Seis meses después…

-¡Rosalie!- grito Bella mientras entraba con ella a la habitación a la que la habían asignado- ¡Por Dios mujer eres médica! ¡Sabes que dar a luz es doloroso pero debes dejar de gritar por favor!

-Sé que es doloroso pero nunca lo había vivido de primera mano Isabella!

El día del parto de Rose había llegado.

Los últimos meses pasaron rápidamente, quizás más rápido de lo que Bella hubiese deseado.

Luego de las fiestas, Charlie decidió volver a Phoenix, pero la decisión le duro una semana ya que a los siete días exactos volvió a la casa de Bella con sus valijas y una transferencia a la policía local.

A pesar de la emoción por tener a su padre con ella definitivamente, la casa les comenzó a quedar chica, por lo que Bella comenzó a sentirse ahogada entre tanta gente.

Claro que el hecho de que Edward le hubiese sugerido que quería tener más hijos con ella sumaba a su sensación de ahogo.

Aunque no lo había vuelto a mencionar, ya que se dio cuenta que la idea no le sentó bien a su novia, ella sabía que él de verdad quería tener más hijos, pero para ella era demasiado pronto para pensarlo.

Y si le suman el hecho de que sus hijos estaban de novios… La situación era ya de por si extraña como para sumarle un niñito que les dijera a ellos mamá y papá y a sus hijos hermanos/cuñados… Demasiado extraño.

Luego de dos semanas de caos, ya que al volver Alice la casa se revoluciono tres veces más, Emmett tomó una de las decisiones más acertadas de su vida: Se mudo con Rosalie.

A pesar de que a Edward no le agradaba demasiado la idea de que su hermana viviera con su novio, Carlisle lo calmo diciéndole que la “virtud” de su hermana ya estaba “mancillada” ya que esperaba un hijo sin casarse y que si a él no le preocupaba, Edward no debía hacerse tanto problema tampoco.

Alice era un ente de felicidad que pululaba por toda la casa.

Si bien Jasper era una persona tranquila, desde que estaba con Alice estaba casi tan revolucionado como ella.

Salían casi todos los días, parecían adolescentes abrazándose y besándose por todos lados.

Renesmee y Jake eran más prudentes al respecto.

Pero ellos eran felices. Tanto que Esme amaba a Alice cada vez más ya que gracias a ella su “niño” era de nuevo un muchacho sonriente.

Una vez que Emmett se mudara con Rosalie, Jake ocupó de nuevo su habitación dejándole el altillo a su abuelo y, finalmente, termino volvió a sus pinturas.

Se podía decir que de todas las relaciones incipientes de la familia, la de los adolescentes era la más adulta, salvo por la de Edward y Bella que cumplían con el rol de padres al pie de la letra.

Jake trataba a Nessie con tanto respeto delante de Edward que hasta al padre de la chica le parecía exagerado.

Edward sabía que Jake no podía ser tan serio siempre, pero no decía nada porque la vez que intento hacer un comentario tanto Nessie como Bella lo atacaron para defenderlo.

Por supuesto que cuando estaban solos, las hormonas de los chicos salían a la luz, pero Jake siempre era ubicado con su novia, no iba a arriesgarse a hacer nada que pudiera lastimarla o hacerle pensar que solo le interesaba tener intimidad con ella. Lo hablaron alguna vez y decidieron esperar hasta irse a la universidad para pensar en pasar a otro nivel, de momento Jake estaba controlado y Nessie… bueno, Nessie también.

-Rose, si no te calmas le pediré a la Dra. Robbins que te de un sedante.- Amenazó Bella a su amiga.- Además ¿Por qué no dejas que Emmett entre contigo? ¿No serás como esas tontas mujeres que le recriminan a su pareja por embarazarlas no?

-¡No! ¡Claro que no Bella! Me conoces mejor que eso.

-Sé que te conozco mejor amiga, por eso te lo pregunto…

Emmett estaba en la recepción del hospital junto a Edward.

Rosalie rompió bolsa en medio de una consulta.

A pesar de estar de nueve meses, no quiso dejar de trabajar.

