Capítulo IX

Elizabeth Pov

“primer encuentro”
15 años después…


-Eli, Eli despierta- escuchaba como mamá me llamaba para que me despertara.
-Cinco minutos más- le suplique.
-nada de eso señorita, vamos despiértate, que hay que ir al instituto. No le hice caso y me arrope completa con la colcha.
-Elizabeth Swan levántate ¡AHORA!- grito mamá, no tuve más remedio que levantarme e ingresar al baño.

Hoy comenzaba otra vez el instituto, ya estaba en 4to año, se podría decir que soy feliz, tengo a la mamá más maravillosa del mundo. Me considero una chica muy divertida, amigable y fiestera; aunque a mamá no le agrada la idea.
Mi madre es la mejor bailarina del todo el mundo y yo se podría decir que iba por el mismo camino.
Estudiaba clases de ballet, hip-hop, tango, danza árabe, clásica, jazz entre muchas otras, en la academia de baile de mamá. Era la chica más envidiada del instituto y se podría decir que de la sociedad, vivía en una enorme casa, era una excelente bailarina y era hermosa, lo sé soy egocéntrica pero que se hace, algunos me catalogan por superficial y descerebrada, pero si supieran que tengo las mejores notas del instituto, se podría decir que soy una nerd pero moderna.

Mi pasión es el baile, lo doy todo por bailar, es algo que me llena y me apasiona.

Tengo una amiga que se llama Ashley, ella es como la hermana que no tengo, soy hija única. Los demás que se hacen pasar por mis “AMIGOS”, no son más que hipócritas que lo único que les importa en recibir atención a costillas de mi popularidad, aparte de que lo que les importa de verdad son ellos y más nadie, aunque bueno a mí me importa mi familia, mi amiga y yo.
Como dicen por ahí primero yo, segundo yo y tercero yo. Y los demás después.
No piensen que soy frívola y resentida simplemente prefiero estar sola que mal acompañada. Tengo muchos amigos varones soy querida por pocos envidiada por muchos, porque aparte de ser hermosa, tener dinero, tener a la mejor bailarían como madre y de ser la chica popular, tengo a miles de chicos detrás de mí pero ninguno es mi tipo. Se podría decir que todos son… ¿Cómo decirlo?, muy insípidos y muy no se…no son mi tipo y punto. Aunque viva en la “Ciudad del amor” que es Paris, no me he enamorado, he jugado con varios chicos pero más nada, tampoco soy regalada ni zorra. Solo que a veces por diversión me juego con ellos.

Siempre he dicho que cuando me enamore será de alguien que yo quiera, y que me quiera, aparte de que tiene que tener buenos sentimientos, ser divertido que me haga reír mucho, que compartamos varios intereses entre ellos el baile, y que sobre todo sea lindo tanto por dentro como fuera.

Hoy comenzaba otra vez la tortura y en esa parte me refiero a que tengo que soportar que todos estén tras de mí, hasta los paparazzi los cuales odiaba si fueran por mí los mataría, pero tampoco así, soy una niña muy “angelical”; si sobre todo eso, ¡ja!, pero no nos vayamos por ahí.

Una vez me termine de arreglar, me di una mirada en el espejo, me había puesto unos Jeans ajustado con una camisa a cuadro la cual me había anudado al nivel de la cintura abajo tenía otra guardacamisa me había puesto uno de los mil Converse que tenía, me había dejado el cabello suelto al natural y ya mis rulos se me habían hecho, tenía el cabello color dorado, amaba ese color, me había puesto un poco de rubor, un poco de lápiz haciendo que mis ojos resaltaran y un poco de rímel oficialmente ya estaba lista.

