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Capítulo XXIII

Anthony Pov

Los labios que me besaban eran suaves, con ese sabor tan propio de ellos, estos meses los he extrañado, extrañaba sentirlos contra los míos, tome el rostro de Eli entre mis manos e intensifique el beso. Era un beso desesperado, con la necesidad que los dos sentíamos. Nuestras lenguas estaban en una guerra sin fin, poco a poco el beso fue bajando de tono hasta tonarse dulce, suave, lento. Los dos volvíamos a saborear nuestro sabor, nos separamos por falta de aire, abrí mis ojos y ella me miraba con una sonrisa.

-Si- susurro mientras me veía.
-¿Si qué?- pregunte mientras tocaba sus labios con mis dedos.
-Te doy otra oportunidad- me sonrió y la abrace.
-Gracias, gracias, gracias- dije dándole vueltas en el aire.
-Thony bájame- decía ella riéndose.
La puse en el suelo y le dije:
-Gracias Eli no sabes cuánto te extrañaba pequeña- susurre viéndola- perdóname por todo, yo no…- le decía apresurado.
-Ya- dijo callándome con sus dedos-te perdono- sentí como el alma me regresaba al cuerpo- solo no vuelvas a lastimarme porque me muero- dijo con lagrima en sus ojos.
-Nunca- dije dándole un pequeño beso, el cual ella misma profundizo y yo no me quejaba la había extrañado demasiado como para apartarla, de repente escuchamos como alguien entraba al salón.
-Lo siento- decía papa, mientras sonreí, abrace a Eli por la cintura y la mantuve cerca de mi.-No era mi intención interrumpir- papa me echo una mirada y sonreí.
-No te preocupes- dije.

-No me veas así Edward- Ei regaño a papa.
-Es inevitable princesa, desbordan felicidad- los tres estallamos en carcajadas.
-Me alegro que se hayan arreglado, ustedes dos se aman- abrazo a Eli y luego a mí.
-Si le vuelves hacer algo Anthony te juro que no me importara que seas me hijo- me lo dijo muy bajito yo asentí.
-Vamos a la casa ¿les parece?-pregunto papa.
-Si extraño ir allá- dijo Eli dando saltitos.


Recogimos todo y partimos hacia mi casa, en todo el camino no pare de acariciar a Eli papa nos veía por el espejo retrovisor y me hacía señas de que la cuidara.

Apenas llegamos a la casa Eli salió del auto y corrió dentro de ella.
-Felicidades hijo- dijo papa dándome palmaditas en la espalda.-Cuídala- me susurro, yo asentí y entramos en la gran estancia.
Eli veía todo como si nunca hubiera estado ahí.
-Extrañaba esta casa- suspiro.
-Y yo ate- dije dándole la vuelta para besarla.
-Yo más- susurro entre mis labios.

-Ya, ya, no coman delante de los pobres- decía papa entre risas.
-Búscate a una hermosa mujer- le dijo Eli sacándole la lengua.
-La tengo pero no me para- dijo haciendo un puchero rodee los ojos.
-Ya verás como lo hace- dije dándole ánimos.
-lo dudo- dijo mirándonos.

Subimos a mi habitación y Eli y yo nos quedamos ahí un rato, ella estaba recostada en mi pecho mientras que yo acariciaba sus cabellos.

Ninguno de los dos hablaba y tampoco hacía falta, el silencio lo decía todo.
Eli se poyo sobre su codo y me miro a los ojos.
-Te amo- le dije. Ella sonrió y se inclinó para besarme.
Me acomode mejor y la subí encima de mí. Ella tenía sus manos en mi nuca y me besaba con desesperación, metí mis manos debajo de su camisa y acaricié su abdomen. Poco a poco la fui subiendo hasta sacársela, la había extrañado, verla así. Ella saco la mía y nos volvimos a fundir en un beso pasional.

Rodee sobre nosotros y la coloque debajo de mí, mis besos fueron bajando por su cuello, hasta llegar al nacimiento de sus senos, ella arqueo su espalda y pase mis manos por debajo de ella para desabrochar su brasier.


Sus senos quedaron al descubierto los mire y sonreí, había extrañado sentir su piel con la mía. Tome uno entre mis manos y los masajee. Eli tenía su cabeza hacia tras y permanecía con los ojos cerrados.
Baje mis manos por su cuerpo hasta llegar a su mono y se quite, quedo solamente con sus bragas. Las fui bajando lentamente.

