que más quería.- Los extrañamos ¿verdad Alex?

-¡Sí!- grito el niño.- ¿Cuál es mi sorpresa?- preguntó inmediatamente.

-Tranquilo enano, ya te daremos tus sorpresas…- indicó Jake mientras lo bajaba.- Huele genial mamá.

-Eso espero porque estoy levantada desde temprano cocinando para todos ustedes.- dijo a modo de reto Bella.-Bueno ya no se hagan más los misteriosos y digan cual es la sorpresa que tienen para nosotros.

- Y ahí tienes de donde saco la ansiedad tu hermano.-bromeo Edward.

-Bells ¿Tienes un poco de ese te de hierbas que tanto me gusta?- pregunto Nessie.

-Si claro Renesmee.- le dijo Bella dulcemente.- ¿Algún antojo quizás?

-¡Mamá!

-¡Isabella!

Gritaron Jacob y Edward al mismo tiempo.

-¿Qué?- respondió malhumorada.- Era una simple pregunta nada más.

-No Bells, para nada.- dijo Nessie sonriente-Simplemente extraño tus  tés ma…

-Bien, un té y nos cuentan.- Siempre lograba lo que quería cuando la llamaba así.

 Ness adoraba llamar “mamá” a Bella.

Si bien no lo hacía seguido, sonaba algo extraño, lo hacía cuando la extrañaba mucho, cuando hablaban a solas por teléfono o en casa o simplemente cuando quería un poco de cariño extra de su parte.

Para Renesmee, Bella era su madre.

Además no era tan extraño decirle “mamá” a su suegra, o al menos a ella no le parecía.

Una vez que Ness tuvo su bebida, Alex su regalo y Jake comió algo de lo que su madre había preparado, se sentaron a charlar en la cocina.

-Entonces…- comenzó Edward.- No estás embarazada.

-Te dije que eso es lo primero que pensarían.- le dijo Renesmee a Jake.

-Y yo te dije que tenías razón amor.- le respondió él riendo.

-No papá, no estoy embarazara aún.

-Aún.- repitió Edward.

-Aún Edward, no molestes.- lo apuró Bella.- ¿Entonces?

-Bueno, con Ness estuvimos pensando bastante y…- comenzó Jake.- La realidad es que extrañamos estar en casa.

-Y nosotros los extrañamos a ustedes.- afirmó Bella.

-Entonces, luego de meditarlo pensamos que si Renesmee lograba conseguir un empleo aquí… podríamos volver a casa.

-¿Jasper sigue insistiéndote para que trabajes con él verdad?- preguntó Edward. Sabía que Jazz extrañaba a Nessie. Él la veía cada vez menos ya que Alex les consumía mucho de su tiempo en Forks.

-Bastante.- rió Jake.- Pero es una excelente oportunidad. Mi pasantía en Seattle está terminando y, realmente, no quiero seguir trabajando allí. No tengo posibilidades de crecimiento y siempre seguiría siendo un empleado menor, en cambio con Jasper tengo la posibilidad de ser un igual, al menos eso me dijo él.

-Ten cuidado, suele engatusarte con su carisma.- advirtió Edward.

-No es así papá.- lo reto Nessie.- El tío Jasper sabe que Jake es genial en lo que hace y que pueden ser muy útiles uno para el otro.

-Ya me parecía extraño que tardaras en defender a tu tío.- bromeó Edward con su hija a lo que ella le saco la lengua.- Siempre tan madura Monstruo Ness.

-¡Hace cuánto no escuchaba ese apodo!- dijo Bella sorprendida.- Bueno, entonces  la idea es mudarse cuando Nessie encuentre empleo.- agregó emocionada.

-En realidad Bells, ya encontré empleo.- dijo con una sonrisa en su rostro.- Estas hablando con la nueva profesora de literatura de la secundaría de Forks.

-¡Oh por Dios!- grito Bella poniéndose de pie para abrazar a Nessie.- ¡No sé si me emociona más que se mudarán a vivir con nosotros aquí o que mi niña es profesora de literatura en la secundaria donde estudio!

