Capitulo XIX

Elizabeth Pov

Anthony me tenía entre sus brazos aun, sus manos hacían pequeños círculos  en mi espalda y yo estaba recostada en el pecho de él.

-¿te encuentras bien?-pregunto Anthony.

Analice su pregunta y la verdad es que no podía estar mejor.

Esta noche había sido perfecta, nos habíamos entregado totalmente sin ninguna restricción. La noche fue testigo de eso.

Ahora era como si todo lo que había visto anteriormente se me hubiese borrado aunque claro no por completo.

-Mejor que nunca- lo mire a los ojos y este me sonrió.

-¿No te duele nada?- pregunto mientras se reincorporaba sobre las rocas.

-la verdad, la verdad- dije- parece que me fueran dando una paliza pero aparte de eso me siento de las mil maravillas- Anthony me miraba preocupado.

-No debí…- pero lo interrumpí.

-¿te arrepientes?- pregunte en un hilo de voz. Mi mirada se perdió  hacia el pozo, veía como el agua fluía. Anthony no decía nada.-Creo que si- susurre con un nudo en la garganta.

Me levante y comencé a ponerme el traje de baño  para irme a dar un chapuzón en el pozo, las lágrimas estaban por  hacerse presentes pero las controle.

Comencé a caminar sobre las rocas, el agua mojaba mis pies esta estaba muy fría casi congelada, seguí caminando hasta que el agua me llego  casi hasta la altura del pecho.

¿Por qué se arrepentía de lo que había sucedido?, ¿acaso yo no …?, desterré esa idea de mi cabeza.

El agua chocaba contra mi cuerpo y como esta fría de cierta manera me relajo.

Estaba de espalda hacia Anthony, mis manos se mecían sobre la superficie del agua. Estaba tan concentrada viendo como el agua fluía que no me di de cuenta que atrás de mí estaba otra persona.

-Eli- dijo tocando mi hombro, tan solo sentir su roce hizo que me recordara de lo que había pasado hace un momento.

-¿Ahora qué?- pregunte de manera fría.

-Lo siento, yo no quise hacerte sentir mal-  me di la vuelta y lo mire a los ojos- solo que esto no debió pasar- mire a otra parte no quería que viera lo que hacía cuando me decía eso.

-Entiendo- dije pero mi voz se quebró. Sus manos tomaran mi rostro.

-Mírame por favor- lo hice y luego me arrepentí porque las lágrimas no se hicieron esperar.

-No llores pequeña- dijo secando mis lágrimas- no me arrepiento de lo que paso- su voz era firme.

-¿entonces?- pregunte.

-Ni se cómo explicarlo.- su mirada se perdió en un punto de la naturaleza- es como si…- pero no continuo, respiro hondo y comenzó a hablar- no sabes lo que acaba de pasar horita-lo interrumpí.

-Si lo sé- lo contradije- nos entregamos tu y yo solamente- dije sonriendo.

-Si- dijo suspirando- pero estuvo mal, lo que hicimos. No me malinterpretes sino que yo te veo a ti como… como a un ángel, eres como mi todo ¿entiendes?

No sabía de qué estaba hablando. Yo negué.

-Contigo las cosas son diferentes, tú no eres como las demás, tú eres tan inocente, tan… pura. Yo…- dijo cerrando sus ojos- siento que llegaste a mí por bendición divina, eres como la indicada para mí. La que tengo que cuidar, la cual tengo que asegurarme que nunca salga lastima. La cual tengo que cuidar de sí misma, la cual lo es todo para mí. Contigo quería hacer las cosas diferentes, se supone que primero te deberías de haber casado ¿no?- yo me reí.

-Estamos en pleno siglo XXI- dije yo.

-Eso no cambia las cosas, no cambia el hecho de que quiero hacer contigo todo como es debido, sin saltarme ningún paso. Pero obviamente nos saltamos uno- una sonrisa apareció en sus labios.-sobre todo te tengo que cuidar de mí, de no hacerte daño- sus palabras me dejaron de piedra.

-Nunca me harás daño Anthony, tu eres y serás el indicado, no habrá otro, no habrá ningún amor, ninguna amenaza, ni nada que pueda con esto- susurre cerca de sus labios.

-No te fíes de las cosas Eli, a veces  hay cosas que no se ven, pero que a la final sientes y cuando la sientes duelen y mucho.

