Nuestras vacaciones no duraron mucho más de 2 semanas, algo no estaba bien conmigo así que mis padres decidieron regresar a Fork antes de lo previsto.

Mi querido papi estuvo todo el viaje de regreso echándole la culpa a Jacob de mi mal estado. Constantemente tenía frio y estaba cansada pero no somnolienta. Mi apetito normalmente voraz no era el mismo.

-         Quizás contrajo alguna enfermedad exótica –dijo Jacob mientras me ayudaba a bajar del auto de mi tío Jasper. Ellos nos había ido a buscar en el aeropuerto.

-         Tal vez comió algo en mal estado – dijo la tía Alice mientras abría la puerta principal.

Adoraba la tranquilidad que me daba aquel lugar. En la sala estaban mis abuelos y tío Emmett esperándonos. La tía Rosalie salió corriendo desde la cocina y me tomó en sus brazos.

-         Ohh!! Cariño ¿estás bien?... ¿si le hiciste daño perro sarnoso juro que… - dijo dirigiéndose a Jacob que esta junto a mí. Yo me aferré mas a ella para evitar que le hiciera daño a mi Jake.

-         No pasa nada tía Rose, estoy bien, tal vez fue algo que comí en río o algo… Jacob se portó como todo un caballero.

-         Cariño… sabes que lo perros no suelen convertirse en caballeros, ve y busca un lindo sapo verde y veras que él si se convierte en un príncipe… no ésta cosa que esta apestando el lugar.

-         También te extrañe Barbie. –dijo Jacob con una tierna sonrisa. Aunque no lo admitiera, yo sabía que mi tía Rose y él no se llevaban tan mal. No es así, creo que si se odian.

-         Vamos tía Rose, no seas así con Jake, él es un maravilloso chico. Además… - tomé una mano de Jacob, había llegado el momento de dar la gran noticia.- Jacob y yo somos novios. – podía ver como la expresión de tía Rose iba cambiando, estaba furica.

-         Ohh cielo, eso es grandioso – mi abuela Esme se acercó desde atrás y me dio un gran abrazo. – me alegro que por fin estén juntos- ¿Qué? Pensé.

-         ¿Cómo que al fin abuela… desde cuando lo sabes?

-         Cariño, lo sé desde hace mucho es todo lo que te diré. Ahora muchacho – dijo hablándole a Jacob- solo espero que trates a mi pequeña como se merece, y si la haces sufrir estarás en grandes problemas, lo sabes ¿verdad?

-         Claro que sí Esme, ella es lo más preciado que tengo y jamás le haría algo que la lastimara. – Jacob me dio un abrazo y beso mi cabello.

-         Eso espero muchacho.

La tía Rose me miraba muy extraño, es como si quisiera acusarme de traición o algo parecido. Había herido sus sentimientos antes escapándome de una de sus clases para poder ver a Jacob, se había molestado muchísimo. Pero se preocupaba demasiado por mí. La adoraba, pero no podía meterse en mi vida de esa manera. Debía hablar con ella, pero lo haría después, ahora tenía que hablar con alguien primero.

-         Abuelo!!!! – dije abrazando a mi abuelito Carlile- ¿cómo has estado?

-         Muy bien tesoro… ¿qué tal tu viaje?

-         Agotador mi maravilloso, vi muchísimos peces y arrecifes de coral, delfines, rayas, tiburones… - escuche la risa de toda mi familia llenar la sala.

-         Nunca te había visto tan emocionada Ness, debió ser realmente increíble.

-         Vamos abuelito ya tu lo habías visto, y hasta más.

-         Y todo eso te lo mostraré… y hasta más… tenemos todo el tiempo del mundo para ver todas esas bellezas de este planeta. Pero ahora debemos saber qué es lo que te está sucediendo.

-         Está bien.- ahora llegaba el peor momento de todos… despedirme de Jacob.

-         ¿Qué tal esta doc?- preguntó Jacob a mi abuelo.

-         Excelente muchacho… y ¿Cómo te fue?

-         Digamos que bien, pero hacia un calor infernal. Sí, creo que estuvo bien.

-         Me alegro que lo hayan pasado bien muchachos. ¿Y ustedes qué? Se quedaran parados toda la tarde allí, vengan a saludar a su padre- mis papás estaba recostados contra el barandal de las escaleras… jummm!!! Esos dos tenían algo extraño desde que regresamos.

-         ¿Cómo has estado papá?- ambos se dieron un gran abrazo.

-         Muy bien Edward… y ¿Qué tal tú Bella?

-         Estupendamente Carlile. Los extrañamos muchísimo.

