Epilogo

Elizabeth Pov

-Vamos Eli vas a llegar tarde a tu boda- me decía papa.

-la novia siempre llega tarde- dije sonriendo mientras me daba los últimos retoques ¿y mama?-pregunte colocándome loción.

-ya se fue con los gemelos adelante, aunque María Fernanda estaba dando trabajo, pero la nana la ayudo- dijo este sonriendo.

Mama había tenido a mis hermanitos hace 5 meses, hace 5 meses nacieron María Fernanda una nena hermosa con el cabello lacio, color marrón, y con los ojos con una combinación entre los ojos de papa y los ojos de mama, la piel de esta era blanca como la cal, pero lisa; en cuanto al otro bebe el cual fue un varoncito lo nombraron Diego, este era idéntico a papa, en todo, en sus ojos, el color del cabello, su carita, en todo, parecían copias. Era el orgullo de mi padre, bueno los dos, pero el babeaba más por María Fernanda decía que era su princesa numero 2 ya que la primera era yo y que Francesca era su hermosa Duquesa, no entendía el chiste pero eran feliz así.

Desde ese día de que nos enteramos de que no éramos hermanos las cosas han sido maravillosas, le explicamos todo a Gabriel y este entendió de hecho esta de novio con mi amiga Ashley la cual había regresada de Estados Unidos, pues hace unos años ella había ido a trabajar para esos lados.

Y aquí yo me encontraba casándome con el amor de mi vida, con mi todo, con mi Anthony.

-Ya estoy lista- anuncie.

-al fin-dijo papa rodando los ojos y tomándome por el brazo.- Anthony pensara que lo dejaste plantado.

Yo negué con la cabeza y Salí del brazo con papa hacia la iglesia donde me uniría por siempre con Anthony.

Todo el trayecto fue echando broma con mi papa el cual me decía que un día de estos guindaría a mama por pelear con él a causa de los bebes, yo lo único que hacía era reírme de las cosas que él decía

Para cuando me vine a dar de cuenta estábamos al frente de la iglesia.

-¿lista?-pregunto papa, yo asentí con una sonrisa, había esperado mucho tiempo para casarme con él.

-más lista que nunca-señale.

El sonrió y salió de la limosina primero que yo, me tendía su mano y la tome, los nervios me entraron y comencé a respirar pesadamente.

-piensa que tuvieron que pasar por muchas cosas para pasar por esto, les llego su momento no lo desaprovechen- decía el claro como él ya había pasado por esto pues él y mama se habían casado hace unas semanas atrás escondidos de nosotros.

Flashback
Recuerdo que mama me dijo que si le podía cuidar a los bebes y yo no me negué y le dije que sí, pero nunca me imaginé fue lo que hicieron.

Todos y cuando digo eso me refiero a Thony, Francesca a mis hermanitos nos encontrábamos en la casa ya que papa y mama tenían sus celulares apagados y andaban desaparecidos.

-¿Dónde crees que estarán?-me pregunto Anthony, jugando con Francesca, la niña adoraba a su padre, recuerdo cuando le dijo. <<Pensé que nunca te diría papi>>, me partió el corazón, pero su sueño se hizo realidad.

-La verdad no lo sé, pero estoy preocupada- dije dándole el tetero a Mari Fer.

No seguimos hablando del tema y me concentre en dormir a los bebes incluyendo a Francesca, una vez los dormí a todos Anthony y yo nos sentamos en la sala para hablar.


-Te amo- dijo en mi oído dejando un beso allí.

-yo también-dije buscando a tiendas sus labios para besarlos, las ganas nunca se acababan. Los labios de Anthony se hicieron más insistentes y estos abandonaron mis labios para apoderarse de mi cuello.

-Anthony Francesca, los bebes-dije en un susurro.

-están dormidos- dijo este besando el nacimiento de mis senos.

-pero se pueden despertar-me queje yo.

Este me silenció con un beso demasiado persuasivo.

Sus manos viajaron hacia mi camiseta y las mías se introdujeron bajo su camisa tocando su abdomen bien definido, Anthony estaba por quitar mi camisa cuando escuchamos la puerta de la entrada, nos separamos rápidamente y trate de arreglarme un poco, cuando vimos a las personas eran mama y papas con una sonrisa de oreja a oreja y agarrados de la mano, parecían que acababan de cometer una travesura y no quieren ser descubiertos por nadie.