-estas  muy extraño- comente- pero ¿sabes qué?- el negó.- confió en ti y sé que tu no me lastimaras- su mirada se volvió tierna pero muy en el fondo de sus ojos había una pizca de remordimiento.

Anthony me abrazo y yo le correspondí  al abrazo.

Deje de abrazarlo y me quede mirándolo a los ojos, estos me veían con amor, adoración, entrega, compromiso un compromiso el cual los dos teníamos.

Su mano acaricio mi mejilla y me susurro:

-Te amo Eli, a pesar de todo no pude. Pero te amo- no entendí muy bien ese <<a pesar de todo no pude>>. Realmente en lo que me concentre fue en ese <<Te amo>>

-Yo también- dije uniéndonos en un beso delicado, sus labios guiaban los míos como siempre lo hacían.

Estos se movían lentamente, varias   veces no me besaba sino que solo rozaba haciendo que yo quedara con las ganas de sentir sus labios con los míos.

Podía sentir como el agua chocaba contra nuestra piel haciendo que varias gotas cayeran en nuestros rostros.

Subí mis piernas  y las enrolle alrededor de su cintura, las manos de el una estaba en mi nuca sosteniéndome y la otra bajo el agua sosteniéndome un muslo.

Los labios de el ya no eran suaves ahora eran apremiantes de los míos, los buscaba con urgencia.

Mis manos sostenían fuertemente su cabello y daba pequeños tirones de él.

Libere mis labios de los de Anthony y eche mi cabeza hacia atrás,  sus besos fueron bajando por mi cuello, hasta  toparse con el traje de baño. Rápidamente volvió a desamarrar el nudo del bañador y yo quede expuesta.

Comenzó a besar cada uno de mis senos, le daba pequeñas mordidas de vez en cuando y estos estaban estimulados ya por tanto estimulación.

Una de sus manos subió y tomo una de mis nalgas para  acomodarme mejor, ya yo podía sentir su erección crecer, me frote contra su miembro y de la boca de el salió un gemido.

-No hagas eso- me reprocho.

-¿Por qué?- pregunte inocentemente.

-Por esto- dijo deshaciéndose de  la parte inferior de mi bikini. De mi boca salió un grito ahogado.

-Anthony- susurre en su oído- no me importa que nos hayamos saltado un  paso y  no me importa cual otro saltemos, solo quiero- dije pero el hilo de mis pensamiento se me fue, sentí como la mano de Thony iba hacia mi intimidad.

-¿decías?- pregunto mientras comenzaba a estimular mi punto G.

-que quiero…- yo jadeaba ante el contacto.. Que… tu- dije mientras cerraba los ojos y el aceleraba su movimiento-

-¿Si?- dijo mientras unía nuestros labios y me mordía uno. Abrí  mis ojos y termine de decir.

-Quiero tenerte dentro de mi ¡AHORA!- grite mientras sentía como mi orgasmo llegaba.

Si no hubiese sido porque Anthony me tenía sujeta, hubiera caído al agua, las piernas me fallaban.

Busque los labios de Anthony y los comencé a besar.

-Eli- suspiro entre mis labios.

-¿Umjum?- dije mientras rozaba mi intimidad con la suya, el agua parecía como  si se hubiese desaparecido. No recibí respuesta alguna, sentí como él se había quitado su short ¿Cuándo?, no lo sé, lo cierto es que sentía su miembro rozar con mi intimidad y eso hacía que yo enloqueciera.

Él jugaba conmigo hacia que me iba a penetrar pero no lo hacía, ya yo estaba loca, necesitaba sentirlo dentro de mí.

-Por favor- susurre, rozando sus labios, mis manos estaban en su cara y jugaban con sus labios- necesito sentirte dentro de mí- dije sacando todo el aire que tenía dentro.

Sin previo aviso sentí como él se introducía en mí, pegue un grito. Era raro porque estábamos dentro del agua y él estaba dentro de mí, pero era muy placentero.

Su vaivén al principio era lento  y suave, pero llego el momento en que mis senos brincaban con cada movimiento.

Anthony besaba mi cuello, mis senos los estimulaba, hacía de todo parecía un pulpo. Yo solo me dejaba guiar por el placer. Mis manos estaban en sus hombros ayudándolo a llevar el ritmo.

Eche mi cabeza hacia atrás, las manos de Anthony viajaron hacia mi espalda para sostenerme mejor, las sensaciones invadían mi cuerpo. Yo tenía mi labio masacrado con mis dientes pues me los mordía para mitigar el placer.