-¡Creo que lo segundo!- respondió Nessie abrazándola.- El hecho de haber sido alumna allí fue de gran ayuda te diré.

-Felicitaciones hija.- dijo Edward dándole un fuerte abrazo.

-Así que ya hablé con Jasper y en dos semanas ambos comenzamos a trabajar aquí.- anunció Jasper.

-¡No se me ocurre algo que me haga más feliz!- dijo Bella abrazando a los chicos.- ¡Mis tres hijos cerca de mí!

-Nuestros hijos mujercita.- la corrigió Edward.

-Sí, sí, nuestros hijos.- se corrigió.- ¡Alex!- llamó al niño que estaba sentado en la sala jugando con los regalos que les trajeron sus hermanos.- ¡Ven amor!

Los pasos del pequeño se escucharon hasta la cocina.

-¡Estoy jugando mami!- se quejó el niño.

-Pero Nessie y Jake tiene una sorpresa más…- le aviso Edward.

-¿Más juguetes?- preguntó.

-No pequeño malcriado.- lo reto Jake.- ¿Qué te parece si Nessie y yo nos mudamos a vivir aquí?

-¿Aquí? ¿En casa?- pregunto extrañado.

-No en esta casa, pero si en una cerca de esta… Nos veremos todos los días.- le dijo Nessie emocionada.

-¿Y me seguirán dando juguetes?

-Dios Nessie ¿Qué hicimos con esta criatura?- le pregunto Jake poniendo los ojos en blanco.- Alguna vez te regalaremos algo enano materialista.

-¿Materia… qué? ¿Qué es eso?

-Eso es lo que obtienen por no hacernos caso cuando les dijimos que no lo llenaran de regalos.

-Bien, lección aprendida.- sonrió Jake.

-¿Y ya pensaron donde van a vivir?- les pregunto Edward. El siempre operativo.

-No en realidad…- comenzó Jake.- Estábamos pensando empezar a buscar departamento.

-¡Vamos! Saben que nuestra antigua casa está disponible… solo tienen que pedirlo.- dijo Edward.

-No era esa la idea papá. Con Jacob teníamos pensado alquilar algo cerca.

-¿Qué más cerca que la casa donde te criaste Renesmee? Además está lista para ustedes desde hace años.

-¿De verdad papá?

-Por supuesto.- afirmó Bella.- Nuestra idea siempre fue mantenerla para ustedes dos. Sabíamos que algún día volverían a casa.

-¿Te lo dijo Alice?- pregunto Jake haciendo alusión a los supuestos conocimientos psíquicos de su tía.

-No hace falta querido, yo tengo mis propios dones.- respondió Bella tocando su cabeza con el dedo índice.- Además no iban a poder vivir lejos de nosotros para siempre.

-Hablas como si fuésemos niños mamá.- se quejó Jake.

-Para mí siempre serán niños Jakey. Esos niños que un día nos volvieron locos a tu padre y a mí.

-Pero que también hicieron posible que hoy estén juntos y casados.-agregó Nessie.

-Detalles.- se rió Edward.- Lo importante es que ahora estaremos juntos.

-Sí, bueno Edward, tampoco es que viviremos todo el tiempo aquí.- aclaró Jacob.

-Lo sé Jake, pero al menos no estarán a varias horas de distancia y eso, para mí, es suficiente.

-Para mí también.- Aclaro Bella.

-¡¡¡Llegaron los abuelos!!!-grito emocionado Alex. Y con eso se dio por terminada la charla.

Una vez que todos estuvieron en la casa, la mesa puesta y la comida en la mesa, finalmente comenzó el almuerzo familiar.

En una mesa pequeña estaban Eric de siete años, Annie de casi seis y Alex.

En la mesa grande, Edward estaba en la cabecera con su padre y su suegro a cada lado y sus hermanos, cuñados e hijos en la otra, mientras que Bella ocupaba la otra cabecera con Esme y Sue flanqueándola.

