¿Por qué a mí?

Autor: princesavespa
Género: Humor
Fecha Creación: 20/09/2013
Fecha Actualización: 05/06/2014
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 84
Visitas: 58964
Capítulos: 37

Bella tiene un hijo, Jacob, un adolescente rebelde, con muchos problemas de comportamiento, pero que ama a su madre por sobre todas las cosas, por lo que le prometió que cambiaría su carácter al mudarse de la ciudad donde vivían.

Edward en cambio, tiene una hija, Renesmee, que a pesar de ser una muchacha complicada, se desvive por cuidar de su padre y agradarle.

A pesar de eso, tanto Edward como Bella intentaron darles lo mejor y hacer de sus vidas un lugar lleno de amor.

Cuando Jake y Nessie se conocieron en la secundaria, no se imaginaban lo que significarían uno para el otro.

Sus padres tampoco imaginaron lo que cambiaría sus, ya de por si dificiles vidas, cuando este par se conociera...


 

Primero que nada: HOLA A TODAS! 

A lo mejor les resulte algo extraña la temática de esta historia, pero van a ver que a medida que la lean se pone mejor.

Les cuento que esta escrita tanto en tercera persona como con POV de los distintos personajes.

Como siempre, ya saben que me pueden preguntar cualquier cosa que se los responderé tanto como comentario, como mensaje privado.

Espero que me acompañen, como lo hacen siempre!

Para contactarse conmigo pueden hacerlo vía facebook, me buscan como: Princess Vespa.

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Capítulo 30: Reacciones Inesperadas.

 A pesar de negarme volví para subir un par de capítulos... 

Espero tener algún comentario...


La noche de chicas, empezó siendo como todas las noches de chicas que Alice organizaba, sin alcohol claro, pero al cabo de un par de horas, las tres se habían quedado profundamente dormidas.

El centro de la charla fue Emmett, claramente, pero luego cada una empezó a hablar de lo que le sucedía a ellas y Bella terminó por confesarles que estaba de novia con Edward.

Más allá de los festejos por parte de Rose ya que era feliz de tenerla como cuñada, ninguna de las tres se sentía particularmente alegre, en realidad, estaban cansadas.

La primera en despertar fue Rosalie.

Sin querer hacer demasiado ruido, se dirigió a la habitación que Emmett compartía con Jacob.

Entro sigilosamente y vio que Jake no estaba, por lo que cerró la puerta, tomo coraje y se decidió a hablar con Emmett.

-Emm…- lo llamo con suavidad.- Buen día.

Emmett abrió los ojos y la vio.

Siempre le cortaba el aliento verla.

Sus hermosos ojos verdes, su rostro precioso, el cabello cayendo en suaves ondas sobre su espalda. Toda ella era hermosa.

La primera vez que la vio, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no decir incoherencias e intentar ser gracioso.

Claro que para ella no había sido más fácil.

El monumento al hombre parado frente a ella era digno de admirar, sobretodo porque estaba semidesnudo.

La atracción entre ambos fue inmediata por eso, no la tomó por sorpresa su propio impulso para invitarlo a salir.

Se besaron en la primera cita, y estuvieron “juntos” a partir de la segunda. Desde esa vez, cada oportunidad que tenían, se escabullían en los distintos lugares que encontraban solo para dejarse arrebatar por esa pasión que los definía.

El problema había sido que se habían enamorado.

Ella, además de sentirse sumamente especial cada vez que Emmett la miraba, o le prodigaba alguna muestra de cariño, que eran bastantes, se había enamorado de su carácter firme pero sencillo. No era de dar demasiadas vueltas. Cuando quería algo iba a por eso, pero siempre respetando sus gustos y, sobre todo, respetándola a ella primero.

Aunque a veces podía ser algo infantil, era ese dejo de suspicacia y ternura lo que hacía que Rosalie no pudiera dejar de amarlo.

El, estaba completamente loco por ella. A pesar de tener algunas cosas en las que se parecía a Victoria, era su carácter fuerte pero amoroso lo que lo derretía.