-Eli grita si quieres gritar- susurro en mi oído,- no te reprimas.

Busco a tiendas mis manos y entrelazo mis dedos con los suyos posiciono nuestras manos unidas en su cuello.

-Guía tu- susurro antes de besarme y así lo hice él me tenía agarrada por las manos y yo guiaba los movimientos.

Mis senos saltaban con cada movimiento y Anthony no paraba de besarme, me separe un poco de el para tomar aire. Mis labios los sentía secos así  que pase mi lengua para mojármelos con la saliva, Anthony vio eso y se puso frenético, sus manos bajaron por debajo del agua y me tomo de la cadera para acelerar los movimientos.

El agarre de Anthony cada vez se hacía más fuerte, el agua resbalaba por nuestra piel, nuestros gemidos se escuchaban por  todo el paisaje,  sentía que tanto placer en esta  vida no se podía sentir pero veía o mejor dicho sentía que estaba equivocada.

Podía sentir como estaba a punto de llegar al clímax.

-Anthony… mas- fue lo único que pudo salir de  mis labios.

-Eli-  gimió, unió nuestros labios, nuestras lenguas tenían una batalla sin fin.

Podía sentir como las paredes de mi vagina se contraían, esa sensación en el vientre tenía ganas de estallar, Anthony me embistió dos veces y los dos tocamos el cielo.

Las respiraciones de nosotros dos eran erráticas, aceleradas, sentía que me faltaba el aire.

-No fue, no es y nunca será un error esto que hicimos- dije dándole un beso el cual el me correspondió.

-Nunca dije que lo fuera-  sus labios rozaban los míos- simplemente que no debió pasar por lo que ya te dije- su mirada era tierna- pero veo que nos será imposible no repetirlo- en su rostro apareció una sonrisa pícara.

-Yo creo lo mismo- comente de pasada, Anthony estallo en carcajadas.

La noche paso con nosotros entre risas, besos  y caricias pero no volvimos a tener relaciones pues me había dicho que no nos habíamos cuidado ya en una y que no era que no quería tener hijos conmigo sino que él pensaba que todavía era muy temprano y estaba de acuerdo con él.

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-Eli, despierta tenemos que regresar con los demás- escuchaba como Anthony me llamaba.

-5 minutos- dije cerrando fuertemente mis ojos.

-No, Eli vamos- me dio un beso en la boca y abrí los ojos.- Buenos días, amor- susurro en mi oído.

-Muy buenos días- dije cubriendo los ojos con la mano, pues el reflejo del sol me pegaba de lleno.

-¿Cómo amaneciste?-pregunto mientras se ponía de pie, él tenía su ropa puesta.

-¿Qué crees tú?- pregunte mientras veía el pozo, si de noche se veía hermoso  en la mañana no tenía palabra alguna que lo describiera.

-Creo que excelente- dijo mientras me veía de arriba hacia abajo sin ningún pudor.

-Deja de mirarme así- le reproche sonrojada.

-¡Vamos Eli!, como si no conociera ya tu cuerpo de memoria- dijo mientras me tendía la mano para irnos de ese lugar el cual había sido testigo de nuestro amor.

-Es diferente- masculle, mientras bajaba por el camino del rio.

-Como quieras- él iba detrás de mí ayudándome a que no me cayera.

Luego de una caminata como de 15 minutos llegamos a donde nos estábamos quedando, apenas tocamos en suelo de la casa todos se nos lanzaron encima.

-¿Dónde andaban?, ¿se perdieron?, ¿están bien?, - eran una de las tantas preguntas.

-Si estamos bien- respondió Anthony por los dos.

-¿pero qué paso Eli?, ¿Por qué te alejaste tanto?- pregunto la profesora de Ballet.

-quiero disculparme con ustedes por si los hice pasar un mal rato, solamente quería mirar más el paisaje y camine pero me aleje mucho y no sabía cómo regresar- dije omitiendo todo lo que Anthony y yo habíamos hecho- pero luego llego Anthony y bueno no nos quisimos arriesgar a que nos pasara algo tratando de encontrar  la casa a plena noche y decidimos que cuando amaneciera regresaríamos- concluí con una sonrisa de disculpa.

-nos preocupaste mucho, no sabíamos que te había pasado, luego salió Anthony  a buscarte y el tampoco regreso, pensamos que algo malo les había sucedido- dijo.

-Pero estamos bien gracias por su preocupación ahora disfrutemos de lo que nos queda.- señale mientras me dirigía a la cocina a comer algo.

