¿Por qué a mí?

Autor: princesavespa
Género: Humor
Fecha Creación: 20/09/2013
Fecha Actualización: 05/06/2014
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 84
Visitas: 58960
Capítulos: 37

Bella tiene un hijo, Jacob, un adolescente rebelde, con muchos problemas de comportamiento, pero que ama a su madre por sobre todas las cosas, por lo que le prometió que cambiaría su carácter al mudarse de la ciudad donde vivían.

Edward en cambio, tiene una hija, Renesmee, que a pesar de ser una muchacha complicada, se desvive por cuidar de su padre y agradarle.

A pesar de eso, tanto Edward como Bella intentaron darles lo mejor y hacer de sus vidas un lugar lleno de amor.

Cuando Jake y Nessie se conocieron en la secundaria, no se imaginaban lo que significarían uno para el otro.

Sus padres tampoco imaginaron lo que cambiaría sus, ya de por si dificiles vidas, cuando este par se conociera...


 

Primero que nada: HOLA A TODAS! 

A lo mejor les resulte algo extraña la temática de esta historia, pero van a ver que a medida que la lean se pone mejor.

Les cuento que esta escrita tanto en tercera persona como con POV de los distintos personajes.

Como siempre, ya saben que me pueden preguntar cualquier cosa que se los responderé tanto como comentario, como mensaje privado.

Espero que me acompañen, como lo hacen siempre!

Para contactarse conmigo pueden hacerlo vía facebook, me buscan como: Princess Vespa.

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Capítulo 26: Dulce, muy dulce, navidad.

Bueno, a pedido de algunas lectoras, subo un par de capitulos más.

Espero saber si les gusto.


La cena en casa de los Swan tuvo un sabor especial al contar con Charlie.

Aunque no estaban todos, porque Rosalie tenía guardia y Esme y Carlisle solían aprovechar cuando los muchachos no estaban para tener sus salidas románticas, fue una noche de lo más divertida.

Bella no podía evitar mirar a Alice y Jasper de reojo.

Se lanzaron miradas durante toda la cena, a pesar de estar sentados separados uno del otro.

-Bueno familia.- dijo Edward poniéndose de pie luego de tomar el café.- Es hora que mi retoño y yo nos retiremos.- miro a Nessie que estaba sentada al lado de Bella con la cabeza apoyada en sus brazos mientras ella le acariciaba el cabello. Estaba casi dormida.- Ness.- la llamó.- Vamos hija.

Bella la incorporo y de dio un beso en la cabeza.

-Preciosa, tu padre te está llamando.

Jake había ido a prepararle la habitación a su abuelo. El dormiría con Emmett en un colchón en el suelo, durante la estadía de Charlie.

Nessie se incorporó, le dio un abrazo grande a Bella y se puso de pie.

-Vamos.- le dijo a su padre más dormida que despierta.

-Tendre que cargarla.- sonrió mientras la miraba chocar contra los muebles.- Cuidado con el sillón hija.- le advirtió con ternura.- Siempre fue así. Una vez que el sueño la invade, no hay manera de despertarla.-

-¿Dónde está Jacob?- preguntó la niña para desgracia del padre.- Quiero saludarlo.- insistió.

-Arriba, iré a buscarlo Ness.- se ofreció Emmett.

Una vez que se despidieron de todos, Edward y Nessie emprendieron el viaje a casa.

Cuando llegaron, Edward prácticamente tuvo que llevar a su hija a la cama. Estaba fundida.

La acostó y mientras la tapaba, se dedicó a observarla.

Seguía siendo su bebé. La cosita mínima de la que se había enamorado apenas la vio en el monitor del ecógrafo. Su niña.

Pero no podía dejar de admitir que se había convertido en una mujer.

No se le escapaban las miradas cargadas de cariño que se destinaban con Jake. Sabía que se querían.

Sin embargo lo que más le llamaba la atención de Nessie era el amor que tenía por Bella.