Rodee sobre nosotros y ahora ella estaba debajo de mí, regrese a sus labios y la bese, ella tenía sus manos echas puños a los costados de su cuerpo, sus labios estaban entreabiertos y de ella salían pequeño gemidos.




Baje mis besos húmedos por todo su cuerpo hasta toparme con su intimidad.
-Anthony no- susurro Ei, abriendo sus ojos y tomando mi rostro entre sus manos.
Negué y quite sus manos de mi rostro para hundirme en ese mundo de maravilla.
La penetro con mi lengua y estaba jadeo un poco, poco a poco la fui estimulando, mi lengua salía y entraba de su cavidad, ella había agarrado mis cabellos entre sus manos y daba pequeños tirones de él.

Subí las piernas de Eli y las flexione para que así me diera un mejor acceso, esta cuando la vi era la imagen más excitante que me podría haber dado.

Todo su cabello estaba alborotado, tenía los labios hinchados y rojos, estaba sonrojada, con la respiración entrecortada, desnuda sin nada que la cubriera, con los ojos llenos de lujuria y estaba sostenida de la cabecera de la cama, con las piernas flexionadas y sonriéndome pícaramente.

Seguí con mi labor hasta que sentí como los espasmos invadían el cuerpo de mi pequeña, ella jadeaba y balbuceaba mi nombre. Saboree todo su sabor y subí por todo su cuerpo hasta llegar a sus labios, ella abrió sus hermosos ojos y sonrió.

Rápidamente se subió encima de mí y comenzó a bajar sus manos por mi pecho hasta llegar al cierre del pantalón. A la velocidad más lenta que se puedan imaginar fue bajando el cierre, haciendo más larga mi tortura.
-Eli- le advertí. Pero ella hizo que me callara. Después de que le pareció que me había torturado lo suficiente saco completamente toda la ropa que tenía en esa parte dejándome desnudo y dejando al descubierto mi gran erección, ella se relamió los labios y poco a poco fue dejando besos húmedos desde mi pecho hasta llegar a mi ingle.
Reaccione y la tome por las muñecas.
-No- negué rotundo.
-Anthony tú lo hiciste déjame ¿sí?- suplico viéndome a los ojos con esa mirada.
-Eli no- mi voz era segura, no la dejaría hacerlo.
-Por favor- decía dando besos por mi cuello. Negué.-Te lo pido- decía entre mis labios, ese beso era muy persuasivo, pero no di mi brazo a torcer, en vez de eso me estire y saque un condón de una de las gavetas que estaban cerca de la cama me lo puse y la monte encima de mí.

Sin previo aviso la penetre ella clavo sus uñas en mi espalda, busque sus labios y la bese hasta quedarme sin respiración, ella me ayudaba con el ritmo puso sus manos encima de mis hombros y con eso se empujaba.

Nuestros cuerpos tenían una pequeña capa de sudor y eso solamente hacía que yo me excitara más.

Las paredes de Eli comenzaron a contraerse y supe que estaba cerca por lo que acelere las embestidas. Su rostro estaba clavado en mi cuello y ella me da pequeñas mordidas.

-Por favor- decía ella mientras comenzaba a moverse más rápido, su mirada era un torbellino de sensaciones. Se podía ver la lujuria, la pasión, pero sobre todo el amor.
Solo unos minutos más bastaron para que yo pudiera sentir esa sensación luego de esos meses separados.

Me quede abrazado a ella, nuestras respiraciones estaban fuera de control.
-Te amo- susurro en mi oído para luego dejar un pequeño beso debajo de este.
-Yo más- dije mientras Salí de ella y me quitaba el condón.