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Los días fueron pasando y cuando nos dimos cuenta nos encontrábamos otra vez en Caracas  a tan solo un día para   regresar nuevamente a Paris, todos estábamos en el mismo hotel donde nos habíamos hospedado desde el principio, estábamos en el salón de baile había una fiesta por nuestra despedida.

Todos bailaban al compás de la música, Anthony y yo  nos encontrábamos en la mesa descansando un poco de tanto bailar. Pasaron unos minutos hasta que escuchamos que nos llamaron de la pista.

-Bueno veamos que tanto saben los alumnos de la academia “MariEli” en salsa- dijo la voz del Dj- ¿Son capaces de enfrentarse  a otra pareja bailando salsa? ¿A unos venezolanos?- yo iba traduciendo todo lo que decía.

-Eli y Anthony vayan ustedes son los mejores bailando- nos apremiaba la profesora, mire a Anthony y este se encogió de hombros.

-Ok- dije tomando a Anthony y dirigiéndonos a la pista.

Vi a la pareja y eran muy hermosos, una mujer muy joven y un hombre igualmente el Dj puso la música y ellos comenzaron a bailar, daban vueltas, giros, pasos,  hacían levantamientos y la canción era muy movida. A la final todos aplaudieron incluidos Anthony y yo. http://www.youtube.com/watch?v=Tm2HC8uUtfY&feature=related(esa es la coreografía)

-Ahora el turno de la Academia- anuncio el Dj no sabía que canción colocaría así que tenía que estar preparada para lo que me pusiera.

La canción comenzó a sonar  y sonreí http://www.youtube.com/watch?v=F5zCGgZMaWQ&list=FLWJA9pUSaYrDYCkoTLJJc2w&index=3&feature=plpp_video( esa es la coreografía chicas me pareció no se muy movida, colóquenla y luego sigan leyendo)

Comencé a moverme yo Anthony estaba como paralizado, pero después se acercó y comenzamos a bailar, la verdad a mí me encantaba la salsa me parecía un baile muy movido y un trabajo en pareja.

Anthony me guiaba y mi vestido con cada giro y cada vuelta o levantamiento se levantaba pero no me importaba pues así era el baile.

Los dos bailábamos al ritmo de la canción, era movida, rápida, pero a la vez sexy. En una de los pasos Anthony entrelazo nuestros brazos la verdad ni se cómo lo hicimos pero cuando nos desenlazamos todos aplaudieron lo volvimos hacer pero al revés. Era una locura.

Seguimos bailando y mientras más lo hacíamos, más me divertía, la gente aplaudía, silbaba, nos gritaba, entre otras cosas.

Cuando terminamos de bailar Anthony me abrazo.

-Sin palabras amigos- es más que obvio que los chicos de la Academia “MariEli” tienen sabor. Felicitaciones chicos bailan estupendo- decía el Dj y luego puso una música más suave para la relajación.

-¡Bravo!- nos dijeron los profesores a coro- parece como si hubieran ensayado la coreografía. Nosotros negamos y nos fuimos a sentar.

La velada pasó entre bailes, bebidas, música, risas, juegos y amor por parte de Anthony de mí.

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Cuando menos nos dimos cuenta nos encontrábamos abordando el avión que nos llevaría de nuevo a París, extrañaría Venezuela pero también extrañaba a mi madre, mis amigos sobre todo a Ashley pues ella no había podido venir porque se le presento una emergencia con su familia.

-Se les agradece abrocharse los cinturones de seguridad, despegaremos en unos minutos- la voz del capitán se escuchó por todo el avión.

-¿lista para regresar?- pregunto Anthony mientras me acomodaba entre sus brazos.

-Si- dije suspirando.

-¿y ese suspiro?- lo mire y sonreí.

-Nada, solo que extrañare este país pasaron muchas cosas aquí que nunca olvidare- susurre.

-estamos de acuerdo- me dio un beso y sentimos como el avión despegaba de la pista.

Después de un par de horas viajando, me entraron unas ganas horrible de ir al baño, así que me levante del asiento y Salí.

-¿A dónde vas?- pregunto Anthony deteniéndome.

-Al baño- respondí bajito pues la mayoría de las personas estaban dormidas. El asintió y yo me dirigí hacia el baño.

Entre a él y era extremadamente chiquito, si cabían dos personas seria como mucho. Hice mis necesidades y me quede mirando en el espejo, cuando Salí me tropecé con alguien en la puerta, me metieron otra vez al baño y sentí los labios de esa personas estamparse con los míos.

