¿Por qué a mí?

Autor: princesavespa
Género: Humor
Fecha Creación: 20/09/2013
Fecha Actualización: 05/06/2014
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 84
Visitas: 58988
Capítulos: 37

Bella tiene un hijo, Jacob, un adolescente rebelde, con muchos problemas de comportamiento, pero que ama a su madre por sobre todas las cosas, por lo que le prometió que cambiaría su carácter al mudarse de la ciudad donde vivían.

Edward en cambio, tiene una hija, Renesmee, que a pesar de ser una muchacha complicada, se desvive por cuidar de su padre y agradarle.

A pesar de eso, tanto Edward como Bella intentaron darles lo mejor y hacer de sus vidas un lugar lleno de amor.

Cuando Jake y Nessie se conocieron en la secundaria, no se imaginaban lo que significarían uno para el otro.

Sus padres tampoco imaginaron lo que cambiaría sus, ya de por si dificiles vidas, cuando este par se conociera...


 

Primero que nada: HOLA A TODAS! 

A lo mejor les resulte algo extraña la temática de esta historia, pero van a ver que a medida que la lean se pone mejor.

Les cuento que esta escrita tanto en tercera persona como con POV de los distintos personajes.

Como siempre, ya saben que me pueden preguntar cualquier cosa que se los responderé tanto como comentario, como mensaje privado.

Espero que me acompañen, como lo hacen siempre!

Para contactarse conmigo pueden hacerlo vía facebook, me buscan como: Princess Vespa.

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Capítulo 13: Por si me sentía aburrido...Emmett!

 

-¿Es enserio? – Bella se apoyó en el sillón.- Emmett…-

 

-En serio Bella. Hablé con Jake. Me extraña y me necesita. No puedo quedarme lejos cuando sé que mi sobrino me necesita cerca. –

 

Bella no podía creer lo que escuchaba. Su primo era impulsivo, pero nunca hacía cosas así.

 

-          ¿Alice sabe?- pregunto Bella sabedora de la respuesta.

 

-          No.-

 

-          ¿Los tíos saben?-

 

-          No…-

 

-          ¡EMMETT!- grito exasperada- ¡ESTAS LOCO!-

 

-          No, simplemente hice lo que tenía que hacer.- Se acercó a su prima.- Bells, soy grande, no tengo mayores complicaciones ni ataduras y dos de mis personas favoritas me necesitan.- La abrazó con fuerza.- No había mucho que pensar.

 

Quizás para Emmett no, pero para Bella sí.

 

Estaban acostumbrándose a estar los dos solos por primera vez en la vida. No era fácil, pero tampoco difícil, solo algo extraño.

 

-          Bella, por favor, no te enojes.- Le pidió Emmett- Déjame quedarme por aquí un tiempo, ver que esta todo en orden y luego ya veré.-

 

-          ¿Y qué piensas hacer? ¿De qué piensas trabajar?- le pregunto Bella intentando mantener la calma.

 

-          Tú trabajas en un hospital. Yo soy nutricionista…- agrego Emmett como si fuese lo más lógico del mundo.

 

-          ¡Hace una semana que estoy trabajando aquí Emmett! ¿Tienes una idea de lo que me costó entrar?-

 

 La calma de Bella pendía de un hilo. Por un lado estaba feliz de verlo, pero sabía exactamente lo que significaba tenerlo allí con ellos.

 

-          No seas tan dramática. Además ya tengo una entrevista.- Continuó con su calma inamovible.

 

-          ¿Cómo que tienes una entrevista?- le preguntó extrañada Isabella.

 

-          Puedo ser impulsivo u hasta a veces infantil, pero no soy irresponsable Isabella y de ninguna manera vendría a vivir aquí sin tener un plan. Me duele que desconfíes de mi.-

 

Emmett estaba dolido, ella lo podía notar por su tono de voz. Era verdad lo que decía, siempre había sido responsable con lo que a ellos respectaba.

 

Él fue el primero que le compro cosas a Jake cuando estaba embarazada. La acompaño a cada ecografía y hasta entro al parto con ella a pesar de estar muerto de miedo. Era su hermano del alma.

