AARON POV

La situación en la que me encontraba era incomoda, la más incomoda que pude haber vivido antes, mi madre, es decir, la que creía que lo era en realidad era mi tía y mi verdadera madre estaba… muerta.

Tenía un padre el cual creía que podía ser… Albert

¿Podría ser posible?

Parte de mi vida la viví engañado, habían secretos, habían mentiras, había una madre la cual era una extraña para mi…

Esto tenía que acabar, quería respuestas, lo que ocurrió, la verdad, porque mi padre no estaba conmigo y lo más importantes, quien era.

-Y bien? Estoy esperando la verdad-Presione mirando a todos, Alex solo soltó un suspiro y me miro algo incomoda.

-Yo los espero afuera-Indico-Solo recuerden lo de tu especie, es importante que no estés cerca de humanos-

-Está bien-Dijo Albert serio-Entonces Elena? Se lo dirás tu? O se lo diré yo?-Pregunto Albert inquieto, mis dudas cada vez me decían que el era mi… padre.

Tan extraño era decirlo, un joven que aparentaba mi edad ¿Mi padre?

Elena estaba petrificada por la “casi amenaza” que le había puesto Albert esto era prácticamente un ultimátum

Mi madre seguía en silencio.

-Ok ya basta!!-Exclame enojado-Tengo derecho a saber la verdad! Ya me canse de las mentiras, me dicen ya mismo-Indique

Mi madre asintió y al soltar un par de lágrimas de sus hermosos ojos claros comenzó a hablar.

-cuando estábamos en la secundaria, mi hermana y yo nos enamoramos del mismo chico, tu padre-Confeso con nostalgia-Pero él la eligió a ella, por un tiempo estuvieron juntos, pero Albert-Dijo mientras señalaba al joven chico que se encontraba en frente de mi-por culpa el de tu padre, ella está muerta-Aseguro con odio.

-Espera, tú me alejaste de el por eso? Porque tu lo querías y no te eligió a ti? Es increíble-Dije enojado, ella comenzó a llorar más fuerte, y vi a Albert algo dolido al recordar la historia.

-No seas tan duro, ella en parte quería protegerte-Aconsejo Albert, Elena levanto la mirada y miro impresionada a Albert, seguramente pensaba que me diría cosas malas sobre ella.

-Siempre serás mi madre-Comencé-Pero no debiste mentirme, ahora me iré con ellos, es lo mejor para ti, te quiero-Prenuncie al besar su frente y me dispuse a salir por la puerta pero sentí como mi madre me abrasaba y se aferraba a mí con desesperación.

-Hijo, no me dejes-Susurro dolida, no pude evitar sentirme mal, pero debía hacerlo, debía irme, era por su bien, además quería olvidar todas las mentiras que me había dicho.

Salimos de aquella casa, la que era mi hogar por toda mi vida, mi infancia, donde viví los mejores momentos y compartí con ellos, con mis padres, o tíos, ya ni sé cómo llamarlos.

Escuche los sollozos a lo lejos de Elena, pero no había vuelta atrás, debía irme, era por su bien, subimos al auto y Albert condujo, todos íbamos en silencio, Alex me miraba y fruncía el ceño, podía ver en su rostro que no sabía que decirme.

Sentí un olor diferente al de humanos, ya mi olfato estaba mucho mas agudizado, podía oler distintos aromas a varios kilómetros de distancia, era el aroma de vampiro, pero no de uno solo, eran muchos, mas de 6, Albert, o mejor dicho mi padre se dio cuenta y Alex igual y freno el auto.

-Cambio de planes, Alex-Indico Albert, Alex y yo lo miramos confundidos.

-Que quieres decir?-Pregunto Alex con una gran interrogante dibujada en su rostro.

-Los Vulturi, están aquí, identifique el aroma de uno de ellos, llévate a Aarón, necesito que lo cuides, su sed puede ser arriesgada-Aconsejo Albert-Yo iré con los Vulturi, es mejor arreglar algunos asuntos ahora-Confeso

-Albert no!! Diablos!! Estás loco no puedes irte!-Exclamo Alex enojada

-Debo hacerlo-Respondió Albert, me di cuenta en la forma en que Albert le hablaba a Alex, le hablaba como con ¿Dulzura?

-Pueden lastimarte-Esta vez hable yo-Es arriesgado, no vayas-Aconseje

-Estaré bien, cuídense los quiero a los dos, estaré de regreso, lo prometo-Indico Albert y se fue corriendo a velocidad sobrehumana, dejándonos a Alex y a mi con una gran preocupación.