Agarre mi Ipod, los audífonos, afile mis cuadernos, recogí mi habitación un poco y baje a desayunar. Salí de mi cuarto y me dispuse a bajar la imponente escalera de caracol que había en la casa, cuando iba bajando me topé con mi querido tío Jake el cual era un caso, aunque no era mi tío como tal pero lo amaba como si lo fuera siempre había estado conmigo, cosa que mi padre nunca fue capaz; yo no tenía padre aunque si les confieso algo tenía mucha curiosidad por saber quién era. Pero cada vez que le preguntaba algo a mi mamá respecto a eso cambiaba la conversación, últimamente había tenido varias discusiones con ella por culpa de eso, me molestaba que nunca me dijera nada, yo solo quería saber quién era y conocerlo solo eso, pero ella no me decía absolutamente nada.
Ella pensaba que había dejado pasar el tema, pero creo que no me conocía muy bien, yo era una de esas personas testarudas las cuales no se quedaban quietas hasta lograra lo que se propusieran.
Ya yo estaba trabajando en eso, si ella no me lo diría yo lo averiguaría, para eso estaban los detectives o ¿no?, lo bueno de tener dinero, y ser reconocida en todo el mundo es que puedes influenciar a las demás personas con una paca de 5 mil dólares, al comienzo y luego la otra parte en total 10 mil dólares, es mucho pero hay personas inconformes igual en la casa no era problema eso, ya que mi mamá aparte de ser bailarina, era accionista mayoritaria en una de las cadenas de hoteles más importante de toda Paris.
Cuando por fin llegue al comedor ya mamá estaba ahí con mi desayuno.
-Buenos días-la salude.
-Buenos días hija- me dijo dándome un beso en la frente.
-¿preparada para comenzar otra vez?-dijo sonriendo ella sabía como yo detestaba que las personas andarán tras de mí, yo rodee los ojos y ella mascullo algo como “igual a él”, pero no sé si fue eso lo que dijo. Mamá a pesar de que ya habían pasado 15 años desde que me tuvo se mantiene conservada, es de contextura flaca con sus curvas, tiene buen cuerpo se podría decir, lo que más me gusta de mamá son sus hermoso ojos color chocolate, yo no los saque pero a mí también me gustaban mis ojos eran verdes esmeralda. Mamá no era muy alta que se diga yo la repasaba como por una cabeza, en realidad yo no me parecía mucho a mamá solo me parecía en su empeño de ser y hacer todo perfecto pero más nada, a lo mejor me pareciera a mi padre, pero no lo sabía ya que ni lo conozco y mamá nunca me ha hablado de él.
-más o menos- dije mientras que con el tenedor me llevaba un pedazo de melón a la boca, ella asintió y me dijo:
-Todavía sigues molesta conmigo ¿verdad?- yo asentí- no sé porque te empeñas en saberlo, ¿acaso te hace falta algo? O es ¿Qué te han preguntado sobre eso?, Eli tú no tienes padre, obvio que si pero él nunca se hizo responsable de ti, como ya te he dicho antes no viene al caso que tú te enteres quien es, ¿para Qué?, a lo mejor él ya tiene a su familia, esta con otra persona, tiene hijos. Tú me tienes a mí y eso es lo que importa, ¿no te basta con eso?- pregunto viéndome, yo tenía mis ojos llenos de lágrimas.
-Lo quiero conocer y punto, no me digas nada lo averiguare -dije y Salí de la casa no quería otra vez pelear con ella, ya estaba cansada ella nunca me lo diría, más de una vez me había dejado en claro que él nunca se interesó en mi pero yo quería saber cómo era el, solo quería eso. Tampoco es que lo iba a conocer y lo iba abrazar y decirle “Te amo papi”, no, simplemente quiero preguntarle porque nunca estuvo conmigo. Siempre he tenido la leve sospecha de que mamá lo odia por alguna razón y no se cual es.

A fuera me esperaba el chofer ya que todavía no tenía edad suficiente para manejar apenas me monte el prendió mi hermoso carro que era un humilde Ferrari y me encamine hacia el instituto, me paseo por las calles de Paris un rato y luego aparcó en el estacionamiento el cual estaba lleno de paparazzi, es que este día no podía ser mejor, pensé con cierto sarcasmo.