-Anthony- dije sorprendida.-¿Qué haces aquí?- pregunte.

-Solo quiero divertirme- dijo mirándome pícaramente. Sus labios nuevamente se encontraron con los míos pero esta vez más salvaje y pasional, yo les correspondí, rápidamente el subió mi vestido.

-Anthony, estamos en un avión- susurre con la respiración agitada, los dos nos encontrábamos apretujados en ese espacio tan pequeño. Pero el me callo y siguió con su trabajo.

Ya a mí no me importaba nada solo quería sentirlo dentro de mi.

Sus dedos trabajaban dándome placer en mi clítoris y yo me retorcía de placer en sus brazos, trataba de no hacer ruido pero me era casi imposible.

Vi como el sacaba un condón de no sé dónde y se lo ponía. Sin previo me tomo entre sus brazos y me cargo haciendo que yo enrollara mis piernas en su cintura, subió un poco más el vestido y me penetro, mordí mi labio para no emitir sonido alguno.

Las manos de Anthony tocaban mis senos y los estimulaban por encima del vestido, mientras que yo trataba de moverme encima de el pero el espacio era muy pequeño.

Busqué los labios de Anthony y los comencé a besar, yo me movía rítmicamente sobre Anthony, este tenía sus manos en mis muslos. Sentía como la sensación crecía cada vez más.

-Eli- suspiro este entre mis labios. Comencé a moverme más deprisa necesitaba llegar de una vez por todas.

Solo sobraron varias estocadas más para los dos tocar el cielo, rápidamente me baje de Anthony y me arregle.

-Estamos locos- comente mientras alisaba mi cabello un poco.

-Fue…-dijo buscando una palabra- excitante.

-Tu eres un pervertido- señale.

-¿acaso no te gusto?.- pregunto mientras me daba un beso.

-Sí, pero estamos en un avión, pero ya lo hicimos-le respondí.

-Así  era más  divertido- su risa se escuchó atronadora en ese espacio tan pequeño.

Salí del baño primero y me dirigí a mi asiento, luego a los pocos minutos llego  Anthony me sonrió de manera cómplice y sonrió.

El resto del viaje tratamos de comportarnos dignamente, solo nos besábamos y acariciábamos pero más nada.

-Prepárense para el aterrizaje, en pocos minutos estaremos en tierra- mire a Anthony y sonreí había extrañado a mama.

Luego de que el avión aterrizo, todos comenzamos a bajar del avión apenas toque tierra Parisina suspire, la había extrañado Venezuela era hermosa pero extrañaba mi lugar de origen, extrañaba a mi madre.

Nos dirigimos hacia donde nos esperarían algunos profesores de la Academia y mama,  cuando la divise salí corriendo.

-Eli te extraño- decía mamá al borde de las lágrimas.

-Yo más madre- dije abrazándola. Se separó de mí y abrazo a Anthony.

-Estas hermosa- comento una vez dejo libre a Anthony- Gracias por cuidármela- le dijo a Thony.

-Para nada- dijo este sonriendo y agarrándome de la cintura.

-espero se hayan comportado, ¿eh?- dijo mama, nosotros estallamos en carcajadas.

-Fuimos los mismísimos ángeles caídos del cielo- respondió Thony.

-así me gusta- dijo mamá uniéndose  a nuestras risas- vengan  acá los extrañe- dijo abrazándonos a los dos.

Pasaron unos segundos cuando escuchamos que llamaban a Anthony

¿Anthony?- pregunto esa voz la cual conocía perfectamente era  Edward.

-papa- dijo este abrazándolo, luego fue mi turno.

-Edward- exclame, no sé pero sentía  a Edward como si fuera mi padre el cual nunca tuve.

-Pequeña- dijo dándome un beso en la frente.

-¿padre?- pregunto confusa mama, esta estaba pálida- ¿tú eres su padre?- mi mama se dirigió directamente a Edward, este lo miro confuso.

-Si- respondió con una sonrisa ¿se conocerían?

-No puede ser- dijo mama en voz alta, pero más bien para ella misma, miro una vez más a Edward luego a Anthony y por ultimo a mi.- No puede ser- susurro otra vez y se desplomo sobre el piso.

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chicas nuevo capi :) espero lo disfruten :)  awww Belñla ya se dio de cuenta ¿ahora que hara?

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LAS ADORO

BY,ROSIE ♥