Cuando Bella abrió los ojos y vio a su lado a Edward durmiendo plácidamente se dio cuenta de dos cosas.

Primero, era la primera vez que se quedaba dormida luego de estar íntimamente con alguien y, además se sentía muy cómoda.

Lo segundo era que si ellos estaban dormidos aquí, significaba que Jake y Nessie seguían juntos en casa de Edward, lo cual podría ser un problema.

Sin querer despertar a Edward, se zafo de su abrazo para vestirse un poco tomar su teléfono e ir al pasillo a llamar a su hijo.

Sabía que lograría entretener a Edward un rato más, pero en algún momento se daría cuenta que Nessie estaría con su hijo y todo se complicaría.

-¿Jake?- dijo cuando contesto el teléfono un somnoliento Jacob.

-¿Mamá?- contesto él sorprendido- ¿Qué sucede?

-¿Dónde estás hijo?- pregunto temiendo la respuesta.

De pronto sintió una mano en su hombro llamándola.

-Atrás tuyo.- respondió Jake parado detrás de ella y haciendo que soltará el teléfono de sus manos.

-¡Dios Jacob me espantaste!- se quejó mirándolo enfadada.- ¿No era más fácil responderme que asustarme de muerte?- lo reprendió.

-¿Y perderme de ver tu cara?- contesto riendo.- Imposible mami.-le dio un suave abrazo- ¿Por qué me llamabas?

-Pensé que aún estarías en casa de Nessie.

Jacob la miro con el ceño fruncido.

-¿Sabes que hora es? - le pregunto su hijo.

La realidad es que Bella no tenía ni idea. Sabía que debía ser más de medianoche, pero no tenía ni idea de que hora exactamente.

-No…

-Son casi las cuatro de la mañana.- le respondió con una sonrisa extraña.- Yo llegue cerca de las dos. Estuvimos esperando con Nessie que Edward llegara, pero cuando vimos que el tiempo pasaba y no regresaban, lleve a Ness donde Esme y vine para aquí.

Bella abrió grande los ojos.

Sabía que se habían quedado dormidos en algún momento, pero no tenía idea que se hubiese dormido tanto.

-¡Lo siento Jake!- dijo algo avergonzada.- No me di cuenta de la hora.

-Eso es algo obvio ma.- respondió sonriéndole a su madre. Si bien era incomodo saber porqué no se había dado cuenta de la hora, era feliz viéndola feliz.-No te preocupes, me alegra verte bien.- le respondió.

-¿Bella?- llamo Edward abriendo la puerta y cerrándola de golpe dejando solo un poco abierto al ver a Jake hablando con ella.- Jacob, hola.-Saludo algo incomodo.

-¿Qué hay?- saludó con la mano  el chico.- Oigan, muy linda la reunión, pero es tarde y tengo sueño, hasta mañana.- dijo girando para irse a su cuarto.

-Hasta mañana amor.- saludo Bella que estaba totalmente colorada al encontrarse en esa situación con su hijo y su novio.

Sentía que había sido descubierta por su padre más que por Jake.

Se giro para entrar a su habitación.

Edward se corrió para darle paso.

Por más que hubiesen pasado la noche juntos, Bella no se sobreponía el hecho de verlo en ropa anterior, no porque su físico la deslumbrara, sino porque era Edward. Simplemente por eso.

Él se percato de la incomodidad de Bella, por lo que se metió rápidamente bajo las frazadas invitándola a que recostara a su lado.

-Esta ha sido una de las situaciones más incómodas que viví en mi vida.- dijo Bella sentándose junto a Edward.

-Creo que podremos vivir un par más aún- la intento alentar su novio.

-Gracias por el ánimo- respondió golpeándolo en el brazo.-¿Sabes que son más de las cuatro am?

Edward miro su reloj y constato el hecho.

-Bien, tenemos al menos un par de horas más para dormir.

-¿No te preguntas donde esta tu hija?- le pregunto su novia.

-En casa de mis padres.- constó atrayéndola hacia el.- Lo escuche a Jake diciéndotelo.

-¿Cuánto escuchaste?- le pregunto acercándose a su abrazo.

-Lo único que me preocupaba amor.- la acomodó entre sus brazos.

Se quedaron unos minutos en silencio.

-¿Sabes algo?- dijo Bella de forma distraída.

-Se muchas cosas amor, se específica.- bromeó él.

-Gracioso…- sonrió.- Es algo así como una confesión.

-¿Algún detalle sucio de tu vida antes de mi?- pregunto algo divertido.

-Algo así.- Edward se tensó un poco, no le apetecía saber cosas que había hecho con otros hombres.- No seas tonto, no es nada grave.- Le aclaro.

-Entonces cuéntame.

-Es la primera vez que duermo con alguien.-Edward la miro extrañado.- Dormir Edward, solo dormir.- le aclaró.- Dios hombre ¿Tengo un hijo recuerdas?

-O sea que por dormir te refieres a… ¿dormir?