Era un sábado familiar, de esos que Renesmee amaba y Jake añoraba.

Luego del postre dieron la noticia de la mudanza de los chicos y todos celebraron la noticia salvo Jasper que se jacto de saberla antes que todos.

-Hablando de noticias que tu sabes.- dijo Emmett.- ¿Para cuándo la boda con mi hermanita?

-¡Emmett!- gritaron Alice, Rose y Bella al mismo tiempo.

-¿Qué? Solo pregunto. Si mal no recuerdan, él, junto a Edward, fue el que insistió en que me case con Rose inmediatamente. Ni siquiera Carlisle se puso pesado.

-Tiene un punto con eso hermano.- dijo Edward a Jasper.

-Jasper sabe que yo soy feliz con él así y que no necesito casarme.- dijo Alice convincentemente, aunque en su fuero interno, ella quería casarse con Jazz.

-Me alegro que así sea.-dijo Emmett.- pero tú no respondiste mi pregunta.- dijo señalando a Jasper con su cuchara.

El interpelado estaba algo pálido.

Él quería casarse con Alice, pero hacía más de seis años que vivían juntos y en perfecta armonía, por lo que no veía el caso de hacerlo.

-Esto es algo que tengo que hablarlo a solas con tu hermana ¿No te parece?- dijo para salir de la situación.

-De acuerdo, háblalo con ella. Pero estoy echándote un ojo Cullen, no olvides que hablamos de su virtud.

-Quiero morir lentamente.- dijo Alice en voz baja poniéndose colorada.

-Ya tía, no te preocupes, hemos visto cosas peores de Emmett.- la consoló Nessie.

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

 

Unos días después, la casa de Jake y Nessie estaba lista.

Un par de arreglos en algunos sitios de la casa la dejaron lista para que los muchachos la habitaran.

-Quedo hermosa abuela, gracias.- agradeció Nessie a Esme. Ella se encargo de los detalles de decoración.

A pesar que a Nessie le encantaba su casa de la infancia, creía que era bueno cambiar algunas cosas ya que ahora la compartiría con su novio.

Una vez que quedaron solos en su casa, ambos s sentaron en el sillón abrazados.

-¿Eres feliz monstruo Ness?- pregunto Jake.

-Por supuesto tarambana.- respondió abrazándose más a él.-No puedo creer que finalmente estemos en casa.

-Yo tampoco.- murmuro Jake.- Aunque tenemos que admitir que nos fue bien.

-¿Bien?- pregunto Nessie incorporándose.- Nos fue de maravilla. Si alguien nos decía que íbamos a terminar así yo lo iba a negar rotundamente.

-Eso era porque aún no contabas con mi encanto.

-Tu encanto tiene límites Swan, lo sabes.

Jake río y la estrecho más fuerte.

-Cullen, estaba pensando…- comenzó.

-Es un buen habito cariño.- bromeo Ness.

-Ja ja, eres extremadamente graciosa. En serio, estuve pensando en el almuerzo en casa de nuestros padres  el otro día.

-¿Qué de todo lo que sucedió allí te hizo pensar qué?

-Emmett. Con lo que dijo sobre Alice y Jasper de casarse y eso… El tema de la virtud.

Renesmee comenzó a reír sonoramente.

-¿Te hizo pensar en tu virtud? Creo que es un poco tarde para eso Jake.

-No en mí virtud Renesmee…

-¿En la mía? Es tarde para esa también.

-Lo sé…

-¿Te molesta?- le pregunto mirándolo. Estaba serio.- ¿Qué sucede Jake?

- Creo que deberíamos casarnos.- soltó de golpe.

Renesmee abrió grande los ojos y lo miró seria.

-¿De qué hablas? ¿Crees que Emmett lo dijo por nosotros también?

-No. No en realidad. Solo que creo que tiene razón. Nosotros estamos juntos desde hace muchos años Ness, creo que es un paso que tenemos que dar.