Decía que era mejor que se mantuviera en el hospital ya que ante cualquier situación ya estaría allí, lo cual fue algo acertado,  a pesar de estar enorme.

Pero., volviendo a Emmett, cuando rompió bolsa, fue a Edward a quien llamó, no a su casi esposo, por lo que él les aviso a Emm y a Bella, pero para cuando ellos llegaron a la sala, Rosalie lo echo diciéndole que él sabía que no podía entrar con ella.

-No lo quiero aquí porque dijo algo que me dolió.

Bella suspiro. Ella sabía que eran difíciles, pero a veces se pasaban.

-¿Y que fue lo que te dijo si se puede saber?

-Mira Bella, no tienes que estar aquí si no lo deseas ¿ok?- le recrimino.- puedo hacer esto sola, soy perfectamente capaz.

Bella le tomo la mano y se sentó a su lado.

-Rose, eres una de mis mejores amigas, mi cuñada y casi hermana y la madre de mi primer sobrino, por supuesto que quiero estar aquí contigo.- le aseguro. Sabía que estaba sensible.- Simplemente quiero comprenderte. Emmett es el padre de Eric- Habían decidido saber el sexo del bebe para poder comprarle las cosas adecuadas.- Y tiene que estar aquí contigo en este momento, sabes que lo desea.

-Es que ese es el problema Bells ¡Ouch!- se quejó al sentir otra contracción- Me dijo que estaba muy molesta y que me quejaba por todo, que sería un martirio cuando diera a luz.- Los ojos se le llenaron de lágrimas.

-Sabes que Emmett es idiota Rose.- le dijo Bella intentando no reír.- Esta muy sensible con todo lo que está sucediendo, imagina que en menos de un año su vida cambió…

-Nuestra vida cambio Bella, la de los dos.- aclaró Rose.

-Lo sé cariño.- acarició su cabeza y le acomodó la almohada.- Pero tienes que entender que los hombres son distintos a nosotras. Ellos no pueden capitalizar todo lo “extraño” que les sucede y convertirlo en algo nuevo como nosotras. No digo que no tengan la capacidad, pero si creo que les cuesta más.

-¡Pero no puedo evitar estar molesta!- le aclaró Rose.- ¡Este niño es enorme!- dijo tocándose el vientre.- Vamos amor… ya sal de ahí…- le pidió a Eric.

Bella la miro con amor y puso una mano para sentir a su sobrino.

-Rose, llamaré a Emmett. No puedes estar enojada por esa tontería y evitar que Emmett se pierda este momento.

Rose lo reflexionó un momento y asintió.

-Llama al inútil ese, pero adviértele que en la primera que diga algo fuera de lugar se irá.

-De acuerdo, pero ten un poco de paciencia.

-No puedo, estoy por dar a luz a un pequeño hombre que él ayudo a crear Bella…- dijo con la cara demudada de dolor.- Que me tenga paciencia Emmett mejor…

-Ok, tienes razón…- contesto levantando sus manos en señal de rendición.

Salió de la habitación y se dirigió a la sala de espera.

El próximo a ser padre estaba sentado en un sillón con el rostro entre las manos mientras Edward estaba sentado a su lado escribiendo algo en su teléfono con una mano y apoyando la otra en la espalda de su amigo intentando consolarlo.

-Emm.- lo llamo. El interpelado levanto la cabeza y corrió hacia su prima.

-¿Qué sucede? ¿Cómo esta Rose?

-Está bien, pero te necesita.- dijo Bella mientras apoyaba su mano en el hombro de su primo.- Y necesita que seas menos imbécil…- agrego por lo bajo.

-Ya me disculpé con ella.- dijo abatido- pero es que se quejaba tanto…

-Y lo seguirá haciendo Emmett, está embarazada y dolorida y Eric es enorme, así que por las próximas horas, cierra esa bocaza que tienes y cuida a tu mujer y a tu hijo.

Emmett salió disparado hacia la habitación donde estaba Rose mientras Bella se sentaba al lado de Edward y apoyaba la cabeza en su hombro.

-¿Qué tan especial esta mi hermana?

