¿Por qué a mí?

Autor: princesavespa
Género: Humor
Fecha Creación: 20/09/2013
Fecha Actualización: 05/06/2014
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 84
Visitas: 58986
Capítulos: 37

Bella tiene un hijo, Jacob, un adolescente rebelde, con muchos problemas de comportamiento, pero que ama a su madre por sobre todas las cosas, por lo que le prometió que cambiaría su carácter al mudarse de la ciudad donde vivían.

Edward en cambio, tiene una hija, Renesmee, que a pesar de ser una muchacha complicada, se desvive por cuidar de su padre y agradarle.

A pesar de eso, tanto Edward como Bella intentaron darles lo mejor y hacer de sus vidas un lugar lleno de amor.

Cuando Jake y Nessie se conocieron en la secundaria, no se imaginaban lo que significarían uno para el otro.

Sus padres tampoco imaginaron lo que cambiaría sus, ya de por si dificiles vidas, cuando este par se conociera...


 

Primero que nada: HOLA A TODAS! 

A lo mejor les resulte algo extraña la temática de esta historia, pero van a ver que a medida que la lean se pone mejor.

Les cuento que esta escrita tanto en tercera persona como con POV de los distintos personajes.

Como siempre, ya saben que me pueden preguntar cualquier cosa que se los responderé tanto como comentario, como mensaje privado.

Espero que me acompañen, como lo hacen siempre!

Para contactarse conmigo pueden hacerlo vía facebook, me buscan como: Princess Vespa.

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Capítulo 27: Entre secretos y bromances.

Y acá va el segundo del día. En base a las respuestas, subiré más. 


El beso apasionado que habían comenzado parados en medio de la sala, continúo en el sillón dejando de ser apasionado para ser urgente.

Bella no quería pensar. Simplemente se dejaba besar por Edward y que pasara lo que tuviese que pasar. Siempre pensaba demasiado, ahora quería sentir.

Edward por su parte, quería llevar las cosas a otro nivel, pero no estaba seguro de hacerlo.

Si bien este era su primer encuentro “romántico” por así decirlo, ambos sabían que lo que sentían era mucho más fuerte que lo que habían pensado.

Edward aminoró el ritmo de sus besos y sus caricias, esperando ver que era lo que Bella quería, pero al ver que ella no dejaba de besarlo, retomo lo que estaba haciendo.

Cuando se dieron cuenta, la mayoría de las capas de abrigo de Bella estaban tiradas en el suelo y el sweater y la remera de Edward le hacían compañía.

Bella tomo consciencia durante un momento de lo que estaba por pasar al ver el torso desnudo de Edward.

Sabía que lo que iba a pasar iba a cambiar el curso de su vida hasta ese momento.

Sabía que amaba a Edward con una intensidad que desconocía, y eso, le daba terror.

Pero no sabía cuánto era lo que él sentía por ella.

Tenía en claro que la quería, pero no sabía si le alcanzaba.

-“Basta Isabella”- se reprendió mentalmente.

En ese momento Edward la miro, como tratando de leer su mente. Ella le sonrió y le acarició su rostro. Esa fue respuesta suficiente para él.

Edward estaba por quitarle lo que le quedaba de ropa cuando de pronto sonó su celular.

-Ignóralo.- dijo él mientras la seguía besando.

-Puede ser Nessie.- se las arregló para decir Bella.

Eso hizo que Edward buscara el teléfono de su bolsillo.

-Es del hospital.- respondió atendiendo inmediatamente.- ¿Qué sucede?-

Bella se sentó en el sillón observándolo hablar.

Miro al suelo y al ver las prendas desparramadas por todos lados casi le da algo.

Por un momento se sintió una adolescente, ni cuando era una adolescente había sido tan apasionada.

Edward despertaba en ella cosas que no sabía que tuviese.

-Hubo un accidente.- dijo Edward una vez que cortó.- Hay un niño con una fractura expuesta que debe ser reparada, tengo que ir.- la miro excusándose.