Podía ser una leona defendiendo su postura frente a quien sea, pero también era una mujer sumamente dulce al tratar con sus pacientes o cuando miraba o cuidaba a Nessie. El disfrutaba de las dos posturas de Rose. Le gustaba que le marcara los puntos, pero también amaba cuando ella era tierna con él y le demostraba que en realidad le importaba.

El gran problema entre ambos era el miedo. El miedo a amar y no ser correspondidos, el miedo a sufrir otra vez por alguien, en fin, el miedo.

Emmett se hizo a un lado y le dejo un lugar a Rose que se acostó junto a él.

-Es encantador que seas lo primero que veo cuando me despierto.- Le dijo a Rose.

Ella se sonrojo tímidamente y se limitó a darle un beso en los labios.

-¿Sabías que todos están enterados de nuestra relación?- le pregunto mientras lo miraba.

-Sí. Bella me lo dijo ayer.

Emmett no podía dejar de pensar en la conversación que tuvo con su prima.

Era verdad que se había escuchado en sus miedos diciendo que no era tan importante Rose para él. Pero todos, y sobretodo él, sabían que era mentira.

Estaba enamorado de Rosalie y realmente quería estar con ella, pero tenía miedo de la reacción de ella si se lo planteaba.

-¿Qué piensas al respecto?- le preguntó Rose con algo de temor.

El la abrazo con fuerza.

Había tomado una decisión al respecto.

-Me alegro, eso nos desliga de dar explicaciones.- Rosalie se incorporó en la cama y lo miro con una expresión indescifrable.- A menos que quieras darlas…- dijo con temor.

-No, no quiero.- respondió con una sonrisa.- O mejor dicho sí, pero antes tendríamos que dárnoslas entre nosotros creo…-Emmett asintió- Hay algo que debo decirte.

El muchacho se sentó y la atrajo hacia él.

-Antes quiero decirte algo yo.- pidió.

-Pero…

-Es importante Rosalie. Necesito que lo sepas.- ella se quedó callada esperando que hablara.- Gracias.- Tomo aire.- Rose, yo sé que no soy un gran material para pareja.- iba a objetar pero la detuvo.- Lo sé Rosalie, créeme.- El ánimo de Rose decayó notablemente.- Sufrí mucho por amar desesperadamente a una mujer que no sentía lo mismo por mí. La amé y ella me traicionó y con mi mejor amigo encima.- Ella se limitaba a asentir.- Por eso siempre salí cono chicas con las cuales sabía que no tendría futuro… Hasta que te conocí a ti. Mírame Rose por favor.- pidió y ella obedeció.- Estoy enamorado de ti Rosalie Cullen. Me enamoré de ti a penas te vi, pero no fue hasta hace unas semanas que me di cuenta de eso y tomé una decisión al respecto.

-¿Cuál?

-Quiero que estemos juntos, quiero que seas mi novia y ¡Demonios! Creo que hasta me casaré contigo si lo pides.

Rosalie comenzó a reír y a llorar a la vez.

-¡Eres increíble Emmett!- dijo como pudo.- ¿En serio quieres que sea tu novia?

-Quiero todo contigo Rose.

¿Quién iba a decir que Emmett podía ser romántico?

-Tengo que decirte algo antes que digas nada más.- dijo Rosalie poniéndose sería de pronto. Las lágrimas seguían cayéndole pero pudo mantenerse entera para hablar.

-¿Qué va mal osita?

-Nada. Eres muy dulce Emm y yo siento exactamente igual que tu. Creo que eres la persona que siempre espere. Pero hay algo que debes saber antes de continuar.

-Dímelo.- insistió serio.

-Primero debes saber que te amo. –Emmett le sonrió ampliamente.

-Yo también.- Ella le devolvió la sonrisa.

-Empezamos bien.- dijo esperanzada.- Bien… el caso es el siguiente. Nosotros hace poco que estamos juntos y, aunque ha sido genial, no hemos sido del todo… responsables.- dijo intentando hacerse entender.