 

-          Lo siento Emm.- dijo acercándose a su primo para abrazarlo.- Tienes razón, eres muy importante para nosotros y es una linda idea tenerte cerca.-

 

Emmett la abrazó y se quedaron juntos durante unos momentos.

 

-          Sabes de sobre que no eres solo mi prima ni Jake mi sobrino. Tu eres mi hermana y, no se como será tener hijos, pero yo lo siento así a Jake ¿Sabes? Por eso me tomo atribuciones que no me corresponden, porque lo quiero de esa manera.-

 

Bella sabía que Emmett adoraba a su hijo, pero nunca pensó que fuera así.

 

En todos los años que vivieron juntos, esta era la primera vez que lo veía a Emm así de serio.

 

-          Y el te ve como un padre. Lo sabes.- Le dio un fuerte beso en la mejilla y lo soltó.- Vamos, te haré algo de comer, debes tener hambre seguramente.-

 

Ambos cenaron, a pesar de que Bella había tomado algo con Edward, y luego le enseño la casa.

 

-          Tendremos que armarte una cama provisoria en el living y luego te instalamos en el estudio ¿Te parece?- le pregunto mientras tomaban un café en el living.

 

-          Me parece. Es muy emocionante estar aquí para ti ¿No? Digo, por todo lo de la tía Renée.-

 

Emmett recordaba un poco más a la madre de Bella ya que tenía casi cuatro años cuando ella falleció. No era mucho lo que sabía de ella, pero si recordaba a sus padres decir que era una gran mujer.

 

-          Si… Al principio lloré varias noches, debo admitir.- Dijo Bella ya más relajada y sin temor de confesar sus emociones.- Pero con el paso de los días mejoré.- Agregó sonriendo como cuando eran niños.

 

Seguían sentados conversando y cuando Emmett se levantó para ir al baño, un rato después, se escuchó la puerta de entrada abriéndose rápidamente.

 

-          ¡Mamá!- grito Jacob- ¿Mamá estas bien? ¡La camioneta está alejada y la barreta de seguridad tirada en la entrada!-

 

-          Aquí estoy cariño ¡Tranquilo! – llamó Bella desde el sillón.

 

-          ¿Me puedes decir que te pasa?- pregunto enfadado.- ¡Veo el camión estacionado de cualquier manera y pensé que algo malo te había pasado!

 

Jacob se acercó a su madre y le dio un abrazo de esos que le quitaban el aire. Podría estar muy enfadado, pero el miedo de que le hubiese pasado algo era más grande.

 

-          ¿Así que mudarte te puso hecho todo una niñita eh?- preguntó Emmett detrás de ellos.

 

-          ¿Emmett?- Jacob se dio vuelta sin soltar a su madre aun.

 

-          Quien viste y calza Gigantón.- Dijo  su tío a modo de saludo.- A ver si sueltas a tu madre y vienes a darle un abrazo a tu tío del alma.-

 

El chico soltó a su madre y fue a darle un abrazo a Emmett.

 

-          ¿Qué haces aquí tío?- le dijo a su tío mientras lo abrazaba con fuerza. Con él era con la única persona que aún podía sentirse como un niño al sentirse abrazado.

 

-          Vine a quedarme con ustedes.- Contesto el interpelado.

 

-          ¿Por cuánto tiempo?-

 

-          El que me dejen quedarme.-

 

-          ¿En serio?- pregunto mirando a su madre.- ¿Se queda con nosotros en serio?-

 

-          Me temo que si Jake.- Respondió Bella sonriendo.

 

-          Creí que ya habíamos quedado que te ponía feliz mi estancia aquí.- Dijo Emmett con sorna.

 

Luego de las emociones del día, Bella le preparó la cama a su primo y se dirigió a su habitación, dejando a los hombres de la casa charlando.

 

No podía decir que le desagradara tener a Emmett allí, pero habría que ver en el transcurso de los días.