-Al fin se dignan aparecer- dije y cruzándome de brazos, papa miro a mama y se echaron a reír.

- Se puede saber el ¿Por qué?, de sus risas- dije yo.
-Hola hija-dijo mama acercándose a mí y dándome un beso en la mejilla.
-Hola princesa-dijo papa haciendo la misma haciendo de mama.

-¿Qué mosca les pico?-les pregunto Anthony.

-¿no podemos estar felices?-contraataco papa.

-claro que sí, pero ¿Por qué se desaparecieron tantos días?, estábamos preocupados- respondí yo.

-bueno- dijo papa viendo a mama- es que fuimos a las Vegas.

-a que bien-dije yo-¿disfrutaron?- inquirí.

Los dos se miraron cómplices y mama se sonrojo.

No quiero saber sus cochinada- ordene.

-Nos casamos-grito mama de repente.

-¿Cómo que se casaron?- repuso Anthony.

-Casarnos hijo, boda, vestido, traje, padre, bueno aunque en este caso fue Elvis Presley.

-¿se casaron y no nos llevaron?-dije gritando.

-sí, fue algo de improvisto no teníamos planeado hacerlo solo que las copas hacen estragos-dijo papa.

-No se los perdonare- me cruce de brazos y los mire de mala manera.

-aquí le trajimos el video y torta-dijo mama levantando una bolsa que tenía en el mano-¿quieren?-no pude aguantar más y los fui a felicitar.

Fin del FalshBack

Y desde ese entonces están casados, aunque no les he perdonado del todo su traición, no pude estar en la boda de mis padres, pero vi el video y todo fue muy chistoso.

Respire hondo y comencé a caminar por el pasillo, hacia mi boda, todo estaba hermoso, habían flores, arreglos y todas las personas las cuales yo amaba se encontraban allí apoyándome en este día, Francesca iba delante de mí, pude divisar a mama y esta me sonreía, se veía tan hermosa como siempre, a pesar de que los años han pasado ella sigue tan bella como cuando era joven.
Mire a mis hermanitos, los cuales estaban en un moisés y sonreí tiernamente hasta que pose mi mirada en él, en su mirada, en su rostro, en su cuerpo y mi amor no pudo crecer más de lo que estaba.

El pulso se me acelero y solo quería llegar a donde él se encontraba.

El pasillo se me hacía lento, por más que caminaba la veía como un camino largo en el cual la luz la veía, pero infinita. Hasta que por fin, llegue.

Cuando sentí las manos de Anthony tomar las mías, supe que nada era un sueño, supe que él estaba conmigo, supe que toda la vida estaría conmigo y supe que nada podía ser mejor y que todo por lo que habíamos pasado había valido la pena, había fortalecido nuestro amor. Sonreí y nos dimos la vuelta para quedar frente al padre.

Nos escuchaba lo que decia el padre, solo veía a Anthony el caul me miraba con una enorme sonrisa.

El padre llamo mi atención para decir las palabras que me unirían por siempre ha Anthony.

-Elizabeth Swan ¿acepta a Anthony Cullen como tu esposo, para amarlo y cuidarlo, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?-pregunto.

-sí, acepto- respondí y una lagrima rodo por mi mejilla, lagrima que seco Anthony.

-Anthony Cullen ¿acepta a Elizabeth Swan como tú esposa para amarla y cuidarla, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?-le pregunto a Anthony.

-sí, acepto- respondió este fuertemente.

-por el poder que me confiera la santa Iglesia y Dios los declaro marido y mujer puede besar a la novia- dijo el padre mirándonos con una sonrisa. Sonreí y Anthony se me acerco.

-Te amo- susurro antes de estampar sus labios con los míos en un beso, suave, lento, amoroso, pero con pasión, nos separamos y todos se levantaron de sus asientos para aplaudirnos, ahora era la Señora de Cullen y lo más importante estaba con el amor de mi y nada ni nadie nos separaría.