-Por supuesto.- respondió ella acomodándose la ropa y levantando del suelo el resto.- ¿Accidente navideño?-

-Malditos trineos.- contesto el poniéndose la remera.- Lo siento tanto.- y de verdad lo sentía. Deseaba golpear a los padres del niño por no cuidarlo en la nieve.

-Yo también.- admitió Bella y agrego.- Pero no va a faltar oportunidad.

Esa respuesta lo dejo más que conforme, la abrazó y la beso con ganas.

-¿De verdad?- pregunto inseguro.

-¿Alguna vez te mentí?- le contesto sonriéndole.- Pero tenemos que hablar.

-Lo sé.- dijo Edward mientras volvía a besarla.- Esta noche.

-Esta noche no cariño.- le acarició el rostro.- Es navidad… Cena navideña… Nosotros festejamos todo el día, de hecho, me escape a la hora de la siesta obligatoria. Los tres hombres de casa estaban durmiendo luego de la gran comilona.- Contesto divertida.- Pero tenemos tiempo.- Ella estaba segura que quería estar con él. Tiempo es lo que les sobraba.

-Te haré una pregunta y quiero que me la respondas honestamente.- pidió Edward.

-Como siempre.

-Mañana, cuando nos veamos en el trabajo ¿No volveremos a ser amigos nada más verdad?- Bella rio por su pregunta.- ¿Qué?- insistió Edward.

-¿A ti te parece que yo me comporto así con todos mis amigos?- dijo Bella intentando sonar seria.

-Por tu bien espero que no.- le respondió abrazándola con fuerza.- Solo conmigo.

-Solo contigo. – Se paró en puntillas para darle un beso en la nariz.- No creo que haya otra persona con quien quiera estar así Ed.

En respuesta Edward la volvió a besar con la misma intensidad de antes, provocando toda clase de sensaciones en Bella.

-El niño, fractura, hospital.- logro decir Bella entre beso y beso.

Edward gruño y la soltó.

Salieron juntos de la casa.

Edward la acompaño a la puerta de su camioneta y la besó al menos cuatro veces más antes de dejarla ir.

Cuando se dirigió a su auto, tenía la seguridad de dos cosas: La sonrisa en su rostro le duraría semanas y que Bella era la mujer con la que quería estar toda su vida.

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 -Esa cara dice que tienes algo para contarme.- Anunció Alice al ver entrar a Bella a la casa.

-No entiendo de que cara hablas.- Respondió escuetamente intentando disimular su sonrisa.

-Ilusa… Piensas que no detecto las buenas nuevas a miles de kilómetros.

Alice se paró a su lado y tirando del brazo la acarreo hacia su habitación.

-¿Dónde están los muchachos?- pregunto Bella intentando soltarse de su prima.

-Fueron a comprar para la cena.

-¿De verdad? Aún hay muchas cosas…

-Sí, pero estaban antojados de alitas fritas. Bella deja de cambiarme el tema ¿Qué sucedió con Edward?

Por momentos Isabella odiaba a su prima.

Nunca, desde niñas, le había podido ocultar nada.

Ella fue la primera en darse cuenta que estaba embarazada, la primera en saber que no amaba a Sam y también la primera en sospechar que se iban a mudar a Forks. Nada escapaba de la nariz detectora de Alice, como ella misma le decía.

-Nos besamos.- respondió sabiendo que no iba a alcanzarle.

-Eso ya lo vimos todos ayer Isabella.- insistió.- En casa de Edward paso algo más que besarse. Tu ropa lo dice.

Bella se miró y se dio cuenta que traía el sweater puesto al revés, y por debajo sobresalía la camisa mal abrochada.

-Casi pasa algo… pero no paso.- le confesó a su prima.- Y por un lado me alegro.

Alice comenzó a pegar saltos en la cama logrando que Bella rebotara.

-¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Están enamorados!- gritoneo.

-¡¿Quieres callarte?! No me interesa que lo sepa toda la casa Mary Alice.

-Lo siento… ¡Pero ya lo sabía! – Insistió.

-Tú y casi todas las personas que nos conocen Al, no eres original.- rio Bella.

-¿Y por qué “casi” sucede? Cuéntamelo todo Bells, con lujo de detalles.- No podía escapar, lo sabía.