No podía perder a mi padre una segunda vez, pero tampoco podía poner en peligro a los demás con lo que me estaba ocurriendo, mi “sed” aparecería, y debía saber controlarme.

ALEC POV

Salimos de nuestro escondite para encontrarnos con los rostros de la humana, Corín, Renata y Santiago, estos tres últimos miraban extrañados a mis acompañantes.

-Creo que deberíamos hablar lejos de la humana-Explico Edward señalando a la rubia humana que nos miraba a todos con odio.

-Se lo que son, se que Aro los envió, mi hijo no irá con ustedes-Indico la humana valientemente, en cuestión de minutos Corín ya se encontraba cerca de ella y la tomo por el cuello.

-Que haces aquí Alec?-Pregunto Santiago serio, divise a lo lejos la preocupación que poseían los ojos de la humana, su hijo era Aarón?

-En realidad es su tía-Contesto por lo bajo a mi comentario mental Edward.

-Necesito tu ayuda Renata-Argumente-Pero primero deja a la señora, ella no ayudara si esta muerta-Señale, si ella sabía todo acerca de nosotros y Aro no había ordenado matarla, era por algo, alguna razón había.

-Suéltala Corín-Ordeno Renata-Que ocurre Alec?-Pregunto

-Sé lo que ocurre en el castillo-Comencé-La nueva está trayendo problemas, incluso a mi hermana-

-Lo sé, Aro está presionado y ahora con Samira está peor-Dijo con resentimiento Renata-La más perjudicada en esto es Jane-

-Por eso quiero que me ayudes, necesito que le envíes un mensaje de mi parte-Confesé-Ahora no es prudente ir, pero dile que encontrare la forma de sacarla de allí-

-Alec, sabes que Albert nos sacaría a todos de esto-Comento Santiago

-El está ahora con los rumanos-Señalo Jasper

-Pero serviría de mucho su don, sin Samira las cosas serian  como antes-Argumento Corín-Esa desgraciado no me cae nada bien-

-Eso lo sabemos querida-Sonrió Renata-Y si Alec, Albert seria de gran ayuda-

-Prometo intentar buscarlo-Indique

La humana solo escuchaba atenta toda la conversación…

-No huiré como un cobarde, si me quieren, aquí estoy-Dijo Albert colocándose en frente de nosotros-Pero ni a mi hijo ni a Alexa los tendrán-Completo

-Muy bien, entonces vamos por las buenas a todos nos favorece tu visita-Comento Santiago

-Yo iré con ustedes-Anuncie, Edward, Emmett y Jasper me miraban perplejos

-No puedes dejarla Alec-Comento preocupado Jasper

-Iré por Jane, pero volveré-Conteste

-La preocuparas-Añadió Emmett

-Ella no querrá perderte-Dijo Edward-La harás sufrir, piénsalo bien-

-Ya lo pensé, iré con ellos, volveré, no la dejare sola-Asegure, ellos solo asintieron y yo me dirigí hacia Albert-Solo espero que de verdad ayudes-

-Lo hare, me conviene, dejen a la señora en paz-Aconsejo, todos asintieron y la humana entro asustada a su casa, Albert hizo un ademan para irnos con destino a Volterra.

Nos dirigimos a Volterra a velocidad vampírica y vi la preocupación de Albert, decidí no preguntarle ya que no era mi problema, ademas yo me encontraba en una situación parecida, estaba preocupado, mi ángel no estaba conmigo y aunque quisiera no podíamos estar juntos, al menos no por ahora, solo quería estar junto a ella y decirle que todo estaba bien y lo mucho que yo la amaba.

Entramos al castillo después de haber corrido por un tiempo. Los integrantes de la Guardia Vulturi nos miraban sorprendidos a Albert y a mí, digamos que desde hace algún tiempo no nos veían.

Entramos al salón donde se encontraban como siempre los tres ancianos, yo solo rogaba ver a mi hermana Jane por algún lado, pero cuando entre me encontré con los rostros pálidos de Aro, Cayo y Marco, Demetri, Chelsea y de una muchacha cabello rojizo que se encontraba justo detrás de Aro, la chica me miraba fijamente, no me sorprendía porque casi todo el tiempo recibía miradas femeninas pero esta chica me miraba con una gran intensidad pero ninguna mirada se comparaba a la mirada de mi hermosa princesa, mi ángel Melissa.

-Pero que grata sorpresa!-Exclamo divertido Aro-ohh hijo te hemos echado de menos aquí-Completo “nostálgico”

-Alec que gusto-Saludo Cayo

-Albert y Alec juntos, que sorpresa-Comento Marco con ningún gesto de emoción o “simpatía”.