-Jacob ¿Me pides que me case contigo porque hace mucho que estamos juntos y es un paso que tenemos que dar? Si es por eso mi respuesta es no.- dijo poniéndose de pie.

-¿No te quieres casar conmigo?- dijo Jacob parándose y mirándola serio.

-Sí, pero no por esos motivos Jacob. Me quiero casar contigo porque eres el amor de mi vida y quiero estar unida a ti para siempre, no porque es “algo que tenemos que hacer”.- se dio la vuelta y se dirigió a su habitación.- Estoy muy cansada, me voy a dormir.- dijo desapareciendo hacia la sala.

-Excelente Jacob. Simplemente excelente.- se reprendió mientras se dirigía a la cocina para tomar algo.

Nessie se durmió luego de dar varias vueltas en la cama. Luego de dos horas sintió que Jake se acostaba a su lado.

Quiso girar para abrazarlo y dormir pegada a él como desde que comenzaron a vivir juntos, pero estaba enfadada.

Por supuesto que quería casarse con él, llevar su apellido, tener sus hijos, pero no así. No porque él sintiera que era su obligación.

Jasper y Alice se casarían. Alice le había confesado que Jazz se lo había propuesto hacía unas semanas, pero aún lo mantenían en secreto. Ellos siempre mantenían todo para ellos durante un tiempo, les hacía sentir que vivían una aventura. Locos.

Nunca había pensado en casarse con Jake. O sí, no lo sabía. Solo sabía que lo amaba como nunca podría amar a nadie y que quería estar con él para siempre.

Le hubiese gustado que se lo pidiera porque a él le pasaba lo mismo.

Con ese pensamiento y con la angustia de no poder dormir abrazada a él se quedó dormida angustiada.

Al otro día se despertó y sintió que Jake no estaba a su lado.

Con pereza se desperezo en la cama y pensó en lo que tenían que hacer ese día.

Había quedado con Bella que pasaría a buscar a Alex para llevarlo a ver a Carlisle para un control y luego iría a la casa de Charlie para pasar la tarde con él y Alex mientras Jake comenzaba a interiorizarse en el trabajo con Jasper.

Sin querer levantarse aún se tapo la cabeza con la sabana.

Había olvidado el frío constante de Forks.

Permaneció debajo de las sabanas durante un rato, hasta que escucho el ruido de la puerta.

-¿Amor?- la llamo Jake.- Ness, vamos se que estas despierta.

-¿Qué quieres?- le dijo molesta. Ella no era de las que despertaban luego de una bronca y se le pasaba todo.

-Hablar contigo, vamos nena.-dijo Jake tirando de las sabanas.- Sabes que te las quitaré.

Vencida descubrió su cara para encontrar el desayuno cuidadosamente preparado.

Jacob no era del tipo romántico hasta que hacía algo que sabía que tenía que remediar.

Las pocas veces que se habían enojado, tanto Jake como Nessie hacían cosas tiernas por el otro.

-Esta vez no me vas a convencer con el desayuno.- le dijo secamente.

-Lo sé, el desayuno no es para convencerte.

-¿Ah no? ¿Y por qué es?

-Porque quería traértelo. Alguna vez puedo ser tierno porque sí.

-No en realidad, pero te seguiré la corriente.

-Ness, no quiero casarme contigo porque “debemos”- dijo yendo la grano directo.- Quiero casarme contigo porque te amo, porque finalmente estamos establecidos y porque quiero que seas mi esposa y punto.

Nessie quiso sonreír por la honestidad brutal de su novio, pero aguanto.

-¿Por qué estamos establecidos? Si mal no recuerdo estamos establecidos hace años Jacob.- dijo para molestarlo.