- Muy. Pero ya esta mejor ¿Qué tal la llevas casi tío?- pregunto con amor a su novio.

-Muy bien. Ya les escribí a mis padres, a Nessie y a Jazz así que los tendremos por aquí en breve.

-Seguramente Ness vendrá con Jake y Jazz con Alice así que seremos una multitud.- sonrió Bella.

-Así es nuestra familia.- le sonrió Edward mientras la abrazaba.- Le sucede algo a uno, le sucede algo a todos.

-Y es por eso que amo ser parte de nuestra extraña familia, lo que me recuerda- dijo mientras tomaba su teléfono.- ¡Tengo que llamar a mis tíos! Ellos serán abuelos…

Se retiro para llamar a sus familiares mientras Edward la observaba.

Debía admitir que estaba celoso de Emmett.

Le gustaría ser él el que estuviese esperando que naciera su hijo.

Aunque le había mencionado la idea hacía algún tiempo a Bella, había notado que no la entusiasmo demasiado tener un hijo con él y eso le daba pena.

-Bien, mis tíos están en camino, Alice ya los había llamado.- dijo Bella mientras se sentaba al lado de su novio.- ¿Qué va mal?- le pregunto al verlo serio.

-¿Tu quieres formar una familia conmigo o no?- le dijo algo molesto.

Bella lo miró, primero sorprendida y luego con ternura.

-¿A qué viene eso?-le pregunto mientras lo tomaba de la mano.- Es por Rose y Emmett ¿Verdad?

Edward la miro serio.

-No, es por nosotros Bella. Hace un tiempo te dije que quería tener hijos contigo y tu simplemente me ignoraste y nunca me respondiste nada al respecto y, es más, cada vez que alguien dice algo sobre niños creo que te da un tic nervioso.- Bella no pudo evitar reírse de eso.- ¡Oye! ¡Es serio!- le recriminó a su novia.

-Amor mío.- dijo con voz solemne- ¿Te parece que este es el momento para hablar sobre eso?

-Sí me parece.- dijo enfurruñado y en voz baja.- Me parece que es exactamente el mejor momento.

Bella suspiro por enésima vez en ese día.

-Ed cariño, te amo. Te amo con todo mi corazón y no existe otra persona en el mundo con quien quiera estar.

-Eso lo entiendo, clarísimo.- dijo haciendo un gesto de “ok” con la mano.- Pero eso no responde mi pregunta.

-Edward, ya tenemos una familia juntos.- intento escapar Bella.

-Pero no quieres tener hijos conmigo.

-Amor, piensa un poco conmigo. Nuestros hijos están juntos… si tenemos otro niño sería… raro… si, raro es lo mínimo que se me ocurre.

-No tiene nada que ver. Hay cada familias extrañas hoy en día que nosotros no seríamos tan raros…

-Puede ser… En realidad me asusta un poco Edward. Ya no tengo veinte años, estoy algo grande para tener un bebe.

-¿Grande? Bella tienes 34 años, no eres grande.

-¿De verdad quieres tener un hijo conmigo?- le pregunto sorprendida.

-Quiero casarme contigo y tener más hijos contigo, de verdad Bella. Eres mi mejor amiga, la primera mujer de la que me enamoro locamente ¿Cómo no querría?

Bella lo miro llena de amor.

-¡Demonios!- dijo simulando estar enfadada.

-¿Qué sucede?- le preguntó Edward.

-¿Es que nunca podré decirte que no a nada?- le pregunto mirándolo con una sonrisa.

Edward la miro con los ojos bien abiertos.

-¿Eso es un sí?

-Que yo recuerde no hubo ninguna pregunta…- le dijo sonriéndole.

-Tú y la necesidad de que te pregunte lo obvio…

-Será que nunca nadie lo hizo antes.

-Ya no me manipularás con la pena.- le dijo sonriéndole tiernamente.

-Pero puedo manipularte con otra cosa…- le respondió suspicazmente.

-No hace falta.- Se arrodillo frente a ella.-  Isabella Swan ¿Te casas conmigo?

Bella agradeció que no hubiese nadie cerca de ellos. Ese momento era único e íntimo.