-Señorita Swan, ¿Cómo paso esas vacaciones?, ¿A dónde fue?, ¿con quién fue?- era varias de las preguntas que me hacían esos estúpidos, como los odiaba.

Me baje del auto, agarre mi bolso y baje sin ni siquiera mirarlos, de mi boca no saldría nada, y bueno yo había pasado las vacaciones en la Islas Canarias un lugar muy hermoso por cierto. Seguí caminando hasta que divise a mi querida amiga en la entrada del instituto cuando me vio me sonrió, ella era la mejor. Apenas toque el piso donde ella estaba se me lanzo encima.
-Amiga- grito en toda mi oreja, yo me reí la había extrañado.-Te extrañe.- me dijo mientras seguía a mi abrazada.
-Yo igual Ashley pero no me dejas respirar- balbucee como pude, ella se deshizo el abrazo y me sonrió a manera de disculpa.
-Disculpa, pero es que dos meses Eli, dos meses y tu desaparecida-dijo viéndome acusadoramente.
-Lo sé querida, pero- me acerque a su oído y le susurre- me quería ir lejos para deshacerme de estos estúpidos- ella sonrió a manera de respuesta.
-Bueno entonces entremos porque esos Flashes me van a dejar ciega- yo asentí y entramos al instituto, todos me veían como si fuera la mismísima Reina de Inglaterra o que se yo, los ignore y seguí mi camino.
Ashley me dijo que había hecho en sus preciadas vacaciones, y yo le dije lo que yo había hecho en las mías y también le comente que había tenido varias peleas con mamá a casusa del mismo tema que siempre.
-Vamos Eli, nunca ha estado contigo ese señor y ahora ¿lo quieres ver?, no te entiendo amiga, es decir, nunca lo viste él ni siquiera debe de saber que tu existes.
-Sera porque mamá nunca le dijo de mi- la contraataque.
-Tú sabes muy bien que él nunca se quiso hacer responsable de ti- dijo recordándome lo que mamá siempre me decía, la ignore y camine más adelante que ella, pero mi amiga no se daría por vencida.-Lo siento Eli pero es que la verdad.
-¿Ahora te pondrás de su parte?- le pregunte mientras cruzábamos la puerta de nuestra primera clase.
-Claro que no Eli, solo piénsalo, imagínate que lo conozcas y si ¿el no te quiere?, o te rechaza, ¿Cuál sería tu reacción? Y las consecuencias de ese trauma.
-Solo quiero saber quién es, solo eso. Y también quiero saber porque nunca se hizo cargo de mi- le dije entre dientes tratando de calmarme, ella negó con su cabeza y abrió su bolso para sacar unos cuadernos.
-Solo te lo advierto para que después no estés sufriendo por algo que yo en lo personal creo no merece la pena- la mire con cara de póker pero no le dije nada, al rato entro el profesor y como es siempre en los primeros días comenzó con las presentaciones y casi se cae cuando le dije de quien era hija, ni que fuera para tanto y algo así paso con las siguientes clases.
Al final del día ya estaba agotada de que todos me anduvieran preguntando lo mismo de siempre y eso que ya tenía 4 años estudiando allí.
El único consuelo que tenía era que ya me falta solo un año y me libraría de ese martirio, ahora estaba camino a la casa con Ashley para prepararnos e ir a la Academia de mi madre, mi lugar de paz como yo le decía.

Entre a la casa a millón, subí a mi cuarto y me metí a la ducha, Ashley se quedó afuera esperándome, una vez estuve lista, recogí las zapatillas de ballet, y todos los zapatos con que vería clase hoy. Hace dos meses que no practicaba porque me había ido de vacaciones. Baje y ya el chofer nos esperaba, en todo el camino Ashley yo íbamos parloteando acerca de si habría estudiantes nuevos y como serian. Cuando menos lo espere estaba al frente de la Gran Academia “MariEli” mamá le había puesto así por ella y por mí, cosa que me agradaba, me despedí del chofer y baje con mi amiga. Al ingresar a la Academia me entro la paz que siempre sentía al pisar el lugar todo estaba igual, delante de mi tenía un gran pabellón en el centro luego unas escaleras y salones, salones sin cesar. El vigilante al verme me saludo amablemente y le respondí de la misma manera todos eran muy amable conmigo y más les valía.