 

 

 

 

 

 

 

Jake POV

 

 

 

No lo podía creer. Emmett viviendo con nosotros. Era genial.

 

-          Bien Gigantón, cuéntame más de esa chica de la que me hablaste.-

 

Sonreí al recordar al pequeño monstruo irritante. 

 

Habíamos estado obviándonos toda la semana. Yo la veía en el almuerzo, sabía que ella me veía, pero sencillamente nos ignorábamos.

 

Me gustaba, mucho, pero no podía darle el gusto de hacérselo notar.

 

-          Sin cambios tío, la veo, me ve, pero nada más.- Le había contado a Emmett todo lo que había sucedido con ella, desde la clase hasta verla en casa de los Cullen.

 

-          Me contó tu madre que trabaja con su padre. Aparentemente es una buena familia.-

 

-          Si, Edward es muy agradable, te caerá bien.- Le dije sonriendo. El padre de Renesmee me había caído mal, a pesar de que a mamá no sé porque no le agradaba demasiado. Le había preguntado pero me respondía con evasivas.- A mamá no le agrada.-

 

-          No es lo que ella me dijo.- Me sorprendió mi tío.- Según lo que me dijo se llevan mejor.-

 

-          Mujeres ¿Quién las entiende?- dije levantado mis hombros.- Es genial que estés aquí Emm.- dije golpeándolo en el brazo.

 

Estábamos en la cocina tomando algo.

 

Había llegado hacía un rato de salir con los chicos. Solo una salida de hombres.

 

Aparentemente le gustaba a Hannah. Me caía bien, era muy bonita, pero nada más.

 

-          ¿Cómo son tus amigos aquí?- pregunto mi tío mientras bebía una cerveza.

 

-          Están bien.-

 

-          Aja… ¿Y?- hizo un gesto con la mano como invitándome a continuar.

 

-          Y eso. Son buena gente.- No sabía que más decirle.

 

-          ¿Cuándo los conoceré?-

 

-          Oye ¿Y a ti que te pasó? ¿Desde cuando eres tan metiche?- reí.

 

-          Desde que tu madre me conto que te habías transformado en una persona sociable y con amigos chicuelo.- bromeó despeinando mi cabello.- En serio Jake, me pone muy feliz que tengas amigos. Creo que venir a vivir aquí fue lo mejor que tú y tu madre pudieron hacer.-

 

-          Ya veo lo que sucede aquí. Viniste a vivir con nosotros para ver si tu vida dejaba de ser monótona y aburrida ¿verdad?-

 

-          Calla pérfido.-  Habíamos visto una vez, una película con la tía Alice donde los personajes hablaban con palabras muy viejas y las mujeres se peleaban usando esa expresión, por lo que la usábamos para bromear entre nosotros cada vez que discutíamos.

 

-          Pérfido o no, tengo razón.- resolví.

 

-          Ya lo veremos.- Se puso de pie y me palmeó el hombro.- Vamos a dormir que estoy agotado.-

 

Salimos de la cocina y lo dejé para que se acostara en el sillón. Le ofrecí mi cama, pero no la acepto.

 

-          Hasta mañana Jakey.- Saludó mientras se tiraba y se quitaba los zapatos.

 

-          Nos vemos tío. Me alegra que decidieras venir.- Dije antes de subir a mi habitación. 

 

Una vez que estuve en mi habitación, me di cuenta que el sueño me había abandonado, por lo que tomé mi cuaderno de dibujos y me senté en la ventana a dibujar. Era un hábito que había tomado desde que llegué a Forks, sentarme en el marco, agarrar un lápiz y dibujar durante un rato.

 

Mientras dibujo pienso. Es algo que me sale automáticamente, no necesito prestar atención. El lápiz se pasea por la hoja y yo solamente pienso.

 

Esta noche mi cabeza estaba en cualquier lugar.

 

Por un lado pensaba en lo genial que era tener a Emmett aquí. Sería una compañía para mi madre, ahora que, al parecer, mi vida social era algo más emocionante.

 

Por el otro, pensaba en Renesmee.