9 Meses después.

-Juro matarte Anthony Cullen, lo juro- le gritaba a Anthony, pues estaba en labor de parto y me dolía mucho.

-Mi amor un poco más, solo un poco-decía este tomando mi mano.
-no puedo, me duele- me quejaba llorando.

-hazlo por él bebe- me decía. Respire hondo y volví a pujar.

Hace nueve meses atrás había quedado embarazada de mi segundo bebe, el cual era un varón y le llamaríamos Yiovanny, cuando me entere fui la mujer más feliz del mundo y cuando se lo dije a Anthony casi le da un infarto, en todo el embarazo no me dejo hacer nada y en cuanto a Francesca salto en un pie por la noticia.

Seguí pujando hasta que escuche el llanto de mi hijo el cual fue música para mis oídos.

-felicidades mami-dijo Anthony dándome un pequeño beso en los labios, sonreí cansada y cerré los ojos, lo había logrado, pensé para mí misma.

10 años después

-Yiovanny, baja a comer- grite desde la cocina. Han pasado diez años desde que tuve a mi segundo hijo llamado Yiovanny es igual a su padre, en todo, hasta en los gestos, Francesca es hermosa, es una adolescente, inteligente pero rebelde. Tenía muchos chicos detrás de ella pero esta no le paraba a ninguno.

Mis hermanos tenían 11 añitos de edad, y Mari Fernanda era toda una preciosura y Diego igual que papa, era su copia exacta.

Francesca tenía 16 y pronto cumpliría los 17, pero su padre y yo no podíamos con
Ella no sabía a quién había salido así, papa y mama están mejores que nunca, casi ya pisan los cincuentas, pero no los aparentan, viven una vida plena, llena y feliz.

-Yiovanny-volvi a llamar, en eso sentí unas manos por mi cintura.
-Hola mi amor-dijo Anthony dándome un beso.
-Hola mi vida-dije respondiendo a su saludo, en eso entro Francesca en todo su esplendor, cargaba puesto un mini.vestido pomposo, color coral que le quedaba hermoso con su color de piel y sus rizos color dorado, la hacían verse angelical
-Hola papi-dijo está saludando a su padre, este seguía siendo su adoración.

-Hola princesa-le respondió este abrazándola, de repente sonó el celular de Francesca.

-¿alo?, si habla ella, ¿Cómo conseguiste mi numero?-preguntó sorprendida- no quiero que me llames, yo no soy una cualquier estúpido, ¡Ja!, ya veremos- y colgó, sonreí y mire a Anthony este tenía el ceño fruncido, Francesca me hizo recordar mucho a mi cuando Anthony me llamo por primera vez.

-¿todo bien?-pregunte.

-si-dijo está sonriéndome y mirándome con esos ojos iguales a lo de su padre.

Yiovanny bajo y comenzamos a comer, todos nos reíamos de las ocurrencias de Yiovanny.

-Me tengo que ir-dijo Francesca tomando su bolso con las cosas de la academia pues ella bailaba.

-Nos vemos hija-le dije.

-cuídate pequeña-le dijo papa- y ya sabes un buen derechazo a todos- le pico un ojo y Francesca se sonrojo.

-esta niña nos sacra canas verdes-comente.

- Y yo muy pronto tendré que usar la pistola que esta guardada-comento Anthony.
-Anthony-le reproche.

-¿Qué Eli?-dijo este inocentemente.

-Tienes que dejarla ser, ella es bella, hermosa, talentosa, inteligente y sabe muy bien lo que quiere, aunque es rebelde, pero tienes que hacerte la idea de que no es una bebe.

-es mi bebe- se defendió.

-tiene casi 17 años- le dije.

-pero sigue siendo mi bebe.-

-a esa edad tu y yo ya habíamos estado juntos-le susurre en su oído.

-eso es diferente, ella no puede hacer eso.

-¿crees que será una santa para toda su vida?-pregunte yo- ábrete de mente, a lo mejor y…

-Ni lo digas Elizabeth de Cullen, ni lo digas porque mato si alguien la toca, lo mato-sentencio y subió bravo las escaleras.

-Anthony- dije llamándolo, pero arriba sonó con fuerza la puerta de la habitación.