Albert y yo asentimos fastidiados por la actitud tan hipócrita de los tres.

-Querida, Samira, mira ellos son Alec y Albert-Nos presento Aro ante la chica de cabello rojizo, ella hizo una reverencia educadamente y nos sonrió, por un momento poso sus ojos en mi y no pude evitar sentirme incomodo, esta era la maldita que le estaba haciendo la vida imposible a mi hermana.

-Un gusto-Conteste indiferente

Ella asintió levemente y vi el interés en sus ojos, inmediatamente pensé en preguntar por mi hermana.

-donde esta mi hermana Jane?-

-Oh ya ella viene querido-Contesto Marco “sonriendo” aunque lo que yo veía parecía una mueca.

Dicho esto mi hermana entro por las puertas del salón haciendo una reverencia ante los “amos” y dirigiéndonos una leve sonrisa a mí y a Albert, ella sabía lo que significaba la visita de Albert hasta acá, pero creo que todos acá lo deducían, había que tener un plan B, Aro no era confiable, no lo era.

Su mente era malévola.

-Querida Jane, imagino que has de estar muy contenta, por fin los hermanos juntos, que emoción-Menciono Cayo con un tono de sarcasmo que todo mundo presente pudo haberlo notado, incluso nosotros que lo conocíamos desde hace tanto tiempo…

Jane solo se limito a asentir…

-Albert, ahora me dirijo a ti-Comenzó Aro sonriente-Has hecho mucha falta querido amigo, entiendo tu situación, pero hasta ahora me he enterado de tus planes con Stefan y Vladimir, además de el sorprendente proceso de transformación de Aarón-Cuando Aro menciono esto, Albert se tenso y presiono sus manos en puños.-Oh no te preocupes, no le hare daño, solo estoy interesado-

Claro, como si no hubiese una segunda intensión en todo esto, pensé.

-La verdad solo he compartido estos años con Stefan y Vladimir por gusto, son amables-Comento Albert con el mismo sarcasmo de Cayo-Además mi hijo ha estado bien, por desgracia su madre no lo está, Stella está muerta-Menciono con odio Albert

Aro solo seguía sonriendo sin cambiar esa estudia e hipócrita expresión, pude notar el resentimiento en las palabras de Albert, pero algo no entendía, Stella era la misma chica que había huido muchos años atrás, y él pensaba que había muerto. ¿Por qué?

Entonces las respuestas a mis dudas llegaron a mi mente vampírica de inmediato, Aro quiso matarla pero por algo muy poderoso no lo hizo, y ella había escapado, por venganza a la huida de Albert del castillo, Aro hizo pasar a Stella por muerta para así herirlo de una manera muy vil y cruel.

Típico de Aro.

-Lo siento tanto-Dijo Cayo “dolido”

Albert soltó una risa ante este comportamiento tan hipócrita, que pretendían hacer?? No podían engañarlo, a ninguno, ni a un niño lo engañarían con un típico discurso de lo siento o algo por el estilo, a estas alturas ya todos sabíamos las “manías” de estos tres Vulturi.

El silencio reino en la sala…

Un odio apareció en mi, un odio hacia mí mismo, como pude pertenecer a este clan por tanto tiempo? Como pude ser parte de algo así?

Un error del cual me había sacado, ella, mi ángel, sin ella seguiría siendo el mismo.

Sacudí mi cabeza para borrar esos pensamientos de mi mente, no podía pensar en perderla, en perder a Melissa, sin ella, estaría muerto, muerto en vida.

Mi hermana desde su lugar solo me miraba y pude notar la inquietud e incomodidad en su rostro.

-Pero ahora sí, debemos aclarar las cosas-Reanudó la conversación Aro-Alec, Albert, necesitamos de sus dones. Alec querido, ya tu perteneces a la guardia por mucho tiempo, sinceramente no creo que dejes esto-Comento Aro

-Aro, no volveré a este lugar y lo sabes-Respondió tajante Albert-No después de lo que ocurrió.

Aro dirigió su mirada hacia mí esperando a que yo expresara mi punto de vista ante este asunto.

-No dejare a Melissa sola, ella necesita de mi apoyo-Asegure

-Pero la has dejado Ahora Alec, aquí tienes a tu hermana, acaso no te importa?-Pregunto incrédulo Cayo, la verdad su actitud me estaba molestando, como se atrevía a insinuar semejante barbaridad.

Jane frunció el ceño.

-Las cosas no son como la están diciendo, creo que es más que obvio que quiero protegerlas a ambas-Conteste con mirada fría, esas insinuaciones habían sacado mi rabia al máximo.