-No era lo mismo Renesmee. Vivíamos en un departamento mínimo, alquilado, con trabajos momentáneos nada fijo, tratando de gastar lo mínimo indispensable sin posibilidades de ahorrar ni de proyectar a futuro. Hoy tenemos esta casa que nuestros padres nos cedieron, trabajos con buen futuro y una estabilidad por la que trabajamos desde que salimos de la secundaria. No me digas que estábamos establecidos antes porque no era así. No podíamos pensar en la idea de tener hijos ni nada por el estilo.- dijo enfadado y de golpe.

Renesmee lo escuchaba seria hasta que dijo lo de los hijos.

Lo que más quería en la vida era tener niños. Varios.

Darles todo el amor de madre que ella no pudo tener al cien por ciento hasta que conoció a Bella.

Soñaba con esos niños grandes y fuertes como Jake y niñas delicadas pero aguerridas como ella misma.

No lo había hablado con Jacob porque no sabía cómo lo iba a tomar, pero escucharlo hablar de tener hijos hizo que todas las barreras se bajaran.

-¿En serio quieres tener hijos?- le pregunto tímidamente.

-Por supuesto que quiero tener hijos. Tus hijos Nessie. – le acarició el rostro.- Ness, cásate conmigo.

-¿Podrías ser más romántico para pedírmelo no?- le respondió.

-Si me dices que si soy capaz de cantarte una serenata y sabes que soy horrible para eso.

-No va a hacer falta. Por supuesto que me caso contigo Jake.

Jacob se puso de pie, la tomo en brazos y giro con ella mientras la llenaba de besos en el rostro.

-¡Jake! ¡Te vas a lastimar!- le gruño a su ahora prometido. De a poco, Nessie había dejado de ser la chica desgarbada que era cuando adolescente y su cuerpo había pasado a ser bastante más curvilíneo.

-No me interesa. Te amo, soy feliz y nos casaremos.- dijo sin soltarla.

Pasaron el día pensando cómo se lo dirían a sus padres.

Cada uno hizo lo que tenía previsto para hacer, y esa noche decidieron invitar a sus padres a cenar.

-¿Cómo te estas portando enano?- le pregunto Jake a Alex quien jugaba en la cocina mientras Nessie preparaba la cena.

-Bien. Nessie me dio tus colores.- le dijo mostrándole los dibujos que estaba haciendo.

-Le dije a Alex que necesitábamos dibujos nuevos en la nevera.- le mostró un par que ya habían pegados.

-Así me gusta peque, que seas genial como tu hermano.

-¿Dibujas un lobo?- le pregunto a su hermano.

-Te gustan los lobos, eres muy inteligente.- le dijo mientras acariciaba su cabeza.- le digo algo a Nessie y te dibujo lobos peque.

-Oki doki.- le respondió sonriente.

-Serás un gran padre.- dijo Nessie mientras lo saludaba.-¿Qué tal el día?

-Sacando que Alice nos interrumpió todo el día para hablar de “algo” con Jasper… bien.

-Ya sabes como la tiene esto de la boda. Probablemente nos enteraremos el día anterior.

-Ya lo sabemos Ness.- le indicó.

-Sí, pero ellos no lo saben- dijo en voz baja.- De todas formas bien.

-Muy bien. Haremos un gran equipo.- dijo sonriente.- Y hablando de grandes equipos, tengo algo para ti.- dijo mirándola con una sonrisa pícara.

-¿Si? ¡Dámelo!- dijo pareciéndose a Alex.

-Idéntica al enano materialista.- bromeo Jake.-Bien, sé que debí hacerlo antes.- se puso de rodillas.- Renesmee Cullen ¿Aceptarías ser mi esposa?

Los ojos de Nessie se abrieron como nunca en su vida.

Ahí, arrodillado frente a ella, Jake le volvía a pedir matrimonio pero esta vez sosteniendo un hermoso anillo entre sus manos.

Alex, al ver a su hermano en el suelo se acerco a ellos para ver que sucedía.

-¿Qué te pasa Jake?- le pregunto con temor.

-Le estoy pidiendo a Nessie que se case conmigo.

-Ah.- respondió como si entendiera. -¿Y qué te dijo?