Pasaban tanto tiempo juntas y se entendían tan bien que parecían madre e hija. De hecho, muchas veces, cuando iban lejos del pueblo, las confundían.

-Papa…- lo llamo Nessie mientras se removía en la cama.

-Dime preciosa.- dijo Edward acariciando su frente.

-¿Tú quieres a Bella no?-

No se esperaba esa pregunta.

-Por supuesto amor ¿Por qué?-

-Ella también te quiere.- respondió Nessie.

-Lo sé.- afirmó Edward.- Duerme cielo.- dijo dándole un beso en la frente.

-No entiendes.- insistió Nessie.- Te quiere mucho.-

-Entiendo Ness.- Aunque en realidad no sabía a qué se refería.

-No, no entiendes…- se giró para dormir.- Hasta mañana.- Se despidió.

-Hasta mañana pequeño monstruo.- la saludo.

Salió de la habitación de su hija para meterse en la suya y dejarse caer en la cama.

El hecho de que quería a Bella lo tenía más que claro.

La cuestión era ¿Qué iba a hacer?

            

                           OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

-¿Puedo pasar?- preguntó Charlie a Bella que estaba metiéndose en la cama.

-Por supuesto papi.- dijo ella sonriente- Siempre.

Charlie se sentó a su lado, sin dejar de observar la habitación.

Bella sabía que los recuerdos estarían atacándolo.

-¿Cómo lo llevas?- le pregunto.

-La verdad que muy bien.- dijo sincero.- Pensé que sería peor, pero la realidad es que con todos ustedes aquí, casi no parece la casa que era.

-Esme ha hecho un gran trabajo.- afirmó Bella.- Me alegro que no sea pesado para ti. Temía eso.

-No amor.- su padre le acarició la mejilla- Es más pesado estar lejos de ustedes.- Se acomodó a su lado y la abrazo.- Bells, tengo varias preguntas.

Bella sabía que su padre se habría dado cuenta de todo lo que estaba sucediendo en su casa. Menos mal, así tenía con quien compartirlo.

-Dispara.

-Déjame ver por donde empiezo…- comenzó.- Jacob-

-Si…

-¿Pasa algo entre él y la niña de Edward verdad?- sabía que lo notaría.

Bella suspiró.

-Están juntos.- contesto.- Pero supuestamente nadie lo sabe.

-¿Supuestamente?- preguntó Charlie.

Le contó la situación en la que los habían visto con Edward.

-De manera que ellos no saben que ustedes saben. Edward está tratando de aceptarlo y tu… - me invito a seguir.

-Y yo estoy feliz con ello. Renesmee es la mejor persona que se me ocurre para Jake, su familia es genial, y nos quiere a todos.

-Pero…

-Pero nada papá. Solo lamento que no confíen en nosotros como para contarnos que se quieren.- admití.

-Y que Edward y tu sientas cosas uno por el otro no tiene nada que ver.- Dijo dejándome muda.- ¿No creerías que tú eres la única persona que conoce a su hijo verdad?- sonrió estrechándome más fuerte.- Amor, lo que sientes por Edward es más que una simple amistad. Y, créeme, para el también.

Bella agradeció que su padre estuviese en casa.

-Tienes razón.- admitió.- Lo que siento por él es algo mucho más fuerte.

-¿Y qué piensas hacer?-la increpo.

-¡Nada!- dijo con énfasis.

-Pero lo quieres.- insistió.

-Justamente.- se incorporó para mirarlo.- Papá, tú conoces mi historial. No puedo mantener una relación normal con un hombre. No importa cuanto lo intente.- Iba a objetar pero lo corto.- No lo niegues, lo sabes. Edward es…-¿cómo describir lo que era para ella?- una de las personas que más quiero, no puedo perderlo por un “enamoramiento”.

-Isabella.- Bella sabía que la iba a regañar- Primero, no creo que sea un “enamoramiento”. Ustedes son dos adultos responsables. Tienen hijos, una carrera, trabajos adecuados, no son niños como para dejarse llevar por situaciones momentáneas.- Planteo su punto.- ¿Hablaste con él alguna ve para ver lo que sentía?