Nos vestimos y bajamos un rato para pasarla con papa, este me veía de una manera picara y no sabía porque.
En cuanto a mí no me despegaba de Eli, me había hecho demasiada falta como para despegarme de ella. Papa se reía de mi acción.
La lleve a su casa y luego regrese a la mía, cuando abrí la puerta papa estaba viendo la televisión en la sala, me hizo señas y fui a donde estaba.
-¿Cómo la dejaste?-pregunto.
-Bien- dije sonriendo de oreja a oreja.
-y ¿Quién no?- susurro bajito.
-¿Qué dijiste?-pregunte.
-Nada, nada yo aquí hablando. Me alegro que las cosas hayan mejorada, solo no la lastimes otra vez.- yo asentí iba a subir las escaleras cuando papa me llamo.
-¿sí?-dije mientras colgaba las llaves del auto en donde siempre las ponía.
-Toma- me tendió un paquete pero no distinguía de que era.
-¿Qué es?-dije dándole la vuelta y casi me ahogo cuando leí la marca de Condón.
-¿para qué me los das?-pregunte tragando en seco.
-¿quieres hablar de eso? Yo creo que sabes cómo usarlos y muy bien- estallo en carcajadas. ¿será que se habría dado de cuenta?- no seamos gafos, yo sé que ustedes dos son activos sexualmente, así que mejor se cuidan mira que si la dejas embarazada yo mismo te mato- sonreí mi padre era imposible.
-Gracias- grite desde las escaleras, este negó con su cabeza y siguió viendo la televisión.






Elizabeth Pov

Llegue a mi casa y mama no estaba, así no le tendría que dar explicaciones pues todavía no le quería decir que había vuelto con Anthony.

Me di una ducha y me acosté en mi cama para disfrutar de un sueño muy placentero. ¿Cómo de la noche a la mañana alguien puede cambiar tu estado de ánimo? , no lo sabía pero a mi Anthony me lo había cambiado, ahora tenía una sonrisa en la boca la cual no me podía quitar de encima.

Las semanas pasaron a una velocidad vertiginosa y cuando menos nos quisimos dar de cuenta solo falta una semana para la presentación que sería el primero de Julio.

Ahora estaba en mi casa acostada en mi cama con un fiebre y un dolor de cabeza horrible, Anthony a lo mejor estaba en una fiesta a la cual había sido invitado yo iba a ir con el pero me dio fiebre y me dio cosa que se quedara conmigo así que le dije que fuera.

Mama ya se había enterado que habíamos regresado y otra vez con ella regreso su afán de separarnos aunque estaba vez no la entendía por qué así que no le hacía caso. Solo me interesaba seguir feliz con Anthony y lo lograría así hubiera miles de obstáculos.







Anthony Pov

La fiesta estaba a todo dar, aunque extrañaba a Eli ella estaba enferma y por eso no había podido acompañarme.
La fiesta era de un amigo de Estados Unidos que había llegado a Paris y estaba haciendo una fiesta de “Bienvenido” y por supuesto me había invitado.

Estaba en la barra bebiéndome un trago cuando sentí que tocaban mi hombro cuando voltee vi a rebeca.
-¿Qué quieres?-pregunte de manera no muy Cortez. Ella bajo su mirada avergonzada y hablo:
-Lo siento Anthony, todo lo que he hecho, por querer hacerte la vida imposible, por todo. Por envidiar tu amor con Elizabeth, de verdad lo siento quisiera que me perdonaras ¿serás que puedes?- decía, todavía no se me había olvidado que hace una semana pelee con Eli por culpa de ella.
-No te creo – dije sirviéndome otro trago.
-De verdad lo siento. Quisiera que volviéramos a empezar otra vez, claro solo como amigos- decía tendiéndome su mano. Para sacármela de encime tendí mi mano y la tome.-Gracias, prometo cumplir mi palabra, espero seas feliz- dijo eso y se sentó a mi lado y pidió un trago, yo en cambio pedí otro.

Nos quedamos hablando un rato, de verdad que pienso que había cambiado y en cierta forma era agradable, pero yo solo podía pensar en Eli.

Los tragos seguían pasando y ya se me estaban subiendo a la cabeza, veía doble.
-Ven vamos a que te recueste- decía la voz de una mujer.
-¿Quién eres?- pregunte mientras me tambaleaba, pero no recibí respuesta, solo escuche como abrían una puerta y me apoyaban sobre algo mullido me imagino una cama.

-Eli- balbuceé mientras sentía que me quitaban los zapatos.
-Si mi amor- decía esa voz.
-te amo- dije buscando sus labios para besarla.
-Yo más- el beso se volvió más apasionado, ella se montó encima de mí y comenzó a desnudarme y yo igual. A pesar de los tragos sentía que era Eli.-Hazme tuya- suplico mi princesa.
-Con gusto-dije mientras dejaba besos húmedos por su pecho.