Albert sonrió ante mi respuesta, creo que se estaba dando cuenta de mi cambio de criterio acerca de pertenecer a la guardia Vulturi.

Aro sonreía suspicaz ante mi respuesta.

-Supongo que eso quiere decir que abandonaras la guardia-considero Marco

-Suponen bien, y Jane también lo hara-Adverti dirigiendo mi mirada a Jane la cual adorno su rostro con una leve sonrisa de alegría.

-Oh que lamentable noticia querido-Menciono Aro-Tantos años todos unidos, es lamentable recibir esta desagradable noticia, pero tenemos a la pequeña Samira-considero con doble sentido, todos sabíamos a que se referían esas palabras, pero que sus intenciones se realizasen era algo realmente complejo, puesto que Albert estaba aquí y no iba a permitir semejante injusticia.

Porque esto era una injusticia, no podían tenernos obligados presionados, era injusto.

-Claro-Dije soltando una risita hipócrita

-Pueden decirme con qué fin querían a mi hijo? Y a Alexandra?-Pregunto irritado Albert

-Fácil querido, queremos sus dones-Respondió Cayo-Y los tuyos también, son necesarios-

-Mi visita es arriesgada y lo saben-Advirtió Albert-Puedo dejarlos sin dones si así lo deseo aunque supongo que ya con dejar a su querida Samira es suficiente-

De nuevo el silencio reino en la sala y luego se invadió con diferentes murmullos de parte de algunos integrantes de la guardia los cuales se encontraban detrás de nosotros.

El rostro pálido de los tres Vulturi era todo un poema, la “casi amenaza” había surgido efecto en ellos, están asustados, temían perder el poder, temían perder el “respeto” aunque en realidad era miedo.

-Bien, tratemos de llevar esta conversación bien-Expuso Aro moviendo sus manos hacia arriba en señal de paz-Esto no es una guerra o algo parecido-

No pude sonreír ante lo que acababa de decir “mi querido padre”.

-Ya yo explique la situación y creo que Albert también lo hizo-Mencione seriamente

-Así es-Me apoyo Albert

-Pero nosotros aun no hemos expresado ciertas inquietudes y noticias, queridos-Comunico Marco sonriendo con malicia.

-Muy cierto querido hermano, Albert tú no sabes algo, algo que puede llegar a cambiar tu posición ante esto-Dijo Aro caminando de un lado a otro.

Y ahí va de nuevo, la manipulación, la intimidación. Amenazas y mas amenazas.

Albert miraba confundido la escena.

-Que quieren decir con eso?-Pregunto desconcertado

-Stella está viva-Notifico Aro con una gran emoción, Albert abrió sus ojos en forma de platos-Si si así como lo oyes está viva-Repuso.

-Como se atreven a mencionar semejante blasfemia!!!!!-Exclamo totalmente enfurecido Albert, pude notar las intenciones que el tenia cuando comenzó a levantar sus manos dirigidas hacia Samira y luego después de unos minutos las bajo con una sonrisa de satisfacción.-Se los advertí, no se atrevan a jugar conmigo, ahora si, disfruten de los poderosos dones de Samira-

Jane sonreía al igual que Albert satisfecha, Corín, Chelsea y Renata hacían lo mismo.

Aro y los demás permanecían ahora inexpresivos y a Samira pude notarla estupefacta ante la situación que estaba presenciando.

Aro, Cayo y marco no imaginaron la reacción que tomaría Albert, estaban más que atónitos por lo que acababa de hacer, pero jugaron con lo indebido, no debieron mencionar a Stella, colocándome en el lugar de Albert, pude entenderlo, pude percibir el odio que había sentido al escuchar como la mencionaban, a ella, a su amada, aunque dentro de mi sabía que existía la posibilidad de que esa chica no había muerto, ya que había escapado, pero con ayuda de otros vampiros por lo que se, supongo que la debieron haber convertido, como Aro lo decía, ella podía estar  viva, lo que verdaderamente le molestaba a Albert era las insinuaciones, la notable manipulación que querían aplicar con ella, porque sabían cuanto el la amaba.

HOLA HERMOSAS AGRADEZCO LOS 60 VOTOS CHICAS LA VERDAD ESTOY MAS QUE EMOCIONADA, GRACIAS POR SUS COMENTARIOS:p SALUDOS A MI GEME MEL, A MI PRIMIS MARIIANA, BELLA_22, A SOBRI MILEY :D PRIMI SARI, MONICA_SWAN38 GRACIAS POR EL APOYO Y SUS COMENTARIOS ME HACEN SEGUIR ESCRIBIENDO :D LAS QUIERO. 

ABRASOS

DAY;)