Le contó lo sucedido en casa de Edward tratando de omitir algunos detalles que prefería guardar para ella.

-¿Entonces? ¿Son novios?

-¡Dios Al! ¡No tenemos 15 años! No sé qué decirte, recién estamos admitiendo lo que nos sucede, no pudimos hablar nada más.

Alice suspiró frustrada.

-¡Son insoportablemente lentos Bells!- se quejó.- Jazz y yo tardamos menos.

-Eso es porque Jazz y tu tienen una revolución hormonal muy importante. No quiero imaginarme cuan adelantados están en su relación.- dijo fingiendo horror.

-Si quieres saberlo…- comenzó Alice.

-¡NO!- grito Bella.

-Estamos muy avanzados, considerando que tardamos muchos años en estar donde estamos ahora.

-Alice, por favor, salud mental, imágenes… no…- Pidió Bella.

-¿Sabes qué nos dijimos luego de estar juntos por primera vez?

-¿No me interesa saberlo?

-Mientras estábamos abrazados le dije “Me hiciste esperar mucho” y el me respondió “lo siento señorita” y luego me beso en la punta de la nariz ¿No es tierno? Es tan hermoso…- el rostro de Alice denotaba fascinación.- Lo amo Bella. Créeme.

No podía negar que eran tiernos pero le preocupaba que fuesen tan rápido.

-Al, cariño ¿No crees que van un poco de prisa?- dijo con temor.

-No. Desde que lo conocí supe que era él. Lo espere y aquí estamos. Creo que más de cinco años es buena espera ¿No crees?

-Si Alice, pero tu creías que estaba casado, con hijos y un perro.- Insistió su prima.

-Pero una parte mía siempre supo que él era para mí.- replico.- No sé cómo decírtelo Bells, o como explicarlo, pero en mi corazón siempre supe que él era el amor de mi vida.- Bella se sorprendió de su determinación.

-Solo quiero verte feliz Al, no quiero que sufras.

-Lo se Bells. Yo tampoco quiero sufrir pero, créeme, no lo haré. Él es mi mitad.- Afirmo tan segura que Bella no se animó a negarlo ni a decir nada más.

Luego de la charla amorosa que compartieron las primas, salieron al comedor para chequear que los hombres de la casa ya habían llegado.

-¡Trajimos alitas!- gritó Emmett emocionado.

-¿Dónde estabas?- preguntó Jake algo malhumorado.

Desde el día anterior estaba raro. Bella sabía que tenía que ver con su beso con Edward, pero no le pregunto nada.

-Salí a llevarle unas cosas a Tanya.- mintió.

-Ah.- respondió Jake aparentemente conforme con su respuesta.- ¿Vamos a comer?

-Jacob, son las seis de la tarde…- contesto su madre.

-¿Y?- preguntaron los tres Swan.

-Comamos entonces.- dijo Alice sonriendo.- Sabes que los criaron los lobos Bella…

-A veces parecería como si así fuera.- contesto negando con la cabeza.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

El día siguiente a la navidad, los adultos volvieron al trabajo.

Jake aprovecho sus días libres del instituto para pasar tiempo con su abuelo yendo a pescar.

Lo único que lamentaba es no poder tener a su hermano con él.

El día anterior había llamado a casa de Sam para saludarlos por la navidad, y le preguntó si podía invitar a Seth a pasar año nuevo con ellos.

Sam accedió, pero Emily se negó rotundamente, a pesar de los ruegos de su hijo.

No quería que Seth pasara tiempo lejos de ella y menos con Isabella cerca.

Sam le prometió a Jake que haría lo posible por convencerla.

Él se lo agradeció de todo corazón diciéndole “gracias papá” logrando así emocionar a Sam y que este tomara la resolución de enviar a su pequeño hijo para que pasar tiempo con su hermano, con la aprobación de su esposa, o no.

En el hospital las cosas estaban normales, al menos en apariencia.

Bella estaba ridículamente nerviosa cuando se acercó la hora del café matutino con Edward.