-papa se molestó-comento Yiovanny tocando el piano.

-algo-dije yo y me acerque a él para enseñarlo.

-¿Dónde quedamos?-pregunte y le seguí enseñando lo que yo sabía de piano.





Francesca Pov


Llegue a la academia y me dirigí a mi primera clase de la tarde pero el profesor no había venido, me quede en el salón y comencé a practicar la coreografía que bailaría.

Unas manos las sentí en mi cintura y me pegaron hacia su cuerpo, los labios de una persona las sentí en mi cuello cerré los ojos disfrutando de la sensación.

-Hola-susurro este en mi oído, me separe rápidamente de él.

-¿Qué quieres?-pregunte mirándola seriamente

-solo que me digas que si- dijo este sonriendo, con esa hermosa sonrisa, sus ojos color azules eran hermosos, eran parecidos a los míos y su cabello color marrón oscuro lo hacía verse más hermoso. Su cuerpo era bien definido, tenía unos musculosos brazos y su abdomen se marcaba por encima de su camisa fina.


-No-dije mientras cerraba el cierre de mi bolso.

-no te hagas de rogar- dijo haciéndose el arrogante- yo sé que tú quieres ser mi novia.

Me le acerque y quede frente a frente con él.

-¿Cómo estas tan seguro?- dije entre dientes.

-estándolo, estoy 100% seguro de que quieres ser mi novia, solo cuando me ves, cuando nos vemos ¿no sientes esa atracción que nos llama para tocarnos?, ¿no sientes como tu pulso se acelera cuando te toco? ¿No sientes como si en tu estomago volaran miles de mariposas? ¿No sientes como tus labios piden ser besados por los míos?- susurraba en mi cuello haciéndome estremecer.

-Ángel- susurre su nombre.

-Francesca por favor, te lo pido se mi novia, llevo meses tratando de que me digas que sí y no lo dices- dijo entrelazando sus manos con las mías. Mi cuerpo estaba extremadamente cerca de su cuerpo.

-Ángel- advertí- por favor, siento que estás jugando conmigo, que no quieres nada serio, que me lo pides por simple hombría, para ver si eres capaz de ser novio de la princesa nieta de la fundadora de la Academia, e hija de la mejor bailarina del mundo. No siento que sea porque me quieras.

-tienes razón- admitió, y sentía que me habían partido en dos, a Ángel lo había conocido hace 4 meses atrás y desde que lo vi por primera vez llamo mi atención, era hermoso muy hermoso algunas veces le encontraba un parecido a papá por sus ojos, era hijo de unas de las dueñas de la compañía de modelaje más prestigiosa de Paris en estos momentos. Pero a pesar de todo eso, tenía un grave problema y era que él pensaba que podía tener a todas a sus pies y no era así, desde que tuvimos la primera platica supe cómo era y trate de sacármelo de la cabeza, pero mientras mas lo hacia el mas se metía allí, en ese lugar y allí se instaló sin saberlo, porque a pesar de que me hacia la dura con él, yo lo quería de cierta manera, y me gusta y mucho.- no te quiero- dijo negando y pegando más a él, mi rostro estaba al lado de su mejilla y podía escuchar su respiración- te amo-sentencio. Mis barreras se rompieron con solo escuchar esas palabras- desde que te vi, supe que tenía que tenerte para mí, solo para mí, no sabes cómo me pongo cada vez que veo a otro hablando contigo, viendo cómo te dejas abrazar por otros, viendo como sonríes con otros y conmigo…nada, simplemente nada, me ignoras y haces como si yo no existiera y eso Francesca-dijo pronunciando mi nombre suavemente- me duele, porque yo te amo-dedica subiendo sus manos por mi espalda, posicionándolas en mi nuca, tomo mi rostro entre sus manos y me hizo mirarlo- me canse de esperar, tú crees que esto es un juego pero no es así. Esto es de verdad, es lo más real que he tenido en mi vida, cuando te veo es como si nada existiera para mí, como si solo existieras tú y lo demás no importara, me importas y mucho, quiero que estés conmigo, que yo sea el único que veas, que yo sea el único que pueda verte sonreír, que yo sea el único por el cual suspiras, por el cual te mueves, por el cual respiras-decía fieramente- quiero ser el único que pueda tocarte, sentir tu piel, besarte, ver cómo te sonrojas, escuchar el latido de tu corazón.