-Le dije que sí Alex, claro que sí.-respondió Nessie para ambos.

Jacob le puso el anillo en el dedo anular y la beso dulcemente mientras Alex los observaba sin entender mucho.

Para él era normal que sus hermanos se besaran y estuviesen juntos. Cuando creciera un poco tendrían que explicarle que ellos no eran hermanos de sangre y que no era lo “común” pero por ahora, la dejaban pasar.

-¿Ahora ya puedes dibujarme el lobo?- le pregunto a Jake.

-Si enano, vamos. Dibujaré tu lobo.

Unas horas más tarde, estaban terminando de cenar junto a Edward y Bella.

-¿Qué sabes de Seth Jake?- preguntó Edward.

-Está bien. Está cursando su último año de administración y sigue jugando en el equipo de la universidad. El muy animal está tentado a reprobar algunas materias para no recibirse y jugar un año más.

Seth era un excelente jugador de fútbol americano.

Estudiaba en Yale, gracias a la exigencia de su madre, pero su verdadera pasión era el fútbol.

Cada vez que viajaba a Seattle a ver a Jake, ambos concurrían a ver varios partidos.

Seth estaba feliz de que su hermano se mudara a Forks así podría pasar tiempo con Emmett, Edward y Jasper y ver partidos con Charlie. Seguía siendo una persona increíblemente dulce y muy cariñoso con la gente que amaba. A Emily la desesperaba pero a Sam lo divertía.

-Sam quiere viajar pronto.- dijo como si nada. Su relación con su padre nunca había sido genial, pero ahora lo toleraba mucho mejor.

-Me alegro que quiera verte.- le respondió Bella. Ella siempre había insistido en que repararan su relación, aunque teniendo a Edward, sabía que Jake tenía un padre con quien contar.

-Hablando de visitas, eventos y otras cosas, hay algo que queremos comentarles.

-¿Ahora si te embarazaste?- le pregunto Edward a Nessie.

-¡Dios papá! ¿Eso es todo lo que se te puede ocurrir cada vez que queremos contarles algo?

-No. Pero es lo que más me asusta.

-Pues mas te vale que te vayas acostumbrando porque va a suceder.- dijo Nessie enfadada.

-Ya Ness.- la calmó Jake.- No Ed, no vamos a tener un hijo de momento, pero si vamos a casarnos.- soltó de golpe.

Bella y Edward los miraron durante unos instantes y luego Bella se levantó para abrazarlos.

-¡Que alegría!- dijo.- ¡Ahora serás una Swan!

-Ella es una Cullen mujercita.- rebatió su esposo.- Y si mal no recuerdas, tu también.

-Ya, ya.- lo callo batiendo su mano para que no siguiera.- ¿Cuánto hace que están prometidos?

-Anoche. Bah…- reflexionó Nessie.- en realidad esta mañana.

-Felicitaciones chicos.- saludó Edward.- así me gusta Jake, que cuides la virtud de mi hija.

Eso hizo que tanto Nessie y Jacob comenzaran a reír.

-Mejor ni nombres esa palabra papá.-

Luego de abrazos y felicitaciones hasta de Alex que no terminaba de comprender muy bien, los cinco se sentaron en la sala para beber un café.

Bella vio a su familia y recordó su llegada a Forks siendo solo Jake y ella.

Hoy estaba casada con el hombre que amaba, tenía un pequeño precioso y su hijo se casaba con la mejor persona que podría haber soñado para él.

A pesar de las dificultades, la complejidad de su familia y lo difícil que fue su vida hoy veía lo acertado de cada decisión y entendió el porqué de todos sus “¿Por qué a mí?”.

 

 


Y finalmente se terminó.

Subí todos los caps juntos en recompensa por su espera.

Gracias a las que me acompañaron hasta quí y muchas gracias a las que lo harán próximamente.

Besos a todas!!

 

Capítulo 36: El amor por sobre todo.

 


 


 
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