-         Aja pues no se nota hermanita…. Desde que llegaron no han hecho otra cosa que no fuera tocar los dedos furtivamente y darse miraditas cómplices… hey!! Están casados y tienen una hija… además acaban de regresar de una segunda luna de miel ¿eso no les bastó? Entonces regresen por donde vinieron y déjennos a Nessita con nosotros. – dijo tío Emmett dándome un fuertísimo abrazo.

-         Tío Oso!! Me aplastaras – todo se rieron de mi broma excepto mi padre.

-         Cállate Emmett, mis demostraciones de afecto no son nada con tus arranques de pasión…- antes de siquiera decir más, mi madre golpeó a mi papá justo en las costillas, pude sentir lo que estaría pensando en esos momentos mi mamá… si aun fuera humana estaría tan sonrojada como yo en esos momentos.

En ese momento Jacob me hizo señas para que saliera al balcón trasero. Él no había dicho gran cosa durante el tiempo que estuvimos dentro de la casa… y yo sabía el motivo, habíamos regresado a lo que estábamos huyendo, toda mi familia me acaparaba y de las personas que conformaban mi familia solo unos pocos están contentos con nuestra relación. A tío Jazz y tío Oso no les importaba mucho con quien estuviera, pues siempre me decían que fuera feliz con la persona que yo escogiera, pero que si me tocaba un solo cabello este no tendría la habilidad de reproducirse jamás. En cuanto a mi tía Alice, ella quería mucho a Jacob excepto cuando interrumpía en sus visiones y en ocasiones eso le provocaba un terrible dolor de cabeza, pero en casi todo el tiempo están las cosas muy bien entre ellos. Mis abuelo también lo querían, en especial mi abuela, a ella le encantaba cocinar y claro a Jacob comer… así que se llevaban de maravilla. Mi Abuelito Carlile estaba súper curioso por estudiar los nuestros genes así que solía estar horas hablando con Jacob acerca de todo lo que conllevaba ser un hombre lobo. Mi madre… ella… obviamente amaba a Jacob, siempre fue su mejor amigo y él mío. Lo conocía desde pequeña y eran muy unidos, claro eso antes de m nacimiento, tal vez después de mi llegada se distanciaron un poco pero ella solía decir que Jacob era un miembro más de nuestra familia. Y claro que cariño era reciproco, yo sabía que me amaba, pero hasta que punto la amaba a ella. No era normal sentir celos de tu propia madre pero… en ocasiones me sentía así… esperaba que con nuestro noviazgo pudiera comprender por mi misma que era celos absurdos, porque mis padres se amaban con locura y sabia que Jacob me amaba tanto como yo a él… pero no sabía a qué punto.

Mi único inconveniente y los que más me preocupaban eran mi papá y tía Rose.

Sabía que mi papá aun lo estaba asimilando. Pero tía Rose, no había dicho nada.

-         Creo que debo regresar a casa, avisé a mi padre que regresaría hoy… eh…. Sí.

-         ¿Qué sucede Jake?... has estado distante desde que llegamos. – tomé su mano y la coloqué en mi pecho.- sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Estoy contigo.

-         Hemos regresado, ¿sabes?

-         Sí, pero… que  pasa con que hayamos vuelto, ahora estamos juntos Jacob. Podremos salir y estar más tiempo los dos. Además sabes que puedes ir a mi casa cuando lo desees, ¿cuál es el problema?

-         Que tenemos responsabilidades que cumplir, tú tienes esas clases particulares con tu familia, yo tengo trabajo que cumplir con la manada, y… todo será igual que antes del viaje, y volveremos a pelear y estará todo mal, no sé si podre soportar que me dejes y…

-         Jacob, no vuelvas a repetir eso, nunca más, me estas escuchando- tome su rostro en mis manos mientras el asentía, estaba asustado al igual que yo, pero saldríamos a delante estaba segura- todo estará bien, organizaremos nuestros horarios y listo. Debemos poner de nuestra parte amor. Clámate estaremos bien. Te amo Jacob Black. – diciendo eso lo besé, fue un beso lleno de ternura, quería que supiera que estaba con él incondicionalmente y que nada en este mundo no separaría.

-         También te amo princesa, y tienes toda la razón. Ahora tengo que irme, pero espérame despierta, ¿quieres?

-         Está bien. – ¿hablaba en serio? Sería capaz de ir a mi habitación.

-         Hasta la noche princesa.

-         Dale mis saludos a Billy ¿sí?

-         Claro.- me dio un beso de despedida y se dispuso a correr a toda velocidad con todo y sus maletas, poco después pude escuchar cómo se rasgaba su ropa, y desde lo lejos pude observar como un gran lobo marrón saltaba el riso con una gran maleta en el hocico.

Mi gran aventura había llegado a su final… ahora que estaba con Jacob, todo seria diferente. Eso esperaba.