-¿Sabes que tienes que seguir trabajando en el tema del romance no?- le dijo solo para molestarlo.

-Ya mujercita, respóndeme de una vez. Ya estoy grande y me duele la rodilla.

-¿Ves que estamos grandes?- dijo riendo.- Por supuesto que me caso contigo hombrecito.- dijo dándole un beso.- Ahora levántate antes que alguien te vea o, lo que es peor, te lastimes una pierna.

-Graciosa.- dijo mientras se sentaba a su lado.- Te amo. Gracias.- volvió a darle un beso.

-No digamos nada por ahora.- Pidió Bella.- Este es el día de Rose y Emmett.

-Mi boca está sellada.

-Díselo a tu sonrisa evidente ¿Quieres?

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-¡Es hermoso Rose!- Dijo Esme mirando a su nieto recién nacido.- ¡Hermoso y enorme!

-Gentileza de los genes Swan.- acotó Emmett que estaba parado al lado de Rosalie.

-No sé si lo notaste pero los Cullen no somos pequeños Emm.- le recordó Jasper.

-No importa de quien tiene más genes, el tema es que mi sobrino es precioso.- Cortó la discusión Alice.

Estaban todos reunidos en la habitación de Rose.

Era una ventaja que todos trabajaran en el hospital ya que los dejaron quedarse sin hacer demasiado problema al respecto.

Solo faltaban Nessie y Jake quienes estaban rindiendo sus exámenes finales. Unos meses más y ambos irían a la universidad.

-¿Cómo te sientes cariño?- le pregunto Edward a su hermana acariciando su cabeza.

-Cansada…- dijo mirándolo con cariño.- Fue un arduo trabajo.

Eric Daniel Swan Cullen había pesado casi cuatro kilos y media un poco más que la media de los niños recién nacidos.

Sus padres eran altos y fornidos, por lo cual el niño lo era también.

Había heredado el cabello castaño de su padre, pero los ojos eran los de su madre, de un color celeste precioso.

En este momento se encontraba en brazos de su tía Bella.

-Eres la cosita más hermosa que hay…- le decía con ternura.- La tía Bella te ama pequeñito.

Edward se acercó a ellos y los rodeo con el brazo.

-Me encanta como te queda.- le dijo al oído.- No puedo esperar para que tengas al nuestro.

-Paciencia Cullen.- le sonrió a su ahora prometido.- Un día a la vez.

-¿Qué tanto cuchichean ustedes dos?- les pregunto Alice.

-Algo que, si se pudiese escuchar, diríamos en voz alta.- le contesto Bella provocándola.

-Ya me enteraré.- dijo con aires de suficiencia.- Siempre lo hago.- agregó.

Edward iba a replicar cuando la puerta se abrió de golpe.

-¿Dónde está mi primito?- dijo Nessie emocionada entrando seguida de Jake.

-Renesmee es un hospital.- le recordó su novio.

-Aquí esta preciosa.- dijo Bella tendiéndoselo.- Eric ellos son tus primos Renesmee y Jacob.

-¡Wow Emm!- dijo Jake mientras le tomaba de la manito.- Sin duda es hijo tuyo.- río mirándolo a su tío.- Tía.- se dirigió a Rose.- Te has ganado todo mi respeto hasta el fin de los días.

Todos rieron con el comentario de Jacob.

Luego de media hora, todos se retiraron para dejar descansar a Rose y al pequeño.

-¿Me llamas cualquier cosa?- le dijo por enésima vez Bella a su primo.

-Si te avisaré.- le contesto cansinamente.- Ahora por favor, vete a descansar.

-Hasta mañana Emm.- lo saludo Edward.- Descansa.

-Eso haré. Saluden a los niños por mí.- y diciendo esto cerró la puerta de la habitación de su mujer.

Edward y Bella caminaron tomados de la mano hasta el auto donde Nessie y Jake los esperaban.

Ness se encontraba echada sobre las piernas de Jake mientras este le acariciaba el cabello.

-Algún día los encontraremos en una situación comprometedora, estoy seguro.- dijo Edward mientras le abría la puerta a Bella.