Le resultaba tonto ya que hacía casi cinco meses, compartían esos momentos juntos, pero ahora era distinto.

-¿Estas bien?- le preguntó Tanya al verla parada frente al consultorio de Edward sin entrar.

-¡Si claro!- contesto ella nerviosa-¿Por qué?

-Porque miras la puerta como si fuese a atacarte Bells.- rio su amiga.

-Estaba pensando algunas cosas, nada grave.- respondió Bella intentando mantener un tono desinteresado.

Tanya palmeo su hombro y se alejó caminando tranquilamente.

-Bien Bella, no seas cobarde.- se reprendió y golpeó la puerta.

-Adelante.- Escucho la voz de Edward y se puso nerviosa otra vez. No habían hablado desde el día anterior.

Tenía miedo de que se hubiese arrepentido, de que no se hubiese arrepentido y, sobre todo, de lo que pasaría de ahí en adelante.

Entro lentamente.

-¡Buen día!- lo saludó como siempre.- ¿Cómo estás?- cerró la puerta tras de sí.

No llego a darse vuelta cuando se vio envuelta en los brazos de Edward y recibiendo un beso tierno de su parte.

-Ahora genial.- dijo Edward sin soltarla.- ¿Y tú?

-¿Además de sorprendida?- bromeó.- Muy bien.- lo besó con ternura.- No sabía con qué encontrarme, te seré sincera.

-¿Conmigo?- preguntó extrañado.

-Contigo. Ayer fue…- quiso elegir las palabras.- Intenso.

-Si por intenso quieres decir excelente, estoy de acuerdo.- volvió a besarla contra la puerta.- No deje de maldecir toda la tarde a los padres del pobre niño que tuve que intervenir.

Bella se sentía totalmente fuera de sí. Estaba muy tentada a echar llave a la puerta.

-Yo no sé si tanto como maldecirlos, pero si los deteste un rato.- dijo divertida.- Pero ya paso ¿Cómo está el niño?

-Descansando. Ya lo tendrás que rehabilitar ¿podemos dejar de hablar de trabajo?- le dijo llevándola hacia el sillón.- Tenía demasiadas ganas de estar contigo.

El tono en la voz de Edward hizo que Bella sintiera un cosquilleo en su estómago.

Creía que era la primera vez que le pasaba algo así de fuerte con un hombre, pero no quería asustarse.

-¿Cerraste con llave la puerta?- le preguntó divertida. No iban a hacer nada fuera de lugar, al menos eso esperaba ella, pero mejor estar prevenidos.

El consultorio de Edward era un punto de encuentro de muchas personas.

-No… ¿Por qué? ¿Qué ideas extrañas tienes en esa cabeza?- bromeó acariciándole el rostro hasta llegar al cuello.- Puedo cerrarla en un instante.

Bella se alejó un poco de él.

-No hace falta…- se acercó a la máquina de café.- Solo pasaba por esto.- Dijo señalándoselo.

-Eso es lo que me causa gracia de ti mujercita.- dijo Edward imitando su gesto de servirse café.- Inicias cosas que no sabes terminar.

-¿Disculpa?- pregunto asombrada.

-Perdonada.- sonrió con la misma picardía de siempre.

-Para tu información yo se terminar las cosas que empiezo-dijo Bella dándole un trago a su café- Cuando las empiezo.

-¿O sea que lo de recién no fue una provocación?

-No. Simplemente constataba un hecho.- Y así Bella salía de un posible problema. Ella sabía que si no podía controlarse cerca de él, no debía estar cerca de él, por lo que al poner orden, se sintió feliz.

-¿Y qué hecho constatabas?

-Que ante cualquier cosa, podemos cerrar la puerta cariño.- le guiño un ojo.

-Y ahí vas de nuevo… no me provoques mujercita.- dijo Edward entre dientes, pero aun así sonriéndole. Adoraba verla así, sin temores ni dudas junto a él.

-¿Qué vamos a hacer Ed?- le preguntó un poco más seria.- Digo… ¿Qué haremos con nosotros, con los niños…?

Edward la interrumpió.