-¿Responsables?- dijo Emmett extrañado.

-El tema es el siguiente… Estoy embarazada y, por supuesto, es tuyo.- Rose lo soltó rápidamente para no arrepentirse en el último segundo.

Emmett abrió grande los ojos.

-Repite eso.- le dijo seriamente a lo que Rose se asustó.

-Estoy embarazada, no nos cuidamos muy bien parece- agregó- y es tuyo.

Sin soltarla del todo, Emmett se removió en la cama. “Embarazada y es tuyo” la frase le resonaba en la cabeza como si fuese música funcional.

-¿Cómo sucedió?

-¿En serio me estas preguntando eso Emmett? ¡Eres médico!

-¡Pensé que te cuidabas!- grito poniéndose de pie y caminando por la habitación.- Eso me dijiste al menos ¡Que tomabas pastillas y te cuidabas!-Estaba enfadado. Estar de novio con Rosalie era un linda idea, pero de ahí a ser padre era una historia muy distinta.- ¿Qué piensas hacer al respecto?

Rosalie, que se había sentido esperanzada hasta ese momento, se puso de pie  y se acercó  golpeándolo con los puños.

-¿Qué pienso hacer? ¡¿Qué pienso hacer?!- lo golpeaba con toda la fuerza que tenía.- ¡TENERLO IDIOTA! Por supuesto que tener a mi hijo ¿Estas sugiriendo lo contrario?- a pesar de la furia no podía dejar de llorar. Se sentía como una idiota. Había confiado en este hombre y ahora se daba cuenta que todos eran iguales.

Emmett se dio cuenta de lo que le estaba diciendo.

¿Ella creía que le estaba sugiriendo que interrumpiera su embarazo?

-¿Estás loca?- le pregunto tomándola de las muñecas para frenarla- ¿Crees que te estoy instando a interrumpir el embarazo?

-¿Y qué otra cosa podrías estar diciendo Emmett?

-¡No lo sé Rosalie! ¡Te confieso que te amo y tu me dices que estas embarazada! ¿Cómo creías que podría reaccionar? ¡Oh que genial, vayamos a comprar un cochecito!- Rose largo una carcajada.- ¡No te rías! ¡Estoy espantado!- Se sentó en el suelo, en bóxer como dormía y se abrazó las piernas.- ¡No sé qué hacer!

Rosalie, que estaba parada en el medio de la habitación, lo miraba estupefacta.

Primero le decía que la amaba y que hasta quería casarse con ella.

Luego se espantaba cuando le decía que estaba embarazada.

Y por último se sentaba al suelo a “lloriquear”.

Era demasiado para ella.

Suspiro audiblemente y se dirigió hacia la puerta.

-¿Dónde vas?- preguntó Emmett poniéndose de pie.

Rose se giró para mirarlo.

-A casa, cuando estés más “normal”- dijo haciendo la seña de las comillas.- Hablamos.

-Estoy normal Rosalie, estoy lo más normal que puedo.- Se acercó a ella.- En serio Rose ¿Cómo pretendes que reaccione? Recién estoy aceptando el hecho de estar enamorado de ti, de que en realidad quiero estar contigo y tú me dices que vamos a ser padres, es demasiado para mí.

-¿Para ti? ¿Es demasiado para ti?- dijo enfadada.- ¡Para tu información la que tiene un niño bailando la macarena en su cuerpo soy yo!- Salió por la puerta y bajo hasta la habitación de Bella furiosa.

-¿A dónde vas Rosalie?- grito Emmett siguiéndola.- ¡Aún no terminamos de hablar!

Rose entro a la habitación para terminar de vestirse, sobresaltando a Bella y Alice que aun dormían.

-¿Qué sucede?- pregunto Alice adormilada.

-Tu hermano es un idiota.- grito Rose.- Me voy a casa.- se terminó de vestir.