-No sigas por favor-suplique, con el corazón latiendo a mil por hora.

-¿Por qué?-inquirió guiando mi rostro hacia el suyo.

-porque no podre seguir diciendo que no- respondí cerrando los ojos.

-eso es precisamente lo que quiero, que dejes de decir no y me digas si- su mirada taladraba la mía, esperando respuesta alguna, pero nada salía de mi boca e hice lo único que se me ocurrió. Besarlo.

Por un momento no me respondió, pero después sus labios se movían con los míos como si hubiesen sido creados para hacerlo. Era indescriptible la sensación que sus labios provocaban al besarme, subí mis manos y las coloque alrededor de su cuello, el por su parte enredo sus dedos entre mi cabello. Su lengua delineo el contorno de mis labios y yo los abrí, su lengua al hacer contacto con la mía fue como una explosión, una bomba nuclear en la cual los dos experimentamos que se sentía al hacer explotar algo. Poco a poco el beso fue bajando el ritmo, este dejaba de besarme pro segundos y solo rozaba mis labios, para luego atraparlos entre los suyos y jugar con ellos, una pequeña sonrisa se instaló en mi boca.
-Ángel- llame, pero este estaba muy entretenido con mis labios-Ángel-volví a llamar y esteme impidió seguir emitiendo palabra alguna.-Ángel-dije entre sus labios.

-por cada <<Ángel>> que digas- dijo contra mis labios- te besare más- sus labios siguieron con su trabajo.

-Ángel-llame “seriamente”, pero me volvió a besar- por favor-dije poniendo mis dedos en sus labios para recuperar la respiración, pero este las quito-¡ANGEL!-grite un poco molesta.
-eres masoquista-dijo cerca de mis labios-pero a si me encantas- me dio un corto beso, estaba por decirle algo pero este hablo- te dejo en paz, solo no podía apartarme de esos hermosos labios- los toco y sonrió-besas muy bien-comento como si nada, haciendo que me sonrojara- muy bien diría yo, tus labios saben a fresa, es dulzón el sabor, pero adictivo- sus dedos tocaban mis labios y él sonreía.- ese beso-dijo ¿Qué quiso decir?-su mirada suplicante.

-¿Qué crees tú?-pregunte.

-que fue un beso sensacional-respondió este con una chistosa cara.

-aparte-dije yo.

-que fue un beso de aceptación- afirmo con una enorme sonrisa-¿estoy en lo cierto?

-No muy lejos-dije yo.

-¿entonces?-me gustaba verlo así, esperando una respuesta.

-ese beso- dije yo- fue…una aceptación.

-¿eso quiere decir que eres mi novia?- era como ver a un niño con juguete nuevo.

-se podría decir que si-dije yo.-acepto ser tu novia- dije.

Se quedó tieso mirándome.

-¿es verdad? ¿No estoy soñando?-me preguntaba yo negué, me cargo entre sus brazos y comenzó a darme vuelta por los aire.

Yo era completamente feliz, su nombre le hacía honor era como un Ángel caído del cielo, solamente para mí.

Anthony Pov

-tanto tiempo-le decía yo a una amiga del pasado, pues me la había encontrado por casualidad caminando por las calles de Paris, ella fue una con la que estuve en mi estadía en los Estados Unidos.

-si-dijo ella viéndome de arriba hacia abajo.-¿Qué va de tu vida?-pregunto, en su voz había un tono de reproche.

Felizmente casado y con dos hermosos hijos, una tiene casi 17 y el otro 11 años-respondí.

-me alegro-respondió como si nada.
-¿y tú?-pregunte.

-Feliz-respondió-con un hermoso hijo que tiene casi 17 igualmente. Eso me sorprendió pues después que estuve con ella, no la volví a ver más nunca en la historia.-me tengo que ir-anuncio.

-claro, nos vemos-dije yo.

-Ok-dijo y siguió su camino, su actitud me pareció extraña, pero quien sabe.