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A la mañana siguiente desperté con un horrible dolor de cabeza, abrir los ojos y no estaba en mi habitación, sentí como alguien estaba a mi lado y sonreí.
-Buenos días amor- dije dándole un beso en la espalda desnudo.
-Buenos días- esa voz no era de Eli.
-¿Rebeca?-pregunte atónito- ¿Qué haces aquí? ¿Qué paso anoche?-pregunte mientras buscaba mi ropa y me vestía ¿Qué había hecho? ¡Dios mío!, no me acordaba de nada.

-¿no te acuerdas?- yo negué- buena la verdad que estábamos bailando y después me dijiste que querías estar conmigo, y Anthony tú me gustas y pues una cosa llevo a la otra, y por eso estamos aquí- dijo mientras su mirada se volvía cristalina.
-Lo siento Rebeca, yo no… no me acuerdo de nada, esto no debió pasar, yo amo a Eli, ¿Qué hice?- pregunte mientras terminaba de desabrochar mi camisa.
-Lo sé, te prometo que de aquí no saldrá nada-
-Lo siento- dije saliendo de esa habitación ¿ahora qué haría? , Eli no se podía enterar sino hay sí que todo se terminaría y esta vez para siempre.



Rebeca Pov

Maldito, pensé una vez salió de la habitación.
Anthony me las pagaría por decir que esto fue un error, ahora quería saber que haría cuando su Eli se enterara.
Si supieran que son hermanos, si supieran que cometen un pecado ¿Qué pasaría si eso pasara? . Estalle en unas sonoras carcajadas.
Una idea se estaba planeando en mí.
Yo sabía varias verdades pero solo me convenía decir una y esa era: de que ellos dos eran hermanos ¿pero cómo lo haría?


Tenía que ver como hacía que se enteraron y así separarlos de una vez por todas, pero también tenía que guardar bien guardado otro secreto que gracias a mi linda madre me había enterado.
Solamente tenía que ser más inteligente y saber jugar las cartas que había conseguido ganar a través del tiempo.

Me levante de la cama y fui y agarre la grabadora de donde estaba y aquí estaba la evidencia de todo lo que había pasado anoche, aunque claro solo mostraría fotos.

Mi meta ya estaba casi lista, solo tenía que hacer unas cosas más y que por accidente se enteraran de que eran hermanos.

-Lo siento querido Anthony, pero eso te pasa por no amarme como yo lo hago- sonreí a la cámara en la cual una imagen de el aparecía.


Elizabeth Pov
Ya solo faltaban 3 días para la presentación y los nervios ya comenzaban atacarme.
Anthony desde que regreso de esa fiesta ha estado extraño como si algo lo perturbara. Mi salud se mejoró y gracias a Dios porque si no, no sé quién hubiera hecho la presentación que teníamos.

-Anthony ¿A dónde vamos?-pegunte por quinta vez.
-Ya verás- dijo este sonriendo, pues me tenía una sorpresa pero yo no sabía en donde era ni cual sorpresa era.
Sentí como el auto seguí andando hasta que por fin se detuvo. Anthony me había cubierto los ojos con una cinta y no podía ver nada. Me guio hasta una parte y luego sentí como entrabamos a un espacio.
-Me voy a caer- me queje.
-Conmigo nunca- la voz de Anthony era segura, sonreí. Sentí como nos metíamos en especia de un elevador, pasaron unos minutos hasta que sentí como se abrían las puertas.
-Ya Anthony- decía yo.
Las manos de Anthony desamarraron el nudo y me permitieron ver.
Me quede sin habla, nos encontrábamos en la mismísima Torre Eiffel.

-¿te gusta?-pregunto Anthony mientras rodea mi cintura con sus brazos y apoyaba su mentón entre mi cuello y mi hombro.
-Me encanta- susurre. La ciudad se veía en todo su esplendor.
-Gracias- dije dándome la vuelta y dándole un beso.
-de nada- dijo mientras tomaba mi rostro entre sus manos y profundizaba el beso.-Te amo Eli- dijo y vi como sacaba un anillo de su bolsillo.


-¿Qué…- pero no pude terminar.
-Tranquila no es un anillo de compromiso para casarnos, al menos no por ahora- soltó una risa, estaba nervioso.- solamente esto es un símbolo de nuestro amor Eli, aquí siendo testigo esta noche, en la ciudad del amor, prometo amarte todos los días de mi vida- mientras decía eso deslizaba el anillo por mi dedo anular. Mis ojos estaban llenos de lágrimas.
-Si- dije. Este me abrazo y comenzó a besarme, poco a poco ese beso subió de tono.