Me dirigí a mi salón de baile sola ya que Ashley tenía otra clase a esta primera hora pero cuando entre no había nadie a lo mejor sería muy temprano, me puse mis zapatillas y me puse mi tutu, quería calentar prendí el equipo y coloque Beethoven “claro de luna”, regrese a donde estaba y me mire al inmenso espejo me sostuve de la barra y comencé con el estiramiento, coloque una pierna sobre la barra y me estire todo lo que yo podía, luego lo hice con el otro pie, lo repetí un par de veces, hice el clásico calentamiento de Ballet y comencé a bailar la pieza de Beethoven, estaba inspirada haciendo todos los movimientos cuando el equipo se apago me di la vuelta para ver si se había ido la luz cosa que no creía pero lo que vi fue al mismo Adonis en carne y hueso. Era un chico alto, ojos azules como el cielo, cabello rubio liso, cuando me vio hizo una sonrisa burlona en su cara, yo me cruce de brazos.
-bravo- dijo aplaudiendo no entendía su reacción.
-¿Por qué?- pregunte confusa.
-bailas maravilloso- dijo mientras se acercaba a mí, camina como un modelo, ¡Concéntrate Elizabeth!, me dije a mi misma. No sabía porque pero esa oración la había notado con un cierto sarcasmo.
-¿se puede saber porque la interrupción?- dije mientras lo esquivaba y prendía otra vez el equipo para continuar otra vez con el calentamiento.
-bueno, porque estaba dando una vuelta por ahí y te vi aquí sola- dijo mirándome de una manera que no supe descifrar, ignore eso y seguí calentando- y me dije ¿Por qué no presentarme?- yo lo mire de en hito en hito, ¿que se creía él para tener la valentía y venirse a presentar?.
-Y, ¿Qué te hace pensar a ti, que yo quiero conocerte?- dije mientras daba una vuelta por el aire para aterrizar suavemente en el suelo.
-Todas me quieren conocer- dijo mientras daba una vuelta en el aire, conque era bailarín.
-Te informo que yo no soy todas- dije deteniendo lo que estaba haciendo para verlo.
-Yo creo que si- me reto.
-Pues yo digo que no- me cruce de brazos y él se echó a reír.
-Todas me quieren conocer, primero porque soy hijo del más importante de los doctores del mundo, o bueno uno de los mejores doctores, segundo porque soy lindo, guapo, carismático y muy simpático- si sobre todo, pensé yo. Él ya se había acercado a mí y estábamos enfrentados cara a cara él era un poco más alto que yo me llevaba como una cabeza y media.
-no me digas- le sonreí en la cara.
-Te ríes muy bonito, pero eres muy creída- me sonrió socarronamente.
-¡Creída tu madre!- me miro seriamente para decirme.
-A ella no la nombras- me asustó su tono.
- Y tú a mí no me hablas así- le advertí.
-¿Quién me lo impide?- dijo acercándose y agarrándome por la cintura, haciendo que yo me estremeciera.
-Suéltame- le advertí suavemente.
-¿’Tienes miedo?- me susurro en el odio.
-¿De quién?, ¿de ti?, ¡Ja!, no me hagas reír- le respondí, pero por dentro estaba hecha un manojo de nervios.
-Todas caen ante mí, y tú no serás la excepción-
-Ya lo veremos- a mí nadie me reta, me dije a mi misma.
-Ya te veré detrás de mí- dijo riéndose, mientras me pegaba más a él, busque con mi rodilla a su querido amiguito y le pegue.
-Conmigo nadie juega y mucho menos tú, que ni siquiera de conozco- le dije mientras recogía las cosas para salir del salón, él se retorcía de dolor.
-Con que eres una fiera, pero a mí me gustan así, las termino por domar- dijo en un gemido de dolor.
-Yo no soy un animal a mí nadie me doma, estúpido- dije para dejarlo ahí solo, pero cuando iba cruzando las puertas del salón venia la profesora con los demás y me tuve que regresar.
-Hola Eli- me saludo Valentina mi profesora de Ballet, la cual estimaba mucho.
-Hola Profe- dije dándole un beso en la mejilla.
-ya veo que conociste a Anthony, el será su nuevo compañero- dijo presentándolo a los demás, el muy tarado se paró, después de la patada que le di y me sonrió, esto no podía ser, compartiría clases con ese troglodita que se creía la última Coca-Cola del desierto.
Pero yo le demostraría que conmigo nadie juega y mucho menos me reta.