Llegue a la casa y allí se encontraba mi hermosa esposa, mi hijo, Francesca y un chico desconocido para mí, lo que no me paso por desapercibido fue que le tenía tomada la mano a Francesca, respire hondo y me mentalice para lo que fuese que viniera.

-Hola familia-salude a todos.

-Hola papi-dijo Yiovanny.
-Hola campeón-dije saludándolo con nuestro característico choque de manos.
-Hola mi amor-dije dándole un beso a Eli.

-Hola papi-dijo Francesca cuando la mire, esta me miraba como un angelito.
-Hola princesa-dije acercándome para darle un beso en la frente. Me aparte de ella y esta hablo con voz temblorosa.

-Bueno-comenzó hablar-tengo que presentarte a alguien-dijo moviendo su mano libre, ya que la otra la tenía ese chico, y este le hacía pequeños círculos tratando de calmarla.-él es Ángel Camara, mi…-dijo pero se quedó pegada.

-¿tú qué?- pregunte yo cruzándome de brazos y mirándola con una ceja alzada.

Francesca trataba de decir algo, pero no podía, estaba nerviosa. El chico se acercó y le dio un beso en la mejilla, respire hondo e hice como si no hubiese visto nada.
-tranquila-le susurro- yo le digo- Francesca le sonrió y asintió.

-Ángel Camara, mucho gusto soy el novio de su hija-lo dijo así, claro, preciso, sin rodeos y eso me gusto.

-Anthony Cullen-dije tendiéndole la mano y el la agarro, le di un fuerte apretón y Francesca se dio de cuenta.

-papa-me reprocho, le solté la mano y mire a Francesca.

-¿no era que no tenías?-le pregunte la quería asustar.

-Bueno, no tenía, le dije que si hoy- su mirada era de miedo.

-Bastante que me costó-comento el tan Ángel, lo mire e hice lo que nunca pensé hacer, le sonreí.
-es igualita a la madre, todavía me acuerdo, dure meses, meses, le dedique una canción y fue cuando me dijo que sí.

-créame, le dedique canciones, le compraba flores, le hice un cartel en la Academia, en el instituto, que no hice, pregúntele- me urgió- y no decía nada, o bueno lo único que salía de su boca era: ¿Qué te crees estúpido? ¿Soy un juego? Tú no me quieres, lo haces por hombría, y muchas cosas más. Aún sigo sin creerlo, pero es verdad-dijo viendo a Francesca con amor.

-testaruda- le dije, y esta me sonrió.

-así es que es-le dijo Eli a Francesca- ellos pensaba que eran la última coca-cola del desierto.- murmuraba Eli.
Francesca no hizo más que sonreír, ya estaba tranquila, sabía que lo había aceptado.

-Bienvenido a la familia-le dijo al chico- solo te digo algo- lo mire seriamente a los ojos.

-le llego hacer algo, cualquier cosa, lo que sea, tocarle un pelo, hacerla llorar, lastimarla, romperle el corazón y no viviré para contarla-dijo el por mí, le sonreí.

-vamos entendiendo-le dije- te mato y no hablo hipotéticamente.- el me miro asintió para luego sonreír.


Lo que paso después fue lo más normal del mundo, nos quedamos todos hablando de cosas triviales, el chico era muy bueno y se notaba que adoraba a Francesca solamente la manera en cómo le hablaba, o como la veía, la tocaba, me bastaba para saber que estaba en buenas manos.

Elizabeth Pov

Estos 4 meses junto a Ángel, han sido los más maravillosos del mundo, él es todo lo que estaba buscando, era un sueño hecho realidad.

-mama ya está en camino-me aviso Ángel. Nos encontrábamos en mi casa esperando a su madre, pues no las quería presentar a todos, mama estaba terminando la cena y papa jugaba con Ángel.

-Ok-dije jugando con mis dedos, estaba nerviosa.

-tranquila, se llevaran bien-dijo dándome un corto beso.

-no lo sé, tengo un mal palpito- el me miro de mala manera y negó con la cabeza.
Pasaron unos minutos cuando escuchamos que llamaron a la puerta, todos nos pusimos de pie y le dimos la Bienvenida a Verónica, la madre de Ángel.