-Espero que nunca suceda.- lo corrigió horrorizada.

-Tienes razón.

Mientras Edward conducía hacia la casa de Bella para dejarlos a ella y a Jake, iban charlando de cualquier cosa hasta que Nessie, que estaba algo dormida, se incorporo a la conversación.

-Hoy enviamos las solicitudes a la Universidad de Seattle.

-¿Los dos?- pregunto Edward.

-Los dos.- respondió Ness.- Estamos bastante seguros que nos aceptarán.

-Claro que si, si son dos cerebritos.- Bromeo Bella.

Edward se había quedado en silencio durante unos minutos.

-¿Todo bien?- le preguntó Bella.

-Todo perfecto.- le respondió saliendo de su ensimismamiento.- Chicos, hay algo que quisiera hablar con ustedes.-dijo sin dejar de mirar el camino.

-¿Qué sucede?- preguntó Jacob asomándose detrás de él.

-¿Todo está bien papá?- pregunto Nessie con algo de miedo. Sabía que no le hacía mucha gracia que se fuera a la universidad con Jake, pero también sabía que en el fondo eso le dbaa cierta tranquilidad.

-Muy bien de hecho.- dijo mirando a Bella.- Le propuse matrimonio a tu madre Jake.- soltó de golpe.

-¡Edward!- grito Bella.

-¿Qué?- dijo mirándola desconcertado.- Es la realidad…

-Sí, pero podrías haber sido más sutil.- lo reprendió.

-¿Y tú le dijiste que si verdad?- dijo Jacob serio.

-Bueno… si.

De pronto se hizo un silencio.

Para Edward era que estaban asimilando la noticia.

Para Bella era que estaban digiriendo la noticia.

-Entonces…- comenzó Nessie.- ¿Cuándo empezamos con los preparativos?- Estaba fuera de sí de la emoción.- ¡Oh por Dios! ¡Es una gran noticia!

-¿Eso significa que viviremos juntos? Me agrada la idea.- dijo mirando a Nessie y haciendo qu se ponga colorada.

-¿De veras les alegra?- pregunto Bella.

-¡Por supuesto mama!- respondió Jake.

-De hecho pensábamos que tardarían menos.- dijo Nessie entre risas.- Habíamos hecho una apuesta con los abuelos…

-Ustedes y las apuestas.- corto Edward.- Los voy a mandar a un centro de rehabilitación por el juego.- dijo seriamente.

Una vez que llegaron a casa de Bella, brindaron por la llegada de Eric al mundo y por el próximo matrimonio de Bella y Edward.

Estaban terminando de cenar junto a Charlie luego de darle las buenas nuevas, cuando Bella recordó algo, revisó su teléfono y sonrió.

-¿Qué sucede amor?- le pregunto Edward.

-¿Sabes qué día es hoy?

-¿Miércoles?

-Sí, aparte hombrecito.- dijo mientras le pellizcaba el cachete.- Hoy hace un año que llegamos de Phoenix.

Edward la miro y le dio un pequeño beso en los labios, luego miro a Nessie y Jake que hablaban con Charlie y le exigía que le paguen sus apuestas y pensó en sus hermanos, tan infelices antes y ahora llenos de amor en sus vidas y en él mismo, que no tenía pensado enamorarse y sin embargo aquí estaba, con su prometida y pensando en tener más hijos.

-Entonces hoy hace un año que mi vida está completa.- dijo sin dejar de mirarla.

-Lo mismo digo.- contesto su novia mientras le daba un beso.

-¡Hey! ¡Búsquense una habitación!- los interrumpió Jake.

-Esa es la idea cariño.- Contesto Bella para sí poniéndose de pie.- Ustedes limpian la mesa.- dijo señalando a los chicos.- Papá, nos vamos, te encargo a los niños.- dijo mirando a su hijo seriamente.

-Vayan hijos, los tendré vigilados- contesto Charlie.

Una vez fuera de la casa Edward la tomo en sus brazos.

-¿Qué ideas tienes mujercita?

-¿Contigo? Todas.- respondió abrazándolo con fuerza y sabiendo que no necesitaba más para ser feliz.

FIN