-Exacto. Nunca soporté compartir mi cama con nadie. Pero contigo es la excepción.

-Espero ser la única excepción.- le abrazó más fuerte.

-Tú eres la única excepción de todo en mi vida.- le respondió antes de besarlo con intensidad.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Cuando volvió a despertarse eran cerca de las diez de la mañana.

Se sorprendió al no sentir a Edward a su lado.

Se levanto, se vistió y bajo a la cocina.

Al entrar se encontró a dos de los hombres de su vida desayunando.

Estaban sentados dándole la espalda a la puerta, por lo que no podían ver que estaba allí.

-Entonces está todo bien entre ustedes.- afirmó Edward.

-Finalmente si.- respondió Jake.- Lamento haberlos hecho pasar por un mal momento Edward. Sabes que no es mi intención.

-Lo sé Jake.- dijo poniendo una mano en su hombro.- Así como tú sabes cuánto amo a tu madre ¿verdad?

- Si. Lo sé. Gracias por eso.

-¿Por amarla?

-Por hacerla feliz. Esta feliz todo el tiempo y creo que nunca la había visto así.

-Todos la hacemos felices Jake, no soy solo yo.

-Pero eres uno de los factores más importantes, créeme.- le confirmo.

-Entonces me alegro de hacerlo Jake. Ella también me hace feliz. No solo es mi novia, es mi mejor amiga y eso, es una de las cosas más importantes.

-Nunca vi a Nessie como una amiga.- le confeso Jake.- Creo que me enamoré de ella apenas la vi ¿Crees que eso peude ser un problema?

-No, no lo creo. Creo que lo que paso entre ustedes fue algo especial. Amor a primera vista si quieres ponerle un nombre.

-Yo no creía que eso existiera.

-Ness tampoco, pero ya ves. Existe y les paso a ustedes.

-Pero sigo sin saber si es bueno o no, digo, el basarnos en una atracción primero que nada.

-No me parece que ustedes se atraigan nada más Jake.

-Por supuesto que no, yo amo a Renesmee.- lo dijo de una manera tan solemne que hizo que Bella se emocionara hasta las lágrimas.

-Es bueno oír eso. – dijo Edward sonriendo. A él también lo emocionaba ver el amor que sentía Jake por su hija.- No hay formulas para el amor Jacob, lo debes haber escuchado muchas veces.- le dijo volviendo al tema anterior. – Tu madre dijo algo una vez y tiene razón, todos tenemos un amor fuera de órbita que debemos vivir. Creo que lo que sienten ustedes es eso.

-¿Fuera de órbita?- pregunto Jake riendo.- ¿Mamá dijo eso?

-Algo así…- contesto Edward riendo con él.- Palabras más, palabras menos, esa era la idea Jakey.

-Si mal no recuerdo, creo que dije que todos merecemos vivir un amor fuera de serie.- contesto Bella interrumpiendo.

Ambos se dieron vuelta para verla.

-Era la idea Bells.- dijo Edward mientras le sonreía como el hombre enamorado que era.- Buen día amor.- la saludo mientras ella le daba un beso en los labios.

-Buen día.- se acercó a Jake para abrazarlo también.- Buen día cariño.

-Hola ma.- le contesto su hijo.- ¿Café?- le pregunto poniéndose de pie.

-Si gracias.- Se sentó frente a los muchachos.

-¿Cómo dormiste?- le pregunto su novio.

-Genial.- respondió mordiéndose el labio inferior.-Realmente muy bien.

-Me alegro.- respondió Edward.- Espero que te acostumbres.- agrego en voz baja.

-No será muy complicado.- contesto ella de igual forma.

-Secretos adelante mío no por favor.- pidió Jake.- Imagino cosas peores de las que en realidad deben estar hablando.

-Eso no lo sabes.- lo molesto Edward.- Quizás tienes razón.

-¡Edward!- lo amonestó Bella.

-¿Qué? El chico es grande, debe pensar cosas peores.- contesto riendo.

-Te recuerdo que las cosas peores que piensa involucran a tu hija.- le señalo Bella. Eso no le hizo demasiada gracia a Edward por lo que dejo de reírse inmediatamente.- Así medirás tus palabras.- remato Bella.

Jacob le alcanzó la taza a su madre y se limito a sentarse en silencio al lado de Edward, pero con una mueca de victoria en su rostro.

-Oye…- lo llamo Edward.- Ojo lo que piensas crio.-

-No haré nada que tu no hayas hecho con mi madre.- contesto provocándolo y logrando que el color del rostro de Edward desapareciera y el de su madre se tornara cada vez más rojizo.

-Pequeño demonio.- dijo Edward mirándolo seriamente pero su expresión cambió al verlo reír hasta las lágrimas.

Jacob reía agarrándose el estomago.

-Deberían…- le costaba hablar.- Por Dios, deberían ver sus rostros.- continuo riendo.

-Muy gracioso.- dijo Edward intentando mantenerse enfadado, pero las risas de Jake eran contagiosas y acabo riéndose con él.