Anthony Pov

Nos habíamos tenido que mudar a París cosa que me parecía maravillosa, ya quería ver otras cosas, nueva cultura, pero sobre todo nuevas chicas. Se podría decir que yo era como un Casanova, todas me gustaban y a todas las obtenía quisieran o no quisieran así de sencillo.
Soy hijo de unos de los doctores más prestigioso del mundo y esa era una de las razones por el cual nos iríamos a Paris, pues mi padre montaría una clínica privada allá, ya yo me había inscrito en el instituto estaba cursando el último año, gracias a Dios y también papá me había buscado la mejor Academia de baile. Pues yo era bailarín y no por eso dejaba de ser hombre, era algo que me llenaba.
Cuando estaba en los estados Unidos se podría decir que era rebelde y todavía lo soy, me gusta ir a fiestas, tomar y fumar de vez en cuando un cigarrillo o ¿Por qué no un poco de cocina?, el punto es que yo andaba en malos pasos.
Mi vida era genial pero en cierto modo me sentía vacío y no sabía el porqué de la situación.
Papá se había encargado de darme todo lo que él podía, junto con mi quería Tita Alice, y mi querida Shopia que es mi tía, a esas mujeres yo las amo, aunque ellas ya tengan hijos y estén casadas. La tita Alice estaba casado con Jasper un amigo viejo de papá y tenían a mi hermosa prima la cual se llamada Valerie, era muy hermosa tenían 6 añitos yo la amaba, era igual a Jasper pero con el carácter de Alice, y mi tía Shopia llevaba casada 11 años con Alejandro y tenía dos hijos los cuales se llamaban Stevan y Marrieth, los dos eran gemelos aunque no se parecían en lo que se decía nada.

A pesar de tener una familia la cual yo sabía que me amaba, no era completamente feliz, me faltaba mi mamá que por lo que sabía me había dejado en la casa de mi padre cuando yo tenía 1 año y medio, eso nunca se lo perdonaría, aunque si la quería conocer pero era para reprocharle su abandono.
Una vez me instale en la casa, papá me había llevado a la Academia donde sería el “nuevo”, ya lo veremos, pensé. Cuando entre debo de decir que era muy grande y bonita, me despedí de papá y le dije que me pasara buscando más tarde, pues mi auto todavía no me lo traía de allá.
Comencé a fisgonear por todos los salones para ver cómo era, habían muchos salones, estaba el auditorio que era inmenso, y más salones, pude ver que daban todo tipo de clases de baile.
Yo seguía averiguando por ahí cuando me topé con la mismísima reina de la belleza encarnada en una muchacha, que era hermoso más que eso espectacular, estaba muy absorta bailando Bethoveen, que raro, pensé para mi me gustaba pero acaso ¿no podía bailar otra música?, no la entendía.

Me metí un rato con ella, le apague el equipo, la hice enojar diciéndole que muy pronto la tendría prácticamente comiendo de mi mano, pero la muy me dio una patada en mi amigo y me tumbo, la vi que salía de la habitación echa una fiera pero no pudo salir ya que la profesora entraba con todo el grupo, me presento como el nuevo alumno y a mi reina de belleza casi se le cae la boca.