 

Si bien era como le había contado a Emmett, nos ignorábamos, sabía que ella me miraba tanto como yo la miraba a ella.

 

Solo compartíamos una clase, pero bastaba entrar en el comedor, o ir por los pasillos y comenzar a buscarla. Por momentos temía obsesionarme.

 

La conversación que habíamos tenido con Embry, un par de días atrás, me había dado que pensar. Él era el que me había dicho que le atraía a Hannah. No es que no fuera una linda chica, que lo era, sino que no me generaba la mezcla de emociones que me generaba Renesmee.

 

Miré lo que estaba dibujando y me di cuenta que era una chica con un gran parecido al monstruo irritante.

 

Enfadado arranque la hoja, la hice un bollo y la tire al cesto.

 

-          Me va a enloquecer.- Me quejé dejando el cuaderno sobre el escritorio y yendo a acostarme.-

 

Definitivamente tenía que dejar de pensar en ella.

 

 

 

-          Jake…  Jacob… ¡Jacob!-

 

-          ¿¡Que!?- Respondí a la persona que estaba sacudiéndome debajo de las sabanas.

 

-          Necesito usar el baño pero no tengo idea como prender la ducha.-

 

¿Cuán difícil podía ser abrirla?

 

-          ¡Emmett gira la llave y listo!- Me quejé volviendo a taparme con la sabana la cabeza.

 

-          Ya intente gracioso, pero no sale agua ¿Cómo demonios funcionan las cosas en este lugar?-

 

Resignado me levante pesadamente de la cama y, mientras miraba con odio a mi tío, me dirigí al baño.

 

-          Mira y aprende.- Abrí la llave de agua junto a la pared y luego la ducha.- Abres ahí y listo.-

 

-          ¿Por qué la cierran?- preguntó mientras comenzaba a salir el agua de la canilla.

 

-          Porque pierde. Todavía no llamamos al plomero ¿Puedo volver a dormir?-

 

-          Gracias Jakey.- acarició mi cabeza como cuando era niño.

 

Volví a mi cálida cama con la intención de dormir un rato más, pero luego de girar un rato entre las sabanas, me di cuenta que era una batalla perdida, por lo que me abrigué, no sé si mencione que en este pueblo hace un frío insoportable todo el tiempo, y bajé a prepararme algo de desayunar.

 

Al llegar a la cocina escuche ruidos que provenían de ella y me encontré a mi madre preparando el desayuno.

 

-          Buen día.- dije con la voz algo ronca del sueño aún.

 

-          Buen día mi amor.- me saludo mi mamá.- ¿Te caíste de la cama?- El fin de semana era raro que me levantara antes de las once de la mañana.

 

-          Emmett.- Respondí y ella asintió entendiendo todo.

 

-          Ya se acostumbrará.-

 

-          Lo sé. Igual me alegra que este aquí ¿Qué hay de desayunar?- El mal humor no me quitaba el hambre.

 

-          Eso te iba a preguntar.-

 

-          ¿Del desayuno?- pregunté.

 

-          No cariño.- dijo riendo- de desayunar hay hot cakes ¿Qué te parece?-

 

-          Eres la mejor mamá.- le sonreí con ganas. Amaba sus hot cakes.- ¿Entonces? ¿Qué me ibas a preguntar?-

 

-          Si estabas contento que Emmett venga con nosotros. Sé que no es muy divertido vivir solo conmigo.- por más que lo dijo con una sonrisa, sentí el pesar en su voz.

 

-          No es aburrido vivir contigo ma… - le dije mientras me acercaba a ella y la abrazaba.- Es bueno que seamos solo los dos, pero Emmett…-

 

-          Lo sé bebe.- palmeó mi espalda.- Es Emmett.- Sabía que mi madre entendía lo que él significaba para mí.

 

Seguí observando como hacía el desayuno.

 

-          ¿Cómo fue esta semana en el trabajo mamá?- saqué un tema para hablar.