-En algún momento lo mencionamos…- dijo recordando el incidente en su casa.- Pero la realidad es que no lo volvimos a hablar. Los dos priorizamos a los niños.

-¿Y cuál sería el problema? Sus hijos los aman y los respetan. Ambos notan lo que sucede entre ustedes, si me di cuenta yo créeme, ellos también.- Bella sabía que tanto Nessie como Jake sabían que entre sus padres había mucho cariño.

-Lo sé también papá pero…- se estaba quedando sin excusas.- Mira, no sé qué hacer.- Admitió derrotada.

-¿Lo quieres?- le preguntó Charlie.

-Mucho.- Respondió.

-¿Crees que él te quiere a ti?-

-Si.- Ella sabía que él la quería.

-Entonces haz algo. No sabes qué puede significar Edward para ti. Quizás sea el amor de tu vida y tú te lo pierdes por miedosa.- Dijo bromeando.

-Gracias papá- lo abrazo con fuerza.- Realmente necesitaba hablarlo con alguien.

-¿Alice no sabe lo que te sucede?

-Alice tiene otros temas que le preocupan más.- Rio Bella.

-Ah sí… Jasper ¿no?-

Ella no dejaba de sorprenderse. Su padre era tan perceptivo como ella, sin duda alguna.

-Exacto. Y no es la única ocupada te diré.- Ya que estaban hablando, le contaría lo de Emmett.

Una vez que lo puso al día de todos los romances que rondaban a la familia, Charlie estaba asombrado.

-¡Los dejo venir a Forks para tener una vida tranquila y terminan todos enamorados!

-Bueno, enamorarse es una manera de vivir.- dijo Bella en un suspiro.

-Está muy bien que lo creas.- le dio un beso en la frente.- Me voy a dormir cariño.

Charlie se levantó y cuando estaba saliendo Bella lo llamo.

-Papá, si me faltaba algo para ser completamente feliz, eras tú.

Charlie le sonrió y se despidió hasta el otro día.

Sabía que su padre tenía razón.

Pero tenía mucho miedo de equivocarse.

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

 

La mañana de navidad amaneció muy fría.

Bella se levantó antes que nadie para preparar el desayuno para todos.

Amaba la navidad.

Desde los primeros días de diciembre, ya tenía la casa completamente decorada.

Edward la molestaba diciéndole que era una exagerada, pero ella no lo escuchaba.

-Mi casa, mis reglas.- le respondía cada vez que se metía con ella.

La noche anterior habían cenado en la casa de los Cullen.

Por primera vez, las dos familias completas compartían la mesa.

Desde su llegada a Forks, Charlie había rejuvenecido unos cuantos años.

Al principio, la melancolía se le notaba, pero a medida que pasaron los días, el tiempo que pasaba con ellos, las charlas con Carlisle y Esme y, para sorpresa de Bella, algunas salidas “inocentes” con Sue, lo habían transformado en una persona de la cual Bella no tenía recuerdos. En un hombre completamente feliz.

Si de felicidad se trataba, sus primos vivían en la nube nueve.

Emmett y Rosalie, aunque seguían “ocultando” su romance, inventaban toda clase de excusas para verse a escondidas.

Todos creían que ellos sospechaban que sabían, pero que lo mantenían oculto solo por diversión.

No así Alice y Jasper que parecían dos adolescentes enamorados.

Hacían de todo juntos y todos estaban al tanto de su relación.

Esme y Carlisle estaban encantados con Alice. Era la mujer que siempre habían soñado para su hijo.

Mis tíos a su vez, estaban felices al saber que su niñita finalmente había encontrado a su hombre “ideal” y estaban ansiosos por conocerlo. Los irían a visitar para año nuevo.

En cuanto Jacob y Renesmee… Esos dos eran harina de otro costal.