-Tú no te vas a ningún lado.- dijo Emmett entrando a la habitación y cerrando la puerta tras el.- Alice, Bella déjenme hablar con Rosalie por favor.- estaba furioso.

-¡Ellas no se van a ningún lado!- grito Rosalie.- ¡Si tienes algo que decir lo dices delante de mis amigas!

-Rosalie…- comenzó Emmett.

-¡Rosalie las polainas, no se van de aquí dije!

Alice y Bella se miraban entre ellas y los miraban a Rose y Emm.

Aparentemente todo se había ido al cuerno.

-Oigan… muchachos…- Comenzó a decir Bella.

-Nada de “muchachos” Bells, si tu primo tiene algo que decir que lo diga delante de ustedes. Estoy cansada de sus reacciones ciclotímicas.

-¡Pero por el amor de Dios!- gruño Emmett- Si te enteras que vas a ser padre de la manera en la que tú me lo dices ¿cómo esperas que reaccione?

-Rose, dime que no se lo dijiste como nos lo contaste a nosotras.- pidió Alice.

-Sí, lo hice exactamente igual. Él estaba con su cantinela de amarme y casarnos y esas cosas entonces me pareció importante decírselo antes de que siguiera hablando. Si tanto me ama, que ame a su hijo también.- comenzó a llorar de nuevo acariciando su vientre.- Mi pobre bebe tu no  tienes la culpa de los desastrosos padres que te tocaron. Un padre inestablemente emocional y una madre completamente impulsiva…

Al escucharla hablarle así a su hijo, Emmett bajo los decibeles de su enfado.

Si, era una realidad que él no pensaba ser padre, pero tenía 36 años y estaba enamorado de Rosalie, así que no podía ser tan malo.

Además un hijo. Su propio hijo. Era una idea que no le desagradaba del todo.

-¿Qué son esos gritos?- dijo Jacob entrando a la habitación de su madre seguido por Charlie que estaba tan impresionado como Jake.

- ¡Emmett! ¿No crees que deberías vestirte?- le pregunto a su sobrino.

-No iras con mi hijo lejos de mí.- le dijo a Rosalie.

Jacob y Charlie abrieron los ojos tan grandes como podían y los miraron a los dos.

-¿Hijo?- pregunto Jake- ¿Van a tener un hijo?- le dijo a Rose.

-Si Jakey, tu tío y yo estamos esperando un bebé.- dijo mientras miraba con ternura al chico.

-¿Ya puedo decirte tía?- preguntó mientras iba hacia ella para abrazarla.- Sabes que ya sabíamos todos ¿no?

-Lo sé, tu mamá me lo contó. Por mí puedes decirme como quieras, pero no sé si…

-Si Jacob, puedes decirle tía.- respondió Emmett seriamente acercándose hacia Rosalie.- Lo siento tanto amor.- la abrazo.- No debí reaccionar así.

-Y yo no debí decírtelo de esa manera…- Rosalie lloraba sin soltar a Jake.

Charlie se había sentado en la cama con su hija y Alice y los tres los miraban como si fuese una película romántica.

-Oigan…- dijo Jacob.- No quiero interrumpirlos, pero ¿me dejarían salir?- dijo intentando zafarse del abrazo en el que se veía envuelto.

-Si lo siento Jay-Jay- dijo Emmett dejándolo salir.

Jake se tiró en la cama de su madre.

-Creo que deberíamos tener una charla más tranquila ahora ¿no crees?- preguntó Emmett a Rose.

-Si.- Se limitó a responder.- Lo siento.- dijo mirando a los cuatro Swan que los observabas sin perderse un segundo.

-Estaremos arriba.- dijo Emmett y tomando de la mano a Rose se dirigieron a su habitación.

-Si con esto no colmaste una gran cuota de películas románticas, creo que tienes problemas Al.- le dijo Jake a su tía.

- Créeme que sí Jay-Jay.- Contesto Alice sin salir de su asombro.

 

Capítulo 29: Entre besos y ataques de llanto. Capítulo 31: Huidas y Culpas.

 


 


 
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