Nuestras ropas habían desaparecido y estábamos completamente desnudos.
Anthony recorría mi cuerpo, el que siempre seria suyo pasara lo que pasara, lo amaba más que a mi vida misma y eso era algo que no podía negar.
Vi como sacaba un condón y lo frene.
-No quiero que eso nos separe hoy- susurre contra sus labios.
-Pero Eli- se quejó este.
-Tranquilo yo tomo pastillas- mentí, pero era una mentira piadosa, este asintió y entro en mí. Sus embestidas eran suaves y a la vez repartía besos por todo mi cuerpo.

Llego un momento en que los dos nos descontrolamos y las embestidas comenzaron hacerse salvajes, la noche nuevamente era testigo de nuestro amor y de nuestra entrega pero esta era especial pues sellábamos un trato de un amor para siempre o al menos eso quería yo.






Edward Pov

Tocaba el timbre de la casa de Bella, por enésima venia hablar con ella para que dejara en paz a los chicos. Desde que se volvió a enterar de que regresaron comenzó a decirle a Eli que se separaran pero esta no lo hacía y tampoco lo haría.
Me abrió la puerta y salude:
-Hola Bella- dije ella estaba todavía en ropa de salir pues no era todavía de noche.
-¿Qué quieres?
-¿podemos hablar?- ella me miro y asintió, me guio hasta su despacho.
-Habla- me insto.
-¿Por qué sigues con lo mismo? , déjalos de una vez por todas, ellos se aman es que ¿no entiendes que si se vuelven a separar los dos sufrirán?-pregunte.
-otra vez- dijo suspirando- no me cansare de separarlos, ellos no pueden estar juntos- me decía cansada como si se lo estuviera repitiendo una y otra vez a muchas personas.

-y ahora ¿Qué es?, al principio era por lo de la apuesta pero ¿ahora qué es? . es que ¿tú no viste como se puso Eli cuando se separaron por primera vez?, ¿te imaginas que lo hagan otra vez?, podrían entrar en un estado depresivo.- le decia yo.
-Prefiero eso antes de que….- pero se interrumpió ella misma.-No pueden estar juntos y así sea lo último que hagan los separare- su voz era determinante.
-Es tu hija bella por favor, ¿no te duele verla sufrir? , ella ahora es feliz junto con Thony, desbordan amor, felicidad, tranquilidad ¿no lo ves?- decía yo tomándola por los brazos.
-Tú no entiendes- decía removiéndose.
-Siempre lo mismo ¿Qué no entiendo?- grite exasperado.

-Ellos no pueden estar juntos- grito- ¡no pueden!- decía mientras se dejaba caer en una silla agotada.
-¿Por qué?- dije acercándome, ella puso su cabeza entre sus manos y comenzó a sollozar.
-tú crees que mi hija no me duele pero no es así, me duele verla sufrir, y es por eso que trato de separarlos si ellos se llegaran a enterar de algo que yo sé, el dolor sería demasiado fuerte para ellos.-decía ella.
-no entiendo- dije en voz baja la tenía que seguir sonsacando.
-El día que te vi supe que lo suyo no podía seguir- susurro mientras las lágrimas no se hacían esperar.
-¿Por qué?- yo le secaba las lágrimas.
-No te lo puedo decir- dijo parándose y caminando por toda la habitación
-Necesito saberlo Bella, necesito saber cuál es esa razón, ¿Qué es lo que tú sabes? , ¿Por qué ellos no pueden estar juntos?- su mirada se perdió.
-Porque..- comenzó a decir.
-¿sí?- dije yo.
-Edward ellos no pueden estar juntos, ellos no pueden ser felices juntos porque ellos…
-¿ellos que?-grite ya alterado.
-¡ELLOS SON HERMANOS!- GRITO- Eli y Anthony son hermanos- decía entre sollozos.
-¿Cómo?- un par de voces llego a nuestros oídos. Bella volteo y me miro. Esta estaba blanca y yo más ¿Cómo ellos eran hermanos? Era algo imposible.
-Imposible- susurre, sentándome.
-No lo es, ellos son hermanos- susurraba Bella. Dejándonos a todos en shock.

<<ES MEJOR UNA VERDAD DURA, QUE UNA MENTIRA, CON LA VERDAD SE LLEGA A SANAR, CON LA MENTIRA A ENFERMAR>

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LAS AMA ROSIE