-Realmente ustedes no están bien.- dijo Bella poniéndose de pie para rellenar su taza y la de Edward  con café.- Nada bien.

-Pero así nos amas.- le dijo Jacob.

-Así los amo.

Continuaron desayunando en tranquilidad hasta que media hora después unos muy cansados Emmett, Charlie y Seth llegaron a la casa.

-Cama… Necesito una cama…- se quejó Emmett.

-¿Tan mal?- le pregunto Jake a Seth que se había sentado a su lado.

-Es un exagerado. Lo pasamos de maravilla ¡El abuelo Charlie me enseño a pescar!- exclamó Seth emocionado. Había adoptado el decirle abuelo a Charlie, aunque sabía que no debía hacerlo frente a sus padres. A Bella no le molestaba, al contrario.

-¡Eso es genial enano!- dijo Jake sumándose a su entusiasmo.

-Sí, pero tu tío esta hecho una niña. Se quejo del frío, los mosquitos, la ausencia de ellos, del hambre… de todo.

-¿Así que finalmente estas hecho una niñita Emm?- bromeo Edward.

-Quiero verte a ti en medio del frío polar que hace aquí, con un viejo y un niño que se emocionan por todo… Yo solo quería estar en mi casa con mi mujer.

-Todavía no es tu mujer Emmett.- dijo Edward molesto- Al menos no veo una sortija en su mano que indique que se casaron.- Hoy todos se metían con sus mujeres, eso lo enfadaba.

-Pero pronto lo será. Si mal no recuerdas, es mi hijo al que lleva en su vientre.

-Lo recuerdo cada día Swan.- Contesto aún enfadado.

-Bueno, creo que es hora que Emmett se vaya a dormir, Seth se dé una ducha y papá… no sé tú haz lo que quieras.- interrumpió Bella sabiamente.

-Yo tenía pensado dar un paseo…- comenzó Charlie.

-Papá, vas a ver a Sue, admítelo de una vez.- lo enfrento Bella ya cansada de que le oculte la realidad.

-¡Bella!-dijo Charlie sorprendido.

-¿Qué? Papá es natural. Sue es una gran mujer y me encanta que te lleves bien con ella solo que… ¡No me lo ocultes!- Este día pintaba de lo más extraño. Primero siendo “descubierta” por su hijo y ahora “retando” a su padre. Era demasiado.

Al menos en la cocina solo quedaban Bella, Edward y Charlie.

Edward se mantenía en silencio pero contemplaba divertido la “discusión”.

No dejaba de sorprenderse por la tenacidad de Bella.

Ella se podía hacer cargo de cualquier situación sea seria o no con la misma intensidad como la que cuidaba a sus pacientes o a su hijo.

-Tienes razón, lo siento hija. – se disculpo sonriéndole.- Es algo extraño ¿Verdad? Tu viejo padre viéndose con una mujer… Muy bizarro.

-No es nada bizarro papá. Creo que es genial. Llevas tanto tiempo solo…-la pena tiño su voz y unas lágrimas amenazaban por salir.- Te amo papá. Quiero que seas feliz y creo que es genial que salgas con Sue, de verdad me encanta. Ella también está muy sola y le harás muy bien.

-Además está feliz porque tendrá beneficios con su jefa.- Bromeo Edward.

-Yo siempre tengo beneficios con mi jefa, pero porque soy una excelente profesional.- Remato Bella como niña.

-Ya niños, esta bien.- Medio Charlie.-No estamos “saliendo”- dijo haciendo las señas con los dedos.- Además no sé cuánto tiempo me quedaré en Forks…

-Te quedarás en Forks papá.- Sentenció Bella.- Tu sabes que ya no tienes nada por lo que volver a Phoenix.

-¡Oye niñita! Tengo mi trabajo, tus tíos…

-Si…- lo invitó a continuar Bella.-¿Algo más?-se le acercó y puso una mano en su brazo.- Tu trabajo lo puedes hacer aquí, lo sabes y en cuanto a los tíos, ellos sobrevivirán, creeme.

-Charlie, no luches contra lo inevitable.- Acompañó Edward.- Además, sabes que aquí te necesitan.

-Ya veremos hijos.- dijo Charlie zafándose del agarre de Bella.- Por lo pronto iré a almorzar con Sue si me disculpan.- Y diciendo esto desapareció por la puerta de la cocina.

-Entre mi padre, mi hijo, mi primo y tu, van a hacer que comience a teñirme el pelo antes.- murmuro Bella agotada. Todavía no era mediodía y ya estaba agotada.

-Eso sin contar los niños que vendrán.- acotó Edward.

-¡Es verdad! El pequeño o pequeña de Rose y Emmett. Si sale a los padres estamos fritos.-Exclamó Bella.

-Yo no hablaba de esos pequeños cariño.- dijo Edward tomándole la mano y acariciándosela cariñosamente.

-¿Entonces?- pregunto Bella con temor.

-De los nuestros, `por supuesto.