-Por lo pronto, con nosotros nada.-Bella se quedó dura al escuchar eso.- No pienses algo que no es Bells, quiero decir que no tenemos que hacer nada. Simplemente estar juntos. Yo te quiero, tú me quieres, fin de la discusión.

-Sí, pero nuestras familias…

-Nuestras familias se enteraran en su momento.- Se acercó a ella y la beso.- Quiero disfrutar de estar contigo sin tener que pensar en nada más.

Bella estaba de acuerdo con eso.

Les había costado tanto admitir finalmente lo que sentían, que no quería dejarlo en evidencia aún.

-Por otro lado.- siguió Edward- Estamos casi todo el tiempo juntos, no supondrá ningún cambio ante los ojos de los demás. Solo tenemos que tener cuidado de estar besándonos delante de ellos.- dijo para besarla de nuevo.- En caso de poder hacerlo claro.

Bella río.

-Me siento como una adolescente.- dijo mientras lo abrazaba.

Edward sabía exactamente como se sentía.

-Yo también.

-Lo gracioso es que cuando era adolescente me sentía como una adulta…- dijo Bella recordando su adolescencia frustrada. – No me arrepiento de tener a Jake, pero si hay cosas que desee vivir y que no pude.

-Lo hiciste genial amor.- El corazón de Bella latió cien mil veces por segundo al escuchar el apodo amoroso que Edward le había dado.- ¿Te puedo llamar así verdad?- preguntó al verla tensarse bajo sus brazos.

-Si…- contesto sonriendo.- Es solo que hace mucho tiempo que nadie me dice así…

-Y espero ser el último que te lo diga.- agregó acercándola más a él.- Amor…

Bella comenzó a reírse fuertemente.

Edward la miró extrañado.

-¿Y ahora qué te pasa?- dijo algo molesto.- Estaba siendo romántico y lo arruinas Isabella.

El romance no era su fuerte, pero con ella quería intentarlo.

-Lo siento.- dijo entre risas- Es… que…- no podía hablar.- Dame un minuto por favor.

Edward comenzó a enfadarse aún más al ver cuánto le costaba mantener la calma.

-Oye, si vas a reírte cada vez que te diga algo tierno…- comenzó.

-No fue por lo que dijiste.- dijo Bella algo más calmada.- Es todo.

-¿Todo?- pregunto desconcertado.

-Ed, nunca fui una de esas típicas mujeres a las que les dicen esas cosas. Siempre leí sobre el amor, vi películas sobre el amor, pero nunca lo viví. Es la primera vez que siento algo así por alguien y no sé cómo reaccionar.- Se sinceró.- Me encanta que me digas cosas tiernas y románticas, aun cuando sé que no se te dan bien…

-No estoy tan seguro que no se me den bien.- río.

-Digamos que te defiendes- dijo para molestarlo.- Pero la realidad es esa. Me siento extraña, como si esto fuese algo de otro mundo. No me mal interpretes.- agregó al ver su ceño fruncido.- Me gusta, es solo que necesito acostumbrarme.

Edward se sentó a su lado y la atrajo hacia él.

-¿Qué voy a hacer contigo mujercita?- preguntó dándole un beso en la cabeza.

-No tengo idea.- Respondió Bella sonriendo.- Pero podemos ir viéndolo ¿no? Tenemos tiempo.

-Eso espero.- Edward pensó en Nessie y Jake.- Deberíamos decírselo a los chicos al menos.

Bella asintió.

-¿Crees que sea conveniente? Digo… Recién estamos empezando a ver como se nos da. Esperemos un par de semanas.

El razonamiento de Bella le pareció coherente a Edward.

Por un lado, nunca le había ocultado nada a Nessie y, aunque ella le ocultaba lo de Jake, no quería que hubiese más secretos entre ellos.

Pero otro lado, Bella tenía razón. Recién estaban comenzando a estar juntos y, no es que fuese pesimista, pero necesitaría tiempo para ver que sucedía.

-Tienes razón.- resolvió Edward- Podremos apañárnoslas bien durante un par de semanas.

Bella levanto su cabeza para besarlo.