Bella le había insinuado a su hijo que estaba al tanto de su relación con Nessie, pero este no hizo ningún comentario al respecto.

Luego lo intento con Ness, pero ella la ignoro completamente.

Edward no había tenido mayores resultados que ella.

Una vez abrigada, comenzó con su labor.

La cocina olía a canela y jengibre, sus aromas favoritos para la navidad.

Estaba encendiendo la cocina cuando sonó su celular con un mensaje.

“No puedo dejar de pensar en el beso de anoche.”

-Edward…- dijo Bella con un poco de angustia en su voz.

Parecía que todo el mundo se había puesto de acuerdo para provocarlos.

La noche anterior, habían terminado de cenar, y se dirigieron a la sala para tomar chocolate con galletas.

Nessie les insistía a Edward y Bella que se sacaran una foto haciendo que se queden parados en el arco que separaba la sala del comedor, donde Esme había colocado muérdago.

Al verlos parados ahí, Ness insistió que debían darse un beso, que era tradición.

-¡Vamos Bella!- insistió Alice.- Una tradición es una tradición.

-Yo no creo en esas cosas.- dijo Bella separándose de Edward.

-No seas trágica mujercita.- sonrió Edward y tomándola de la mano la acerco a él.- Prepara la cámara Nessie, querrán tener un recuerdo de esto.

Bella sabía que detrás del tono de burla, Edward buscaba una excusa para besarla.

Ella también quería hacerlo, pero no delante de toda la familia, su padre inclusive.

-Edward, no…- comenzó, pero rápidamente los labios de él la callaron.

En un principio se dejó besar, pero luego de un par de segundos, le devolvió el beso con tanta vehemencia como podía.

Se olvidaron de sus padres, hijos, hermanos, primos y quien fuera que estuviese ahí y se besaron con todo el fervor que habían contenido durante meses.

No podía precisar cuánto tiempo estuvieron besándose, pero cuando Emmett tosió para hacerse notar, se dieron cuenta que no había sido poco.

-Creo que Nessie tiene fotos para varios meses.- bromeó Emm.

-Te dije que lo querrían recordar.- Agregó Edward sin soltar a una estupefacta Bella.

Carlisle, Esme y Charlie sonreían. Los tres sabían que sus hijos se querían pero que eran demasiado tontos como para hacer algo.

Jacob y Nessie los miraban azorados.

Nessie sabía que sentían algo uno por el otro, pero no sabía que fuese tan fuerte.

Por otro lado Jacob desconocía a su madre.

La manera en la que se había besado con Edward había sido… ¿Cuál sería la palabra? Fuerte. Si, muy fuerte.

Charlie se levantó y los abrazó a ambos.

-Nessie preciosa.- dijo mirándola.- Ahora sácanos una foto a los tres.- dijo queriendo romper el clima tenso.- Pero sin besos por favor.- los miro y largo una carcajada.

-Pero así no es divertido tío.- la siguió Emmett.

Bella seguía mirando su teléfono.

“Yo tampoco.”

Respondió escuetamente.

Siguió preparando la mesa.

“Veámonos luego. Solos tu y yo.”

Insistió Edward.

“¿Dónde?”

Bella temía que fuera mala idea, pero no soportaba más.

El beso que se habían dado había sido un antes y después para ella.

“Nessie estará en casa de mis padres todo día. Ven a verme después de almorzar.”

“De acuerdo.”

Resolvió no pensar en el tema hasta que fuera hora de verlo y se dispuso a terminar lo que estaba haciendo.

Una vez que todo estuvo armado, fue a despertar a su familia.

-Jake…- llamó.- Feliz Navidad cielo.- Lo saludó.

Jacob abrió los ojos y le sonrió. Luego de la impresión del momento, Jake había decidido que le gustaba la idea de que su madre y Edward estuviesen juntos. No podrían reprenderlos a Nessie y a él por querer lo mismo.

-Feliz navidad ma.- le respondió.