-Francesca-dijo esta abrazándome, pues yo ya la concia.

-Vero-dije dándole un beso en la mejilla- estas divina- la elogie y ella rodo los ojos, era una mujer muy hermosa y divertida.

-Madre-dijo Ángel abrazándola.

-Hola bebe- le dijo esta como siempre le decía, cosa que hacia avergonzar a mi novio.

-Bueno estos son mis padre-dije yo acercándola a donde se encontraba papa y mama.
El rostro de verónica cambio a un blanco cal, estaba pálida y veía fijamente a papa, este al verla frunció el ceño.

-¿él es tu padre?-pregunto verónica, pero su mirada era triste, de dolor, como de arrepentimiento.

-si-dije yo con una sonrisa.- ¿Algún problema?-pregunte, mama veía extrañada la escena y yo más.

-¿Qué sucede mama?-pregunto Ángel. Verónica comenzó a llorar, gruesas lágrimas salían de sus ojos, y nos miraba a Ángel y a mí alternativamente.

-Lo siento bebe, lo siento, nunca me imaginé que algo así sucedería, lo siento de verdad, yo…-decía Verónica.

-me estas asustando-dije yo nerviosa.

-ustedes no pueden estar juntos.-sentencio Verónica, viéndonos fijamente.

-¿Por qué?-pregunto Ángel.

Ella miro a mi padre y dijo lentamente.

-ustedes son hermanos, él es tu padre Ángel, porque el que siempre has preguntado- las palabras de Verónica me cayeron como una balde de agua fría encima, sentía que todo se derrumbaba.

-No puede ser verdad- Ángel miraba atónito a mi padre, y a decir verdad se parecían, sobretodo en sus ojos.
-¿Cómo?-pregunto papa.

-ese día, cuando llegaste a Estados Unidos y estuvimos juntos quede embarazada, por eso nunca más me volviste a ver, hasta hace poco-decía la madre de Ángel.

-otra vez no-decía mama con lagrima en los ojos.

-¿otra vez que?-pregunte yo, sentía que me faltaba el aire.

-la historia se vuelve a repetir- la voz de papa me sonó lejana, horita no tenía cabeza para nada, esto era un sueño del cual quería despertar, cerré mis ojos y los abrí pero la escena seguía igual que hace unos instantes.

-Díganme que no es verdad, yo no puedo estar enamorada de mi hermano, si esto es así, esto no puede seguir-decía yo entre lágrimas, Ángel se me acerco y me abrazo.- no podemos ser hermanos- dije entre su cuello.

-Solo hay una manera de saberlo-decía el, sus manos trazaban pequeños círculos en mi espalda tratando de calmarme, papa tenia a mama entre sus brazos y trataba de calmarla, no entendía lo que ellos querían decir con eso de que << la historia se volvía a repetir>>- hay que hacernos una prueba de ADN- decía Ángel.

No podía parar de llorar, ¿Qué haríamos si todo era verdad?

Esa noche no pude dormir, las pesadillas me invadían y lo único que hice fue gritar, mama estuvo conmigo toda la noche, no me quitaba la mirada de encima y trataba de calmarme, diciéndome que todo estaría bien, pero yo lo único que quería era morirme porque si todo resultaba ser verdad, estaría enamorada de mi hermano, sería un pecado, algo prohibido, imposible.

A la mañana siguiente, lo primero que hicimos fue hacernos una prueba de ADN, los nervios me carcomían por dentro, el único consuelo eran los brazos de Ángel rodeándome.

-aquí están los resultados-anuncio papa con un sobre en las manos. Le rezaba a Dios porque diera negativo, pero Verónica nos veía con pena.
-lo siento-susurro entre dientes, fue algo casi inentendible.

-¿Qué dice?-pregunte con un nudo en la garganta, el rostro de papa era de tristeza.

-Lo siento-fue lo que escuche.-son hermanos- solo escuchar esa palabra hizo que todo se borrara de mi mente y colapse en el suelo.

Elizabeth Pov

Mi hermosa niña, mi princesa, estaba sufriendo lo que yo misma sufrí en carne y hueso, se enamoró de su hermano, pero en mi caso Anthony nunca lo fue, pero en el suyo si lo eran de eso no cabía duda, las pruebas no podían mentir.