El beso comenzó suave, pero, como siempre, tomó el tenor apasionado que los caracterizaba desde el principio.

-Y pretendían que creyera que eran solamente amigos.- dijo una voz delante de ellos.- Alguna vez deberías darme algo de crédito amigo.

Bella y Edward se separaron abruptamente al ver a Ben parado frente a ellos sonriendo.

-¿No te enseñaron a golpear la puerta cretino?- pregunto Edward enajenado.

-¡Hey! ¡Hey! ¡Amigo! ¡Tranquilo!- río Ben.- Golpee tres veces para tu información, pero evidentemente estaban muy ocupados para escucharme. Bella estaba colorada como un tomate, sobretodo porque el beso iba acompañado por algunas caricias nada inocentes.- No te preocupes Bells, no vi nada que no haya visto antes.- El tono de Bella pasó al bordo.

-¡Ben!- grito Bella poniéndose de pie.- Aunque no lo creas, puedo golpearte y hacerte sentir dolor. Me críe con Emmett, no lo olvides.- dijo acercándose a él amenazadoramente.

-Son tal para cual.-. Sonrió Ben poniendo una mano en el hombro de Bella.- No pretendo ofenderte amiga, lo sabes.- palmeo suavemente su hombro.

-Entonces puedes irte Ben.- concluyó Edward abrazando a Bella y atrayéndola hacia él.- El show se terminó.

-Vine porque teníamos una reunión Ed ¿Recuerdas? Tú, yo y Vulturi. Agradece que llegara yo primero.

Edward golpeo su frente al recordarlo.

-Lo siento cariño, lo olvidé.- dijo mirando a Bella.- ¿Nos vemos en el almuerzo?- preguntó.

- Saldremos a comer con Rose y Alice, tu hermana quería hablar con nosotras. – Respondió mirándolo con pesar.- Pero podemos volvernos juntos, no traje la camioneta.

-Apostaría que lo hiciste a propósito.- dijo Edward sonriéndole.

-Me atrapaste.- Lo había hecho para poder pasar tiempo con él.- ¿A la salida entonces?- pregunto.

-Sabes dónde encontrarme.- respondió Edward – Tu no dirás nada de lo que viste aquí ¿Esta claro?- le dijo a Ben.

-Mis labios estarán sellados luego de contarle a Ángela.- respondió sinceramente.- ¿No pretenderás que no le diga a mi esposa que nuestros niños crecieron no?- pregunto riendo.

-Cuéntale a la esposa esa que tienes, pero a nadie más Ben, en serio.- repuso serio.- No puede saberlo nadie aún.

-¿Cómo viven con tantos secretos?- preguntó Ben.- Nessie y Jake, Emmett y Rosalie, ahora ustedes. Algún día se descubrirán todos juntos.

-Espero que no Ben. Lo de Nessie y Jake, que no sé cómo te enteraste.- dijo Bella mirando a Edward quien, casualmente, miraba hacia otro lado.- Es un tema que estamos viendo cómo manejar, en cuando a lo de Rose y Emmett, lo saben todos, solo que ellos quieren creer que son buenos ocultándolo. – Agregó.- Lo nuestro es por precaución. Es solo por un tiempo.

-Créanme algo, nadie cree que sean solo amigos, así que me parece tonto ocultarlo.-indicó Ben.

-Puede ser, pero mientras tanto, preferimos que así sea.- Bella giro para ver a su “amigo”- nos vemos luego.- Se puso en puntas de pie y lo beso.

-Estaré… ¿Pensando en ti?- agregó Edward en un intento de romanticismo.

-Cariño, no hace falta que lo intentes.- rio Bella.- Te quiero así.- Tomo el pomo de la puerta.- Adiós Ben, no hagas que te golpeé.- pidió con una sonrisa.

-Te lo cuidare Bells.- prometió.- E intentaré enseñarle algunas frases más románticas.

-No hace falta.- sonrió antes de salir.- Me enamoré de él así como es.

Esas palabras le llegaron al corazón a Edward.

 

Capítulo 26: Dulce, muy dulce, navidad. Capítulo 28: No todo en la vida es Rosa.

 


 


 
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