-Baja a desayunar. Iré a llamar al abuelo y Alice.- acarició su cabeza.- Emm, no te lo digo de nuevo.- le insistió a su primo.- Te quedarás sin regalos.

-Eso sí que no.- respondió Emmett poniéndose de pie.- Espero que me guste lo que hayas comprado.- dijo molestándola.

-Sabes que el objetivo de la navidad no son los regalos Emmett.- lo regaño.

-Sí, lo sé… Es pasar tiempo en familia recordando el nacimiento de Jesús.- dijo con tono cansino.

-Si te escuchara tu madre te golpearía.

La familia Swan festejaba la navidad de una manera particular.

Más allá de compartir los presentes y las comidas, celebraban el hecho del nacimiento de Jesús y lo que significaba para ellos, tomándose un momento para compartir una oración familiar.

Bella había aprendido desde pequeña a ser agradecida con Dios, más allá de las circunstancias en las que se encontraba, eso había sido lo que la había sostenido siempre que estaba mal.

-Tienes razón.- reflexionó Emmett. – Bajamos enseguida ¿verdad Jakey?

Una vez que desperté a los muchachos, Alice y mi padre fueron un trámite.

Fue un hermoso momento familiar.

Intercambiaron regalos, comieron y compartieron un momento donde dejaron de lado el aspecto material y celebraron el nacimiento de quien, para ellos, era alguien tan importante.

Luego del almuerzo, Bella junto coraje.

Estaba en su habitación arreglándose un poco, cuando Alice entro sin llamar, como siempre.

-¿A dónde vas?- le pregunto al ver que estaba vistiéndose.

-A un lugar.- dijo sin querer mentir.

-Graciosa ¿A dónde vas Bella?- insistió.

-No te lo voy a decir Alice. Tengo que salir.- se giró para tomar su bolso e irse antes de confesar a donde iba.- No creo que tarde mucho.

Alice la miro con los ojos entrecerrados.

-Saluda a Edward de mi parte.- Dijo como al pasar.

Bella prefirió no contestar y salir rápido de allí.

Para su suerte, no había nadie en la sala.

Luego de la comilona, sabía que los hombres de la casa irían a dormir. Era casi una costumbre anual.

Salió rápidamente, se subió a su camioneta y condujo para la casa de Edward procurando no pensar.

Cuando llego, sus piernas no le respondían.

Tenía terror de tocar el timbre.

De cualquier manera no hizo falta.

Edward abrió la puerta de su casa y salió a recibirla.

-¿Me estabas esperando? – pregunto Bella saliendo de la camioneta.

-No. Pero es imposible no darme cuenta que llegaste. Esa camioneta hace demasiado ruido.- Señaló.-Feliz Navidad.- dijo mirándola de una manera que hizo que le temblaran las piernas.

-Feliz Navidad cariño.- le respondió.

Edward estaba muy nervioso.

Luego de almorzar, había salido disparado hacia su casa.

Supuestamente debía continuar con la investigación, pero no había podido hacerlo.

Estaba decidido a decirle a Bella todo lo que sentía por ella, sin importar nada más.

La amaba y quería poder disfrutar de ese amor que sentía.

Sin decir nada caminaron hacia dentro de la casa.

Edward estaba vestido con un pantalón deportivo y un sweater grueso, mientras que Bella se había hasta maquillado un poco. Estaba muy ansiosa.

-Te ves muy bonita.- señalo Edward.

-Gracias.- le respondió tímidamente.

Una vez que Bella se desabrigo, se paró en la sala.

Edward estaba parado en el medio de esta y la miraba en silencio.

Ella no sabía qué hacer.

Luego de unos diez segundos, ambos prácticamente corrieron en brazos del otro y volvieron a besarse, pero esta vez sin espectadores, sin muérdago y, sobre todo, sin miedo.

Capítulo 25: Siempre se puede ser más feliz. Capítulo 27: Entre secretos y bromances.

 


 


 
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