-¿Qué sucede?-pregunto Francesca saliendo de su desmayo, ya nos encontrábamos en la casa.

-Lo siento- murmure, su mirada se volvió cristalina y se irguió ante nosotros.- no puedes estar con el- le dije, yo sabía cuanto esas palabras dolían, mi madre me las había dicho ya hace un muchos años atrás.

-No es cierto-dijo Francesca, tratando de no aceptar la realidad, salió corriendo y nos dejó a todos en la sala, mirándola con tristeza. Ángel estaba en un rincón con la cabeza entre sus manos pude ver como su cuerpo temblaba a causa de los sollozos, Anthony se acero y lo abrazo. Los dos sabíamos por lo que estaba pasando, Verónica solo veía la escena.

-Nunca quise que esto pasara-dijo ella viéndome-nunca fue mi intención.

-Gracias por hablar temprano, se por lo que ellos están pasando, habla la voz de la experiencia- dije mirándola, ella no me entendió, pero no importaba mire a Anthony y me hizo señas para que subiera hablar con Francesca, suspire y asentí.

-Anto abre-la llame a la puerta.

-no lo hare, no me alejare de el madre, yo lo amo- decía entre llanto.

-Yo lo se mi niña, pero son hermanos, es un amor prohibido, no pueden estar juntos-decía tratando de calmarla.

-¿no entiendes que lo amo?-pregunto gritando- lo amo y no lo puedo evitar, no lo quiero como un hermano, lo amo y lo quiero a mi lado como un hombre.

Eran las mismas palabras que yo había pronunciado, tome una bocanada de aire y seguí hablando.

-te entiendo Francesca, te entiendo más de lo que te imaginas-le decía yo.

-no me entiendes- me contradijo- tu eres feliz con papa, en cambio yo- dijo hizo una pausa y continuo- en cambio yo tengo que sufrir porque no puedo estar con el amor de mi vida, porque resulta ser que es mi hermano, yo lo amo. No me separare de él, no me importa si cometemos un pecado, no me importa si es algo inmoral, no me importa nada, solo me importa el, solo me importa mi felicidad, y mi felicidad esta junto a él, junto a mas nadie.-

-abre por favor- le pedí suplicante.

-No quiero-decía- no quiero nada, solo quiero que esto sea una maldita pesadilla, la cual estoy soñando, quiero despertar y ver que todo era como antes.

-Francesca abre por favor- Anthony estaba a mi lado- no puedes hacer nada, los resultados salieron positivos, son hermanos. Yo sé cuánto duele, créeme que lo sé, pero nada se puede hacer. Nada.- decía Anthony tomándome la mano.

No se escuchaba nada, nada se escuchaba el pánico me invadió.

-Francesca- grite llamando a la puerta-abre, pequeña, Francesca, responde- decía entre lágrimas.

Anthony empujo la puerta y la derrumbo, mi pequeña no.

Estaba en la baranda de su balcón vi como daba un paso y Salí corriendo.

-Francesca no- grite, no a ella.

¿La historia se volvía a repetir?

Los sucesos en la vida pueden repetirse, algunas veces no termina como la primera vez. Se sufre por amor, se llora por amor, se reí por amor y algunas veces se muere por él.


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Bueno chicas y ahora si el final de esto, de esta historia en la cual los hacia morderse las uñas, llorar, reir, enojarse llega a su fin, espero hayan disfrutado de esta locura que comenzo en una clase de catedra bolivariana para mi y termino siendo un fic el cual muchas adoraron, por el cual recibi muchas amenazas pero aun asi las amo chicas


no me maten, no podia irme sin mi drama caracteristico, espero le guste la verdad que si!, nunca tuve pensado ser un epilogo de hecho es el primero que hago y la verdad me gusto como quedo! ¿la historia se vuelve a repetir?, a mi parecer si.

y asi le doy fin a esto! ... Gracias chicas la verdad son las mejores! disfruten

¿merezco un votito ? ¿comentarios? los dejo a su criterio! :)

se despide por el momento con este Epilogo la

CHICA DRAMA!

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