Esto iba hacer muy divertido hacerle la vida imposible, porque yo Anthony Cullen tendría a esta niña comiendo de mi mano, así fuera lo último que hiciera.

-Bueno chicos, comencemos, como ya sabrán todos los años en la Academia se hace a mitad del año un baile, es como una competencia donde vienen otras Academias y entre nosotros mismos competimos, obviamente en manera amistosa-dijo viéndonos con advertencia en sus ojos. Vi a lo lejos y la reina estaba viéndose las uñas como si lo que estaba viendo la profesora fuera lo más normal del mundo- siempre hay un número final que hacen solamente dos chicos de la clase, es decir, los mejores- al decir eso la chica levanto la cabeza y sonrío ladinamente, era chocante por una parte.- estos los escogeré en su debido tiempo, si quieren ser escogidos esfuércense en todo lo que hagan, y bueno ya dejemos de hablar y bailar que para eso venimos hasta acá ¿no?- todos asentimos enérgicamente.
-Eli- llamo a no sé quién pero me sorprendí cuando la chica levanto la cabeza con que así se llamaba Eli; era un bonito nombre.- ¿nos harías los honores?- ella asintió y se paró ágilmente, la profesora puso play a la música y ella comenzó a bailar. Era impresionante como bailaba lo tengo que admitir tenía mucha gracia y agilidad, me imagino que tendrá años practicando, daba vueltas en el aire, y caía como si de una pluma se tratase, en su baile incluía todo tipo de movimientos, cuando termine de bailar me miro y rio burlonamente.
-magnifico- aplaudió la profesora, todos aplaudían menos yo, no le daría el gusto, aunque yo concordaba con la profesora había estado increíble. Me miro con desprecio y le sonrío a la profesora.
-Como siempre Elizabeth, tú tan llena de gracia, eso viene en la sangre- Elizabeth se sonrojo y le contesto:
-no es para tanto profe, es algo natural- la profesora asintió y ella se sentó.
-¿Quién quiere ser el próximo?- yo me levante
-tenesmo un voluntario, ven Anthony- yo me acerque donde estaba todos.
-¿Qué quiere que baile?- le pregunte.
-Lo que quieras- me dijo yo asentí y me prepare, la profesora puso una música u no podía ser más perfecta, aunque no me gustaba mucho el Ballet que se diga lo baile era una de esas canciones las cuales te inspiraban. Comencé hacer algunas vueltas, y pasos típicos del ballet, para después dejarme llevar por la música, una vez la canción se acabó escuche como aplaudían, levante la mirada y Elizabeth estaba con la boca abierta pero al verme recupero su expresión y me miro con desdén.
-Sublime- aplaudió la profesora- Elizabeth te llego la competencia- está al escuchar eso sonrió hipócritamente- Bailes increíblemente bello muchacho- me felicito la profesor, le di las gracias y volví a mi puesto.
Los demás también pasaron y eran buenos pero no tan buenos como ella o como yo. Ella los veía atentamente sus pasos y yo la veía a ella.
Cuando ella veía a las demás personas era como si se metiera en otro mundo, como si nada existiera para ella. La clase llego a su fin y con ella mi maravillosa vista, Elizabeth salió corriendo hacia su otra clase, mi otra clase era Hip-Hop. ¿Con que me encontraría ahí?, solo esperaba que fuera algo muy bueno.

Salí del salón y me dirigí al otro, entre al salón pensando en que tenía que volver loca a Elizabeth, levante la vista cuando escuche un grito para encontrarme con…

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awwww subi otro capi, es que ya lo tenia y no las queria dejar asi espero los disfruten y ME HARIAN MUY FELIZ SIN COMENTAN Y ME DEJAN SUS VOTITOS ...:D

Frase del dia: "la vida es como una escalera electrica, hay que hacerle mantenimiento para que no se dañe"

Rosie ♥