 

-          Genial Jake.- se dio vuelta para sonreírme.- Realmente genial. Me gusta mucho.-

 

-          Me alegro.- Y de verdad así era.- ¿Has visto a Carlisle, Rosalie o al papá de Nessie?- sabía que los tres trabajaban allí.

 

-          Sí. Almorcé con Rose un par de días, me crucé con Carlisle en algún pasillo y trabajo en el servicio con Edward, por lo que lo veo siempre.-

 

-          ¿Y cómo va eso?- Me había dado cuenta que no le caía muy bien Edward, aunque no entendía bien por qué.

 

-          ¿Qué cosa Jake?-

 

-          Con Edward. Me dio la sensación que no te caía muy bien.-

 

Se dio vuelta y me miro con esa expresión que suele poner cuando la sorprendo con algo que no se espera.

 

-          ¿Te pareció que no me caía bien?- repitió.

 

-          Sí. Pero tal vez me equivoco.-

 

-          Tienes razón.-admitió- Pero fue solo al principio. Ya me cae mejor.- Agregó.

 

-          ¿Por qué te caía mal?- Me llamaba la atención. – Es un tipo simpático.-

 

-          ¿Eso huele a los hot cakes de mi amada Bells?- pregunto Emmett entrando a la cocina envuelto con una toalla.

 

-          ¡Emmett por Dios!- le grito mi madre.- ¿Puedes ponerte algo de ropa? –

 

-          Bella ¿Me vas a decir que te pone nerviosa verme así?- rio mientras se sentaba en la silla a mi lado.

 

-          Para nada tonto.- Contesto poniendo voz graciosa y una expresión que la hacía parecer una niña.- Solo que no pretendo cuidar enfermos en la casa, y menos por estupidez humana ¿Acaso no te diste cuenta que está helando?-

 

-          No para mí.- Respondió golpeándose el pecho como Tarzan.- Soy de acero. No siento el frío.-

 

Eran un caso perdido. Cuando mi madre y mi tío se juntaban eran dos niños.

 

Continuamos desayunando entre risas y anécdotas de mi tío, cuando sonó el timbre.

 

-          ¡Rayos!- soltó mamá poniéndose de pie de pronto.- ¡Me olvide que me iría de compras con Rose!-

 

-          ¿Otra vez?- pregunté extrañado.

 

-          Sí. Necesitas ropa más abrigada Jacob. Este lugar es helado.- Veníamos de Phoenix donde hacía calor casi todo el tiempo y no un calor tranquilo, sino agobiante, por lo que no teníamos demasiado abrigo.- Ábrele la puerta a Rose y entretenla que ya bajo por favor.- Grito mientras corría escalera arriba.

 

-          ¿Vienes?- le pregunte a Emmett- Aunque deberías vestirte.- dije mientras señalaba su torso desnudo.

 

-          Nah… Me quedaré terminando mi desayuno. No me interesa conocer a las amigas extrañas de tu madre.

 

-          ¿Cómo sabes que es extraña?- le pregunté saliendo por la puerta.- Si la vieras no dirías lo mismo.- agregué en voz baja. Rosalie era preciosa. La belleza era de familia parece.

 

-          ¡Hola Jake!- me saludó Rose entrando a la casa y dándome un pequeño abrazo- ¿Qué haces despierto tan temprano?-

 

-          Buen día Rose.- le devolví el saludo.- ¿Me crees si te digo que fue causa de fuerza mayor?- le respondí.

 

-          ¿Todo en orden?- preguntó extrañada-¿Dónde está tu madre?- miraba para todos lados buscándola.

 

-          Sí, todo está genial. Solo que anoche nos desvelamos. Tuvimos una sorpresa.- dije mirando hacía la cocina.

 

-          ¿Sí? Buena, espero.-

 

-          Genial.- sonreí para constatar mi respuesta.- Vino mi tío a quedarse con nosotros.-

 

-          ¿Emmett?- preguntó Rose.

 

-          ¿Me llamaban?- dijo mi tío saliendo de la cocina con su toalla anudada en la cintura aún.

 

Si la cara de Rosalie era un poema, la de Emmett era un soneto.

 

-          Rosalie, él es Emmett.- los presente.- Emmett, Rosalie Cullen.-mencione su apellido para que supiera de quien se trataba.

 

-          Hola Rosalie un gusto.- Mi tío, repuesto de la impresión, se acercó a ella y le tendió la mano.

 

-          ¿Es seguro soltar esa toalla?- le pregunto Rose estrechándosela y soltándolo rápidamente.

 

-          100%.- sonrió Emmett.- Iré a vestirme a tu habitación Jake, luego tú y yo iremos a comprar las cosas necesarias para mi habitación.- Volvió a extender su mano hacia Rose.- Un placer Rosalie, espero volver a verte pronto.-

 

-          Igualmente.- Respondió escuetamente Rose poniéndose algo colorada.

 

Cielos… amaba Forks.

 

 

 

Una vez que mi madre se hubiese ido con Rosalie, Emmett bajó completamente vestido.

 

-          Parece que tu madre se hizo amigas decentes por primera vez.- dijo mientras se tiraba en el sillón a mi lado.- ¿Es la tía de Nessie?- No dejaba de sorprenderme que mi tío la tratara con tanta calidez.

 

-          Sí. Es la tía de RENESMEE.-  dije resaltando el nombre.

 

-          Ok, Renesmee.- contesto burlándome.- Levanta tu trasero de ahí y vamos a ver dónde puedo comprar una cama, porque luego de la noche en el sillón, me duele todo.-

 

-          Yo te ofrecí mi cama.- dije levantando los hombros.

 

-          Lo sé y te lo agradezco.- se puso de pie y tiro de mi brazo.- Vamos.-

 

Salimos al pueblo. Si bien no estábamos lejos, caminar con el frío que hacía era insoportable.

 

Cuando finalmente llegamos al centro, encontramos una fábrica de muebles artesanales.

 

-          Sospecho que esto es lo máximo que vamos a encontrar.- dijo mi tío observando las camas.

 

-          Estoy de acuerdo.- respondí.- Pero son bonitas.-

 

-          Mientras me resistan.-

 

Entramos al negocio y luego de probar cerca de veinte camas, finalmente eligió una grande que nos entregarían en la tarde.

 

-          Bien, ahora… ¿Habrá algún lugar donde comer algo como la gente?- pregunto mi tío.

 

-          Hay un lugar donde vamos con los chicos, hacen buenas hamburguesas.- Le conteste- ¿Tienes hambre de nuevo Emm?-

 

-          ¿Tú no?-

 

-          Yo siempre tengo hambre.- reí.

 

-          Somos dos.-

 

Llegamos unas cuadras después, y logramos encontrar una mesa libre.

 

-          Así que aquí vienes con tus amigos…-

 

-          Sí.- Conteste rápidamente para poder pedir mi hamburguesa.- Quiero la 58.-

 

-          ¿Qué trae?- pregunto Emmett buscándola en el menú.

 

-          TODO.-

 

-          ¿Todo?-

 

-          TODO.-

 

-          Entonces que sean dos.- le devolvió los menús a la chica que atendía y continuamos hablando.- ¿Cuándo conoceré a esos amigos tuyos?-

 

-          Recién acabas de llegar Emm, dame un respiro.- A veces era peor que mi madre.

 

-          ¿Bella los conoce?- Peor que mamá.

 

-          Si, los conoce. Le caen bien.-

 

Una vez que terminamos de comer, volvimos a casa.

 

Estaba agotado, por lo que simplemente quería sentarme en el sillón y descansar un rato, pero evidentemente hoy el día estaba confabulado para no dejarme descansar.

 

Pusimos un pie en casa y no podía creer lo que estaba viendo.

 

-          Hola cariño.- me saludo mi madre mirándome de una manera extraña.- Tenemos visitas.-

 

Ya me había dado cuenta.

 

Sentados en el sillón, junto a mi madre, se encontraban Edward y Renesmee.

 

 

 

 

 

Capítulo 12: Acuerdo de paz. Capítulo 14: Una tarde agradable.

 


 


 
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